domingo, 18 de diciembre de 2022

Golpe de Estado


Agitado final el que está teniendo este 2022 y que supone ser solo un aperitivo de lo que nos espera para el 2023, año en el que la tensión política y social en España va a ir en aumento conforme vayamos adentrándonos en el mismo. Y es que lo ocurrido el pasado día 15 en el Congreso supone el fin de una etapa de la que ya hablé por aquí en mi última entrada. El fin del régimen del 78 se materializó con el pleno en las Cortes en el que se discutía la reforma del Código Penal que permite al gobierno hacerse con el control del Tribunal Constitucional, la derogación del delito de sedición y por último la reforma del delito de malversación, el cual pretende rebajar aún más las condenas de los independentistas catalanes, blanqueando la corrupción y en especial los casos en los que los cargos públicos se apropian del dinero del contribuyente en beneficio de razones personales y/o partidistas. 

Toda una ironía si tenemos en cuenta que el gobierno actual del PSOE llegó al poder en junio de 2018 como consecuencia del delito de malversación por el que se le condenó al PP y que ahora pretenden reformar en beneficio de todos los que han cometido este delito, en especial, como ya he dicho, de los independentistas catalanes y particularmente del ex presidente del PSOE y de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, el cual sigue en la calle tan ricamente después de que en noviembre la Audiencia Provincial de Sevilla le diese a éste un plazo de diez días para ingresar en prisión. Como se puede apreciar, la Justicia no es igual para todos, sobre todo si eres socialista, terrorista y/o independentista.

Pues bien, con el pleno celebrado el pasado día 15 se revivió lo que ya vimos los españoles hace ahora cinco años en el Parlamento catalán, cuando el bloque independentista aprobó las leyes de desconexión y se situó por encima de la Constitución y el Ordenamiento Jurídico para, según ellos, cumplir con el "Mandato popular salido de las urnas". La misma excusa que en estos momentos está llevando a cabo el PSOE y sus socios a la hora de llevar a cabo este intento por asaltar todas las instituciones del Estado. Y es que desde el PSOE, pasando por Podemos y terminando por los etarras y los independentistas se está propagando la idea de que la soberanía popular reside en los diputados y senadores que salieron elegidos en las elecciones de noviembre de 2019, la cual le dio la mayoría a la izquierda para cometer todas las atrocidades que desde entonces venimos padeciendo. Esto supone que para la izquierda, el Poder Legislativo está por encima del Poder Judicial y de las leyes establecidas, lo cual les otorga la capacidad de hacer y deshacer a su antojo, ya que según ellos se está cumpliendo el mandato popular salido de las urnas, y nada ni nadie detendrá su tramitación y entrada en vigor.

Como se puede apreciar, estamos entrando en un terreno extremadamente peligroso en el que la izquierda no solo se autoproclama como los titulares de la soberanía popular sino que tilda a la oposición, en este caso al PP, VOX y C's, de golpistas al llevar a cabo éstos los recursos presentados ante el Tribunal Constitucional y que probablemente puedan ser aceptados el lunes, lo cual detendría por el momento los planes del gobierno de Pedro Sánchez por hacerse con el control de dicho organismo. Esto no quiere decir que el lunes se pondrá punto y final a la intentona golpista de la izquierda, todo lo contrario. Al paralizarse el trámite parlamentario la izquierda puede y va a decir que la derecha ha dado un golpe de estado en complicidad con los miembros del Tribunal Constitucional, paralizando con ello la "Voluntad popular". En este caso cabe preguntarse, si el TC tumba las reformas del gobierno ¿Qué va a hacer la izquierda? ¿Salir a la calle? ¿Detener a los Magistrados del TC e ilegalizar a los partidos de la oposición? ¿O directamente pasarse por el arco del triunfo aquello que dictamine el Constitucional y seguir adelante con el trámite parlamentario? Mucho cuidado con esto porque estamos entrando en terreno desconocido y no sabemos lo que Pedro Sánchez y compañía tienen pensado hacer si las cosas se tuercen el lunes. 

Se habla de que desde el gobierno ya tienen preparado un plan B por si el TC no les da la razón pasado mañana, lo cual quiere decir que esta gentuza no se va a detener ante nada ni nadie por muchos impedimentos legales con los que puedan cruzarse por el camino. Eso en el "Mejor" de los casos, ya que si por el contrario el TC falla en favor del gobierno, éste verá consumado su asalto al mismo ante la mirada atónita de la oposición y de la sociedad española, que verá cómo los magistrados de dicho organismo se doblegan ante el PSOE y sus socios sin oponer resistencia, obteniendo el gobierno con ello el beneplácito para llevar a efecto todas las tropelías que junto con sus socios se disponen a realizar para llevar a cabo la voladura controlada del sistema constitucional.

Ante esta situación cabe preguntarse: ¿Qué va a ocurrir? No lo sé, pero suceda lo que suceda el lunes esto no va a acabar bien. El PSOE de Sánchez está ya situado abiertamente fuera de la legalidad y al frente de los independentistas y terroristas, mientras que éstos acusan a la derecha de ser ellos los que se encuentran fuera de la ley. De hecho, en el pleno del pasado día 15 se pudo escuchar cómo desde las filas socialistas acusaban a la derecha de dar nuevamente un golpe de estado, acusando a éstos de estar detrás del 23-F. Cabe recordarle a la izquierda que si alguien estuvo detrás del 23-F y la llamada Operación Armada fueron precisamente ellos, ya que en el supuesto gobierno que el general Alfonso Armada tenía pensado formar estaban los nombres de Felipe González, Javier Solana y Enrique Múgica. Pero bueno, eso ya es lo de menos. Lo importante aquí y ahora es que España se encuentra en una situación límite y en medio de una crisis constitucional gravísima que no sabemos qué efectos va a tener. 

De momento ya son muchas las voces que critican el hecho de que el rey no se haya pronunciado aún sobre los graves acontecimientos que estamos viviendo, lo cual está indignando a más de uno. Pero seamos claros, el rey no va a intervenir bajo ningún concepto en todo esto, y eso lo sabemos todos. Si Felipe VI interviniese, como es su obligación según la Constitución, la izquierda lo interpretaría como una intromisión ilegal del rey en los asuntos políticos, lo cual podría hacer que Sánchez y compañía vayan decididamente contra la monarquía, con lo que los días de Felipe VI como jefe del Estado estarían contados. Aun así sería muy ingenuo pensar, por parte de Felipe VI, que el hecho de no enfrentarse a la izquierda le permitirá seguir al frente de la Corona. Nada más lejos de la realidad. Después de que Sánchez asalte el Poder Judicial irá a por la monarquía, con lo cual la familia real se verá camino del exilio junto a Juan Carlos I, poniendo punto y final a trescientos años de Borbones en España. El final que se merece una familia que en nada ha ayudado para con el progreso y bienestar de nuestro país, sino todo lo contrario. 

Y en lo que respecta a la oposición debo decir que aunque están llevando a cabo los recursos correspondientes ante el Tribunal Constitucional, en términos políticos siguen haciéndose de rogar a la hora de articular un mecanismo que pare los pies a este gobierno totalitario. De momento la moción de censura de VOX sigue sin presentarse, e incluso algunos hablan ya de presentarla en enero. Por otra parte, nadie se atreve a activar el artículo 102 de la Constitución para llevar a Sánchez ante el Tribunal Supremo, aunque de sobra sé que en ambos casos no dan los números. Pero ante estas graves circunstancias el movimiento se demuestra andando, y pocos e insuficientes me parecen los pasos que está dando la oposición ante la deriva absolutista que está realizando este gobierno. Por el contrario se pide a la sociedad española que salgan a las calles para detener la acción del ejecutivo, algo que yo también comparto plenamente, pero ¿Por qué pedir a la población española que dé la cara por su país cuando la oposición no está haciendo lo suficiente por detener esta locura y el rey ni siquiera se molesta en cumplir su papel constitucional?

Mientras escribo esta entrada recuerdo que hace cinco años escribí por aquí un artículo en el que hablaba sobre si España se dirigía hacia un Estado fallido. Estamos hablando de agosto de 2017 y por aquel entonces faltaba poco para los acontecimientos que acabaron desencadenando el referéndum del 1-O y la posterior declaración unilateral de independencia en Cataluña. Entonces me preguntaba si España podría considerarse un Estado fallido en caso de alcanzar los catalanes la independencia. Como todos sabemos, la independencia finalmente no se hizo efectiva y por lo tanto nuestro Ordenamiento Jurídico prevaleció sobre los golpistas. Pero ahora que el escenario se repite a nivel nacional vuelvo a preguntarme lo mismo: ¿Estamos encaminados hacia un Estado fallido en el que el Estado de Derecho, la separación de poderes y el respeto a la Ley sean cosa del pasado? En un país en donde el gobierno ampara la corrupción, liquida la poca independencia judicial que ya existía y el Poder Legislativo se autoproclama titular de la soberanía nacional, saltándose con ello la Constitución y nuestro Ordenamiento Jurídico ¿Cómo habría de denominarse pues a este Estado?

En definitiva, estamos viviendo unas semanas cruciales para el futuro de España y posiblemente los últimos tiempos del régimen del 78, mientras los españoles asisten entre atónitos e indiferentes a la voladura controlada del sistema constitucional y el Estado de Derecho. Con independencia de lo que ocurra el lunes una cosa es segura: El gobierno ha roto ya todos los puentes y no hay marcha atrás. Tiene por delante un año para volar por partes el sistema político hasta las próximas elecciones generales, las cuales creo que ni serán limpias ni se ajustarán a la legalidad. La oposición por su parte espera ingenuamente que con los recursos realizados y con la aproximación de las elecciones, los españoles hagan el resto para echar a Sánchez y a los suyos, algo que mucho me temo, no va a ocurrir. Por su parte el rey continúa al margen preparando su discurso de Nochebuena (Quién sabe si el último) esperanzado en que no interviniendo en el golpe de estado perpetrado por el gobierno, éste le deje en paz y se olviden de él. Y mientras España desangrándose y encaminándose a paso ligero hacia un futuro incierto y un sistema totalitario. 

lunes, 12 de diciembre de 2022

Democracia finiquitada


Este pasado viernes se ha consumado uno de los episodios más negros y graves desde que se creó el sistema constitucional de 1978. Me estoy refiriendo, como ya sabemos todos, al asalto que desde el gobierno que preside Pedro Sánchez, compuesto por el PSOE y Podemos han perpetrado contra el Tribunal Constitucional. Un asalto llevado a cabo a través de las enmiendas que han registrado los partidos del gobierno y que tienen como objetivo la modificación a través del Código Penal de la elección de los miembros del propio Tribunal Constitucional, lo cual dará vía libre para que desde el ejecutivo se puedan realizar los nombramientos de los dos magistrados progresistas que desde hace tiempo quieren designar desde Moncloa. 

En definitiva, un golpe de estado en toda regla orquestado por Pedro Sánchez y su banda contra el sistema de elección de los miembros de este órgano constitucional, el cual se ha convertido en la última institución en ser asaltada por el gobierno en su maquiavélico plan por hacerse con el control de todos los poderes del Estado. Un golpe que resquebraja la separación de poderes, aniquila el Estado de Derecho y allana el camino para que, con un Tribunal Constitucional ya títere del gobierno, se dé luz verde a la realización de un nuevo referéndum de independencia en Cataluña y a la voladura controlada del sistema político de 1978, lo cual se dará más pronto que tarde viendo la velocidad en la que se están desencadenando los acontecimientos. 

Con todo esto queda corroborado una vez más que España está ya encaminada en un proceso de transición que tiene como fin la creación de un sistema político federal o confederal en el que la izquierda será la protagonista única y absoluta en este nuevo escenario. Y es que ya son muchas las voces que alertan de que tras el asalto del gobierno al Poder Judicial, las próximas piezas en caer serán la oposición y por último la monarquía. Una oposición y una monarquía que no están ejerciendo sus facultades constitucionales para detener este golpe de estado que se está perpetrando por partes. Mucho se ha hablado estos días del intento de golpe de estado que ha realizado el ya ex presidente de Perú, Pedro Castillo. Pero a diferencia de lo que está ocurriendo aquí, la democracia y el Estado de Derecho han prevalecido sobre cualquier intentona golpista en Perú. 

En España, sin embargo, la oposición ni está ni se le espera. Solamente VOX (Cuyo futuro legal como partido comienzan a cuestionar algunos) ha anunciado que comenzará a entablar conversaciones con los demás partidos (PP y Cs) para presentar una moción de censura con un candidato neutral que de salir elegido tendría como único fin la convocatoria de unas elecciones generales anticipadas. Pero a diferencia de VOX y Cs, el PP no quiere ni oír hablar de una moción de censura. Feijóo está esperando como agua de mayo las elecciones municipales y autonómicas del año que viene, las cuales él cree que le darán una victoria aplastante frente a Pedro Sánchez y que serán la antesala de una amplia victoria en las próximas elecciones generales.

Pues bien, viendo todo este escenario solo puedo sacar como conclusión que Feijóo es un absoluto ignorante, el cual cree que heredará de aquí a un año el poder mediante unas elecciones generales límpias y sin mover ni un solo músculo. Pero parece que el líder del PP no se entera, o no se quiere enterar que no estamos viviendo ya en un escenario de normalidad democrática. El PSOE y Pedro Sánchez han sacado ya toda su artillería y están dispuestos a ir sí o sí hacia un cambio de régimen en el cual la derecha no tendrá cabida alguna. ¿Acaso no se está enterando Feijóo de nada de lo que se está cociendo? Parece ser que no, lo cual demuestra que además de cobarde es un ingenuo. 

Y en lo que respecta a la monarquía, más de lo mismo. ¿Qué está haciendo Felipe VI por defender la Constitución, la separación de poderes y el correcto funcionamiento de las instituciones? Nada. ¿Por qué? No lo sé, pero parece que lo único que espera ya el rey es a que Sánchez y su séquito vayan a por él y su familia como los bolcheviques contra los Romanov. Lo cual me lleva a reafirmarme en mi idea de que la monarquía en España es una institución inútil, y que los Borbones no son de fiar, como así lo han demostrado desde que empezaron a reinar en nuestra nación en 1700 con Felipe V a la cabeza. Según establece la Constitución, es deber del rey moderar el funcionamiento regular de las instituciones, lo cual me lleva a preguntarme de nuevo: ¿Por qué no lo hace? Quizás porque Felipe VI tenga más que asumido que su reinado ya no da más de sí y que su destino es el de acabar fuera de España, como su bisabuelo Alfonso XIII e incluso su padre Juan Carlos I. Por cierto, un Juan Carlos I que desde su exilio ha afirmado que no le da a la monarquía más de diez años de vida. Quizás le quede incluso menos, al paso que estamos viendo. 

Volviendo a la cuestión electoral debo decir que se confunde la oposición cuando hablan abiertamente de ir hacia unas elecciones generales anticipadas. No señores. España no debe de ir ya a unas simples elecciones generales, sino a unas elecciones constituyentes previa ilegalización de los partidos que están en estos momentos atentando contra el sistema político vigente. Lo ocurrido el pasado viernes es la gota que ha colmado el vaso y la derecha no puede seguir mirando hacia otro lado mientras la izquierda avanza en su proyecto totalitario de forma imparable. Pero parece que algunos no quieren ver la gravedad de la situación y creen que esto se soluciona con una mero relevo en el gobierno que nunca se va a producir. ¿O acaso han olvidado ya algunos las palabras del ex vicepresidente Pablo Iglesias afirmando que la derecha no volverá a gobernar en España nunca más? Todavía habrá quienes crean que esto lo dijo Iglesias en un momento de calentón parlamentario. 

Hemos llegado pues al final de una etapa y de un ciclo. El régimen del 78 ha llegado a su fin. Y ha llegado gracias a esa organización criminal llamada Partido Socialista Obrero Español, la cual fue la que puso fin al régimen de la Restauración en 1931 y al régimen de la II República en 1936. Una vez más lo han vuelto a hacer, pero ahora lo han realizado de una forma más pausada y calculada al milímetro. En esta ocasión el proyecto que ahora se consume se inició hace dieciocho años, concretamente el 11 de marzo de 2004, con los atentados de Atocha y la victoria inesperada de un tal José Luis Rodríguez Zapatero. Fue en ese momento cuando comenzó el principio del fin del régimen del 78, y ahora lo que estamos viendo es la parte final de ese proyecto. Ahora se entiende pues lo que Zapatero describió en 2004 como el inicio del "Cambio tranquilo". Una vez más un sistema parlamentario es finiquitado por un gobierno surgido por las reglas de juego de ese mismo sistema. Pero no nos debería de sorprender esto, ya que la República de Weimar fue finiquitada por el propio Hitler tras ganar éste unas elecciones democráticas en 1932. Ahora esa misma historia se repite en España, con un futuro oscuro y que no promete ser nada pacífico. 

miércoles, 23 de noviembre de 2022

Un etarra sin pistola


Hace poco escuché a alguien decir que Pedro Sánchez era un "Etarra sin pistola", y creo que es la descripción más exacta que se ha podido hacer de este personaje desde que pisó la Moncloa hace ya cuatro largos años. Y es que la definición le viene al pelo al sujeto en cuestión, ya que hoy mismo se ha anunciado que para conseguir la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado el próximo jueves, Sánchez ha pactado con Bildu la expulsión de Navarra de la Guardia Civil de tráfico. Una cesión más del presidente del gobierno ante los etarras con el fin de mantener a salvo su cargo un año más y asegurarse así su permanencia en el poder hasta el final de la legislatura. 

Una legislatura que nos va a salir muy cara a los españoles, quizás demasiado. Estamos hablando ni más ni menos de la expulsión de aquellos que sufrieron en primera fila las barbaries del terrorismo etarra y que ahora contemplan atónitos cómo el gobierno de la nación se pone del lado de los verdugos y acepta echarlos del lugar en el que durante tantos años se jugaron la vida. Este es Pedro Sánchez, un tipo que dijo y redijo en cientos de ocasiones que jamás pactaría con los terroristas para llegar y/o mantenerse en el gobierno y que ahora se echa en brazos de éstos sin pudor alguno con el objetivo de perpetuarse en el poder. 

Este anuncio se produce hoy, cuando se ha llevado a cabo un nuevo cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en el Senado. Un enfrentamiento que vuelve a demostrar una vez más la falta de carisma de Feijóo y la poca o nula capacidad de éste para dar la batalla contra el peor gobierno que existe en España desde hace siglos. El líder de la oposición se niega a enfrentarse al gobierno y solo ha hecho hincapié en que él y el todavía presidente del gobierno se volverán a ver las caras cuando "Se produzca mi sesión de investidura". Es decir, el propio Feijóo se ve ya en la Moncloa sin necesidad de que las encuestas le indiquen si tiene posibilidades de sumar mayoría absoluta o no con VOX. 

Él ya se ve como futuro presidente del gobierno porque sabe que lo que tiene enfrente no es un gobierno, sino el caos. Por ello, en vez de anunciar hoy una moción de censura que hubiera dejado KO a Sánchez, a afirmado que la moción de censura se hará votando el próximo 28 de mayo (Fecha en la que tendrá lugar las elecciones municipales y autonómicas en España). Una afirmación que vuelve a dejar en entredicho a Feijóo, el cual sigue sin dar la talla ante un Pedro Sánchez que sigue resistiendo los debates aun encontrándose éste en los peores momentos de su mandato. 

En mi opinión, la solución a todo esto pasa por la sustitución urgente de Alberto Núñez Feijóo en favor de la actual presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que es la única líder política capaz de plantarle cara a Sánchez y a su banda, como así definió en su día Albert Rivera a los socios del jefe del gobierno. Pero por desgracia esto no ocurrirá, con lo cual tendremos en las próximas elecciones generales como candidato del PP a un Feijóo débil, el cual si llega al gobierno (Que está por ver) será todo gracias al demérito del ejecutivo y no por mérito propio, lo cual dice mucho de Feijóo sobre su falta de empuje a la hora de intentar poner fin al peor gobierno en estos cuarenta y cuatro años de régimen constitucional. Veamos cómo finaliza la partida, aunque no sería de extrañar que para sorpresa de todos, incluido del propio Feijóo, veamos seguir gobernando al PSOE después de las próximas elecciones generales tras una reedición del pacto con Podemos, ERC y Bildu. 

De momento para el próximo jueves está asegurado el apoyo de todos éstos a los Presupuestos Generales del Estado de Pedro Sánchez. El mismo día que se aprobará también la reforma del delito de sedición, lo que dará vía libre a los independentistas para volver a organizar un nuevo referéndum y con ello la posibilidad de proclamar nuevamente la independencia con el conocimiento de que esta vez el Estado de Derecho tendrá las manos atadas a la hora de procesarlos y condenarlos. Un camino que igualmente podría realizar Bildu si finalmente Otegi consigue ser el candidato a las elecciones del País Vasco en 2024 y logra formar gobierno con el Partido Socialista de Euskadi.

Como se puede apreciar, Sánchez tiene todas las cartas consigo, ya que exijan lo que exijan sus socios, éste les otorgará todo lo que ellos quieran con tal de permanecer en el poder. Nos espera pues un año de aquí a las elecciones bastante tenso, ya que tanto los independentistas como los etarras saben que no van a tener otra oportunidad como esta de obtener todo lo que exigen con tanta facilidad. Veremos de aquí hasta el final de la legislatura concesiones que nos llevarán a todos las manos a la cabeza, pero ante la cual el gobierno hará oídos sordos frente a quienes le pidan elecciones anticipadas. Estamos asistiendo pues ante el desmoronamiento del sistema político de 1978 de la mano del propio gobierno de España, lo cual añade más gravedad si cabe a la situación en la que nos encontramos.

Ya he dicho y lo he reiterado en muchas ocasiones que ante la imposibilidad de ir a unas elecciones anticipadas, la obligación y el deber de la oposición en estos graves momentos que estamos viviendo es el de presentar una moción de censura, aunque ésta no prospere. Pero ya sabemos que aquí la oposición va cada uno por su lado, lo cual beneficia al propio PSOE y al propio Sánchez, que ven cómo tanto el PP como VOX se tiran de los pelos mientras ellos y sus socios deshacen a su gusto el Estado de Derecho. Esta es en definitiva la situación en la que nos encontramos. Con una psicópata sediento de poder en el gobierno, el cual es mantenido por los enemigos de la nación, que ven cómo poco a poco van consiguiendo sus objetivos. De esta forma, y si todo sigue así de aquí a las próximas elecciones generales, tendremos PSOE y Pedro Sánchez hasta el 2028 como mínimo, o quizás hasta que el propio Sánchez decida retirarse. El problema es que cuando esto suceda ya no habrá España que gobernar ni mucho menos que salvar.

martes, 22 de noviembre de 2022

Una chapuza de ley y de gobierno


En los últimos cuatro años los españoles llevamos vivido lo nunca visto, pero lo que se está viviendo desde hace una semana supera todos los límites. Y no me refiero ya al asunto de la reforma de sedición, que de eso ya hablé hace unos días. Me refiero a la entrada en vigor de la monstruosa ley del "Sólo sí es sí", elaborada por el gobierno de Pedro Sánchez y en concreto por el ministerio de Desigualdad de Irene Montero. Una ley que debido a la rebaja en el límite de la pena mínima como consecuencia de la desaparición en el Código Penal del delito de abusos sexuales ha provocado ya la excarcelación de cinco agresores sexuales, la reducción de penas de otros doce, y un sinfín de revisiones de penas que ya se están estudiando. Todo esto ocurre ante la incompetencia absoluta del gobierno y en concreto de la ministra responsable de la elaboración de la ley: Irene Montero.

Una ministra que ya desoyó en su momento las advertencias de instituciones y organismos judiciales sobre las consecuencias en materia de Derecho Penal que traería consigo la aprobación y entrada en vigor de dicha norma, y que ahora busca responsables en el ministerio con tal de no salir ella perjudicada ante los graves hechos que su ley está provocando. De hecho cuando se produjeron las primeras quejas en el sector de la judicatura ante las graves consecuencias que estaba teniendo la entrada en vigor de la ley en cuestión, la propia Irene Montero respondió a los jueces indicando que eran unos machistas y que "Debían formarse" en perspectiva de género para interpretar bien las leyes. Unas declaraciones que ha secundado la secretaria de Estado del ministerio, tachando a los miembros del Poder Judicial de falta de preparación.

Claro, uno escucha estas cosas y lo mínimo que uno suelta por la boca es un "Menudas hijas de puta". Y no es para menos, ya que manda cojones que una ex-cajera de un supermercado (Con todos mis respetos hacia quienes ejercen tan honesta profesión), la cual carece de un mínimo de formación jurídica y solo está en el cargo que ostenta gracias  al hecho de haberse acostado con el que fuera su jefe de partido, tenga los santos ovarios de tildar de machistas, fachas, además de otros descalificativos a todos los componentes del Poder Judicial en España por el mero hecho de levantar éstos la voz ante la absoluta negligencia e incompetencia de la ministra a la hora de legislar. 

Una incompetencia que nos va a salir muy cara a los españoles, los cuales ven impasibles cómo violadores, pederastas y agresores sexuales en general se ven beneficiados por la estúpida ley que ha elaborado una estúpida ministra, la cual ha sido aprobada por un gobierno compuesto por criminales y psicópatas, el cual es liderado por el mayor sinvergüenza que ha pisado jamás la Moncloa: Pedro Sánchez. Un Sánchez que no ha querido verse salpicado por el escándalo que esta ley ha provocado pero que sin embargo ha salido en defensa de la propia Montero y ha descartado por completo su cese como ministra. Lo cual demuestra que la responsabilidad de las graves consecuencias de esta ley no hay que buscarlas ya en el ministerio de Desigualdad, sino en la propia Presidencia del Gobierno, ya que es primero Sánchez y luego el Consejo de Ministros en su conjunto quienes han dado el visto bueno a esta ley y han aprobado su tramitación. 

En otro país de nuestro entorno, lo ocurrido en estos días llevaría consigo como mínimo el cese inmediato de la ministra y la posterior retirada de dicha ley por parte del gobierno. Pero por desgracia nada de esto va a ocurrir, ya que el cese de Montero supondría poner en riesgo la supervivencia del gobierno de coalición, y con ello el fin anticipado de la legislatura, algo por lo que Sánchez no está dispuesto a pasar bajo ninguna de las circunstancias. En algunos medios se habla ya de la posibilidad de que el gobierno reforme la ley, algo a lo que se niegan tajantemente desde Podemos, ya que éstos ven el problema en los jueces a la hora de interpretar las leyes y no de ellos a la hora de redactar las normas. ¿Cómo van a salir pues de este atolladero esta pandilla de criminales? No lo sé. De momento parece que Sánchez va a esperar a que se pronuncie el Tribunal Supremo antes de tomar ninguna decisión, y se prevé que el Alto Tribunal no lo hará hasta el mes de diciembre, lo cual nos lleva al escenario de que las excarcelaciones y reducciones de penas contra los agresores sexuales seguirán incrementándose en todo este tiempo. 

Lo que está claro es que con independencia de lo que ocurra, el daño que este gobierno ha provocado es mayúsculo, y lo peor es que se congratula de lo que han logrado. Todo esto demuestra que para este ejecutivo no hay líneas rojas, y que todo vale con tal de mantenerse en el poder, aunque esto suponga crear una crisis institucional entre los tres poderes del Estado (En este caso el Ejecutivo contra el Judicial). Y demuestra también que hay que saber muy bien a quién nombrar y a quién no como responsable de un departamento ministerial. No se puede consentir que cualquier analfabeto que no se ha leído en su puñetera vida un libro, ni tiene el más mínimo conocimiento de Derecho ni de ninguna otra ciencia pueda alcanzar altas cuotas de poder, ni mucho menos legislar cuando no se tiene ni idea de lo que significa esa palabra. Pero claro, hay que tener en cuenta que el principal responsable de estas responsabilidades (Que es Pedro Sánchez y no Irene Montero) es un tipo sin escrúpulos, el cual está dispuesto a todo con tal de perpetuarse en el poder, aunque sea a precio de sacar de las cárceles a violadores, asesinos etarras y/o golpistas contra la Constitución. Esta es la verdadera conclusión que se puede sacar de este gobierno. Un gobierno de criminales que legisla en favor de éstos y en contra de los españoles de bien.

martes, 15 de noviembre de 2022

Un poco de Memoria Democrática


Hace justo dos semanas se produjo la exhumación en la Basílica de la Macarena de los restos de Gonzalo Queipo de Llano, de su mujer, Genoveva Martí, y del general Francisco Bohórquez Vecina. Dicha exhumación se produjo tras entrar en vigor en octubre de este año la llamada Ley de Memoria Democrática, aprobada por el gobierno de Pedro Sánchez y sucesora de la ya famosa Ley de Memoria Histórica, aprobada en 2007 por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. 

Cabe decir que hay que tener bastante mala leche para exhumar los cadáveres de tres difuntos precisamente el día de los difuntos, ya que fue esa misma noche cuando se produjo la exhumación de los fallecidos. Una exhumación que por supuesto no ha quedado exenta de polémica, ya que por lo visto, el hermano mayor de la Macarena, José Antonio Fernández Cabrero, es un destacado afiliado al PSOE (Dato que yo desconocía, sinceramente), y se ha mostrado orgulloso del hecho de exhumar los restos humanos de los tres fallecidos. Una exhumación que por lo visto le ha costado a la hermandad un total de 600 euros. Pues bien, aún con el gasto que esto ha generado, la decisión de exhumar a Queipo de Llano ha caído muy positivamente en la hermandad, la cual espera que con esto quede zanjado el tema para siempre. 

Pero he aquí que los cofrades, entre los que me encuentro, nos hemos topado con los rojos. Con los nietos de aquellos que perdieron la Guerra Civil hace ya más de ochenta años y que ahora, con leyes como éstas, pretenden ganar a posteriori dicha contienda bélica. Parece ser que la Asociación por la Memoria Democrática exige ahora, tras la exhumación de Queipo de Llano y de su mujer, que el Ayuntamiento de Sevilla obligue a las hermandades de San Gonzalo y de Santa Genoveva cambiar sus nombres, ya que según indica la asociación antes mencionada, dichas cofradías llevan sus nombres en honor de Gonzalo Queipo de Llano y de su mujer, Genoveva Martí. Un dato que es incorrecto, ya que la hermandad de San Gonzalo puso este nombre a la corporación por San Gonzalo de Amarante. El origen del por qué Santa Genoveva tiene este título lo desconozco. Pero bueno, con independencia de eso ¿Qué más da? Las hermandades llevan casualmente el nombre de estos señores y hay que quitárselos sí o sí, como así exigen los rojos. Supongo que no habrán pensado en que el propio Queipo de Llano fue quien contribuyó a la creación de la Basílica de la Macarena, lo cual podría darle a estos tipos la idea de expropiar el templo donde se venera a María Santísima de la Esperanza Macarena. En fin, no demos más ideas a las cabezas huecas.

Por si todo esto fuese poco, la asociación antes mencionada exige también que se cambien los nombres de los titulares de la hermandad de la Paz: Nuestro Padre Jesús de la Victoria, y María Santísima de la Paz. Según indican nuestros queridos amigos progres, los nombres tanto del Señor como de la Virgen se deben a "La victoria de los fascistas en la Guerra Civil y la posterior paz que el régimen de Franco instauró". Sinceramente, cuando leí esta noticia no salía de mi asombro. ¿Acaso hay algo más bonito que la paz y que la Virgen lleve su nombre? ¿Acaso es un insulto que el Señor lleve, con independencia del motivo, el nombre de la victoria? Parece ser que para estos tipos sí es un insulto. De hecho, tanto con la cuestión de San Gonzalo y Santa Genoveva, así como de la hermandad de la Paz, la asociación exige que se cambie por nombres asociados a las víctimas del bando nacional. 

En este caso supongo que San Gonzalo podría pasar a llamarse "San Santiago", en honor a aquél que aprobó el asesinato masivo de más de 2.500 personas. Me estoy refiriendo, por supuesto al ex secretario general del Partido Comunista de España: Santiago Carrillo. Santa Genoveva podría pasar a llamarse "Santa Dolores", en honor a Dolores Ibárruri, la Pasionaria, la cual fue una señora bastante pacífica y comprometida con los Derechos Humanos (Nótese la ironía). Dicha mujer es dueña de frases tan comprometidas con la paz como las siguientes: "Si en época normal hay un adagio que dice que es preferible absolver a cien culpables a castigar a un inocente, cuando está en peligro la vida de un pueblo, es preferible condenar a cien inocentes antes que el culpable pueda ser absuelto." o esta otra "Media España debe liquidar a la otra media." Como se puede apreciar, toda una pacifista la señora Pasionaria. Pero bueno, ¿Quién no ha soltado alguna vez alguna fracesilla sacada de contexto? La izquierda siempre pronuncia discursos buenos aunque éstos estén cargados de odio. La derecha no. 

Pero la cuestión no solo afecta ya al mundo cofrade con la entrada en vigor de la Ley de Memoria Democrática, sino que algunos están pidiendo ya el cierre de la cadena progre por excelencia, la Cadena Ser, por el hecho de haberse creado ésta durante el régimen de Franco. Supongo que por esa regla de tres habrá que cerrar también RTVE, ya que ésta se inició en 1956, en plena dictadura franquista. Pero claro, si cierran RTVE a ver con qué se autopromociona el gobierno de Pedro Sánchez de aquí en adelante. También, aparte de las exhumaciones hace ya tres años de Francisco Franco, y ahora del general Queipo de Llano, los progres han puesto sus miradas en el Alcázar de Toledo, donde están enterrados en una cripta los restos del coronel José Moscardó y los del teniente general Jaime Milans del Bosch. Fuera aparte de esto, la izquierda también exige que se exhumen los restos del líder de Falange Española, José Antonio Primo de Rivera. Una exhumación en la que los familiares del propio Primo de Rivera ya han solicitado de motu propio que se realice antes de que el gobierno haga de la exhumación de José Antonio lo mismo que con la exhumación en 2019 de Franco, es decir, un espectáculo televisado en directo para todo el país. 

Por no hablar de la extinción de los títulos nobiliarios que se han producido con la entrada en vigor de la Ley de Memoria Democrática. Títulos nobiliarios que se crearon durante la dictadura de Franco y que ahora han quedado extinguidos con la aprobación de dicha ley por parte del gobierno del PSOE y Podemos. O también la decisión de renombrar el Valle de los Caídos como "Valle de Cuelgamuros", así como la intención del ejecutivo de hacer de dicho monumento un panteón laico, lo cual llevaría consigo, entre otras cosas, la destrucción de la gran Cruz que preside la abadía. 

Debo decir que a excepción de Zapatero, nadie hizo tanto por dividir y provocar un conflicto social en España como Pedro Sánchez en los últimos cincuenta años. Un tipo sediento de sed de poder y de odio, al cual le importa tres cojones la paz social si a base de enfrentamiento y división puede lograr retener el gobierno y permanecer en él muchos años, como ya dijo hace unos días en un mitin de su partido. Un partido que lo he dicho ya en varias ocasiones y lo vuelvo a decir, es el partido que más sangre ha derramado en España en estos casi 150 años y el cual merece y debería ser ilegalizado si verdaderamente hubiera una Ley de Memoria Democrática real y justa para todas las víctimas de la Guerra Civil. 

Un partido el cual su líder fundador, Pablo Iglesias, no dudaba en amenazar de muerte a sus adversarios políticos en el Congreso de los Diputados, como fue el caso del ex presidente del gobierno, Antonio Maura, el cual sufrió un atentado del que pudo salir con vida pocos días después de la amenaza de Iglesias. Un partido que fue parte activa durante los graves sucesos que se produjeron en Barcelona durante la llamada "Semana Trágica" en 1909, los cuales dieron como resultado más de un centenar de muertos en la capital catalana. Un partido que desea exhumar a José Antonio Primo de Rivera (El cual es una víctima de la Guerra Civil, quieran ellos o no) pero que en 1923 aceptó gustoso apadrinar el golpe de estado de su padre, Miguel Primo de Rivera. Un partido que en 1930 participó activamente en los llamados "Pactos de San Sebastián", los cuales tenían como objetivo derrocar a la monarquía de Alfonso XIII, objetivo que lograron al año siguiente con las elecciones municipales de abril de 1931. Un partido que en 1934 dio otro golpe de estado, esta vez contra la II República, al no aceptar los socialistas los resultados electorales de las elecciones generales de 1933 en las que ganó la CEDA. Este golpe de estado que es conocido como la "Revolución de Asturias" provocó un estallido social en España que se saldó con más de 2.000 muertos y la declaración fallida de independencia en Cataluña por parte del entonces presidente de la Generalitat, Lluis Companys. Por cierto, debo decir que este golpe de estado lo paralizó un tipo llamado Francisco Franco. Qué curioso, el malvado Franco salvando a la República de lo que ahora el gobierno denomina como "Desórdenes públicos agravados". Ironías de la vida. 

Un partido que a manos de criminales como los ex secretarios generales del PSOE y ex presidentes del gobierno, Francisco Largo Caballero e Indalecio Prieto asesinó, extorsionó, violó y torturó a miles de personas que no comulgaban con su ideología durante los turbulentos años de la II República, la cual tenían como objetivo destruirla para dar paso a un sistema socialista y a España en una colonia de la Unión Soviética. Un partido que junto al Partido Comunista de España llevaron a cabo la matanza de Paracuellos. Un partido que recién iniciada la Guerra Civil asaltó y robó más de 500 toneladas de oro (El 72,6% de las reservas de oro) del Banco de España para enviarlas a Moscú y que los socialistas nunca devolvieron. Un partido cuyos militantes asesinaron al diputado conservador, José Calvo Sotelo, lo cual provocó la sublevación del ejército español y con ello la Guerra Civil. Un partido que durante los cuarenta años de dictadura franquista no se atrevió a mover un solo hilo desde el exilio, pero que una vez muerto Franco se autoerige como el defensor de la democracia y de la libertad. Esa misma democracia y libertad que ellos se cargaron durante la década de 1930 del siglo XX. Esa misma dictadura que ahora muy gallardemente combaten para vencerla de forma póstuma y borrarla de la Historia, pero que olvidan que fue ese mismo régimen bajo las órdenes de Franco y Carrero Blanco el que protegió y amparó a los mismos líderes que salieron elegidos del Congreso de Suresnes en 1974, entre ellos el propio Felipe González. Un partido que hizo lo posible y lo imposible para sacar a Adolfo Suárez de la Moncloa, incluso colaborando en la Operación Armada, la cual fue la antesala del golpe de estado del 23-F. Un partido que en la década de 1990  y tras más de diez años en el poder, había sembrado la corrupción en todas las instituciones del Estado, y tenía montado todo un dispositivo de espionaje en el que nadie estaba libre de ser escuchado. Un partido que utilizó en 2004 un atentado terrorista donde murieron cerca de 200 personas para sacar rédito electoral a dicha desgracia. Un objetivo que lograron al ganar las elecciones generales de marzo de 2004 contra todo pronóstico y que supuso el inicio del desmantelamiento del régimen constitucional de 1978. Un partido que negoció con la banda terrorista ETA su desaparición a cambio de que el Estado cediese a las exigencias de los terroristas y que hoy son sus más estrechos socios en el gobierno. Un partido que ya con Zapatero en el gobierno redactó un estatuto que vulneraba la Constitución al reconocer a Cataluña como nación y que ha sido el origen de la grave situación en la que nos encontramos ahora mismo, la cual puede llevarse por delante tanto la unidad territorial como el sistema constitucional de 1978. Y un partido que actualmente está sustentado por los enemigos de España, y que pretende remover las viejas heridas de una Guerra Civil que ellos mismos provocaron mientras intentan blanquear los asesinatos de la banda terrorista que los apoya políticamente a día de hoy y que con la Ley de Memoria Democrática convierte a los asesinos de ETA en víctimas del franquismo al extender esta denominación hasta los primeros asesinatos en manos de los GAL en 1983.

Esta es la otra cara de esa Memoria Democrática que nos quieren imponer desde el gobierno de Sánchez, que no es otra que la de convertir a los verdugos en víctimas. Unos verdugos a los que sí se les permiten hacerles todo tipo de homenajes y de placas, mientras que por otro lado intentan borrar de la Historia todo lo relacionado con el otro bando que cambatió en la Guerra Civil. Lo hemos visto hace unos días cuando desde Correos han emitido sellos homenajeando el centenario de la creación del Partido Comunista de España, un partido que junto con el PSOE tiene las manos manchadas de sangre y que representa la ideología que mayor número de muertos ha ocasionado a lo largo de la historia: Más de 100 millones de asesinados. Gracias a Dios, esta emisión de sellos se ha podido paralizar gracias a la intervención de una jueza, la cual ha defendido que la emisión de estos sellos "Va en contra del deber de neutralidad de las administraciones públicas, de la Ley de Memoria Democrática y de la Resolución del Parlamento Europeo que condena la exaltación del comunismo." Como se puede apreciar, tanto el gobierno como Correos hacen un homenaje que va en contra tanto de la Legislación española, como de la Legislación europea, y que demuestra la inmoralidad de Pedro Sánchez y compañía a la hora de blanquear y homenajear a un partido que representa lo más sanguinario de la historia. Un desprecio a los Derechos Humanos y a todas aquellas víctimas del comunismo que ellos tanto tratan de blanquear. Pero eso le da igual a este gobierno de criminales en su empeño por querer limpiar la imagen de los suyos a la vez que intenta eliminar cualquier atisbo relacionado con el bando nacional. Ya desde el gobierno se ha comunicado la intención de borrar a Franco de la historia de la Legión, algo difícil de hacer puesto que Franco fue uno de los personajes más relevantes en la Legión junto con Millán-Astray. Aún así, para estos psicópatas no hay nada que pueda detener sus malignas intenciones, por lo que no es de extrañar que de aquí a unos años no aparezca el nombre de Franco por ningún lado en los libros de Historia. De esta forma la izquierda pretende derrotar una vez muerto a aquél a quien no pudieron derrotar en vida, e instaurar ahora lo que no pudieron hacer en 1936. Ya de hecho la propia presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso ha dicho que el objetivo de Sánchez es el de instaurar en España una "República Federal Laica", lo cual se suma a otra advertencia que la propia Ayuso realizó hace unos días cuando dijo que el gobierno estaba preparando un golpe contra el rey para acabar con la monarquía y llevar a la oposición a la cárcel. 

Se dice que el pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla, y aquí en España se ha olvidado totalmente la historia del Partido Socialista Obrero Español. Un partido que siempre ha estado en contra de la propia España y que se ha posicionado en favor de los enemigos de ésta. Como ejemplo no hace falta remontarse muy atrás. Como ya escribí en la última entrada, esta semana el gobierno ha llevado al Congreso de los Diputados la proposición de ley para eliminar el delito de sedición y con ello dar carta blanca a los catalanes para que así puedan nuevamente dar otro golpe de estado. Pero por si esto fuera poco, ya se habla también de la posibilidad de reformar el delito de malversación, lo cual implicaría que el Estado debería devolver a los independentistas todas las multas y fianzas que éstos hayan pagado en estos años. Además de esto, dicha reforma libraría al ex presidente de la Junta de Andalucía y del PSOE, José Antonio Griñán, de pisar la cárcel por la condena del caso de los ERE, el mayor escándalo de corrupción ocurrido en España. Como se puede apreciar, el PSOE no pierde oportunidad en amparar y proteger tanto a los suyos como a los enemigos de la nación. Una prueba más de que la izquierda ha sido, es y será siempre enemiga de España, y que no parará hasta verla hecha cenizas. Esta es la verdadera Memoria Democrática que la izquierda no quiere que se sepa. Una Memoria Democrática en la que no hubo buenos y malos, sino dos bandos que se enfrentaron a sangre fría para matarse unos contra otros, aunque una parte se sublevase por la provocación de la otra parte que actualmente ejerce su papel de víctima, olvidándose que en su día fue el verdugo.

sábado, 12 de noviembre de 2022

Camino al desastre


Hoy el PSOE de Pedro Sánchez junto con Podemos han presentado en el Congreso una proposición de ley en la que se reforma el Código Penal, eliminando con ello el delito de sedición, el cual se llamará a partir de ahora "Delito de desórdenes públicos agravados". Una propuesta que se realiza tras haber cedido el propio Sánchez ante las exigencias de ERC a cambio de que los catalanes le aprueben en las Cortes los Presupuestos Generales del Estado. Esta acción lleva consigo la reducción de las penas por delitos como los realizados en el procés catalán de quince a cinco años de prisión, mientras que la inhabilitación pasaría de los quince años actuales a seis con el cambio en el Código Penal. 

Esto supondría que por ejemplo Oriol Junqueras vería la posibilidad de poder presentarse con todas las garantías para las elecciones del próximo año, o que Carles Puigdemont pudiese volver a España sin el peligro para éste de ingresar de inmediato en prisión y ser condenado por el delito de sedición que el gobierno del Frente Popular quiere abolir ahora. Por no hablar de que la clase política catalana vería abierta la posibilidad de convocar un nuevo referéndum y/o de declarar de forma directa la independencia con el conocimiento de que no serían juzgados por el delito de sedición. 

En definitiva, una humillación más a España perpetrada esta vez no por la clase política catalana, sino por el propio gobierno de la nación, el cual demuestra una vez más la falta de escrúpulos para negociar y poner encima de la mesa la venta de la soberanía nacional a cambio de ganar tiempo y permanecer una temporada más en el poder. Algo que a mí personalmente no me ha sorprendido, ya que después de lo vivido el verano del año pasado en el cual se produjo el indulto a los golpistas catalanes, cualquier cosa era ya posible. Por ello no es de extrañar que de aquí a los próximos meses, e incluso una vez pasada las elecciones generales de 2023/2024 veamos más acciones como las vividas hoy e incluso peores. 

Pedro Sánchez ya ha demostrado hace tiempo que cualquier precio para él es razonable con tal de permanecer en la presidencia del gobierno, aunque sea a merced de los enemigos de España. Estamos pues ante un tipo sin escrúpulos y sin dignidad. Un personaje peligroso para la nación al cual hay que destituirlo de forma inmediata, a la misma vez que se debería de iniciar los trámites para la ilegalización del Partido Socialista Obrero Español. Un partido que vuelve a demostrar una vez más que es una formación que antepone su propio interés partidista al de los intereses generales. 

Decía Alberto Núñez Feijóo, el actual presidente del Partido Popular, que con este PSOE está visto y comprobado que no se puede negociar nada, y criticaba que la actuación de la formación de izquierdas no corresponde con la "Tradición democrática" del PSOE. ¿A qué tradición democrática se refiere Feijóo? Que yo sepa, desde su fundación en 1879 por Pablo Iglesias, este partido ha sido la formación que más daño ha ocasionado a la sociedad española y a sus instituciones. Tanto durante el periodo de la Restauración, como durante la II República, la Guerra Civil, y ahora durante el periodo constitucional nacido en 1978. Reitero nuevamente que la ilegalización de este partido, así como la destitución y posterior imputación por alta traición del actual presidente del gobierno es una necesidad más que urgente para España. 

Desde diversos sectores se ha hablado, y esto lo ha dicho en rueda de prensa la propia Inés Arrimadas, de la posibilidad de que el PP presente una moción de censura contra el actual gobierno ante la gravedad de los acontecimientos, algo que los populares ni confirman ni desmienten. De hecho el propio Feijóo ha hablado esta tarde en rueda de prensa en calidad de presidente del gobierno inminente, afirmando que hará todo lo posible cuando esté en el gobierno para deshacer esta tropelía orquestada por el gobierno. Aún así, el presidente popular no ha dicho absolutamente nada sobre la posibilidad de presentar de inmediato una moción de censura contra el gobierno del PSOE. 

En mi opinión, esto que hoy hemos vivido era más que previsible que ocurriese. No entiendo por qué el personal se ha echado las manos a la cabeza ante este nuevo despropósito del gobierno. Parece que después de cuatro años algunos no saben aún en manos de quien estamos. Pero volviendo a la moción de censura debo decir que ésta no solo es necesaria sino obligatoria de presentarla. Sé perfectamente que los números no dan para destituir a Pedro Sánchez e investir a su vez a un nuevo presidente del gobierno, pero la oposición debe demostrar que existe una alternativa posible a este desgobierno y sus socios independentistas y terroristas que nos llevan de forma imparable al abismo. Una buena opción sería, en mi opinión, la de presentar a un candidato independiente a la presidencia del gobierno, el cual sería apoyado por el Partido Popular, VOX y Ciudadanos. De esta forma Feijóo no se vería quemado en la moción de censura, la cual tendría como objetivo único el de convocar de forma inmediata elecciones generales para elegir a un nuevo gobierno que recomponga los gravísimos destrozos ocasionados por Sánchez y compañía. 

Aún así, desgraciadamente, la moción no saldría adelante, lo cual nos llevaría a la continuidad de este gobierno y a la aprobación de la reforma del Código Penal. Una aprobación que podría llevarnos nuevamente al escenario de octubre de 2017, pero esta vez con la certeza por parte de los catalanes de que van a salir indemnes de este nuevo golpe de estado, sea cual sea su desenlace. Cabe decir que España no aguantaría nuevamente unos acontecimientos como los vividos hace ahora cinco años, lo cual nos llevaría, esta vez sí, a la independencia catalana y con ello al fin del régimen constitucional de 1978 y a un posible conflicto social. ¿Es esto lo que busca Sánchez? Todo parece indicar que sí, lo cual nos lleva a palabras mayores, puesto que estaríamos hablando de un golpe perpetrado por el propio gobierno para abolir el sistema político nacido hace ya cuarenta y cuatro años. Ante este escenario cabría la posibilidad de que la oposición presente una moción de responsabilidad criminal contra el presidente del gobierno acusándolo de alta traición al Estado, como así establece el artículo 102 de la Constitución. Eso sí, con los números en la mano todo indicaría que al igual que la moción de censura, dicha propuesta tampoco saldría adelante.

¿Qué hacemos pues ante este grave escenario? Esperar solamente. El gobierno está teóricamente en minoría pero tiene tras de sí una mayoría suficiente en el parlamento con los votos de los partidos nacionalistas, independentistas y etarras para aguantar a base de concesiones hasta el final de la legislatura. Y lo más peligroso de todo es que por mucho que ahora nos extrañemos, Pedro Sánchez puede ganar las próximas elecciones generales, lo cual nos llevaría a cuatro años más de concesiones, esta vez hasta el año 2028.  ¿Aguantará España tanto tiempo? Por supuesto que no, pero Pedro Sánchez sí. Ahí está el origen y el problema de todo. Por ello, ante una oposición incapaz de poner fin a este gobierno, una Justicia secuestrada por el ejecutivo, un rey imposibilitado para cesarlo y una sociedad capaz de votar nuevamente a la izquierda ¿Cómo podemos parar esta locura? De ninguna forma. Pedro Sánchez tiene todas las cartas a su favor, y él lo sabe. 

sábado, 17 de septiembre de 2022

Salvar al rey


Acabo de terminar de ver el polémico documental que ha producido HBO titulado "Salvar al rey". Debo confesar que es un documental especialmente duro con el rey Juan Carlos I, no así con la monarquía en general. Y es que el propio título del documental lo dice: "Salvar al rey", y eso es lo que intenta hacer HBO al emitir este documental: Salvar al rey Felipe VI de las tropelías que ha realizado su padre a lo largo de sus cuarenta años de reinado. Y es que los propios periodistas lo confirman en la producción: Hay que matar políticamente a Juan Carlos I para salvar a la monarquía y a Felipe VI. Más claro que el agua.

En esta producción se habla de muchas cuestiones. Se habla de los polémicos años 90, donde la figura del rey y de la monarquía en general estuvieron a punto de irse al traste en la última legislatura de Felipe González. Se habla de las relaciones de Juan Carlos con Manuel Prado y Colón de Carvajal, de Mario Conde, de Javier de la Rosa, etc. Se habla también de cómo el rey traicionó a su padre, don Juan de Borbón, para hacerse con la jefatura del Estado una vez muerto Franco, y se habla por supuesto de las relaciones sentimentales que ha mantenido el monarca con personajes como Marta Gayá, Bárbara Rey, o Corinna. Y se habla también de su exilio, el cual creo personalmente que va para largo, tal y como aparece reflejado en el documental, ya que de ello depende la supervivencia o no de la monarquía española. 

En resumen, se habla de muchas cosas. Del papel de Juan Carlos I en el 23-F. También de las grabaciones que Bárbara Rey le realizó a Juan Carlos en los 90 y en las que el ex jefe del Estado habla sin tapujos de cómo la gente seguía por aquel entonces votando al PSOE de Felipe González, del poco carisma que destilaba José María Aznar, al cual se refería según los periodistas que son entrevistados en el documental como "El enano", al cual imitaba y se reía de él en público, delante de empresarios y/o periodistas. Algo impropio de un monarca constitucional. En definitiva, se hablan de cuestiones que todo el mundo conoce ya, aunque en esta producción se hace más hincapié en algunas que en otras. 

Lo que más me llama la atención del documental es lo que ya he dicho al comenzar la entrada y que los propios periodistas afirman abiertamente: La única forma de preservar la corona es convirtiendo a Juan Carlos en el mal personificado mientras se alaba de forma constante la persona de Felipe VI, el cual es según los medios de comunicación la ejemplaridad perfecta de un monarca constitucional, tanto en el terreno político como en el personal. Y es que hay una cuestión que se aborda en el final del documental que me llama poderosamente la atención, y es que por primera vez se habla de forma abierta que la decisión de Juan Carlos I de abdicar en junio de 2014 no fue una decisión voluntaria (Algo que creo que ya sabíamos todos), sino que fue una operación orquestada desde dentro de la propia familia real, en la que intervinieron personalmente los entonces príncipes de Asturias, con la complicidad del gobierno de Mariano Rajoy y del PSOE de Rubalcaba, y con la complicidad también del CNI.

Claro, cuando uno ve esto no le queda más remedio que preguntarse: ¿En qué se diferencia pues Felipe VI de su padre? Ambos traicionaron a su progenitor con el fin de alcanzar el trono a toda costa. Juan Carlos saltándose la línea sucesoria, y Felipe a través de un "Golpe de Estado" orquestado desde el propio Estado con el fin de acabar con Juan Carlos y sus corruptelas. Se defiende en el documental esta operación porque según atestiguan algunos "La corrupción y los desmanes de Juan Carlos I eran ya insalvables para el propio rey", y por ello había que cortar de inmediato todo aquello sirviendo de forma metafórica su cabeza en una bandeja y entregársela a su hijo. Un hijo al que por cierto me pregunto ¿Cuando pasen veinte años se hablará en otro documental sobre los desmanes ahora censurados del actual rey? ¿Para allanar el camino al trono de la princesa Leonor se hará lo mismo que ahora se está haciendo con su padre en detrimento de su abuelo? Preguntas todas estas que solo el tiempo lo dirá. Aún así me pregunto igualmente ¿Por qué en vez de realizar operaciones para salvar al jefe del Estado de turno no se pregunta abiertamente a los españoles sobre qué modelo de sistema político prefieren? Creo que ya es hora de dejar atrás las operaciones y golpes de Estados perpetrados desde las propias entrañas del sistema para encumbrar a un nuevo monarca en detrimento de otro. 

Hace poco más de una semana falleció la reina Isabel II, a la que desde aquí le rendí homenaje y a la que considero que ha sido toda una reina ejemplar en sus setenta años de reinado. Cualquiera que me lea dirá ¿Por qué entonces alabas a la monarquía británica y criticas a la vez a la española? Por una sencilla cuestión: Ya quisieran los Borbones tener la mitad de dignidad y de ejemplaridad que la casa real Windsor. ¿Acaso alguien se imagina a un monarca británico ejerciendo el papel de comisionista que ha ejercido Juan Carlos I? Por supuesto que no, gracias a Dios. ¿Acaso alguien se imagina en Reino Unido todo un reinado marcado de escándalos, amantes y corrupción como el de nuestro anterior jefe del Estado? Pues claro que no. ¿Acaso alguien contempla en Gran Bretaña un escenario de reyes participando en golpes de Estado para destituir a un gobierno democráticamente elegido o participando activamente en ellos para destronar a su padre? En efecto, no. ¿Y esto por qué? Porque Reino Unido tiene, a diferencia de España, una monarquía verdaderamente constitucional que sabe cuál es su papel y hasta donde llegan sus poderes. Algo que no ocurre por desgracia en nuestro país, donde nos vamos enterando de los escándalos y la corrupción que rodea a la casa real española a través de los medios de comunicación solamente cuando a éstos les conviene que se sepa algo. Es el caso de este documental, en el que se remata la figura de un rey que ya se había autodestruido él mismo, con el fin de salvar la persona de su hijo. Por ello, y a pesar de lo que afirma el documental, la operación "Salvar al rey" sigue estando activa en nuestro país, solo que ha cambiado la persona, pero no la operación en sí. El ejemplo mismo es este polémico documental, el cual creo que con el tiempo acabará volviéndose en contra de la propia monarquía a la que quiere salvar. 

sábado, 10 de septiembre de 2022

Adiós, Majestad


Hace poco más de 48 horas se ha producido uno de los sucesos más trascendentales de lo que llevamos de siglo XXI. Me refiero, como no podía ser menos, al fallecimiento de la reina Isabel II de Reino Unido. La monarca británica ha fallecido el pasado día 8 en su residencia de verano en Balmoral a la edad de 96 años, y lo ha hecho dos días después de tomar juramento a su decimoquinta primera ministra, Liz Truss, la cual ha accedido a la jefatura del gobierno tras la dimisión de Boris Johnson el pasado mes de julio. 

Muere pues la mujer más poderosa del mundo tras cumplirse el pasado mes de febrero 70 años de su llegada al trono y tras celebrar el Jubileo de Platino el pasado mes de junio. Un Jubileo que ha supuesto sin nadie saberlo la despedida por todo lo alto a una mujer que ha reinado durante más de siete décadas una quincena de países y ha sido testigo de la transformación del mundo a lo largo de estos 70 años. Isabel II llegó al trono en 1952 tras el fallecimiento de su padre, el rey Jorge VI, y recogió el testigo liderando un país que se encontraba inmerso en pleno escenario postbélico tras la Segunda Guerra Mundial, poniéndose al frente de un Imperio el cual ella ha visto cómo se desmoronaba en las siguientes décadas.

Recuerdo que hace ahora cinco años escribí una entrada elogiando el papel de Isabel II e hice un repaso de sus por entonces 65 años en el trono. Escribí sobre la comparación entre ella y la reina Victoria y dije por entonces que el paralelismo entre ellas tampoco era muy alto. De hecho, ahora que la reina Isabel ha fallecido no he podido dejar de comparar el legado que dejó su tatarabuela al que deja la reciente fallecida monarca. Y es que tras el fallecimiento de Victoria en enero de 1901 ésta dejó un legado envidiable: Un extenso Imperio, una economía en su máximo apogeo, una industria imparable, un país  convertido en por entonces la primera potencia mundial, etc. El legado que deja Isabel II es por el contrario más pobre, pero no por ella, sino por la irresponsabilidad absoluta de sus políticos, los cuales han convertido Reino Unido en un país dividido y han destrozado el Imperio Británico que legó Victoria hace más de un siglo. 

El legado de Isabel II es pues el de un Imperio extinguido, un país que ha perdido influencia política en el resto del mundo y que se encuentra en estos momentos a punto de disolverse, una economía bajo mínimos, una sociedad que ha perdido sus valores, su tradición, su cultura y sus señas de identidad, una nación dividida que sigue sin encontrar su sitio tras el Brexit, etc. Reitero que este pobre legado no es responsabilidad de la reina, sino de sus políticos, los cuales no han estado a la altura de las circunstancias y han gestionado de un modo pésimo los destinos del Reino Unido y de sus colonias, desde Winston Churchill hasta Liz Truss.

Aún así Isabel II es una mujer que ha hecho historia por todo lo alto. Ha sido la gobernante que más tiempo ha reinado sobre Reino Unido, ha sido una monarca ejemplar en todos los sentidos, la cual ha antepuesto el deber por encima de cualquier otra cosa desde el día de su ascenso al trono hasta el día de su muerte, ha sabido modernizar la institución que ella misma representaba, ha sabido llevar con honor y dignidad el nombre de Gran Bretaña, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y el resto de países de la Commonwealth por todo el mundo, y ha gestionado de forma magistral su papel de monarca constitucional en todos sus reinos, guiándose siempre por la moderación y la prudencia. Sí, la figura de Isabel II es la de una figura irrepetible en la historia. No habrá monarca ni jefe de Estado que pueda igualarla ni mucho menos superarla en el futuro. 

Acaba pues aquí la Era Isabelina, la cual ha visto la transformación del mundo desde 1952 hasta el año 2022 y ha sido testigo de los principales hechos acaecidos en el siglo XX y lo que llevamos del XXI. Comienza ahora el tiempo de Carlos de Inglaterra, el cual hereda la Corona a sus casi 74 años. Un reinado que veremos a ver por dónde se encamina a lo largo de estos tiempos, pero que estoy seguro que no va a dejar indiferente a nadie. Carlos no alcanzará jamás la grandeza de su madre, pero puede convertirse en un monarca que dé mucho que hablar a partir de ahora. Hoy ha sido proclamado nuevo rey con el nombre de Carlos III y dentro de unos meses se producirá su coronación. Se abre pues una nueva era en Reino Unido y en el mundo que ya veremos cómo acaba. De momento Carlos no lo tiene fácil con la situación interna que vive Gran Bretaña en estos momentos. Quizás si su hijo Guillermo hubiese heredado hoy el trono las circunstancias podrían ser bien distintas, pero la realidad es la que es. De momento solo queda esperar y ver cómo evolucionan los acontecimientos. Para finalizar solo quiero decir, Dios salve a la Reina Isabel II, Descanse en Paz. Larga vida al nuevo rey, Carlos III.

domingo, 31 de julio de 2022

Esperando a Feijóo


En poco más de año y medio se celebrarán en España las próximas elecciones generales, cuyas encuestas dan como ganador al actual líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. Estamos pues ante un año y medio que será desolador para España como consecuencia de la crisis económica, energética, política y social que están ya encima nuestra. Pero ante esta situación cabe pensar ¿Qué podemos esperar de Feijóo si llega al gobierno? Si hay algo que ha quedado claro es que España no puede repetir la experiencia del año 2011 con Mariano Rajoy, en donde la mayoría absoluta obtenida en noviembre de ese año se fue diluyendo a medida que avanzaba la primera legislatura del gallego al frente del gobierno. 

Si Feijóo llega al gobierno en enero de 2024 (Sigo pensando que las elecciones serán en esa fecha y no antes) la situación producida en 2011 no puede ni debe repetirse, ya que los problemas que tiene España en estos momentos son incluso peores que los que legó José Luis Rodríguez Zapatero, y por ello necesitan de una mayoría amplia de la derecha española para llevar a cabo las reformas a nivel político, social y económico que nuestro país necesita. No podemos esperar de nuevo a un jefe del gobierno que desista de sus funciones y deje pasar el tiempo para que éste arregle los problemas. Feijóo, si es que llega a gobernar, deberá actuar y deberá hacerlo desde el minuto uno que pise la Moncloa. 

Ya he dicho y lo vuelvo a decir en esta entrada que no creo que Feijóo sea ni muchísimo menos la solución que necesita España, pero ante el escenario que estamos viviendo de un supuesto fin de ciclo y la posibilidad real de un cambio de gobierno, hay que prepararse para dicho escenario y exigir al que en teoría va a ser el próximo presidente del gobierno los tan esperados y necesarios cambios que España necesita. Y más cuando en poco menos de treinta años, el PP deberá hacer frente a su tercera crisis económica, la cual requerirá de las reformas y cambios que durante tanto tiempo se han aplazado y que deben realizarse ahora o nunca.

Unos cambios que el PP, si llega a hacerlos, no podrá realizar en solitario, ya que a diferencia de 2011 la derecha está fragmentada en dos partes: PP y VOX. Solo con el apoyo de los de Santiago Abascal podrá Feijóo llegar a la Moncloa. Si por el contrario se niega a llegar a ningún tipo de acuerdo con éstos podrá darse el caso de que el PP gane las próximas elecciones pero los populares no puedan gobernar, lo cual daría lugar a que se abriese el debate sobre el liderazgo de Feijóo. Personalmente ya he dicho que no veo al actual líder popular como jefe del ejecutivo, pero de momento y según las encuestas, todo parece indicar lo contrario, aunque como he advertido antes, puede ocurrir que la derecha gane pero no gobierne. 

Y puede darse este caso perfectamente, ya que en 2016 la izquierda tuvo opciones de gobernar y no lo llegó a hacer por las diferencias entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en aquel entonces. Aún así en 2024 la situación será tan delicada y la izquierda habrá dejado un paisaje tan devastador que un acuerdo entre Feijóo y Abascal sería no solo deseable sino necesario para España. Además, Feijóo no puede ni debe dormirse en los laureles si consigue llegar al gobierno, por ello es necesario un socio activo que exija de forma continua que Feijóo ejecute los compromisos adquiridos. A diferencia del segundo mandato de Rajoy, donde éste tomaba el pelo a Albert Rivera cuando y como le venía en gana con respecto a los acuerdos firmados.

Larga tarea la aguarda a Feijóo si finalmente consigue llegar a la presidencia. Deberá demostrar que es el político preparado y serio por el que tanto apuestan los populares. Aún queda mucho para las elecciones generales, pero algunos ya se atreven a vislumbrar un cambio en la política española de aquí a medio plazo. Yo personalmente no soy tan optimista, ya que de todo puede ocurrir de aquí a un año y medio. Es verdad que hay un cambio de tendencia en las encuestas, pero en esta España de Sánchez cualquier cosa es posible, incluso que la derecha gane y la izquierda continúe gobernando, o que directamente los socialistas manipulen los resultados electorales. Mientras tanto solo queda esperar a que esta pesadilla acabe lo antes posible y rezar para que lo que esté por venir no sea peor que lo que dejamos atrás. En manos de Feijóo está ser el hombre que saque a España del abismo, o convertirse en la mayor decepción de la derecha española.

sábado, 30 de julio de 2022

Camino al indulto


Se dice que cada pueblo tiene el gobierno que se merece, y España desde luego no es una excepción a esta cita. Lo digo por los graves acontecimientos que hemos vivido estos días con respecto al adelanto de la sentencia del Tribunal Supremo sobre los ERE, en los que se reitera la condena de cárcel para el ex presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, y la inhabilitación del otro ex presidente andaluz, Manuel Chaves, además de otros ex altos cargos del gobierno andaluz. Un adelanto de esta sentencia, la cual se conocerá en su integridad en septiembre, y sobre la que el abogado de Griñán ya ha anunciado que éste solicitará el indulto al gobierno de Sánchez para evitar su entrar en prisión. De momento por lo que respecta a Chaves no sabemos cuál será su reacción cuando llegue el momento, aunque no sería de extrañar ni muchísimo menos que también solicite el indulto.

Estamos pues ante un grave caso de corrupción como son los ERE de Andalucía en donde el PSOE andaluz se ha llevado calentito cerca de 700 millones de euros gracias a la red clientelar que los socialistas habían creado y mantenido. Pero por si esto no fuese poco, la gota que colma el vaso han sido las reacciones de los miembros del PSOE a la sentencia del TS, alegando que el sistema de ayudas creado por el entonces gobierno de Manuel Chaves sirvió para "Evitar la quiebra y el despido de cientos de trabajadores", como indicó el otro día el actual secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas. Pero por si todo esto no fuese suficiente, también hubo reacción a la sentencia por parte de Moncloa, en donde el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, alegó que pese a la sentencia "Los condenados no habían sido ni acusados ni condenados por haberse llevado ningún céntimo", y que en este caso "Pagaban justos por pecadores". 

Unas declaraciones que en otro país medianamente serio supondría la dimisión inmediata del presidente del gobierno o la presentación de una moción de censura contra éste, ya que con sus declaraciones, el propio Sánchez estaba cuestionando el funcionamiento de la justicia y los propios fallos judiciales. Algo bochornoso viniendo de un presidente del gobierno que llegó a la Moncloa gracias a otra sentencia bastante cuestionada en su momento, pero que para él era suficiente como para plantar una moción de censura y presentarse como alternativa limpia a un gobierno corrupto y acabado como era el de Mariano Rajoy. 

Pero para más INRI, el propio Sánchez en esa declaración no descartó la posibilidad del indulto a Griñán (Y puede que a Chaves también), lo cual empeora aún más la situación y nos lleva a un escenario en donde el gobierno indulte a un compañero suyo y ex presidente de su partido con el fin de evitar la cárcel. Un escenario que si fuese protagonizado por el PP en el gobierno supondría la salida masiva a la calle de los correligionarios de la izquierda y un estallido social en contra de esta medida. Una medida que la derecha debería de aprovechar para catalogar a este gobierno como una pandilla de amigotes y camaradas de corruptos. En lugar de eso, el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, ha insistido en que no hará uso del caso de los ERE para atacar al gobierno.

En lo que a mí respecta estoy convencido que el indulto se producirá, ya que algunas voces hablan de un "Indulto humanitario" debido a la avanzada de edad de Griñán para que éste pise la cárcel a sus 76 años. Una buena forma de maquillar toda una operación para salvarle el pellejo a un ex presidente del PSOE condenado por corrupción, la cual acabará calando en una población que dentro de poco tiempo llegará a lamentarse por los condenados, e incluso pedirán perdón a éstos. Así de surrealista y de miserable es la situación política en esta España gobernada por Pedro Sánchez, el cual estoy seguro que habrá recibido más de una presión por parte de sus compañeros de partido y del propio Griñán para que ejecute el indulto, ya que no debemos olvidar que tanto Griñán como Chaves han sido ex presidentes del PSOE, lo cual nos lleva a pensar que éstos saben todo sobre todos dentro de su partido y habrán amenazado con "Irse de la lengua" si llegan a caer. 

En definitiva estamos ante otro caso más de degradación de la vida pública española que espero y deseo traigan horrendas consecuencias tanto políticas como electorales para el PSOE. Un PSOE que reacciona a la sentencia de uno de los mayores casos de corrupción tanto de España como de Europa alegando que lo que hacían era con objetivos sociales. Vamos, que a diferencia de la derecha, la izquierda roba pero pensando en el pobre, como Robin Hood. Cualquier persona decente se echaría las manos a la cabeza con declaraciones como esta, pero desgraciadamente los españoles se tragarán esta impresentable explicación y se creerá todo lo que salga desde la calle Ferraz. Insisto en que tras las declaraciones de Sánchez, esto debería de llevar consigo la presentación de una moción de censura o la dimisión inmediata del presidente del gobierno, pero desgraciadamente no ocurrirá ni lo uno ni lo otro. Por supuesto no hablemos ya de elecciones anticipadas, puesto que ante este panorama la derecha está encantada con ver cómo el gobierno se desangra poco a poco hasta la próxima convocatoria electoral. El problema está en que cuando llegue la cita con las urnas el gobierno estará ya completamente desangrado, pero con éste también España.

viernes, 24 de junio de 2022

Mucho más que un chantaje


La crisis que vive España con Argelia ha llegado a su culmen hace unos días cuando el gobierno de dicho país anunció la cancelación de todo tipo de relación y acuerdos con nuestra nación como consecuencia de la decisión tomada por Pedro Sánchez con respecto al Sáhara Occidental hace unos meses. Una decisión la del gobierno de Argelia que llega en el peor momento posible para España. En medio de una gran crisis energética y a las puertas de una nueva crisis económica, el país que más suministra gas a España decide cancelar las relaciones con nosotros por motivos de una decisión política tomada por el presidente del gobierno que todavía escapa a la comprensión de todos. 

Y es que no son pocos los que han afirmado que Marruecos tiene información sensible sobre Pedro Sánchez como consecuencia del espionaje Pegasus. Una información que tendría cogido por los huevos al jefe del gobierno y que sería por este motivo por el que Sánchez ha decidido claudicar ante nuestro país vecino e histórico enemigo y aceptar la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara. Pero aquí no queda la cosa, ya que hace unos días, el ex-director del ABC, Bieito Rubido ha asegurado que Estados Unidos maneja todavía información personal aún más sensible sobre Pedro Sánchez que la que podría manejar Marruecos en estos momentos y con las cuales le han realizado un chantaje que ha puesto a España bajo una peligrosa situación.

Una situación en la que uno se pregunta ¿Qué tipo de información manejan tanto EEUU como Marruecos como para que Sánchez se haya acojonado y decidido a aceptar las directrices que provengan desde Rabat? Sea cual sea la información tiene que ser lo suficientemente grave para que Marruecos haya chantajeado a Sánchez y éste haya convertido un chantaje personal en un chantaje al Estado español, provocando una de las mayores crisis diplomáticas de las últimas décadas. Crisis que vino acompañada de una visita relámpago del ex-presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y el ex-ministro de Exteriores de su gobierno, Miguel Ángel Moratinos a Marruecos para apoyar y respaldar desde allí la decisión de Sánchez con respecto al Sáhara. 

Claro, uno ve que estalla una crisis con Argelia en la que está Marruecos metido de por medio, y acto seguido ve cómo Zapatero viaja a Tánger para respaldar ante el gobierno marroquí la decisión del gobierno español y uno se pregunta ¿Por qué coño Zapatero está siempre metido en todos los líos concernientes a Marruecos? ¿Hay algo que se nos escapa de todo esto? Debe de ser muy grave la información que maneja Rabat sobre Sánchez y quién sabe sobre si alguien más para que Zapatero haya ido a nuestro país vecino a respaldar las políticas del actual gobierno. 

Pero por muy grave que sea esa información, me temo que los españoles no tendremos conocimiento de ella nunca, puesto que es más conveniente tener a un tipo chantajeado de manera permanente que sacar el material con el que se hace el chantaje. Por otro lado, si la información afecta no ya a Pedro Sánchez sino al partido que él lidera y por este motivo fue Zapatero a Tánger, no creo que los marroquíes sean tan tontos de pegarse un tiro sobre el pie si es que la cosa va por donde algunos creemos. Por otra parte no se puede permitir que en un país que teóricamente es democrático se mantenga en la presidencia del gobierno a un tipo del cual dos países manejan información grave sobre él, y que de estos dos uno esté chantajeando a éste en contra de los intereses del país que él preside. ¿Dónde se ha visto semejante escenario tan surrealista? 

En un país medianamente serio se habría pedido ya la cabeza política del presidente del gobierno y la convocatoria urgente de elecciones generales, y si éste se negase a ello, a la presentación inmediata por parte de la oposición a una moción de censura. Estamos pues ante un escenario de grave tensión política y diplomática como consecuencia de un chantaje personal hacia el presidente del gobierno. Esta grave situación solo se resolvería convocando elecciones generales de forma urgente y que el gobierno salido de las urnas retire la decisión que ha tomado Pedro Sánchez con respecto al Sáhara y que ha ocasionado la ruptura de nuestras relaciones con el principal país exportador de gas a España. Esto debería ocurrir en un país democrático, pero claro, vivimos en España y nada de eso va a ocurrir. Por ello, y como todavía tenemos mucha legislatura por delante, es seguro que los países que contengan información sobre Sánchez seguirán haciéndole chantaje permanente aunque eso vaya contra los intereses de España pero en favor de los intereses personales del propio Sánchez. Esto es lo que nos queda y lo que nos espera hasta enero de 2024. Estas son las consecuencias de tener a un gobierno enemigo de España instalado en la Moncloa.

jueves, 23 de junio de 2022

Andalucía es de derechas


Este pasado domingo se ha producido en Andalucía lo que nunca se pensó que fuese a suceder: El PP ganaba las elecciones autonómicas del sur de España por mayoría absoluta. Unos resultados por los que yo personalmente no apostaba, ya que aunque las encuestas daban una victoria holgada al partido de Juanma Moreno, no creía que esa gran victoria se traduciría en una mayoría absoluta con la que desde ahora, el Partido Popular, a diferencia de lo ocurrido en estos tres años, podrá gobernar de forma cómoda, a su antojo, y sin presiones externas. 

Unos resultados que para muchos suponen el fin de una etapa, ya que aunque el PP pudo formar gobierno por primera vez en 2019 en la Junta de Andalucía, no ha sido hasta ahora cuando el centro derecha español ha ganado las elecciones de forma mayoritaria en la tierra del socialismo español, pasando de veintiséis escaños a cincuenta y ocho, provocando un terremoto político en el escenario nacional en el que algunos ya vislumbran el fin del gobierno de Sánchez y la vuelta del PP a la Moncloa, esta vez con Feijóo al frente.

Hay que reconocer que estos resultados suponen un grave daño para el PSOE andaluz y para el PSOE en su conjunto, ya que Andalucía ha sido el gran feudo de la izquierda española durante cuarenta años, y ahora el sur de España le ha girado la cara a la izquierda apostando por otros cuatro años más de Moreno y los populares al frente de la Junta de Andalucía. Pero no nos engañemos, queda todavía mucha legislatura por delante y el PSOE no va a dar su brazo a torcer tan pronto, aunque su feudo haya caído en manos del PP. 

Sánchez sabe que esta puede ser su última legislatura, y por ello aguantará cuanto pueda en la Moncloa sin necesidad de convocar elecciones generales. Un escenario que podría producirse aunque se rompa el gobierno del Frente Popular con Podemos. Debemos tener en cuenta que a mediados de 2023 Sánchez recogerá el testigo y se convertirá en presidente rotatorio de la Unión Europea. Un escenario que no creo que el todavía presidente del gobierno quiera perderse por nada del mundo. Por si esto fuese poco, la crisis económica y energética, sumado a las consecuencias que para España tendrá la prolongación de la guerra en Ucrania pueden provocar una crisis social que conlleve la salida del PSOE del gobierno, lo cual es motivo más que suficiente para Sánchez de no convocar elecciones por el momento, con o sin ruptura del gobierno de coalición. 

Por otro lado debo decir que aunque algunos se empeñen en lo contrario, no soy yo quien ve a Alberto Núñez Feijóo de presidente del gobierno. Cabe añadir que VOX ha pinchado fuertemente en estas elecciones andaluzas, donde de doce escaños ha pasado a catorce, provocando un fracaso en la candidatura de Macarena Olona, la cual muchos esperaban que rozara los treinta diputados. Por este motivo, no se sabe todavía muy bien si el efecto VOX comienza a desinflarse, o por el contrario estos malos resultados son una excepción y los de Santiago Abascal volverán con fuerza para las elecciones autonómicas y municipales del año que viene. 

Por ello me reafirmo cuando digo que sigo sin ver a Feijóo en Moncloa. Si el efecto VOX comienza su declive, en las próximas generales los conservadores podrán obtener un mal resultado que provoque la imposibilidad de llegar a un número mayoritario de diputados junto al PP para llegar a algún tipo de acuerdo que permita echar al PSOE de la Moncloa. Otro caso diferente es si, como creen algunos, el bipartidismo ha vuelto tras casi una década desaparecido. Si el PP comienza a remontar en detrimento de VOX y logra unos resultados aceptables que le permitan formar gobierno, en este caso la llegada del ex presidente de Galicia a la Moncloa sería un hecho.
 
Sea cual sea el escenario, hay que aceptar que el bloque de la derecha española para ganar las elecciones estará formado por el PP y VOX, dejando por fin de lado a Ciudadanos, los cuales han pasado de estar en el gobierno de la Junta de Andalucía a desaparecer del mapa político andaluz. El bloque de la derecha ya es una cuestión de dos, y quizás siempre lo fue, ya que personalmente nunca consideré a Cs como un partido no ya de derechas, sino simplemente de centro derecha. Los naranjitos han comenzado su declive, y esto, a diferencia de lo ocurrido con VOX sí es un hecho, por mucho que Inés Arrimadas se empeñe en negarlo.

En definitiva tenemos un periodo bastante interesante y tenso de aquí a las elecciones generales, las cuales insisto en que creo que serán en enero de 2024. Hasta entonces no habrá nada que hacer, ni aunque el PP consiga en solitario una mayoría holgada en las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2023. Hasta entonces solo queda esperar a que la crisis económica que ya tenemos a las puertas sea lo menos traumática posible y que el tiempo pase lo suficientemente rápido para deshacernos cuanto antes de Pedro Sánchez y compañía. 

domingo, 27 de marzo de 2022

El futuro de Sánchez


A principios de este mes escribí una entrada en la que vaticinaba que quedaba Pedro Sánchez para rato como consecuencia de la división existente en la derecha y a la guerra absoluta que se estaba librando en el seno del PP y que ha acabado con la carrera política de Pablo Casado. Pues bien, hace unos días publicaban un artículo en OKdiario en donde se hablaba de la retirada del actual presidente del gobierno, destacando que el futuro de éste pasaría por una de estas dos opciones: Secretario General de la OTAN, o presidente del consejo de la UE. Como se puede apreciar estamos ante dos cargos de gran calado y relevancia internacional, lo cual me hace dudar de la veracidad de dicha noticia y de que dicha posibilidad sea barajada por los responsables tanto de la Organización Atlántica como de la Unión Europea, y menos en estos momentos de gran tensión internacional. 

Aparte del artículo ya mencionado, han salido otros desde diversos medios digitales donde se anuncia que la retirada de Sánchez es un hecho, y que no pasará de este año cuando el presidente del gobierno convoque elecciones. Los periodistas que escriben estos artículos dan a Sánchez por amortizado y creen que el actual jefe del ejecutivo no estará en Moncloa de aquí a marzo del 2023. Personalmente soy bastante escéptico con estos artículos, y aunque sí es verdad que la huelga de transportes, la inflación, la crisis energética y la guerra de Ucrania pueden ser factores que estén jugando en contra del propio Sánchez, no creo que ni aun por esas se pueda sacar a éste del gobierno.  

Hay varias razones que invitan a creer el porqué Sánchez no se va a ir. La primera es que estamos ante un personaje que ama el poder y desea a toda costa permanecer en el mismo, por lo cual su salida de forma voluntaria es bastante difícil por no decir que es casi imposible. La segunda es que Sánchez desea a toda costa agotar la legislatura, ya que aunque las grietas en el gobierno del Frente Popular son cada vez más claras, el presidente no se ve con intención alguna de adelantar unas elecciones que aunque pueden mantener a la izquierda en el poder, no lo es en cambio su permanencia en el. Ahora con Feijóo en el PP, éste podría pegarse un tiro en el pie anunciando su intención de formar gobierno con el PSOE de Sánchez si los socialistas ganan las elecciones, o podría actuar de forma algo más inteligente al vetar la continuidad del presidente del gobierno en ese ejecutivo de coalición. 

En tercer lugar, Sánchez no va a convocar elecciones antes de junio de este año, como algunos apuntan, ya que en junio de 2022 tenemos la cumbre de la OTAN en Madrid, y como es normal en él, Sánchez querrá ser el rey de la fiesta y fotografiarse hasta con el Papa si hace falta con tal de ser el protagonista del evento y la portada de todos los periódicos del día siguiente. La cuarta es que en el segundo semestre del 2023 le corresponde a España la presidencia rotatoria de la UE, algo que Sánchez tampoco va a querer perderse ni en sueños. Un ser sediento de poder no va a perder su oportunidad de ser el líder que manda en Europa, aunque desde la creación de la presidencia del consejo europeo en 2009, la presidencia rotatoria no tiene relevancia alguna, pero eso a Sánchez le da lo mismo. El presidente quiere mandar y quiere poder, cuanto más, mejor para él. 

La quinta razón es que Pedro Sánchez ya ha dejado entrever la posibilidad de convocar elecciones, no ya cuando se cumplan cuatro años del inicio de la legislatura, sino cuando haya terminado la presidencia rotatoria de la UE, es decir, en enero de 2024. Con esta decisión inédita en la historia de España, Sánchez intentaría así ir a por su tercer mandato en unas circunstancias en las que la inflación, la crisis energética o la crispación social sean ya parte del pasado. Y no hay que olvidar que según el refrán “El que resiste, gana”, con lo cual no sería de extrañar que después de todo lo vivido en esta legislatura, Sánchez no solo ganase en 2024 sino que obtuviese un resultado incluso mejor del que tiene actualmente, capaz incluso de prescindir de sus socios podemitas en la próxima legislatura. 

La sexta y última es que aunque Sánchez optase por no repetir, no hay nadie en estos momentos en el PSOE capaz de hacerle sombra al actual jefe del gobierno. Sánchez se ha ido cargando uno a uno a sus enemigos internos y externos, con lo cual ha dejado al PSOE sin alternativa alguna al propio presidente. En este escenario solo cabría una opción: Que se repitiese lo que ya sucedió con González en el año 1993 y 1996, el cual supuestamente quería abandonar Moncloa pero las circunstancias le obligaron a seguir hasta que el pueblo español lo mandó a su casa. Con Sánchez podría repetirse la jugada y no tener otra alternativa que la de presentarse, aunque esto fuese en contra de su voluntad. 

He aquí algunas de las razones por las que creo que todavía, y como ya dije a principios de este mes, queda Sánchez para rato. Por mucho que ahora se escuche sonar el río anunciando su inminente retirada. Estamos ante un personaje perverso, el cual ha matado políticamente a todos sus adversarios políticos con el fin de alcanzar primero y mantenerse después en el poder. ¿Alguien cree que después de todo esto Sánchez se va a ir tan fácilmente? Yo desde luego creo que no. Por otra parte, volviendo al artículo que he mencionado en primer lugar, me pregunto ¿Quién en su sano juicio apostaría por Sánchez como Secretario General de la OTAN o presidente del Consejo Europeo? Habría que estar enfermo para plantear a este psicópata criminal como jefe de la fuerza Atlántica o como líder de la Unión Europea. En el artículo se hablaba de la posibilidad de nombrarle líder de la Organización Atlántica de aquí a pocos meses, lo cual coincidiría con la cumbre de la OTAN en Madrid, mientras que si deciden desde el exterior nombrarle “Jefe de los Estados de la Unión Europea”, este nombramiento tendría que esperar hasta 2024, fecha en la que como ya he indicado antes, Sánchez tiene pensado convocar las próximas elecciones generales. No, de forma clara y rotunda, y por el bien de todos, no veo que ninguno de estos dos escenarios vaya a hacerse realidad. Y si de alguna forma se cumpliesen, preparémonos para el peor de los escenarios en Europa. 

En definitiva, creo que para desgracia nuestra Sánchez va a poder mantener su sillón en Moncloa durante bastante tiempo, aunque eso suponga llevarse a España por delante. Creo que como mínimo su presidencia durará hasta 2028 o 2030 con el apoyo del PP, ya que no creo que después de lo ocurrido esté dispuesto a renovar su pacto con Podemos, aunque viniendo de este personaje cualquier cosa es posible con tal de seguir saboreando las mieles del poder. De momento estamos en 2022, y quedan casi dos años de legislatura por delante. Dos años en los que pueden ocurrir muchas cosas y no precisamente buenas. Ya hemos visto la traición al Sáhara a través de los acuerdos con Marruecos, y estamos a las puertas de una posible y verdadera huelga general, la primera que se convocaría sin la autorización de UGT y CCOO. Queda pues mucho partido por delante y no sabemos lo que ocurrirá. Lo que sí es un hecho es que España continúa de forma imparable su caída como nación, y eso se lo debemos a los políticos de todos los partidos desde 1977, pero especialmente y sobre todo al mayor enemigo que ha tenido este país. Un enemigo no externo, sino interno, el cual es para nuestra desgracia el presidente de dicho país: Pedro Sánchez.