Desde siempre me ha atraído el sistema político francés y todo lo que este conlleva. Desde 1958 en Francia impera la V República, la cual está
organizada como una República Semipresidencial. ¿Esto qué es? Un sistema en el
cual el jefe del estado (Presidente de la República) posee poderes ejecutivos
junto con el jefe del gobierno (Primer ministro) y ambos co-gobiernan el país.
En Francia es así desde 1958, fecha en la que se inició la V República
anteriormente citada. Una de las cosas que más me fascinan de la República
Francesa es el papel que ejerce el presidente de la República, el cual no sólo
tiene en su mano la capacidad de ejercer múltiples poderes, sino que desempeña
también un cargo monárquico en un país extranjero, además del republicano en su
país natal. Los jefes del estado francés son desde hace siglos también jefes
del estado del Principado de Andorra, por lo que el actual presidente de la
República francesa es junto con el Obispo de Urgell, Co-príncipe de Andorra,
siendo esta una de las escasas ocasiones (Junto con el Vaticano) en las que un
monarca es elegido, aunque en este caso sea en un país extranjero, y siendo esta también una de las escasas ocasiones en las que un jefe del estado lo es también de otro país extranjero (Como es el caso también de la reina Isabel II con los países de la Commonwealth).
El hecho que me ha llevado a escribir sobre este tema es el aniversario
que se conmemora este año y que supuso un antes y un después no sólo en la
República Francesa, sino en el resto de Europa y del mundo. Me refiero al Mayo
del 68, del que dentro de un par de meses se cumplirán 50 años. Haciendo un
pequeño resumen de los hechos, podemos decir que fueron unas protestas
estudiantiles, las cuales llevaron a una huelga por parte de éstos. Dicha
huelga acabó en enfrentamientos entre los estudiantes y la policía, lo cual
desembocó que los sindicatos convocasen una huelga general indefinida, donde la
gran mayoría de los trabajadores apoyaron dicha movilización. En Francia acabó
imperando la anarquía y el presidente de la República, Charles de Gaulle,
anunció en un mensaje a la nación que disolvía el parlamento y convocaba
elecciones legislativas, pero que él no dimitiría de su cargo como jefe del
estado. Finalmente, las elecciones darían un respaldo absoluto a De Gaulle, el
cual, después de los sucesos ocurridos en mayo del 68 decide jugarse la
presidencia en un referéndum sobre la descentralización política francesa.
Finalmente, De Gaulle pierde el referéndum y dimitiría en abril de 1969, casi
un año después de los sucesos de mayo del 68.
Yo siempre he creído que lo ocurrido en Francia en mayo de 1968 fue
quizás la movilización civil más innecesaria y absurda que se produjo a lo
largo de todo el siglo XX. ¿Por qué? Porque se puede estar de acuerdo en que en
la Francia de 1968 había problemas, claro que los había. Pero no para provocar
una movilización que estuvo a punto de llevarse por delante el sistema político
francés. Es verdad que nos encontramos en un contexto histórico mundial muy
complejo. Hablamos ni más ni menos que del año 1968 y las circunstancias a nivel
mundial hacían que la población estuviese algo exaltada, pero insisto, las
circunstancias que se vivían en la Francia de De Gaulle no eran tan alarmantes
como para llevar a cabo una movilización que casi acabó en revolución. De
hecho, aunque fue al año siguiente, la dimisión de De Gaulle está directamente
enlazada con los sucesos de mayo del 68. Por lo que aunque la movilización no
acabó con la V República francesa, sí acabo con la presidencia del militar
francés. Aun así, una prueba de que la población francesa estaba al lado de De
Gaulle fue el respaldo mayoritario que éste obtuvo en las elecciones
legislativas que convocó para junio de 1968.
Con ello no quiero en absoluto
defender a De Gaulle, un personaje el cual tuvo sus luces y sus sombras y no
fue ningún santo, pero sí quiero hacer digamos un alegato en favor de éste en
este acontecimiento histórico, el cual influenció decisivamente en el inicio de
movimientos progres como el movimiento ecológico, el pacifista, el de los
homosexuales, el movimiento hippie, etc. Con lo cual podemos llegar a la
conclusión de que el mayo del 68 fue un movimiento de progres, el cual
aprovecharon una situación de crisis económica (Eso sí es verdad que ocurrió),
para destronar a De Gaulle y hacer caer la V República Francesa. Finalmente
sólo consiguieron lo primero, lo segundo ya se están encargando los propios
constitucionalistas franceses en conseguirlo, con Macron y sus despreciables
políticas apoyadas por judíos y neoliberales, pero eso ya es harina de otro
costal...
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