El 12 de mayo de 2010, la segunda legislatura de Zapatero saltaba por los aires cuando desde Bruselas, Berlín y Washington se le instó a ZP a llevar a cabo unos duros recortes sociales para evitar la quiebra de España, la cual era inminente. Ese día, José Luis Rodríguez Zapatero llevó al parlamento los mayores recortes sociales hasta entonces y dio un vuelco de 180º a su política económica y social; La legislatura había saltado por los aires y sólo quedaba que Zapatero firmase la convocatoria de unas nuevas elecciones generales. Ocho años después la historia se repite. No por la situación económica, sino por la situación política. Si el 12 de mayo de 2010, la economía supuso el golpe mortal para Rodríguez Zapatero, el 24 de mayo de 2018 lo supone para Rajoy en el plano de la corrupción. La sentencia del caso Gürtel, la cual condena a penas de prisión a personajes como Correa, Bárcenas y su mujer (Ojo a este dato porque puede tener consecuencias), y dictamina que el PP se financió de manera irregular desde, por lo menos, 1989, y que el jefe del gobierno mintió el año pasado en su declaración como testigo en sede judicial supone el golpe definitivo contra un Mariano Rajoy que sólo 12 horas antes había conseguido su gran objetivo personal y político; Aprobar los presupuestos generales del estado, garantizándose con ello su permanencia en el poder hasta finales de 2020. Habrá quien diga "¿A finales?, si las elecciones tocarían a mediados de ese año". Por supuesto, pero como ya ocurrió en 2015, lo más seguro es que Rajoy, para prorrogar su estancia en el poder, convocase las elecciones generales excusándose en que éstas deben de celebrarse cuando se constituye el gobierno y no cuando se cumplen los cuatro años de la última convocatoria electoral. Con la demoledora, y para mí no tan sorprendente sentencia de ayer, los planes del presidente del gobierno se han ido directamente al traste.
Hoy, 24 horas después de conocerse la sentencia que ha puesto de facto fin a la agónica legislatura que estamos viviendo, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha anunciado una moción de censura contra Mariano Rajoy para echar al PP del gobierno de España lo antes posible ante la gravedad de la situación. El propio Sánchez ha confirmado en rueda de prensa que busca un gobierno de transición, el cual según él "Devuelva la normalidad a España para convocar elecciones lo antes posible". En resumen, Sánchez se postula nuevamente como candidato a la presidencia del gobierno con el objetivo de gobernar presumiblemente hasta las elecciones autonómicas, municipales y europeas de 2019, convocando con éstas las generales y poniendo fin a la actual legislatura. Desde Podemos ya se ha anunciado el voto a favor para llevar a Sánchez a la Moncloa, mientras que desde Ciudadanos piden que sea el propio Rajoy el que dé el paso al frente y convoque elecciones generales, y sólo en caso de negarse a ello, apoyarían una moción de censura. Una moción de censura que desde Ciudadanos se exige que lleve emparejada la convocatoria inmediata de elecciones generales para votarla (Para otoño de este año, para ser más exactos). Los independentistas por su parte ya han afirmado que votarían a favor de Sánchez también, pero siempre bajo ciertas condiciones, las cuales podrían llevar emparejada la liberación de los independentistas encarcelados y puede que alguna cosa más. ¿Y el todavía jefe del ejecutivo?, ¿Dónde está y qué dice al respecto?. Rajoy ha comparecido sólo una hora después del órdago lanzado por Sánchez y desde el palacio de la Moncloa ha anunciado que no dimitirá bajo ningún concepto ni que tampoco convocará elecciones anticipadas. El líder del partido que ayer en la sentencia judicial recibió el calificativo de "Sistema institucionalizado de corrupción" ha dicho también que la moción de censura del propio Sánchez sólo responde al interés personal de éste y atenta contra los intereses generales de España.
Para empezar cabe decir que resulta sorprendente, deplorable, vergonzoso y vomitivo que sea el propio Rajoy quien hable de intereses personales. Él, que hace sólo 48 horas ha antepuesto su interés personal al interés de España al pactar con el PNV unos acuerdos que no sólo llevan emparejados más beneficios fiscales para el País Vasco sino también el acercamiento de presos etarras a las cárceles vascas, y quién sabe si algo más que todavía no ha salido a la luz. Él, que ha antepuesto su interés personal al de España para protegerse desde la presidencia del gobierno como aforado de los innumerables juicios que quedan todavía por celebrar y que algunos afectan de manera personal al propio Rajoy. Él, que ha firmado junto con el rey el nombramiento de Quim Torra como presidente de la generalitat con el único objetivo de levantar de una vez por todas el 155 light en Cataluña para que los vascos apoyasen sus presupuestos y con ellos su continuidad en el gobierno de España. Hay que ser miserable para decir semejante barbaridad. Lo dije hace unos días y lo reitero esta noche; Parafraseando a Aznar (El cual se encuentra bastante callado en las últimas horas y no está libre de ninguna sospecha en todo esto) cabe añadir la frase que éste le lanzó en su día al despreciable Zapatero y que ahora es completamente atribuible a Rajoy: "Nunca nadie hizo tanto daño en tan poco tiempo.". España está viviendo en estos momentos sucesos muy similares (Salvando las distancias, claro está) con los vividos en la última y agónica legislatura de Felipe González, donde la idea del sevillano de mantenerse a toda costa en la Moncloa y de Aznar de llegar a ella como fuese con la ayuda de los medios de comunicación supuso rozar la estabilidad del estado (Luis María Ansón dixit).
Después de todo este terremoto político cabe preguntarse; ¿Y ahora qué? Ahora habrá que esperar una semana, quién sabe si dos para que comience el debate de la moción de censura. Para que la moción prospere pueden producirse dos escenarios; Que el PSOE reciba el apoyo de Podemos y Ciudadanos, lo cual daría un resultado en la votación de 188 votos a favor (Cabe recordar que para ganar una moción de censura se necesita sí o sí la mayoría absoluta del congreso de los diputados), o bien que el PSOE reciba el apoyo de Podemos, ERC y el PDeCat, lo cual daría un resultado de 173 diputados, por lo que haría falta tres votos más para conseguir la mayoría absoluta. Una mayoría que algunos ven posible sólo por parte del PNV, el socio de Rajoy al que hace sólo 48 horas le ha aprobado el presupuesto. Todos sabemos que el PNV es un socio de no fiar, y que lo mismo hoy te abraza que mañana te apuñala por la espalda, pero ¿Serán tan veletas de apoyar a un gobierno presidido por Pedro Sánchez menos de tres semanas después de haber apoyado los presupuestos, y con ende, la continuidad del PP de Rajoy en el gobierno? Por supuesto hay que decir que las cosas han cambiado completamente desde el miércoles hasta el jueves, pero no por ello dejaría de ser chocante que los vascos se cambiasen de chaqueta a una velocidad tan atroz. Ante todo esto debo añadir; ¿Qué creo yo que va a ocurrir? Creo que Pedro Sánchez puede obtener un amplio respaldo, pero no llegará a los 176 diputados. ¿Por qué? Porque como acabo de decir, creo que un cambio de voto tan precipitado por parte del PNV desde el PP hacia el PSOE es algo inmaginable, y porque creo que en lo que respecta a Ciudadanos, Rivera no desea un cambio de gobierno para sacar a Rajoy de la Moncloa y encumbrar a Sánchez. Rivera desea y necesita ahora más que nunca unas elecciones generales en las cuales su partido obtenga unos resultados dignos que le permitan llegar a la Moncloa cuanto antes. Esa es la hoja de ruta diseñada y no hay más que hablar. Desde el establishment se ha dictado sentencia mucho antes que la destructiva sentencia judicial de Gürtel; Es Rivera y no Sánchez quien debe liderar el postmarianismo en la nueva España que está por venir.
Por ese motivo desde hace unas horas, Pedro Sánchez está siendo carne de cañón por parte de los medios de comunicación. Hasta hace sólo unas horas diversos medios hablaban de la necesidad urgente de una moción de censura para expulsar a Rajoy de la Moncloa y convocar elecciones de manera inmediata, pero desde el mismo momento en que el propio Sánchez ha dejado clara su idea de gobernar unos meses antes de la celebración de esos comicios, los propios medios han echado por tierra esta medida, aludiendo a que el líder del PSOE se ha echado a los brazos de Pablo Iglesias y del independentismo catalán. La moción de censura sólo es viable pues para tender la alfombra roja al elegido, pero no para que otro usurpe su lugar (Aunque sólo sean unos meses o un año). Este y no otro es el motivo por el que la moción de censura ha sido rechazada de manera tajante por aquellos que hace sólo unas horas pedían a los partidos de la oposición que tomasen las medidas oportunas para echar al líder del PP y a su partido del gobierno de nuestro país. Eso no exime que Pedro Sánchez también ha pecado de triunfalismo a la hora de presentar la moción esta mañana, ya que si éste quiere verdaderamente ganar la votación, lo que debería de haber presentado era una propuesta de elecciones inmediatas, lo cual le hubiese valido para que a esta hora tanto Podemos como Ciudadanos anunciasen su apoyo a dicha candidatura. Es verdad que esa es la opción que defiende el establishment, como ya he dicho ahora mismo, pero aquí me hago yo una reflexión personal sobre Sánchez que no llego a entender. Ya que aquí está visto y comprobado que todos buscan la silla de la Moncloa a cualquier precio, ¿No sería mejor para Sánchez ser presidente aunque sólo sean unos meses que no serlo por querer serlo un año? Comprendo que para Sánchez esta es quizás la única ocasión que tendrá para ser presidente, puesto que después de las próximas elecciones el Partido Socialista Obrero Español quedará en tercer lugar, pero ello no le exime tampoco de comportarse con un poco de madurez y mirar por el interés general de España, que eso y no otra cosa es lo que le ha llevado en teoría a él a presentar esta moción de censura.
Pues bien, volviendo a la comparecencia de esta mañana, Sánchez a afirmado que gobernará provisionalmente hasta la convocatoria de unas nuevas elecciones que transcurrirían una vez que se calmase el escenario político nacional. A todo esto hay que añadir que la idea de Sánchez de no cerrarle las puertas a los independentistas hace que algunos vean con más rechazo que aceptación esta moción de censura, la cual es y ya lo dije hace unas semanas, más necesaria ahora que nunca por el bien de España. Ahora bien, ¿Qué puede ofrecerle Pedro Sánchez a los independentistas si alcanza la mayoría absoluta para ser investido? Probablemente lo veríamos dentro de unas semanas o meses, pero sin lugar no sería nada bueno en favor de la integridad territorial de España. Sánchez tendría que devolverles a los independentistas el voto a favor en su moción de censura, lo cual se traduciría indudablemente en una serie de concesiones que estarían por ver qué grado alcanzarían. Personalmente creo que la opción más favorable para el país es la moción de censura con la disolución inmediata del gobierno salido de ella. Tendríamos la mala fortuna de ir a unos comicios donde con toda probabilidad, los veletas de Ciudadanos y Albert Rivera alcanzarían la Moncloa para desgracia nuestra, pero nos salvaríamos de un gobierno en el que los independentistas tendrían parte del control en el gobierno de España y nos salvaríamos de una vez por todas de este gobierno traidor y corrupto del PP de Rajoy.
Y cabe terminar hablando del responsable de todo este embrollo; Mariano Rajoy Brey. Un tipo el cual no me atrevería a decir todavía que es un cadáver político, puesto que muchas veces hemos dado por muerto políticamente a Rajoy cuando luego a resucitado para sorpresa de todos. No sé si estamos ante su final político (Como ex votante suyo espero que sí), pero de lo que estoy seguro es de que estamos ante un punto y aparte en su carrera política. No estamos en verano de 2013, donde la mayoría absoluta del PP impidió que Rajoy dimitiera tras conocerse los papeles de Bárcenas en losque se le inculpaba directamente del cobro de los sobresueldos ilegales. La situación ha cambiado y la estancia de Rajoy en la Moncloa pende de un hilo. Lo ocurrido ayer ha hecho que Ciudadanos ponga el rumbo directo a la Moncloa exigiendo elecciones antes de que termine el año y al PSOE a través de la moción de censura. El problema radica en que aunque lo ocurrido ayer es de una enorme gravedad, la cual debería de tener consecuencias políticas al más alto nivel, no debemos olvidar que estamos hablando de Mariano Rajoy. Un tipo que ha salido indemne de todos los reveses que se ha visto inmerso. ¿Por qué ahora debería de caer?, ¿Quién nos dice a nosotros que no se repetirá lo ocurrido en 2016 con las fuerzas de la oposición y finalmente la inacción de Rajoy le llevará nuevamente a salir victorioso de todo esto por muy difícil que nos parezca en estos instantes? Es verdad que la situación es grave, y es verdad que la sentencia y las condenas, en especial la de Rosalía Iglesias (Mujer de Luis Bárcenas) pueden suponer que el ex tesorero y ex senador del PP ataque con los famosos y comprometedores vídeos en los que se vería supuestamente a Rajoy recibiendo un sobresueldo y triturando la contabilidad B del PP, pero debo insistir en que estamos ante un tipo que se crece en estos momentos y que ya ha anunciado que sólo se irá del poder si lo echan, nunca por voluntad propia. Cabe recordar que ese mismo pretexto lo utilizó Felipe González en los 90 y finalmente se cumplió, aunque el entonces presidente del gobierno por lo menos tuvo el "detalle" de adelantar las elecciones generales a marzo de 1996. Rajoy seguramente no hará ni eso. No, Rajoy, por muy sorprendente que nos parezca, puede lograr que esto acabe en nada y él continúe hasta 2020. El problema está en que él puede esperar, aguantar y conseguir llegar hasta 2020, pero España no.
En resumen, estamos ante una situación excepcional en la que yo como ex votante del PP pero sobre todo como español espero y deseo que acabe con la salida inmediata del poder de este gobierno miserable, el cual ha traicionado gravemente a España con su inmovilismo y la ha dejado en ridículo y humillada en Europa ante el desafío independentista catalán. Nunca se debió llegar a esta situación. Mariano Rajoy debió haber dimitido en agosto de 2013 cuando se conocieron los famosos SMS de apoyo a Bárcenas, pero la arrogancia de un tipo que confundió mayoría absoluta con absolutismo nos ha llevado a este gravísimo escenario. La alternativa no es mejor con esta izquierda traidora. Si Pedro Sánchez finalmente consigue la mayoría absoluta, que insisto, no creo que lo consiga aunque nunca se sabe qué puede ocurrir, lo hará casi con toda probabilidad con el apoyo de los independentistas (Algo que no sería nada nuevo por otra parte, ya que la actual presidenta del congreso de los diputados, la popular Ana Pastor, fue elegida en parte con los votos de los independentistas del PDeCat), lo cual dejará a nuestro país en una situación peor que la actual, que ya es bastante grave e irreversible, pero de eso nos tendremos que ocupar en su momento. Ahora lo importante es echar del gobierno a Rajoy y a este PP que ahora sí es oficialmente un partido donde la corrupción estaba institucionalizada. Ya habrá tiempo de echar a Sánchez y al PSOE en los próximos meses si la moción de censura triunfa. Roma no paga a traidores, y España tampoco, pero poco a poco. Ahora le toca el turno al gallego que lidera esta organización corrupta llamada Partido Popular, luego ya nos tocará echar a aquél que con el apoyo de independentistas podría llegar a ocupar el sillón de la Moncloa. España por desgracia ya no tiene salvación alguna, pero por lo menos los españoles tendremos la ocasión y la satisfacción de echar uno por uno a todos aquellos que la han traicionado, humillado y maltratado hasta acabar con ella.
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