Las elecciones de ayer en Andalucía dieron un espectacular resultado a la formación conservadora de VOX, la cual pasó de no obtener ninguna representación en el parlamento andaluz a tener 12 escaños en el mismo. Por mi parte debo reconocer que ayer no tenía ningún interés en votar en estas elecciones, pero finalmente fui. Tras no tener un partido favorito decidí votar a VOX, un partido del que ya hablé hace unos días por aquí y que ya he dejado claro que no considero para nada que sea la solución que España necesita. Pero dentro de las principales alternativas era la que más se ajustaba a mis principios, por lo que finalmente decidí votar a la formación de Santiago Abascal, y debo añadir que aunque discrepo en algunos aspectos sobre VOX y sobre el pasado del propio Abascal, debo reconocer que a lo largo de la noche y tras conocer el buen resultado de la formación conservadora me alegré de haber depositado mi voto a este partido, aunque insisto, creo que dentro del ideario conservador no es la solución que nuestra nación necesita. Pero independientemente de esto, debo felicitar a VOX y a sus principales dirigentes, ya que han conseguido un resultado impresionante y del que se pueden sentir plenamente orgullosos. Enhorabuena.
Una vez dicho esto tengo que hacer mención al verdadero motivo de que ahora esté escribiendo esta entrada. Me refiero a la reacción violenta y nada democrática que han tenido los partidos de la izquierda, tanto por parte de sus dirigentes como por parte de sus votantes. No he visto una reacción tan totalitaria y tan peligrosa en mis veintiséis años de vida. Incluso en el año 2014, cuando hizo su aparición Podemos, la reacción, la cual fue descomunal, no le llega ni a la suela de los zapatos a lo vivido en estas últimas horas con respecto a la aparición de VOX. El propio Pablo Iglesias anunció en una rueda de prensa donde valoró el mal resultado de su formación que "Hay que salir a la calle para detener a los fascistas". ¿Qué estas queriendo decir con esto, miserable?, ¿Que hay que llevar a cabo un conflicto civil en las calles para detener lo que la sociedad ha querido a través de su voto?, ¿Sabes que lo que estás diciendo es ni mas ni menos que proponer una guerra civil entre españoles sólo porque a ti no te gusta el resultado electoral? Hay que ser una mala persona y un auténtico hijo de perra para decir semejante barbaridad. Yo comprendo que la izquierda siempre ha proclamado que hay que salir a la calle cuando la derecha ha obtenido un buen resultado, sólo hay que echar un vistazo a lo que ocurría durante la II República, que fue uno de los detonantes para el estallido del golpe de estado militar y la guerra civil, pero estamos aunque a algunos les pese en el año 2018, y no en 1934.
Pues bien, dicho y hecho. Si más pronto ordena el líder supremo en mandar a la calle a sus ejército de miserables a poner el grito en el cielo sobre el resultado electoral, más pronto éstos ocupan la calle, como ha ocurrido hoy aquí en Sevilla, en Granada y en Málaga. El centro de Sevilla ha sido hoy ocupado por una multitud de indeseables, los cuales han lanzado consignas en contra de VOX y de todo aquello que representa. Un hecho inaudito el vivido hoy en mi ciudad, que hace que me avergüence del comportamiento de fascistas totalitarios que por desgracia conviven conmigo en la misma ciudad. Una ciudad que no merece sufrir los hechos antidemocráticos que se están viviendo en las últimas horas.
Cuando he visto a esta pandilla de desgraciados manifestarse esta tarde me he preguntado. ¿Dónde se metían todos estos cuando el PSOE se gastaba el dinero de los andaluces en putas y en cocaína?, ¿Acaso no hay nada, según ellos, más machista que irse a prostíbulos?, ¿Por qué no pusieron el grito en el cielo cuando aparecían día sí y día también casos que daban, no ya vergüenza, sino asco? Supongo que para estos seres despreciables no les resultaría importante en su momento que esa Andalucía que tanto claman y defienden ellos, que consideran que es su verdadera patria por encima de España, de la cual reniegan y desprecian, aunque sea papá estado el que les paga sus becas, fuese según la UE la región de Europa con mayor índice de corrupción, pobreza y paro. ¿Qué más da, verdad, muchachitos?. Qué se puede esperar de unos desgraciados cuyos padres, tíos y/o abuelos formarían parte de la corrupta administración andaluza, y de la cual seguramente se habrían llevado su parte en el reparto a la hora de follar en los puticlubs o de consumir cocaína con dinero público.
Volviendo a lo de antes, yo comprendo que a Pablo Iglesias no le agradaría otra cosa que ver en España las cunetas repletas de cadáveres de aquellos que no piensan como él, pero miarma, debes respetar a aquellos que no pensamos como tú. Y te lo dice uno que en su momento, y para mi desgracia, te defendió e incluso te votó cuando tú y tu miserable partido apareció en escena ante las críticas en su momento de casi todos los medios de comunicación. Unas críticas que ahora se quedan cortas con la reacción que tú y los tuyos estáis llevando a cabo para detener una formación política con la misma legitimidad que la tuya para presentarse a unas elecciones, estar en las instituciones y presentar sus propuestas, pero claro, a ti te sacan del fomento a la división y a la violencia, al compadreo con asesinos, terroristas y sublevados contra el orden constitucional vigente y te pierdes. Pobrecillo.
Pues bien, como iba diciendo, en estas horas he visto todo tipo de actos y comentarios por las calles y por las redes sociales. Desde personas que están excusando la violencia física contra militantes de VOX, hasta insultos personales contra éstos, así como graves descalificaciones contra el partido. ¿Los protagonistas de estos insultos quiénes son? La mayoría jóvenes de entre 18 y 30 años, los cuales son la misma generación adoctrinada en la ideología progre y que considera que todos aquellos que opinen distinto a su pensamiento único merece cuanto menos el exterminio cuan judío en un campo de concentración. Esa es la generación podemita que pregona a los cuatro vientos la tolerancia y el respeto. Unas definiciones que llevan ocultas una ideología totalitaria y fascista en el que la libertad de expresión, así como la libertad ideológica y religiosa no tienen cabida en su doctrina. Pero eso sí, no se olviden que aquí los únicos fascistas, según ellos, son los de VOX...
Con lo visto pues en las últimas horas me preocupa el rumbo que está tomando la situación. En el momento de la aparición de Podemos todo eran descalificaciones al partido de Iglesias por su origen chavista y venezolano, ahora el escenario va un paso más allá y se habla precisamente por parte de éstos de acabar en las calles lo que no se ha conseguido en las urnas. Un escenario altamente peligroso que nos recuerda a episodios ya vividos hace ochenta años en nuestro país y que nos condujo al escenario que todos conocemos. Mucho cuidado pues con lo que pueda ocurrir a partir de ahora, ya que en España no están algunos acostumbrados a que aparezcan en escena partidos de tendencia conservadora. Si hasta ahora el PP era, parafraseando a uno que detesto y que ya empiezo a echar de menos; "La quinta esencia de todos los males", VOX será para esos mismos la décima esencia de todos los males habidos y por haber en la tierra, el sistema solar, la vía láctea, el universo, así como en los multiversos si los hubiera. Todo esto está conduciendo a un camino muy peligroso del que más pronto que tarde vamos a padecer las consecuencias de haber llegado hasta el.
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