Hace ahora justo cuatro años escribí aquí acerca de los resultados de las elecciones municipales y autonómicas de 2015. El titular de dicha entrada era "24-M; España no paga traidores". Pues bien, cuatro años después debo reconocer que me equivoqué profundamente en ese titular. España sí paga a traidores, y muy gustosamente, hay que decir. Los resultados de esta noche electoral en la que hemos vuelto a votar, esta vez a los ayuntamientos, CCAA (Aquí en Andalucía no, ya que las celebramos en diciembre) y al parlamento europeo, confirman la victoria rotunda de la izquierda y del PSOE tanto a nivel municipal, como autonómico, como europeo. Una victoria que premia la mayor traición cometida por un partido nacional hacia su país, como es la traición constante de la que viene haciendo gala el PSOE de Pedro Sánchez desde que éste ganase la moción de censura en junio de 2018. En lo que respecta a los otros traidores debo decir, cuando estoy escribiendo esto a la una menos diez de la noche, que a estas alturas del escrutinio se puede confirmar que el PP sólo podrá gobernar en la Comunidad de Madrid y en el ayuntamiento de la capital, contra todo pronóstico, dicho sea de paso.
Quiero centrarme primeramente en el partido que por desgracia ha ganado las elecciones: El Partido Socialista Obrero Español. Se confirma pues la revalida de los resultados electorales de hace un mes. Los socialistas vuelven a ganar de forma holgada sin que a los españoles les importe una mierda su país. Algo que por supuesto quedaba ya fuera de toda duda pero que corrobora ese sentimiento de asco, repugnancia e indiferencia que los españoles sienten hacia su propia nación. Tras ver cómo la nueva presidenta del congreso de los diputados, Meritxell Batet, ha tardado varios días (Y en contra de su voluntad) en suspender a los diputados independentistas, rozando el delito de prevaricación, y ver también cómo el nuevo presidente del senado, Manuel Cruz, afirmaba que dar la absolución a los presos golpistas sería un primer paso para la reconciliación, los españoles han vuelto a confiar masivamente en el PSOE aun sabiendo perfectamente que el partido que lidera Pedro Sánchez representa la opción política del odio y el resentimiento contra España y todo lo que ella representa. Lo dije hace un mes y lo vuelvo a decir; Para mí el partido socialista, sus políticos, sus militantes y sus votantes no me difieren en nada de los políticos, militantes y votantes de ERC y Bildu. El PSOE es un partido que desde hace 140 años lleva ansiando la destrucción de nuestro país, y debo decir que esta ocasión que se les presenta será la definitiva para poder llevar a cabo sus objetivos.
España tendrá a partir de ahora todo lo que se merezca. Ante un PSOE dispuesto a arrasar España con tal de seguir gobernando sobre sus cenizas, nos esperan cuatro años de interminable agonía mientras la izquierda acaba con España y la derecha sólo observa en ver cómo ocurre. A partir de ahora, y tras acabar por fin este martirio electoral que ha durado meses, Pedro Sánchez tiene dos opciones: O bien pactar con Rivera y establecer las líneas de un programa progre, o bien llegar a un acuerdo de gobierno con Iglesias y los podemitas. Personalmente ya he dicho que creo que Sánchez optará por lo primero y accederá a nombrar a Rivera vicepresidente antes que a Iglesias, pero aquí nada es descartable, y más en un escenario como el que viene ahora, en el cual Sánchez tiene las manos libres para negociar con quien él quiera sin darle explicaciones a nada ni a nadie. Ni siquiera a aquellos a los que en la jornada del 28-A gritaban frente a él "Con Rivera no". A pesar del desprecio, del asco y del odio que me produce el PSOE debo reconocer que se han llevado todos los gatos al agua. Los resultados de las generales y los de esta noche colocan a los de Sánchez en una posición que hace sólo un año era impensable. El PSOE era hace sólo un año un partido en descomposición, al igual que su líder, pero gracias a la inestimable ayuda de un personaje llamado Mariano Rajoy, el partido que propiciara en 1934 un golpe de estado y en 1936 la guerra civil ha acabado volviendo a la primera línea de la política, volviendo a recuperar plazas electorales tanto nacionales, como autonómicas, como locales que hace unos meses resultaban inimaginables. Aquí en Sevilla, el PSOE ha ganado rozando la mayoría absoluta, lo cual le permitirá a Juan Espadas consumar su ansiado y grotesco proyecto de llevar el tranvía hasta Santa Justa. Un escenario electoral que hace un año resultaba más complicado de producirse, pero que gracias al auge de votos y apoyos que ha venido obteniendo el PSOE desde su vuelta al gobierno de España ha hecho posible que tanto aquí en Sevilla como en otras muchas ciudades de España, el socialismo pueda seguir saqueando las arcas públicas.
Si finalmente se confirman los rumores que algunos apuntan, el actual presidente del gobierno en funciones pactará con Iglesias, así como con ERC, Bildu y PNV para formar gobierno, asumiendo con ello un referéndum de independencia en Cataluña y puede que en el País Vasco, ya que tras la jornada electoral de esta noche y con los resultados obtenidos en Navarra, el bloque nacionalista puede gobernar en Navarra. Un bloque nacionalista que ya ha advertido que su apuesta si gobiernan es la de disposición transitoria cuarta de la constitución para integrar a Navarra dentro de la comunidad autónoma vasca. He aquí al primero de los muchos peligros a los que se enfrenta España a partir de ahora. Con los resultados obtenidos esta noche, los nacionalistas vascos y navarros podrán alcanzar su ansiado sueño de ver a Navarra integrada dentro del País Vasco, lo cual reforzará el objetivo independentista de ambos nacionalismos, que ya están trabajando en este asunto con la reforma del estatuto de Guernika. Y a no perder de vista los resultados de Baleares, donde el PSOE ha ganado por primera vez en su historia en las islas del Mediterráneo, y en donde el independentismo comienza a golpear fuerte en Mallorca gracias a la gestión de promoción de este fenómeno del PSOE (Que alcanzó el gobierno mediante pactos postelectorales en 2015 tras perder) en las islas. Un apoyo por parte del PSOE que ahora se hará aun más patente tras esta victoria electoral en Mallorca.
Y por supuesto, a no dejar de vigilar a Barcelona, donde ERC le ha ganado las elecciones municipales a la defensora de los okupas, Ada Colau, reforzando con esto el apoyo independentista de Barcelona a la secesión catalana. Además de esto, el fugitivo Puigdemont ha logrado obtener un escaño como eurodiputado en Bruselas, lo cual permitirá a los independentistas internacionalizar aun más el escenario golpista que se vive en Cataluña. Por otra parte, es curioso como tanto la posibilidad de que gobierne en Navarra aquellos que han defendido aplicar la disposición cuarta de la constitución, así como el hecho de que los independentistas hayan tomado el control del ayuntamiento de Barcelona, y el hecho de que un golpista fugado de la justicia haya sido elegido, pudiendo hundir desde su nueva posición a España hayan sido comentados por encima en los medios de descomunicación. Todo se ha tapado bajo el gran resultado electoral de los socialistas, dejando de lado estas cuestiones que son las verdaderamente importantes en este sentido. Pero como sabemos, España es un país que se encuentra en estado de transición para su disolución, por lo que ya no debemos echarnos las manos a la cabeza en este escenario de caos en el que se encuentra sumida España. ¿Que en la segunda ciudad más importante de nuestro país van a gobernar los independentistas después de un golpe de estado? Qué más da. ¿Que un prófugo de la justicia que ha dado un golpe de estado contra España va a tener voz y voto en el parlamento europeo, pudiendo dejar por los suelos a España? Qué más da. ¿Que estamos a punto de vivir una segunda rebelión contra el estado, esta vez desde Vitoria y Pamplona? Qué más da. ¿Que en Baleares han ganado aquellos que están promocionando el independentismo en estas islas? Qué más da. Lo más significativo de jornadas como las de hoy son si los novios van vestidos de boda a votar, o si alguien disfrazado de payaso está en la mesa electoral, o si algún abuelete se ha liado con las papeletas. Eso es lo verdaderamente importante y no lo que pase a partir de ahora.
Ahora me quiero centrar en el PP. Ese partido que ha montado hace tan sólo una hora un escenario a contrarreloj en la sede de Génova para festejar que aun habiendo perdido pueden gobernar en la Comunidad de Madrid y en el ayuntamiento de Madrid cuando las encuestas les daban como perdedores sin posibilidad alguna de gobernar. Se ve que para los populares, el haber obtenido el peor resultado electoral en unas municipales, autonómicas y europeas no les resulta motivo suficiente para agachar la cabeza y reconocer el batacazo que se han pegado esta noche. El Partido Popular pierde por primera vez en treinta y cuatro años el gobierno de Castilla y León. Pierden de nuevo en Extremadura y es bastante probable que pierdan el gobierno de Murcia tras veintitrés años. Pierden el gobierno de La Rioja también tras veintitrés años de gobierno y vuelven a perder en Castilla la Mancha, así como en Canarias, Cantabria, Asturias, etc. Pero lo verdaderamente importante es que de doce comunidades autónomas donde se presentaban, pueden gobernar solamente en una aunque también hayan perdido en ésta, lo cual es según ellos motivo suficiente para festejar algo en Génova esta noche. Por cierto, ¿Cómo venderán ahora los populares su posible pacto con aquellos con los que hace sólo unas semanas definió Casado como "Ultraderecha"?. Me parece que Pablo se lo va a tener que currar bastante con estas idas y venidas de amor-odio con respecto a VOX.
En fin, se ve que los de Pablo fraCasado han visto este resultado inesperado en Madrid como un regalo caído del cielo para tapar la que ha sido en un sólo mes dos de sus mayores derrotas electorales consecutivas. Y se ve también que estos tipejos traidores no han aprendido absolutamente nada un año después de haberles entregado, y muy gustosamente en bandeja de plata, el gobierno de la nación al PSOE de Sánchez que ahora está más crecido que nunca ante estas dos victorias consecutivas. Dos victorias consecutivas que le dan permiso para desestructurar España en estos cuatro años ante la pasividad absoluta de los que hace un momento parecía que festejaban en Génova que habían ganado por mayoría absoluta las elecciones autonómicas, municipales, europeas y generales de un solo golpe.
Sin ser madrileño, me alegro que un personaje miserable y proetarra como es Manuela Carmena haya sido mandada de vuelta a su casa, de donde jamás debió salir. Pero esa salida no era en cambio merecedora de que fuese acompañada de una vuelta de los populares al consistorio de la capital de España. Sin ser santo de mi devoción ni ella ni su partido, creo que Begoña Villacís era más merecedora de ocupar la plaza de Cibeles que el desconocido Martínez-Almeida. Para los populares, esta única posibilidad de formar gobierno les resultará más que suficiente para acallar los rumores de cambio de liderazgo de un Pablo Casado que ha recogido aquello que ha sido verdaderamente el legado de Mariano Rajoy: La fractura de la derecha española. Como ya dije hace un mes, aunque estos resultados de hoy y los de las generales han sido responsabilidad de la pésima gestión de Rajoy durante sus siete años al frente del gobierno, eso no excusa que Casado no deba dar un paso atrás y presentar su dimisión. Estos resultados son humillantes para un partido que hace sólo ocho años ganó por mayoría absoluta en todas las comunidades autónomas y ayuntamientos de las capitales en España. Un verdadero líder y un partido serio asumirían el fracaso absoluto de los resultados de esta noche. En lugar de eso, se dedican a celebrar la única victoria que han obtenido y a tapar el peor resultado electoral de su historia en unas municipales. Como bien diría Manuel Fraga (El cual creo que se volvería a morir viendo a su partido en estas condiciones), "Spain is diferent". De momento veamos cómo evolucionan los acontecimientos desde Galicia, donde el PP ha sufrido también una gran derrota en las municipales. Feijoo, ante este mal resultado en su tierra puede frenar de momento su bajada a Madrid para destronar a Casado. La cuestión es ¿Cuánto esperará?.
En lo que respecta a Podemos, a Ciudadanos y a VOX debo decir que estamos ante la historia de un fracaso. Los podemitas han perdido, con la excepción de Cádiz, todos los gobiernos que obtuvieron en 2015. Ciudadanos por su parte no ha conseguido el sorpasso al PP ni ha conseguido ni una sola capital ni CCAA en estas elecciones. VOX por su parte ha demostrado ser un fracaso. Lo digo tal y como lo siento. Los de Santiago Abascal creyeron que podrían lograr un gran resultado en las generales y para sorpresa de todos sólo se quedaron en 24 diputados. Ahora se esperaba que con las elecciones de hoy se iba a producir un resultado más beneficioso para la formación conservadora, siendo finalmente un fiasco dicho resultado. VOX podrá ser determinante para poder mantener o llevar al PP a alguna comunidad autónoma y/o ayuntamiento, pero nada más. Lo vivido en Andalucía en diciembre fue un espejismo, donde algunos creímos que quizás los de Abascal podrían conseguir algo más que ser un partido bisagra de la derecha. No ha sido así. En lo que a mí respecta, no creo que vuelva a votar a VOX después de hoy. No porque me hayan defraudado, en absoluto. Sino porque se ha visto demostrado que la formación conservadora no podrá llegar jamás a ser la alternativa de derechas en España. Nos guste o no, la alternativa a este PSOE sediento de sangre y de venganza sólo pasa por lo que ciertamente Abascal denominó "La derechita cobarde" (El PP). Y si en todo caso la formación de Casado continúa de forma imparable su derrumbe, los veletas de C's ocuparán su lugar.
En resumen; No existe una alternativa conservadora real en España que pueda hacer frente a un psicópata narcisista como Sánchez ni a sus vomitivos socios de gobierno, lo cual confirma que los españoles de bien estamos perdidos ante el grave y peligroso escenario que se nos avecina.
Por mi parte ya lo advertí cuando se produjeron los resultados del 28-A; España se suicidaba con estos resultados. Los españoles habían optado por hacer volar en mil pedazos nuestra nación al votar al peor jefe del gobierno que ha tenido España en un siglo. Los españoles, como pueblo ignorante y odioso con su propio país, su historia y sus tradiciones, culturas y señas de identidad, prefirieron votar con una mezcla de odio y miedo hacia aquellos a los que muchos denominaban "La extrema derecha". Ahora tendremos, si como algunos siguen insistiendo, a la extrema izquierda y a los sublevados y asesinos en el gobierno de España. Pero nada importará eso, ya que los españoles perdonan todo a su amada izquierda. De hecho se le ha perdonado, e incluso se ha olvidado que la propia izquierda que nos lleva directa hacia el abismo fue la misma que ya nos condujo al enfrentamiento civil hace ochenta años. Es lo que tiene la "Desmemoria histórica", y ya se sabe lo que ocurre con un país que olvida su historia...
Con estos resultados de hoy se corrobora el suicidio de España y el deseo firme de los españoles de inmolarse como comunidad social. Tras esta noche vendrán tiempos aún más oscuros para nuestra nación. Tiempos en los que veremos acontecimientos de todo tipo. Acontecimientos que vendrán de forma imparable porque ese escenario es el que han votado los españoles con gran entusiasmo. La izquierda comenzará ahora su peculiar poda en la que se llevará por delante todo cuanto encuentre en su paso, incluida la unidad territorial de España, la constitución de 1978 y la monarquía borbónica (Esto último quizás sea lo que más me alegre, ya que los Borbones, como buenos traidores, no se merecen otra cosa). Y lo peor de todo es que tras esta plaga que se nos viene encima, los españoles, o lo que quede de España por entonces, volverán a depositar su confianza en los mismos dentro de cuatro años para que "Los otros no acaben con esto". Esa es la realidad de España, la de un pueblo en el que una mitad odia a la otra mitad por los actos que realizaron sus abuelos. Esta es la realidad y este es el final de una nación repleta de viejos analfabetos y jóvenes filoterroristas, sedientos de odio y de venganza contra su país y todo aquello que represente lo contrario de sus ideales totalitarios. Con este tenebroso panorama, lo que venga a partir de ahora ya no tiene vuelta atrás.
lunes, 27 de mayo de 2019
miércoles, 22 de mayo de 2019
Juego de Tronos; Fin de partida
Hace unas cuarenta y ocho horas ha terminado una de las mejores series de televisión de todos los tiempos. Una serie que ha marcado un antes y un después en las producciones televisivas y que ha sabido narrar como ninguna otra las luchas por el poder y los entresijos de ésta. Me estoy refiriendo a Juego de Tronos. Una serie que podría perfectamente haber alcanzado la perfección si no hubiese sido por el declive de las últimas temporadas, las cuales estaban ya exclusivamente en manos de los productores y guionistas y no del escritor que dio vida hace 23 años a los Siete Reinos: George R. R. Martin.
Aviso para los que aún no hayan visto el último capítulo que van a leer la entrada con más spoilers que se puedan encontrar por ningún blog de Internet, por lo cual aviso que si siguen leyendo esta entrada lo hacen con mi advertencia previa de que voy a soltar lo más grande. El que avisa no es traidor.
Aviso para los que aún no hayan visto el último capítulo que van a leer la entrada con más spoilers que se puedan encontrar por ningún blog de Internet, por lo cual aviso que si siguen leyendo esta entrada lo hacen con mi advertencia previa de que voy a soltar lo más grande. El que avisa no es traidor.
Todos sabemos que Juego de Tronos es una serie que comenzó en 2011, la cual se basaba en la saga que George R. R. Martin creó en 1996 y que aun hoy en día está sin concluir. Creo que todos los que hemos seguido la serie sabemos que la serie que hace ocho años estrenase HBO seguía, no al 100%, pero sí a un 85% las luchas por el poder que Martin narra en sus obras. ¿Qué sucede en un determinado momento? Que George R. R. Martin se quedó atrás a la hora de escribir la saga cuando la serie alcanzó en la quinta temporada a los libros. Hasta entonces Juego de Tronos era una serie imprevisible, única, espectacular e intrigante. Tras la quinta temporada vendría la sexta, la cual en mi opinión mantenía un buen nivel a pesar de que la serie iba ya por un camino distinto al del autor de la saga. El problema viene a partir de la séptima, en donde los productores deciden despojar a Juego de Tronos de sus elementos principales y sustituirlos por otros. De las intrigas palaciegas, las luchas de poder y las estrategias de la guerra se pasa a una serie en la que el espectáculo es el único y principal protagonista. Todo vale con tal de que el espectador acabe boquiabierto al acabar un episodio en el que una batalla o un suceso repleto de acción ha tenido lugar.
De ahí pasamos a la octava temporada, la cual ha terminado hace unas horas y que nos ha dejado a todos con un mal sabor de boca. Algunos incluso están reuniendo firmar para exigir que se ruede nuevamente la octava temporada pero con unos nuevos guionistas. Seguidores del personaje de Daenerys Targaryan, los cuales se han visto humillados y engañados por HBO al ver cómo su personaje ha caído también en la locura por la que tan memorablemente es conocida todos sus antecesores familiares de la dinastía Targaryan. Pues bien, anoche se produjo el final a ocho años de intrigas y de luchas de poder. Un final que a mí personalmente no me ha gustado nada, pero no por la cuestión de Daenerys, que a fin de cuentas su desenlace es lo que más me ha gustado, sino por otras cuestiones. Voy pues al lío.
Empiezo por la propia Daenerys, la cual como todos sabemos es asesinada en el último capítulo por su sobrino/amante, Jon Snow, tras comprobar éste cómo Daenerys se convierte en una genocida y en una líder totalitaria, dispuesta a todo con tal de alcanzar ese "Mundo mejor" del que ya se venía hablando desde temporadas pasadas. En lo que a mí respecta, esta es la parte que mejor ha salido parada en el final de la serie. Ya se había dicho por activa y por pasiva que Juego de Tronos no iba a tener un final feliz. Creo que el declive, la locura y la muerte de Daenerys era algo lógico e incluso necesario en la trama. ¿Cuál es el problema? Pues que los guionistas se han encargado de convertir el descenso a los infiernos de la Khalessi en algo nada creíble. ¿Por qué? Por la sencilla razón de haber abreviado y apresurado los acontecimientos en esta última temporada. ¿Es creíble que Daenerys acabase sufriendo la misma enfermedad que su padre? Sí, totalmente. ¿Es creíble que debido a esa locura Daenerys se convirtiese en una tirana dictatorial? Sí, absolutamente. ¿Es creíble entonces que muera asesinada por Jon Snow? Rotundamente sí. El problema, insisto, ha sido la rapidez con la que los guionistas han hecho que Daenerys pasase a ser una líder que en teoría buscaba justicia y bienestar para su pueblo a convertirse en una genocida que por venganza decide saquear Desembarco del Rey. Si a mi me preguntasen si me gustaba desde primera hora el personaje de Daenerys diría que no. Todo personaje que se sustente en principios populistas me aburren y me parecen odiosos, y más si sus aduladores son la izquierda progre. Por todos estos motivos creo que el final de Daenerys era el que tenía que ser, pero vuelvo a lo de antes. Por culpa de unos guionistas deseosos de acabar cuanto antes esta serie, la trama final de la locura y la caída de Daenerys no es creíble por su rapidez.
Algunos aduladores progres llevan afirmando desde la semana pasada que todo ha sido un giro inesperado del guión para dejar en mal lugar a Daenerys. Todo lo contrario. Si algo, por lo menos en mi opinión, se veía venir de lejos era la locura de Daenerys al mandar asesinar, calcinar, o crucificar a sus enemigos y a todos sus oponentes, lo cual ya dejaba a entrever que su visión de cambiar el mundo no era tan idílica como algunos creían. Yo personalmente ya veía desde las últimas temporadas a la Madre de Dragones como una líder totalitaria que en nada se diferenciaba de Cersei Lannister. Por eso es por lo que la trama de su locura y su caída no me ha sorprendido en absoluto, sino que la esperaba y la deseaba, ya que era el final que Daenerys Targaryan se merecía. Un final que dicho sea de paso podría haberse hecho de otra forma, ya que el personaje de Daenerys, como el de todos los personajes de Juego de Tronos, merece una muerte más grandiosa. Quizás si hubiese sido asesinada por Jon en el mismo Trono de Hierro hubiese supuesto un final más mítico. Aún así, el hecho de que Drogo (El dragón) decida antes de llevársela calcinar aquello que se supone es a fin de cuentas el origen de todas las desgracias ocurridas, el Trono de Hierro, le da un toque metafórico a cómo el poder es al fin y al cabo el causante de la decadencia de sus gobernantes y de los males de una nación.
Otra cuestión interesante es ver cómo la masa progre e izquierdista ha defendido y justificado en la última semana la masacre perpetrada por la Rompedora de Cadenas en Desembarco del Rey. Es curiosa la forma que tiene la izquierda de ver la vida. Si quien hubiese perpetrado tal carnicería hubiese sido un hombre o incluso Cersei, la muchedumbre progre hubiese estallado, pero al ser Daenerys quien perpetró dicho genocidio, éstos se amparaban en las traiciones por las que estaba rodeada la hija del Rey Loco, y por la desconfianza que ella sembraba entre los suyos. Es decir, para la izquierda y para los progres cualquier acto violento es justificable siempre y cuando lo realice un líder, aunque en este caso sea en la ficción, que represente los ideales que éstos defienden. Si lo realiza cualquier otro, probablemente los aduladores de la Khalessi estarían en estos momentos exigiendo la cabeza del director de HBO. Por cosas como estas son por las que Juego de Tronos representa mejor que ninguna otra serie la política mundial, ya que hace posicionarse a algunos mostrando su postura más hipócrita.
Otra cuestión interesante es ver cómo la masa progre e izquierdista ha defendido y justificado en la última semana la masacre perpetrada por la Rompedora de Cadenas en Desembarco del Rey. Es curiosa la forma que tiene la izquierda de ver la vida. Si quien hubiese perpetrado tal carnicería hubiese sido un hombre o incluso Cersei, la muchedumbre progre hubiese estallado, pero al ser Daenerys quien perpetró dicho genocidio, éstos se amparaban en las traiciones por las que estaba rodeada la hija del Rey Loco, y por la desconfianza que ella sembraba entre los suyos. Es decir, para la izquierda y para los progres cualquier acto violento es justificable siempre y cuando lo realice un líder, aunque en este caso sea en la ficción, que represente los ideales que éstos defienden. Si lo realiza cualquier otro, probablemente los aduladores de la Khalessi estarían en estos momentos exigiendo la cabeza del director de HBO. Por cosas como estas son por las que Juego de Tronos representa mejor que ninguna otra serie la política mundial, ya que hace posicionarse a algunos mostrando su postura más hipócrita.
Continúo con los Stark, los cuales han sido los más beneficiados a la hora de ganar esta gran partida de ajedrez llamada Juego de Tronos. Los de Ned Stark, y aquí incluyo también a Jon Snow que aunque no era su hijo sí era su sobrino, han sido los que se han llevado el gato al agua en esta lucha continua de poder que finalmente ha obtenido el peor resultado posible. Brandon Stark, el cual es en mi opinión el mal personificado, es quien se lleva el premio al obtener contra todo pronóstico el trono de Poniente. Y es que si uno lo analiza bien es lo más "Lógico", ya que Bran Stark tras convertirse en el Cuervo de Tres Ojos se transforma en un ser absolutamente oscuro y frío, capaz de no tener sentimientos por nada ni por nadie pero que por el contrario es el único capaz de ver el futuro y de cambiarlo a su antojo. Sin decir ni una sola palabra y sin mover un solo gesto, el pequeño de los Stark acaba destruyendo uno por uno a sus rivales al trono. Con esta estrategia, Bran se marca un Mariano Rajoy, consiguiendo el poder sin mover un sólo dedo. Una estrategia que deja a Bran como un auténtico psicópata, el cual podría haber ahorrado y evitado un gran derramamiento de sangre durante gran parte de la trama pero que prefiere obviar con el fin de conseguir su desconocido sueño por ocupar el Trono de Hierro. Si hay alguien en la serie que verdaderamente es el Maquiavelo de la serie es el propio Bran al permitir todo lo ocurrido, lo cual hace que la serie no tenga ese sabor agridulce que los propios productores afirmaron. No existe ningún final agridulce, sino un final agrio. Daenerys consigue derrocar a Cersei, convirtiéndose la Madre de Dragones en la Stalin de Juego de Tronos. Daenerys con su muerte da paso al villano que sabía todo lo que estaba por ocurrir y que tenía la "Sartén por el mango" a la hora de cambiar el curso de la historia.
Y es que el propio Bran podía haber avisado con antelación a su primo Jon Snow de lo que Daenerys pretendía hacer con Desembarco del Rey. El propio Bran podía haberle ocultado a Jon su verdadera identidad como Targaryan, con lo cual Daenerys, aun dentro de su locura, nunca habría visto peligrar su derecho al trono y puede que jamás hubiese conquistado la capital de los Siete Reinos a través de una matanza indiscrimianda. El silencio permanente de Bran fue a su vez su peculiar estrategia para hacerse con los ahora Seis Reinos. Si hubiese hablado podría haber salvado muchas vidas, y podría haber evitado un final que acaba con el destierro de su primo en el muro. Eso sí, no hubiese acabado en el no-trono (Ya que el Drogon lo destruye tras el asesinato de Daenerys), lo cual da una idea de la prudente a la vez que insasiable ambición del hijo de Ned Stark y Catelyn Tully por conseguir gobernar cueste lo que cueste. Lo dicho, quien finalmente se acaba sentando en el trono es el peor y más maquiavélico de todos los candidatos. Su simple respuesta a Tyrion cuando éste le ofrece el reino lo dice todo: "¿Por qué crees que vine hasta aquí?".
En lo que respecta a Sansa podemos decir que consigue en parte lo que ella quería. Creo que su verdadera ambición era la de gobernar los Siete Reinos, por eso ante la propuesta de Tyrion ella es la única que en cierta forma se niega a que su hermano sea proclamado rey. De esta forma, ante un escenario en el cual Bran consigue finalmente gobernar en Poniente, Sansa se marca todo un Puigdemont y proclama la independencia de Invernalia. Una proclamación que casualmente no tiene sentido ninguno, ya que por esa regla de tres, los otros seis reinos también podrían haber proclamado la independencia de sus territorios. Sin embargo y como el guión exige para acabar de una vez con la serie, el resto de señores no se opone a la independencia del norte, lo cual nos conduce a un escenario surrealista: Los Siete Reinos acaban siendo reinados por un miembro de una familia real extranjera, lo cual nos da una idea del despropósito de los guionistas a la hora de realizar este mal final. Por otra parte, ante un rey que segundos después de ser proclamado monarca se le independiza una parte de su reino y que ese territorio lo lidere su propia hermana no deja en muy buen lugar los dotes de liderazgo y autoridad del propio Bran.
Finalmente, Sansa consigue un doble objetivo: Proclama la independencia del norte y es proclamada reina de Invernalia, destronando a su vez a su primo, Jon Snow, el cual ya era el rey del norte, y lo hubiese seguido siendo de no haber sido por la propia traición de Sansa a quien hasta entonces creía que era su hermano. Con todo esto, Sansa consigue finalmente convertirse en una digna sucesora de Meñique, ya que aprende de sus estratagemas para alcanzar el poder. Finalmente, en la escena en la que Jon se despide de sus primos, Sansa se despide con un "Lo siento". Un perdón que ni los propios guionistas se creyeron cuando lo escribieron. La respuesta y la actitud de Jon Snow perdonando a su prima es aún más vergonzosa, ya que perdona sin más a quien le ha traicionado y arruinado su vida desvelando su secreto. Debo confesar que mientras escribo esto no sería nada descabellado pensar que en realidad todo estuviese planeado por Bran y Sansa, ya que fueron los únicos que se quedaron en el norte, lo cual les pudo dar tiempo para dar los retoques finales a su estrategia mientras el sur ardía en llamas. Sólo de esa forma se entiende que en menos de cinco minutos, dos Stark acaben gobernando reinos separados.
Debo añadir que antes de leer hace una semana el final filtrado en Reddit, apostaba porque Sansa fuese la futura reina de Poniente. El hecho de saber que Juego de Tronos está basado en parte en la Guerra de las Rosas me hizo suponer que Sansa acabaría reinando en Desembarco del Rey. Y es que el personaje de la hija de Ned Stark es un fiel reflejo de Isabel I de Inglaterra, con lo que si nos atenemos a que Enrique VIII de Inglaterra sería lo equiparable a Robert Baratheon, Joffrey Lannister a Eduardo VI y Cersei Lannister a María I, Sansa Stark lo es con Isabel I de Inglaterra. Y es que aunque finalmente no ha acabado reinando sobre Poniente sí ha conseguido en cambio reinar sobre Invernalia, lo cual nos recuerda en cierta forma a los reinados simultáneos entre Isabel en Inglaterra y su hermana María en Escocia.
Por otra parte tenemos al gran perdedor dentro de la casa Stark: Jon Snow (No olvidemos que Jon también es Stark), el cual acaba convirtiéndose en el nuevo matarreyes que pone fin a la vida de su tía y amante, Daenerys, siendo encarcelado y devuelto al muro como castigo. Un castigo que es incomprensible, ya que en el juicio a Tyrion que finalmente acaba siendo una reunión para diseñar el nuevo gobierno, nadie da la cara por Jon, aun sabiendo todos que Daenerys era una tirana que merecía morir y que había arrasado con fuego a una ciudad entera. ¿Por qué nadie sale en defensa de Jon? Otro fallo enorme de los guionistas, a los cuales ya les daba igual a estas alturas si había fallos relevantes o no con tal de acabar la serie cuanto antes. Si Tyrion, que es quien incita a Jon para que éste asesine a Daenerys no responde ante él a la hora en la que se habla sobre su futuro, ¿Por qué hace tal incitación si luego y ante el temor de los Inmaculados sólo ofrece su destierro?. Una actitud ridícula y absurda por parte tanto de Tyrion como del resto, los cuales parecen no sentir compasión alguna por Jon. Por otra parte cabe decir que si el problema radicaba en los Inmaculados y en Gusano Gris, lo acertado hubiese sido matar a éste, ya que era quien verdaderamente quería ver a Jon muerto. ¿Acaso era más justo condenar a quien había matado a su reina para salvar a un reino entero que a aquél a quien había arrasado y asesinado a todo aquel ciudadano que se encontraba por el camino?. Mientras Jon, que hace lo que es correcto, es desterrado, un criminal de guerra como Gusano Gris es perdonado, ofreciéndole el nuevo rey salir de Desembarco del Rey y fundar su propia casa. Viva la coherencia y la justicia en el nuevo gobierno.
En lo que respecta al personaje de Jon debo decir que al igual que Tyrion, su progreso en las últimas temporadas es nefasto. De ser un personaje tímido pero valiente y noble, pasa a ser alguien que no posee personalidad ninguna. En la penúltima y última temporada ha sido un personaje que apenas ha tenido peso alguno en el desarrollo de los acontecimientos. De hecho, hasta su escena dando muerte a Daenerys se ve un tanto forzada, ya que el personaje no es aquel que George R. R. Martin describía en sus libros. Los guionistas acabaron dando un papel a Jon de calzonazos frente a su tía/amante Daenerys, mientras que en este último capítulo sólo a ejercido de peón por parte de todos para alcanzar sus respectivos objetivos mientras él acaba reuniéndose con los salvajes en el muro (Por cierto, no sabía que los Caminantes Blancos habían sido tan educados de rehacerlo después de cruzarlo). Es en este momento donde parece que los guionistas deciden darle nuevamente cierta dignidad a Jon, el cual rechaza permanecer en el muro como guardián de la noche de nuevo y decide marchar sobre las tierras que se encuentran más allá del muro, donde posiblemente Jon se convierte en el nuevo rey de los salvajes. Un final algo digno para el personaje que estaba, según los guionistas y no George R. R. Martin, predestinado a gobernar los Siete Reinos.
Sobre Arya Stark no voy a decir nada, ya que me parece un personaje aburrido. Sus aventuras finalmente no han tenido sentido alguno para el final de la historia, salvo para matar cuan Chuck Norris al Rey de la Noche. El hecho de andar diciendo durante ocho años que mataría a Cersei para echarse a atrás cuando está a dos pasos de ella supone un sinsentido más en este personaje, el cual creo que debería haber desaparecido hace ya varias temporadas. Por cierto, en ese sentido me alegro de que no haya sido la propia Arya la que haya matado a Cersei, ya que bastante protagonismo extra ha ido cobrando durante esta temporada para que fuese ella quien de golpe y porrazo se cargase a dos personajes trascendentales en la historia. Su final, buscando aventuras y descubrimientos cuan Cristobal Colón corrobora mi idea de que su personaje no tenía sentido ninguno en el desarrollo de la trama.
Sobre Arya Stark no voy a decir nada, ya que me parece un personaje aburrido. Sus aventuras finalmente no han tenido sentido alguno para el final de la historia, salvo para matar cuan Chuck Norris al Rey de la Noche. El hecho de andar diciendo durante ocho años que mataría a Cersei para echarse a atrás cuando está a dos pasos de ella supone un sinsentido más en este personaje, el cual creo que debería haber desaparecido hace ya varias temporadas. Por cierto, en ese sentido me alegro de que no haya sido la propia Arya la que haya matado a Cersei, ya que bastante protagonismo extra ha ido cobrando durante esta temporada para que fuese ella quien de golpe y porrazo se cargase a dos personajes trascendentales en la historia. Su final, buscando aventuras y descubrimientos cuan Cristobal Colón corrobora mi idea de que su personaje no tenía sentido ninguno en el desarrollo de la trama.
Sobre Tyrion debo decir que es el gran ganador de la partida junto con los Stark. Un Tyrion que al igual que Jon se convierte en una sombra de lo que realmente fue gracias a la irresponsabilidad e inutilidad de los guionistas. De ser uno de los personajes más cultos, honorables y sabios de la serie, se acaba conviertiendo en una especie de fantasma que observa solamente y mal aconseja a Daenerys como Mano de la Reina y traiciona a sus "Amigos". La muerte de Varys en el penúltimo capítulo supone uno de los puntos más vergonzosos de toda la serie. ¿Cómo un personaje tan relevante y estratega como Varys que tan bien sabía jugar acaba siendo descubierto y ejecutado de una forma tan absurda?, y lo más surrealista, ¿Cómo es posible que ese alguien que lo descubre y lo delata resulta ser el propio Tyrion? Cabe recordar que Varys, bajo las órdenes de Jaime, libera a Tyrion cuando éste iba a ser ejecutado por su padre Tywin Lannister. ¿De esa forma le agradece Tyrion a Varys su salvación?. Dicha conducta tan traicionera resulta impropia de un personaje como Tyrion, el cual insisto se convierte en las últimas temporadas en un ser oscuro y sin carisma, todo lo contrario de lo que él era.
Tyrion finalmente se lleva la mejor parte, ya que también a base de traiciones consigue hacerse nada menos que con la "Jefatura del gobierno", es decir, consigue convertirse en Mano del Rey y gobernar los Seis Reinos ante un Bran que en el primer consejo privado anuncia que les deja gobernar mientras él se dedicará a entrar en trance para contactar con el dragón de Daenerys. Todo un sinsentido, ya que ¿Para qué desea Bran el dragón?, ¿Acaso quiere recuperarlo para intimidar a los ciudadanos si las decisiones que tome el nuevo consejo privado no son beneficiosas para el pueblo?. ¿Y cómo permite Tyrion que Bran contacte con el dragón después de haber servido como Mano de la Reina a Daenerys y ver los catastróficos resultados a la hora de usar los dragones?. Insisto, todo un sinsentido en el que Tyrion consigue convertirse verdaderamente en el auténtico soberano de los Seis Reinos, emulando a su padre Tywin. Por otra parte cabe decir que ¿Cómo se las arregla Tyrion para que en su propio juicio él, como enjuiciado, sea quien decida la organización política de los Seis Reinos? Todo un giro en el escenario judicial, en donde el enjuiciado acaba proponiendo el destierro de Jon Snow y dictando sentencia sobre el nuevo sistema de gobierno. Por cierto, cabe decir que en dicho juicio/reunión se habla por primera vez por parte de Samwell Tarly de la posibilidad de instaurar la democracia, de forma que los ciudadanos sean los que elijan al nuevo monarca. Algo a lo que todos se echan a reír. Una forma bastante curiosa de entrever lo que la clase política opina realmente: "Todo por el pueblo, pero sin el pueblo". En vez de eso Tyrion propone que la nueva forma de gobierno sea la de una monarquía electiva, lo cual podría ser el primer paso ante una posible futura apertura de un sistema democrático en los Seis Reinos.
En lo concerniente al nuevo gobierno surgido de dicha reunión debo decir. ¿A cuento de qué viene nombrar a Bronn como consejero de la moneda?, ¿Qué conocimientos tiene Bronn de economía?. Con la pregunta de Tyrion a Bronn sobre si con esto se resolvía ya su deuda con él a lo que éste afirma que sí se confirma que el nepotismo es una de las características del nuevo gobierno, lo cual no cambia absolutamente nada con respecto a lo que había anteriormente. Por no hablar de la presencia de Brienne de Thart o el propio Samwell Tarly, los cuales no pintan nada en el nuevo gobierno, ya que carecen de experiencia en los asuntos de gobierno. El único miembro honorable en dicho consejo privado es Ser Davos, el cual era en mi opinión el candidato ideal para hacerse cargo del trono de hierro. Una pena que no haya sido finalmente designado él como nuevo monarca, pero como ya he dicho, este final no ha sido en absoluto un final en donde el mejor rey y el mejor gobierno ha surgido después de años de guerras y enfrentamientos en los Siete Reinos. Una prueba de cómo cierra HBO la escena del consejo privado es con Tyrion hablando con sus consejeros sobre burdeles y prostitutas, lo cual supone un mensaje de cómo a los gobiernos no les importan nada la población, sino los placeres y la riqueza al margen del bienestar de los ciudadanos. Lección política de Juego de Tronos pura y dura. Por lo menos algo bueno han hecho los productores y los guionistas ante tanto despropósito con este peculiar detalle.
En lo concerniente al nuevo gobierno surgido de dicha reunión debo decir. ¿A cuento de qué viene nombrar a Bronn como consejero de la moneda?, ¿Qué conocimientos tiene Bronn de economía?. Con la pregunta de Tyrion a Bronn sobre si con esto se resolvía ya su deuda con él a lo que éste afirma que sí se confirma que el nepotismo es una de las características del nuevo gobierno, lo cual no cambia absolutamente nada con respecto a lo que había anteriormente. Por no hablar de la presencia de Brienne de Thart o el propio Samwell Tarly, los cuales no pintan nada en el nuevo gobierno, ya que carecen de experiencia en los asuntos de gobierno. El único miembro honorable en dicho consejo privado es Ser Davos, el cual era en mi opinión el candidato ideal para hacerse cargo del trono de hierro. Una pena que no haya sido finalmente designado él como nuevo monarca, pero como ya he dicho, este final no ha sido en absoluto un final en donde el mejor rey y el mejor gobierno ha surgido después de años de guerras y enfrentamientos en los Siete Reinos. Una prueba de cómo cierra HBO la escena del consejo privado es con Tyrion hablando con sus consejeros sobre burdeles y prostitutas, lo cual supone un mensaje de cómo a los gobiernos no les importan nada la población, sino los placeres y la riqueza al margen del bienestar de los ciudadanos. Lección política de Juego de Tronos pura y dura. Por lo menos algo bueno han hecho los productores y los guionistas ante tanto despropósito con este peculiar detalle.
Por último quería hablar de dos de los grandes personajes que ya no aparecen vivos en el último capítulo pero que han sido protagonistas principales en estos ocho años de luchas de poder. Me estoy reffieriendo a Cersei Lannister y a Jaime Lannister, los hermanos/amantes que nacieron juntos y murieron juntos. Eso sí, para sorpresa de todos, la muerte de la hasta entonces Reina de los Siete Reinos se produjo como consecuencia del derrumbe de la Fortaleza Roja y no siendo asesinada por su hermano, Jaime. Todos creíamos, yo incluido, que Jaime baja hasta el sur para dar muerte a su hermana. La sorpresa se produce cuando vemos que lo hace para morir junto a ella, algo que a mí personalmente no me ha terminado de convencer. Sé que en la serie no se hace mención a la profecía en la que se habla de la muerte de Cersei a manos de su hermano, pero creo que era de justicia que un personaje como la monarca de Poniente tuviese un final más grandioso, acorde a lo que su personaje a dado de sí durante estos ocho años, que ha sido mucho. Por otra parte debo decir que de entre todas las casas, la casa Lannister era mi favorita. El perfil de los miembros de esa familia (Tywin, Cersei, Tyrion, Jaime, Joffrey) representa de una manera tan perfecta la grandeza y a la vez el maquiavelismo de dicho linaje que demuestran ser en mi opinión los que con más méritos debían haber ganado la guerra, ya que ellos habían sido los que mejor habían jugado en esta partida. De hecho, Tywin Lannister ha sido mi personaje preferido de toda la serie, ya que sabía jugar no sólo en el arte de la política, sino también en el arte de la guerra.
Volviendo a Cersei y a Jaime, reitero que el final de ambos muriendo juntos y aplastados por unas piedras no me ha gustado nada. Creo que todos sabíamos que desgraciadamente, el personaje de Jaime moriría al finalizar la serie, pero creo que su personaje, el cual ha sido uno de los que mayor crecimiento han experimentado durante estos años se merecía un final mucho más heroico. Jaime era conocido como el "Matarreyes", ya que fue él quien dio muerte en su momento a Aerys II Targaryan (El padre de Daenerys), por lo que su muerte tras haber acabado con la vida de su hermana, valiéndole de nuevo el título de "Matarreyes", hubiese sido un final glorioso e irónico a la vez para un personaje que maduró bastante y sacó a relucir su mejor personalidad tras muchos años de guerras y enfrentamientos. Comprendo por una parte que este no haya sido el final para ambos, ya que si Jaime hubiese matado a Cersei para liberar a los Siete Reinos de su tiranía, y en el siguiente capítulo Jon hubiese hecho lo mismo con Daenerys, el final hubiese sido bastante repetitivo. Aún así, creo que un final alternativo para estos dos grandes personajes hubiese sido un final mucho más digno para ambos.
En lo que respecta a Cersei debo decir que no ha salido tan mal parada finalmente. Esa última escena llorando atemorizada con Jaime le dio a la hija de Tywin un toque humanizado que pocas veces o ninguna había salido a relucir en la serie. El toque de humanidad en los últimos momentos de vida de una gobernante que sabe que lo ha perdido todo y que ya no le queda nada: Ni sus hijos, ni su padre, ni su reino, ni sus ejércitos, sólo su hermano, amante y padre de sus tres hijos muertos. El toque de humanismo de una persona que no desea morir sepultada por ladrillos y que quizás en el último momento comprendió que fue demasiado lejos creyendo que su poder, su arrogancia y su maldad sobreviviría a todo y a todos. Con la escena en el último capítulo de Tyrion llorando a sus hermanos y la posterior conversación de éste con Jon Snow, el "Hombrecillo" como Cersei lo definía es finalmente quien de forma indirecta venga la muerte de sus hermanos, a pesar de que Cersei fue la persona junto con Tywin que más luchó por ver a su hermano muerto. De cierta forma, Cersei ganó aunque de forma póstuma a su adversaria gracias a quien ella subestimó y odió siempre, considerándolo su mayor enemigo y el responsable de todas sus desgracias: Su hermano Tyrion,
Finalizo pues añadiendo que aunque este final haya sido un pésimo desenlace el cual no es digno de una serie tan grandiosa como Juego de Tronos, la valoración de la serie en su conjunto es espectacular. Una serie que ya en los pósters de la primera temporada se puede apreciar quién acabaría heredando los Seis Reinos. Si uno observa detenidamente verá cómo en la foto que he escogido como portada de esta entrada se ve algo al lado de Ned Stark. Sí, lo es. Es un cuervo reposando en el Trono de Hierro. Ya en la primera temporada se nos venía señalando quién sería el rey de Poniente. Hemos tenido durante ocho años la respuesta ante nuestras narices y no nos hemos dado cuenta. De hecho yo me percaté de ello hace un par de semanas. Supongo que con este dato curioso se corrobora que aunque el final de la serie no nos ha gustado a muchos, creo que era el que desde el primer momento tenían planeado los productores y los guionistas.
Hace dos años escribí una entrada acerca de Juego de Tronos, y añadí que esta serie y en especial la saga de libros era un juego de ajedrez en el que han sabido reflejar mejor que nadie el concepto del poder, las luchas por alcanzarlo y por mantenerlo. Ni el Ala Oeste de la Casa Blanca, ni House of Cards (La americana, no la inglesa), ni ninguna otra serie ha sabido reflejar con tanta dureza y con tanto realismo hasta dónde es capaz el ser humano de llegar con tal de acariciar el liderazgo político y militar. Y es que no lo olvidemos, Juego de Tronos no es sólo una serie de estrategias políticas, sino también de estrategias militares, ya que el saber manejarse en el arte de la guerra es otro de los elementos fundamentales sobre los que se sustenta esta serie y esta saga de libros. Una saga la de George R. R. Martin que algunos han comparado con las obras literarias del propio Shakespeare, debido a la calidad de sus tramas y sus diálogos, los cuales están según muchos a la altura de los que en el siglo XVI y XVII escribió el dramaturgo inglés, y personalmente creo que están en lo cierto completamente. Acaba pues una gran serie que ha hecho historia en la televisión y que ha marcado a toda una generación. La serie ha acabado, pero la saga de libros aún está pendiente de dos capítulos más. El propio George R. R. Martin ya ha anunciado que su final será distinto al de la serie. Personalmente no sé si Martin acabará con la saga debido a su edad y a la distancia en el tiempo que siempre transcurre entre una entrega y otra. Aún así, Martin ya ha hecho algo histórico: Ha creado todo un universo grandioso de realidad y fantasía que nos ha dado hasta el momento cinco obras literarias de grandiosa calidad y una serie única, irrepetible e inigualable. Aquí acaba pues la partida. Hasta siempre, Juego de Tronos. ¡¡¡Fue un inmenso placer conocerte!!!
Volviendo a Cersei y a Jaime, reitero que el final de ambos muriendo juntos y aplastados por unas piedras no me ha gustado nada. Creo que todos sabíamos que desgraciadamente, el personaje de Jaime moriría al finalizar la serie, pero creo que su personaje, el cual ha sido uno de los que mayor crecimiento han experimentado durante estos años se merecía un final mucho más heroico. Jaime era conocido como el "Matarreyes", ya que fue él quien dio muerte en su momento a Aerys II Targaryan (El padre de Daenerys), por lo que su muerte tras haber acabado con la vida de su hermana, valiéndole de nuevo el título de "Matarreyes", hubiese sido un final glorioso e irónico a la vez para un personaje que maduró bastante y sacó a relucir su mejor personalidad tras muchos años de guerras y enfrentamientos. Comprendo por una parte que este no haya sido el final para ambos, ya que si Jaime hubiese matado a Cersei para liberar a los Siete Reinos de su tiranía, y en el siguiente capítulo Jon hubiese hecho lo mismo con Daenerys, el final hubiese sido bastante repetitivo. Aún así, creo que un final alternativo para estos dos grandes personajes hubiese sido un final mucho más digno para ambos.
En lo que respecta a Cersei debo decir que no ha salido tan mal parada finalmente. Esa última escena llorando atemorizada con Jaime le dio a la hija de Tywin un toque humanizado que pocas veces o ninguna había salido a relucir en la serie. El toque de humanidad en los últimos momentos de vida de una gobernante que sabe que lo ha perdido todo y que ya no le queda nada: Ni sus hijos, ni su padre, ni su reino, ni sus ejércitos, sólo su hermano, amante y padre de sus tres hijos muertos. El toque de humanismo de una persona que no desea morir sepultada por ladrillos y que quizás en el último momento comprendió que fue demasiado lejos creyendo que su poder, su arrogancia y su maldad sobreviviría a todo y a todos. Con la escena en el último capítulo de Tyrion llorando a sus hermanos y la posterior conversación de éste con Jon Snow, el "Hombrecillo" como Cersei lo definía es finalmente quien de forma indirecta venga la muerte de sus hermanos, a pesar de que Cersei fue la persona junto con Tywin que más luchó por ver a su hermano muerto. De cierta forma, Cersei ganó aunque de forma póstuma a su adversaria gracias a quien ella subestimó y odió siempre, considerándolo su mayor enemigo y el responsable de todas sus desgracias: Su hermano Tyrion,
Finalizo pues añadiendo que aunque este final haya sido un pésimo desenlace el cual no es digno de una serie tan grandiosa como Juego de Tronos, la valoración de la serie en su conjunto es espectacular. Una serie que ya en los pósters de la primera temporada se puede apreciar quién acabaría heredando los Seis Reinos. Si uno observa detenidamente verá cómo en la foto que he escogido como portada de esta entrada se ve algo al lado de Ned Stark. Sí, lo es. Es un cuervo reposando en el Trono de Hierro. Ya en la primera temporada se nos venía señalando quién sería el rey de Poniente. Hemos tenido durante ocho años la respuesta ante nuestras narices y no nos hemos dado cuenta. De hecho yo me percaté de ello hace un par de semanas. Supongo que con este dato curioso se corrobora que aunque el final de la serie no nos ha gustado a muchos, creo que era el que desde el primer momento tenían planeado los productores y los guionistas.
Hace dos años escribí una entrada acerca de Juego de Tronos, y añadí que esta serie y en especial la saga de libros era un juego de ajedrez en el que han sabido reflejar mejor que nadie el concepto del poder, las luchas por alcanzarlo y por mantenerlo. Ni el Ala Oeste de la Casa Blanca, ni House of Cards (La americana, no la inglesa), ni ninguna otra serie ha sabido reflejar con tanta dureza y con tanto realismo hasta dónde es capaz el ser humano de llegar con tal de acariciar el liderazgo político y militar. Y es que no lo olvidemos, Juego de Tronos no es sólo una serie de estrategias políticas, sino también de estrategias militares, ya que el saber manejarse en el arte de la guerra es otro de los elementos fundamentales sobre los que se sustenta esta serie y esta saga de libros. Una saga la de George R. R. Martin que algunos han comparado con las obras literarias del propio Shakespeare, debido a la calidad de sus tramas y sus diálogos, los cuales están según muchos a la altura de los que en el siglo XVI y XVII escribió el dramaturgo inglés, y personalmente creo que están en lo cierto completamente. Acaba pues una gran serie que ha hecho historia en la televisión y que ha marcado a toda una generación. La serie ha acabado, pero la saga de libros aún está pendiente de dos capítulos más. El propio George R. R. Martin ya ha anunciado que su final será distinto al de la serie. Personalmente no sé si Martin acabará con la saga debido a su edad y a la distancia en el tiempo que siempre transcurre entre una entrega y otra. Aún así, Martin ya ha hecho algo histórico: Ha creado todo un universo grandioso de realidad y fantasía que nos ha dado hasta el momento cinco obras literarias de grandiosa calidad y una serie única, irrepetible e inigualable. Aquí acaba pues la partida. Hasta siempre, Juego de Tronos. ¡¡¡Fue un inmenso placer conocerte!!!
domingo, 12 de mayo de 2019
Camino a la guerra
Parece que como se viene hablando en los últimos días, Venezuela será finalmente intervenida militarmente por EEUU, el cual está saliendo al auxilio del ¿Presidente? Juan Guaido, que está pidiendo insistentemente una intervención militar por parte de la Comunidad Internacional en su país con el objetivo de derrocar al régimen socialista y totalitario de Maduro. Una intervención en la que espero y deseo que España no forme parte, ya que bastante mierda tenemos por desgracia en nuestra nación como para meternos en problemas ajenos a nosotros. Aun así no es descartable en ningún caso que EEUU solicite la colaboración de la OTAN si ve que las opciones para expulsar a Maduro, a Cabello y los demás van a ser más complicadas de lo que en un principio se espera, ya que no hay que descartar que Rusia y Putin decidan intervenir en esa cada vez más cercana intervención militar, pero posicionándose del lado de Maduro.
Ya lo he dicho en varias ocasiones y lo vuelvo a reiterar; Aunque soy conservador y estoy en las antípodas del pensamiento ideológico de Maduro y su séquito, pienso, a diferencia de lo que van pregonando por ahí determinados pijos "Liberales" que España no debe meter sus narices en la cuestión venezolana. Aunque yo sea de derechas no quiere decir que tenga que ser como algunos palmeros del PP, de C's e incluso de VOX que van por los cuatro vientos pregonando y exigiendo una salida urgente de los chavistas en Caracas. A mí la permanencia de Hugo Chávez en su momento y la de Nicolás Maduro ahora me es completamente indiferente, aunque debido a la intromisión que los criminales chavistas han llevado a cabo en España sobre su colaboración con Podemos bien merecen éstos ser derrocados. Pero dicho esto ¿Por qué debemos de ser nosotros los que arreglemos un problema que los propios venezolanos han creado?. ¿Acaso los venezolanos no han sido ellos mismos los que decidieron hace justo veinte años que el chavismo debía gobernar en Venezuela?. ¿Acaso no sabían los venezolanos a lo que se exponían votando a un tipo que había dado un golpe de estado siete años antes contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez y contra la democracia venezolana?. ¿Acaso no llevan ellos revalidando, con o sin amaño electoral, al socialismo venezolano aun sabiendo lo que éste les ha traído en estos años?. Una democracia, todo hay que decirlo, la cual estaba corrompida hasta sus cimientos, lo cual le sirvió como pretexto a los socialistas para ocupar el poder en 1999, siete años después de fracasar en el intento de golpe de estado al que me he referido anteriormente.
Ahora, tras veinte años de dictadura socialista viene un tipo asociado a la masonería que se cree un clon de Obama y que tras dar hace unos días un golpe de estado, exige ahora la intervención militar estadounidense para acabar definitivamente con la dictadura chavista. Como ya he dicho, a mí me es indiferente la permanencia o no de Maduro en el poder, aunque cualquier noticia que lleve emparejada la caída de un gobierno socialista siempre es buena para el país afectado, y más como ya he dicho si este gobierno se ha entrometido en nuestra política nacional. Ahora, eso sí. ¿Cuál va a ser la alternativa a Maduro una vez que ya no esté dentro de unas semanas o meses?. ¿Guaido?, ¿Ese masón que está dispuesto, al igual que Maduro, a llevar a Venezuela a un derramamiento de sangre con tal de alcanzar el poder? Seamos serios, los socialistas, como buenos totalitarios, aspiran siempre a ir a la guerra cuando sus sistemas políticos se vienen abajo. Pero eso no exime que los denominados "Opositores" que aspiran a sacar a los totalitarios sean igual de criminales que éstos al aceptar una intervención militar que podría rematar definitvamente la débil y grave situación en el país. Venezuela está pues jodida pase lo que pase. Tanto si los socialistas continúan gobernando, como si Guaido, Leopoldo López o el propio Donald Trump acaban ganando la partida.
Por cierto, un Leopoldo López el cual ha conseguido ser liberado por Guaido tras el de golpe de estado fallido de éste hace unos días. ¿Cuál es la reacción de López en cuanto es liberado? Refugiarse en la embajada española para evitar que los mercenarios de Maduro lo detengan nuevamente o lo maten. ¿Qué mejor que ir a la embajada española, verdad? No tenemos los españoles suficientes y graves problemas internos, empezando por nuestro propio gobierno, como para entrar en un conflicto en primera línea con un régimen dictatorial que ha sufragado en gastos a la hora de apoyar a Podemos, que junto con Atresmedia y el PP de Rajoy hicieron el resto para impulsar a este movimiento de extrema izquierda y neofascistas progres. Por cierto, un PP que hace unos días anunció que el padre de Leopoldo López irá en las listas de los populares para las elecciones europeas del próximo 26 de mayo. Creo que ya tenemos bastante entrometida la política venezolana en España con Iglesias y compañía como para convertir también en eurodiputado a un tipo que no ha hecho absolutamente nada por España y que cuyo único mérito es el de ser el padre de un opositor a la dictadura venezolana. Ya está bien de venezolanizar la política española. Entre chavistas a un lado y opositores en otro vamos a traer a toda la clase dirigente de Caracas aquí.
En definitiva, creo que el final del chavismo está más cerca que lejos, de lo cual por la parte que me corresponde como español me alegraré. Por lo demás me resultará indiferente. Los venezolanos eligieron esto, y ellos son los que ahora acarrean las consecuencias de haber mantenido durante veinte años a un gobierno totalitario y criminal. Algo parecido a lo que nos ocurrirá aquí a nosotros cuando el PSOE de Sánchez destruya por completo nuestra nación. La diferencia radica en que aquí, a diferencia de Venezuala, no tenemos petroleo, por lo que una intervención de EEUU y de la Comunidad Internacional queda descartada completamente. Nosotros, a diferencia de los venezolanos nos tendremos que joder con lo que venga, y muy bien merecido lo tendremos. Los venezolanos tendrán dentro de poco un gobierno presidido o bien por Guaido o bien por López, lo cual podrá dar lugar a una guerra civil en Venezuela, o quizás no. La cuestión que a mí me preocupa en estos instantes es la participación o no de España en una posible coalición internacional liderada por Estados Unidos y Trump para desbancar a Maduro. Reitero que España no está ni muchísimo menos capacitada para participar en una coalición internacional ni siquiera contra Venezuela. España debe permanecer alejada de cualquier conflicto ajeno a nosotros y sólo reconocer cuando la situación lo garantice al nuevo gobierno que los poderes fácticos decidan poner en Caracas para repartirse el petroleo venezolano. En cuanto menos problemas nos metamos, mejor para nosotros. El problema está en que tenemos un "Presidente", si es que a semejante engendro se le puede llamar así, que desea ser el protagonista principal de cualquier evento, por lo que no sería de extrañar que al igual que Felipe González en la Guerra del Golfo, José María Aznar en la Guerra de Irak, y José Luis Rodríguez Zapatero en la Guerra de Libia (Mariano Rajoy fue en ese sentido el más listo al no querer participar en ninguna), Pedro Sánchez decida poner también su granito de arena en esta guerra, la cual una vez más la pagaremos los españoles de a pie y los miembros de nuestras fuerzas armadas. Por eso yo me apresuro ahora a decir aquello que a los progres les encanta gritar contra los gobiernos de derechas pero que miserablemente callan cuando acudimos a la guerra gracias a la izquierda: NO A LA GUERRA.
Ya lo he dicho en varias ocasiones y lo vuelvo a reiterar; Aunque soy conservador y estoy en las antípodas del pensamiento ideológico de Maduro y su séquito, pienso, a diferencia de lo que van pregonando por ahí determinados pijos "Liberales" que España no debe meter sus narices en la cuestión venezolana. Aunque yo sea de derechas no quiere decir que tenga que ser como algunos palmeros del PP, de C's e incluso de VOX que van por los cuatro vientos pregonando y exigiendo una salida urgente de los chavistas en Caracas. A mí la permanencia de Hugo Chávez en su momento y la de Nicolás Maduro ahora me es completamente indiferente, aunque debido a la intromisión que los criminales chavistas han llevado a cabo en España sobre su colaboración con Podemos bien merecen éstos ser derrocados. Pero dicho esto ¿Por qué debemos de ser nosotros los que arreglemos un problema que los propios venezolanos han creado?. ¿Acaso los venezolanos no han sido ellos mismos los que decidieron hace justo veinte años que el chavismo debía gobernar en Venezuela?. ¿Acaso no sabían los venezolanos a lo que se exponían votando a un tipo que había dado un golpe de estado siete años antes contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez y contra la democracia venezolana?. ¿Acaso no llevan ellos revalidando, con o sin amaño electoral, al socialismo venezolano aun sabiendo lo que éste les ha traído en estos años?. Una democracia, todo hay que decirlo, la cual estaba corrompida hasta sus cimientos, lo cual le sirvió como pretexto a los socialistas para ocupar el poder en 1999, siete años después de fracasar en el intento de golpe de estado al que me he referido anteriormente.
Ahora, tras veinte años de dictadura socialista viene un tipo asociado a la masonería que se cree un clon de Obama y que tras dar hace unos días un golpe de estado, exige ahora la intervención militar estadounidense para acabar definitivamente con la dictadura chavista. Como ya he dicho, a mí me es indiferente la permanencia o no de Maduro en el poder, aunque cualquier noticia que lleve emparejada la caída de un gobierno socialista siempre es buena para el país afectado, y más como ya he dicho si este gobierno se ha entrometido en nuestra política nacional. Ahora, eso sí. ¿Cuál va a ser la alternativa a Maduro una vez que ya no esté dentro de unas semanas o meses?. ¿Guaido?, ¿Ese masón que está dispuesto, al igual que Maduro, a llevar a Venezuela a un derramamiento de sangre con tal de alcanzar el poder? Seamos serios, los socialistas, como buenos totalitarios, aspiran siempre a ir a la guerra cuando sus sistemas políticos se vienen abajo. Pero eso no exime que los denominados "Opositores" que aspiran a sacar a los totalitarios sean igual de criminales que éstos al aceptar una intervención militar que podría rematar definitvamente la débil y grave situación en el país. Venezuela está pues jodida pase lo que pase. Tanto si los socialistas continúan gobernando, como si Guaido, Leopoldo López o el propio Donald Trump acaban ganando la partida.
Por cierto, un Leopoldo López el cual ha conseguido ser liberado por Guaido tras el de golpe de estado fallido de éste hace unos días. ¿Cuál es la reacción de López en cuanto es liberado? Refugiarse en la embajada española para evitar que los mercenarios de Maduro lo detengan nuevamente o lo maten. ¿Qué mejor que ir a la embajada española, verdad? No tenemos los españoles suficientes y graves problemas internos, empezando por nuestro propio gobierno, como para entrar en un conflicto en primera línea con un régimen dictatorial que ha sufragado en gastos a la hora de apoyar a Podemos, que junto con Atresmedia y el PP de Rajoy hicieron el resto para impulsar a este movimiento de extrema izquierda y neofascistas progres. Por cierto, un PP que hace unos días anunció que el padre de Leopoldo López irá en las listas de los populares para las elecciones europeas del próximo 26 de mayo. Creo que ya tenemos bastante entrometida la política venezolana en España con Iglesias y compañía como para convertir también en eurodiputado a un tipo que no ha hecho absolutamente nada por España y que cuyo único mérito es el de ser el padre de un opositor a la dictadura venezolana. Ya está bien de venezolanizar la política española. Entre chavistas a un lado y opositores en otro vamos a traer a toda la clase dirigente de Caracas aquí.
En definitiva, creo que el final del chavismo está más cerca que lejos, de lo cual por la parte que me corresponde como español me alegraré. Por lo demás me resultará indiferente. Los venezolanos eligieron esto, y ellos son los que ahora acarrean las consecuencias de haber mantenido durante veinte años a un gobierno totalitario y criminal. Algo parecido a lo que nos ocurrirá aquí a nosotros cuando el PSOE de Sánchez destruya por completo nuestra nación. La diferencia radica en que aquí, a diferencia de Venezuala, no tenemos petroleo, por lo que una intervención de EEUU y de la Comunidad Internacional queda descartada completamente. Nosotros, a diferencia de los venezolanos nos tendremos que joder con lo que venga, y muy bien merecido lo tendremos. Los venezolanos tendrán dentro de poco un gobierno presidido o bien por Guaido o bien por López, lo cual podrá dar lugar a una guerra civil en Venezuela, o quizás no. La cuestión que a mí me preocupa en estos instantes es la participación o no de España en una posible coalición internacional liderada por Estados Unidos y Trump para desbancar a Maduro. Reitero que España no está ni muchísimo menos capacitada para participar en una coalición internacional ni siquiera contra Venezuela. España debe permanecer alejada de cualquier conflicto ajeno a nosotros y sólo reconocer cuando la situación lo garantice al nuevo gobierno que los poderes fácticos decidan poner en Caracas para repartirse el petroleo venezolano. En cuanto menos problemas nos metamos, mejor para nosotros. El problema está en que tenemos un "Presidente", si es que a semejante engendro se le puede llamar así, que desea ser el protagonista principal de cualquier evento, por lo que no sería de extrañar que al igual que Felipe González en la Guerra del Golfo, José María Aznar en la Guerra de Irak, y José Luis Rodríguez Zapatero en la Guerra de Libia (Mariano Rajoy fue en ese sentido el más listo al no querer participar en ninguna), Pedro Sánchez decida poner también su granito de arena en esta guerra, la cual una vez más la pagaremos los españoles de a pie y los miembros de nuestras fuerzas armadas. Por eso yo me apresuro ahora a decir aquello que a los progres les encanta gritar contra los gobiernos de derechas pero que miserablemente callan cuando acudimos a la guerra gracias a la izquierda: NO A LA GUERRA.
sábado, 11 de mayo de 2019
Rubalcaba; Adiós a ¿Un hombre de estado?
Para más INRI, aquellos que están ensalzando hasta la extenuación al hombre que hasta hace poco decían que sabía los entresijos del 11-M y que era el portavoz del gobierno de los GAL son los miembros de lo que Santiago Abascal ha denominado la "Derechita cobarde". Políticos y miembros de ese poder que tanto daño ha hecho a España como es el poder de los medios de comunicación llevan horas halagando y glorificando sin descanso a la persona que ahora afirman que acabó con ETA. Toda una transformación argumental si tenemos en cuenta que hasta hace unos años, concretamente hasta el año 2011 (Fecha en la que el PSOE de Zapatero y Rubalcaba salió del poder), estos personajes afirmaban que el hoy fallecido había provocado la llegada a las instituciones del terrorismo etarra y la derrota de la democracia española y de las víctimas del terrorismo. Una afirmación que cargada de razón por aquel entonces, ha ido disolviéndose con el paso de los años hasta dar un giro en la actualidad de 180 grados en aquellas declaraciones. Y todo gracias a una vomitiva clase política compinchada entre ella y una asquerosa clase periodística que en lugar de buscar la verdad se escuda en defender a aquellos a los que, por cuestiones de juego político, despotricaban años atrás. Todos ellos personajes sin catadura moral, cuya mierda es tapada mutuamente a cambio de determinados favores.
Pero no sólo lo que se viene denominando "La derechita cobarde" ha hincado la rodilla ante el fallecido Rubalcaba, sino todo el sistema político, social, económico, cultural y periodístico. Todo el mundo rinde homenaje a quien ahora es considerado todo un ejemplo a seguir en la vida política española. Un homenaje que ha llegado hasta el punto de suspenderse ayer la campaña electoral por el fallecimiento del que fuera ex-ministro del Interior. Sólo VOX anunció ayer que continuaban su campaña electoral, lo cual le ha valido los insultos y descalificaciones en el mundo político y periodístico. Y es que ya se sabe; Cuando el sistema establece unas pautas y un comportamiento a seguir y desobedeces, el sistema caerá sobre ti.
Desde ayer al mediodía, momento en el que se comunicó el fallecimiento de Rubalcaba, los medios de descomunicación no han parado de ensalzar su figura de forma unánime. Independientemente del formato ideológico del medio, todos estos han sido coincidentes a la hora de lavar la imagen de un Rubalcaba que hasta hace pocos años, esos mismos medios, lo consideraban el señor X de las cloacas del estado y del chivatazo a ETA en el caso del bar Faisán. Todo eso son ahora "Cuestiones insignificantes y pasadas". Tan bien han hecho su trabajo los medios de descomunicación que tanto ayer por la tarde como hoy por la mañana, una cola inmensa de españoles esperaban a las puertas del congreso para dar el último adiós al "Hombre que acabó con el terrorismo en España". Sí, una vez más el pueblo español muestra su ignorancia y su mala memoria a la hora de homenajear al hombre que condujo a los terroristas a sentarse en las instituciones vascas y españolas. Ya se sabe, como vimos la otra noche cuando presenciamos cómo los españoles votaron masivamente al PSOE, que el pueblo español siempre se posiciona al lado de aquellos que se apoyan y colaboran con terroristas, con asesinos, y con sublevadores y con los enemigos de España en general. Hoy los españoles, haciendo uso una vez más de su desprecio a su propio país, a su historia, y a sus muertos, vuelven a homenajear a aquellos que durante su periodo en el gobierno escupieron sobre la tumba de los asesinados por el terrorismo. Este es el pueblo español; Un pueblo analfabeto e idiota en donde los maquiavélicos son homenajeados y los valientes son insultados.
A falta de que el papa Francisco decida emitir un comunicado para anunciar la santificación del ahora "Beato Rubalcaba", conviene preguntarse una cosa: Visto el cambio de versión acerca sobre la vida y obra de este señor cabe preguntarse: ¿Con qué Rubalcaba nos quedamos?, ¿Con el Rubalcaba que según sus ahora aduladores "Sabía todos los secretos del 11-M?, ¿O con el Rubalcaba del diálogo y la moderación, como ahora lo definen?. ¿Con el Rubalcaba que sacó provecho electoral gracias al 11-M para ganar las elecciones de 2004?, ¿O con el Rubalcaba que anteponía el interés de España por encima de todo?. ¿Con el Rubalcaba de "Oigo todo lo que dices y escucho todo lo que haces?, ¿O con el Rubalcaba que según todos los medios de hoy fue "Un hombre de estado"?. ¿Con el Rubalcaba que negoció y cedió al chantaje de ETA?, ¿O al Rubalcaba que según afirman hasta sus más acérrimos ex-adversarios políticos "Era una buena persona, un gran político y un excelente profesor de química"?. ¿Nos quedamos con el Rubalcaba bueno o con el malo?.
Con todo esto queda confirmado que para que hablen bien de uno solamente tienes que morirte. A excepción de Franco, claro. Nuestro querido TutanPakon es el único ser sobre el que hasta muerto es una obligación moral el despotricar y echar mierda sobre su persona. Eso sí, si intentas, como yo estoy haciendo con esta entrada, hablar sobre los actos que algún personaje de la izquierda, en este caso Rubalcaba, llevó a cabo en vida, faltará tiempo para que los neofascistas progres se te echen encima y despotriquen sobre ti. Esta es la España del año 2019. Una España en la que incluso los sectores de la derecha han lanzado más elogios al difunto que la propia izquierda. Hasta Rajoy ha escrito un artículo afirmando que los propios militantes del PP decían hace unos años que necesitaban a alguien como Rubalcaba para que el partido funcionase. Toma castaña. Menuda manera de autohumillarse a sí mismo tiene Mariano, y menuda forma tiene de humillar a su propio partido y a los militantes que no piensan así. De nada le ha servido tantos elogios al que fuera su contrincante en 2011, ya que al asistir a la capilla fúnebre instalada en el congreso, la propia viuda a pasado de él cuando éste se disponía a darle el pésame. Otra prueba más de que la izquierda, a diferencia de esta derecha agilipollada y vergonzosa, no olvida ni perdona nada.
Una izquierda a la que ahora, por muy duro que parezca, le ha venido de perlas el fallecimiento del propio Rubalcaba. Con su muerte la izquierda vuelve a hacer hincapié en "Lo bueno" que era el fallecido y en "Las cosas buenas" que tanto él como su partido han hecho por el país. Supongo que para ellos también supondrá todo un logro por parte de Rubalcaba el hecho de ser uno de los artífices de la LOGSE, cuando el propio Rubalcaba estaba en el ministerio de educación con Felipe González allá por los años 90 y que fue el origen de lo que después se ha convertido en todo un fracaso del sistema educativo y de una generación a la cual yo pertenezco y que hemos sufrido esta maldita ley educativa y las posteriores.
Sí, la izquierda y el PSOE ya están sacando provecho de esta muerte para las próximas elecciones municipales, autonómicas y europeas del 26-M, como de tantas otras desgracias que a lo largo de décadas este partido lleva sacando tajada tras provocarlas. De momento Pedro Sánchez, como no podía ser menos, ya ha tenido su minuto de gloria al echar del funeral a un tipo que ha lanzado unos papeles sobre el féretro de Rubalcaba que exigía hablar con el gobierno. Pedro, como ya diría nuestra querida Cecilia, le gusta ser "El muerto en el entierro con tal de dejar su sello". Por cierto, un sepelio al que han acudido hasta la familia real, supongo que para agradecer a Rubalcaba sus servicios a la hora de votar a favor y asegurar el proceso sucesorio tras la abdicación de Juan Carlos I y la llegada de Felipe VI en 2014. Un Felipe VI al que por cierto acudió anoche al funeral para estar menos de cinco minutos. Creo que el actual rey de España debería de haber sido más agradecido y haber permanecido algo más de tiempo en la capilla funeral, ya que estaba despidiéndose de alguien a quien en gran parte le debía el cargo que ahora ocupa. Pero como siempre sucede en los Borbones, la gratitud no es una de sus virtudes, si es que esta familia tiene alguna.
En definitiva, como ser humano y como cristiano sólo me queda dar el pésame a la familia, y sobre el difunto decir únicamente; DEP. Rubalcaba, al igual que todos los seres humanos, estará en estos momentos donde Dios, que es quien verdaderamente conoce todos nuestros actos, estime más oportuno. Por lo demás me reitero en que nuestro país es una nación ignorante, idiotizada y sin esperanza ni futuro alguno. La reacción del pueblo español acudiendo en masa para despedirse de uno de los personajes más controvertidos y oscuros de la política española confirma una vez más que nuestro pueblo, apesebrado por una clase política corrupta y unos medios de comunicación infames, se dejan adoctrinar dócilmente por éstos, y un pueblo adoctrinado por quienes detentan el poder es un pueblo perdido.
jueves, 9 de mayo de 2019
Cinco años con Felipe VI
Dentro de un mes se cumplirán cinco años de la llegada al trono de
Felipe VI. Una llegada que estuvo marcada por la inesperada abdicación del rey
Juan Carlos I, cuya retirada continúa siendo después de un lustro todo un
misterio del que algún día supongo que se desvelarán los verdaderos motivos que
llevaron al actual rey emérito a renunciar a la corona de España. En estos
cinco años se han producido en nuestro país los más sorprendentes episodios
políticos de nuestra historia reciente, los cuales se estudiarán y muy
profundamente en el futuro.
Durante este periodo turbulento, Felipe VI ha actuado más como testigo
que como actor determinante en cuestiones tan sensibles a nivel constitucional
como la independencia de Cataluña, los meses de inestabilidad política en 2016,
la moción de censura, o los primeros meses de gobierno de Pedro Sánchez.
Comprendo que no se le puede pedir peras al olmo, ya que como todos sabemos,
nuestra carta magna restringe severamente las funciones constitucionales del
rey. También es sabido por todos que supuestamente Felipe, a diferencia de su
padre, no "Borbonea". Es decir, no se inmiscuye en política como sí
hacía, por lo menos durante la primera parte de su reinado el rey Juan Carlos,
así como otros antepasados suyos como Alfonso XIII, Alfonso XII, Isabel II,
etc.
Pero aunque nuestro actual jefe de estado respete escrupulosamente el
límite de sus funciones, ello no excusa que en los turbulentos años que le ha
tocado reinar haya torcido la mirada durante los episodios tan relevantes e
históricos que España ha vivido durante estos cinco años. La primera prueba de
fuego se produjo el 9 de noviembre de 2014, cuando el nuevo rey no se hizo ver
para detener el golpe a la constitución que el entonces presidente de la
generalitat, Artur Mas, decidió llevar a cabo. Todos recordamos que aquél día,
el referéndum que Mas realizó se pudo llevar a efecto sin intervención alguna
por parte del estado español, ni por su rey, ni por el gobierno de entonces, ni
por las fuerzas y cuerpos de seguridad. Millones de catalanes salieron a la
calle y depositaron su voto para hacer ver a España y al mundo, que la mitad de
Cataluña deseaba largarse cuanto antes de ese país que ellos mismos tildaban de
"Fascista" y "Autoritario". El nuevo rey, el cual llevaba
apenas cinco meses en el trono, no hizo absolutamente nada para detener un
referéndum que supuso toda una humillación a España y en la que el
independentismo ganó por goleada.
La segunda prueba de fuego fue durante el inestable año 2016, en el que
tras las elecciones generales celebradas el 20 de diciembre de 2015, el
gobierno de Mariano Rajoy permaneció en funciones durante diez meses, abocando
al país a unos nuevos comicios en junio debido a la falta de acuerdos para o
bien mantener al PP de Rajoy en el gobierno, o bien sustituirlo por el PSOE de
Pedro Sánchez. El papel del rey en este periodo fue nefasto, ya que no fue
capaz de marcar un claro liderazgo institucional para sacar al país de la
inestabilidad política en la que la habían sumido los líderes de los por
entonces cuatro principales partidos. Se habló de la posibilidad de que el rey
llamase a consultas a un independiente para formar gobierno (Se habló incluso
de Felipe González), pero determinados sectores creían que una acción de este
tipo no le era beneficiosa para el rey ni para la institución monárquica. Es
decir, el rey no puede hacer uso de sus facultades constitucionales por miedo a
que su posición y el futuro de la institución que él representa se pudiesen
tambalear. Llegados a este punto cabe preguntarse ¿Para qué coño queremos
entonces a un rey que no puede desarrollar de forma clara y concisa sus
funciones?. Se decía entonces "Es que el rey no puede designar por su
cuenta a un candidato a la presidencia, ya que su persona no ha sido elegida y
puede dar lugar a un serio problema". Vaya, pues que se lo pregunten a
Alberto II de Bélgica, el cual tuvo un papel bastante activo (Designó por su
propia responsabilidad al candidato a primer ministro) durante la crisis
política que vivió Bruselas entre 2010 y 2011.
Sólo el golpe de estado en Cataluña en octubre de 2017 salva en cierta
forma estos primeros cinco años de reinado de Felipe VI. Su discurso del 3 de
octubre en el que pidió aunque de una forma sutil, la actuación del estado ante
la situación de sublevación por parte de las autoridades y del pueblo de
Cataluña, supone su momento más activo en la política española, y su
oportunidad más clara a la hora de demostrar un liderazgo sólido para el país
en aquellos momentos de tensión máxima. Debo decir por otro lado que su mensaje
no fue más que una obligación a la que Felipe VI, como rey constitucional de
España, estaba obligado a pronunciar, ya que en aquellas horas decisivas estaba
en riesgo la unidad territorial de la nación, por lo que era responsabilidad
suya la de dar la cara ante el pueblo español de asegurar en aquel entonces el
mantenimiento de la ley, el orden y el estado de Derecho. Algunos felipistas
tardaron muy poco en comparar aquel mensaje con el que el rey Juan Carlos I
ofreció a la nación durante el 23-F. Creo que esta comparación, aparte de ser
absurda supone en realidad un intento por parte de aquellos que se definen
"Republicanos pero comprometidos con la monarquía" para maquillar y
prolongar la permanencia de la institución monárquica en España, la cual está
ya bastante desgastada por los casos de corrupción que les lleva persiguiendo
durante los últimos años.
Del golpe de estado en Cataluña pasamos a la moción de censura en junio
de 2018 al gobierno de Mariano Rajoy. Como ya escribí en una entrada que
publiqué hace unos días, estoy convencido de que el cambio de gobierno surgido
tras la moción de censura fue como consecuencia de un pacto entre el Partido
Popular y el Partido Socialista Obrero Español en octubre de 2016. Pero independientemente
del motivo por el que la alternancia política se produjo, el papel del rey
vuelve a ser penoso ante un episodio de estas características. Se habló en su
momento, que la jornada del 31 de mayo en la que se produjo la primera jornada
del debate sobre la moción de censura, Felipe VI vació su agenda y se mantuvo
todo el día en su despacho de Zarzuela para esperar la llegada de Rajoy
anunciándole su dimisión. Como todos sabemos, dicha dimisión no se produjo,
consumiéndose finalmente la moción de censura. La cuestión aquí es ¿Por qué el
rey no tuvo un papel activo en este proceso? Todo el mundo, incluidos el rey y
Rajoy, sabían con antelación que la llegada inminente de Sánchez a la Moncloa
iba acompañada del apoyo de los independentistas catalanes y los etarras de
Bildu. El rey, en estas circunstancias en las que estaba en juego dejar o no en
manos de los enemigos de España su gobernabilidad, debió llamar y presionar a
Mariano Rajoy para que éste presentase su dimisión como presidente del
gobierno, evitando así la llegada de Sánchez y sus aliados al gobierno de
España. De nuevo, el jefe del estado no estuvo en su sitio y prefirió que se
consumase el cambio de gobierno sin intervención alguna, aunque eso supusiese
que aquellos que el año anterior habían dado un golpe de estado contra la
nación, formasen parte, aunque de forma indirecta, de la gobernabilidad del
estado con el nuevo ejecutivo. Quizás la intención del propio Felipe fue
siempre la de perder de vista a Rajoy, que como trascendió a los medios en
2016, durante la ronda de consultas con Rajoy en enero de 2016, el monarca
discutió con el entonces presidente del gobierno en funciones, ya que el jefe
del estado era más partidario de un cambio de gobierno con Sánchez a la cabeza
que el mantenimiento de Rajoy en el ejecutivo.
Para terminar tenemos estos once meses desde la moción de censura hasta
el día de hoy, periodo en el que ya con Pedro Sánchez en el gobierno se han
producido una consecución de humillaciones y cesiones por parte del ejecutivo
socialista hacia los independentistas catalanes y hacia los presos de la banda
terrorista ETA. Una serie de concesiones en las que el rey no ha intervenido o
ha hecho una sóla mención para condenar siquiera la actitud miserable del nuevo
gobierno. Curiosamente, los únicos que han puesto el grito en el cielo en los
últimos meses han sido Felipe González, Alfonso Guerra y otros miembros de la
vieja guardia del PSOE. Gritos en el cielo que se produjeron cuando el gobierno
de España anunció que se comprometía a "Estudiar" los 21 puntos de
negociaciones que el gobierno catalán de Quim Torra le había propuesto a
Sánchez, así como la decisión del gobierno de crear la figura del
"Relator/mediador" entre los gobiernos de España y Cataluña cuan
conflicto entre dos naciones independientes se tratase. En todos estos meses la
figura del rey ha desaparecido por completo y no ha dado muestras de la más
mínima desaprobación con respecto a las suicidas políticas del gobierno del
PSOE. Y es que en España ya se sabe que "Quien calla, otorga", y en
este caso el silencio de Felipe VI supone un silencio cómplice con aquellos que
creen que la única solución para España es la reforma constitucional para
conducir a nuestro país a un estado federal o confederal. Ya sabemos que los
Borbones, con tal de reinar hacen lo que sea, la historia ya nos lo ha
demostrado, y esta vez no va a ser una excepción.
Durante estos cinco años resulta curioso cómo la prensa ha ido aflojando
sus ataques hacia la monarquía, los cuales comenzaron a recrudecerse tras la
crisis de Botswana en abril de 2012. Desde aquel instante, los medios
comenzaron a propagar la idea de que la monarquía de Juan Carlos era sinónimo
de la corrupción que afectaba a la monarquía española. La prensa ya había
dictado sentencia; El juancarlismo había terminado. El entonces monarca era la
X del caso Noos. Juan Carlos I era quien había hecho posible los negocios
fraudulentos de Iñaki Urdangarín y su hija, la infanta Cristina. Había que
acabar con él y pasar página cuanto antes, o en caso contrario la monarquía se
iba a la mierda. Casualmente, todo cambia a raíz de la abdicación y la llegada
al trono de Felipe VI. Con el nuevo rey, la corrupción era algo del pasado,
completamente ajeno al nuevo jefe del estado. Las encuestas que hasta hacía
bien poco eran desfavorables a la monarquía, comenzaron a despegar de nuevo en
su favor. Cuando en 2016 la infanta Cristina se sienta en el banquillo junto a
su marido, Iñaki Urdangarín, toda la prensa intenta apartar a Felipe VI de la
imagen bochornosa de una infanta de España acusada de corrupción. ¿Que Felipe
recibía a su hermana en Zarzuela durante el juicio? "Son cosas de
hermanos, es normal que tengan cosas que hablar y ganas de verse". ¿Que
Felipe y Letizia aparecían en los documentos del caso Noos? "Cosas sin
importancia, nada que afecte a Felipe, el cual es un tipo límpio, a diferencia
de su padre". Ya nada interesaba de la corrupción en la monarquía tras la
llegada al trono de Felipe VI. En 2017, con la absolución de la infanta Cristina
y la condena de seis años a Urdangarín la prensa es unánime: "Todos somos
iguales ante la ley". De nada importa ya que la infanta haya sido
descaradamente absuelta y su marido condenado a una pena menor de la que le
corresponde. La igualdad ante la ley ha ganado... y con ella la monarquía.
En resumen, considero que estos cinco primeros años de Felipe VI al
frente del trono han sido pésimos. No ha sabido estar a la altura de las
circunstancias, a excepción del discurso del 3 de octubre y porque era su
obligación, ni ha tenido la ocasión de ser aquel monarca que según la prensa
nacional era "El mejor preparado de la historia". ¿De qué ha servido
tanta preparación durante su periodo como príncipe de Asturias si no tiene
ocasión de demostrarlo como rey de España? Una preparación que ni siquiera ha
sabido demostrar a la hora de casarse, ya que en estos días vuelve a coger
fuerza el rumor de que el divorcio entre Felipe y Letizia Ortiz es inminente.
Un divorcio que no pillaría por sorpresa a nadie, ya que todo el mundo sabe del
deterioro de la relación entre ambos. Lo que llama la atención es lo que podría
ocurrir el día después de ese supuesto anuncio de divorcio. Todo el mundo sabe
que Letizia, en el supuesto de divorciarse, no se iba a quedar callada. Alguna
que otra declaración suelta de Letizia tras ese supuesto divorcio serían
letales para su todavía marido y para la corona, lo cual no creo que sea lo que
más le convenga a Felipe en estos momentos. De todas formas, estoy seguro de
que si finalmente se produjese ese divorcio, Letizia no hablará jamás. Sabe que
el futuro de su hija como futura reina está en juego, y no se pegaría un tiro
en su propio pie como hace unos años hizo su sobrino Froilán. De todas formas,
habrá que ver si la crisis matrimonial continúa en qué forma afecta al reinado
de Felipe VI esta cuestión.
Para terminar diré que aunque este lustro ha sido todo un fracaso a la
hora de demostrar la valía y la eficacia de Felipe de Borbón, me atrevería a
decir que no me equivoco nada si digo que su hija Leonor será finalmente reina
de España dentro de unos años. La prensa ya ensalza la figura de alguien que
sólo tiene 14 años pero que ya es para algunos la representación perfecta de
todos los dones, al igual que llevan haciendo los últimos cinco años con su
padre cuando las noticias del caso Noos ponían en entredicho a la monarquía
nuevamente. Creo que con este apoyo entusiasta y vomitivo de la prensa, así
como de otros poderes fácticos, la continuidad de la monarquía está asegurada
por lo menos durante un par de generaciones más. La idea de una República en
España sigue asociada por desgracia con la izquierda, los progres y la
persecución de los socialistas contra la otra media España. Nuestro país está
condenado a sufrir a los Borbones permanentemente, a pesar de que esta familia
haya sido la que más ha luchado junto con la izquierda por hundir a esta gran
nación a lo largo de estos siglos. No, puede respirar tranquilo Felipe VI. No
va a tener que salir huyendo del país por Cartagena como su bisabuelo, Alfonso
XIII, aunque algunos ya lo llevan tiempo apostando. Su continuidad está
asegurada para nuestra desgracia, y con ello la descomposición de España, la
cual ha entrado ya en su fase final tras las elecciones generales del pasado 28
de abril. Cuando tome posesión nuevamente Pedro Sánchez como presidente del
gobierno y comience su segundo mandato, España entrará en una fase de reforma
constitucional en la que se pondrá encima de la mesa la cuestión territorial y
la apuesta por una España federal o confederal, lo cual llevará a una mayor
desigualdad entre las distintas regiones de nuestro país y a su posterior
desintegración. España desaparecerá pues, ¿Y los Borbones? Ya se las apañarán
para seguir reinando aunque sean sobre las cenizas de lo que quede después.
miércoles, 8 de mayo de 2019
¿Brexit? Va a ser que no
Después de tres años tras someterse a votación por parte del pueblo
británico, su gobierno ha confirmado hoy que Reino Unido se presentará, en
contra de lo que en un principio estaba previsto, a las elecciones europeas del
próximo 26 de mayo. Por increíble que parezca, el sistema político británico ha
vuelto a reírse una vez más de su pueblo tras tres años interminables de
continuas intrigas tanto en Westminster como en Bruselas a la hora de decidir
qué hacer con la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Una salida que por
supuesto se puede decir desde ya que está completamente descartada. ¿A cuento
de qué viene presentarse al parlamento europeo para un periodo de cinco años
una nación que en teoría va a abandonar la UE dentro de unos meses?
Seamos claro, el Reino Unido no ha tenido, ni tiene ningún interés ni
ningún proyecto para abandonar la Unión Europea ni a corto, ni a medio, ni a
largo plazo. Y es que, aunque algunos todavía no se lo crean, lo que ha hecho
el gobierno británico es tomarle el pelo de forma constante a sus ciudadanos
desde junio de 2016, e incluso me atrevería a decir que desde el momento en el
que el ex-primer ministro británico, David Cameron, anunció su intención de
celebrar un referéndum sobre la permanencia o no del Reino Unido en Europa.
Lo que hizo Cameron fue una tomadura de pelo a los británicos, aparte de
una estrategia (Mal diseñada, por cierto) para ganar tiempo. Al ver cómo los
votantes más euroescépticos se pasaban del Partido Conservador al partido
euroescéptico Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) y viendo que
los laboristas, aun perdiendo las elecciones, podían volver a gobernar mediante
pactos postelectorales, Cameron decide convocar un referéndum para la
permanencia de Gran Bretaña en la Unión Europea si era reelegido en las
elecciones generales de 2015. Cameron, seguramente anunció este referéndum
confiado en que pegaría un subidón en las encuestas, pero sin obtener mayoría
absoluta, lo cual le permitiría volver a gobernar con los liberales de Nick
Clegg. ¿Qué ocurre entonces? Pues que se produce lo inesperado: Cameron gana,
pero con mayoría absoluta, mientras que los laboristas se hunden. Ante este
nuevo e inesperado escenario ¿Qué hacer? Pues seguir para adelante y convocar
el referéndum, creyendo que va a ser un paseíllo y que tras ganar el NO todo
volverá a su cauce.
Finalmente, el 23 de junio se confirma lo que algunos temían. Los
británicos apuestan claramente por el SÍ a salirse de Europa. Cameron anuncia
su dimisión ese mismo día y al cabo de un mes es sustituido en Downing Street
por su ministra del interior, Theresa May, la cual se convierte desde entonces
en la primera ministra que teóricamente conducirá al Reino Unido fuera de la
UE. Hay que decir que mejor no se pudo estrenar May en su cargo, ya que en el
año 2017, teniendo la mayoría absoluta heredada de Cameron, decidió convocar
elecciones generales, perdiendo la mayoría y quedando en una posición
absolutamente lamentable ante sus socios europeos a la hora de negociar los
acuerdos para la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Lo que desde entonces ha ocurrido ya lo sabemos todos: Negociaciones
permanentes, paseos de pelotas sobre el tejado del contrario, temor por parte
de los dos bandos (Reino Unido - Unión Europea) en quedar como los "Malos
de la película", y finalmente, un acuerdo entre el Reino Unido y la UE. Un
acuerdo humillante para los británicos que ha supuesto que desde enero de este
año, desde Westminster se haya echado para atrás en tres ocasiones el acuerdo
alcanzado entre May y los 27 países de la UE, lo cual ha llevado a incumplir el
acuerdo de salida de los británicos de las instituciones europeas el pasado 29
de marzo y a posponerse dicha salida hasta el 31 de octubre de este año.
A día de hoy, y a pesar de la prorroga otorgada por Europa, la situación
en Londres sigue tan estancada como hace unos meses. El parlamento británico se
niega a aprobar un Brexit blando (El acuerdo alcanzado entre May y la UE), pero
también se niega a aprobar un Brexit duro (Salida sin acuerdo del Reino Unido
de la UE). Se niegan a su vez en apoyar la retirada del artículo 50 del Tratado
de Lisboa (Salida de un país miembro de la UE), y se niegan a su vez la
posibilidad de celebrar un segundo referéndum. En resumen, el parlamento británico
lleva meses tomándole el pelo a sus ciudadanos, ya que no son capaces de
decirles que el Brexit ha sido una farsa que ha ido demasiado lejos. Ni desde
Londres tienen el más mínimo interés en llevar a cabo una salida que supondría
una pérdida muy relevante de ayudas y subvenciones procedentes desde la UE, ni
desde Bruselas quieren que se siente un precedente que podría acarrear la
salida de más países de ese barco que se desmorona llamado Unión Europea.
Para colmo, la situación en Londres no puede ser más penosa, ya que ante
el estrepitoso fracaso que ha cosechado, May se niega a dimitir bajo cualquier
posibilidad y se ha atrincherado en Downing Street a la espera de que desde
Westminster se apruebe tarde o temprano el acuerdo que en noviembre pasado alcanzó
con el resto de los países miembros. Se puede decir pues que May ha antepuesto
su permanencia en el gobierno al futuro del país, con lo que supone dejar a
Gran Bretaña bajo una situación insostenible que ni siquiera los miembros del
Partido Conservador pueden remediar, ya que éstos presentaron una moción de
confianza para expulsar a May en diciembre del año pasado, fracasando dicha
moción. Ante este escenario, los tories no podrán volver a presentar dicha
moción hasta diciembre de este año, fecha en la que en teoría ya tendría que
haber salido el país de la UE. La cuestión ahora es, como de forma casi segura
se sabe ya que en octubre tampoco se producirá la salida de los británicos,
¿Qué ocurrirá a partir de entonces? Los británicos partidarios del Brexit ya
han salido a la calle, con lo que de repetirse la jugada de marzo y prorrogar
de nuevo esta incesante agonía, la situación se puede volver más peligrosa en
Londres si no hay un acuerdo y se echa a May de la jefatura del gobierno.
Por otra parte, el hecho de que la ministra principal de Escocia, Nicola
Sturgeon, haya anunciado un nuevo referéndum para la independencia antes de
2021 supone otro varapalo para el gobierno británico, el cual creía tener
controlada la situación en Escocia tras el referéndum del año 2014 en el que
los escoceses votaron NO a la independencia escocesa. Y a no perder de vista la
situación en Irlanda del Norte, donde el asesinato de una periodista por parte
de la banda terrorista IRA después de más de veinticinco años de tregua vuelven
a poner en peligro la situación en dicho territorio y los Acuerdos del Viernes
Santo que Tony Blair firmó en 1998. Si el terrorismo en Irlanda vuelve y el
independentismo escocés resurge de nuevo, como ya está sucediendo, es más
probable que asistamos a la desintegración del Reino Unido antes que a su
salida de la Unión Europea.
Por mi parte creo que la mejor solución para el Reino Unido sería la
salida urgente de May del gobierno e iniciar unas nuevas negociaciones con la
Unión Europea. Personalmente creo que quien mejor reune el perfil para dar la
talla ante Europa sería el que fuera alcalde de Londres, Boris Johnson. En lo
que respecta a la oposición creo que están más perdidos que la propia May. El
líder laborista, Jeremy Corbin, apuesta a regañadientes por un segundo
referéndum mientras tiene a su partido levantándose contra él. Todo esto tras
presentar una moción de censura contra May, la cual fracasó. En definitiva, la
oposición laborista se encuentra más perdida que los propios conservadores a la
hora de buscar una salida al proceso, si es que realmente desean buscarla, que
personalmente creo que no.
En fin, si la situación en España (La cual ha salido perdiendo en lo que
respecta a la cuestión de Gibraltar gracias al miserable gobierno que tenemos)
es gravísima, la de los británicos no lo es menos. Con una primera ministra
irresponsable y sedienta de poder hasta el punto de anteponer su futuro
personal al futuro del país, una oposición que sólo busca llegar cuanto antes
al poder sin tener ellos tampoco un plan para el Brexit, una clase política
bloqueada, la cual está riéndose descaradamente del pueblo británico, y un
resurgimiento del independentismo escocés, así como del independentismo y del
terrorismo norirlandés, la situación en el Reino Unido se atisba muy
preocupante y peligrosa. Los ingleses están en un callejón sin salida gracias a
la vergonzosa gestión de su clase política, la cual con este bloqueo está
destruyendo la reputación del sistema parlamentario más importante del mundo.
Si finalmente hay Brexit, el terrorismo y el independentismo en Gran Bretaña se
recrudecerá, con lo que la desintegración del Reino Unido será, al igual que en
España, inminente. Si por el contrario no hay salida de Gran Bretaña de la UE,
que creo con toda seguridad que es lo que va a ocurrir, los partidarios del
Brexit se sentirán traicionados y saldrán en masa a las calles, con unas
consecuencias imprevisibles. Malos tiempos se acercan para la isla Británica de
una forma u otra...
lunes, 6 de mayo de 2019
¿Y ahora qué?
Después de una semana desde la victoria del PSOE en las elecciones generales del pasado 28-A, ahora las miradas se vuelven hacia el 26-M, fecha en la que están previstas que se celebren las elecciones autonómicas, municipales y europeas. De momento, todo parece estar exactamente igual que el pasado domingo; El PSOE avisa que su intención es gobernar en solitario, mientras que Pedro Sánchez utiliza la Moncloa como el nuevo cuartel general del PSOE para recibir cuan ronda de consultas del rey al resto de candidatos para conocer la postura de éstos a la hora de votar su investidura, lo cual supone todo un insulto a la sede de la presidencia del gobierno y un desprecio a la independencia de la jefatura del gobierno con respecto a las cuestiones partidistas. Por su parte, desde Podemos se busca a la desesperada un pacto con Sánchez que permita a Iglesias acabar su carrera política como vicepresidente de un gobierno PSOE-Podemos. Por su parte, C's está fingiendo hacerse querer, negándose a pactar nada con el presidente del gobierno en funciones... hasta que pasen las elecciones municipales, claro está. A partir de entonces se abrirán la caja de las negociaciones, si es que éstas no se han abierto ya bajo cuerda vía intervención del tito Soros.
En lo que respecta a VOX, los de Abascal afirman pero sin que les escuche nadie que el resultado electoral ha sido manipulado, algo que yo también creo rotundamente, pero que la formación que lidera Santiago Abascal no se atreve a impugnar directamente los resultados salidos de las elecciones del pasado domingo. En lo que a mí respecta debo añadir que si Abascal decidiese impugnar los resultados, nada sacaría de ahí. Puesto que quien ha decidido manipular los votos lo ha hecho de una forma bastante inteligente, por lo que lo único que conseguirá VOX si decide impugnar, que no lo va a hacer, sería convertirse en el hazmerreir de los progres y los enemigos de España. Pero lo más curioso de todo este escenario postelectoral son los rumores que están circulando sobre la posibilidad de que el PP decida abstenerse en la sesión de investidura de Pedro Sánchez, con el objetivo de que el actual presidente del gobierno no ceda al chantaje de los independentistas ni etarras.
Vamos a ver. Aquí tengo que decir varias cosas, ya que la reacción que produce la noticia no sé todavía si es la de reír o la de llorar. Para empezar, ¿A cuento de qué tiene que abstenerse el PP para permitir la continuidad de Pedro Sánchez como presidente del gobierno? Según algunos, para devolverles el favor al PSOE por la abstención que éstos llevaron a cabo en 2016 permitiendo a Mariano Rajoy seguir gobernando. Seamos serios. El PP ya pagó con creces el favor del PSOE en 2016, al entregar Rajoy el gobierno de España a Sánchez. Ayer mismo escribí largo y tendido sobre el pacto que en mi opinión se produjo entre PSOE y PP que daría como resultado la abstención del PSOE a cambio de la alternancia en el gobierno en 2018. No voy a hacer más hincapié en esto, puesto que ya lo dije ayer todo. Pero debo decir que si todavía en el PP alguien cree de forma estúpida que les deben algo al PSOE es porque son más imbéciles de lo que ya creemos la mayoría de sus ex-votantes. Para empezar, el PP jamás debió pedir la abstención del PSOE en 2016, jamás. Lo suyo hubiese sido acudir a unas terceras elecciones, las cuales hubiesen permitido a Rajoy gobernar de una forma más flexible (Y que conste que yo voté en contra de Rajoy tanto en 2015 como en 2016). Sin embargo prefirieron acudir a la abstención del PSOE, dando como resultado tres años después el panorama que estamos viviendo en estos momentos.
Si Pablo fraCasado decide abstenerse ante Pedro Sánchez, estará dándole alas a aquellos que desde VOX confirman, y con toda la razón del mundo, que el PP representa la "Derechita cobarde", esa afirmación que tanto coraje le produce a Aznar cuando la escucha. Por cierto, cabe decir que según lo que se está hablando, es el propio Aznar el que está presionando a Pablo Casado para que éste dé el paso para abstenerse frente a Sánchez. Vamos a ver, querido José María. Hace un año se hizo pública una sentencia que fue letal para el PP, la cual condenaba al partido y provocó la caída, merecida por cierto, de Rajoy y del PP en el gobierno de España. Casualmente, aunque quien debía asumir responsabilidades políticas era el propio Rajoy, da la casualidad de que el periodo que se juzgó y que se condenó es aquel en el que tú fuiste presidente del PP, por lo que creo que es de recibo que mantengas la boca cerrada y te vayas a tomar viento. Si tu idea es la de marcar la agenda de Casado, como ya intentaste sin éxito con Rajoy, lo que deberías hacer es presentarte como candidato nuevamente a la presidencia del Partido Popular y asumir otra vez el liderazgo de la derecha en España. Si por el contrario lo que deseas es ejercer de José Luis Moreno y que Pablo Casado sea tu Rockefeller, tu muñeco va a durar lo que un caramelo en la puerta de un colegio. El sector progre del PP, con el nacionalista gallego Feijoo a la cabeza, están ya contando los días que faltan para desbancar a tu querida marioneta después de las elecciones del 26-M, por lo que más vale que espabiles si piensas dirigir en la sombra el partido y comiences a tomar decisiones más inteligentes y estratégicas, que ya eres mayorcito y se supone que tienes una experiencia acumulada.
Sobre C's debo decir que es bastante curioso cómo se han dado un pequeño golpe de estado autoproclamándose "Líderes de la oposición". Menudo chiste. Yo reconozco que soy más de letras, y que las matemáticas no son lo mío, pero si las cuentas no me fallan, creo que los de Albert Rivera están a doce escaños para igualar al PP y a algo más de 200.000 votos para alcanzar a los de Pablo Casado, por lo que sigo sin comprender cómo los veletas van anunciando a bombo y platillo ese falso escenario en el cual ellos, y no los populares son la alternativa oficial al desgobierno de Sánchez. Me recuerda un poco a aquel término que se empleó en diciembre, tras las elecciones celebradas aquí en Andalucía. Los veletas anunciaron que ellos eran los "Ganadores morales de las elecciones". Un término que no volví a escuchar nunca más, por cierto. Supongo que alguien les pegaría un toque de atención. En resumen. Los de Rivera anuncian a los cuatro vientos que son algo que no son, y hacen creer a los españoles que representan el verdadero cambio de esta España agonizante que se está descomponiendo por momentos.
Todos sabemos que Rivera acabará pactando con Sánchez, y que el presidente en funciones acudirá corriendo al catalán para que éste le ceda sus votos en la investidura. Y es que seamos claros; Sánchez será un ególatra, un narcisista y un chulo, además de otros calificativos, pero lo que no es de forma segura es gilipollas. Sánchez no se ha jugado el cargo para acabar en el casillero en el que empezó en febrero, que no es otro que seguir gobernando con el apoyo de los independentistas, podemitas y etarras. Sabe que la única salida que le beneficia políticamente es la de un pacto con C's, "Casualmente" la opción en la que los números mejor cuadran en estos resultados. Qué sorpresas nos dá Soros, perdón, la vida, ¿Verdad?. Como ocurre siempre en España, los políticos toman a los ciudadanos por gilipollas (Lo que en realidad somos, para qué engañarnos), y sólo harán públicas sus intenciones de pactar cuando las urnas hayan hablado tras el 26-M. Sólo a partir de entonces se producirá el pacto por el que algunos tanto tiempo llevan soñando, lo cual dejará a Iglesias y compañía sin la posibilidad de formar gobierno con los socialistas. Un escenario que provocará que los podemitas vuelvan a las andadas contra sus hasta ahora socios de gobierno. Personalmente debo decir que yo hubiese preferido (Y prefiero) un gobierno PSOE-Podemos. ¿Por qué? Básicamente porque llegados a este punto deseo ver el mundo arder, y qué mejor forma de que este escenario se produzca que con la formación de un gobierno entre Sánchez e Iglesias. Si los españoles han votado izquierda, izquierda, y de la pura y dura deben tener. No se merecen otra cosa aquellos que han votado por llevar a nuestra nación al suicidio colectivo.
Sobre VOX debo decir que por mucho que ahora se empeñen en decir que en las próximas elecciones van a arrasar, por desgracia temo que los de Abascal están auto-engañándose. Independientemente de si los resultados obtenidos por VOX son falsos o no (Yo insisto en que lo son), la formación conservadora no va a ir a más después de estas elecciones. Quizás consigan rascar algo en las próximas, pero seguirá siendo insuficiente. ¿El motivo? Las ideas de VOX no tiene cabida en la sociedad actual, ni española ni mundial. Hemos llegado a una situación en la cual para nuestra desgracia, los valores tradicionales han sido aniquilados. Unos valores que son los que VOX representan y que por ello no pueden ser aceptados en esta sociedad fascista-progresista, en donde Dios, la familia, la nación, el orden, la ley, la justicia, etc, no tienen cabida en nuestros días en beneficio de unas ideas totalitarias y destructivas para nuestro modelo de convivencia social. La derecha conservadora no tiene pues cabida en este escenario progresista, por ello es por lo que VOX molesta y será aniquilado poco a poco con la ayuda de los medios de descomunicación. De hecho, aun con sus contras, el PP de hace unos años que aún representaba ciertos valores conservadores se fue descomponiendo poco a poco a raíz del 11-M y gracias a la gestión de Rajoy, hasta convertirse a día de hoy en un partido progre en donde los valores tradicionales asquean como mínimo dentro de la formación que ahora lidera Casado. No, para nuestra desgracia el conservadurismo ya no existe ni puede existir en este mundo progresista. Por ello el PP ha sido despellejado ideológicamente durante todos estos años, y lo seguirán haciendo hasta matarlo políticamente, mientras que VOX será destruido de forma fulminante por las fake-news y los "Cachorros" de Soros. La única derecha que sí es aceptada a día de hoy es la progresista, la liberal. Aquella que acepta el Nuevo Orden Mundial, que abraza y comparte las ideología totalitarias actuales de la izquierda, y esa es la derecha que representan Ciudadanos y Albert Rivera.
Sobre Pablo Iglesias debo decir que es curioso cómo de querer "Asaltar los cielos" se ha conformado ya con pedir un trozo de pastel con tal de seguir chupando del bote. Sólo hay que ver cómo en su comparecencia en la rueda de prensa tras conocerse los resultados electorales afirmó que "Los escaños nos dan justo para lo que queríamos: Frenar a la derecha y pactar un gobierno con el PSOE". Lo dice aquel que hace cinco años iba por las televisiones pregonando aquello de "PPSOE" "La casta" y todo lo demás que ya conocemos. Como ya he dicho antes, la ambición de Iglesias ya sólo se resume a asaltar la sala de prensa de la Moncloa y ejercer de portavoz del futuro gobierno de Sánchez. Sabe que sus discursos anticasta y sus mareas, oleadas, levantes, etc ya no dan más de sí. Su tiempo político acabó, y él lo sabe perfectamente. Su cometido fue el de llevar de nuevo al PSOE al gobierno. Su misión era hacerlo en 2016 y desobedeció al creer en el sorpasso frente a los socialistas que nunca se produjo. Con el apoyo a la moción de censura el año pasado, la carrera política del marques de Galapagar se terminó definitivamente. Eso sí, Iglesias, como leal servidor a Sánchez en dicha causa ahora desea ser recompensado por sus servicios en la moción de censura. En junio de 2018 no podía exigir nada, puesto que lo único que se buscaba era mandar al paro a Mariano y a todo su séquito, pero ahora, tras los resultados obtenidos por Sánchez, el "Coletas" cree que ha llegado el momento de que el presidente del gobierno en funciones le recompense y de forma muy generosa, ya que él cree que sin su apoyo, Sánchez jamás habría llegado a la Moncloa, por lo que ahora espera sacar buena tajada de aquello que por las circunstancias no pudo hacer en junio del año pasado. Lo gracioso está en que Pedro ya no quiere a Pablo como su compañero de viaje ni como su recadero a las cárceles catalanas para que los independentistas apoyasen sus presupuestos. Ahora Sánchez cree que ha llegado el turno de Alberto Carlos, Ines y compañía, por lo que Iglesias y Montero se tendrán que conformar con la oposición y con su palacete en Galapagar. Quizás con esto, a Pablo se le encienda nuevamente su vena revolucionaria y exija rodear de nuevo el congreso hasta que Sánchez le nombre vicepresidente. La cuestión está en que para conseguir sus objetivos tendrá que hacer acampada sine die en la Carrera de San Jerónimo para que su amigo Sánchez lo escuche, y ni aún así. Esto es lo que trae consigo ser un kleenex en la política y no enterarte de ello...
Por último y para terminar me queda nuestro "Querido" presidente. Ese que ha sido reelegido con los votos de los jóvenes, y no tan jóvenes, que simpatizan con el terrorismo y que son actualmente la nueva generación de fascistas del siglo XXI. De Sánchez poco tengo que decir que no haya dicho ya sobre él. Estoy seguro de que a finales de verano será investido nuevamente como presidente, dando comienzo a su segundo mandato. Un segundo mandato que intuyo que no será el último. En esta España enferma de sí misma y de su historia, estoy convencido que apostará nuevamente por el actual presidente del gobierno, aunque éste se lleve al país por delante de aquí al 2023. El bloque de derechas no suma, y aunque sumen después de las próximas elecciones, es misión casi imposible que puedan formar gobierno. El PSOE volvió hace un año para quedarse, y Sánchez está dispuesto a todo con tal de permanecer en el gobierno, mínimo hasta el año 2030, como aseguró hace unos meses. Nos quedan pues unos años bastante moviditos en nuestro país y lo peor es que no podemos hacer nada para impedirlo. España se encuentra en estos momentos sumida en un sistema unipartidista, en el cual el partido principal de la izquierda tiene en su control todas las instituciones del estado, sin posibilidad alguna de que los partidos que ofrecen una alternancia política estén en condiciones para ofrecer una garantía de cambio que ponga fin a este gobierno miserable, nacido gracias al apoyo de los enemigos de España. Nuestro país no tiene pues nada que envidiarle a Venezuela, aunque eso sí. A diferencia de lo que la derecha española cree, tanto lo que los españoles como los venezolanos están padeciendo ahora es gracias a la colaboración tanto activa como pasiva de sus ciudadanos, por lo tanto aquí todo el mundo debe asumir las consecuencias de lo que permite. Por eso España se merecerá todo lo que le ocurra a partir de ahora con el desgobierno totalitario que nos espera...
Las elecciones del próximo 26 de mayo volverán a darle la victoria al bloque de la izquierda, con lo que el PSOE volverá a recuperar gobiernos tanto autonómicos como locales. Sánchez verá con esta segunda vuelta electoral afianzado definitivamente su liderazgo en el PSOE y reeditará el "Pacto del abrazo" de 2016 con Rivera. Otra cosa es lo que venga después de eso (La crisis económica que se avecina, el déficit público, los recortes sociales, el paro, etc). De momento estamos exactamente igual que en mayo de 2008, con un gobierno socialista recién reelegido y con una crisis económica a punto de estallar, la cual se llevará lo poco que queda del país en términos laborales. La cuestión que hay que plantearse ahora es: En 1993, tras las últimas elecciones generales que ganó Felipe González en mitad de la crisis económica de los 90, teníamos a Aznar como alternativa segura al PSOE. En 2008, tras las últimas elecciones generales que ganó Zapatero, con la crisis económica a punto de estallar, teníamos a Rajoy como alternativa segura a los socialistas. En 2019, con una nueva crisis económica mundial más letal y determinante para el futuro de la humanidad que la vivida en estos diez años pasados (Que ya es decir), las elecciones generales del pasado domingo dieron la victoria a Sánchez, con lo que la pregunta en cuestión es: ¿A quién tenemos ahora como alternativa? A la nada. No existe alternativa ninguna al PSOE de Pedro Sánchez. Y eso es igual o más preocupante aún que el desastre de gobierno que va a realizar...
En lo que respecta a VOX, los de Abascal afirman pero sin que les escuche nadie que el resultado electoral ha sido manipulado, algo que yo también creo rotundamente, pero que la formación que lidera Santiago Abascal no se atreve a impugnar directamente los resultados salidos de las elecciones del pasado domingo. En lo que a mí respecta debo añadir que si Abascal decidiese impugnar los resultados, nada sacaría de ahí. Puesto que quien ha decidido manipular los votos lo ha hecho de una forma bastante inteligente, por lo que lo único que conseguirá VOX si decide impugnar, que no lo va a hacer, sería convertirse en el hazmerreir de los progres y los enemigos de España. Pero lo más curioso de todo este escenario postelectoral son los rumores que están circulando sobre la posibilidad de que el PP decida abstenerse en la sesión de investidura de Pedro Sánchez, con el objetivo de que el actual presidente del gobierno no ceda al chantaje de los independentistas ni etarras.
Vamos a ver. Aquí tengo que decir varias cosas, ya que la reacción que produce la noticia no sé todavía si es la de reír o la de llorar. Para empezar, ¿A cuento de qué tiene que abstenerse el PP para permitir la continuidad de Pedro Sánchez como presidente del gobierno? Según algunos, para devolverles el favor al PSOE por la abstención que éstos llevaron a cabo en 2016 permitiendo a Mariano Rajoy seguir gobernando. Seamos serios. El PP ya pagó con creces el favor del PSOE en 2016, al entregar Rajoy el gobierno de España a Sánchez. Ayer mismo escribí largo y tendido sobre el pacto que en mi opinión se produjo entre PSOE y PP que daría como resultado la abstención del PSOE a cambio de la alternancia en el gobierno en 2018. No voy a hacer más hincapié en esto, puesto que ya lo dije ayer todo. Pero debo decir que si todavía en el PP alguien cree de forma estúpida que les deben algo al PSOE es porque son más imbéciles de lo que ya creemos la mayoría de sus ex-votantes. Para empezar, el PP jamás debió pedir la abstención del PSOE en 2016, jamás. Lo suyo hubiese sido acudir a unas terceras elecciones, las cuales hubiesen permitido a Rajoy gobernar de una forma más flexible (Y que conste que yo voté en contra de Rajoy tanto en 2015 como en 2016). Sin embargo prefirieron acudir a la abstención del PSOE, dando como resultado tres años después el panorama que estamos viviendo en estos momentos.
Si Pablo fraCasado decide abstenerse ante Pedro Sánchez, estará dándole alas a aquellos que desde VOX confirman, y con toda la razón del mundo, que el PP representa la "Derechita cobarde", esa afirmación que tanto coraje le produce a Aznar cuando la escucha. Por cierto, cabe decir que según lo que se está hablando, es el propio Aznar el que está presionando a Pablo Casado para que éste dé el paso para abstenerse frente a Sánchez. Vamos a ver, querido José María. Hace un año se hizo pública una sentencia que fue letal para el PP, la cual condenaba al partido y provocó la caída, merecida por cierto, de Rajoy y del PP en el gobierno de España. Casualmente, aunque quien debía asumir responsabilidades políticas era el propio Rajoy, da la casualidad de que el periodo que se juzgó y que se condenó es aquel en el que tú fuiste presidente del PP, por lo que creo que es de recibo que mantengas la boca cerrada y te vayas a tomar viento. Si tu idea es la de marcar la agenda de Casado, como ya intentaste sin éxito con Rajoy, lo que deberías hacer es presentarte como candidato nuevamente a la presidencia del Partido Popular y asumir otra vez el liderazgo de la derecha en España. Si por el contrario lo que deseas es ejercer de José Luis Moreno y que Pablo Casado sea tu Rockefeller, tu muñeco va a durar lo que un caramelo en la puerta de un colegio. El sector progre del PP, con el nacionalista gallego Feijoo a la cabeza, están ya contando los días que faltan para desbancar a tu querida marioneta después de las elecciones del 26-M, por lo que más vale que espabiles si piensas dirigir en la sombra el partido y comiences a tomar decisiones más inteligentes y estratégicas, que ya eres mayorcito y se supone que tienes una experiencia acumulada.
Sobre C's debo decir que es bastante curioso cómo se han dado un pequeño golpe de estado autoproclamándose "Líderes de la oposición". Menudo chiste. Yo reconozco que soy más de letras, y que las matemáticas no son lo mío, pero si las cuentas no me fallan, creo que los de Albert Rivera están a doce escaños para igualar al PP y a algo más de 200.000 votos para alcanzar a los de Pablo Casado, por lo que sigo sin comprender cómo los veletas van anunciando a bombo y platillo ese falso escenario en el cual ellos, y no los populares son la alternativa oficial al desgobierno de Sánchez. Me recuerda un poco a aquel término que se empleó en diciembre, tras las elecciones celebradas aquí en Andalucía. Los veletas anunciaron que ellos eran los "Ganadores morales de las elecciones". Un término que no volví a escuchar nunca más, por cierto. Supongo que alguien les pegaría un toque de atención. En resumen. Los de Rivera anuncian a los cuatro vientos que son algo que no son, y hacen creer a los españoles que representan el verdadero cambio de esta España agonizante que se está descomponiendo por momentos.
Todos sabemos que Rivera acabará pactando con Sánchez, y que el presidente en funciones acudirá corriendo al catalán para que éste le ceda sus votos en la investidura. Y es que seamos claros; Sánchez será un ególatra, un narcisista y un chulo, además de otros calificativos, pero lo que no es de forma segura es gilipollas. Sánchez no se ha jugado el cargo para acabar en el casillero en el que empezó en febrero, que no es otro que seguir gobernando con el apoyo de los independentistas, podemitas y etarras. Sabe que la única salida que le beneficia políticamente es la de un pacto con C's, "Casualmente" la opción en la que los números mejor cuadran en estos resultados. Qué sorpresas nos dá Soros, perdón, la vida, ¿Verdad?. Como ocurre siempre en España, los políticos toman a los ciudadanos por gilipollas (Lo que en realidad somos, para qué engañarnos), y sólo harán públicas sus intenciones de pactar cuando las urnas hayan hablado tras el 26-M. Sólo a partir de entonces se producirá el pacto por el que algunos tanto tiempo llevan soñando, lo cual dejará a Iglesias y compañía sin la posibilidad de formar gobierno con los socialistas. Un escenario que provocará que los podemitas vuelvan a las andadas contra sus hasta ahora socios de gobierno. Personalmente debo decir que yo hubiese preferido (Y prefiero) un gobierno PSOE-Podemos. ¿Por qué? Básicamente porque llegados a este punto deseo ver el mundo arder, y qué mejor forma de que este escenario se produzca que con la formación de un gobierno entre Sánchez e Iglesias. Si los españoles han votado izquierda, izquierda, y de la pura y dura deben tener. No se merecen otra cosa aquellos que han votado por llevar a nuestra nación al suicidio colectivo.
Sobre VOX debo decir que por mucho que ahora se empeñen en decir que en las próximas elecciones van a arrasar, por desgracia temo que los de Abascal están auto-engañándose. Independientemente de si los resultados obtenidos por VOX son falsos o no (Yo insisto en que lo son), la formación conservadora no va a ir a más después de estas elecciones. Quizás consigan rascar algo en las próximas, pero seguirá siendo insuficiente. ¿El motivo? Las ideas de VOX no tiene cabida en la sociedad actual, ni española ni mundial. Hemos llegado a una situación en la cual para nuestra desgracia, los valores tradicionales han sido aniquilados. Unos valores que son los que VOX representan y que por ello no pueden ser aceptados en esta sociedad fascista-progresista, en donde Dios, la familia, la nación, el orden, la ley, la justicia, etc, no tienen cabida en nuestros días en beneficio de unas ideas totalitarias y destructivas para nuestro modelo de convivencia social. La derecha conservadora no tiene pues cabida en este escenario progresista, por ello es por lo que VOX molesta y será aniquilado poco a poco con la ayuda de los medios de descomunicación. De hecho, aun con sus contras, el PP de hace unos años que aún representaba ciertos valores conservadores se fue descomponiendo poco a poco a raíz del 11-M y gracias a la gestión de Rajoy, hasta convertirse a día de hoy en un partido progre en donde los valores tradicionales asquean como mínimo dentro de la formación que ahora lidera Casado. No, para nuestra desgracia el conservadurismo ya no existe ni puede existir en este mundo progresista. Por ello el PP ha sido despellejado ideológicamente durante todos estos años, y lo seguirán haciendo hasta matarlo políticamente, mientras que VOX será destruido de forma fulminante por las fake-news y los "Cachorros" de Soros. La única derecha que sí es aceptada a día de hoy es la progresista, la liberal. Aquella que acepta el Nuevo Orden Mundial, que abraza y comparte las ideología totalitarias actuales de la izquierda, y esa es la derecha que representan Ciudadanos y Albert Rivera.
Sobre Pablo Iglesias debo decir que es curioso cómo de querer "Asaltar los cielos" se ha conformado ya con pedir un trozo de pastel con tal de seguir chupando del bote. Sólo hay que ver cómo en su comparecencia en la rueda de prensa tras conocerse los resultados electorales afirmó que "Los escaños nos dan justo para lo que queríamos: Frenar a la derecha y pactar un gobierno con el PSOE". Lo dice aquel que hace cinco años iba por las televisiones pregonando aquello de "PPSOE" "La casta" y todo lo demás que ya conocemos. Como ya he dicho antes, la ambición de Iglesias ya sólo se resume a asaltar la sala de prensa de la Moncloa y ejercer de portavoz del futuro gobierno de Sánchez. Sabe que sus discursos anticasta y sus mareas, oleadas, levantes, etc ya no dan más de sí. Su tiempo político acabó, y él lo sabe perfectamente. Su cometido fue el de llevar de nuevo al PSOE al gobierno. Su misión era hacerlo en 2016 y desobedeció al creer en el sorpasso frente a los socialistas que nunca se produjo. Con el apoyo a la moción de censura el año pasado, la carrera política del marques de Galapagar se terminó definitivamente. Eso sí, Iglesias, como leal servidor a Sánchez en dicha causa ahora desea ser recompensado por sus servicios en la moción de censura. En junio de 2018 no podía exigir nada, puesto que lo único que se buscaba era mandar al paro a Mariano y a todo su séquito, pero ahora, tras los resultados obtenidos por Sánchez, el "Coletas" cree que ha llegado el momento de que el presidente del gobierno en funciones le recompense y de forma muy generosa, ya que él cree que sin su apoyo, Sánchez jamás habría llegado a la Moncloa, por lo que ahora espera sacar buena tajada de aquello que por las circunstancias no pudo hacer en junio del año pasado. Lo gracioso está en que Pedro ya no quiere a Pablo como su compañero de viaje ni como su recadero a las cárceles catalanas para que los independentistas apoyasen sus presupuestos. Ahora Sánchez cree que ha llegado el turno de Alberto Carlos, Ines y compañía, por lo que Iglesias y Montero se tendrán que conformar con la oposición y con su palacete en Galapagar. Quizás con esto, a Pablo se le encienda nuevamente su vena revolucionaria y exija rodear de nuevo el congreso hasta que Sánchez le nombre vicepresidente. La cuestión está en que para conseguir sus objetivos tendrá que hacer acampada sine die en la Carrera de San Jerónimo para que su amigo Sánchez lo escuche, y ni aún así. Esto es lo que trae consigo ser un kleenex en la política y no enterarte de ello...
Por último y para terminar me queda nuestro "Querido" presidente. Ese que ha sido reelegido con los votos de los jóvenes, y no tan jóvenes, que simpatizan con el terrorismo y que son actualmente la nueva generación de fascistas del siglo XXI. De Sánchez poco tengo que decir que no haya dicho ya sobre él. Estoy seguro de que a finales de verano será investido nuevamente como presidente, dando comienzo a su segundo mandato. Un segundo mandato que intuyo que no será el último. En esta España enferma de sí misma y de su historia, estoy convencido que apostará nuevamente por el actual presidente del gobierno, aunque éste se lleve al país por delante de aquí al 2023. El bloque de derechas no suma, y aunque sumen después de las próximas elecciones, es misión casi imposible que puedan formar gobierno. El PSOE volvió hace un año para quedarse, y Sánchez está dispuesto a todo con tal de permanecer en el gobierno, mínimo hasta el año 2030, como aseguró hace unos meses. Nos quedan pues unos años bastante moviditos en nuestro país y lo peor es que no podemos hacer nada para impedirlo. España se encuentra en estos momentos sumida en un sistema unipartidista, en el cual el partido principal de la izquierda tiene en su control todas las instituciones del estado, sin posibilidad alguna de que los partidos que ofrecen una alternancia política estén en condiciones para ofrecer una garantía de cambio que ponga fin a este gobierno miserable, nacido gracias al apoyo de los enemigos de España. Nuestro país no tiene pues nada que envidiarle a Venezuela, aunque eso sí. A diferencia de lo que la derecha española cree, tanto lo que los españoles como los venezolanos están padeciendo ahora es gracias a la colaboración tanto activa como pasiva de sus ciudadanos, por lo tanto aquí todo el mundo debe asumir las consecuencias de lo que permite. Por eso España se merecerá todo lo que le ocurra a partir de ahora con el desgobierno totalitario que nos espera...
Las elecciones del próximo 26 de mayo volverán a darle la victoria al bloque de la izquierda, con lo que el PSOE volverá a recuperar gobiernos tanto autonómicos como locales. Sánchez verá con esta segunda vuelta electoral afianzado definitivamente su liderazgo en el PSOE y reeditará el "Pacto del abrazo" de 2016 con Rivera. Otra cosa es lo que venga después de eso (La crisis económica que se avecina, el déficit público, los recortes sociales, el paro, etc). De momento estamos exactamente igual que en mayo de 2008, con un gobierno socialista recién reelegido y con una crisis económica a punto de estallar, la cual se llevará lo poco que queda del país en términos laborales. La cuestión que hay que plantearse ahora es: En 1993, tras las últimas elecciones generales que ganó Felipe González en mitad de la crisis económica de los 90, teníamos a Aznar como alternativa segura al PSOE. En 2008, tras las últimas elecciones generales que ganó Zapatero, con la crisis económica a punto de estallar, teníamos a Rajoy como alternativa segura a los socialistas. En 2019, con una nueva crisis económica mundial más letal y determinante para el futuro de la humanidad que la vivida en estos diez años pasados (Que ya es decir), las elecciones generales del pasado domingo dieron la victoria a Sánchez, con lo que la pregunta en cuestión es: ¿A quién tenemos ahora como alternativa? A la nada. No existe alternativa ninguna al PSOE de Pedro Sánchez. Y eso es igual o más preocupante aún que el desastre de gobierno que va a realizar...
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