lunes, 7 de marzo de 2016

Doce años del principio del fin

Hace unos días escribí un artículo sobre el vigésimo aniversario de la llegada de Aznar a la Moncloa. Dentro de una semana se producirá el duodécimo aniversario de la salida del mismo del gobierno y la llegada de Zapatero al ejecutivo tras la masacre terrorista perpetrada en Madrid el jueves 11 de marzo de 2004. Una llegada que determinó un cambio brusco en la historia de España producido bajo unas circunstancias gravísimas y en el que sin el magnicidio de por medio no se habría producido jamás el cambio político de la mano de José Luis Rodríguez Zapatero, el cuál es el responsable directo de gran parte de los problemas que hoy en día padece la sociedad española en muchísimos aspectos.

En agosto de 2003 José María Aznar anuncia que Mariano Rajoy será su sucesor y el próximo candidato a la presidencia del gobierno por el PP, Zapatero lo será por el PSOE. Todas las encuestas indican que aunque el apoyo de los españoles al Partido Popular ha caído por la decisión de Aznar de apoyar la guerra de Irak, el partido conservador volverá a ganar las elecciones aunque con una mayoría más reducida que la obtenida en el año 2000. El día 07 de marzo las encuestas electorales confirman la victoria de Rajoy frente a Zapatero y la continuidad del PP en el gobierno. El escenario político se desarrolla con normalidad y la hoja de ruta de Aznar sigue su curso. La aparición del atentado a tres días de las elecciones generales cambia por completo la campaña electoral que es suspendida de inmediato. El gobierno se apresura y confirma que la autora del atentado es "sin lugar a dudas" la banda terrorista ETA, dicha confirmación va unida a una serie de presiones por parte del gobierno español a medios de comunicación e instituciones internacionales en que apoyasen su versión. Mientras que el PP y el PSOE se lanzan acusaciones mutuas sobre quién es la autora del atentado, si ETA (Hipótesis defendida por el gobierno y el PP), o Al Qaeda (Hipótesis defendida por el PSOE), la tensión social aumenta por momentos con la manifestación convocada por el gobierno para el día 12, donde la población insulta y arremete contra el ejecutivo, llegando incluso a intentar agredir a algunos miembros del PP, y haciéndolos a todos éstos corresponsables del atentado por su política de defensa donde España actúa como aliado junto con EEUU en la guerra de Irak, y encuentra su punto álgido el día 13, jornada de reflexión, donde una marea humana se acercó y rodeó la sede del PP en la calle Génova mediante convocatorías por SMS que a día de hoy no se saben aún su procedencia, para protestar contra el gobierno de Aznar y la "manipulación" con la que éstos estaban gestionando el atentado al no reconocer como artífices del mismo a Al Qaeda debido al apoyo de España a EEUU en la guerra de irak. Posteriormente sale en rueda de prensa Mariano Rajoy para anunciar el "acoso antidemocrático" al que está siendo sometido su partido en esos instantes y para pedir el cese de esa "manifestación ilegal", más tarde es el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba el que rompe por completo las normas democráticas al arremeter contra el gobierno en plena jornada de reflexión y afirmar que "Los españoles se merecen un gobierno que no les mienta". Al día siguiente los ciudadanos acuden a votar en una jornada electoral sin precedentes marcada por el pánico, la tensión,  la incertidumbre, y la indignación. Contra todo pronóstico los ciudadanos castigan de manera severa al PP, que pierde más de 30 escaños y se va a la oposición, y llevan al gobierno de España al PSOE de Zapatero, que gana las elecciones generales.

Esto es un resumen de lo acontecido esos trágicos e históricos días que cambiaron para siempre la historia de España y la de todos los españoles. A partir de entonces y con la llegada de Zapatero a la Moncloa se produce una serie de políticas con respecto al terrorismo etarra y el trato especial a Cataluña que serán el origen de las circunstancias que estamos viviendo actualmente tanto en el País Vasco como en la región catalana. Todo esto gracias al pésimo mandato del expresidente Zapatero el cuál era un tipo sin preparación alguna que debido al atentado del 11-M y la gestión de Aznar con el mismo ganó unas elecciones que tenía perdidas de antemano. Es bastante probable que tanto la gestión de Zapatero como la de Rajoy sean consideradas en un futuro las peores de la historia de España en mucho tiempo, ya que gracias al inicio de las políticas del socialista y a la continuación de muchas de ellas por parte de su sucesor, este país ha llegado a una situación constitucional gravísima de la cuál no tiene solución posible. Es posible que viendo la actuación que ha llevado el político gallego en estos años, España hubiese estado tan perdida tanto con Zapatero al frente del país en 2004 como con Rajoy. Lo único que pudo variar en el sentido político si el atentado no se hubiese producido sería que el pontevedrés hubiese sido presidente del gobierno siete años y medio antes, y el político castellanoleonés posiblemente no hubiese llegado jamás a la Moncloa. Aún así y aunque mis críticas se centran sobre todo en el vallisoletano y el actual presidente del gobierno en funciones, no está exento de ellas el expresidente Aznar, el cuál fue también gran responsable de las circunstancias que se vivieron en esos días debido al atentado y de las consecuencias que este hecho ha traido a la política y a la sociedad española hasta el día de hoy. Su reacción fría, mezquina y repugnante hacia las víctimas del atentado y hacia la sociedad española en su conjunto ante la matanza perpetrada en Madrid, su insistencia en ocultar la implicación de Al Qaeda en el magnicidio, su irresponsable comportamiento de la gestión del mismo llevando con ello al poder al irresponsable de Zapatero, y su decisión personal de nombrar como su sucesor a un tipo tan frío y corrupto como él llamado Mariano Rajoy le hacen corresponsable también de los problemas que acontecieron desde entonces hasta ahora a este país.

Como dato bastante curioso y aunque ya dediqué un artículo íntegro sobre ello en octubre del año pasado, vuelvo a hacer referencia a este tema aunque de una manera mucho más resumida: El caso Zapatero-Rajoy supone un caso parecido, salvando las distancias eso sí, con el caso Kennedy-Nixon. Como ya dije entonces, Nixon y Rajoy, con 48 años cada uno, perdieron unas elecciones que tenían practicamente ganadas y que perdieron contra todo pronóstico a última hora frente a unos adversarios políticos, Kennedy y Zapatero, que tenían la misma edad cuando se produjeron estos hechos; 43 años ambos. Kennedy fue asesinado mientras que Zapatero tras su deplorable presidencia dejó el poder a un Rajoy que al igual que Nixon consiguieron llegar a gobernar ocho años después de sus primeros fracasos electorales y con la misma edad cada uno; 56 años, y aunque creo que Rajoy seguirá de presidente, es bastante probable que también deje la presidencia con la misma edad que la dejó Nixon; 61 años, y ambos por cuestiones de corrupción en las que están involucrados personalmente. También desde el inicio de la presidencia de Kennedy hasta el final de la presidencia de Nixon con el caso del asesinato de JFK, las teorías de la conspiración de este crimen, la guerra de Vietnam y el caso Watergate como puntos culminantes, EEUU vivió uno de sus períodos más controvertidos tanto socialmente, como políticamente, como constitucionalmente, al igual que lleva pasando desde el 11 de marzo de 2004 en España hasta la crisis constitucional actual, pasando por la corrupción institucionalizada con el caso Bárcenas, Noos, los ERES, los procesos de independencia tanto en Cataluña como en el País Vasco, etc... la historia de manera sorprendente y enigmática vuelve a repetirse en el otro extremo del Atlántico más de 40 años después.

Volviendo al trágico y escalofriante crimen del 11-M, doce años después se sigue sin saber quiénes fueron realmente los asesinos de cerca de 200 personas. Las investigaciones policiales y judiciales nunca fueron lo suficientemente claras, las sentencias del juez contra los acusados, así como el propio juicio, dejaron muchísimo que desear, y las sospechas de que nunca se han dicho los verdaderos culpables de esta carnicería hacen suponer que los criminales que acabaron con la vida de más de medio centenar de españoles andan como dijo el impresentable José María Aznar "Ni por desiertos muy remotos ni por montañas muy lejanas". Con declaraciones como estas cabe preguntarse; ¿Qué saben los políticos que ignoramos el resto de la población y que se nos ha ocultado durante todos estos años?, ¿Por qué los sucesivos gobiernos de Zapatero y de Rajoy, e incluso el de Aznar, no han querido averiguar más sobre el 11-M y han pasado página a este grávisimo asunto faltándole con ello el respeto a las víctimas del terrorismo?, ¿Por qué el gobierno en funciones de Aznar ordenó la destrucción de los trenes bombardeados y por qué estaba empecinado en que tanto en España como en el exterior se hablase de ETA y no de Al Qaeda como perpetradores del atentado?, ¿Y cómo consiguió la cadena SER la información de que había terroristas suicidas dentro de los trenes que estallaron?. Con todos estos interrogantes se sigue haciendo uno la misma pregunta doce años después desde aquella desgracia; ¿QUIÉN HA SIDO?.

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