sábado, 14 de julio de 2018

Un escándalo real

Cómo dice mi gran tocayo Raphael en su mítica canción; "Escándalo, es un escándalo". Lo digo por las filtraciones que desde hace un par de días llevan publicando los periódicos digitales de "El Español" y "OKDiario" en referencia a las declaraciones de la ex novia, amante, pareja del rey emérito Juan Carlos I, Corinna zu Sayn-Wittgenstein, en la que ésta hace mención a las cuentas millonarias que el anterior jefe del estado tiene en Suiza a nombre de su primo, Álvaro de Orleans de Borbón, a cómo el entonces rey se acogió a la amnistía fiscal de Rajoy/Montoro de 2012 para evadir esas cuentas millonarias, a cómo el ex monarca puso a nombre de ella propiedades que jefes de estado extranjeros "Regalaron" a Juan Carlos en sus visitas al extranjero y en sus relaciones diplomáticas durante su reinado, y a otros "Modus operandi" de dudosa legalidad que durante su largo reinado realizó el que fuera rey de España.

Estamos pues ante un escándalo con mayúsculas. Y no lo digo porque esto nos vaya a sorprender a todos, ni muchísimo menos. Todos los españoles sabíamos cómo se las ingeniaba Juan Carlos en sus relaciones internacionales con jefes de estado de otros países. El escándalo salta por cómo la ex pareja del rey cuenta con todo lujo de detalles las operaciones económicas y las comisiones ilegales que el entonces rey llevaba a cabo por cada gestión de "Mediación" en su papel de jefe del estado español. Unas comisiones en las que seguramente la propia Corinna no era partícipe, por mucho que ahora intente pasar el marrón a su por entonces pareja mientras ella se lava las manos. Estamos ante un escándalo aún mayor que el caso Noos, ya que estamos ante asunto de corrupción que afecta directamente al ex rey de España. Un asunto de corrupción que ha salido ahora a la luz gracias a la filtración del famoso ex comisario, José Manuel Villarejo, un tipo relacionado con diversos casos de corrupción y encarcelado desde noviembre del año pasado. También es partícipe de esta filtración el ex presidente de Telefónica, Juan Villalonga (El cual debo añadir que no sé qué coño pinta en este entramado, aunque supongo que será alguna venganza pendiente contra el ex jefe del estado). Todo un mazazo y un grave pulso al estado y a la corona en un momento en el que la situación de España no puede ser peor... o tal vez sí.

Desde hace un par de días, muchos están echándose las manos a la cabeza por la gravedad de lo publicado (Y de lo que se espera que se publique en los próximos días, que ya se ha avisado que puede ser peor), Por ello, algunos ya están echando tierra de por medio e intentando que este escandalazo no salpique de lleno al actual jefe del estado e hijo del protagonista de dicho caso; Felipe VI. Muchos saben que la monarquía española pende de un hilo, por ello están haciendo lo posible y lo imposible para que este asunto salpique solamente a Juan Carlos I, pero no a su hijo ni a su nieta, ya que en ellos reside el presente y el futuro de la corona. Algunos periodistas están hablando por todos los medios sobre la diferencia entre la corrupción que caracteriza a Juan Carlos y la honradez que representa Felipe. Claro, cuando uno escucha estas cosas no cabe más que preguntarse; ¿Nos toman por gilipollas? Por supuesto. ¿Qué ser humano con un mínimo de razón va a creerse que Felipe de Borbón y Grecia representa justamente todo lo que en estos momentos se achaca a su padre y que durante 40 años se ha querido tapar sí o sí?, ¿Acaso no sabía Felipe VI que su "Real padre" era un comisionista y un defraudador fiscal?, ¿Acaso no sabía el actual jefe del estado sobre los negocios turbios que su padre llevaba a cabo?, ¿Acaso no sabe el propio Felipe VI que su luna de miel con nuestra querida Leti la organizó la propia Corinna?, ¿Acaso ignora el actual rey de España que el anillo que le regaló a su mujercita fue comprado con fondos del instituto Noos y pagado por Urdangarín y Diego Torres?, ¿Acaso no es el actual rey cómplice de la corrupción de su familia, ya sea por acción o por omisión?, ¿A quiénes quieren engañar los medios a estas alturas de la película? Si el propio Urdangarín era consciente de las corruptelas de su suegro, (Al que por cierto Corinna confirma en sus declaraciones que el monarca pidió dinero público para el instituto Noos de su yerno), ¿Cómo no iba a saber su propio hijo las hazañas de su padre?. Qué cosas tan irónicas tiene la vida. En estos momentos, las andanzas de Juan Carlos saltan por los aires, mientras que las de su heredero están guardadas bajo siete llaves por los medios de descomunicación. ¿Hasta cuándo?, ¿Hasta que Leonor sea mayor de edad y su padre comience a ser un estorbo para el futuro de la corona?, ¿Hasta que el establishment diga "Hay que acabar con éste" del mismo modo que dijeron de acabar con su padre hace cuatro años?.

Volviendo al tema que nos ocupa. Algunos están hablando de la posibilidad de enjuiciar a Juan Carlos I y abrir una investigación sobre lo declarado en las famosas grabaciones por Corinna. Seamos serios, señores. Nadie va a ir a juicio ni nadie va a salir mal parado de todo esto. Quizás la única que pueda salir mal parada (En todos los sentidos) sea la propia Corinna, la cual dice en las conversaciones "Temer por su vida", ya que Juan Carlos le reclama ahora que le devuelva todas las propiedades que él puso a nombre de su entonces pareja. Nadie, aparte de Corinna y puede que Juan Carlos, saldrán mal parados de todo esto. Puede que el rey emérito sufra alguna que otra caída en las encuestas de popularidad, pero eso es lo de menos. El gobierno ya ha anunciado que este asunto no afecta al actual monarca ni a la corona, y ya han mostrado los grandes partidos su absoluto rechazo a que este asunto pueda ser llevado a una comisión de investigación en el congreso, lo cual nos da una idea de por dónde van a ir los tiros con respecto a este asunto. En lo que atañe a la prensa escrita, ninguna lleva en portada esta grave noticia. Sólo los medios digitales la recogen (Algunos con más primicia en portada que otros) y solamente en el famoso programa "Sálvame" se habla de este asunto por encima. 

Igual que pasó el año pasado cuando se publicó oficialmente que Bárbara Rey fue amante de Juan Carlos I durante más de una década (Asunto que yo comenté en una entrada cuando se publicó la noticia), este asunto quedará en nada para vergüenza e indignación de todos los españoles de bien. Si en su momento se acusó a la ex vedette de ser la culpable del chantaje al rey que acabó costándole al estado 500 millones de pesetas, en este asunto se acabará responsabilizando mediáticamente a la propia Corinna de ser "Una mala influencia" para el ex rey y un peligro para la monarquía y para el estado. Puede que tras esta declaración, Corinna y sus hijos no vuelvan a ser amenazados de muerte por el director del CNI, Felix Sánz Roldán, sino que reciba al igual que Bárbara, una considerable suma de dinero suficiente para no tener que abrir la boca ni ocasionar más molestias el resto de su vida. Todo ello, por supuesto, tras devolver Corinna al CNI los archivos y dossieres que supuestamente recibió por parte del rey, con alta y delicada información que compromete al estado y a muchas personas relevantes, como así se ha dicho en la prensa. Como dato anecdótico de todo esto cabe añadir el nombre de otra mujer más en la larga lista de amantes del "Campechano" monarca. Se trata de Sol Bacharach, viuda de un político asesinado por ETA, la cual fue según la propia Corinna, amante del rey durante tres años, concretamente entre los años 2006 y 2009. De momento no se tiene noticias de que esta otra novia le haya salido costosa en términos económicos al estado español. Y digo al estado español porque es España y no su rey la que siempre ha pagado durante estos cuarenta años los caprichos de las amantes de Juan Carlos I, algo "Normal" si tenemos en cuenta que según Corinna, Juan Carlos le había dicho que él era pobre, motivo por el que según ella, Juan Carlos le advirtió que para estar con él le buscaría un trabajo bien remunerado con el que poder mantenerse ambos. Surrealista no, lo siguiente...

Algunos ya están gritando a los cuatro vientos que estamos en la antesala de la caída de la monarquía borbónica. Yo por mi parte puedo decir desde ya que no estamos ante ninguna caída. Ignoro los motivos por los que todo esto está saliendo ahora a la luz. Nada sucede por casualidad, es cierto, pero creo sinceramente que no estamos ante una operación controlada para volar la monarquía. En 1995 se llevó a cabo, supuestamente, un intento fallido de demolición del estado controlado entre otros por el recientemente fallecido Antonio García Trejivano (Un tipo de principios republicanos que se merecía todos mis respetos), con el objetivo de acabar con el gobierno de Felipe González y el reinado de Juan Carlos I. Si en 1995 se falló ante semejante operación, ¿Quién cree ahora que esta se vaya a producir nuevamente? Estamos, por desgracia para España y de todos los españoles de bien, con un rey que lleva sólo cuatro años en el cargo y cubierto por todos los medios de descomunicación del sistema. España padece desde hace un mes un nuevo gobierno, el peor y más peligroso desde 1936. Estamos ante el momento más tenso para nuestro país desde el estallido de la Guerra Civil, ¿Alguien cree que ciertos sectores del establishment apostarían ahora para traer una nueva forma de estado a España? Por supuesto que no, y no porque la monarquía no merezca ser destruida...

También debo añadir que me resulta vomitivo las afirmaciones que algunos están lanzando sobre este escándalo. Muchos creen, a diferencia de lo que yo acabo de exponer, que efectivamente estamos ante una operación para acabar con la monarquía y con Felipe VI, el cual es según algunos, el último bastión que le queda a España para evitar ser destruida. Yo personalmente debo reconocer que no había escuchado un chiste tan malo en mucho tiempo. ¿Desde cuándo la monarquía y Felipe VI representan la unidad de España?, ¿Acaso el 27 de octubre, cuando se proclamó la independencia de Cataluña, Felipe VI estaba en la plaza de San Jaume evitando la secesión?, ¿Acaso el rey de España hizo algo durante el famoso mes de octubre del año pasado para evitar la autodeterminación? Sí, llevó a cabo el discurso del 3 de octubre, pero ¿Acaso fue suficiente? Por supuesto que no, y no porque la constitución le otorga al rey un papel muy limitado en sus facultades de poder, sino porque Felipe VI no está dispuesto ni mucho menos a perder su corona como consecuencia de la independencia catalana. Por ello, que no intenten algunos monárquicos disfrazados de republicanos convencernos de que la población catalana salió a las calles en defensa de la unidad de España como consecuencia del discurso del rey, porque dicha afirmación es mentira. Ni Felipe VI ni la monarquía han salvaguardado la unidad de España en estos meses. Si Cataluña no es en estos momentos un país independiente es debido a dos factores; 1º Por la cobardía e incapacidad de los golpistas catalanes de hacer efectiva la república proclamada el 27 de octubre al salir huyendo de España por miedo a ser detenidos. 2º Por la negativa rotunda de no ser reconocida internacionalmente por ningún país del mundo. Esos dos factores y no el factor monárquico son los decisivos para poder afirmar esta noche que Cataluña sigue siendo española (Otra cosa es por cuánto tiempo, pero eso ya es otro asunto).

Para terminar debo añadir que esto no hace sino confirmar mi idea de que España necesita cuanto antes pasar la nefasta página que desde hace 300 años llevamos arrastrando con los Borbones. Desde Felipe V, nuestra nación ha ido cuesta abajo y sin frenos; Perdió las grandes colonias que hicieron grande nuestro país durante su mayor época (El Imperio Español) y han arrastrado a España a ser una nación mediocre y vasalla de los países de nuestro entorno europeo. Sé perfectamente que no habrá ningún referéndum en el que se consulte a la ciudadanía por la forma de estado. España está condenada a mantener a esta familia de parásitos y traidores por lo menos mientras perdure el Régimen del 78, después ya se verá cómo manipular a las masas para que la institución monárquica no caiga y pueda mantenerse en un nuevo sistema político. Debo añadir también que España necesita, y ahora más que nunca, un partido político conservador/democristiano que defienda la supresión de la monarquía y la instauración de una República alejada de sectarismos y radicalismos izquierdistas. Aunque dicha República no llegue, es necesario para España que el sector conservador y democristiano pueda verse por fin representado por una derecha republicana, y no por una derecha anclada en las estúpidas ideas del siglo XIX que emparejan el conservadurismo social con esa institución arcaica e inútil que es la monarquía. España debe avanzar hacia una República integradora y nacional. Esa y no otra es la única salida para un país que contempla atónita cómo un jefe del estado no elegido por los españoles y su familia vacila y humilla a sus ciudadanos mientras defraudan a hacienda y roban a manos llenas el dinero que le corresponde a su auténtico soberano, el pueblo español.

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