Hoy se cumplen catorce años de la primera victoria electoral de uno de
los personajes más nefastos en la historia reciente de España. Concretamente,
el mismo que hace sólo cinco días cumplió diez años de su segunda y última
victoria electoral. Me estoy refiriendo a José Luis Rodríguez Zapatero,
presidente del gobierno de España durante cerca de ocho años. Un tipo
desconocido que, por azares del destino, se convirtió a los 39 años y contra
todo pronóstico en secretario general del PSOE y líder de la oposición en el
año 2000. Cuatro años más tarde, ese mismo líder de la izquierda española se
presentaba por primera vez a unas elecciones generales como candidato a la
presidencia del gobierno. Todas las encuestas daban a este leonés de 43 años
una derrota segura en las elecciones generales del 14 de marzo del año 2004. En
contraposición, el nuevo líder del PP, Mariano Rajoy, iba a ser el próximo
presidente del gobierno, según todas las encuestas. Todo parecía ir según lo
previsto en el guión hasta que ocurrió lo que nadie esperaba; El mayor atentado
terrorista de España hacía su aparición el 11 de marzo, justo tres días antes
de las elecciones.
Al Qaeda mostraba así su venganza contra José María Aznar por la
decisión personal de éste de inmiscuir a España en la guerra de Irak. Una
venganza que la pagaron cerca de 200 españoles, los cuales fueron asesinados
aquel horrendo día, y más de otros 2.000 heridos. La gestión de Aznar de
señalar a la banda terrorista de ETA como la autora, incluso después de saberse
que la propia Al Qaeda era la autora de dicha masacre, provocó una tensión
social que se trasladó a las calles en la jornada de reflexión, donde se rodeó
la sede del PP en Génova con Mariano Rajoy dentro de la misma. Al día siguiente
y en medio de una tensión social sin precedentes en una jornada electoral, el
PP perdía las elecciones contra todo pronóstico y le otorgaba al PSOE la mayor
victoria electoral respaldada hasta el día de hoy por los españoles. José Luis
Rodríguez Zapatero se convertía sin comerlo ni beberlo en presidente del
gobierno de España con un respaldo histórico de 11 millones de españoles. Al
grito de los jóvenes españoles con el famoso "Zapatero, no nos
falles", y la respuesta del propio Zapatero; "Os aseguro que el poder
no me va a cambiar" comenzaba un nuevo periodo incierto en la historia de
nuestro país, un nuevo periodo con el que nadie contaba.
En abril de 2004, Zapatero prometía el cargo como presidente del gobierno
y llegaba a la Moncloa. Su primera decisión como presidente fue la de retirar
las tropas de Irak y mantener las ubicadas en Afganistan y Líbano, lo que
provocó un enfriamiento sin precedentes en las relaciones españolas con EEUU. A
partir de ahí, comenzaría la legislatura de la crispación. Las declaraciones de
Zapatero afirmando que "España es un concepto discutido y discutible"
abrirían la caja de pandora. En 2005, Zapatero aprueba en medio de un acalorado
debate social la ley de matrimonio y adopción entre homosexuales y se
compromete con la generalitat catalana (Entonces dirigida por el socialista
Pascal Maragall) para apoyar el estatuto que aprobase el parlamento catalán
(Como ya prometió en un mitín de Barcelona en noviembre de 2003). Zapatero
pacta con Maragall y con el líder de CIU, Artur Mas, el nuevo estatut, el cual
reconocía a Cataluña como nación. Dicho estatut se aprobaría en el congreso de
los diputados en el año 2006. Los catalanes por su parte aprobarían el estatut
en noviembre de ese mismo año mediante referéndum. Mientras tanto, ETA anuncia
una tregua y Zapatero solicita al parlamento la autorización para iniciar las
conversaciones con los terroristas. Comienza entonces a salir noticas en la
prensa donde se habla del alcance de las conversaciones del gobierno con los
terroristas, los cuales llegarían a plantear la concesión de Navarra al País
Vasco. Estos hechos provocarían una indignación social masiva que se
trasladaría a la calle en las manifestaciones en contra de la negociación con
ETA. Finalmente, y tras cerca de un año, ETA rompe la tregua haciendo estallar
la T4 del aeropuerto de Barajas en Madrid.
Tras este atentado, Zapatero incluso continúa negociando con los
asesinos. Ya en 2007, Zapatero pactaría con el presidente andaluz, Manuel
Chaves, la reforma del estatuto de Andalucía, y meses más tarde aprobaría la
famosa ley de Memoria Histórica, la cual reabría de nuevo las viejas heridas de
la Guerra Civil y crearía una nueva tensión social con respecto a las viejas
rencillas entre "Vencedores y vencidos". Tras esto, Zapatero convoca
elecciones para el 9 de marzo de 2008. Dos días antes de las elecciones, ETA
hace aparición nuevamente y asesina a un concejal socialista, lo cual provoca
que por segunda vez consecutiva se suspenda la campaña electoral (La primera
fue en 2004 por los atentados del 11-M). El 9 de marzo, Zapatero volvería a ser
reelegido presidente aún con todos los graves errores cometidos en su primer
mandato. Comienza así la segunda legislatura, la cual se ve afectada por el
estallido de la crisis inmobiliaria en España y la crisis económica de EEUU.
La primera reacción de Zapatero es la de negar la crisis y poner en
marcha paquetes de medidas completamente insuficientes para paliar la situación
económica. A partir de entonces, el paro comienza a subir indiscriminadamente
hasta llegar a la escalofriante cifra de cinco millones de parados. En 2009,
Zapatero recibe su primera derrota electoral a nivel nacional en las elecciones
europeas de mayo. Poco después, Zapatero aprueba una reforma de la ley del
aborto que permite a las niñas de 16 años abortar sin el consentimiento ni
conocimiento de sus padres. Esta reforma provoca un debate social bastante
tenso que aun así no provoca que el gobierno dé marcha atrás. Ya en 2010, y con
la crisis en su punto más alto y con Zapatero sin hacer nada por remediar la
situación en España, se produce la quiebra de Grecia, la cual pide ayuda a la
UE para ser rescatada. En mayo de ese año, España se ve arrastrada por la
situación griega y casi abocada también a pedir un rescate a la UE. Es entonces
cuando Zapatero, tras recibir presiones por todos lados, así como llamadas de
Obama y Merkel para que reaccione, decide realizar el mayor recorte social
hasta entonces en la historia de nuestro país. Esto provoca una caída en picado
tanto del PSOE como del propio Zapatero en las encuestas. En julio de ese mismo
año se produce la sentencia del TC en contra del estatut catalán aprobado por
Maragall y Zapatero, lo que provoca que la generalitat catalana (Entonces con
el socialista José Montilla al frente) convoque una manifestación masiva en
Barcelona contra la sentencia. Con esta histórica manifestación comienza pues
el inicio del proceso independentista en Cataluña.
Por su parte, Zapatero aprueba una reforma laboral que flexibiliza el
despido, lo que lleva a los sindicatos a convocarle una huelga general en
septiembre de 2010. Ya en diciembre de 2010, los controladores aéreos convocan
una huelga general, lo que provoca que el gobierno declare por primera vez el
estado de alarma. Tras esto, Zapatero anuncia una reforma en las pensiones que
lleva consigo el retraso de la edad de la jubilación hasta los 67 años. Ya en
2011, Zapatero acude a Francia para apoyar la guerra de Libia contra Gadafi, y
anuncia ante el PSOE su intención de no volver a ser candidato en unas nuevas
elecciones generales. A partir de aquí, Zapatero comienza su despedida con la
mayoría de los españoles en contra. En mayo de 2011, aparece el movimiento
15-M, el cual se caracteriza por la indignación ciudadana contra el sistema
político. Ese mismo mes, el PSOE perdería la mayoría de todos sus ayuntamientos
y CCAA en favor del PP. El PSOE queda relegado completamente tanto a nivel
local como regional en España. Tras esta debacle electoral y un ruido de sables
en el PSOE que casi provoca la caída del propio Zapatero, éste designa a
Alfredo Pérez Rubalcaba como el nuevo candidato a la presidencia del gobierno.
Tras esto, Zapatero anuncia que no disolverá las cortes y que se mantendrá en
la Moncloa hasta 2012, pero los mercados comienzan a meter presión y vuelven a
situar a España al borde de la quiebra en julio de 2011. Es entonces cuando
Zapatero anuncia su decisión de convocar elecciones anticipadas para el 20 de
noviembre de 2011. Aun así, los mercados no dan tregua al presidente del
gobierno y la prima de riesgo se sitúa a niveles históricos, lo que provoca que
Zapatero anuncie en el congreso su intención de reformar el artículo 135 de la
constitución, para anteponer ante cualquier otro gasto el pago de la deuda
pública. Tras esto, Zapatero disuelve las cortes y convoca elecciones
generales. Un mes antes del 20-N, ETA anuncia en un comunicado su decisión de
abandonar definitivamente la lucha armada. Ya el 20 de noviembre de 2011, el PP
de Mariano Rajoy obtiene una mayoría absoluta histórica y regresa al gobierno
tras cerca de ocho años en la oposición, poniendo el fin definitivo a la
presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero.
Con esto he querido hacer un resumen sobre el que en mi opinión es junto
con Mariano Rajoy, uno de los dos peores jefes de gobierno que España ha
tenido. Lo he dicho en otras entradas recientes y lo vuelvo a decir; Tanto el
liderazgo de José Luis Rodríguez Zapatero como el de Mariano Rajoy tienen su
origen en los atentados del 11-M, un atentado que supone sin lugar a dudas el
principio del fin del Régimen del 78. 14 años después, el 11-M sigue teniendo
devastadoras consecuencias para España, pero la presidencia de Zapatero también
sigue teniendo nefastas consecuencias para nuestro país después de casi siete
años desde su salida del gobierno. Personalmente estoy convencido de dos cosas;
Que sin el 11-M, Rajoy hubiese sido presidente en 2004 y ya estaría más que
retirado, seguramente porque a él le hubiese tocado lidiar con la crisis y ésta
hubiese supuesto su salida del gobierno. Es decir, el destino de Zapatero
hubiese sido el de Rajoy si no fuese por los atentados. Lo segundo es que con
toda probabilidad, Zapatero jamás hubiese llegado a ser presidente del gobierno
sin la aparición del 11-M. El PSOE estaba en un momento muy delicado (No tanto
como ahora) y una derrota de Zapatero en 2004, e incluso en 2008 hubiese
supuesto su salida de la secretaría general del PSOE. Aun así, el atentado
supuso un giro completo en la historia de España.
Algunos veían en Zapatero al nuevo Adolfo Suárez en su llegada al
ejecutivo en 2004 debido a su idea reformista y su apuesta por el consenso. Al
final de su mandato en diciembre de 2011, los españoles veían en él a un nuevo
Fernando VII. Por lo que finalmente quedó retratado como lo que era y es; Un
tipo inepto el cual no estaba preparado para ser jefe del gobierno y cuya
inexperiencia nos ha traído graves consecuencias para España que aún estamos
pagando. La grave crisis catalana que estamos sufriendo es en gran medida
responsabilidad suya, ya que Zapatero fue quien apoyó y aprobó a sabiendas un
estatut que rompía la unidad territorial del estado. Un estatut que incluso
provocó que desde algunas filas de los altos mandos del ejército se alzase la voz
contra su aprobación. Quizás en otro país de nuestro entorno, la gestión de
Zapatero (Al igual que la de Rajoy) podría ser llevada ante un tribunal supremo
por su infame traición al país que presidió y arruinó económicamente. Para
finalizar, y volviendo al aniversario de su primera victoria electoral, debo
añadir y ya lo he mencionado en otras ocasiones, que esta victoria inesperada y
sus nefastas consecuencias siempre me han recordado a la victoria contra todo
pronóstico de Kennedy frente a Nixon en 1960. En EEUU, la victoria de Kennedy
supone el inicio de un periodo turbulento que acabaría en 1974 con la dimisión
de Nixon por el caso Watergate, pasando por el asesinato del propio Kennedy, la
guerra de Vietnam, etc. Algo bastante parecido comenzó en España a raíz de los
atentados del 11-M y de la victoria sorprendente de Zapatero frente a Rajoy en
2004. Los controvertidos mandatos del socialista primero y del popular después
han llevado a España a una crisis constitucional y política sin precedentes desde
la Guerra Civil, la cual ha derivado en una declaración unilateral de
independencia en Cataluña. Todo esto debemos agradecérselo en gran parte (La
otra es a Rajoy) a ese tipo el cual hoy conmemora su décimo cuarto año de su
llegada al poder; José Luis Rodríguez Zapatero, gracias por haber destruido
España durante tu estancia en el palacio de la Moncloa. Los españoles nunca
olvidaremos tu deplorable gobierno y tu gran contribución en hacer posible lo
que hoy estamos viviendo; Que España esté hoy en el abismo. No dudes en que la
historia te lo pagará y te situará en el pésimo lugar que te corresponde.
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