sábado, 16 de marzo de 2024

La cabeza del rey Don Pedro


En Sevilla tenemos una calle en pleno casco histórico que se llama "Cabeza del rey Don Pedro". Este nombre viene dado por una curiosa leyenda situada en el centro de la ciudad durante el reinado de Pedro I "el justiciero". Según cuenta la leyenda, el rey Don Pedro retó a un duelo a un reconocido noble, el cual era enemigo suyo, teniendo lugar dicha lucha en una calle del casco histórico a plena noche. Pedro I dio muerte a su contrincante, pero he aquí que una señora que vivía en esa misma calle se asomó para ver lo que sucedía. Ésta, tras ver lo ocurrido se lo contó a un conocido suyo.

Mientras tanto, el asesinato se supo de forma inminente entre los sevillanos, llegando a oídos del padre del asesinado, el cual le pidió explicaciones al rey. El monarca, al recibirlo en audiencia, le prometió que si descubría al asesino de su hijo mandaría colgar su cabeza en un nicho en el mismo lugar del asesinato. El rey, creyendo sobradamente que la cosa no iba a llevar a ningún lado, emitió un dictamen en el que ofrecía una recompensa al que encontrase al individuo que había asesinado al noble. De esta forma el individuo que había escuchado a través de la señora el relato del duelo se personó en palacio y solicitó audiencia ante el rey. Cuando Don Pedro lo recibió y le pidió el nombre, el individuo pidió al rey que lo acompañase y lo llevó ante un espejo.

Cuando el sujeto le dijo al monarca, una vez ubicado éste frente al espejo, que ése que se veía reflejado en el espejo era el asesino, el rey le reconoció la verdad y le dio su recompensa, no sin antes amenazar al sujeto con ser ahorcado por si éste se iba de la lengua y confesaba públicamente quién había sido el autor. Tras llegar a oídos que se había encontrado al asesino, el padre de la víctima exigió al rey Don Pedro que cumpliese su palabra de exponer la cabeza del asesino. El rey accedió y ordenó exponer la cabeza del culpable en el lugar del asesinato; eso sí, metida en un cajón y guardada entre rejas para que nadie pudiese abrirla. Años más tarde el rey Don Pedro murió y cuando tiempo después se decidió abrir el cajón para saber quién era finalmente el asesino del noble, el personal se encontró con una cabeza de piedra del propio Don Pedro.

Esa cabeza de piedra a día de hoy sigue expuesta en la calle sevillana donde sucedió el asesinato y que ahora tiene el nombre de "Cabeza del rey Don Pedro". Una historia bastante curiosa que demuestra cómo un gobernante vacila a todo el mundo burlando la ley y jugando con las promesas realizadas. Esa fue la historia del rey Don Pedro y algo parecido sucede en pleno 2024 con el actual presidente del gobierno y tocayo del célebre monarca, Pedro Sánchez. Un tipo que de igual forma burla la ley y juega con sus promesas y cuya cabeza política parece estar en estos momentos más en peligro que nunca, a tenor de las circunstancias que estamos viviendo en las últimas semanas, y sobre todo, en los últimos días.

Y es que con las informaciones aparecidas recientemente se confirma que la situación que vive España se agrava por momentos. Tras los inumerables casos de corrupción que afectan al PSOE y que ya alcanzan, como dije en mi última entrada, directamente al propio entorno familiar de Pedro Sánchez a través de su mujer, Begoña Gómez, la situación se ha complicado aun más cuando hoy se ha hecho público que, antes del rescate que aprobó el gobierno de la aerolínea, Air Europa le ofreció a la esposa del presidente del gobierno 40.000 euros anuales, aparte de 15.000 euros en transportes de primera clase para ella y el equipo de la fundación de la que la propia Begoña Gómez era directora. 

Una noticia que pone entre la espada y la pared al propio Sánchez y señora, y que como se puede ver, las informaciones hasta ahora aparecidas sobre el caso de Air Europa parece que solo son el principio de algo mucho más grave que amenaza con llevarse por delante al propio presidente del gobierno. Pero aquí no acaban los problemas para Pedro Sánchez, ya que el pasado miércoles el Parlamento catalán rechazó los presupuestos de la Generalitat catalana, lo que ha llevado al presidente Pere Aragonés ha convocar elecciones anticipadas en Cataluña el próximo 12 de mayo.

Y es que siguiendo lo establecido en la Ley de Murphy, de la cual soy un defensor acérrimo, cuando las cosas parecen no poder empeorar más, acaban empeorando. Por si no tuviésemos bastante con la situación de corrupción institucionalizada que vive España con el gobierno del PSOE, la inestabilidad nacional se fragiliza aun más con esta nueva convocatoria electoral que tendrá lugar dentro de un par de meses (antes del 12 de mayo deben de votar los vascos en las elecciones regionales que ha convocado Urkullu para el 21 de abril). Una convocatoria electoral que será a cara de perro entre los independentistas y que se producirá cuando el trámite parlamentario sobre la Ley de Amnistía esté casi finalizando (si es que acaba por aprobarse definitivamente). 

Tal va a ser el escenario a cara de perro entre los independentistas que hoy se ha publicado que el propio Puigdemont quiere ser candidato a la generalitat y venir a España, con el objetivo de ser detenido y reventar la campaña electoral. Algo que personalmente no creo que suceda, ya que no veo a Puigdemont pegándose un Froilán (un tiro en el pie) y regresando a España antes de que la amnistía entre en vigor, ya que hasta última hora no se sabe lo que puede ocurrir, incluso cuando la amnistía estuviese ya aprobada, sancionada por el rey y publicada en el BOE.

Pero los comicios en Cataluña también han tenido ya su primera repercusión en toda España: el propio presidente Sánchez ha anunciado que debido a la convocatoria electoral catalana, el gobierno renuncia a presentar los Presupuestos Generales del Estado para este año y comienza a preparar ya los de 2025. Sinceramente debo confesar que nunca había visto nada tan repugnante e irresponsable a la vez. Es decir, si el Parlamento catalán rechaza los presupuestos catalanes, quien se queda sin presupuestos finalmente es el conjunto de España. Y todo porque el gobierno, incumpliendo gravemente su obligación establecida en la Constitución y en la Ley del Gobierno 50/1997, renuncia a presentar unos presupuestos estatales por el mero hecho de que no le conviene personalmente al presidente del gobierno, ya que probablemente los independentistas tumbarían los presupuestos y Sánchez se vería abocado a convocar elecciones anticipadas este mismo año. Surrealista.

Pero en lo que no parece haber caído Sánchez (o a lo mejor sí) es que si por H o por B la situación en Cataluña se vuelve insostenible y los catalanes se ven obligados a ir a las urnas de nuevo en 2025, ¿Prorrogará Sánchez los presupuestos del 2023 también en el año 2025? y si hay elecciones de nuevo en 2026, ¿Los prorrogará hasta el año 2027, o mejor aún, hasta el 2028? Sánchez pasa ya absolutamente de todo y de todos, y se conforma con seguir como presidente de un gobierno prácticamente en funciones, el cual no puede aprobar los presupuestos. Pero eso al jefe del gobierno le dá exáctamente igual. Él lo que quiere es seguir como presidente, aunque sea en funciones. Su único objetivo sigue siendo permanecer en el poder y dormir en la Moncloa, aunque esto deje al país sin nuevos presupuestos sine die. Insisto, esto es una tomadura de pelo constante a la población; y lo gracioso (si es que se puede utilizar este término en estas circunstancias) es que al personal le es practicamente indiferente. Como digo una y otra vez, nos merecemos todo lo que nos pase como sociedad.

Pero lo peor no es que el gobierno pase sin más de elaborar los presupuestos, lo cual es ya bastante grave; lo peor es que la oposición se quede de brazos cruzados mientras el gobierno se niega a llevar a las Cortes una Ley Orgánica cuya elaboración y posterior tramitación parlamentaria es de obligado cumplimiento, como son los presupuestos estatales. Pero eso a la oposición también le dá exáctamente igual, ya que todos los partidos son el mismo estiercol pero con diferentes nombres, y en lo último en lo que piensan son en los intereses generales del país y en el cumplimiento de la Ley. Y cuando me refiero a todos digo a todos. Que nadie se crea que aquí hay algún partido, con representación parlamentaria o sin ella, nuevo o viejo, que tiene la solución para acabar con toda la mierda que llevamos cosechada. Esto no lo soluciona nadie, por mucho que algunos crean que con el pasivo Feijóo o con Abascal la situación mejorará. Y si alguien lo sigue creyendo después de lo ocurrido tras el 23-J es que no tiene ni puñetera idea del país en el que vive.

En lo que respecta a Sánchez, y dejando a un lado su situación personal por el escándalo que salpica a su mujer, la situación parece complicársele por momentos. Tiene ahora mismo tres citas electorales de aquí a junio: las del 21 de abril en el País Vasco, las del 12 de mayo en Cataluña y las del 9 de junio para el Parlamento Europeo. Tres comicios electorales ininterrumpidos (y que quede ahí la cosa, no vayamos a tener elecciones en otra comunidad autónoma, o incluso a nivel nacional, y acabemos en un proceso continuo de elecciones de aquí a finales de año). Aunque en la España ingobernable e inestable de Sánchez, todo es posible. El presidente del gobierno está en estos momentos en la cuerda floja tras este inesperado revés producido desde Barcelona.

Por si no tenía poco con las elecciones vascas (en las cuales tendrá que elegir si opta por pactar con Bildu o con el PNV) y con las elecciones europeas (donde se vaticina un batacazo electoral del PSOE a nivel nacional), las elecciones en Cataluña ponen al jefe del gobierno aun más contra las cuerdas y pone en jaque la legislatura. Y es que Sánchez lo tiene bastante crudo, ya que si el PSOE opta por Bildu o el PNV tras las elecciones del 21 de abril, el partido que quede repudiado puede retirarle su apoyo (o no). Y lo mismo sucede con Cataluña, ya que si el PSC decide apoyar a Junts o a ERC tras los comicios, el partido que quede fuera puede, como venganza, mandar la legislatura, y con ello a Sánchez, a paseo.
 
Por no hablar de lo que puede ocurrir si finalmente Puigdemont regresa a España y acaba siendo el candidato de Junts a la Generalitat, como hoy se ha filtrado a la prensa. Si esto se produce y, con independencia de que sea detenido al cruzar la frontera, Puigdemont acaba siendo reelegido presidente de la Generalitat, el pescado ya estaría servido. El regreso de Puigdemont a España (si finalmente la amnistía se aprueba), y su vuelta al gobierno catalán después de casi siete años provocaría con ello el retorno al escenario del año 2017. Un escenario, el de la unilateralidad, en el que el propio Puigdemont ha afirmado en público que hay que volver a poner en marcha cuando la amnistía entre en vigor.

El procés volvería al punto de inicio de hace siete años, pero esta vez con la ley amparando a los separatistas y sin que la Justicia pudiese hacer nada para frenar a los independentistas si éstos declaran nuevamente la independencia y la hacen efectiva. La situación pues parece que es cuestión de meses que explote. Y a no perder de vista lo que ocurra entre Bildu y el PNV, ya que éstos podrían directamente dejar a un lado al PSOE para pactar entre ellos y comenzar de esta forma el proceso independentista en el País Vasco, como algunos ya están advirtiendo.

Y mientras esto ocurre el gobierno se dedica a utilizar nuevamente a la Fiscalía para atacar a Isabel Díaz Ayuso a través de su novio, el cual defraudó cerca de 350.000 euros a Hacienda. Hoy se ha sabido que el propio Fiscal General del Estado fue el que dio la orden para que se hiciesen públicas las conversaciones entre el novio de Ayuso y la Fiscalía. Una demostración más de lo putrefacta que están todas las instituciones, sin exclusión alguna, y de recordarnos nuevamente aquello que dijo Sánchez hace unos años: "¿De quién depende la Fiscalía?". El caso del novio de Ayuso y sus fraudes a Hacienda es una forma más de contraatacar por parte del gobierno mientras éste se ve acorralado por el caso Koldo y el escándalo de Air Europa, con la implicación de la mujer de Sánchez y posterior rescate que el gobierno hizo en 2020 hacia la compañía. Un rescate que se aprobó en Consejo de Ministros y en el que Sánchez debió de haberse ausentado al estar implicada su señora, tal y como indica la Ley 3/2015 sobre los altos cargos de la Administración General del Estado. De hecho el PP ya ha denunciado a Sánchez ante la Oficina de Conflicto de Intereses, aunque obviamente esa denuncia no va a llegar a ningún lado, ya que de abrirse expediente administrativo contra Sánchez, la sanción contra el presidente del gobierno la debería tomar el propio Consejo de Ministros, con lo cual el chiste se cuenta solo.
 
Pero para evitar que se hable de la corrupción del PSOE, de los viajes constantes y sospechosos en el Falcon a la República Dominicana, así como de los oscuros negocios del propio Sánchez y señora, para eso ya está la corrupción que salpica al PP y, en este caso, al novio de Ayuso. Y es que el PP siempre se las apaña para sacarle a Sánchez las castañas de fuego cuando éste se siente más acorralado que nunca. Esta vez es con los fraudes a Hacienda de un tipo que es el novio de la actual presidenta de la Comunidad de Madrid pero que a su vez no lo conoce nadie. Eso sí, sus extrañas actividades tienen más importancia política que las actividades ilícitas que realiza la mujer del presidente del gobierno. Eso es coherencia y lo demás tonterías.

Y sin quitarle su mérito a la propia ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Una sujeta que se dedica a dar información confidencial y personal cuatro horas antes de que la prensa afín al gobierno saque "en exclusiva" esa misma información posteriormente. Una información que está protegida por la Ley de Protección de Datos. Pero qué más dá eso también. Si el propio Cristobal Montoro ya hacía estas sucias e ilegales maniobras siendo ministro de Hacienda con el PP, ¿Por qué no lo va a hacer mi paisana, "la chiqui"? Total, aquí todos son impunes a la hora de vulnerar la Ley. Que se le pregunten al propio Sánchez cuando decida si se autosanciona por vulnerar la Ley (siempre y cuando la Oficina de Conflicto de Intereses le abra expediente administrativo, claro está).

En definitiva, esto es una continua broma de muy mal gusto en la que todos se están riendo a carcajadas de todo el personal. El propio Feijóo ha soltado el pasado viernes su particular chiste en el Congreso cuando se ha debatido y aprobado la Ley de Amnistía para su posterior tramitación al Senado. El líder del PP ha respondido a Patxi López afirmando que su discurso había sido tan bochornoso que hasta el propio Ábalos se había ausentado del debate, lo que provocó el descojone de los diputados del PSOE, PP, etc. Una situación que dá asco, bochorno y repulsión, ya que se trata de una trama de corrupción que afecta al gobierno, pero cuya gravedad radica en que esa trama realizó sus actividades ilícitas aprovechándose de una pandemia en la que morían a miles los ciudadanos por día. Mientras la población moría sin protección alguna, el gobierno del PSOE se enriquecía con la desgracia, y esto es motivo de risa para todo el hemiciclo.

En resumen, una puñetera vergüenza en la que se confirma una vez más cómo esta pandilla de criminales se ríen de todos nosotros. Buena prueba de ello es que el propio Sánchez ha conmemorado el pasado miércoles el cuarto aniversario de la declaración del Estado de Alarma. Sí, ese mismo Estado de Alarma que el Tribunal Constitucional declaró ilegal en dos sentencias diferentes es el mismo que el gobierno rememora justo cuando ha estallado el caso Koldo, en donde se está investigando cómo el gobierno y el PSOE se enriquecieron ilícitamente a través de una desgracia como la pandemia mientras nos tenían confinados ilegalmente gracias a ese mismo Estado de Alarma que Sánchez conmemora orgullosamente. El lema utilizado en el evento fue "El día en que empezamos a vencer". Obviamente se referirán a su situación económica, no a la supervivencia de la población durante la pandemia y el confinamiento ilegal.

Por cierto, una conmemoración que no ha realizado ningún otro gobierno en el mundo, salvo el nuestro. Parece ser que a Sánchez le gusta conmemorar la toma de medidas que el propio Tribunal Constitucional ha declarado ilegales en dos ocasiones. En fin, esto es España. Veamos cómo siguen transcurriendo los acontecimientos, los cuales parece que se van precipitando. De momento la Ley de Amnistía ya está camino del Senado, pendiente de su rechazo en la Cámara Alta y su posterior remisión al Congreso, donde teóricamente, y si nada ni nadie lo impide, en mayo deberá de ser aprobada definitivamente y sancionada por el rey. Todo ello mientras el país se encuentra colapsado por las apariciones constantes y saturadas de casos de corrupción y los sucesivos comicios electorales de aquí hasta las elecciones europeas. La cosa sigue calentándose imparablemente y todo parece indicar que a este paso estallará a partir de junio. Será a partir de entonces cuando veamos si la cabeza política de este otro rey Don Pedro cae finalmente o no. Eso sí, pase lo que pase, la situación seguirá igual o peor, y ellos continuarán impunes ante todo y ante todos mientras se siguen descojonando de nosotros. 

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