Siempre me ha dado coraje el hecho de escuchar en los políticos la frase "Las reglas del juego democrático", ya que se daba a entender por parte de éstos que la política no es más que un juego, un tablero de ajedrez donde hay que saber muy bien cómo mover las piezas y ganar la partida. Con la puesta en escena de una serie que ha todos nos ha conquistado, la frase anteriormente citada confirma rotundamente esta teoría; la política es un juego de ajedrez, y un juego donde el más maquiavelo es el que tiene todas las papeletas para ganar. De eso trata la que para mí es la mejor serie que relata la Ciencia Política. Hablo por supuesto de Juego de Tronos.
Hay quienes dicen que esta serie no es más que pura fantasía donde sólo aparecen dragones y muertos vivientes. Nada más lejos de la realidad. He visto series políticas en las que los presidentes y sus gobiernos eran personas honradas y ejemplares cuyo único propósito es el bienestar y el progreso de su nación. Eso sí que es pura fantasía además de ciencia ficción. Juego de Tronos por el contrario es una serie que tiene una parte de fantasía, es cierto, pero la mayor parte de ésta se basa en el realismo cotidiano que todos observamos día sí y día también. Juego de Tronos es la respuesta a todos los interrogantes sobre el poder y la autoridad: ¿Qué es el poder?, ¿Cómo funciona? Y sobre todo, ¿Cómo ganarlo? Los personajes de la novela que creó en 1996 George R. R. Martin están perfectamente situados en su posición de juego político y reúnen cada uno un perfil psicológico que responde al comportamiento del ser humano a la hora de relacionarse con el poder y conquistarlo.
El mejor ejemplo de lo que sucede en la política si quieres ir de legal lo encontramos en Ned Stark, cuya gestión como Mano del Rey (Una especie de presidente del gobierno) tras ser nombrado por su viejo amigo y compañero de guerras, el rey Robert Baratheon, lo lleva irremediablemente a su caída. Esta es sólo una de las lecciones que Juego de Tronos nos enseña; si ejerces el poder con honorabilidad, tu cabeza será la primera en caer... otro ejemplo, en este caso sobre la mano de hierro que se ejerce en la política lo tenemos en Tywin Lannister; un tipo odiado por muchos y temido por otros debido a su dureza y a su principio inquebrantable de anteponer el buen nombre de su familia y la estabilidad de los Siete Reinos por encima de todo. La hija de Tywin, Cersei Lannister es la prueba de cómo a través del maquiavelismo y la venganza no sólo se obtiene el poder sino que se conserva aún en los peores momentos. Juego de Tronos es eso, la lucha incesante hacia el poder cuyo camino está lleno de traiciones, asesinatos, torturas, estrategias, conspiraciones, intrigas...
En la serie no falta la revolución y el populismo. El papel que juega Daenerys Targaryen, hija del "Rey loco", es una prueba de cómo a través de la demagogia se intenta alcanzar el poder. Daenerys es una muchacha que reúne muchos títulos a lo largo de su camino por ocupar el Trono de Hierro; "Khaleesi, la que no arde, rompedora de cadenas, madre de dragones..." pero a la hora de gobernar su pueblo es una auténtica inútil, lo que demuestra que por muchos aliados y por muchos títulos que se obtenga no quiere decir con esto que su capacidad para gobernar sea positiva. Hacer una revolución para recuperar el poder no quiere decir que una vez que se haya obtenido ese poder el gobernante actúe de manera justa. Es por ello por lo que creo y espero que Daenerys Targaryen no es la persona que acabará ocupando el Trono de Hierro, puesto que aún estando capacitada para hacer una revolución, no lo está en cambio para gobernar, como ya se está viendo.
A diferencia de Daenerys hay otros personajes que sí saben desenvolverse dentro del poder, como son Tyrion Lannister, (Hermano de Cersei e hijo de Tywin), Petyr Baelish, más conocido como "Meñique", y Varys, conocido por el apodo de "La Araña". Tanto Baelish como Varys fueron en su momento miembros del Consejo Privado (Una especie de Consejo de ministros dirigido por el monarca o por la Mano del Rey) pero han sabido adaptarse a las circunstancias de forma que ahora se enfrentan contra aquellos a los que en su día sirvieron desde los más altos cargos. Baelish y Varys son la prueba de que en política hay que saber manejarse muy bien y mover de una forma ágil las piezas del tablero para seguir jugando con el fin de ganar la partida a sus adversarios. Tyrion por el contrario representa la infravaloración en la serie y en la política. Su padre y su hermana lo odian y lo desprecian por ser enano, sin embargo Tyrion es el único con la inteligencia suficiente de poder vislumbrar las consecuencias tanto positivas como negativas de las decisiones que toman sus familiares. Por estas razones y por otras más personales se convierte contra todo pronóstico en el más importante aliado de la principal casa enemiga de los Lannister; los Targaryen. Este hecho se produce cuando Daenerys lo nombra Mano de la Reina. Tyrion es con ello la prueba de que no se debe infravalorar a nadie por las apariencias, no sólo en la política sino en la vida, ya que la inteligencia y la estrategia se puede encontrar en cualquiera, incluso en aquél a quién siempre has despreciado, humillado e infravalorado.
También el hermano de Tyrion y Cersei, Jaime Lannister, es un fiel reflejo de cómo detrás de un tipo que está marcado por el deshonor y la traición, hay una razón de peso por la que actúa de manera desleal contra el llamado "Rey loco" al asesinarlo. Cuando Jaime explica en una conversación privada con la guerrera Brienne de Thar sus motivos para actuar de ese modo, uno comprende que hasta el que en ese momento consideras un villano tiene razones más que justificadas para llevar a cabo una acción de ese calibre aunque ello suponga el rechazo de un pueblo que nunca sabrá cuánto debe de agradecerle a quien en los Siete Reinos se le llama de manera despectiva e injusta "El Matarreyes". Jaime y Cersei además de ser hermanos son amantes, fruto de esta relación tienen tres hijos de los cuales dos serán Reyes de los Siete Reinos: Joffrey y Tommen. El primero gobernará de manera tiránica mientras que el hermano menor será un simple monigote a manos de su madre, su esposa, su abuelo Tywin, y por último del líder de una secta religiosa muy influyente. Es en este aspecto en el que la serie trata de una manera muy inteligente la relación de poder entre la política y la religión y las causas de esta portentosa y peligrosa fusión.
Por último quiero centrarme en el personaje que muchos consideran debería ser el futuro ocupante del Trono de Hierro; Jon Nieve. Al igual que con su tío Ned Stark, con Jon también se nos da una lección de cuál es el precio a pagar cuando la honorabilidad, la lealtad y la defensa de tus principios chocan con aquellos que defienden que tus nobles acciones suponen una traición para la institución que tú representas. Es el precio que tiene que pagar Jon cuando en una alianza con sus hasta entonces principales enemigos, los salvajes, éstos cruzan el muro para luchar junto a los Guardianes de la Noche contra los Caminantes Blancos. El precio que paga Jon Nieve es alto, aunque posteriormente y gracias a la intervención de la sacerdotisa Melisandre, Jon consigue salvarse, pudiendo actuar posteriormente contra aquellos que él mismo confiaba y que le habían traicionado. Una vez que abandona su puesto en la Guardia de la Noche, Jon es nombrado tras una serie de sucesos y contra todo pronóstico Rey en el Norte. Este hecho además de la confirmación de que es un Targaryen confirma la teoría apoyada por muchos de que él es el auténtico y futuro Rey de los Siete Reinos. Al igual que su tío, Jon también es víctima de su propia honorabilidad, aunque éste tiene aún una última oportunidad que puede llevarle a ocupar el Trono de Hierro en Desembarco del Rey, algo que personalmente me choca bastante, ya que Jon es un tipo leal a sus principios, e independientemente de cuál sea su final, en Juego de Tronos hay una lección segura; Aquél que es honrado no ocupará el poder, y si lo ocupa será por poco tiempo.
Para terminar debo decir que si algo ha demostrado Juego de Tronos es que el poder corrompe, y por obtenerlo y mantenerlo, el ser humano es capaz de realizar la mayor de las barbaries posibles. La misma Cersei se lo dice a Ned Stark poco antes de la muerte del rey Robert y la posterior caída del propio Ned; "En Juego de Tronos o ganas o mueres", más claro, imposible. Juego de Tronos es Ciencia Política pura y dura, y durante siete temporadas lleva enseñándonos los entresijos de la política y el poder. Un poder que al igual que en el mundo cotidiano resulta demasiado apetitoso y conlleva a convertirse en un juguete por el que todos los adultos se pelean por obtener. Esa pelea es la que los políticos denominan "Las reglas del juego democrático", y que supone a fin de cuentas el juego sucio y mezquino de la política, o lo que es lo mismo, el juego de tronos...
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