Lo vivido en la jornada de hoy y de ayer en Cataluña suponen uno de los episodios más bochornosos, humillantes, vergonzosos, deplorables y vomitivos de estos cuarenta años de democracia en España. La escena del presidente del gobierno, Pedro Sánchez, con el presidente de la generalitat catalana, Quim Torra, acompañados ambos por sus vicepresidentes y ministros/consejeros cuan cumbre de dos gobiernos nacionales se tratase supone el broche final de este año que culmina a estos primeros seis meses de gobierno socialista de Sánchez con el apoyo de los golpistas catalanes.
Por si todo esto fuese poco, tras la "Cumbre" celebrada en el palacio real de Pedralbes, ambos gobiernos llevaron a cabo un comunicado que insulta a España y a los 47 millones de habitantes que integramos esta nación. En dicho comunicado se reconocía por parte del gobierno de España la existencia de un conflicto sobre Cataluña, y lo más grave, se acordaba llegar a una solución para dicho "Conflicto" sin mencionar a la constitución ni al ordenamiento jurídico español. Ojo al dato, repito, sin mención alguna a la constitución española ni a su ordenamiento jurídico. ¿Qué quiere decir esto? Pues que el gobierno español y el catalán están empezando a negociar una salida para la crisis catalana que pase por encima de las normas jurídicas de nuestro país, es decir, saltarse e incumplir la ley, pero esta vez con el apoyo expreso de Moncloa. Una verdadera traición en todos los términos a España, a la constitución y a la soberanía nacional.
Para rematar la faena, hoy se ha reunido el gobierno en Barcelona para celebrar un consejo de ministros no exento de polémica en el que se ha aprobado como medida la anulación del juicio a Lluis Companys, presidente de la generalitat catalana, principal impulsor del golpe de estado celebrado en Barcelona en octubre de 1934, fundador de milicias en Cataluña, asesino de más de 8.000 personas durante su presidencia en la generalitat, e impulsor de campos de concentración como el de Omells de Na Gaia. Aparte de esto, desde el gobierno se está impulsando un reconocimiento institucional a su figura y un lavado de cara en términos históricos hacia éste. Todo un gesto de halagos hacia el golpismo catalán a través de la figura del miserable Companys, y todo un desprecio a España, a su historia más reciente y a las víctimas de la Guerra Civil.
Por si todo esto no es ya suficientemente grave, según ha publicado hace unas horas el periódico que dirige Eduardo Inda, "OKdiario", el gobierno español ha llegado a un acuerdo con el gobierno catalán para llevar a cabo un referéndum no vinculante para la independencia de Cataluña, a cambio de que el PDCAT y ERC apoyen los presupuestos generales de 2019 que permitirán a Sánchez mantenerse en la Moncloa hasta 2020. Esta consulta, según afirma "Okdiario", se podría producir gracias a la ley ilegal de referéndums que el año pasado aprobó el parlamento catalán y que el gobierno de Rajoy recurrió al Tribunal Constitucional. Aun así y tras toda esta serie de felaciones por parte del gobierno de Sánchez a los independentistas, los cuales necesita de su apoyo para continuar en el gobierno, desde la generalitat ya se ha avisado de que todo esto son "Pasos insuficientes."
Pues bien, para empezar hay que añadir que de ser cierto esto se da por hecho que el gobierno catalán ha tirado la toalla en lo que respecta a la independencia catalana. Torra, desde que llegó en mayo de este año a la presidencia, no ha hecho otra cosa más que ejercer de presidente autonómico y no de "Presidente de la república catalana". Si Torra hubiese querido, podría haber hecho efectiva la independencia desde que se desactivó el 2 de junio el 155, pero no lo ha hecho, ya que aparte de miserable es un cobarde y ha preferido jugar al gato y al ratón, prometiendo lo imposible a su legión de fascistas y poniéndose de rodillas a su vez frente al gobierno de Sánchez para obtener más financiación, lo cual demuestra que su intención no es ni muchísimo menos efectuar la república proclamada el 27 de octubre del año pasado, sino ir retrocediendo poco a poco hasta el punto de partida iniciado por Artur Mas en septiembre de 2012. Por eso ha buscado desesperado esta reunión con Sánchez, le ha tendido la alfombra y han acordado un referéndum no vinculante en el que ante un eventual resultado favorable a la independencia, ésta no se podrá llevar a efecto.
Por ello, los golpistas dan ya por hecho que la independencia es imposible y van a por lo que siempre han luchado durante estos años: Un reconocimiento superior a Cataluña en detrimento del resto de regiones que integran España. Un reconocimiento a Cataluña como nación y estado dentro de un nuevo sistema político en nuestro país, así como un reconocimiento fiscal, internacional, jurídico, etc. Este paquete de reconocimientos sería, en mi opinión, llevado a cabo a través de una nueva y radical reforma del miserable estatuto catalán que Maragall y Zapatero aprobaron en 2006 y que ha sido entre otras cosas el origen de todo lo que nos ha llevado hasta aquí.
Si esto se cumpliese, hay que añadir que sería pan para hoy y hambre para mañana, ya que si los catalanes obtienen un estatus político, económico y social superior al resto de España, ¿Acaso desde el País Vasco no se va a buscar ese mismo reconocimiento? Un reconocimiento por cierto que ya están trabajando desde Vitoria, ya que el gobierno vasco está inmerso en la reforma del estatuto de Guernika, con el objetivo de dotar al País Vasco de un reconocimiento exacto al que exigirían los catalanes en esa eventual reforma del estatuto catalán. Unos reconocimientos a estas regiones que les dotaría de superioridad en todos los aspectos frente al resto de regiones de España, pero que sería a su vez incongruentes e inconstitucionales dentro de la actual constitución y del actual sistema autonómico y mucho menos dentro de un sistema federal, por consiguiente hay que preguntarse: ¿Están pensando algunos en el estado confederal para conseguir estos objetivos?. Mucho cuidado porque aquí puede estar la madre del borrego.
En lo que a mí respecta debo añadir que en estos momentos deseo más que el propio Puigdemont desde Alemania la independencia catalana. ¿Por qué? Porque ya he dicho desde hace unos años que si todo este tinglado que ha conducido a España a una de las mayores crisis nacionales de su historia tenía como objetivo una mejora de la financiación catalana y un reconocimiento especial a esta región, por mi parte ya podían ir cogiendo las maletas y largarse de una puta vez. España no puede verse abocada ni humillada a darle a estos impresentables lo que exijan, sea lo que sea. Unos impresentables que ya han afirmado su intención de ir a una guerra contra España, emulando la guerra de independencia de Eslovenia contra Yugoslavia en 1991. Por ello, si la única forma de que Cataluña se mantenga en España es a través del otorgamiento de un nuevo estatus superior que humille al resto de nuestro país, ya pueden ir efectuando la república y largarse para no volver nunca más. No se puede acceder al chantaje de aquellos miserables que desprecian nuestra nación y que odian a todos aquellos que por mucho que les jodan, son sus compatriotas. Por ello, insisto, si el final de todo esto es, como ya se está intuyendo, un nuevo estatus político para Cataluña, ya se pueden ir al carajo estos hijos de puta.
En lo que respecta al comunicado de la reunión hay que añadir que el sólo hecho de que se suprima a instancias de la generalitat y con el consentimiento del gobierno de Sánchez la mención a la constitución es toda una declaración de intenciones de ambos ejecutivos de maniobrar a espaldas de la actual carta magna y del ordenamiento jurídico español para hacer algo que no es precisamente legal ni bueno para España, lo cual debería ser motivo más que suficiente para que en primer lugar se lleve a cabo de forma inmediata el artículo 102 de la constitución española, el cual hace referencia a la responsabilidad criminal del presidente del gobierno, y posteriormente el artículo 113, es decir, la moción de censura. Con Sánchez fuera de la Moncloa, el nuevo gobierno que saliese de esa moción debería aplicar cuanto antes el artículo 155 y cesar al gobierno de Torra, aplicando a su vez un nuevo 155 más duro e ilimitado que el efectuado por Rajoy el año pasado. No se puede consentir bajo ningún concepto que ni el gobierno catalán, pero en mayor medida el gobierno de España, se salte la ley y acuerden llevar a cabo una solución ilegal e inconstitucional a la crisis independentista.
Por otra parte, la decisión de hoy del gobierno de anular jurídicamente la sentencia contra Companys es todo un insulto, una tomadura de pelo y un crimen contra el pueblo español. Según parece, para Sánchez, Lluys Companys, el cual firmó sentencias de muerte contra todo aquel que no era ni izquierdista ni nacionalista catalán, que mató a través de las milicias que él creó y agrupó a más de 8.000 catalanes, que creó campos de concentración durante su gobierno y que llevó a cabo el golpe de estado contra la II República Española proclamando el "Estat catalá" en octubre de 1934, es un mártir al cual hay que proclamar santo casi ochenta años después de su muerte. Parece ser que para este hijo de puta que vive atornillado en la Moncloa, Companys era todo un ser puro de luz, mientras que Franco era una bestia depravada la cual merece arder en el infierno sine die.
Con la decisión de hoy (La cual no deja de ser una absoluta gilipollez, puesto que la sentencia que condenó a Companys a ser fusilado se efectuó en su momento y por muchos decretos que ahora aprueben, jamás podrán derogar dicha efectividad) se demuestra la doble cara que tiene esta mala persona adoradora de helicópteros y de lujosos derroches llamada Pedro Sánchez. Para este demonio, los muertos de derechas que la izquierda llevó a cabo importan menos que una mierda, mientras que los muertos de izquierdas deben ser recordados obligatoriamente por todo el pueblo español para siempre si no quieres ser marcado socialmente como un "Facha" y un extremista peligroso al cual hay que encerrar bajo siete llaves en la cárcel. Así es como entiende la "Memoria histórica" este ser peligroso y cruel, el cual estaría encantado con ver de nuevo nuestra nación repleta de cadáveres si eso le permitiese prolongar su estancia en el gobierno.
En lo que respecta a la foto de Pedralbes poco hay que añadir. Lo vivido ayer y hoy ha sido toda una rendición y una claudicación frente a aquellos que se han levantado contra España y que son los que sostienen en la actualidad al gobierno español, que es incluso más peligroso para nuestro país que el propio independentismo. El enemigo está en casa, y con la foto realizada ayer en la que se ha dado carácter de cumbre internacional a un encuentro entre un gobierno nacional y uno regional subordinado a él y al ordenamiento jurídico estatal, se ha confirmado que Sánchez está dispuesto a todo con tal de seguir ocupando la jefatura del gobierno. Si para vivir unos meses o años más en la Moncloa hay que darle a Cataluña y a su gobierno regional trato de nación, se les dará. Si para aprobar los presupuestos hay que aceptar un referéndum no vinculante aceptado por el estado sobre la independencia, se hará. Si para seguir paseándose en aviones militares, viajar a costa del contribuyente, vivir a cuerpo de rey, y conocer mundo hay que negociar a espaldas de la constitución y las leyes, se hace sin problemas. De momento, el gobierno ya ha conseguido aprobar el techo de gasto, (La antesala para la presentación de los presupuestos generales del estado) con el apoyo de los independentistas. Con ello se confirma que la relación de favores e intereses recíprocos entre Sánchez y los golpistas continúa y goza de buena salud.
Es en este punto donde entra en juego dos personas que no son ajenas a toda esta locura y despropósito: Pablo Casado y Albert Rivera. El líder del PP debe presentar cuanto antes, por urgencia nacional y por responsabilidad política, una moción en el congreso donde se proponga la responsabilidad criminal al presidente del gobierno, la cual viene estipulada en el artículo 102 de la constitución. Casado debe presentar ya esta propuesta, con el objetivo de llevar ante los tribunales a Pedro Sánchez, acusado de alta traición contra el estado y la constitución. Con ella, también debe presentar de forma urgente una moción de censura contra Sánchez, con el objetivo de echar del poder cuanto antes al líder del PSOE y proponer como candidato a la presidencia a un independiente, el cual tendría como objetivo dos cuestiones primordiales: Activar el 155 y tras su aprobación, convocar de forma urgente elecciones generales para el mes de marzo, o a más tardar en mayo, coincidiendo con las europeas, autonómicas y municipales. Rivera por su parte, aunque sigue pasándose de la raya y continúa con sus peligrosos desvaríos, debe apoyar íntegramente estas dos propuestas, las cuales no saldrán adelante, ya que Sánchez cuenta con los votos de los podemitas de Pablo Iglesias y los golpistas, pero la oposición debe ser responsable y actuar en defensa de España y de esa constitución de la que tanto presumen algunos. A primeros de este año ya dije que era necesaria cuanto antes una moción de censura contra Rajoy debido a la grave abdicación de funciones que había llevado a cabo con Cataluña. Ahora esa moción de censura y esa propuesta de responsabilidad criminal, esta vez contra Sánchez, es más necesaria y urgente que la primera. Aunque dichas propuestas sean rechazadas, PP y C's están en la obligación moral y política de presentarlas nuevamente en el próximo periodo de sesiones. En caso de que no lo hagan serán corresponsables de esta locura y estarán demostrando ambos ser iguales que el propio Sánchez al permitir que éste pacte con los golpistas el futuro de España al margen de la legalidad.
Para terminar quiero hacer una reflexión final sobre el propio Sánchez, el cual ya ha quedado demostrado que es otro enemigo más de España y de la soberanía nacional, la cual quiere despellejar junto a sus amigos golpistas. ¿Hasta dónde puede aguantar España con este tipejo?, ¿Hasta dónde puede llegar el actual presidente del gobierno sin que la justicia pueda ir contra él? Hace unos días leí un artículo de Pedro J. Ramírez en el que dejaba caer que Sánchez, tras ver el catastrófico resultado del PSOE en Andalucía como consecuencia, entre otras cosas, del apoyo que recibe de los independentistas, habría pensado en ir al plan B, el cual consistiría en provocar la ira de los fascistas del lazo amarillo en el consejo de ministros que se ha celebrado hoy en Barcelona con motivo del primer aniversario de las elecciones del 21-D del año pasado, provocar un estallido social que hubiese provocado una guerra abierta en las calles de Cataluña, el cual incluiría un resultado incluso de muertos. Con este resultado, Sánchez podría haber tenido la excusa perfecta de aplicar el 155, renunciar a presentar los presupuestos generales del estado de 2019 y acudir a las urnas con el título de "Salvador de la patria", lo cual le podría llevar a recuperar parte del electorado perdido y obtener un buen resultado electoral.
Como se ha podido ver, hoy a excepción de la agresión física a un periodista de Intereconomía, no ha sucedido nada del otro mundo que no hayamos visto ya, pero es muy preocupante lo dicho por Pedro J. en ese artículo, ya que estaríamos hablando sin duda alguna de un psicópata peligroso, el cual estaría dispuesto a absolutamente todo, incluso a poner en riesgo vidas humanas, con tal de perpetuarse en el poder. Un poder del que no se quiere ir bajo ningún concepto y del que está sacando gran provecho personal junto a su mujer. Lo último ha sido reservar un falcón del ejército para él y su mujer durante todas estas navidades, las cuales pasará entre el palacio de Marismillas en Doñana y el palacio real de la Mareta en Lanzarote, el cual es patrimonio nacional. Todo esto tras haber declarado secreto de estado el viaje a la boda de su cuñado y los gastos que éste ha costado al estado. Todo un sinvergüenza sin escrúpulos propio de un psicópata narcisista.
Por lo tanto y visto todo esto creo que hay que reflexionar muy seriamente sobre el estado psíquico de este peligroso sujeto, el cual es ya oficialmente el peor gobernante que ha tenido nuestro país desde Fernando VII. España está gobernada por un desequilibrado mental, el cual antepone su bienestar personal al de una nación de 47 millones de habitantes y más de 500 años de historia. Si existiese una verdadera separación de poderes en este país, Sánchez estaría fuera del ejecutivo mañana mismo después de la gravedad de lo ocurrido en estos dos días. Como en realidad no existe tal separación de poderes cabe preguntarse: ¿Hasta cuándo aguantará España los peligrosos movimientos de este ser despreciable?, ¿Hasta cuándo no se atreverá alguien a pararle los pies y destituir a aquel que está decidido a llevarse a España por delante por una enfermiza obsesión personal de poder y lujo? Sólo el tiempo lo dirá...
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