viernes, 16 de marzo de 2018

La hipocresía de los nuevos fariseos

Hace un par de semanas, iba por la calle y me pararon dos señores que afirmaban ser Testigos de Jehová. Como es natural en las personas que pertenecen a esta religión, me empezaron a hablar sobre la esperanza de un mundo mejor y cosas por el estilo. Aquellos que me han leído sabrán que soy una persona fervientemente creyente, pero tengo mis teorías personales acerca de dichas creencias. En este blog he escrito dos veces sobre mi teoría acerca de la procedencia de Dios y Jesucristo y la posibilidad de que Ellos sean seres provenientes de una civilización extraterrestre. Pues bien, aprovechando ese inesperado debate, les comencé a hablar a estos señores sobre esta teoría y les pregunté qué opinaban de ella. Los dos señores comenzaron a responderme literalmente con textos de las Sagradas Escrituras. Yo por mi parte les insistí y ellos continuaron con el mismo proceder a la hora de responderme. Finalmente, tras mucho insistir, ellos me contestaron directamente que no creían en civilizaciones extraterrestres, a lo que yo les contesté; Si se confirma que Jesucristo es un ser proveniente de una civilización ajena a la tierra, ¿Ustedes seguiríais creyendo en Él? No hubo respuesta alguna por parte de los dos, sólo respuestas ambiguas. Tras esto, yo continué defendiendo mi teoría, la cual era rebatida por ellos, hasta que llegado un momento de la conversación y al verse sin más argumentos con los que defenderse ante mi teoría, estos señores deciden poner fin a la conversación y me despiden respetuosamente. Creo que es la primera vez en la historia de la humanidad en la que Testigos de Jehová despiden a alguien y no al revés.

Dejando la ironía a un lado, este hecho me ha demostrado que gran parte de las personas creyentes, no lo son en realidad. Y no lo son por los siguientes motivos; Cuando alguien pregunta sobre si creerían en Dios o en Jesucristo en el supuesto de que Ellos no sean como la Biblia describen, la respuesta es ambigua o es nula. ¿Por qué? Señores, si somos creyentes, debemos creer independientemente de cómo sea el Ser Supremo en el que nosotros creemos. La misma pregunta que les plantee a estos dos señores, se la hice a tres personas también miembros de Testigos de Jehová (Debo añadir que soy Cristiano y Católico, aunque no practicante, ya que como he dicho en otras entradas, no creo en la Iglesia). Pues bien, cuando les hice esta pregunta a estas tres personas, las tres se quedaron igualmente calladas. Lo cual me dejó un poco impresionado, ya que creía que me responderían con un sí rotundo. A partir de entonces, y estamos hablando de febrero del año 2012, comencé a pensar que las creencias de algunas personas no era tan fuerte o tan verdadera como ellos afirmaban.

Lo ocurrido hace un par de semanas me corrobora lo que ya empecé a sospechar tras la conversación mantenida con los otros Testigos de Jehová en febrero de 2012; Existen falsos creyentes que afirman creer en Dios, pero sólo si Dios es exactamente como describen las Sagradas Escrituras. Si Dios fuese diferente a la forma en la que todos hemos creído siempre que era, su Fe se desvanece tan rápido como se desvanece el cuerpo humano cuando llega al borde de sus fuerzas físicas. Siendo así, ¿Qué clase de Fe es la de esta sociedad?, ¿Acaso no debemos amar y aceptar a Dios independientemente de cómo sea Él?, ¿Quién coño somos nosotros para rechazar a Dios si no es como nosotros creemos que es?, ¿Acaso Dios nos rechaza por ser nosotros como somos?, ¿Cómo puede el ser humano llegar a ser tan miserable?. Parece mentira que aquellos que hablan de aceptar a Dios sean los primeros en rechazarlo si la verdad es distinta a la que todos creemos que es. Ya dije en la entrada que escribí en enero de este año, y se lo dije a estos señores, que debemos seguir el mensaje de Jesús, el Cual dijo; "Buscad la verdad, porque ella os hará libres", a lo que ellos me respondieron; "La verdad está en la Biblia".

Los judíos rechazaron a Jesús por el simple hecho de que no creían que el Mesías fuese el hijo de un carpintero que hablase de paz, armonía y entendimiento entre los hombres. Al contrario, creían que sería un príncipe el cual traería la espada para aplastar a Roma y al resto de las naciones, y glorificar a Israel por encima de las demás, como "Pueblo elegido por Dios". A día de hoy, los judíos siguen sin creer en Él. 2018 años después de su estancia en el mundo, aquellos que se hacen llamar a sí mismos "Creyentes", son los primeros en dudar de su Fe si la verdad es distinta a la que ellos creen. Siendo así me pregunto; ¿Si finalmente fuese cierto que Cristo y María Magdalena mantuvieron una relación sentimental y tuvieron descendencia, seguirían creyendo estos falsos creyentes en Él? Por supuesto que no. El mundo está repleto de hipócritas, que no aceptan a Dios y/o a Jesús si fuese distinto a como hemos creído siempre que era Él. Por sorprendente que nos parezca, Cristo sigue siendo, por desgracia, rechazado por la humanidad, incluso por aquellos que sermonean a los demás haciéndoles creer que Dios y Jesús son como ellos creen que son, y no como puedan ser en realidad. Jesucristo dijo cuando fue alzado en la cruz; "Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen". Estoy convencido de que ahora Él le dirá a su Padre esas mismas palabras.

En una de mis últimas entradas hablé acerca del Papa Francisco y de la hipocresía que rodeaba a este Papa y a todos sus antecesores en una Iglesia que le ha dado la espalda a Dios. Por lo cual llegados a este punto cabe preguntarse; ¿Dónde está la verdadera Fe?, ¿En esa Iglesia convertida en la nueva Sodoma y Gomorra?, ¿En esos falsos creyentes que sólo creen aquello que ellos quieren creer?, ¿En esas religiones que se enriquecen a costa de Dios mientras reniegan de Él y de su palabra?. Por ello me reafirmo en lo que ya he dicho en otras ocasiones; Creo única y exclusivamente en Dios y en Jesucristo, sean como sean. No creo en ninguna Iglesia, y no creo en ninguna religión que cree fervientemente que Dios es de una forma concreta, y si es de otra diferente, entonces no reconocen a Dios como tal. No señores, Dios nos ama y nos acepta tal y como somos. Si nosotros queremos ser llamados verdaderamente "Hijos de Dios", debemos amarlo a Él y aceptarlo independientemente de como sea. ¿Quiénes somos nosotros para juzgar a Dios?. Sólo Él tiene la capacidad para juzgarnos, y el día que eso ocurra y debamos dar cuenta de nuestros actos en la vida, muchos se llevarán entonces las manos a la cabeza y se lamentarán de no haber creído verdaderamente en Él.

jueves, 15 de marzo de 2018

Albert, no te pases de la raya

Desde el pasado 21 de diciembre, fecha en la que se celebraron las elecciones catalanas, todas las encuestas a nivel nacional dan como primera fuerza política a Ciudadanos en caso de celebrarse elecciones generales en estos momentos. También Albert Rivera es el más valorado en las encuestas, y muchos lo dan ya como el futuro e inminente presidente del gobierno. A mí personalmente es algo que me resulta indiferente, puesto que Albert Rivera no es santo de mi devoción y no creo que esté a la altura de las circunstancias que España requiere en estos momentos.

Pero claro, yo sólo soy una voz clamando en el desierto, y mi opinión, al igual que la de la mayoría de los españoles, les resulta entre indiferente y nula a aquellos que están detrás en este proceso de encumbrar al catalán hacia la Moncloa. Aun así hay algo que debemos preguntarnos y muy profundamente los españoles; ¿Podemos fiarnos de Rivera? Un tipo que en estos momentos defiende fervientemente la continuidad de la prisión permanente revisable y hace dos años apoyaba con la misma firmeza su derogación. Un tipo que en 2016 dijo que jamás de los jamases apoyaría un gobierno presidido por Mariano Rajoy y ahora es él quien no sólo lo apoya sino que lo sostiene en la jefatura del gobierno. Un tipo que va exigiendo al PSOE que apoye los presupuestos de Rajoy cuando él está poniendo todas las zancadas para no apoyar dichos presupuestos por cuestiones electorales. Un tipo que ahora va criticando a Rajoy por su nefasta, traicionera e imperdonable gestión de la crisis catalana a la hora de convocar elecciones el 21-D, pero que se olvida que fue él mismo quien exigió como nadie la convocatoria de elecciones en Cataluña para apoyar el 155. Un tipo que critica como nadie la corrupción del PSOE y del PP en los mismos gobiernos autonómicos que él apoya y mantiene. Un tipo que se considera republicano pero que defiende de manera firme la monarquía Borbónica, así como la figura de Felipe VI y Juan Carlos I. Un tipo que critica el bipartidismo y se presenta como una alternativa a éste mientras ensalza la figura política de Felipe González y José María Aznar.

Como se puede apreciar, nuestro amigo Albert es un maestro de la contradicción en toda regla. Hasta hace pocos meses lideraba un partido que desde su creación en 2006 en Cataluña se autodefinía como "Socialdemócrata y de centro-izquierda". Ahora, la socialdemocracia y la izquierda ha desaparecido como por arte de magia, definiéndose el partido actualmente como "Centro-progresista-liberal". Todo ello mientras busca el voto conservador y de derechas en nuestro país. En resumen, señores. Los españoles estamos más perdidos que un chino en Sevilla Este. Tenemos por un lado a un sexagenario ensombrecido por la corrupción, que preside pero no gobierna y no deja bajo ningún concepto que otros gobiernen en su lugar. Tenemos a un tipo que no tiene autoridad siquiera bajo su propio partido, el cual ejerce la oposición pero sin su líder al frente. Tenemos a un profesor de Ciencias Políticas que cree que el Congreso es la UCM y que desea fervientemente caldear el ambiente con tal de remontar y sacar provecho de dicha situación. Y por último tenemos a Albert, el cual se ve ya como el Emmanuel Macron español, capaz de sacar a nuestro país de la crisis en la que nos han metido los dos partidos que él mismo apoya fervientemente, mientras aprovecha cualquier circunstancia para ponerse delante de una cámara y arremeter contra ellos.

Aun así conviene recordar que estamos en España, y que como dijo Manuel Fraga; “Spain is different”, por lo que todo puede pasar en nuestro país, ya que todo puede cambiar de la noche a la mañana. Por lo que conviene decirle a Albert que no se pase de la raya, no vaya a ser que con tantos bandazos acabe pegándose un Froilán en toda regla (Un tiro en el pie) por mucho que la élite esté promocionándole, ya que en España nada es seguro. Lo que sí es seguro es que con estos cuatro elementos protagonizando el panorama nacional, ¿Cómo, qué y quién va a tener confianza en el futuro de nuestro país?.

miércoles, 14 de marzo de 2018

14 años de aquel 14 de marzo

Hoy se cumplen catorce años de la primera victoria electoral de uno de los personajes más nefastos en la historia reciente de España. Concretamente, el mismo que hace sólo cinco días cumplió diez años de su segunda y última victoria electoral. Me estoy refiriendo a José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del gobierno de España durante cerca de ocho años. Un tipo desconocido que, por azares del destino, se convirtió a los 39 años y contra todo pronóstico en secretario general del PSOE y líder de la oposición en el año 2000. Cuatro años más tarde, ese mismo líder de la izquierda española se presentaba por primera vez a unas elecciones generales como candidato a la presidencia del gobierno. Todas las encuestas daban a este leonés de 43 años una derrota segura en las elecciones generales del 14 de marzo del año 2004. En contraposición, el nuevo líder del PP, Mariano Rajoy, iba a ser el próximo presidente del gobierno, según todas las encuestas. Todo parecía ir según lo previsto en el guión hasta que ocurrió lo que nadie esperaba; El mayor atentado terrorista de España hacía su aparición el 11 de marzo, justo tres días antes de las elecciones.

Al Qaeda mostraba así su venganza contra José María Aznar por la decisión personal de éste de inmiscuir a España en la guerra de Irak. Una venganza que la pagaron cerca de 200 españoles, los cuales fueron asesinados aquel horrendo día, y más de otros 2.000 heridos. La gestión de Aznar de señalar a la banda terrorista de ETA como la autora, incluso después de saberse que la propia Al Qaeda era la autora de dicha masacre, provocó una tensión social que se trasladó a las calles en la jornada de reflexión, donde se rodeó la sede del PP en Génova con Mariano Rajoy dentro de la misma. Al día siguiente y en medio de una tensión social sin precedentes en una jornada electoral, el PP perdía las elecciones contra todo pronóstico y le otorgaba al PSOE la mayor victoria electoral respaldada hasta el día de hoy por los españoles. José Luis Rodríguez Zapatero se convertía sin comerlo ni beberlo en presidente del gobierno de España con un respaldo histórico de 11 millones de españoles. Al grito de los jóvenes españoles con el famoso "Zapatero, no nos falles", y la respuesta del propio Zapatero; "Os aseguro que el poder no me va a cambiar" comenzaba un nuevo periodo incierto en la historia de nuestro país, un nuevo periodo con el que nadie contaba.

En abril de 2004, Zapatero prometía el cargo como presidente del gobierno y llegaba a la Moncloa. Su primera decisión como presidente fue la de retirar las tropas de Irak y mantener las ubicadas en Afganistan y Líbano, lo que provocó un enfriamiento sin precedentes en las relaciones españolas con EEUU. A partir de ahí, comenzaría la legislatura de la crispación. Las declaraciones de Zapatero afirmando que "España es un concepto discutido y discutible" abrirían la caja de pandora. En 2005, Zapatero aprueba en medio de un acalorado debate social la ley de matrimonio y adopción entre homosexuales y se compromete con la generalitat catalana (Entonces dirigida por el socialista Pascal Maragall) para apoyar el estatuto que aprobase el parlamento catalán (Como ya prometió en un mitín de Barcelona en noviembre de 2003). Zapatero pacta con Maragall y con el líder de CIU, Artur Mas, el nuevo estatut, el cual reconocía a Cataluña como nación. Dicho estatut se aprobaría en el congreso de los diputados en el año 2006. Los catalanes por su parte aprobarían el estatut en noviembre de ese mismo año mediante referéndum. Mientras tanto, ETA anuncia una tregua y Zapatero solicita al parlamento la autorización para iniciar las conversaciones con los terroristas. Comienza entonces a salir noticas en la prensa donde se habla del alcance de las conversaciones del gobierno con los terroristas, los cuales llegarían a plantear la concesión de Navarra al País Vasco. Estos hechos provocarían una indignación social masiva que se trasladaría a la calle en las manifestaciones en contra de la negociación con ETA. Finalmente, y tras cerca de un año, ETA rompe la tregua haciendo estallar la T4 del aeropuerto de Barajas en Madrid.

Tras este atentado, Zapatero incluso continúa negociando con los asesinos. Ya en 2007, Zapatero pactaría con el presidente andaluz, Manuel Chaves, la reforma del estatuto de Andalucía, y meses más tarde aprobaría la famosa ley de Memoria Histórica, la cual reabría de nuevo las viejas heridas de la Guerra Civil y crearía una nueva tensión social con respecto a las viejas rencillas entre "Vencedores y vencidos". Tras esto, Zapatero convoca elecciones para el 9 de marzo de 2008. Dos días antes de las elecciones, ETA hace aparición nuevamente y asesina a un concejal socialista, lo cual provoca que por segunda vez consecutiva se suspenda la campaña electoral (La primera fue en 2004 por los atentados del 11-M). El 9 de marzo, Zapatero volvería a ser reelegido presidente aún con todos los graves errores cometidos en su primer mandato. Comienza así la segunda legislatura, la cual se ve afectada por el estallido de la crisis inmobiliaria en España y la crisis económica de EEUU.

La primera reacción de Zapatero es la de negar la crisis y poner en marcha paquetes de medidas completamente insuficientes para paliar la situación económica. A partir de entonces, el paro comienza a subir indiscriminadamente hasta llegar a la escalofriante cifra de cinco millones de parados. En 2009, Zapatero recibe su primera derrota electoral a nivel nacional en las elecciones europeas de mayo. Poco después, Zapatero aprueba una reforma de la ley del aborto que permite a las niñas de 16 años abortar sin el consentimiento ni conocimiento de sus padres. Esta reforma provoca un debate social bastante tenso que aun así no provoca que el gobierno dé marcha atrás. Ya en 2010, y con la crisis en su punto más alto y con Zapatero sin hacer nada por remediar la situación en España, se produce la quiebra de Grecia, la cual pide ayuda a la UE para ser rescatada. En mayo de ese año, España se ve arrastrada por la situación griega y casi abocada también a pedir un rescate a la UE. Es entonces cuando Zapatero, tras recibir presiones por todos lados, así como llamadas de Obama y Merkel para que reaccione, decide realizar el mayor recorte social hasta entonces en la historia de nuestro país. Esto provoca una caída en picado tanto del PSOE como del propio Zapatero en las encuestas. En julio de ese mismo año se produce la sentencia del TC en contra del estatut catalán aprobado por Maragall y Zapatero, lo que provoca que la generalitat catalana (Entonces con el socialista José Montilla al frente) convoque una manifestación masiva en Barcelona contra la sentencia. Con esta histórica manifestación comienza pues el inicio del proceso independentista en Cataluña.

Por su parte, Zapatero aprueba una reforma laboral que flexibiliza el despido, lo que lleva a los sindicatos a convocarle una huelga general en septiembre de 2010. Ya en diciembre de 2010, los controladores aéreos convocan una huelga general, lo que provoca que el gobierno declare por primera vez el estado de alarma. Tras esto, Zapatero anuncia una reforma en las pensiones que lleva consigo el retraso de la edad de la jubilación hasta los 67 años. Ya en 2011, Zapatero acude a Francia para apoyar la guerra de Libia contra Gadafi, y anuncia ante el PSOE su intención de no volver a ser candidato en unas nuevas elecciones generales. A partir de aquí, Zapatero comienza su despedida con la mayoría de los españoles en contra. En mayo de 2011, aparece el movimiento 15-M, el cual se caracteriza por la indignación ciudadana contra el sistema político. Ese mismo mes, el PSOE perdería la mayoría de todos sus ayuntamientos y CCAA en favor del PP. El PSOE queda relegado completamente tanto a nivel local como regional en España. Tras esta debacle electoral y un ruido de sables en el PSOE que casi provoca la caída del propio Zapatero, éste designa a Alfredo Pérez Rubalcaba como el nuevo candidato a la presidencia del gobierno. Tras esto, Zapatero anuncia que no disolverá las cortes y que se mantendrá en la Moncloa hasta 2012, pero los mercados comienzan a meter presión y vuelven a situar a España al borde de la quiebra en julio de 2011. Es entonces cuando Zapatero anuncia su decisión de convocar elecciones anticipadas para el 20 de noviembre de 2011. Aun así, los mercados no dan tregua al presidente del gobierno y la prima de riesgo se sitúa a niveles históricos, lo que provoca que Zapatero anuncie en el congreso su intención de reformar el artículo 135 de la constitución, para anteponer ante cualquier otro gasto el pago de la deuda pública. Tras esto, Zapatero disuelve las cortes y convoca elecciones generales. Un mes antes del 20-N, ETA anuncia en un comunicado su decisión de abandonar definitivamente la lucha armada. Ya el 20 de noviembre de 2011, el PP de Mariano Rajoy obtiene una mayoría absoluta histórica y regresa al gobierno tras cerca de ocho años en la oposición, poniendo el fin definitivo a la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero.

Con esto he querido hacer un resumen sobre el que en mi opinión es junto con Mariano Rajoy, uno de los dos peores jefes de gobierno que España ha tenido. Lo he dicho en otras entradas recientes y lo vuelvo a decir; Tanto el liderazgo de José Luis Rodríguez Zapatero como el de Mariano Rajoy tienen su origen en los atentados del 11-M, un atentado que supone sin lugar a dudas el principio del fin del Régimen del 78. 14 años después, el 11-M sigue teniendo devastadoras consecuencias para España, pero la presidencia de Zapatero también sigue teniendo nefastas consecuencias para nuestro país después de casi siete años desde su salida del gobierno. Personalmente estoy convencido de dos cosas; Que sin el 11-M, Rajoy hubiese sido presidente en 2004 y ya estaría más que retirado, seguramente porque a él le hubiese tocado lidiar con la crisis y ésta hubiese supuesto su salida del gobierno. Es decir, el destino de Zapatero hubiese sido el de Rajoy si no fuese por los atentados. Lo segundo es que con toda probabilidad, Zapatero jamás hubiese llegado a ser presidente del gobierno sin la aparición del 11-M. El PSOE estaba en un momento muy delicado (No tanto como ahora) y una derrota de Zapatero en 2004, e incluso en 2008 hubiese supuesto su salida de la secretaría general del PSOE. Aun así, el atentado supuso un giro completo en la historia de España.

Algunos veían en Zapatero al nuevo Adolfo Suárez en su llegada al ejecutivo en 2004 debido a su idea reformista y su apuesta por el consenso. Al final de su mandato en diciembre de 2011, los españoles veían en él a un nuevo Fernando VII. Por lo que finalmente quedó retratado como lo que era y es; Un tipo inepto el cual no estaba preparado para ser jefe del gobierno y cuya inexperiencia nos ha traído graves consecuencias para España que aún estamos pagando. La grave crisis catalana que estamos sufriendo es en gran medida responsabilidad suya, ya que Zapatero fue quien apoyó y aprobó a sabiendas un estatut que rompía la unidad territorial del estado. Un estatut que incluso provocó que desde algunas filas de los altos mandos del ejército se alzase la voz contra su aprobación. Quizás en otro país de nuestro entorno, la gestión de Zapatero (Al igual que la de Rajoy) podría ser llevada ante un tribunal supremo por su infame traición al país que presidió y arruinó económicamente. Para finalizar, y volviendo al aniversario de su primera victoria electoral, debo añadir y ya lo he mencionado en otras ocasiones, que esta victoria inesperada y sus nefastas consecuencias siempre me han recordado a la victoria contra todo pronóstico de Kennedy frente a Nixon en 1960. En EEUU, la victoria de Kennedy supone el inicio de un periodo turbulento que acabaría en 1974 con la dimisión de Nixon por el caso Watergate, pasando por el asesinato del propio Kennedy, la guerra de Vietnam, etc. Algo bastante parecido comenzó en España a raíz de los atentados del 11-M y de la victoria sorprendente de Zapatero frente a Rajoy en 2004. Los controvertidos mandatos del socialista primero y del popular después han llevado a España a una crisis constitucional y política sin precedentes desde la Guerra Civil, la cual ha derivado en una declaración unilateral de independencia en Cataluña. Todo esto debemos agradecérselo en gran parte (La otra es a Rajoy) a ese tipo el cual hoy conmemora su décimo cuarto año de su llegada al poder; José Luis Rodríguez Zapatero, gracias por haber destruido España durante tu estancia en el palacio de la Moncloa. Los españoles nunca olvidaremos tu deplorable gobierno y tu gran contribución en hacer posible lo que hoy estamos viviendo; Que España esté hoy en el abismo. No dudes en que la historia te lo pagará y te situará en el pésimo lugar que te corresponde. 

martes, 13 de marzo de 2018

SÍ a la pena de muerte

Después de varios días buscándolo, la Guardia Civil encontró ayer el cuerpo sin vida del pequeño Gabriel. El cadáver del chiquillo fue encontrado en el maletero del coche de la novia de su padre, cuando ésta se disponía a trasladar el cuerpo desde el pozo en el que se encontraba hasta un lugar determinado. Una vez más vuelvo a confirmar mi tesis de que el ser humano es malo por naturaleza. ¿Qué bestia puede ocasionarle el más mínimo daño a una criatura inocente de ocho años?, ¿Qué daño podía ocasionarle a este demonio la existencia de ese crío?, ¿Cómo se puede ser tan mala persona y tan hija de puta como para llevar a cabo una acción semejante?, ¿Hasta dónde estamos llegando como sociedad?.

Con este caso, el cual ha originado en las últimas horas toda una oleada de indignación por todo el país, se vuelve a poner encima la cuestión que precisamente el jueves se va a debatir en el congreso para derogar; La prisión permanente revisable. Desde el PP son partidarios de mantener dicha pena, mientras que por parte del PSOE y Podemos son partidarios de derogarla. Ciudadanos no se sabe qué va a hacer llegado el momento (Creo que no lo sabe ni el propio Rivera), y el PNV ya ha manifestado su intención de votar a favor de su derogación. Yo personalmente, soy partidario de mantenerla. Pero con el estallido del casos de este niño cabe preguntarse; ¿Es suficiente la prisión permanente revisable para asesinos como la betia que ha asesinado a Gabriel? Por supuesto que no.

Ya sé que según ese papel mojado llamado constitución prohibe la pena de muerte en España, como así establece el artículo 15 de la misma, debido a que ésta afirma que las penas tienen como objetivo la reinserción social y no el castigo. El mismo artículo establecía además que sólo se mantendría la pena de muerte en España bajo código militar en tiempos de guerra, algo que Felipe González se encargó de derogar con una ley orgánica en 1995. Pues bien, después de todo lo ocurrido cabe preguntarse; ¿A servido de algo la reinserción social en España para casos extremadamente graves? La respuesta es un no rotundo. Todos los monstruos que han sido encarcelados han salido de prisión sin mostrar la más mínima sensibilidad ni arrepentimiento por sus crímenes. Por ello creo que ni siquiera la prisión permanente revisable es suficiente para estos casos. ¿La solución? Una reforma de la constitución que afecte, entre otras cuestiones, al capítulo II de la constitución, el cual hace referencia a "Los derechos y libertades". En dicha reforma se debe reincorporar la posibilidad de implantar la pena de muerte para casos de extrema gravedad, así como el reconocimiento tácito por parte de la constitución de que el objetivo de las penas no es la reinserción, sino el castigo.

La cuestión es; ¿Quién coño es capaz de llevar a cabo una reforma semejante? Nadie. España está dominada por partidos progresistas, cuyos principios van en contra de ajusticiar como es debido a los criminales que cometen actos tan inclasificables como los llevado a cabo por la asesina de Gabriel, los asesinos de Marta del Castillo, el asesino de Mari Luz Cortés, el asesino de Sandra Palo, José Bretón, etc. No señores, ya basta de ser sumisos con estos seres inhumanos. La reinserción ha demostrado ser un fracaso para casos tan graves como éstos, por lo que debe de ponerse en marcha vías de penalización más extremas que castiguen a los asesinos, violadores, terroristas, secuestradores y demás estiércol que pululan por las cárceles de nuestro país, y supongan a la vez una advertencia clara contra aquellos miserables que desean atentar contra las vidas humanas. Aun así, pedir esto es como pedir la luna. Por desgracia es imposible que la pena capital sea establecida en nuestro país, por lo que tendremos que seguir viviendo en una sociedad insegura y aterrada.

Finalmente, debo añadir que casi con toda seguridad, la prisión permanente revisable será derogada este jueves gracias a ese progresismo más defensor de los criminales que de las propias víctimas. Un progresismo que bien podría catalogar lo sucedido en el caso del pequeño Gabriel como un caso de "Violencia de género", ya que ha sido la pareja del padre del niño la que ha acabado con su vida. Pero claro, eso sólo sucede en el caso de que el asesino sea un hombre. En casos como este, todo se resume a una "Excepción que muestra hasta qué punto es capaz de llegar la maldad humana", o a una "Enfermedad mental" de la asesina para excusar su crimen. Por desgracia, casos como el de Gabriel seguirán sucediéndose mientras las leyes continuarán amparando a los criminales y deshonrando la memoria de las víctimas y a sus familias. Por mi parte sólo puedo decir, DEP Gabriel, ahora estás en el cielo y en compañía de Dios, a salvo ya de cualquier mal. Y a la asesina decirle que, a falta por desgracia de una pena mayor, espero y deseo que se pudra en la cárcel como todos aquellos criminales que se ríen de sus víctimas y de la sociedad. Algún día, estos mismos seres despreciables no reirán tanto cuando ardan para siempre en ese mismo infierno del que no debieron salir jamás.

lunes, 12 de marzo de 2018

Un lustro con el Papa progre

Una de las cosas que más lamento de no haber podido escribir en este blog es sobre uno de los acontecimientos que más ha dado que hablar en nuestros tiempos. Me refiero a la abdicación del Papa Benedicto XVI y a la designación del actual Papa Francisco como su sucesor en marzo de 2013. Este blog lo abrí en noviembre de 2013, por lo que el actual Papa ya llevaba ocho meses en el cargo. Sin embargo, ahora que se acercan los cinco años de su elección como jefe de la Iglesia Católica, quiero hablar un poco acerca de este personaje tan peculiar como es "El Santo Padre".

Aunque mis creencias religiosas son muy profundas, éstas se concentran únicamente en Dios, por lo que la Iglesia Católica y sus líderes no merecen para mí ningún respeto, ya que éstos se ha alejado de la palabra de Cristo y han convertido el Catolicismo en la "Gran Ramera" que San Juan visionaba en el Apocalipsis. Aun así, y visto que todavía no he escrito ninguna entrada acerca del "Sumo Pontífice", creo que ha llegado la hora de hablar de aquél a quien San Malaquías catalogó como "El último Papa", mientras que otros muchos lo denominan "El Papa revolucionario".

Pues bien, cinco años después de la llegada de Bergoglio a la Basílica de San Pedro cabe preguntarse; ¿Qué revolución ha llevado a cabo Francisco? Por lo que a mí respecta, llevo un lustro esperando esa "Revolución" que los progres (Poco creyentes ellos pero muy fans de este Papa, al que consideran un referente) llevan pregonando durante todo este tiempo. ¿Qué reformas profundas se han llevado a cabo dentro de la Iglesia Católica?, ¿Qué cambios relevantes se han llevado a efecto en el Vaticano desde la llegada de este argentino a Roma?. Podemos llegar a la conclusión de que en estos cinco años no ha cambiado absolutamente nada en la plaza de San Pedro. 

Bergoglio fue escogido después de que Ratzinger abdicase tras verse acorralado por el escándalo de los abusos sexuales a niños por parte de personajes muy relevantes en el Vaticano (Cabe añadir que entre ellos estaba el propio hermano de Ratzinger). Se puede decir pues que la Iglesia necesitaba un lavado de imagen muy importante, ¿Quién mejor para liderar ese lavado de imagen que un argentino progresista enlazado con la dictadura de Perón? (Este no es el primer caso en el que un Papa se ve enlazado con una dictadura, ya que Ratzinger lo estuvo con el régimen nazi cuando era un adolescente).

A partir de la elección de Bergoglio como Papa, todo cambió en la imagen que se tenía del Vaticano. Con Benedicto XVI, la institución católica era considerada como una institución tan fría y distante como su Sumo Pontífice, mientras que con Francisco la cosa ha mejorado notablemente gracias a esa "Revolución inexistente" que los medios de comunicación han promocionado falsamente. Una revolución que el Papa dijo que llevaría a cabo pero que sólo han quedado en palabras y gestos. Unos gestos hipócritas que demuestran la falsedad de este Papa (Y de los otros también), el cual está más preocupado en quedar bien de cara a esos medios de comunicación que le apoyan, que en llevar a cabo esa reforma profunda que la Iglesia Católica necesita. 

Las palabras y los gestos son insuficientes para un líder mundial que debe dar ejemplo, y que debe darlo con hechos, no con palabras. Digamos que la única acción que ha llevado a cabo este Papa es la de nombrar en los altos cargos de la Iglesia a personajes que como él, son cercanos al ala progresista (Como no podía ser menos), y eso es lo que ha llevado a ser considerado como un personaje clave e histórico a la hora de modernizar la Iglesia. Pero las cuestiones que afectan a las mujeres (Cuestiones que sí merecen la lucha por la igualdad y no lo que hacen algunas por ahí) y a la transparencia del Vaticano han quedado ancladas en meras promesas que nunca llegarán.

En resumen, tenemos como marketing puro y duro a un Papa-actor, el cual interpreta muy bien su papel de un "Vicario de Roma progre" para dar a la humanidad una falsa imagen renovada del catolicismo. Un Papa que independientemente del destino final que tenga como Obispo de Roma (Fallecimiento o abdicación), su objetivo ya lo ha cumplido y con creces; Cambiarlo todo para que todo siga igual.

domingo, 11 de marzo de 2018

15 años de la Cumbre de las Azores

En estos días se cumplen 15 años de la famosa e histórica reunión que se celebró en marzo del año 2003 en las islas de las Azores, donde se decidió la invasión de Irak. Dicha reunión estuvo compuesta, como todos sabemos, por el entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, el primer ministro de Reino Unido, Tony Blair, el presidente del gobierno español, José María Aznar, y por el primer ministro de Portugal y anfitrión de dicha reunión, José Manuel Durao Barroso. En dicha cumbre, como ya he mencionado, se acordó darle 48 horas al entonces presidente de Irak, Saddam Hussein para que tanto él como sus hijos abandonasen el poder e Irak. En caso de negarse, EEUU atacaría Bagdad de manera inminente. Finalmente, el dictador iraquí se negó a acatar el ultimatum dado por Bush y decidió seguir al frente del país, lo que dio comienzo una vez terminado el plazo de 48 horas al inicio de la Segunda Guerra del Golfo.

Antes de celebrarse la cumbre de las Azores, se produjo, como todo el mundo recuerda, manifestaciones en todo el mundo en contra de la invasión estadounidense. Yo personalmente recuerdo como si fuese ayer las masivas manifestaciones que se produjo en Madrid, Sevilla y otras tantas ciudades españolas en contra de la guerra. El famoso "No a la guerra" inundaba las calles de España, donde los ciudadanos pedían al entonces gobierno de José María Aznar que no se implicase en una guerra en la que a nosotros nadie nos había llamado. Como todos sabemos, las masivas protestas y peticiones para poner fin a la participación no surtieron efecto; Aznar decide ir a las Azores con toda España clamando contra la guerra y se hace finalmente la famosa e histórica foto por la que pasará a la posteridad. Cabe decir que por mucho que se piense lo contrario, Aznar, a diferencia de Tony Blair, no envió tropas de apoyo a EEUU en el momento de la invasión a Irak, sino una vez que la invasión terminó en mayo de 2003 y los estadounidenses ocuparon el país tras derrocar a Saddam Hussein. Aun así, la sombra de Irak siempre acompañará a Aznar por donde quiera que éste vaya.

La excusa que tanto Bush, Blair, Aznar y Barroso (No olvidemos que el portugués también estuvo presente en la reunión como anfitrión) expusieron ante el mundo para la invasión de Irak fue la existencia de unas armas de destrucción masiva que supuestamente Saddam tenía en su poder. Una vez que Hussein es derrocado y EEUU ocupa Irak, comienza a tambalearse la idea de la existencia de esas armas. Finalmente, Bush y Blair reconocerían que las armas nunca existieron y se "Disculparon" ante la opinión pública. Aznar es hasta el día de hoy el único mandatario que sí ha reconocido que no existían pero que no ha pedido perdón por su error.

Hay muchas personas que a día de hoy siguen reconociendo el grave error que Aznar cometió al inmiscuir a España en una guerra ajena. Pero hay que tener en cuenta una serie de cuestiones; Aznar estaba ya en su último año de mandato, por lo que podemos decir que le importaba un carajo la opinión mayoritaria de la población sobre cualquier tema. Aznar se creía Dios y creyó firmemente que su mayoría absoluta era sinónimo de absolutismo, y por ello llevó a cabo una acción tan delicada como la de apoyar un conflicto bélico con la posición en contra de la sociedad. Aznar no solo estaba en su último año de gobierno, sino que ya había anunciado con antelación su retirada tras las elecciones generales del año 2004, por lo que independientemente de lo que hiciera o dejara de hacer, no tendría que rendir cuentas nuevamente en las urnas. A la vista está de que su decisión de ir a la guerra no la llevó siquiera al congreso para ser debatida y votada. Otro ejemplo de su arrogancia fue la gestión miserable que en mayo de 2003 se llevó a cabo por parte del gobierno en el accidente del avión Yak-42, que costó la vida a 62 militares españoles que venían de vuelta de la guerra de Afganistan. Este grave suceso, aunque no estaba relacionado con Irak, sí estaba relacionado con el otro apoyo bélico que Aznar había acordado con Bush, como fue la guerra de Afganistan, lo que provocó que el rechazo de la sociedad con respecto a la guerra fuera en aumento.

Las graves y trágicas consecuencias de la decisión de apoyar la invasión irakí y la posterior decisión de enviar tropas a dicho país no se hicieron esperar en España. Justo un año después de la invasión, y a tres días de las elecciones generales de 2004, Al Qaeda comete el mayor atentado terrorista hasta la fecha no sólo en España, sino en Europa. Cerca de 200 personas fueron asesinadas en los trenes de Madrid, y más de 2.000 personas resultaron heridas. Aznar, por su parte, atribuyó la responsabilidad de los atentados a ETA, incluso cuando comenzaron a salir pruebas que vinculaban abiertamente a Al Qaeda con el atentado en Atocha. La población se vio engañada por el gobierno en la gestión de los atentados y las consecuencias políticas no tardaron en producirse. A los tres días, el líder de la oposición y según las encuestas, eventual perdedor de dichas elecciones, José Luis Rodríguez Zapatero, consiguió contra todo pronóstico una abrumadora victoria electoral frente al sucesor de Aznar y según las encuestas, eventual ganador de las elecciones, Mariano Rajoy. Tras su llegada a Moncloa, la primera decisión de Zapatero fue la de traer de vuelta a las tropas en Irak, aunque mantuvo las tropas en Afganistan para contentar a Bush. Aun así, dicha decisión provocó graves conflictos diplomáticos entre España y Estados Unidos que aún hoy no se han cerrado del todo.

Podemos decir con esto que el apoyo a la guerra de Irak por parte de Aznar conduce inexorablemente al atentado del 11-M por parte de los terroristas islámicos, provocando este atentado la apertura de una nueva era en la política española que hoy en día seguimos viendo sus efectos. Como ya dije en la entrada acerca de los 15 años de liderazgo de Mariano Rajoy al frente del PP, tanto Zapatero como el propio Rajoy son líderes surgidos a través del atentado terrorista de 2004 en Madrid, siendo este atentado a su vez el legado que Aznar dejó como consecuencia de su firme decisión de ir a Irak sí o sí. Por lo cual, podemos llegar a la conclusión que de los países que acudieron a la reunión de las Azores, España ha sido la que peor parte se ha llevado de esta histórica cumbre que aún hoy, 15 años después de su celebración, sigue atormentándonos su sombra.

Reino Unido fue víctima de un atentado terrorista en julio de 2005 por Al Qaeda, donde murieron 52 personas. Sin embargo, dicho atentado no tuvo consecuencias políticas como sí las hubo en España. Tony Blair dimitiría en 2007 tras diez años en el cargo y en 2010 se produciría el relevo en el gobierno entre los laboristas y los conservadores sin que ningún factor acondicionase dicha alternancia política. En Estados Unidos todos sabemos cómo acabo la historia con Bush. Tras ocho años en el cargo y con las encuestas por los suelos, Bush saldría de la Casa Blanca tras la contundente victoria de los demócratas con Obama al frente. Sólo en España, las consecuencias de la guerra y del atentado siguen teniendo sus consecuencias en la política nacional. Para finalizar, en lo que respecta a Aznar cabe decir una cosa bastante curiosa. Hace justo un año, Bertín Osborne lo entrevistó en su famoso programa "Mi casa es la tuya". En dicho programa, Aznar afirmó orgulloso que su mejor foto ha sido la de las Azores, y reiteró que volvería a las islas portuguesas para apoyar nuevamente la guerra "100.000 veces si hiciera falta". Pero aparte de esta declaración, que personalmente me llamó y mucho la atención, lo que también me impactó fue la declaración que hizo en dicho programa acerca de la ayuda que antes de la guerra había recibido España por parte de Bush en la lucha contra el terrorismo etarra. Según Aznar, "No podía aceptar su ayuda y negarle la mía cuando él lo necesitaba". Ante esta declaración tengo que decir que no sé qué tipo de ayuda recibiría Aznar por parte de los Estados Unidos, pero aunque en cierta medida tiene parte de razón en esta última afirmación, ello no le excusa de haber tomado una decisión que tuvo para España graves consecuencias políticas, y que aún hoy, 15 años después, las sigue padeciendo. 

sábado, 10 de marzo de 2018

La dictadura del progresismo

En estos días he podido corroborar cómo en la sociedad en la que vivimos existe una falsa libertad de expresión. A raíz del famoso día de la mujer donde se celebró la huelga feminista que todos conocemos, ha habido algún que otro debate sobre la idoneidad o no de convocar esta huelga y los objetivos que ella buscaba. Bastaba que una sola persona pusiese sólo en entredicho lo que hasta ahora era incuestionable, para que esa persona se llevase todos los ataques posibles por parte de aquellos que se autodenominan "Progresistas y tolerantes".

Es curioso cómo funciona la suciedad (Sí, suciedad) en la que malvivimos. En nuestro sistema existe una amplia serie de cuestiones que son intocables y sobre las que no se puede cuestionar absolutamente nada. Si te sales de ese guión, de aquello a lo que hoy en día se conoce como "Lo políticamente correcto", amigo, más te vale que te busques una cueva en lo más profundo de un bosque, porque socialmente estás marcado. Yo sin ir más lejos he discutido con muchas personas en los últimos días sobre una entrada que escribí, cuyo título es "La dictadura del feminismo". No voy a repetir lo que mencioné en ella, porque me duele un poco la boca de tanto repetir ante mis interlocutores (Que no han sido pocos) hacia lo que yo estaba haciendo referencia verdaderamente en dicha entrada. Incluso aunque lo repitiese por nonagésima vez, la gente no entendería o no querría entender los argumentos que yo expuse en su momento. A diferencia de Francisco Umbral, yo no vengo aquí para hablar de mi libro (En este caso, mi entrada), sino para hablar sobre aquello que muchas personas, incluida yo, hemos experimentado estos días cuando hacemos referencia a temas que trascienden todo debate.

Yo comprendo que hoy en día las almas humanas están muy susceptibles ante cualquier opinión contraria que se pueda exponer públicamente, pero se supone que vivimos en un país donde ese papel insignificante llamado constitución nos garantiza a la muchedumbre que componemos el tejido social aquello que el artículo 20 de ese papel mojado define como "Libertad de expresión". Una libertad de expresión que por supuesto queda muy bonita en la teoría, pero que en la práctica es algo más difícil de llevar a cabo. En nuestro país, concretamente desde el sector más progresista de nuestra sociedad, existe un pensamiento férreo hacia unos principios que éstos defienden y sobre los cuales no admiten crítica alguna. He expuesto la cuestión feminista como también podría exponer la cuestión del aborto, el endurecimiento de las penas, el nacionalismo, la inmigración, la religión, la LGTB o como quiera que se llame ese colectivo compuesto por más consonantes que las frases del programa "La ruleta de la suerte".

Hablemos alto y claro, señores. No existe libertad de expresión en nuestra sociedad. Y no existe porque predomina ese factor invisible de "Lo políticamente correcto", lo cual restringe y limita nuestra libertad a la hora de exponer ya sea en público o en privado nuestras opiniones sobre las cuestiones que nos rodean y afectan. Un factor que ha creado y sostenido el sector conservador de la sociedad, por supuesto, pero sobre todo y especialmente, el sector progresista de nuestro país. Un sector sectario (Valga la redundancia) cuyos integrantes no permiten ni una sola crítica contra los planteamientos que defienden, y que acto seguido te descalifican tildándote de adjetivos que precisamente les hacen más honor a sus emisores que a sus receptores; "Fascista, totalitarista, autoritario, intolerante...". Un sector muy importante de la sociedad que hace gala de su intolerancia y totalitarismo mientras abandera hipócritamente la causa de la igualdad y el respeto. Un sector que recuerda cada vez más a ciertos sistemas políticos totalitarios que ensombrecieron a Europa y a Asia durante el siglo XX. Un sector que defiende un sistema cuan "1984" en el cual predomina una idea intangible por encima de las demás corrientes. Un sector que abandera una vertiente ideológica, la cual está llevando a occidente a la división y a la degradación social y moral en pos de "La libertad y la igualdad", esa misma libertad e igualdad que deniegan a aquellos que no piensan como ellos. Un sector que afirma "Surgir y representar al pueblo", pero que es promocionado y financiado por las élites judías compuestas por miserables como Soros o la familia Rotshchild, pertenecientes al ala de los neoliberales progresistas. Un sector que está ocasionando daños inimaginables a una sociedad cada vez más surrealista y que no es otro que el sector del mal llamado "Progresismo". 

viernes, 9 de marzo de 2018

Sociedad; La incultura generalizada

Ahora que se acercan los famosos "Idus de marzo", conviene recordar una gran película que en 1953 rodase Joseph L. Mankiewicz basada de la obra de William Shakespeare; "Julio César". Pues bien, en esta película existe una escena en la que Bruto (Magistralmente interpretado por James Mason), uno de los asesinos de César, comparece ante un indignante pueblo romano que clama en favor del dictador romano, el cual había sido asesinado momentos antes. Bruto comienza a hablarle a la multitud y de una manera muy elegante, honorífica y respetuosa le ofrece al pueblo romano sus motivos por los cuales ha dado muerte junto a otros senadores romanos a Julio César, basándose en la desmesurada ambición de éste y en el peligro de que Roma acabase siendo una nación sin libertad alguna, y los romanos a su vez fuesen unos ciudadanos sin las libertades que la República les garantizaba. Tras este discurso, los ciudadanos comienzan a darle la razón a Bruto y empiezan a glorificar a Bruto por su honradez y patriotismo, al tiempo que critican a César y alaban su muerte. Justo en ese momento, aparece Marco Antonio, uno de los amigos de César, con el cadáver de éste entre sus brazos. Antonio, con la venia de Bruto, comienza a dar un discurso tras despedirse éste de los ciudadanos entre vítores y aclamaciones. Marco Antonio (El cual es interpretado de manera fabulosa por Marlon Brando) comienza el discurso hablando de la honorabilidad de Bruto. Es entonces cuando Antonio, en un discurso bien estudiado donde consigue darle la vuelta a la tortilla mientras glorifica a los asesinos de César. Comienza a enaltecer su gobierno y lee ante el público el testamento del dictador, el cual legaba posesiones y dinero a los ciudadanos de Roma. A medida que el discurso de Marco Antonio avanza, los ciudadanos romanos dan marcha atrás y comienzan a vitorear y a compadecerse de César mientras arremeten contra los asesinos que minutos antes vitoreaban. Finalmente, tras acabar Antonio su apoteósico discurso, los romanos deciden vengarse de César y ajusticiar a los traidores que han acabado con su vida, ante la sonrisa de Antonio que ve cumplido su objetivo de poner a la ciudadanía en contra de los verdugos sin hacer siquiera una sóla crítica contra ellos.

¿Por qué suelto este spoiler sobre esta gran película? Porque el fondo de la cuestión que rodea a esta escena es sobre lo que quiero comentar esta noche; La falta de personalidad y de opinión de la sociedad ante las cuestiones que se le plantean. La película transcurre en marzo del año 44 a.C, y en marzo del año 2018 d.C la sociedad no ha cambiado en nada. El pueblo traga con todo aquello que se le vende. En la obra de Shakespeare es la posición primero en contra, luego a favor, y después nuevamente en contra del asesinato de Julio César por parte de la población. En la sociedad que nos rodea podemos poner cualquier ejemplo que esté de actualidad, ya que ello supone la forma en la cual se manipula a los ciudadanos en favor o en contra de un tema determinado. Hoy por ejemplo, ha sido el día de la mujer, y por ello se ha convocado una huelga general feminista. La huelga ha sido para muchos todo un éxito. La cuestión que quiero plantear es la siguiente; Si los medios de comunicación y los políticos deciden que esa huelga es perjudicial para la sociedad, ¿Creéis que la población iba a responder a la huelga de la misma forma en la que se ha respondido hoy? Por supuesto que no, ya que la sociedad de por sí es inculta e ignorante, y no tiene ni posee una formación ni unos conocimientos determinados sobre el tema que se trata para poder pensar y decidir por sí misma si es beneficioso o perjudicial la cuestión que se le plantea.

Pongamos otro ejemplo; ¿Por qué está tan bien visto actualmente el partido Ciudadanos y Albert Rivera? Básicamente porque los medios se han encargado de influir en la sociedad para creer que Albert Rivera es un ser puro y angelical el cual no tiene defecto alguno y podrá gobernar España de manera ejemplar llegado el momento. Pero, ¿Y si la prensa de repente decide ir en su contra?, ¿Cambiaría la opinión pública su postura con respecto al catalán? Por supuesto que sí, porque los individuos no tienen la capacidad para pensar por sí solos. Son aquellos que tienen el poder de la oratoria y la capacidad de influir los que deciden cómo, cuándo y por qué alabar o criticar a aquellos que pueden ser o bien un estorbo o bien una oportunidad para los intereses de aquellos que ostentan el poder de la influencia.

No sólo hay que detenerse en la cuestión política. Basta con echar un vistazo a la prensa deportiva o a la prensa del corazón para ver que esta cuestión también se extiende a estos terrenos. Programas como "Sálvame" pueden hacer que el público vea a Isabel Pantoja (Por poner un ejemplo) como una gran tonadillera a verla como una delincuente, y luego volver a verla como una gran tonadillera. Son programas como éste los que hacen posible que ladrones, estafadores, maltratadores, prostitutas, etc, pasen a ser vistos por la sociedad como unos seres despreciables que representan lo peor de la sociedad humana, a ser vistos como unas personas a las cuales la vida les ha golpeado duramente, por lo que se ganan el cariño y el reconocimiento de la sociedad, convirtiéndose incluso en modelos a seguir. Poniendo otro ejemplo podemos preguntarnos; ¿Por qué sigue siendo Messi un referente para muchos si es un evasor fiscal? Pues por la sencilla razón de que aquellos que tienen la capacidad de decidir en qué dirección guiar los pensamientos humanos llegan a la conclusión de que es mejor seguir explotando su gran imagen como futbolista y dejar en un segundo e incluso tercer plano sus cuestiones morales, lo cual provoca que la sociedad no vea a esa persona como un defraudador sino como uno de los mejores deportistas que ha dado la historia.

Dicho esto cabe decir; ¿Son todas las personas tan sumamente manipulables? Por supuesto que no, siempre habrá personas que decidan pensar por sí mismas y no dejarse guiar por las influencias de unos sujetos que piensan por los demás y deciden por uno mismo qué y/o quién es bueno o es malo. Pero para ello la ciudadanía debe evolucionar y debe tomar conciencia de la posición que ocupa en la sociedad actual, que no es otra que la de unos míseros títeres sin personalidad ni opinión, subordinados de manera inconsciente a las opiniones que desde la élite les dicen la posicionamiento que deben de tomar en las cuestiones que les rodean y les afectan. Pero mientras esto suceda, el ser humano no será más que un animal sin conocimiento, ni criterio, ni cultura, ni libertad de pensamiento. Es lo que Anthony Mann describiría perfectamente en otra gran película del denominado "Cine Péplum". En una escena de la película "La caída del Imperio Romano", en un diálogo que se establece entre el emperador Marco Aurelio (Espectacularmente interpretado por Alec Guinness) y la muerte, esta última le dice al emperador romano; "Pues si los hombres no piensan, ni leen, ni se comunican...", "No tienen ningún derecho, ninguno, a considerarse hombres", responde el filósofo Marco Aurelio. 

martes, 6 de marzo de 2018

Pensiones; Entre la indignación y la incertidumbre

Lo que se está viviendo en estos días en España no es ya de vergüenza, sino de algo que no tiene adjetivo ninguno en nuestro diccionario. Me refiero a la cuestión de las pensiones. Una cuestión que está siendo estos días tema de máxima preocupación entre la sociedad, y no sólo entre nuestros mayores, sino también entre los jóvenes. La manifestación del otro día, donde los jubilados se echaron a la calle para exigir simple y llanamente lo que es suyo, denota hasta qué punto este país se ha ido a la mierda. Los jubilados se manifestaron por una subida digna de sus pensiones y rechazaron la vergonzosa subida aprobada por el gobierno de un 0,25%. Por si fuera poco, si vergüenza e indignación daba ver a nuestros mayores salir a la calle para luchar por lo que les corresponde, más vergüenza e indignación provocó la reacción de Mariano Rajoy cuando le preguntaron sobre este asunto en una rueda de prensa. El presidente del gobierno, ante las propuestas que otros partidos políticos han presentado para subir las pensiones, dijo textualmente; "No se puede tomar el pelo a la gente". Claro, uno lee estas cosas y lo primero que se le viene a uno a la boca es decir "Menudo hijo de puta". Es decir, que para Mariano Rajoy tomarle el pelo a la gente no es subirle un 0,25% a nuestros pensionistas, sino proponer medidas para subirle de manera digna las pensiones a nuestros mayores.

Parece mentira que aquellas personas que han soportado y siguen soportando lo peor de la crisis no pueden ni siquiera ser recompensadas por el terrible esfuerzo que han hecho y siguen haciendo al mantener a sus familias con pensiones miserables. Porque seamos sinceros, aquellos que han albergado con sus familias, las han mantenido y las han cobijado sobre su techo como buenamente han podido dentro de sus pequeñas posibilidades han sido los pensionistas. ¿Qué hubiera sucedido en todos estos años en España si los mayores se hubiesen quedado sin su pensión? Simplemente, que el país hubiera explotado en todos los sentidos porque se habría destruido el último recurso al que las familias españolas se han agarrado durante los años de recesión. Si a nuestros mayores se les hubiera quitado la pensión en los peores años de la crisis, otro gallo hubiese cantado aquí. Entonces no estaríamos hablando del 15-M ni gilipolleces progresistas. Estaríamos hablando de una auténtica revolución social que se hubiese llevado por delante el sistema político de nuestro país. Por lo tanto, los únicos que han mantenido aquí una paz social y han evitado que la sociedad saliese verdaderamente a la calle han sido nuestros mayores. Y ahora que según dice Mariano Rajoy incesantemente que ya estamos en plena recuperación económica, ¿Por qué no se lleva a cabo una subida digna de las pensiones para aquellos que peor lo han pasado en estos años?, ¿Por qué no se recompensa su esfuerzo y entrega? Que ustedes no tengáis dignidad no quiere decir que nuestros mayores no la deban tener tampoco.

Es verdad, se me olvidaba que según Rajoy, lo que debería de hacer todo el mundo es ir ahorrando para sus pensiones y la educación de sus hijos. Esto no lo digo yo, lo dijo el propio Mariano Rajoy hace un mes. Entonces, querido mío ¿Qué mierda de recuperación económica nos quieres vender?. Cabe añadir que el gobierno de Rajoy desde que llegó en diciembre de 2011 al palacio de la Moncloa ha ido pagando las pensiones de nuestros mayores gracias a los ahorros del fondo de reserva que dejó Zapatero cuando abandonó el gobierno. El gobierno socialista dejó "La hucha de las pensiones" con un ahorro de 67.000 millones de euros. Quizás sea lo único bueno que hizo Zapatero en toda su estancia en el gobierno, y Dios sabe que yo he sido el más crítico con el gobierno de Zapatero y el que mayor ganas tenía de verlo fuera de la Moncloa, pero "Al César lo que es del César". Hace tres meses, en diciembre de 2017, y tras recurrir por última vez para pagar las pensiones de Navidad, la cantidad que dispone actualmente el fondo de reserva es solamente de 8.000 millones. La cuestión ahora es; ¿Cómo se van a pagar las pensiones de este año?, ¿Y las del año que viene?, ¿Y las del otro? Porque el gobierno de Rajoy no sólo no está haciendo nada por subir las pensiones, sino que no hace nada tampoco para buscar una alternativa para pagarlas. Ahora comprendo porqué dijo hace un mes de ir ahorrando para las pensiones.

Aunque creamos que no, este es un problema no sólo de nuestros mayores, sino también nuestro. Aunque seamos claros, nuestra generación no va a percibir ninguna pensión. Por desgracia creo que incluso nuestros mayores están apunto de quedarse sin ellas. Por lo que los jóvenes deberíamos de ir pensando en cómo arreglarnos nuestro futuro desde ya. Estamos pues ante un gravísimo problema que no tiene por desgracia otro final que el de la privatización de las pensiones. La cuestión es; ¿Cuándo se producirá esa privatización? y sobre todo, ¿A quién le afectará? Estamos pues ante un escenario tremendamente negro en el que aquellos que han trabajado duramente toda su vida, así como sus familias, serán ahora los máximos perjudicados. El día de mañana los perjudicados seremos los jóvenes. Ante todo esto cabe preguntarse; ¿Cuál es la solución a todo esto? No lo sé, pero lo que sí sé es que con las pensiones de nuestros mayores no se juega, y éstas están ya más que nunca en el punto de vista de los políticos. Por lo que si las pensiones llegan a tocarse, entonces sí que puede estallar la chispa social que muchos temen que reviente. 

lunes, 5 de marzo de 2018

La dictadura del feminismo

Dice la Real Academia Española que "Feminismo" significa lo siguiente; "Principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre". Cuando uno lee estas cosas no cabe más que decir "Oye, pues eso está bien". Pero claro, una cosa es la teoría, que como siempre, suena muy bonita, y otra la práctica. Por lo tanto cabe preguntarse, y ahora más que nunca, debido a la cuestión de la igualdad salarial y a la convocatoria de una huelga feminista para el próximo 8 de marzo la siguiente cuestión; ¿Qué es el feminismo? Como bien señala la RAE, el feminismo es aquel movimiento que lucha por la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer. Pero estamos hablando de lo que en su día significaba el origen de este movimiento. Un movimiento que luchaba por la igualdad de derechos entre ambos sexos. ¿Hoy en día qué es el feminismo? Podemos decir que el feminismo es actualmente todo aquello que defiende el hembrismo, que no es otra cosa que la defensa de la supremacía del sexo femenino por encima del masculino, así como la discriminación y desprecio por los hombres.

Cualquier feminista/hembrista que me lea dirá, como mínimo, "Menudo machista". Pero esa y no otra es la realidad en los tiempos que corren. ¿Qué hombre no es considerado "Machista" por el simple hecho de realizar un comentario que está fuera de toda intención discriminar a la mujer?, ¿Qué padre de familia no está en desventaja con respecto a su ex-mujer, siendo ella la que tiene la custodia íntegra de sus hijos?, ¿Cuántos hombres no han sido denunciados y acusados falsamente de violencia de género por mujeres?. Vivimos en unos tiempos donde el hombre es un ser despreciable, arrogante y violento, frente a la mujer, la cual representa el victimismo personificado y la inocencia absoluta bajo cualquier consideración. Vivimos pues en una sociedad donde el hombre es perseguido por el mero hecho de serlo, y la mujer premiada por el mero hecho de serlo. ¿Qué sociedad igualitaria es ésta, hablando en términos de sexo? Una sociedad donde se habla en términos neutros, o en términos femeninos, o en doble lenguaje, para no discriminar a las mujeres. Una sociedad donde se quiere cambiar nombres a instituciones por el hecho de ser "Discriminatorio". Una sociedad donde se pretende forzar la presencia de la mujer en todos los estamentos de la sociedad, sin importar su capacidad para desempeñar una función determinada. Una sociedad donde el hombre debe de procurar no soltar un "Qué guapa estás" para no ser denunciado 'Ipso facto' por acoso sexual. Una sociedad donde el maltrato de la mujer al hombre es considerado un chiste y no está perseguido. Una sociedad en la que casarse, ser madre y ejercer como tal es sinónimo de machismo. Una sociedad en la que se persigue y se criminaliza el patriarcado mientras se defiende y se promociona el matriarcado. No señores, yo no quiero esa sociedad. Bastante machismo ha habido ya por desgracia a lo largo de la historia de la humanidad como para permitir ahora que el hembrismo abandere la supremacía y el desprecio de un sexo con respecto al otro. 

Si las feministas originales viesen en qué se ha convertido su movimiento, se echarían las manos a la cabeza. Esta sociedad no era la que buscaban ellas, las cuales luchaban por un modo de vida más justo e igualitario para las mujeres (Igualitario dentro de los márgenes que conceden las leyes, como ya expuse en otra entrada hace poco). Más les valdría a todas esas tipejas que se hacen llamar a sí mismas "Feministas" que tomen ejemplo de sus predecesoras y que dejen de dividir a una sociedad la cual ya está fuertemente marcada por la división en todos los términos. Déjennos vivir en paz tanto a hombres como a mujeres de bien y dedíquense a subsanar todos los males que su movimiento feminazi (Ya que este adjetivo es el que verdaderamente define a dicha corriente) a ocasionado a esta sociedad a la que ustedes falsamente manifestáis representar. 

domingo, 4 de marzo de 2018

50 años del Mayo del 68

Desde siempre me ha atraído el sistema político francés y todo lo que este conlleva. Desde 1958 en Francia impera la V República, la cual está organizada como una República Semipresidencial. ¿Esto qué es? Un sistema en el cual el jefe del estado (Presidente de la República) posee poderes ejecutivos junto con el jefe del gobierno (Primer ministro) y ambos co-gobiernan el país. En Francia es así desde 1958, fecha en la que se inició la V República anteriormente citada. Una de las cosas que más me fascinan de la República Francesa es el papel que ejerce el presidente de la República, el cual no sólo tiene en su mano la capacidad de ejercer múltiples poderes, sino que desempeña también un cargo monárquico en un país extranjero, además del republicano en su país natal. Los jefes del estado francés son desde hace siglos también jefes del estado del Principado de Andorra, por lo que el actual presidente de la República francesa es junto con el Obispo de Urgell, Co-príncipe de Andorra, siendo esta una de las escasas ocasiones (Junto con el Vaticano) en las que un monarca es elegido, aunque en este caso sea en un país extranjero, y siendo esta también una de las escasas ocasiones en las que un jefe del estado lo es también de otro país extranjero (Como es el caso también de la reina Isabel II con los países de la Commonwealth).

El hecho que me ha llevado a escribir sobre este tema es el aniversario que se conmemora este año y que supuso un antes y un después no sólo en la República Francesa, sino en el resto de Europa y del mundo. Me refiero al Mayo del 68, del que dentro de un par de meses se cumplirán 50 años. Haciendo un pequeño resumen de los hechos, podemos decir que fueron unas protestas estudiantiles, las cuales llevaron a una huelga por parte de éstos. Dicha huelga acabó en enfrentamientos entre los estudiantes y la policía, lo cual desembocó que los sindicatos convocasen una huelga general indefinida, donde la gran mayoría de los trabajadores apoyaron dicha movilización. En Francia acabó imperando la anarquía y el presidente de la República, Charles de Gaulle, anunció en un mensaje a la nación que disolvía el parlamento y convocaba elecciones legislativas, pero que él no dimitiría de su cargo como jefe del estado. Finalmente, las elecciones darían un respaldo absoluto a De Gaulle, el cual, después de los sucesos ocurridos en mayo del 68 decide jugarse la presidencia en un referéndum sobre la descentralización política francesa. Finalmente, De Gaulle pierde el referéndum y dimitiría en abril de 1969, casi un año después de los sucesos de mayo del 68.

Yo siempre he creído que lo ocurrido en Francia en mayo de 1968 fue quizás la movilización civil más innecesaria y absurda que se produjo a lo largo de todo el siglo XX. ¿Por qué? Porque se puede estar de acuerdo en que en la Francia de 1968 había problemas, claro que los había. Pero no para provocar una movilización que estuvo a punto de llevarse por delante el sistema político francés. Es verdad que nos encontramos en un contexto histórico mundial muy complejo. Hablamos ni más ni menos que del año 1968 y las circunstancias a nivel mundial hacían que la población estuviese algo exaltada, pero insisto, las circunstancias que se vivían en la Francia de De Gaulle no eran tan alarmantes como para llevar a cabo una movilización que casi acabó en revolución. De hecho, aunque fue al año siguiente, la dimisión de De Gaulle está directamente enlazada con los sucesos de mayo del 68. Por lo que aunque la movilización no acabó con la V República francesa, sí acabo con la presidencia del militar francés. Aun así, una prueba de que la población francesa estaba al lado de De Gaulle fue el respaldo mayoritario que éste obtuvo en las elecciones legislativas que convocó para junio de 1968. 

Con ello no quiero en absoluto defender a De Gaulle, un personaje el cual tuvo sus luces y sus sombras y no fue ningún santo, pero sí quiero hacer digamos un alegato en favor de éste en este acontecimiento histórico, el cual influenció decisivamente en el inicio de movimientos progres como el movimiento ecológico, el pacifista, el de los homosexuales, el movimiento hippie, etc. Con lo cual podemos llegar a la conclusión de que el mayo del 68 fue un movimiento de progres, el cual aprovecharon una situación de crisis económica (Eso sí es verdad que ocurrió), para destronar a De Gaulle y hacer caer la V República Francesa. Finalmente sólo consiguieron lo primero, lo segundo ya se están encargando los propios constitucionalistas franceses en conseguirlo, con Macron y sus despreciables políticas apoyadas por judíos y neoliberales, pero eso ya es harina de otro costal...

sábado, 3 de marzo de 2018

Mariano Rajoy; 15 años de la historia de España

Dentro de unos meses, concretamente en agosto de este año, se cumplirán 15 años de aquel famoso día en el que el entonces presidente del gobierno, José María Aznar, anunció que contra todo pronóstico, su sucesor en el PP y en el gobierno de España (En el caso de que su partido ganase las próximas elecciones) sería su vicepresidente del gobierno, Mariano Rajoy Brey. Una polémica decisión en la que desde sus inicios se cuestionó la acción democrática de este hecho, que no era otro que el de un jefe del gobierno decidiendo de manera personal quién debía regir los destinos del país y de su partido político tras su salida de la política. Para algunos, Aznar quiso hacerse en 2003 un Carlos V, es decir, anunciar su retirada del poder tras designar sucesor como hizo el nieto de los Reyes Católicos con su hijo Felipe II en 1556.

15 años después de este hecho insólito, más propio de la URSS que de la España constitucional, Aznar ya ha dejado entrever que su decisión no fue la correcta. Y no me refiero a su decisión personal de abandonar el poder voluntariamente, sino a la de designar como heredero a Rajoy, el cual ha convertido el PP en una sombra del que en su día fue el de Aznar en el aspecto ideológico. Todo el mundo daba por hecho que la sucesión era cosa de tres desde el momento en que Aznar anunció su decisión de no postularse para las elecciones generales de 2004. Los tres hombres fuertes del gobierno se disputarían desde entonces el poder; Rodrigo Rato, Mariano Rajoy, y Jaime Mayor Oreja. Aun así todo el mundo daba por hecho que la verdadera pugna era cosa de dos: Rato y Rajoy; El ministro de economía y el vicepresidente del gobierno. La verdad es que la mayoría de los medios y de la sociedad daban por hecho que sería Rato el sucesor natural de Aznar, pero la sorpresa se produce cuando el jefe del gobierno anuncia que será Rajoy y no Rato quien le sucederá en Génova 13 y en el Palacio de la Moncloa. Tras este anuncio, Aznar y su esposa, Ana Botella, pasaron ese mismo fin de semana junto a Mariano Rajoy y su esposa, Elvira Fernández en la finca estatal castellano manchega de Quintos de Mora para organizar el proceso de sucesión como si de una empresa privada se tratase.

El gallego frío, segundón, retraído y paciente se convertía así, sin comerlo ni beberlo, en el hombre elegido por el dedo supremo de Aznar para regir los destinos de España y del entonces partido mayoritario del país. Rajoy se acababa de convertir en el Felipe II del siglo XXI. Había sido designado para heredar España y el PP. Desde entonces, Rajoy se convirtió en el candidato oficial de la España de Aznar y se dedicó a viajar por Europa cuan futuro e inminente presidente del gobierno. Pero el destino le tenía preparado un duro revés para Rajoy a tres días de las elecciones generales de marzo de 2004; Un atentado terrorista en Madrid, el mayor hasta el día de hoy en la historia de Europa, se salda con la escalofriante y espeluznante cifra de 200 muertos y cerca de 2.000 heridos. Al Qaeda le devuelve a Aznar la venganza por la decisión del presidente del gobierno de apoyar en las Azores a George W. Bush y a Tony Blair en la Invasión de Irak justo un año antes. Tras el atentado en la estación de Atocha, las miradas se vuelven contra el gobierno de Aznar, que anuncia a bombo y platillo su convencimiento absoluto de que ETA era la autora de los atentados. Pero horas más tarde, los medios comienzan a sacar información sobre la autoría de Al Qaeda y no de ETA en la matanza. Tras esto, los españoles salen a la calle a culpar a Aznar y al PP del atentado por su decisión sobre Irak en marzo de 2003. Ya en la jornada de reflexión, los españoles rodean la sede del PP en Madrid y se concentran frente a Génova 13, lugar en el que se encuentra en ese mismo instante Mariano Rajoy, el cual sale en directo en rueda de prensa para denunciar lo que él mismo cataloga como un "Acto antidemocrático". Finalmente, al día siguiente, los españoles acuden a votar masivamente en una de las elecciones con mayor número de participación de los últimos 30 años. Esa misma noche, los españoles dan contra todo pronóstico la espalda a Aznar, a Rajoy y al PP, y otorgan su confianza de forma abrumadora a un desconocido e inexperto líder de la oposición y del PSOE para regir los destinos de España: José Luis Rodríguez Zapatero. El plan de sucesión de Aznar para convertirse en el Carlos V del siglo XXI no se cumple... por el momento. Zapatero y no Rajoy será quien le suceda en la jefatura del gobierno.

Un mes después, Zapatero llega a la Moncloa convertido ya en el nuevo presidente del gobierno. Rajoy por su parte encabezará desde ese mismo instante la oposición al gobierno socialista, y a partir de octubre de 2004 se convertirá oficialmente en el nuevo presidente del PP tras la salida definitiva de Aznar en el partido. A partir de entonces se inicia una legislatura marcada por la crispación y la tensión, donde el nuevo presidente del gobierno comenzará a dar la imagen de ser una persona no preparada para el cargo que contra todo pronóstico se le ha otorgado en las urnas. Afirmaciones como: "La nación española es un concepto discutido y discutible", así como las decisiones de los socialistas en materias de terrorismo y de política territorial, serán aprovechadas por la oposición que lidera Rajoy para atacar constantemente al gobierno de Zapatero. La negociación con ETA por parte de Zapatero, el acuerdo del jefe del gobierno con el entonces presidente de la generalitat catalana, Pascal Maragall, para reformar el estatuto catalán, así como la reavivación del enfrentamiento entre "Las dos Españas de la Guerra Civil" con motivo de la ley de Memoria Histórica configurarán un escenario que algunos denominan incluso hasta el día de hoy, el principio del fin del Régimen del 78.

Tras todo esto, y con Rajoy liderando las contínuas manifestaciones en las calles contra Zapatero, se llega al final de la legislatura en 2008. Una legislatura que concluyó con unas polémicas palabras pronunciadas por el entonces presidente del congreso, el difunto Manuel Marin, donde afirmó que "No se puede repetir otra legislatura como ésta". Finalmente, se convocan elecciones para marzo de ese mismo año. Unas elecciones en las que nuevamente vuelve a ganar Zapatero, aun después de todo lo ocurrido en la legislatura anterior. A partir de entonces, las cosas no volverán a ser como antes para nadie. A Zapatero le explota pocos meses después de su reelección la crisis económica y financiera internacional de Lehman Brothers, mientras a Rajoy se le comienza a cuestionar profundamente su liderazgo en la oposición y en el propio PP. Personajes relevantes del PP como Esperanza Aguirre, María San Gil, e incluso el propio José María Aznar comienzan a poner en tela de juicio la capacidad de Rajoy para ganarle unas elecciones a los socialistas y comienzan a perfilar una alternativa interna al propio Rajoy en el PP. Dicha alternativa jamás llegaría a ver la luz, ya que Esperanza Aguirre (La eventual candidata capaz de disputarle el liderazgo a Rajoy) no llega a dar el paso definitivo para postularse frente a su jefe, lo cual provocará que Rajoy, tras muchas idas y venidas, consiga ser reelegido presidente del PP en el congreso de Valencia, auspiciado por Francisco Camps y Rita Barberá. Pero aquí no acaba el sufrimiento para Rajoy. A partir de 2009 comienzan a salir una serie de informaciones que acusan al propio PP de financiación irregular. Comienza el caso Gürtel, el cual se convertirá finalmente en uno de los casos de corrupción más graves de la historia política de España. El caso Gürtel volverá a poner todas las miradas en Mariano Rajoy, el cual afirmará que el caso Gürtel "No es una trama del PP, sino una trama contra el PP". A partir de entonces Rajoy hará lo único que sabe hacer: Esperar. Aunque el desgaste del PP es relevante en la escena política nacional, mucho más lo es la no actuación del gobierno de Zapatero, el cual tardará casi un año en reconocer la crisis económica mientras el paro en España comienza a situarse a niveles elevados como nunca se habían visto en nuestro país.

Finalmente, y en medio de una mediocre presidencia española de la UE liderada por Zapatero en el primer semestre de 2010, se produce el estallido del sistema financiero en Grecia. Es entonces cuando las famosas primas de riesgo aparecen cotidianamente en nuestros televisores y se oyen continuamente por la radio. La prima de riesgo española se coloca a unos niveles vertiginosos y la UE da por hecho el rescate financiero y económico de España junto a Grecia. Sólo a última hora, la intervención telefónica de Angela Merkel y Barack Obama a Zapatero provocarán que se le dé al presidente español un ultimátum para evitar el rescate de nuestro país. Zapatero tendrá que realizar durísimos recortes sociales a cambio de que Europa no tenga que intervenir en España. Finalmente, Zapatero lleva en mayo de 2010 estos recortes sociales al congreso, lo que provocará la caída definitiva del PSOE y del presidente del gobierno en las encuestas. Rajoy aprovechará la situación para exigir a Zapatero elecciones anticipadas, lo cual queda descartado por el momento tras la aprobación de los recortes gracias a la abstención de los catalanes. Ya en 2010 se produce la sentencia del TC contra el estatuto de Cataluña que Rajoy y el PP presentaron en el año 2006. El TC anula diversos artículos del estatuto acordado por Zapatero y Maragall debido a su inconstitucionalidad. Este hecho provocará que estalle definitivamente la crisis catalana que nos ha llevado hasta la situación actual. El entonces presidente de la generalitat, José Montilla y la mayoría de los partidos catalanes favorables a la reforma del estatuto, convocan una manifestación masiva de repulsa a la sentencia del TC. A partir de entonces, las encuestas hunden a Zapatero y al PSOE y encumbran a Rajoy y al PP hacia la victoria en unas futuras elecciones generales.

Ya en la última etapa del gobierno de Zapatero se produce la huelga general debido a la reforma laboral que flexibiliza los despidos, y se produce el estallido de la huelga de los controladores aéreos, que provoca el anuncio por parte del gobierno del estado de alarma por primera vez desde la aprobación de la Constitución en 1978. Una vez en el 2011, Zapatero acuerda con Francia y Estados Unidos la participación de España en la guerra de Libia y anuncia su retirada del poder al finalizar la legislatura. Ya en mayo de 2011, y a pocos días de la celebración de las elecciones municipales y autonómicas, nace el 15-M; Un movimiento ciudadano partidario de reformar el sistema político, social y económico en España. Este movimiento civil provocarán unas concentraciones masivas y contínuas en todo el país con el eslogan "No nos representan". Finalmente, pocos días después el PP de Rajoy consigue la mayor victoria en unas municipales y autonómicas desde la obtenida por Aznar en 1995, en plena debacle del PSOE de Felipe González. Rajoy pone rumbo directo, esta vez sí, hacia la Moncloa después de serle arrebata la victoria en 2004 por Zapatero contra todo pronóstico. Un Zapatero que al ver cómo el PSOE se queda literalmente sin ningún poder ni local ni autonómico decide atrincherarse en la Moncloa. Pero la subida incesante nuevamente de la prima de riesgo en verano de 2011 provocará que el presidente del gobierno dé finalmente el paso y convoque elecciones generales para el 20 de noviembre de ese mismo año (Un último gesto de su continua política contra el franquismo). Antes de las elecciones, ETA anunciará en octubre el fin definitivo del terrorismo, pero ni esto le será suficiente al PSOE para ganar las elecciones. Finalmente, el 20 de noviembre de 2011, y tras dos elecciones fallidas, Mariano Rajoy gana las elecciones generales con la segunda mayoría absoluta más aplastante después de la obtenida por Felipe González en 1982. Tras siete años y medio de espera, Rajoy ve culminado su ambicioso sueño de llegar al palacio de la Moncloa. Aznar por su parte ve también cumplido sus sueños de grandeza de convertirse en el Felipe V del siglo XXI aunque de por medio hayan transcurrido un paréntesis de siete años y medio de zapaterismo. El PP vuelve al poder casi ocho años después de su salida, dejando atrás un pésimo gobierno liderado por el PSOE de Zapatero.

Finalmente, en diciembre de 2011, Rajoy se convierte en presidente del gobierno. Las primeras decisiones del nuevo presidente es la de hacer justamente todo lo contrario de lo que había prometido en la campaña electoral; Sube los impuestos y realiza unos salvajes recortes en materia social. Una parte del electorado se echa las manos a la cabeza al ver las primeras decisiones del nuevo gobierno, pero esto sólo será el principio de una larga lista de decepciones: En febrero de 2012 se aprueba una deplorable y vergonzosa amnistía fiscal, así como una nueva reforma laboral que flexibiliza aún más el despido, lo cual provoca una nueva huelga general para marzo de ese año. Ya en abril estalla la crisis de la monarquía cuando el rey Juan Carlos es trasladado y operado de urgencias en España tras una caída en Botswana en la que a las pocas horas se supo que estaba de cacería con su amante, Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la cual es expulsada de España a las pocas horas. Este caso, sumado al caso Noos (Donde estaban siendo investigados la hija del rey, Cristina de Borbón, y el yerno del rey, Iñaki Urdangarín), provocarán una crisis sin precedentes en la corona española. Ese mismo año estalla la crisis de Bankia (Cuyo presidente era el propio Rodrigo Rato). Esta crisis provocará que la prima de riesgo vuelva a elevarse desproporcionadamente, lo cual provoca que Rajoy solicite a la UE el rescate financiero de España. Con esta drástica decisión, el presidente del gobierno cree que las aguas volverán a su cauce. Nada más lejos de la realidad, la prima de riesgo continúa elevándose hasta alcanzar niveles nunca vistos. La solución de Rajoy a todo esto se resume en tres palabras: No hacer nada. Sólo la intervención del gobernador del BCE provoca que las aguas, esta vez sí, vuelvan a su cauce. Con lo que Rajoy evita pedir el rescate total de España a la UE haciendo lo mejor que sabe hacer: Nada.

Pero aquí no queda la cosa. En esas mismas fechas se produce la visita del entonces presidente de la generalitat catalana, Artur Mas, el cual acude a Moncloa con el propósito de obtener de Rajoy un sistema fiscal propio para Cataluña, al igual que el País Vasco y Navarra. La respuesta de Rajoy es negativa, con lo que Mas pone en marcha el movimiento para la independencia de Cataluña. El 11 de septiembre de 2012 se produce una de las manifestaciones más multitudinarias en contra del estado español. Los catalanes se echan a la calle para exigir la autodeterminación de una vez por todas. Hartos, según ellos, de los desplantes continuos del estado hacia los catalanes (Estatuto, sistema fiscal, etc.). La respuesta de Rajoy a esta manifestación que supone el punto de arranque del proceso secesionista la resume de esta forma; "No estamos para algarabías". Finalmente, Artur Mas convocaría elecciones anticipadas para el 25 de noviembre de 2012, perdiendo gran parte de sus diputados pero manteniendo una mayoría independentista con ERC. Ya en 2013 se produce el estallido del caso Bárcenas, donde una serie de papeles anotadas por el ex-tesorero del PP, Luis Bárcenas, señala a toda la cúpula directiva del PP aznarista como receptores de sobresueldos ilegales, entre los que se encuentran el propio Mariano Rajoy. La reacción de Rajoy es, claro está, la de negar todos los hechos que se le imputan, y niega haber cobrado jamás dinero negro. La corrupción volverá a salpicarle a Rajoy ese mismo verano, cuando el propio Bárcenas reconoce ante el juez que el actual presidente del gobierno era uno de los miembros del PP que cobraba sobresueldos ilegales. La reacción de Rajoy esta vez es la de reclutarse en la Moncloa y no decir ni hacer nada (Como siempre), pero la gravedad de los hechos provocan que el líder de la oposición, Alfredo Pérez-Rubalcaba, anuncie una moción de censura contra Rajoy si éste no acude a las cortes a dar su versión de los hechos. Al cabo de unos días, Rajoy finalmente accede y comparece para negar la mayor y reconocer simplemente que se había equivocado al confiar en Bárcenas. Después de este hecho, el caso Bárcenas quedaría disipado hasta el día de hoy, aunque Rajoy haya quedado marcado de por vida por la corrupción que se le atribuye.

En lo que respecta a Aznar, la relación con Rajoy queda completamente rota tras una entrevista televisiva en la que el mentor del gallego habla abiertamente en contra de la postura que está realizando el gobierno en varios asuntos, como son el económico y el catalán. A partir de entonces, los enfrentamientos entre los dos presidentes serán abiertos. Ya en 2014, la situación se vuelve insostenible para la monarquía; La infanta Cristina e Iñaki Urdangarín son imputados y el cerco del caso Noos se acerca al rey Juan Carlos. Ese mismo año se celebran las elecciones europeas, que dan como resultado la caída definitiva del bipartidismo (PP-PSOE) y la aparición del partido de extrema izquierda, Podemos, en el escenario nacional. Tras estos catastróficos resultados, Alfredo Pérez-Rubalcaba anuncia su dimisión como líder del PSOE. Pero lo que verdaderamente hace tambalear los cimientos del Régimen del 78 es el anuncio de la abdicación del rey Juan Carlos el 2 de junio. La abdicación del jefe del estado provoca todo tipo de especulaciones acerca de los motivos que ha llevado al monarca a renunciar a la jefatura del estado. En medio de este escenario se suceden en las calles de toda España contínuas concentraciones que exigen la celebración de un referéndum Monarquía-República. Es entonces cuando Rajoy, enemigo de toda clase de cambios, debe aprobar y llevar al congreso una ley orgánica que garantice el proceso de transición de la corona entre el todavía rey y el hasta entonces príncipe de Asturias, Felipe de Borbón. Finalmente, el 18 de junio, el rey Juan Carlos y Rajoy firman la ley orgánica de la abdicación, y al día siguiente es proclamado en las cortes generales rey de España Felipe de Borbón, el cual reinará a partir de entonces con el nombre de Felipe VI. En el PSOE, por su parte, es elegido contra todo pronóstico secretario general un desconocido madrileño llamado Pedro Sánchez. Mientras tanto, el presidente de la generalitat continúa con su proceso independentista en Cataluña y anuncia un referéndum ilegal para el 9 de noviembre de ese año. Tras recurrir el gobierno este referéndum, el TC lo declara inconstitucional. Aun así, Artur Mas anuncia su intención de seguir hacia adelante. Es entonces cuando varias voces piden a Rajoy que active el artículo 155 de la constitución para intervenir en Cataluña, a lo que Rajoy (Como suele ser habitual en él) hace caso omiso. Finalmente la consulta se celebra ante el aspaviento de todos los españoles al ver cómo el gobierno no hace absolutamente nada al respecto. La consulta, eso sí, no es catalogaba finalmente por el gobierno catalán como un referéndum, sino como una "Consulta popular".

El año 2015 es considerado para muchos como el año de la "Italianización de la política española", ya que después del éxito de Podemos y ante el temor de algunos porque los de la formación que lidera Pablo Iglesias lleguen al poder, comienzan a promocionar incesantemente desde los medios a un partido catalán de centro-liberal-progresista llamado Ciudadanos, cuyo líder es un tal Albert Rivera. A partir de entonces, el tablero electoral está abierto. En abril de 2015 se produce la detención de Rodrigo Rato por blanqueo de capitales, lo que deja al PP en una situación de shock al ver cómo el que había sido ministro de economía con Aznar descendía a los infiernos. Un mes después se producen las elecciones autonómicas y municipales. En dichas elecciones, el PP gana por mayoría relativa en CCAA y ayuntamientos, pero los votos tanto de PSOE como de Podemos permiten a los partidos de izquierdas impulsar una alianza postelectoral que lleva al PSOE nuevamente y a Podemos por primera vez a las instituciones, desalojando al PP de la mayoría de ellas. Ante este apocalíptico escenario, muchas voces piden a Rajoy que dé un paso atrás y designe sucesor al igual que Aznar hizo con él en el año 2003. Rajoy, ante esta propuesta, rechaza tajantemente su retirada de la política y anuncia su candidatura para las elecciones generales de diciembre de ese año. Poco antes de las elecciones generales, Artur Mas convoca elecciones anticipadas en Cataluña. Dichas elecciones otorgan al bando independentista la mayoría absoluta en el parlamento catalán. Finalmente, en las elecciones generales de diciembre de 2015, el PP gana las elecciones pero obtiene el peor resultado desde 1989, perdiendo 63 diputados. El PSOE no se queda atrás y pierde 20 diputados con respecto a las elecciones generales de 2011. Podemos, por su parte, obtiene cerca de 70 diputados, mientras que Ciudadanos obtiene 40 diputados. A partir de entonces se abre una crisis constitucional que durará cerca de un año. Rajoy ofrece a Pedro Sánchez un pacto para que el PSOE le permita seguir gobernando, a lo que Sánchez se niega en rotundo.

Ya en enero de 2016, Artur Mas, ante las exigencias planteadas por los independentistas radicales de la CUP que ponen como condición indispensable su retirada para que haya nuevo gobierno en Cataluña, anuncia su decisión de retirarse y designa al alcalde de Gerona, Carles Puigdemont, como candidato a presidir la generalitat catalana. Finalmente, Puigdemont es nombrado por el parlamento catalán nuevo presidente de Cataluña. Mientras, el rey Felipe VI realiza una primera ronda de consultas entre los distintos líderes de las fuerzas políticas y ofrece a Rajoy la propuesta para ser candidato a la presidencia del gobierno, propuesta que Rajoy rechaza fulminantemente ante el asombro del rey y de todos los españoles. Los motivos según Rajoy por los que rechaza la candidatura es que "No posee los apoyos suficientes para ser investido nuevamente". Ante esta insólita situación de bloqueo político, Pedro Sánchez anuncia contactos con Podemos y Ciudadanos para formar un gobierno alternativo al de Rajoy. Finalmente, Felipe VI realiza una nueva ronda de consultas y ofrece a Sánchez la candidatura para ser presidente del gobierno, candidatura que éste acepta sin tener asegurados siquiera los apoyos necesarios. Sánchez consigue unicamente el apoyo de Albert Rivera para ser investido, pero no el de Pablo Iglesias, afirmando el líder de Podemos que ellos no pueden pactar con "La nueva derecha que representa Albert Rivera". Logicamente los motivos que tenía Iglesias para no apoyar a Sánchez era la necesidad de unas nuevas elecciones generales, las cuales podrían dar a Podemos la posibilidad de sobrepasar en votos y escaños al PSOE y convertirse en segunda fuerza política. Finalmente, en marzo de 2016, Pedro Sánchez se presenta a la investidura con el único apoyo del PSOE y de Ciudadanos. Finalmente, Rajoy e Iglesias realizan una pinza y evitan con sus votos que Sánchez sea presidente. Con ello, Mariano continúa como presidente en funciones mientras sólo le toca esperar ya a que corra el plazo que la constitución otorga para poder convocar unas nuevas elecciones a falta de consenso para elegir nuevo gobierno. Ante esta insólita situación, diversas voces dentro de la política y de los medios reclaman nuevamente a Rajoy a que dé un paso atrás en favor de un nuevo candidato más joven, carismático y conciliador con los partidos de la oposición. Rajoy nuevamente rechaza tal petición y se presenta por quinta vez consecutiva como candidato del PP a unas elecciones generales.

Finalmente, en junio de 2016, el PP vuelve a ganar las elecciones, aunque esta vez y contra todo pronóstico, consigue un resultado mejor que el obtenido en diciembre del pasado año. La campaña del miedo de Rajoy basada en "O yo o el caos" (En referencia a un supuesto gobierno de extrema izquierda liderado por Podemos y apoyado por el PSOE) hace efecto, y Mariano Rajoy consigue 137 diputados en estas nuevas elecciones. Aun así, la crisis constitucional no acaba aquí. Pedro Sánchez (El cual ha perdido cinco diputados más que en las elecciones de diciembre) anuncia su intención de seguir intentando formar un gobierno alternativo al de Rajoy. Ya en agosto, el rey inicia nuevamente consultas con los líderes políticos y ofrece de nuevo a Rajoy la candidatura a la presidencia del gobierno, ofrecimiento que esta vez sí acepta el presidente en funciones, aunque reconoce que no posee los apoyos necesarios para ser investido. Rajoy acude al parlamento a finales de agosto y pierde las dos votaciones necesarias para ser investido. Después de esto se pone encima de la mesa la posibilidad de convocar unas nuevas elecciones generales, las cuales tendrían lugar el mismo 25 de diciembre. Rajoy, en estas circunstancias afirma estar dispuesto para ir a unas nuevas elecciones generales. Es entonces cuando estalla la crisis del PSOE después de conocerse que Pedro Sánchez estaría negociando en secreto un pacto de investidura con Pablo Iglesias. Es aquí donde la mitad de la directiva del PSOE que dirige Pedro Sánchez dimite y la mayoría de los barones de su partido se sublevan contra él. 

Tras esto se suceden una serie de guerras internas dentro del socialismo español que tendrá su cenit el 1 de octubre de 2016, fecha en la que se convoca un comité federal con el objetivo de echar a Sánchez del liderazgo socialista. Los promotores de dicha "Conspiración" son el ex-presidente del gobierno, Felipe González y la presidenta de la junta de Andalucía, Susana Díaz. Finalmente, y tras cerca de diez horas reunidos en un comité donde no faltó algún que otro insulto y escenas bastante mediocres, Pedro Sánchez se ve forzado a dimitir ante el acoso generalizado de sus adversarios internos en el partido. Tras la dimisión de Sánchez el 1 de octubre, esa misma noche el partido nombra una gestora dirigida por el líder del PSOE asturiano y presidente de Asturias, Javier Fernández. Esta gestora apuesta claramente por la abstención del PSOE ante una eventual repetición de una sesión de investidura de Rajoy como presidente del gobierno. Esta nueva posición de la que Rajoy tenía ya conocimiento previo, allana el camino de éste para ser reelegido como presidente del gobierno en el parlamento. El rey inicia una nueva ronda de consultas con los líderes políticos y propone nuevamente a Rajoy como candidato a la presidencia del gobierno, a lo que éste acepta, pero esta vez contando con el apoyo del PSOE para ser investido mediante abstención de los socialistas. Finalmente, Rajoy se presenta de nuevo ante el parlamento y aunque pierde la primera votación (Ya que requiere de mayoría absoluta), sí obtiene la mayoría simple ante la abstención vergonzosa y humillante del PSOE. Después de casi un año de bloqueo político, una crisis constitucional, una repetición electoral inédita y un año como presidente en funciones, Rajoy vuelve a ser reelegido presidente del gobierno cuando todo el mundo lo daba ya por muerto en términos políticos. Rajoy sobrevive así a su última prueba de fuego política.

El año 2017 se puede considerar como uno de los más graves a la vez que deplorables en términos políticos. Después de un año de crisis constitucional, el nuevo presidente de la generalitat, Carles Puigdemont, anuncia su intención de convocar un referéndum vinculante para la autodeterminación catalana para el 1 de octubre de ese mismo año. El gobierno anuncia desde entonces que el referéndum no se celebrará bajo ninguna circunstancia. Aun así, Puigdemont mantiene el pulso contra el estado y anuncia que dicha consulta se celebrará sí o sí. Comienza entonces el famoso “Choque de trenes” entre la generalitat catalana y el estado español. Mientras esto sucede, la gestora del PSOE convoca unas primarias para elegir nuevo secretario general. A estas elecciones internas se presentan la candidata oficial del partido y del establishment; Susana Díaz, y el desbancado ex-secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Contra todo pronóstico, Pedro Sánchez vuelve a la secretaría general del PSOE al obtener una victoria aplastante frente a su contrincante andaluza y candidata del sistema. Mientras esto sucede, Pablo Iglesias, por su parte, presenta una moción de censura contra Rajoy en el parlamento, la tercera en 40 años de sistema constitucional en España. La moción de censura se celebra finalmente en mayo, y como era de esperar, no sale adelante, aunque el PSOE se abstiene en dicha votación.

El 17 de agosto se produce por segunda vez en la historia de España un atentado terrorista islámico, esta vez en Barcelona y Cambrils. El Estado Islámico se atribuye inmediatamente la autoría de la masacre en la que mueren 16 personas. A partir de ese instante, se produce un cruce de acusaciones entre la generalitat catalana y el estado español acerca de las medidas preventivas que se habían tomado para evitar dicho atentado. Pero por si todo esto no fuera ya demasiado espeluznante, el 25 de agosto se convoca una manifestación como condena por los atentados terroristas. La manifestación acaba siendo más un acto reivindicativo del independentismo catalán que una repulsa por el atentado. El rey Felipe VI y Rajoy, los cuales acuden a la manifestación, son abucheados masivamente por los asistentes, mientras desde diversos sectores catalanes se culpabiliza al estado español de los atentados y se realizan actos en solidaridad con el mundo islamista. Pocos días después, ya en septiembre, comienza uno de los periodos más turbulentos de la historia de España; El desafío secesionista en su máximo apogeo. Los días 6 y 7 de septiembre, el parlamento catalán vota a favor de convocar el referéndum, así como la “Constitución provisional catalana” que entrará en vigor después del resultado de dicho referéndum. En ese momento, todos los medios de comunicación, así como determinadas voces dentro del mundo político, económico y social piden a Rajoy que active ya el artículo 155 antes de que sea demasiado tarde. Rajoy, una vez más, vuelve a hacer oídos sordos y decide esperar una vez más. Tras ser anulada por el TC la convocatoria del referéndum, así como la “Constitución provisional catalana”, los independentistas siguen adelante. Es entonces cuando, en un clima de altísima tensión, Rajoy mantiene que el referéndum no se celebrará y envía unidades policiales procedentes de toda España hasta Cataluña para evitar que la consulta se produzca. 

Finalmente, el 1 de octubre de 2017 se celebra el referéndum secesionista en un ambiente de máxima tensión, con disturbios en la calle entre los independentistas y la policía, los cuales se ven indefensos ante la traición que los mossos de escuadra han realizado al no apoyarles en el retiro de urnas y cierre de los colegios electorales. Tras esto, la policía se retira y el referéndum continúa celebrándose. El estado español se ve completamente humillado y ultrajado frente a los independentistas. Esa misma noche, Mariano Rajoy anuncia triunfante en rueda de prensa desde el palacio de la Moncloa ante la estupefacción del pueblo español que “El referéndum no se ha celebrado”. Todo ello mientras los independentistas celebran la victoria frente al estado y la victoria del SÍ. Pero la situación no hace sino empeorar conforme pasan las horas; La policía se ve rodeada por los independentistas en los hoteles donde se hospedan, mientras en la calle imperan los disturbios. Frente a esto, la respuesta del estado es nula. Ya el 3 de octubre, y ante la falta de respuesta por parte del estado y con la fuga incesante de miles de empresas, el rey sale en un mensaje por televisión, donde pide que vuelva la normalidad constitucional a Cataluña y pide “A todos los poderes del estado que tomen las medidas oportunas”. Podemos decir con esto que el rey lanzó un mensaje contra la inacción del gobierno y pidió que éste tomará las medidas concretas para detener la anarquía en la que se encontraba Cataluña. Rajoy, incluso en ese grave momento, se muestra escéptico de implantar el 155 de la constitución. Finalmente, el 10 de octubre, Puigdemont comparece en el parlamento catalán y anuncia la independencia catalana aunque la suspende mientras el gobierno catalán llega a un acuerdo con el gobierno español. Tras esto, Rajoy activa a regañadientes el artículo 155 de la constitución, con el apoyo limitado de Pedro Sánchez y de Albert Rivera. En una situación insólita, Rajoy pregunta en los días posteriores a Puigdemont sobre si éste había declarado o no la independencia, para que en caso negativo, la aplicación del 155 no se llevase a efecto. Puigdemont, tras contestar confusamente en un primer comunicado, responde que la independencia no se ha proclamado. Aun así, la presión que se ejerce sobre el gobierno desde diversos sectores es tal que Rajoy no tiene otra opción que llevar el 155 al senado. Puigdemont por su parte, en un último intento de dar un paso atrás, intenta acordar con el gobierno la convocatoria de elecciones a cambio de que él no sea detenido. Ante la respuesta negativa por parte del gobierno, Puigdemont vuelve a dar marcha atrás en su marcha atrás y continúa su camino hacia la independencia. 

Finalmente, el 27 de octubre de 2017, el parlamento catalán aprueba la Declaración Unilateral de Independencia y se da paso a la República Catalana. Mientras esto sucede, en el senado se aprueba la aplicación del artículo 155 de la constitución. Tras dicha aprobación, Rajoy anuncia por televisión en una rueda de prensa desde Moncloa la destitución del gobierno de Puigdemont, el control de la generalitat por parte del gobierno español, la convocatoria de elecciones anticipadas en Cataluña, y el recurso ante el TC de la DUI, la cual queda anulada con efecto inmediato por dicho tribunal. Sólo tres días después de estos hechos y ante la ineptitud absoluta por parte del gobierno español, Puigdemont huye hacia Bruselas burlando todos los controles policiales. Todo ello ante el asombro de todos los españoles, los cuales no daban credibilidad a todo lo que estaban viviendo en esos históricos días. Tras esto, el vicepresidente catalán, Oriol Junqueras y varios consejeros del gobierno catalán son detenidos y llevados a prisión. Finalmente, y tras dos meses de una aplicación light del artículo 155, se celebran elecciones autonómicas en Cataluña, las cuales dan de nuevo la victoria por mayoría absoluta al bloque independentista. El partido de Ciudadanos gana las elecciones pero se queda muy lejos de una mayoría que le permita gobernar. El PSC no alcanza los resultados esperados, y el PP se lleva el mayor batacazo electoral que un partido constitucional ha obtenido en unas elecciones autonómicas desde la implantación de la constitución española. A partir de entonces se suceden las voces que piden insistentemente un adelanto electoral en toda España y la retirada de Mariano Rajoy del gobierno como consecuencia de su ineptitud a la hora de abordar un conflicto político de estas graves características. Rajoy, vuelve a ignorar dichas reclamaciones, no asume errores por la gestión de la crisis catalana y anuncia que no convocará elecciones anticipadas, ya que según su criterio; “Eso es lo que le faltaba ya a España”.

Después de este escenario llegamos al año actual, al año 2018. A 2 de marzo del presente año, Cataluña sigue sin gobierno. El nuevo presidente del parlamento, el independentista Roger Torrent, propuso a Carles Puigdemont en el mes de enero para ser investido como presidente nuevamente. Puigdemont, todavía en Bruselas, no asomó ni siquiera la cabeza por España y el pleno de investidura quedó suspendido. En el día de ayer, el propio Puigdemont anunció en un comunicado desde Bruselas su “Renuncia provisional” a presentarse nuevamente como presidente de Cataluña, y respaldó al líder de la Asamblea Nacional Catalana, el radical Jordi Sánchez (El cual se encuentra en prisión) como nuevo candidato a la presidencia catalana. A partir de ahora todo lo que ocurra es una incógnita. Nadie sabe lo que va a ocurrir ni cómo puede terminar este conflicto. Hace unos días, el rey Felipe VI recibió un abucheo generalizado en Barcelona cuando se dirigía a inaugurar el Mobile World Congress. El monarca fue recibido al son del himno de Riego y despedido con una cacerolada monumental en la capital de Cataluña. A día de hoy, el gobierno mantiene aún el control de la generalitat gracias al artículo 155, el cual continúa vigente, y hay quien cree que por mucho tiempo, ya que la falta de gobierno y la crisis interminable provocará que esta medida constitucional deba prorrogarse en el tiempo. Por otro lado, el gobierno vasco ya está redactando una reforma del estatuto de Gernika, el cual incluye la posibilidad de realizar un referéndum por parte del País Vasco para separarse de España. Por su parte, todas las encuestas otorgan en estos instantes la victoria de Ciudadanos en unas eventuales elecciones generales. Albert Rivera podría ser presidente del gobierno si las urnas confirman lo que las encuestas están vaticinando ya. Personalmente creo que el próximo presidente del gobierno será, esta vez sí, Pedro Sánchez y no Albert Rivera, aunque eso por supuesto es sólo mi opinión. Lo que está claro es que o bien Albert Rivera o bien Pedro Sánchez (Pablo Iglesias que se olvide directamente de serlo) será el próximo presidente del gobierno de España de aquí a no mucho tiempo, como muy tarde en 2020.

¿Y Mariano Rajoy?, ¿Qué será de él a partir de ahora?. El heredero de Aznar ya no cuenta ni siquiera con el beneplácito de aquél que en agosto de 2003 lo designó como el “Heredero de España” debido a la decepción que le ha supuesto al ex-presidente del gobierno las formas de gobernar de su sucesor y heredero. Las relaciones entre ambos están ya completamente rotas y el ex-presidente apuesta ya abiertamente por Albert Rivera como solución a todos los males que asolan España en estos momentos. Sin embargo, quizás Aznar deba ser más precavido y no inmiscuirse en el escenario nacional, ya que ésta y no la “Bonanza económica” es la verdadera herencia que deja como legado. La herencia de dejar a aquél a quien él pensaba que podría usar como un buen títere y que finalmente le salió rana. Mariano Rajoy ha sido pues el mayor legado que ha dejado José María Aznar. Sus graves errores en su segunda legislatura nos dejó como legado a corto plazo la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero. Ahora, 15 años después de su despedida, su legado a largo plazo se llama Mariano Rajoy. Tanto Zapatero como Rajoy representan lo peor de la España del Régimen del 78, siendo el 11-M el origen de sus liderazgos y el inicio de nuestras desgracias como país. Ambos personajes han sido los que han contribuido decisivamente a poner fin al sistema constitucional de 1978, lo cual no deja de ser paradójico, ya que si a alguien hay que agradecerles el fin de este Régimen son a ellos dos. Por lo tanto, y volviendo a Aznar, que no se inmiscuya mucho en política, ya que no se le debe olvidar que es él el responsable indirecto de lo ocurrido en España en los últimos quince años.

La cuestión ahora es; Tras quince años de liderazgo en el PP y seis liderando España, ¿Cuándo y cómo será el final político de Mariano Rajoy? Ningún presidente español ha salido de buenas formas del gobierno; Adolfo Suárez se fue del ejecutivo tras un golpe de estado. Leopoldo Calvo Sotelo después de hundir a su propio partido. Felipe González salió del gobierno con una crisis económica y una corrupción generalizada que a punto estuvo de llevarse por delante el sistema constitucional y a la monarquía en los 90. José María Aznar se fue tras el mayor atentado terrorista perpetrado en nuestro país y con el país inmerso en una guerra a la que nadie nos había llamado. José Luis Rodríguez Zapatero salió del gobierno dejando al país en quiebra, en una crisis económica y social sin precedentes, y con cinco millones de parados a sus espaldas. ¿Cómo y cuándo acabará Rajoy? Por el momento ya ha anunciado en todas las ocasiones que se le presentan que volverá a ser por sexta vez consecutiva candidato a la presidencia del gobierno y que su objetivo es agotar la legislatura como sea. Y como en el PP existe menos democracia interna que en el partido comunista ruso, sus componentes aceptarán sin más la decisión personal que tome su líder. Otra cosa bien distinta es su continuidad o no en el gobierno después de las elecciones generales de 2020. Personalmente creo que esta será su última legislatura, ya que su gestión sobre la crisis catalana ha ido demasiado lejos y está arrastrando al país, a la monarquía y al sistema constitucional del 78 a su desaparición, y es por ello por lo que ningún partido apoyará su continuidad después de 2020, independientemente de los votos y los escaños que saque (Siempre que no sea con mayoría absoluta, claro está). 

Debido al legado que deje en el momento en que abandone el gobierno cabe preguntarse ¿Cuál será ese legado? Ya hemos visto el legado que dejaron sus predecesores al abandonar el gobierno, a cada cual peor que el anterior. ¿Logrará Mariano Rajoy superar a sus predecesores y dejar una España aún peor que la que dejaron éstos? Todo parece indicar que sí, pero cuidado. Estamos a dos años de que acabe la legislatura, por lo que Mariano tiene aún tiempo de sobra para empeorar más si cabe la gravísima situación por la que atraviesa el país en estos instantes, y si hay algo que hemos aprendido con Mariano en sus quince años como líder del PP y en sus seis como presidente del gobierno, es que siempre tiene un as en la manga, por lo que nunca se sabe por dónde nos puede sorprender este personaje que ha sido, queramos o no, una figura relevante durante estos históricos y convulsos quince años en la historia de España.