viernes, 8 de agosto de 2025

Hiroshima, Nagasaki y el fin de la II Guerra Mundial


En estos días se cumplen ochenta años de los bombardeos nucleares que Estados Unidos, a través del presidente Harry S. Truman, lanzó contra las poblaciones japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Un bombardeo atómico que costó la vida a más de 200.000 personas, de las cuales más de 100.000 murieron en el momento de las explosiones mientras que otras 100.000 murieron en los meses posteriores como consecuencia de la radiación y el desarrollo de enfermedades causadas a raiz de los bombardeos. 

Lo sucedido hace ahora ocho décadas en Japón supone uno de los actos más atroces y maliciosos cometidos por el ser humano y del cual nadie asumió la más mínima responsabilidad penal ni fue llevado a juicio por ordenar tales acciones inhumanas. Este suceso demuestra hasta qué punto la historia tiene doble, triple y cuádruple vara de medir cuando hablamos acerca de quién realiza los actos y no del acto en sí. 

Lo ocurrido en agosto de 1945 supuso la rendición inmediata de Japón y el fin definitivo de la II Guerra Mundial, pero ello no exime que dicho final fuese causado por este acto criminal ordenado por Truman, el cual murió en su casa tranquilamente en diciembre de 1972 sin haberse arrepentido siquiera de aquella decisión. Existen, de hecho, declaraciones realizadas por el propio Truman años posteriores en los que afirmaba no solo no estar arrepentido de aquel atentado contra los derechos humanos, sino que volvería a tomar aquella decisión si estuviese en las mismas circunstancias. 

Volviendo a la doble vara de medir, esto me lleva a preguntarme: ¿Si Adolf Hitler hubiese decidido atacar con bombas nucleares Estados Unidos o Reino Unido, la historia habría sido tan misericorde con él? Recordemos que Hitler es considerado por muchos como el Anticristo en la tierra como consecuencia de su política con respecto a los judíos y es considerado oficialmente un criminal de guerra por sus atrocidades en la II Guerra Mundial. 

¿Acaso la vida de los 200.000 japoneses que fueron asesinados en Hiroshima y Nagasaki valían menos que la vida de los judíos o los estadounidenses, británicos y/o rusos que combatían contra el Eje? De haber tomado el Führer alemán aquella decisión y haber perdido posteriormente la guerra, estoy plenamente convencido de que habría sido llevado ante un Tribunal y condenado a pena de muerte por crímenes contra la humanidad, como muchos, sobre todo el primer ministro británico, Winston Churchill, ya tenían pensado hacer con él si no se hubiese suicidado en el búnker de Berlín. 

Por cierto, una cuestión (la del suicidio de Adolf Hitler), la cual daría para comentar de forma íntegra en otra entrada, ya que no son pocas las voces que, a lo largo de estas ocho décadas, han especulado, y muy seriamente, con la posibilidad de que el canciller alemán, tras enterarse y horrorizarse de la ejecución y posterior exposición y linchamiento público de su aliado, Benito Mussolini, y ante el temor de acabar como el Duce italiano, optase por negociar de forma secreta con los Aliados su fuga desde Berlín hacia un país hispanoamericano (posiblemente Argentina o Colombia) con parada intermedia en la España de Francisco Franco. Pero eso es ya una cuestión que, como acabo de comentar, es para analizar en otra entrada de forma más profunda, ya que el tema es bastante complejo, cuestionable y polémico. 

Sin embargo, y volviendo al tema que nos ocupa, frente a Hitler, tenemos a un masón de grado 33 llamado Harry S. Truman, el cual había sucedido en abril de ese mismo año a Franklin Delano Roosevelt como presidente de EEUU tras el fallecimiento repentino de éste. Truman siempre se excusó en el hecho de que, debido a la resistencia de los japoneses en agosto de 1945 y tras la rendición de los alemanes en mayo tras el suicidio de Hitler a finales de abril, el bombardeo contra Hiroshima y Nagasaki (por cierto, ambas ciudades eran de las pocas en Japón con población cristiana) era el "mal menor" para evitar una invasión terrestre americana en dicho territorio y prolongar así la guerra. Una excusa muy coherente, qué duda cabe. Para evitar un derramamiento de sangre, qué mejor decisión que ordenar un bombardeo nuclear y solucionar de forma rápida el problema (nótese la ironía). 

Hay quienes aseguran, y yo también lo creo, que el ataque de Truman contra Japón fue en parte una venganza como consecuencia del ataque de los japoneses contra la base naval de EEUU de Pearl Harbor en diciembre de 1941, acción que provocó la entrada definitiva de Estados Unidos en la II Guerra Mundial. Una acción que ha sido bastante discutida durante estos ochenta años y que yo, al igual que muchos disidentes de la versión oficial, considero que dichos ataques fueron, cuando menos, perpetrados por los japoneses con el conocimiento previo de Roosevelt, ya que EEUU deseaba entrar en guerra contra Hitler y a través de un ataque de los japoneses (aliados de los nazis y fascistas), la Casa Blanca tenía la excusa perfecta para entrar en el conflicto bélico. 

Dicho esto, y volviendo a la teoría sobre la posible venganza de los americanos contra los japoneses como consecuencia del ataque de Pearl Harbor, creo, como he añadido anteriormente, que esta teoría tiene sentido y es, de hecho, bastante acertada. ¿Por qué Roosevelt o Truman no decidieron bombardear la Alemania nacionalsocialista de Adolf Hitler o la Italia fascista de Benito Mussolini? Cabe recordar que el denominado Proyecto Manhattan, el cual supuso la creación y producción del armamento nuclear estadounidense y que fue liderado por el físico Robert Oppenheimer, empezó su funcionamiento a partir de 1942, en mitad de la guerra. 

En 1945, con los Aliados ganando el conflicto y las bombas nucleares ya operativas, los americanos podían haber hecho uso de ellas contra los italianos o los alemanes, ya que estos últimos eran el verdadero enemigo de los Aliados. ¿Por qué no lo hicieron? ¿Quizás porque los nazis ya se habían rendido en mayo de 1945? También los japoneses estaban prácticamente acabados tres meses después y sin embargo se utilizó el armamento nuclear igualmente. 

Es obvio que también había otro factor claro a la hora de ordenar Truman dicho ataque. Tras la rendición de la Alemania nacionalsocialista (por mucho que les pese a los rojos, el nazismo no es más que una variante del socialismo), comenzaba a desarrollarse otra guerra, la cual protagonizaría la segunda mitad del siglo XX: la Guerra Fría. Era obvio que los estadounidenses querían realizar en Asia una demostración de su poder militar ante la Rusia comunista de Iósif Stalin. Tras la caída del nazismo, el mundo comenzaba a dividirse entre el bando capitalista, liderado desde Washington, y el bando comunista, liderado desde Moscú. 

Era necesario para el gobierno estadounidense hacer una demostración ante los comunistas de que, al igual que ellos se habían enfrentado a los nazis, de igual manera podían hacerlo contra los soviéticos si Stalin se extralimitaba y provocaba más de la cuenta a la Casa Blanca, con independencia de quien fuese el inquilino que ocupase el Despacho Oval. De modo que los habitantes japoneses de Hiroshima y Nagasaki fueron carne de cañón por parte de los americanos para intimidar a los comunistas. Una intimidación que quizás pudo tener efectos en su momento pero que se fue diluyendo con el tiempo, cuando en octubre de 1962 EEUU y la URSS estuvieron a punto de entrar en un conflicto nuclear como consecuencia de los famosos misiles de Cuba. 

Como ya he comentado antes, tras el bombardeo atómico contra Hiroshima y Nagasaki, Japón se rindió y con ello finalizó definitivamente la II Guerra Mundial. Truman, en lugar de ser enjuiciado por crímenes de guerra, fue considerado un héroe para la gran mayoría (mientras que para otros fue considerado un criminal) y contra todo pronóstico obtuvo la reelección en las elecciones presidenciales de noviembre de 1948, terminando su mandato en enero de 1953 tras declarar la guerra a Corea en 1950 (fue el presidente que promulgó la vigesimosegunda enmienda, la cual limitaba el periodo presidencial a dos mandatos tras la presidencia interminable y autocrática de Roosevelt). 

De esta forma, tras su retiro de la política, Truman vivió plácidamente hasta su muerte en diciembre de 1972 y sin arrepentirse lo más mínimo de ser el responsable principal de uno de los mayores genocidios de la historia de la humanidad, un genocidio por el cual nunca llegó a ser enjuiciado. Esto demuestra que la historia la escriben los vencedores y que cualquier acto criminal, por muy inhumano que sea, siempre contará con la bendición de los historiadores y el beneplácito de la sociedad, ya que dicha barbarie es realizada por "los buenos". 

viernes, 18 de julio de 2025

La Inteligencia Artificial: ¿Un peligro para la humanidad?


Nunca creí que fuese a escribir de este tema en el blog, pero hace unos días vi un video donde aparecía un presentador en un plató de televisión, rodeado del público que se encontraba como espectador del mismo. Hasta ahí, ningún problema, si no fuera por el hecho de que el mismo presentador asegura en el propio video que el mismo es fruto de la Inteligencia Artificial. Es decir, no existe tal presentador, ni existen las cerca de cincuenta personas que uno ve en el video, ni tampoco el plató de televisión. Todo es fruto de la Inteligencia Artificial. 

Una Inteligencia Artificial cuyo progreso avanza de forma inexorable y la cual nos está haciendo la vida más cómoda en muchos sentidos, ya que nos sirve tanto para sacarnos de duda sobre un tema concreto, ayudarnos en alguna tarea laboral, crear videos (como el que he hecho mención) o incluso servirnos de aprendizaje en diferentes materias. Hasta ahí, la Inteligencia Artificial cumple su propósito. El problema viene cuando dicho programa alcanza, como está ocurriendo ya, un nivel de hiperrealismo que llega a asustar al ser humano.

Mientras veía el video en cuestión, me preguntaba lo siguiente ¿Hemos llegado ya a un punto donde estamos confundiendo realidad con virtualidad? Personalmente creo que sí. Tras ver el video, me dio por mirar los comentarios de los usuarios y algunos decían lo que, efectivamente, es ya una realidad: la IA es el futuro, y dentro de ese futuro es probable que sectores como la televisión tengan como contenido programas desarrollados únicamente por IA. 

Uno llega a asustarse cuando piensa en esto, ya que hemos entrado en un terreno de deshumanización donde no solo las máquinas están sustituyendo al ser humano en muchos sectores claves de la sociedad cuyo cometido era antes desarrollado por el hombre, sino que esas máquinas están ya prácticamente absorbiendo cualquier terreno antes impensable y con una precisión que supera ya lo imaginable. Pero no solo es eso, sino el factor de la hiperrealidad con la que la IA trabaja. 

Si uno ve videos hiperrealistas, cómicos y absurdos en Internet, uno puede llegar a diferenciar entre lo que es un video real y un video virtual, pero el hecho de que este video, así como otros que ya circulan por las redes, estén realizados de una forma tan precisa y real, hacen que uno ni siquiera sepa diferenciar entre lo real y lo virtual. Esto me lleva a plantearme que más pronto que tarde, el ser humano va a entrar en una especie de histeria colectiva donde ya nadie sabrá lo que es real y lo que no lo es.

Llegará el día en el que probablemente las televisiones emitan imágenes realizadas por IA haciéndolas pasar como imágenes reales, sin que uno pueda distinguir o no su veracidad. Y lo mismo ocurre con las clonaciones de las voces, donde la IA puede llegar a clonar tu propia voz y ponerte posteriormente en una situación delicada si alguien utiliza tu voz para realizar determinados actos que puedan traerle consecuencias legales a la víctima de esa estafa. 

Esto ya está ocurriendo, y de hecho el último caso que ha trascendido ha sucedido hace unos días con un Obispo Auxiliar de Sevilla, donde han clonado su voz para pedir dinero a una hermandad de la provincia. Como se puede ver, el tema es mucho más serio de lo que parece, y todo hace indicar que, como he comentado anteriormente, la histeria colectiva se apoderará de la sociedad más pronto que tarde, conforme la IA vaya aumentando sus capacidades informáticas. 

Pero la cuestión ya no es solo esa, sino el hecho de que muchos se comienzan a preguntar ya, como es mi caso, qué es real y qué no en el mundo que nos rodea. ¿Acaso el mundo en el que vivimos es real o es obra también de una IA mucho más avanzada de cualquier programa informático que haya elaborado el ser humano? ¿Lo que vemos, sentimos, tocamos, percibimos, oímos, etc, es real o es solo producto de una hiperrealidad que va más allá de nuestro conocimiento? Voy incluso aún más lejos, y sé que con esto entramos ya prácticamente en el terreno de la teoría de la conspiración absoluta: ¿Existimos realmente o somos producto de un informático avanzado que nos ha dado una vida que creemos real pero que en el fondo es virtual? ¿Qué o quiénes somos verdaderamente?

Preguntarse este tipo de cosas hace solo unos años podía parecer algo completamente absurdo, surrealista y sinsentido, pero en las circunstancias en las que vivimos, y teniendo en cuenta la capacidad de creación limitada a la que tiene acceso todavía el ser humano ¿Quién nos garantiza que nosotros no somos producto a su vez de una IA más avanzada y ajena a nosotros y que aquello que nos rodea no es más que una realidad virtual? ¿Acaso vivimos en Matrix y no lo sabemos? ¿Acaso la película protagonizada por Keanu Reeves en 1999 se adelantó a la actualidad y dio con la clave de lo que hoy muchos nos preguntamos en pleno 2025? 

Por supuesto, nadie sabrá nunca la respuesta a estas preguntas, ya que el ser humano está hecho para nacer, vivir (o malvivir/sobrevivir) y morir, sin posibilidad de descubrir nunca las respuestas profundas de nuestra existencia. Pero la IA a la misma vez nos está dando una pista de que si nosotros, simples mortales con unas capacidades limitadas, hemos conseguido todo esto en pocos años, ¿Qué no serán capaces de hacer civilizaciones ajenas a la nuestra, si es que éstas existen? ¿Acaso somos fruto de la creación de un informático avanzado que nos ha dado esta "vida virtual"? ¿Acaso ese informático es ese Dios o arquitecto del universo que nos rodea? ¿Un universo que pueda ser una puesta en escena en 3D y cuyo hecho ignoramos por completo?

Por supuesto, e insisto con ello, todo esto forma parte de la teoría de la conspiración más absoluta, pero ya hay científicos como Melvin Vopson que están estudiando esta posibilidad y que sugieren que, efectivamente, vivimos en esa realidad simulada que de confirmarse algún día supondría el fin de nuestra existencia y abriría más que nunca la pregunta que todos nos hacemos alguna vez ¿Cuál es el sentido de la vida? Una vida, en ese hipotético caso, virtual y no real. Si esto se confirmase, de nada serviría la famosa frase de Descartes "pienso, luego existo", ya que podríamos tener una capacidad virtual de pensamiento, pero nuestra existencia no sería real.

Sea como fuere, la realidad es que la IA nos está abriendo un sinfín de escenarios hasta hace unos años inconcebibles. Y si a todo esto le sumamos la hipótesis no menos grave y extendidas ya por muchos que creen en la posibilidad de que la propia IA cobre conciencia y/o vida propia en un futuro determinado, sometiendo a la humanidad a su voluntad, el panorama se vuelve aún mucho más oscuro y escalofriante. 

Es probable que el ser humano haya creado a largo plazo y sin saberlo a una bestia con la IA (una "bestIA" que algunos teóricos de la conspiración identifican con la mencionada en el Apocalipsis) y que su progreso informático provoque, tarde o temprano, la autodestrucción de la humanidad a través de esta inteligencia que fue diseñada, originalmente, para una buena causa. Veremos a ver cómo acaba esto. Lo cierto y verdad es que el futuro ya está aquí y lo que esté por venir, sea bueno o malo, es un escenario irreversible. 

viernes, 11 de julio de 2025

De la corrupción a la prostitución


Debo confesar que a estas alturas es todo un desafío escribir por cada escándalo que sale a la luz, día sí, día también sobre la corrupción que acecha al PSOE. Hace cuestión de unos días se produjo la declaración ante el Tribunal Supremo del ya ex-secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, acerca de la trama que le salpica sobre los amaños de obra pública, la cual provocó una catarsis hace un mes en el PSOE y en el gobierno y supuso su caída como número 2 del partido. Tras aquella declaración, el Juez ordenó ese mismo día su encarcelamiento en la prisión de Soto del Real, desde donde lleva encarcelado desde el pasado 30 de junio, provocando un nuevo escándalo en este ciclo sin fin de corrupción y degradación política que estamos viviendo.

Pero aquí no acaba la cosa. El pasado 5 de julio se produjo un Comité Federal en el PSOE, donde Pedro Sánchez tenía previsto anunciar el que sería su nuevo equipo tras la caída de Cerdán. Es entonces cuando se anuncia que uno de los nuevos hombres fuertes del partido será un tal Paco Salazar. ¿Cuál es la sorpresa? Que ese anuncio se hace público el 4 de julio, y en menos de veinticuatro horas aparecen una serie de informaciones en las que se comunica que varias mujeres que trabajaban en Moncloa lo habían acusado de "acoso sexual". En menos de dos horas, Salazar renunciaba al cargo que le había sido designado el día anterior.

Y aún hay más. Este pasado miércoles, 10 de julio, se ha producido una comparecencia en el Congreso de los Diputados, donde Pedro Sánchez ha vuelto a victimizarse sobre lo ocurrido con Cerdán, Ábalos, Koldo, etc, y ha anunciado un paquete hueco de medidas contra la corrupción, muchas de las cuales ya está en funcionamiento, aunque supongo que esto el propio Sánchez o no lo sabe, o si lo sabe, le es indiferente. Pues bien, tras la comparecencia salieron en tromba los socios del gobierno ha respaldar de forma unánime al presidente y a confirmar que pese a toda la corrupción habida y por haber en Ferraz y en Moncloa, el apoyo a Sánchez seguía intacto. El propio Gabriel Rufián no pudo ser más claro, y a la vez más hipócrita, en su intervención: "si son dos o tres casos aislados, no pasa nada". 

También salió en tromba la todavía vicepresidenta del gobierno, Yolanda Díaz (la cual ni siquiera quiso sentarse al lado de Sánchez esta vez en el banco azul del gobierno, sino junto a su grupo de Sumar), sacando a relucir el nombre de su padre (fallecido no hacía ni doce horas) para pedirle a Sánchez que se quedase. "en nombre de mi padre fallecido, no podemos permitir que vuelva a gobernar la derecha". Una intervención digna de una frivolidad extrema, ya que nunca se había visto a una tipeja como esta hacer electoralismo a base de un familiar recientemente fallecido. Qué lejos quedan ya aquellos años en los que Díaz exigía con la misma rotundidad que ayer defendía la permanencia de Sánchez, la salida de Rajoy de la Moncloa. Claro, eran los años de la Gürtel, Bárcenas, etc, y entonces esa corrupción sí había que combatirla. Esta, sin embargo, hay que encubrirla. Esta es la lucha contra la casta y la corrupción que defendía Podemos hace diez años. 

Pero aquí es donde viene lo gordo. Tras la intervención del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo (una intervención muy en su línea tibia, simplista e hipócrita), seguida de la intervención de los socios de Sánchez, llegó el turno del presidente del gobierno, donde estuvo durante media hora exponiendo los casos de corrupción del PP, tanto de la época de Aznar como de la de Rajoy, así como de la época del PSOE de Felipe González (un dardo envenenado al ex presidente socialista tras las críticas de éste contra el propio Sánchez), así como contra los escándalos que afectan al propio Feijóo y de los cuales se ha venido hablando desde hace tiempo: su estrecha relación con un conocido narcotraficante y, por ende, su posible vinculación con el mundo de las drogas. 

Es entonces cuando Feijóo, tras echar en cara a Sánchez que airease los escándalos de Aznar, Rajoy y Felipe González (como buen socialista reprimido y ex votante felipista que es, se notó que a Feijóo le dolió más las acusaciones de Sánchez contra González que las vertidas contra Aznar y Rajoy) acusa a Sánchez, en un arrebato de ira, de algo que desde hace tiempo es un secreto a voces: la vinculación del todavía presidente del gobierno con los negocios de prostíbulos y saunas de homosexuales que regentaba su suegro, el padre de Begoña Gómez, Sabiniano Gómez. 

Estas declaraciones han supuesto un antes y un después en este nuevo asunto, el cual era un secreto a voces pero que con la afirmación de Feijóo ya se ha hecho oficial. Desde la prensa nacional hasta la prensa internacional (incluyendo "The Times"), se han hecho ya eco de la relación entre Sánchez y los negocios de prostitución, tanto en prostíbulos heterosexuales como homosexuales que regentaba Sabiniano Gómez y su hermano; así como las supuestas grabaciones que la familia de Begoña Gómez realizaba en las saunas homosexuales que tanto su padre como su tío dirigían y en las que, supuestamente, fueron grabados durante años políticos de todos los partidos, periodistas, jueces, fiscales, empresarios, banqueros y todo tipo de personajes vinculados a todos los sectores sociales de España. Unas grabaciones que supuestamente sirvieron de extorsión contra estos para que Sánchez, una vez casado con Begoña Gómez, despegase en su carrera política. 

Como es obvio entre la prensa afín a Sánchez, ya hay quienes afirman que Feijóo se ha pasado veinte pueblos al hacer este tipo de declaración. Yo creo que no se ha pasado en absoluto, sino que ha sido un arrebato por parte del presidente del PP ante las acusaciones que Sánchez estaba vertiendo contra él en ese momento. Un arrebato del cual Feijóo ya no puede volver a atrás, o quizás sí. Ante las acusaciones reiteradas de Sánchez contra el líder del PP sobre sus relaciones con el narcotráfico y las drogas, éste decidió sacar a la luz la relación del presidente del gobierno con el proxenetismo y la prostitución. Un asunto que se ha comentado en algunos sectores y donde se ha mencionado incluso que la contable de estas saunas era la propia Begoña Gómez. 

Digamos que Feijóo ha abierto sin buscarlo en un principio la caja de pandora y ha sacado, esta vez de forma definitiva, un caso extremadamente grave, el cual afecta ya de lleno tanto a Pedro Sánchez como a su mujer, y aunque sea una cuestión privada, se ha convertido, como no podía ser menos, en un asunto de interés público, ya que hablamos de lucro a costa de la prostitución y de extorsión a los clientes de las saunas a cambio de que éstos clientes (políticos, jueces, periodistas, empresarios, etc) apoyasen el ascenso político de Sánchez en su momento. 

Como se puede ver, estamos ante un escándalo de tal magnitud que si finalmente saliesen esos audios a la luz, así como la información sobre los prostíbulos, provocaría no ya una crisis en el PSOE o en el gobierno, sino una crisis sistémica donde miembros del Poder Judicial, la política, el periodismo, el empresarial y otros muchos sectores se verían afectados por esta bomba que haría explotar por los aires el denominado "régimen del 78". Personalmente no creo que esto vaya a ir a más, ya que hay muchos individuos de por medio. 

Y no me refiero solo a políticos, sino, como he dicho, a individuos de otros sectores de la sociedad (esta noche he escuchado incluso que del clero, en un programa de televisión). Como se puede ver, el asunto ya es lo suficientemente grave como para que alguien o algunos no peguen un toque de atención y digan "hasta aquí". La cuestión es ¿Saldrá Pedro Sánchez bien parado finalmente de esto si este escándalo no va a más? Puede ser. ¿Puede que el escándalo, ya pregonado a los cuatro vientos por Feijóo, sea imparable y a partir de ahora salga más información al respecto? No lo creo, aunque ya me espero de todo. 

Recordemos que si los clientes tanto de ese prostíbulo como de esas saunas eran miembros, no solo del PSOE sino de muchos otros partidos políticos, incluido el PP, Feijóo se habría pegado un tiro en el pie, de modo que tampoco le conviene hablar mucho más sobre este asunto. Por el momento, ayer por la tarde salió una información en la que se aseguraba que la vivienda privada de Pedro Sánchez la pagó su suegro gracias al dinero conseguido a través de los negocios de la prostitución. ¿Quedará aquí la cosa? Veremos a ver qué pasa. Yo, personalmente, creo que sí, aunque todo está por ver. 

Y por si fuera poco, a todo esto se le suma unos rumores que vienen pisando fuerte desde hace varias semanas, en los que se asegura que Pedro Sánchez, o su entorno, habrían filtrado a la UCO conversaciones del presidente con Letizia Ortiz, donde supuestamente la mujer de Felipe VI habría solicitado de Sánchez asesoramiento para desviar dinero a la República Dominicana. Un asesoramiento que, según algunos, entraría dentro de una relación más estrecha entre ambos y que trascendería la relación institucional. Una especie de relación Godoy-María Luisa de Parma 2.0, con Felipe VI repitiendo el papel de Carlos IV. 

Por supuesto, si ya soy escéptico con respecto a la publicación de más información con respecto a los prostíbulos y las saunas del suegro de Sánchez (el cual casualmente falleció hace justo un año, cuando iba a ser llamado a declarar por sus negocios turbios), más lo soy con respecto a este asunto, el cual involucraría de lleno no solo a Moncloa sino también a Zarzuela. Los que tienen conocimiento sobre parte del contenido aseguran que de salir a la luz, el caso Urdangarín quedaría en nada en comparación con esto. 

Según estos periodistas, los cuales han sido quienes han mencionado este caso (el cual insisto, no dejan de ser rumores, aunque muy potentes), esta filtración la habría realizado el propio Sánchez o su entorno como una especie de cortafuegos, con el objetivo de poner a prueba a la UCO si esta unidad decide ir hacia adelante con respecto a esta investigación. Si la UCO decide tirar hacia adelante, no solo debe llamar al Palacio de la Moncloa, sino también al Palacio de la Zarzuela, dinamitando ya definitivamente el régimen del 78, ya que estaríamos ante un escándalos de intereses económicos e incluso sentimentales y/o sexuales, los cuales involucrarían de lleno a la Jefatura del Estado y a la Jefatura del Gobierno. Ahí es nada. 

Y es que, si Letizia desviaba dinero a República Dominicana, a veces viajando en el Falcón junto a Pedro Sánchez, como algunos han apuntado, ¿Felipe VI era conocedor de esos desvíos, de esos viajes junto a Sánchez e incluso de esa relación entre el presidente y la reina consorte? ¿Esas cuentas estarían puestas a nombre de Letizia, de Sánchez, de Felipe o de sus hijas, Leonor y Sofía? ¿Y de dónde provenía ese dinero? Se habla de millones de euros, una cantidad que Letizia dudo que haya ganado en su vida, ni como reina consorte, ni mucho menos como periodista antes de su boda con Felipe VI. Algunos hablan de que esos millones serían parte de la herencia que Juan Carlos le habría legado a Felipe y que éste rechazó en 2020. Una renuncia que, por otra parte, no tenía ningún tipo de validez legal.

Mucho cuidado con esto porque si saliese a la luz, que no va a salir, esto llevaría consigo una implosión absoluta en la que un divorcio entre Felipe y Letizia, así como la dimisión de Pedro Sánchez no sería solo suficiente (tampoco lo sería la dimisión de Sánchez si salen a la luz más informaciones sobre los negocios de su suegro, así como los audios a esos clientes tan relevantes), sino que debería llevar consigo la abdicación de Felipe VI e incluso la renuncia al trono de sus hijas, así como la apertura del debate sobre el modelo de Estado y el fin del sistema de la Transición. 

No sé en qué acabará todo esto, pero todo parece indicar que va a ir más conforme pasen los meses. No hablo ya del escándalo de los negocios del suegro de Sánchez y la relación del presidente con estos, ni tampoco de esas supuestas informaciones sobre el jefe del ejecutivo y la ex periodista, Letizia Ortiz, sino de otros casos que en teoría están ya en manos de la UCO y que parece que van a ir saliendo más pronto que tarde. 

Algunos hablan ya de nuevos informes demoledores contra la actual presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, otros sobre un informe contra el actual ministro de Política Territorial, el socialista Ángel Víctor Torres y otros sobre un próximo informe acerca de la financiación irregular del PSOE. Otros, sin embargo, hablan ya de una inminente entrada en prisión de José Luis Ábalos, lo cual supondría el culmen final que hace unos días explotó con la entrada en prisión de Santos Cerdán: dos ex-secretarios de Organización del PSOE consecutivos ingresando en prisión. 

Sea como fuere, lo cierto y verdad es que Pedro Sánchez cada vez está más arrinconado, pero a su vez sobrevive y resiste gracias a la respiración asistida a la que le someten sus socios, con el objetivo de sacarle más concesiones que nunca a cambio de una permanencia en la Moncloa que Sánchez necesita como la vida misma, no solo para permanecer en el poder a toda costa, sino para autoblindarse él y los suyos a estas alturas de la situación. La cuestión, viendo el panorama, ya no es solo si Sánchez llegará o no a 2027, sino en qué circunstancias llegará tanto él como España y el sistema del 78 si el presidente del gobierno consigue agotar la legislatura. 

lunes, 7 de julio de 2025

Veinte años del 7-J


Tal día como hoy, 7 de julio de 2025, se cumplen veinte años de uno de los sucesos más relevantes que se produjeron a inicios del presente siglo XXI. Me refiero a los atentados terroristas del 7 de julio de 2005 en Londres. Unos atentados que provocaron 52 muertos y más de 700 heridos y que tuvieron como objetivos tres vagones del metro de Londres y un autobús de la capital británica, donde tres bombas estallaron en el primer objetivo y una cuarta en el segundo.

La autoría de este atentado fue perpetrada por cuatro ciudadanos británicos de origen musulmán, los cuales operaron de forma autónoma, pero influenciados por la ideología de Al Qaeda, aunque la organización terrorista, a diferencia del 11 de septiembre de 2001, nunca reivindicó oficialmente la autoría del atentado londinense. Los terroristas justificaron el atentado como una represalia por la actuación del gobierno de Tony Blair y su apoyo e intervención a la guerra de Afganistán e Irak, liderada entonces por el presidente estadounidense, George W. Bush. 

Aun así, y después de dos décadas desde los atentados, todavía hay muchas lagunas e interrogantes que rodean a este atentado. Un atentado que, a diferencia del 11-S o del 11-M, tuvo repercusión a nivel mundial pero no de la misma magnitud que estos atentados. Y es que, cuando hablamos del 7-J, hablamos de un atentado que sucedió solo siete días después de que Reino Unido asumiese oficialmente la presidencia semestral de la Unión Europea. 

Pero, por si fuera poco, y esto es lo más preocupante, el día anterior, 6 de julio, comenzó en Londres la cumbre del G-8, la cual estaba liderada aquel año por Tony Blair y que duraría hasta el 8 de julio. El atentado pues se produjo en medio de aquella reunión a la que asistieron presidentes y primeros ministros como el propio George W. Bush, Jacques Chirac, Vladimir Putin, Silvio Berlusconi, Gerhard Schröder, entre otros. 

Como se puede ver, una cumbre política de alto nivel donde todos los cuerpos y fuerzas de seguridad británicos así como su propio centro de inteligencia estaban volcados en velar por la seguridad en la capital de Reino Unido en aquellos días tan cruciales. ¿Cómo es posible que cuatro terroristas fuesen capaces de burlar el cordón de seguridad y provocar tal masacre en medio de aquellas medidas tan estrictas? 

Una pregunta bastante esencial e interesante que muchos, después de veinte años del atentado, se siguen haciendo. Por supuesto, hay más agujeros negros en el atentado del 7-J, del mismo modo que los hay también con el 11-S y el 11-M, pero en este caso, esta es una de las preguntas más cruciales y por las que nadie aún ha conseguido dar una explicación razonada y coherente, y probablemente nunca se llegue a dar.

Otro aspecto que me parece interesante, y el cual considero a su vez bastante frívolo, es el hecho de que solo a los dos días de producirse el atentado, es decir, cuarenta y ocho horas después, se conmemorase en Londres el 60 aniversario del fin de la II Guerra Mundial, sin producirse en ningún momento la suspensión de dicho acto en medio de un escenario que debió ser, tras lo ocurrido, de absoluto duelo en todo el país. 

Sin embargo, la conmemoración se realizó con la presencia de la reina Isabel II. Otro suceso más que añade esa capa de intriga y desconcierto en todo este asunto y que demuestra la falta de sensibilidad del gobierno de Blair en aquellos sucesos devastadores. Un gobierno que, a pesar de haber sido reelegido justo dos meses antes, ya estaba bastante erosionado entre los británicos como consecuencia de su apoyo inquebrantable a la administración republicana de Bush y que, con este atentado, contribuyó aún más al desgaste del ejecutivo laborista de Tony Blair.

Lo cierto y verdad es que este atentado sirvió para recrudecer la guerra contra el terrorismo en Oriente Medio y justificar las voces que desde amplios sectores de la sociedad, entre ellos la británica, se lanzaban en contra de la guerra, no tanto de Afganistán como sí de la de Irak. En aquellos momentos, EEUU y Reino Unido llevaban ya cuatro años luchando en Afganistán y dos en Irak. Este atentado sirvió como soporte para reivindicar la lucha contra el terrorismo, como el propio Blair hizo de hecho en el discurso posterior a los atentados, rodeado de los demás jefes de Estado y de Gobierno asistentes en la cumbre del G-8. 

Tras esto, las guerras de Afganistán e Irak se fueron prolongando y desgastando, mientras las voces en contra de dichos conflictos se incrementaron aún más. Tony Blair, el cual estaba ya absolutamente ligado a Bush y había unido su suerte a la del entonces presidente de EEUU y al desenlace de la guerra, fue desgastándose políticamente y personalmente en los dos años posteriores como consecuencia del transcurso de dichas guerras, de su apoyo incondicional a EEUU y a los escándalos y divisiones en su propio partido, hasta que justo dos años después de los atentados, en junio de 2007, dimitió en favor de su delfín político, Gordon Brown. 

Entrando ya en el terreno personal, debo añadir que, a pesar de contar entonces con trece años, mis recuerdos con respecto a aquel día y a dichos sucesos no son muy profundos. En la mañana del 7 de julio de 2005 estuve en el hospital y cuando llegamos a casa sobre el mediodía nos enteramos por la televisión de los atentados, los cuales estaban siendo comentados en todas las cadenas a través de los informativos. 

Recuerdo sobre todo las imágenes televisadas del autobús tras la explosión, pero después de aquello, no recuerdo mucho más de aquel día ni de aquellos sucesos que supusieron un antes y un después en la historia de Reino Unido. Sí recuerdo que los atentados no recibieron un despliegue tan intenso como los que sí tuvieron el atentado del 11-S o los de aquí del 11-M. Fueron comentados y recibieron una alta cobertura en aquel momento, como era lógico, pero no con la misma intensidad que los atentados terroristas de Nueva York o Madrid. 

No sé si fue porque el número de víctimas fue menor, en comparación con los otros atentados, o porque desgraciadamente la sociedad occidental estaba ya tomándose como algo cotidiano este tipo de ataques terroristas. Lo que está claro es que aquella atrocidad demostró una vez más cómo el mundo y Occidente habían entrado en una nueva era a raíz de los atentados del 11-S, siendo en este caso Reino Unido el objetivo del terrorismo internacional. Dos décadas después de aquellos trágicos sucesos, se puede confirmar que lo vivido en aquellos años fue el inicio del devastador contexto geopolítico que vivimos actualmente a nivel mundial. 

martes, 24 de junio de 2025

Un atentado imperdonable


Nunca pensé que fuese a escribir una entrada como la que voy a escribir esta noche. En estos doce años de blog he escrito de política, de religión, de sentimientos, de lo sobrenatural, de televisión, etc, pero nunca de un tema como el siguiente: la restauración de una imagen religiosa de gran relevancia aquí en Sevilla, en España y parte del extranjero: la Esperanza Macarena. Una imagen que ha sido objeto de una restauración irresponsable cuyo resultado ha sido un fiasco sin precedentes en la historia de la Semana Santa de Sevilla y en la historia reciente de la capital andaluza. 

Como sevillano que soy, he escrito en el pasado, cuando mis creencias religiosas eran otras, de la propia Semana Santa y de la forma en la que vivía, sentía y entendía la fe cristiana en esa semana. Hace ya años que no escribo sobre cuestiones cofrades, pero creo que la relevancia y la gravedad de lo que ha ocurrido en la Hermandad de la Macarena y en cómo esa restauración ha levantado una polvareda sin precedentes no solo en el mundo cofrade, sino en la propia ciudad de Sevilla, de la cual se ha hecho eco la prensa nacional e incluso internacional, bien merece que haga un par de comentarios con respecto a este tema que sin duda han marcado un antes y un después en el mundo cofrade sevillano. Aviso desde ya que no tengo ningún conocimiento sobre el mundo del arte y que todo lo que voy a escribir se basa en lo que he visto, oído y leído desde el pasado sábado hasta la fecha.

En noviembre del pasado año se anunció, por parte de la Hermandad de la Macarena, la decisión por parte de la Junta de Gobierno de la Hermandad, de intervenir a sus tres titulares, el Señor de la Sentencia, la Esperanza Macarena y la Virgen del Rosario (esta última, imagen de Gloria que procesiona en el mes de octubre por el barrio macareno). Se anunció que la intervención de mantenimiento (la de la Virgen en este caso) sería de unos tres días aproximadamente y que dicha intervención se realizaría por parte del especialista en restauración, Francisco Arquillo. Hasta ahí, ningún problema.

El problema viene cuando en primer lugar se retira del culto para proceder a la intervención de mantenimiento a la imagen de la Virgen del Rosario, la cual vuelve en perfectas condiciones tras ser sometida a un proceso de limpieza de la talla. Acto seguido, lo mismo ocurre con el Señor de la Sentencia, el cual vuelve en perfectas condiciones a la Basílica tras ser igualmente sometido a otro proceso de limpieza. Es entonces cuando hace poco más de una semana se produce la retirada de la Esperanza Macarena, con el mismo fin. 

La Virgen permanece durante cinco días en los talleres de Arquillo y el pasado sábado fue repuesta al culto en su Basílica. ¿Qué sucede entonces? Que el aspecto de la Macarena había cambiado por completo. Sus ojos habían perdido esa mirada tan característica que siempre ha marcado a la Esperanza Macarena; sus rasgos y su rostro no se correspondían con los de antes; su nariz y su cuello eran distintos e incluso sus pómulos y boca eran diferentes a los de toda la vida. Cuando la Virgen fue repuesta al culto la mañana del sábado, a los pocos minutos las redes comenzaron a llenarse de mensajes unánimes: "¿Qué han hecho con la Macarena?". La Macarena había desaparecido tal y como la habíamos conocido los sevillanos y el resto de sus devotos a nivel nacional e internacional. 

La propia Hermandad era consciente del cambio tan abismal que había sufrido la imagen que cuando publicó en las redes sociales las primeras imágenes tras las labores de mantenimiento, solo se atrevieron a publicar desde sus cuentas oficiales fotografías de la Virgen de perfil y no de frente. Ante este revuelo inmediato que dejó en shock a la ciudad y la indignación social de los sevillanos al ver cómo algunos habían hecho "desaparecer" a la Macarena, la Junta de Gobierno decide cerrar la Basílica una hora antes de lo previsto para realizar una nueva intervención a la Virgen por parte de Arquillo, en este caso con el objetivo de modificarle las pestañas a la titular, ya que, según aseguraban algunos, la raíz del problema estaba en el cambio que había sufrido la imagen al serle colocadas unas nuevas pestañas de un tamaño mayor al que poseía hasta antes de la intervención. 

Llega la tarde del sábado y la Virgen, efectivamente, ya había sido modificada nuevamente al serle añadidas unas pestañas de un tamaño más reducido. Sin embargo el problema, como algunos aseguraban, no eran solamente las pestañas. Había algo más y no se estaba contando la verdad a la gente. El rostro de la Macarena seguía sin ser el de Ella y muchos comenzaron a sospechar que había habido un "cambiazo" y que la imagen que en ese momento se encontraba en el altar de la Basílica no era la Macarena sino una copia de la misma. 

Aquí no acaba la historia, ya que cuando llega la noche del sábado al domingo se produce una nueva intervención (la segunda en menos de 24 horas y la tercera en menos de una semana). Cuando llegamos al domingo vimos una nueva imagen de la Macarena, la cual recuperaba en gran parte el rostro de siempre, pero que sin embargo no terminaba de ser al 100% la Macarena que los devotos tanto en Sevilla como en el resto de España y el mundo estaban acostumbrados a ver siempre. 

A pesar de recuperar solo en parte su esencia, los ojos de la imagen no eran, ni mucho menos, los ojos característicos y expresivos que la Macarena poseía. Unos párpados más caídos y una mirada más triste confirmaban que algo más que unas simples labores de mantenimiento era lo que se le había hecho a la imagen. Uno de las elementos que más llamaron la atención, y que de hecho se esperaba que sí se realizase en los talleres de Arquillo, fue el proceso de conservación y limpieza de la imagen. Ese era uno de los principales motivos por los que la Macarena iba a ser retirada del culto, al igual que los otros dos titulares. 

La oscuridad del rostro de la Virgen como consecuencia del humo de las velas durante años había hecho mella en la imagen, y era de esperar que cuando fuese retirada se hiciese una limpieza del rostro de la Esperanza Macarena, siempre respetando su esencia y su perfil original. En la mañana del sábado se confirma que esa limpieza se ha pruducido, pero como he dicho anteriormente, algo más se había hecho y no se había hecho público. 

Pues bien, en la mañana del domingo, el rostro de la Macarena fue intervenido por tercera vez. Pero esta vez sin contar con la presencia de Arquillo, sino con la intervención de un restaurador y un imaginero, llamados Carlos Peñuela Jordán y Esteban Sánchez Rosado. Se le había realizado una policromía a la Virgen para añadirle capas de oscuridad con el fin de devolverla a su estado original, algo que es surrealista por completo, ya que se retira del culto a la imagen para labores de conservación y limpieza y termina siendo intervenida para añadirle superficialmente la oscuridad por la que había sido intervenida en un principio. ¿Esto cómo se come? 

Pues ni aún así muchos macarenos quedaron satisfechos con el resultado. Otros salieron algo más convencidos, y la gran mayoría salieron con una mezcla de alivio por ver recuperada parcialmente la esencia del rostro de la Virgen y con preocupación, tristeza e indignación porque seguían sin ver al 100% la imagen auténtica de la Macarena después de tantas e irresponsables intervenciones. 

Tras esto llegamos al día de ayer, lunes, donde los hermanos de la Macarena convocaron una manifestación a las puertas de la Basílica para exigir responsabilidades a la Junta de Gobierno y exigir a su vez que se tomaran las medidas necesarias para llevar a la Virgen a las instituciones oportunas para que se le hiciese un análisis en condiciones y proceder posteriormente a una intervención seria, cuidadosa, duradera y responsable. 

Cuando escribo esta entrada a estas horas de la mañana, la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Macarena ha anunciado sobre las dos de la madrugada su intención de someter a la Virgen al IAPH (Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico), con el fin de supervisar el estado de la imagen y la convocatoria de un Cabildo General Extraordinario donde todos los hermanos votarán sobre el procedimiento a seguir cuando el IAPH emita el informe sobre el estado actual de la Esperanza Macarena. Además de esto, se ha producido la dimisión de dos miembros de la Junta de Gobierno: el Mayordomo y el Prioste. Todo esto tras un Cabildo de Oficiales reunido de urgencia en las dependencias de la Hermandad, el cual comenzó a las seis de la tarde y ha finalizado a las dos de esta noche.

Este es el resumen de lo ocurrido en estos días turbios, donde la imagen no solo de la propia Macarena sino de la ciudad de Sevilla ha estado en el foco de los medios a nivel nacional e internacional. Un suceso sin precedentes en la historia de nuestra ciudad. A partir de aquí comienzo lo que es simple y llanamente mi opinión personal. Lo ocurrido en estos días es, sin lugar a dudas, de una vergüenza y una irresponsabilidad sin precedentes. ¿Cómo es posible que en estos momentos la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Macarena no haya dimitido aún? 

Yo comprendo que vivimos en un país donde ni siquiera el gobierno socialista de Pedro Sánchez, rodeado por los cuatro costado por una corrupción sistémica, presente su dimisión, ya que carecen de la dignidad y conciencia suficiente como para tomar tal decisión. Comprendo que vivimos en una ciudad como Sevilla donde la directiva actual del Sevilla F.C presidida por José María del Nido hijo no ha tenido la decencia de dimitir, ni siquiera cuando el club atraviesa el peor momento de su historia desde hace treinta años y está al borde de la quiebra gracias a la irresponsabilidad y el desfalco actual de la administración actual. 

Siendo así, ¿Para qué iba a dimitir una Junta de Gobierno cuando ha cometido un acto de negligencia sin precedentes al no haber seguido un protocolo de seguimiento en un proceso de conservación a una de las imágenes religiosas más relevantes a nivel mundial? ¿Por qué van a dimitir, con independencia de que el estado actual en el que ha quedado la imagen sea o no reversible? 

Hablamos de un proceso de conservación en la que, según han señalado algunos medios, la Hermandad no ha solicitado siquiera con la autorización del Arzobispado de Sevilla, autoridad eclesiástica que, debido a la relevancia que ocupa la imagen de la Esperanza Macarena, debía contar con su consentimiento. Tampoco la Junta convocó en su momento un Cabildo General Extraordinario para que los hermanos fuesen informados y votasen sobre la idoneidad de realizar este proceso de conservación. Un proceso de conservación el cual ha quedado demostrado que no ha sido eso solamente, sino una restauración encubierta en la que nadie, salvo la Junta de Gobierno y el propio Francisco Arquillo han sido los responsables. 

En estos momentos, la Junta de Gobierno, dirigida por el Hermano Mayor, José Antonio Fernández Cabrero, echa balones fuera y culpa a Arquillo de haberse tomado licencias por su cuenta a la hora de acometer dicho proceso de conservación, lo cual es motivo más que suficiente para que Cabrero y toda su Junta de Gobierno presenten su dimisión inmediata. Si Cabrero era consciente de que lo que se le iba a realizar a la Macarena era una restauración encubierta y no ha informado a quienes debía y se ha saltado el protocolo a seguir en estos casos, debe dimitir de inmediato. 

Si dejó en manos de Arquillo (el cual es el restaurador de la Hermandad desde hace casi cincuenta años) el proceso de conservación, sin designar una comisión de investigación para que supervisase dicho proceso, debe dimitir igualmente por su grave negligencia. Por supuesto, Cabrero ya ha comunicado hace unas horas que no piensa dimitir bajo ningún concepto. En otoño de este año serán las próximas elecciones que la Hermandad deberá celebrar, a las cuales Cabrero no se va a presentar, de modo que ¿Para qué dimitir pudiendo disfrutar del cargo los cuatro meses que le quedan aún? Dimitir es, como he dicho en otras ocasiones, un nombre ruso en España. 

Este sujeto (afín al PSOE, por cierto) ya demostró hace unos años su grave irresponsabilidad cuando ordenó exhumar los restos de Gonzalo Queipo de Llano y de su mujer, ambos enterrados en la Basílica. Supongo que al ser de Cantabria, este sujeto desconoce que Queipo de Llano fue quien, con independencia del papel que desempeñase en la Guerra Civil, fue quien edificó la actual Basílica en la que hoy se asienta la Hermandad. ¿Pero eso qué más da? 

Su gestión hace un año con respecto al estado del manto de la propia Virgen con motivo de unas goteras que afectaron al mismo y la falta de trasparencia sobre este asunto, demuestran la irresponsabilidad de este tipo, el cual se irá del cargo a finales de este año llevándose consigo una negligencia gravísima donde ha puesto en serio riesgo a la propia imagen de la Macarena, la cual no es solo una imagen religiosa (que también, obviamente), sino un símbolo absoluto de la imagen de Sevilla, como lo puede ser la imagen del Señor del Gran Poder, la Giralda, la Torre del Oro o el Puente de Triana, entre otros monumentos artísticos de nuestra ciudad. 

La irresponsabilidad de los individuos que se encuentran actualmente al frente de cualquier institución es de tal gravedad que da igual el daño que ocasionen, ya que saben que sus actos no tendrán repercusiones civiles ni penales. Y en este sentido debo hacer hincapié en la actitud irresponsable del propio Arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, el cual no ha dado señales de vida en estos días en los que la imagen no solo de la Macarena sino de la ciudad de Sevilla ha ocupado los noticieros de toda la prensa española y parte de medios en el extranjero. ¿Cómo es posible que el Arzobispo de Sevilla no haya intervenido en este asunto tan grave y delicado? Supongo que es precisamente por el hecho de que aquí hay, por desgracia, hermandades de primera y segunda. 

Si fuese de segunda, estoy convencido de que ya habría intervenido y tomado cartas en el asunto. Como es una hermandad de primera, prefiere mirar para otro lado mientras la tormenta persiste. La imagen vivida hoy de los hermanos de la Macarena manifestándose a las puertas de la Basílica, con los medios de comunicación cubriendo la noticia, es algo que se podría haber evitado si el Arzobispo hubiese tomado las riendas de la situación desde el primer momento tras manifestarse la absoluta incompetencia de Cabrero y su Junta de Gobierno, así como la negativa de éstos a dimitir tras lo ocurrido. 

Otra cuestión que me ha llamado poderosamente la atención, y que no quiero dejar atrás, es la polémica suscitada con respecto a las teorías que han ido circulando sobre la originalidad de la imagen que fue repuesta al público el sábado. Debo añadir, y aquí entramos en el terreno de la conspiración, que muchos creyeron que quien había sido repuesta al culto no era la Macarena, sino una copia de la misma. Yo, personalmente, no me creí en ningún momento esa teoría tan descabellada; pero una vez que se produjo la tercera intervención, sí comencé a sospechar, y de hecho es la teoría que he adoptado desde el domingo hasta ahora, de que probablemente no sea la Macarena original la que en estos momentos está en la Basílica. 

Insisto, entramos ya en la especulación y no hay pruebas de que sea así, pero el hecho de que personajes relacionados con el mundo cofrade hayan confirmado que existe una copia de la Macarena en las dependencias de la hermandad, hacen acrecentar la sospecha de que probablemente no sea la imagen original la que en estos momentos está expuesta al público sevillano. Eso, unido a las marcadas diferencias en los rasgos de "la original" y la que ha sido repuesta al público, hacen acrecentar estas sospechas, al menos para mí y para mucha más gente que ya han comentado esto mismo por las redes sociales. 

De ser así habría que preguntarse ¿Dónde está la Macarena? ¿Qué han hecho con Ella? ¿Ha habido un cambiazo, un robo, una venta encubierta orquestada por la Junta de Gobierno y/o el restaurador? No lo sé. Pero si esto fuese así, cosa que no se ha demostrado en absoluto pero que muchos creen que ha podido ocurrir, estaríamos ante un delito contra el patrimonio cultural, del cual tendrían que responder ante los Tribunales Cabrero, Arquillo, etc. Insisto, esto es especulación, y puede que estemos sacando las cosas de tiesto, más aún de lo que ya están, pero la situación que se vive en estos momentos en Sevilla es, como mínimo, para replantearse cualquier escenario, por mucho que desde los medios de comunicación, sobre todo locales, intenten desmentirlo y tachar de "conspiranóicos" a los que defendemos esta posibilidad.

Sea como fuere, lo cierto y verdad es que lo ocurrido en estos días no ha dejado indiferente a nadie y veremos a ver cómo acaba. En estos momentos, ni siquiera la Hermandad ha dado las explicaciones oportunas ni tampoco ha presentado el informe del TAC al que se ha sometido a la Virgen, lo cual corrobora las sospechas de que algo más turbio hay detrás de todo esto. Este último factor es otra confirmación de que la Junta de Gobierno presidida por Cabrero ha actuado, cuanto menos, con una falta de transparencia de la que debería de asumir responsabilidades ahora mismo y no en noviembre, que es cuando la Hermandad celebrará sus elecciones dentro de la corporación. Unas elecciones en las que, por supuesto, la polémica y la guerra interna están servidas desde ya, y que todo indica que perjudicará aún más el nombre de la Hermandad y, con ello, de la Semana Santa sevillana y, por último, de nuestra ciudad. 

Aunque hace ya un tiempo que mis creencias religiosas quedaron atrás, no es menos cierto que el apego a la Semana Santa no ha quedado atrás del todo para mí, ya que como sevillano y persona de fe que he sido me he criado desde niño en el ambiente cofrade, y eso, con independencia de mis creencias religiosas actuales, sigue en cierta forma latente en uno. La Semana Santa es algo más que una cuestión religiosa, es un hilo que va inexorablemente unido a la propia ciudad de Sevilla, y la Macarena es uno de los símbolos más poderosos y principales que tiene nuestra tierra. 

Su trágica y nefasta restauración, auspiciada por unos miserables irresponsables que le traen sin cuidado la conservación de la imagen y los sentimientos que ella suscita, ha sido un duro golpe para Sevilla y ha sentado un precedente que sin duda marcará un antes y un después en la capital de Andalucía. Espero y deseo que el IAPH se haga cargo de la imagen cuanto antes y que dentro de unos meses podamos ver a la Macarena que los sevillanos hemos visto siempre. Del mismo modo espero y deseo que la Cabrero y su Junta de Gobierno asuman las responsabilidades internas en la Hermandad e incluso judiciales, si la situación lo requiere, por el bochornoso espectáculo que han dado a la ciudad de Sevilla y a uno de sus patromonios artísticos más valiosos. De nada valen las disculpas que en el comunicado de esta noche han realizado, puesto que el daño está hecho ya.

Por desgracia, cabe recordar que vivimos en un país donde, como he dicho antes, todo el mundo sale indemne de sus acciones. Y poco o nada podemos esperar de la responsabilidad y/o las sanciones judiciales que estos tipejos puedan tener en el futuro. Y sobre el futuro de la propia Macarena, solo cabe esperar y confiar en que la IAPH haga su trabajo y que de una vez por todas, si consiguen revertir por completo el daño causado (yo soy escéptico sobre ello, aunque quiero pensar que debido a su profesional lograrán revertir el daño producido, aunque no sea completamente), tanto la Hermandad como Sevilla pasen página de uno de los episodios más turbios y tristes vividos en muchos años desde el punto de vista patrimonial, religioso y sentimental. 

domingo, 22 de junio de 2025

Trump inicia su propia guerra


En medio del clima de corrupción e inestabilidad que atraviesa en estos momentos España, la situación a nivel internacional no puede haber empeorado en estos días y, sobre todo, en las últimas horas. Desde que el pasado viernes, 13 de junio (fecha maldita, donde las haya, junto con los martes 13), Israel atacase suelo iraní (Alegando que se trataba de una operación militar para detener el programa nuclear de Irán) y éstos respondiesen ese mismo día en un contraataque con misiles y drones contra los judíos, la escalada de esta conflicto bélico ha llegado a su punto álgido hace solo unas horas, cuando esta pasada noche Estados Unidos ha bombardeado tres centrales nucleares de Irán. 

Un bombardeo por parte de EEUU, liderado por Donald Trump, el cual ha asegurado en un discurso a la nación estadounidense posterior al ataque, que se trata de una operación militar para buscar la paz en Oriente Medio y presionar a Irán para que éstos lleguen a un acuerdo de desarme nuclear. Debo confesar que estamos ante una de las declaraciones más cínicas e inmorales realizada por un presidente estadounidense en los últimos años, y el listón estaba bastante alto para ser superado. 

Sin embargo Trump ha superado las expectativas y ha garantizado que este bombardeo es para "buscar la paz". ¿Desde cuándo se bombardea un país para lograr la paz? ¿En Hiroshima y Nagasaki? ¿Aquel bombardeo nuclear contra Japón por parte de un criminal de guerra como fue Harry S. Truman? ¿A ese precedente es el que se acoge Trump cuando asegura que bombardea para buscar la paz? Una paz que, por cierto, no se va a producir bajo ningún concepto; y es que desde Irán consideran este ataque como una "Declaración de guerra" por parte de EEUU contra ellos, asegurando los iraníes además que con este ataque "comienza la gran guerra". 

Como se puede ver, el ataque de EEUU contra Irán supone a todos los niveles la apertura de un nuevo escenario geopolítico y bélico a nivel mundial de enormes proporciones, el cual puede acabar casi con toda seguridad en una guerra a gran escala dentro de Oriente Medio con EEUU interviniendo de lleno en Irán y quien sabe si en otros países de la región aliados de los iraníes. Puede ocurrir esto o bien puede ocurrir que otras potencias mundiales como China o Rusia intervengan en favor de los iraníes, lo cual podría provocar a su vez la intervención de la OTAN y con ello de Europa en este conflicto, es decir, una Tercera Guerra Mundial. 

Personalmente, no creo que llegue la situación a ese extremo. ¿El mundo vivirá una Tercera Guerra Mundial? Por supuesto, pero no ahora. Creo, sin embargo, que el ataque estadounidense a Irán no va a ser un hecho aislado, sino el inicio de una guerra a gran escala en Oriente Medio. Si Trump piensa que los iraníes se van a rendir como los japoneses tras los bombardeos nucleares, está completamente equivocado. Irán ya ha asegurado que va a responder, y de hecho el parlamento iraní ha aprobado hace unas horas el cierre del Estrecho de Ormuz, lugar por el que transita el 20% del crudo mundial. Esto no va a quedar así y Trump en el fondo lo sabe (o al menos eso creo yo). 

El hecho de que Trump haya salido en defensa de Israel y de Netanyahu supone una intervención directa de EEUU en un conflicto donde una respuesta militar por parte de Irán contra bases estadounidenses puede desencadenar una respuesta más agresiva aun por parte de Trump contra éstos y la rápida extensión del conflicto a otras partes de Oriente Medio. He comentado antes sobre la posibilidad de que Rusia y/o China intervengan en favor de Irán, pero Moscú ha dejado entrever que van a abandonar a los iraníes a su suerte. 

Parece que los intereses entre Putin y Trump tienen prioridad para el presidente ruso sobre la defensa de sus aliados en Asia. Pekín estoy convencido de que actuará de la misma forma, a pesar de la guerra de aranceles que en estos momentos tienen China y EEUU, con lo cual esto nos aleja, al menos de momento, de una inminente guerra mundial, pero sí nos acerca en cambio a una guerra a gran escala en Asia con EEUU como principal protagonista occidental y aliado primordial de Israel. Lo ocurrido esta pasada noche supone un antes y un después en la situación que vive Oriente Medio desde octubre de 2023, con el inicio de la guerra entre Israel y Palestina, y ahora extendida desde el pasado día 13 con el inicio de este conflicto bélico entre Israel e Irán. 

¿Qué consecuencias tendrá todo esto? De momento es pronto para saberlo, pero estoy plenamente convencido (o a lo mejor me equivoco de lleno) de que la respuesta de Irán no se hará esperar, y cuando suceda provocará una reacción posterior más agresiva por parte de Trump que provocará una escalada bélica sin precedentes en esta región. ¿Cuándo responderá Irán (si es que responde)? No lo sé pero, como acabo de comentar, su respuesta va a suponer un antes y un después tanto en el futuro geopolítico mundial como en el futuro de la administración Trump y las políticas de exterior y defensa que desde Washington se llevan orquestando desde hace décadas. 

Por último, y antes de acabar esta entrada, quiero hacer mención al propio Donald Trump. Un sujeto sin escrúpulos, sin moral y, tras esto, un criminal de guerra, quien se cree Dios en la tierra y un ser mesiánico, el cual piensa que tiene una misión divina que cumplir, aunque eso suponga arrastrar a una guerra mundial al resto de la población humana. No son pocas las entradas que he escrito defendiendo la candidatura de Trump en el pasado, pero también comenté en su momento que tenía serias dudas y era muy escéptico con respecto a esta segunda presidencia. 

Casi medio año después de su vuelta a la Casa Blanca, el tiempo parece que me está dando la razón. Trump va a por todas y con este bombardeo ha echado por tierra la imagen de "presidente pacifista" y "garante de la paz mundial" que durante su primer mandato y hasta ahora se había atribuido a sí mismo. Lejos de pillarme por sorpresa, confirma lo que en el fondo, a pesar de haberlo apoyado, sospechaba de él: Trump es un elitista más, cuyos objetivos e intereses están en consonancia con los de ese mismo establishment que tanto ha criticado en el pasado, lo cual confirma que no hay movimiento político en ningún lugar del mundo que no sea disidencia controlada. 

Con esta intervención militar de EEUU contra Irán, todo lo que ocurra a partir de ahora, y que pueda arrastrar a Occidente, será responsabilidad suya. Solo espero que su apoyo entre las bases republicanas, e incluso algún que otro desencantado demócrata que le ha votado, comience a evaporarse sin freno hasta quedarse sin respaldo alguno en 2028. Es un error entregar el poder a sujetos que consideran que con independencia de sus acciones, están cumpliendo un plan divino. 

Estos tipos son los más peligrosos y son precisamente los que más lejos del poder deben estar. Con lo sucedido hace unas horas, y lo que está por venir, que es aún peor, se confirma pues que quienes creían que con su llegada acabarían de inmediato las guerras, sobre todo la de Ucrania, y estabilizaría la situación en Oriente Medio después de la presidencia criminal, nefasta, peligrosa e irresponsable de Joe Biden y los demócratas, se han equivocado por completo, yo el primero, debo reconocerlo. 

¿Lo peor de todo esto? Que con esta presidencia bélica que se avecina y el inminente estallido de una guerra regional en Oriente Medio con EEUU como actor principal va a suponer, por desgracia, la vuelta de los demócratas y de las políticas woke en 2028. Veremos a ver cómo acaba todo esto pero, por supuesto, nada hace presagiar que acabará bien, y menos después de la advertencia de los iraníes a EEUU. Para desgracia de todos, la guerra pues no ha hecho más que empezar. 

viernes, 13 de junio de 2025

Sánchez, al final de la escapada


En 1972 se estrenó la primera parte de una de las sagas más míticas de la historia de Hollywood: "El Padrino". Aquella trilogía se basaba en las luchas de poder que rodeaban a la mafiosa familia de los Corleone y sus rivalidades con otras familias de la misma camorra. Aquel mismo año nació un sujeto llamado Pedro Sánchez Pérez-Castejón, quien cuarenta y dos años después se convertiría en secretario general del PSOE y cuatro años después en presidente del gobierno de España. 

Por otro lado, hace unos años, Máxim Huerta, quien fuera ministro de Cultura en el primer gobierno de Sánchez, reveló que cuando fue a Moncloa a presentarle su dimisión a Sánchez tras haberse descubierto que había estafado a Hacienda (empezamos bien, y solo fue la primera semana del gobierno de Sánchez), el nuevo presidente lo recibió en su recién inaugurado despacho mientras le preguntaba en un tono reflexivo a su hasta entonces ministro de qué forma creía él que iba a pasar a la historia su presidencia. 

Pues bien, siete años después de aquellas reflexiones de Sánchez (las cuales demuestran que estaba ya más preocupado de su grandeza y de su posición en la historia que de gobernar) se puede confirmar que su presidencia pasará a la historia como la del jefe de un crimen organizado. Un Vito Corleone a la española, cuya obsesión por mantenerse en el poder a cualquier precio superaría cualquier escena de la que se hubiese visto en la ya comentada trilogía de "El Padrino".

Y esta confirmación se debe a que hoy se ha hecho público el informe de la UCO sobre Santos Cerdán, hasta hoy secretario de Organización del PSOE. En dicho informe se detalla que Cerdán orquestó una trama criminal desde la llegada de Pedro Sánchez a la secretaría general del PSOE en 2014 (su primera llegada). Dicha trama consistía, según la UCO, en un enriquecimiento ílicito a base de comisiones junto a su predecesor en la secretaría de Organización en el PSOE, José Luis Ábalos, y la mano derecha de éste último, Koldo García. Dichas comisiones se realizaban vía cobro a empresas a cambio de amaños en adjudicaciones públicas. Una red mafiosa que tuvo su origen en Navarra y que, tras la llegada del PSOE al gobierno en 2018, se extendió a toda España. 

Además de esto, en el informe de la UCO se hace mención a cómo Cerdán habría ordenado a Koldo García en 2014 que amañase las votaciones de las primarias a la secretaría general del PSOE a las que se presentó y ganó Pedro Sánchez. Y por si esto no fuese poco, la UCO además ha recogido en su informe mensajes del propio Koldo García donde se vislumbra que el PSOE se ha venido financiando irregularmente gracias a la red de tráfico que Cerdán y compañía venían operando desde 2014. Esto último abre las puertas a una futura investigación por parte de la UCO, esta vez sobre una financiación irregular por parte del PSOE dentro de esta trama de corrupción. El denominado caso Koldo, caso Ábalos o caso Cerdán ha pasado pues a ser oficialmente caso PSOE. 

Tras esta publicación por parte de la UCO, Cerdán ha anunciado este mediodía su dimisión de todos sus cargos (incluyendo la secretaría de Organización del PSOE y su cargo de diputado). Una vez anunciada su dimisión, Sánchez se ha dirigido hasta Ferraz para "pedir perdón" a la ciudadanía y anunciar una auditoría externa de las cuentas del partido. Unas cuentas en las que, obviamente, no se observará nada raro, ya que el dinero que ha ido circulando en estos años era dinero negro. 

Se puede decir pues que Pedro Sánchez vuelve a tomar por gilipollas a la población al realizar unas falsas e hipócritas disculpas que ni él se cree, mientras ha asegurado con rostro serio que hasta hoy no conocía ni el informe de la UCO ni lo realizado por su secretario de Organización en todos estos años, además de afirmar que nunca debió confiar en Cerdán. El mismo Santos Cerdán que ha estado en su equipo más cercano desde su llegada a Ferraz hace once años y al que hasta ayer mismo el propio presidente y el PSOE han respaldado frente a "los bulos de la extrema derecha". 

Seamos serios. ¿Acaso alguien con un mínimo de consideración puede creerse que dos secretarios de Organización consecutivos del PSOE han urdido una trama criminal en toda España durante once años sin el conocimiento del denominado "número 1"? ¿Acaso alguien puede llegar a creerse a estas alturas que Sánchez no era consciente e incluso partícipe de esta trama delictiva? El mismo Sánchez que tiene en estos momentos imputado a su fiscal general del Estado por las órdenes que éste recibía de Moncloa, así como a su mujer y a su hermano, acusados ambos de tráfico de influencias. ¿A ese Sánchez va a creerse la población?

Las declaraciones del presidente del gobierno se las creerán, como es obvio, sus palmeros y sus votantes, simpatizantes y militantes sectarios y extremistas. El resto de la población sabemos, por razones obvias, que todo forma parte de una trama criminal a escala nacional donde el todavía jefe del gobierno y líder del PSOE es el padrino de esa organización mafiosa y criminal. Una trama cuyos secretos se van desvelando por días y que todo indica que podría ser, o no, la antesala de un final de ciclo del PSOE en el gobierno de España. 

De momento, en la comparecencia de hoy, Sánchez ha asegurado que asume toda la responsabilidad a la hora de confiar en Cerdán. Eso sí, descartando por completo que esa responsabilidad vaya a ir unida a una dimisión de sus cargos tanto en la presidencia del gobierno como en la secretaría general del PSOE. "Esto no se trata de mí" ha dicho Sánchez, cuando se le ha preguntado si tenía previsto dimitir o convocar elecciones generales. Unas elecciones en las que el todavía presidente ha asegurado de forma convincente que se celebrarán en 2027 y que además él será el candidato socialista a la Moncloa para gobernar, como mínimo, hasta 2031. 

Como se puede ver, Sánchez está más decidido que nunca a resistir y a encerrarse en lo que algunos ya han denominado "Bunker de la Moncloa". Ni asume ninguna responsabilidad, ni dimite ni convoca elecciones generales, ya que, según él, esto se trata de un caso de corrupción que afecta al PSOE, no al gobierno. Una afirmación que es mentira, ya que hay varios ministerios implicados en la trama dirigida por Cerdán, Ábalos, Koldo, etc. Y además, incluso aunque fuese cierta (que no lo es), en 2018 se presentó una moción de censura contra el PP de Mariano Rajoy tras la sentencia por el caso Gürtel. 

Un caso de corrupción que afectaba de lleno al PP como organización política, no al propio gobierno del PP. Si en 2018 se presentó, y de forma justificada en aquel momento, esa moción de censura contra Rajoy, ¿Qué más se necesita para presentar, esta vez por parte de Feijóo, una moción de censura contra Sánchez por escándalos de corrupción mil veces peores que los que provocaron la salida de los populares de la Moncloa hace siete años? ¿Acaso la corrupción del PSOE es permisiva, con indiferencia de la gravedad de sus escándalos y las del PP son imperdonables aunque sea un escándalo de tres al cuarto? Todo hace indicar que sí.

Y el primero que alimenta esa teoría es el propio Alberto Núñez Feijóo, el cual ha asegurado, tras la comparecencia de Sánchez desde Ferraz, que el presidente del gobierno debe convocar elecciones de inmediato. Todo ello tras enumerar los escándalos de corrupción que acechan a Sánchez, a su partido y a su entorno familiar. Pues bien, puesto que todos estamos de acuerdo en que estamos ante uno de los mayores escándalos de corrupción vividos en España, ¿A qué espera Feijóo para presentar dicha moción de censura? De nada me sirve la excusa barata de "no dan los números". 

Cuando el país asiste diariamente ante una degradación sin precedentes de las instituciones en medio de un sinfín de escándalos de corrupción, la oposición tiene, no el derecho, sino la obligación de presentar dicha moción de censura, aunque fracase. El problema es que estamos ante un líder de la oposición sin carisma, igual que sucedió hace treinta años con José María Aznar y cuyo paralelismo ya escribí, junto a otras similitudes, en mi última entrada "1995/2025: la historia se repite". 

La actitud cobarde de Aznar de no presentar una moción de censura en 1995 ante los escándalos que sacudieron el sistema durante los últimos años del felipismo se repiten ahora con Feijóo al no dar un paso al frente en medio de esta escalada de decadencia absoluta del sistema de 1978. Todo ello demuestra que el problema ya no es solo de cobardía personal y/o política, sino de una decadencia absoluta del sistema político nacido en 1978, el cual se extiende sin excepción a todas las instituciones y partidos políticos. 

Si Feijóo no tiene la decencia ni la altura de miras (que por supuesto no las tiene) de dar un paso al frente y cumplir con su obligación como líder de la oposición de intentar desalojar al PSOE de la Moncloa, aunque fracase en el intento, será cómplice de todo lo que está por venir a partir de ahora. No son pocas las voces que aseguran que esto (el caso Leire, ocurrido hace una semana, y el informe de hoy de la UCO sobre Cerdán) es solo el principio de escándalos mucho peores y graves que pueden llevarse por delante a todos, no solo a Sánchez. 

El escándalo de las saunas de homosexuales dirigidas por el suegro de Sánchez, donde parece ser (según los testimonios de algunos periodistas) que la familia política del todavía presidente extorsionó a través de grabaciones a políticos, jueces, periodistas, etc, que eran clientes fijos de esas saunas a cambio de que éstos apoyasen la carrera política del propio Sánchez, podría llevarse por delante al sistema y a individuos que en estos momentos están rezando para que esas grabaciones (las cuales ya rondan por ahí) no salgan a la luz. 

Feijóo será pues el corresponsable de mantener en la Moncloa a Sánchez si éste decide mantenerse a toda costa en la Moncloa, incluso cuando salgan a la luz audios del propio presidente, los cuales ya se están avisando de que van a hacerse públicos más pronto que tarde. Allá pues Feijóo con su conciencia (si es que la tiene, lo cual dudo), pero si en algún momento llega a la Moncloa, será como consecuencia de la caída del propio Sánchez y no de la ilusión que despierta el actual líder del PP en la sociedad, la cual es cero. 

De lo que haga Pedro Sánchez a partir de ahora, todo escenario es posible, salvo su salida, claro está. Si después de esto y su negativa acérrima a dimitir vienen, como ya muchos están avisando, audios e informes mucho peores que esta vez sí pondrían a Sánchez en el centro de la diana y éste siguiese empeñado a no abandonar el poder, España entrará dentro de unas semanas o meses en una crisis sistémica sin precedentes, peor aún que la vivida durante la última legislatura de Felipe González. Entonces el sistema se resintió pero siguió adelante. En estas circunstancias y en el contexto actual que atraviesa España, dudo mucho que el sistema sobreviviese, aunque todo es posible.

Como dijo un sujeto hace diez años "si usted sigue siendo presidente del gobierno, el coste para nuestra democracia y para la institución que usted quiere representar es enorme; porque el presidente del gobierno tiene que ser una persona decente, y usted no lo es". Ese sujeto se llamaba Pedro Sánchez y se lo dijo al entonces presidente del gobierno, Mariano Rajoy. Ante aquella afirmación, Rajoy le respondió con una frase igualmente aplicable a la actualidad: "la afirmación que ha hecho usted hoy aquí le va a perseguir toda su vida". 

Aquel ya famoso y tenso encontronazo tuvo lugar durante el polémico debate electoral de las elecciones generales de 2015. Supongo que Rajoy, como presidente del gobierno que era en aquel entonces, tenía ya información de primera mano sobre Sánchez y su entorno, y sabía que si el entonces líder de la oposición lo sucedería algún día en la presidencia del gobierno, aquellas declaraciones se volverían en su contra en el futuro, como así está ocurriendo en estos momentos. 

Dicho esto, si Sánchez se niega a dimitir y tampoco acepta un adelanto electoral, mientras Feijóo se niega a presentar una moción de censura y los socios de Sánchez no le retiran su apoyo, el punto de origen vuelve a Sánchez, que es quien tiene la sartén por el mango. Y es que no hay que ser vidente para determinar que con un presidente sin escrúpulos aferrándose al poder a toda costa, un líder de la oposición sin cojones para presentarse como alternativa y unos socios cómplices de la corrupción socialista, el panorama que se avecina a nivel nacional, en lo político e institucional, será de todo menos tranquilo. 

De momento la UCO ya ha solicitado autorización judicial para registrar la Moncloa, y todo hace indicar que esto es solo el comienzo de lo que está por venir. Si finalmente lo consiguen, estaremos ante otro suceso sin precedentes: la sede de la presidencia del gobierno siendo registrada por la UCO y los documentos de Moncloa siendo incautados por la Guardia Civil. Por cierto, esa misma Guardia Civil a la que los ministros del PSOE acusaron falsamente hace unos días de urdir una conspiración para asesinar a Sánchez. Una gravísima acusación, vomitiva y miserable, a la altura de sus acusadores.

Con lo ocurrido hoy la cuestión ya no es solo cuándo se irá Sánchez, sino cómo. Y si en 2014 Sánchez entró, como hoy ha confirmado la UCO, a través de unas primarias amañadas (una información a la que Sánchez, con todo el cinismo del mundo, no ha dado gran importancia en la comparecencia de hoy) y el 1 de octubre de 2016 (el día de su expulsión como líder del PSOE) fue pillado metiendo papeletas con su nombre tras una cortina, todo hace indicar que su salida del gobierno, si se produce finalmente, estará protagonizada por los amaños, los trapos sucios, las amenazas, la corrupción, los escándalos y mil cosas más que se nos helarán la sangre. 

jueves, 5 de junio de 2025

1995/2025: la historia se repite


Hace unos días escribí una entrada acerca de la grave situación que atraviesa España con respecto a los casos de corrupción que están sacudiendo al PSOE y a Pedro Sánchez. Entre las cuestiones que comenté en aquella entrada, hice mención acerca de los paralelismos que existen entre la situación que se vivió en nuestro país hace justo treinta años, en 1995, y la que estamos viviendo actualmente en este 2025. Con esta entrada pretendo ahondar algo más en esos paralelismos, que dicho sea de paso, son bastante interesantes. 

Obviamente, no voy a entrar en las diferencias de ambos años, ya que son muchas y notorias. La España de 2025 no se parece en nada, por desgracia, a la de 1995; y aunque a finales del siglo XX España vivía un periodo similar al que vivimos actualmente desde el punto de vista político, el escenario actual es mucho más caótico que el de entonces. En treinta años han cambiado muchas cosas, demasiadas, y el contexto general que vivíamos en 1995 no es el que padecemos en 2025. Aun así, insisto, no voy a entrar en esas diferencias, ya que de ser así, la entrada sería mucho más extensa de lo que ya va a ser. Por ello me centraré solo en los paralelismos de los años 1995 y 2025, los cuales paso a describir. 

En 1995, el PSOE llevaba ya trece años gobernando y Felipe González estaba arrinconado tras los escándalos de corrupción que acechaban a su partido, a su gobierno e incluso a él mismo día sí, día también. En aquel entonces, llevaba gobernando dos años desde que ganó casi contra todo pronóstico sus últimas elecciones generales, las de junio de 1993. En este 2025 en el que nos encontramos, el PSOE es igualmente el partido que gobierna España desde hace siete años. 

La corrupción vuelve treinta años después a sacudir al PSOE, donde los casos de corrupción son diarios y afectan, al igual que hace tres décadas, al actual presidente del gobierno, a su familia (esto no ocurría en 1995 con González), al ejecutivo y al PSOE. Dicha corrupción tiene cada vez más acorralado a Pedro Sánchez, el cual, al igual que le sucedía en 1995 a González, se resiste a dejar el poder a toda costa. En este 2025, el PSOE lleva gobernando dos años desde que perdiesen las elecciones generales de julio de 2023 (no las ganaron, por mucho que les pese a los socialistas).

En 1995, los casos que sacudían al PSOE eran los GAL, Filesa, Mariano Rubio (ex gobernador del Banco de España), Luis Roldán (ex director general de la Guardia Civil) y las escuchas ilegales del CESID, entre otros casos. En 2025, los escándalos que atemorizan al PSOE son el caso Koldo, el caso Begoña Gómez (esposa de Pedro Sánchez), el caso David Sánchez (hermano del presidente del gobierno), el caso Ábalos (ex ministro de Industria en el gobierno de Sánchez), el caso Cerdán (Secretario de Organización del PSOE), el caso García Ortiz (actual fiscal general del Estado), el caso Aldama (comisionista del partido) y el reciente caso de los fontaneros del PSOE, con Leire Díez y otros sujetos más a sueldo del gobierno con el objetivo de "silenciar a toda costa" (Leire Díez dixit) a Aldama y al teniente coronel de la Guardia Civil encargado de investigar todos los casos anteriormente citados. 

En 1995, España vivía una crisis política y moral seria como consecuencia de los casos de corrupción que afectaban al denominado felipismo. La monarquía, el Banco de España, la Guardia Civil, el CESID y otras instituciones se veían claramente arrastradas en el declive de los socialistas en los años 90. En 2025, España vive una crisis política, social, moral y cultural que arrastra directamente a todo el sistema, el cual está mucho más débil y agotado que hace treinta años. 

Esa decadencia vino sobre todo desde hace veintiún años, con el 11-M y la victoria contra todo pronóstico de Zapatero frente a Rajoy en 2004, pero eso ya es harina de otro costal. La crisis territorial, la polarización política, la división social, la fragmentación de los partidos, la corrupción (más profunda ahora que en los años 90) y el deterioro de las instituciones, hacen que la España de 2025, a pesar de las similitudes que estoy describiendo, sea en el fondo mucho más graves que las que tenía nuestro país en 1995.  

Siguiendo con las similitudes, en 1995, Felipe González tenía ya cincuenta y tres años y aunque había rumores de que daría un paso atrás para las próximas elecciones, fijadas inicialmente para junio de 1997, finalmente accedió a presentarse de nuevo para un quinto mandato consecutivo, el cual no ganó, aunque por poco. En 2025, Pedro Sánchez tiene igualmente cincuenta y tres años y al igual que González, su sed de poder es insaciable y está dispuesto a todo con tal de no solo permanecer en el poder a toda costa, sino de presentarse de nuevo a las próximas elecciones, previstas para julio de 2027.
 
En 1995, el entonces rey Juan Carlos I contaba con cincuenta y siete años. En 2025, su hijo y actual rey, Felipe VI, tiene igualmente cincuenta y siete años. Curiosamente, en el caso de Juan Carlos I y Felipe González, la diferencia de edad era de solo cuatro años y dos meses, mientras que la de Felipe VI y Pedro Sánchez es igualmente de solo cuatro años y un mes. En el caso de Juan Carlos y González, las relaciones siempre fueron bastante cordiales, quizás demasiado para un jefe del Estado y un jefe del gobierno. Por el contrario, se lleva diciendo desde hace años que la relación entre Felipe y Sánchez no es precisamente la más cordial que puede haber entre un monarca y un presidente del gobierno. 

En lo que respecta a la oposición, en 1995 España tenía de líder de la oposición al líder del PP, José María Aznar, el cual contaba entonces con solo cuarenta y dos años y no despertaba grandes ilusiones en la sociedad española. Su falta de carisma y su sobriedad castellana eran la antitesis al desparpajo y la guasa andaluza que caracterizaba a Felipe González. En 2025, tenemos igualmente de líder de la oposición al actual líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, el cual tiene ahora sesenta y tres años, justo veintiún años más que los que tenía Aznar en 1995 (cuarenta y dos años). 

Su falta de carisma, unido a su tibieza y su debilidad como dirigente político, hacen de él un tipo que al igual que ocurrió hace treinta años con Aznar y posteriormente con Rajoy, tampoco despierta grandes ilusiones de cambio político entre la sociedad. Por parte de Pedro Sánchez nos encontramos ante un tipo sin escrúpulos, cínico, maquiavelo, narcisista y ambicioso, el cual no solo no genera entusiasmo entre la sociedad española (nunca la generó), sino que su figura destila en gran parte de la población (entre sus votantes no, obviamente) rechazo, odio o, como mínimo, hartazgo. 

En 1995, Felipe González estaba desde 1993 gobernando gracias al apoyo de la CIU de Jordi Pujol. En 2025, Pedro Sánchez gobierna España gracias al apoyo de los etarras de Bildu, los nacionalistas vascos del PNV, los podemitas/sumaristas y los independentistas de ERC y Junts (partido heredero de la ya extinguida CIU). En 1995, CIU retiró definitivamente su apoyo a González al no aprobarle los Presupuestos Generales del Estado para el año siguiente, obligándolo a convocar elecciones generales anticipadas para marzo de 1996. Cabe añadir que, realmente, ese calendario electoral ya lo habían diseñado y pactado González con Jordi Pujol aquel mismo verano; lo que fue una sorpresa para González es que Pujol le rechazase unos presupuestos cuya aprobación estaba previamente garantizada por el entonces presidente catalán y líder de CIU. 

En 2025, España lleva ya desde 2023 sin Presupuestos Generales del Estado. Desde que comenzó la actual legislatura en noviembre de hace dos años hasta el día de hoy, los socios de gobierno de Pedro Sánchez no le han aprobado ni un solo presupuesto (tampoco ERC se los aprobó en febrero de 2019, obligando a Sánchez a convocar elecciones generales para abril de aquel mismo año, las cuales se repitieron en noviembre). 

Tampoco parece probable que los socios del todavía presidente les apruebe los presupuestos ni de este año (estamos ya a mediados de 2025) ni tampoco los de 2026 ni seguramente los de 2027. De hecho, y según apuntaron hace escasas semanas medios como The Objective, Europa Press, entre otros, el gobierno socialista ya trabaja con el escenario de llegar a 2027 sin aprobar ni un solo presupuesto en toda la legislatura. 

La diferencia aquí si es clave, ya que mientras González aceptó ir a elecciones tras serle rechazado los prespuestos (ya he mencionado antes que incluso de haberse aprobado éstos, González y Pujol ya tenían pactado que el entonces presidente del gobierno convocaría elecciones para la primavera de 1996), Sánchez está decidido a mantenerse en el poder aunque no apruebe un solo presupuesto y el país esté en parmanente estado de escándalos de corrupción y bloqueos políticos. 

Mientras en 1995, Felipe González estaba ya politicamente calcinado después de trece años de gobierno y un sinfín de escándalos de corrupción, en 2025 es Pedro Sánchez quien actualmente se encuentra completamente quemado mientras contempla cómo los innumerables escándalos de corrupción le van cercando cada vez más. La diferencia está en que González ya llevaba trece años de gobierno, y aún así quería más. Sánchez lleva siete años gobernando, prácticamente la mitad. Los mismos que Aznar, Rajoy y Zapatero. Pero al igual que González, Sánchez tiene ansias infinitas de poder y no desea bajo ningún concepto abandonar la Moncloa. 

Muchos critican, y con toda la razón del mundo, las ansias infinitas de poder de Sánchez, incluido el propio Felipe González. Pero lo que el ex presidente del gobierno ignora, o pretende no recordar, es que Sánchez es el reflejo que aparece cada vez que González se mira al espejo. Sánchez es el fiel discípulo ideológico de Zapatero (el cual es su mentor), pero con la ambición desmedida de poder absoluto que hasta hace treinta años tenía el propio Felipe González.

Estas son las similitudes más relevantes y llamativas de estos dos escenarios, los que vivimos hace treinta años (aunque yo en 1995 solo tenía tres años) y los que estamos viviendo en el presente año. ¿Acabará el escenario actual igual que el de hace tres décadas? Lo pongo bastante en duda, pero a estas alturas ya no descarto nada. Siguiendo esta línea de paralelismos sorprendentes, no descartaría que pudiese haber un cambio de gobierno para el próximo año 2026, como lo hubo en 1996. 

Un Sánchez que, al igual que Felipe González, dejaría el poder a los cincuenta y cuatro años. Con un rey (Felipe VI) que, al igual que su padre hace tres décadas, tendría cincuenta y ocho años, y con un nuevo presidente (Feijóo) que en 2026 contaría con sesenta y cuatro años, veintiún años más que Aznar (El ex líder del PP tenía cuarenta y tres años cuando tomó posesión de la presidencia del gobierno en 1996). 

De esta forma, el círculo se cerraría justo a los treinta años, de la misma forma, o similar, a lo ocurrido en 1996, cuando Aznar ganó por la mínima a Felipe González y éste, en lugar de seguir gobernando con los nacionalistas e IU a pesar de haber perdido (los números daban para esa posibilidad), prefirió pasarle el testigo a Aznar. A Sánchez en cambio, no le veo pasando el testigo a Feijóo ni a ningún otro tan fácilmente. Si deja el gobierno, es posible que sea o bien este año, o bien el que viene. Aunque, conociendo al personaje, no descarto en absoluto que logre agotar la legislatura y consiga reeditar sus pactos si Feijóo no consigue mayoría con VOX en 2027. 

Todo está pues en el aire. En los próximos meses veremos si finalmente el ciclo de esta historia se repite treinta años después o si el desenlace será completamente diferente. De lo que no tengo duda es que si Feijóo llega finalmente a la Moncloa, escenario que dudo que vaya a ocurrir a pesar de todo lo que está cayendo, protegerá a Sánchez de todos sus escándalos y obstaculizará que la Justicia confirme lo que los medios, a través de las informaciones y los audios, ya han publicado: que el llamado "número 1" de la trama Koldo es el propio Sánchez. 

De esta forma se repetiría el contexto que ya se produjo en agosto de 1996 cuando, tras el cambio de gobierno, Aznar acabó protegiendo a González al negarse a entregar a la Justicia los documentos del CESID, los cuales confirmarían que el ex presidente socialista era efectivamente el denominado "señor X" de los GAL, como así aseguraron algunos medios de la época. Todo ello, según Aznar, en pos de "salvaguardar la seguridad nacional".

Estoy plenamente convencido de que, de llegar al poder Feijóo, esa será también su posición. Así funciona el bipartidismo. Ya lo vimos en 1996 y puede que lo veamos, o no, dentro de unos meses o un año si el cambio de gobierno se efectua. Pero de lo que no hay duda es que si en 1996, la crisis política que acechaba a España se resolvió con un cambio de gobierno, lo que pase a partir de ahora no se resolverá con un simple relevo en el ejecutivo, sino que puede que este hipotético escenario sea la antesala de un cambio más relevante a nivel sistémico en una España que vive claramente los últimos coletazos del régimen del 78. Por lo demás, reitero que toca pues ver y esperar si el desenlace de este paralelismo 1995/2025 se consume exáctamente igual que hace tres décadas, o si, por el contrario, su final será completamente distinto. En los próximos meses saldremos de dudas.