En 1997 tenía yo apenas cinco años, y mis recuerdos relacionados con la política se concentran en dos fallecimientos relevantes producidos aquel año. A nivel nacional tengo un recuerdo bastante fuerte sobre el secuestro y posterior asesinato de Miguel Ángel Blanco, mientras que a nivel internacional mis recuerdos se inclinan hacia el fallecimiento de Diana de Gales. Si el principal recuerdo que se me viene a la mente cuando hablamos de la muerte de Diana lo encuentro en el funeral y en el momento que Elton John cantó en directo la famosa canción "Candle in the wind", con el asesinato de Miguel Ángel producido dos meses antes, tengo una gran variedad de recuerdos. En julio de 1997 se escuchaba por todas partes el nombre de Miguel Ángel Blanco, el cual había sido secuestrado por "La ETA".
Reconozco que en aquellas circunstancias fueron la primera vez en mi vida que escuché por primera vez la palabra "ETA". Como es lógico en un chiquillo de cinco años, yo no sabía en aquel entonces nada de política ni de terrorismo, ni sabía por qué ese muchacho había sido secuestrado. Sólo recuerdo como en todos los canales de televisión aparecía una foto con la cara de Miguel Ángel junto con un lazo azul. Recuerdo cómo mi madre y mi tía abuela Ana no se separaban de la televisión en todo momento con la esperanza de escuchar alguna buena noticia sobre el paradero del joven concejal de Ermua. Siendo yo un niño de cinco años, recuerdo que viví aquellos históricos días con indiferencia, ya que mis principales preocupaciones en aquel momento eran sólo la de jugar y la de ver películas. Una vez producido el secuestro, mis recuerdos se trasladan posteriormente al momento en que todas las televisiones retransmiten sin cesar el instante en que Miguel Ángel es trasladado al hospital ya agonizando. Recuerdo cómo todas las televisiones retransmitieron la capilla ardiente de Miguel Ángel mientras en un lateral de las pantallas aparecía en directo su cara ya fallecida en el ataúd. Recuerdo cómo en todos los canales aparecía también el famoso lazo negro que luego se extendió a la calle. Recuerdo ver a mi madre y a mi tía abuela Ana llorar mientras veían en una pequeña televisión situada en el cuarto de mi madre el rostro de Miguel Ángel en la capilla ardiente. Recuerdo a mi madre decir "Mira, el muchacho tiene este ojo hinchado por el disparo". Recuerdo a la familia; sus padres, hermana y novia en un balcón llorando mientras la gente coreaba el nombre de Miguel Ángel.
Paralelamente por aquel entonces, los de mi edad estábamos enganchados a la famosa película de Disney "Toy Story", la cual había sido estrenada poco tiempo antes. En julio de 1997, mi madre y yo fuimos al Corte Inglés de Nervión y subimos hasta la última planta, allí se encontraban los juguetes que todo niño deseaba tener. En aquel instante mi madre me compró el muñeco protagonista de "Toy Story"; Buzz Ligthyear. En ese momento recuerdo que salimos del centro comercial por la puerta que da hacia Luis Montoto y vimos a una gran multitud pasar en dirección hacia Luis de Morales. Era la manifestación de condena que Sevilla convocaba en respuesta al asesinato de Miguel Ángel. Mi madre y yo nos unimos a la manifestación, la cual está considerada como una de las más multitudinarias producidas. Junto con el célebre muñeco de Buzz Lightyear, mi madre y yo recorrimos las avenidas de Luis de Morales, San Francisco Javier, Viapol, Prado de San Sebastián, San Fernando, Puerta Jerez y finalmente la avenida de la Constitución. Durante aquel trayecto mi madre se encontró con unas vecinas de nuestro barrio, en aquel instante una de ellas me puso a mí un pin con el lazo negro de condena al terrorismo y solidaridad con Miguel Ángel. Ya anocheciendo, nos paramos en la avenida de la Constitución, la manifestación concluía en Plaza Nueva pero dada la multitud de personas concentradas nosotros sólo pudimos llegar hasta esta avenida. Los gritos de las personas en favor del fallecido concejal del PP y en contra de la banda terrorista fueron constantes durante todo el recorrido. Pero si hay algo que recuerdo de aquella manifestación fue el canto unánime de la gente ante la canción "Libertad sin ira". Como niño me llamó la atención aquella canción y fue la primera vez que la escuché en toda mi vida. Después de aquel día recuerdo las inmensas manifestaciones celebradas en toda España, siendo retransmitidas por televisión. Mi madre grabó en VHS gran parte de esas manifestaciones y de los sucesos producidos aquellos días, conservándose parte de ellos actualmente y pasados ya a DVD.
21 años se producen ya de aquellos históricos días de la historia de España, donde yo viví como un niño todos aquellos acontecimientos entre la ignorancia y la indiferencia. Hoy en día, todavía conservo entre los trastos antiguos el muñeco de Buzz Lightyear, y cuando por X circunstancias tengo que sacar objetos y entre ellos se encuentra el protagonista de Toy Story, pienso para mí y digo "Este muñeco tiene un valor importante para mí, porque se compró en un día histórico y recorrió con mi madre y conmigo un acontecimiento histórico, y sólo por ello no lo tiraré jamás". Por su parte, el lazo negro que me pusieron durante la manifestación se ha conservado durante muchos años, pero por desgracia hace unos años que se perdió. Dicho esto, finalizo este escrito diciendo que me siento orgulloso de haber vivido y formado parte aunque fuese con tan poca edad y con tan escaso conocimiento de aquél suceso histórico que levantó a España contra el terrorismo y supuso un antes y un después en la lucha contra ETA. Sirvan estas mini memorias personales y esta entrada como mi homenaje particular a Miguel Ángel Blanco en el vigésimo primer aniversario de su muerte. 21 años después sólo puedo decir "Ni olvido ni perdono". DEP Miguel Ángel.
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