sábado, 20 de noviembre de 2021

Pedro Sánchez: Todo por el poder


Cuando en julio de 2014 un desconocido diputado llamado Pedro Sánchez Pérez-Castejón fue elegido secretario general del PSOE sucediendo a Alfredo Pérez Rubalcaba, nadie creía que el nuevo líder de la oposición y de la izquierda española se convertiría algún día en el mayor peligro que tendría que hacer frente el sistema de 1978. Un sistema que se descompone por momentos y que ve cómo desde el gobierno, el presidente Sánchez va avanzando en su proyecto de destruir una por una toda la estructura política que los líderes de la transición crearon en su momento. Un proyecto que se inició en 2004 tras los atentados del 11-M que dieron lugar a la victoria contra todo pronóstico de José Luis Rodríguez Zapatero y que Pedro Sánchez tiene como objetivo culminar antes de dejar la presidencia del gobierno. 

Y es que hace un par de días nos enteramos que el gobierno de coalición tiene planeado presentar una enmienda a la ley de Memoria Democrática para perseguir los crímenes del franquismo hasta 1982, es decir, hasta la llegada del PSOE de Felipe González al poder ese mismo año, además de reconocer como víctimas del franquismo los etarras muertos durante la transición. Con esto se abre un melón de muy considerables dimensiones al cuestionar por primera vez desde el gobierno de España el periodo de la transición e investigar los crímenes posteriores a la dictadura de Franco con los gobiernos ya democráticos tanto de Adolfo Suárez como de Leopoldo Calvo Sotelo. 

De esta forma Sánchez vuelve a ceder una vez más ante sus socios etarras, separatistas y radicales con el fin de poder prorrogar un poco más su estancia en la Moncloa. Una estancia la cual no es muy segura, ya que en cualquier momento en el que Sánchez se niegue a bailarle el agua a sus socios, éstos optarán por retirarle su apoyo al actual jefe del gobierno y provocar la convocatoria de unas elecciones generales que cada vez todo el mundo da por hechas que se celebrarán el año que viene. Personalmente creo que esta opción aún siendo bastante improbable es posible, aunque me extraña que un ser tan ambicioso y sediento de poder como es Pedro Sánchez acepte jugársela en unas elecciones que todas las encuestas auguran que les llevará a la oposición. 

Aún así nada es descartable a estas alturas en donde Sánchez está dispuesto a llevarse a España por delante una vez más. Ya lo intentó en 2016 cuando tras las elecciones generales de diciembre de 2015 y junio de 2016 provocó junto con el entonces presidente del gobierno Mariano Rajoy una crisis constitucional en la que España estuvo inmersa en una crisis política donde ninguno de los dos daba un paso atrás para intentar dar una solución a la grave crisis que atravesaba el país. Sánchez intentó por todos los medios llegar a la Moncloa aquel año a través de una fallida sesión de investidura, mientras Rajoy intentó también por todos los medios mantenerse al frente del gobierno español. Finalmente, y tras casi un año gobernando en funciones, el entonces jefe del ejecutivo ganó aquella batalla tras fulminar el PSOE a un Pedro Sánchez decidido a ir de nuevo hacia una investidura para desalojar al PP del gobierno. Era la primera vez en España que los ciudadanos asistieron en vivo y en directo a la caída de un líder político tras pactar primero éste con Albert Rivera en marzo e intentar en septiembre lo mismo con Pablo Iglesias y la banda que lo sustenta en estos momentos en la jefatura del gobierno. Todo con tal de alcanzar el poder. 

Pero no contento con todo esto Sánchez volvió en 2017 y recuperó su silla en Ferraz como secretario general del PSOE, venciendo a su rival, Susana Díaz, y a toda la vieja guardia del Felipismo, los cuáles fueron los mismos que lo defenetraron en octubre de 2016. Una vez allí nuevamente contempló cómo poco a poco la corrupción en el PP se agravaba hasta que llegó el momento culmen: La sentencia del caso Gürtel que dejaba al PP y a Mariano Rajoy en una situación insostenible. Fue entonces cuando Sánchez vio de nuevo su oportunidad de alcanzar la Moncloa ante un Rajoy herido de muerte. 

Finalmente en junio de 2018 y tras presentar una moción de censura, Sánchez consiguió hacerse a sus 46 años con la presidencia del gobierno de la mano de Pablo Iglesias y de aquellos a los que Albert Rivera denominó en su día como "La banda" (ERC, Bildu, PNV, PDeCAT, BNG). Aun así, y esta vez como presidente del gobierno, Sánchez optó por volver a llevar a España a una situación límite cuando en 2019 convoca elecciones generales en abril y tras ganarlas rechaza abiertamente pactar con Albert Rivera y Cs para formar gobierno. De este modo, y ansioso por obtener un resultado aún mayor que el obtenido en abril, decide ir de nuevo a elecciones en noviembre de ese mismo año para volver a ganar y pactar en menos de 48 horas con Pablo Iglesias y Podemos la formación del primer gobierno izquierdista en la historia de España tras el desastroso antecedente del Frente Popular en 1936, el cual llevó a España a la Guerra Civil. Todo esto tras haber anunciado pocas semanas antes que no podría dormir bien pactando y gobernando con Podemos. 

Pues bien, dos años después de aquel pacto y tras la caída de Pablo Iglesias y la llegada de Yolanda Díaz como nueva y flamante vicepresidenta del gobierno, Sánchez pretende una vez más llevar a España al abismo con la aprobación de unos presupuestos generales cuyas negociaciones para su aprobación serán las más altas y costosas que nuestro país haya visto nunca. Los etarras y los independentistas saben que están ante una ocasión única para conseguir sus fines, que no es otro que el del debilitamiento y posterior extinción de España, y saben que están ante un psicópata sin escrúpulos capaz de ello con tal de mantenerse en el poder un poco más. 

La situación actual es favorable para los socios del actual presidente del gobierno, los cuales saben que estos serán los últimos presupuestos que se aprueben en esta legislatura, ya que los del año que viene podrán ser prorrogados por Sánchez, si es que éste continúa como presidente dentro de un año. De momento ya hemos visto que Sánchez ha pactado con podemitas y compañía la persecución de aquellos actos posteriores a la dictadura de Franco, lo cual abre un peligroso antecedente que hace poner en cuestión el propio régimen del 78, la constitución y las instituciones que nacieron a partir de su promulgación. Con esto se puede decir que Pedro Sánchez está haciéndole el trabajo a enemigos de España y socios del propio presidente como Arnaldo Otegui, Carles Puigdemont u Oriol Junqueras. Sánchez será pues el encargado de enterrar el régimen del 78 y de traer a España un futuro más negro del que ya estamos padeciendo. Probablemente el año que viene o en 2023 tenga que dejar el gobierno, pero el daño causado a nuestro país será de tal calado que difícilmente podrá repararlo el próximo presidente, el cual mucho me temo que no será Casado, ya que éste está más pendiente de destruir a Isabel Díaz Ayuso que de prepararse para entrar en Moncloa de un momento a otro. 

Por ello, con un gobierno y un PSOE declarados oficialmente como enemigos de España (Lo que por otra parte siempre han sido) y una oposición que ni está ni se le espera ¿Cuál será el futuro que nos deparará como nación a medio/largo plazo? No lo sé, pero vista las circunstancias todo hace presagiar que será de todo menos bueno. Nunca España ha estado tan débil en los últimos 100 años, ni nunca hemos estado en manos de un tipo tan peligroso, dispuesto a todo por obtener y/o mantener el poder como el actual presidente del gobierno. Pedro Sánchez es un hecho que es desde hace mucho tiempo un grave peligro para España, ahora la cuestión radica en cómo y cuándo sacarlo del poder. Visto el panorama cualquier opción de echarlo de la Moncloa pasa por el descontento y posterior abandono de los etarras e independentistas hacia Sánchez (Algo bastante improbable), y esto debe de ocurrir en estas negociaciones para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2022, de lo contrario tendremos Sánchez hasta el 2023, una fecha demasiado lejana todavía en la que el inquilino de la Moncloa puede aguantar pero España no. 

Aún así y aunque la banda de Sánchez decida seguir apoyándole, la inflación y la crisis económica siguen en caída libre, lo cual podría provocar que Sánchez un día de estos decida que es mejor pasarle la patata caliente a otro u otra miembro de su partido o adelantar las elecciones para que sea el PP quien se coma nuevamente el marrón de comerse su tercera crisis económica y sacar a España del atolladero por tercera vez en su historia. ¿Qué hará Sánchez y cuándo? Es toda una incógnita, pero de lo que no cabe duda es de que hará nuevamente lo que más le favorezca solamente a él. A España mientras tanto solo le queda esperar a que Pedro se canse de la Moncloa y del Falcón cuanto antes, aunque la situación en la que deje el país, con independencia del momento que abandone el poder, ya se ha demostrado que será irreversible. Este será el legado de uno de los personajes más negativos e impopulares que hemos tenido al frente de la gobernabilidad de este país y el fin de una etapa oscura repleta de división, odio y enfrentamiento en la historia de España.

sábado, 23 de octubre de 2021

10 años de ¿La derrota de ETA?


Decía Fernando Savater que "El terrorismo etarra existió por algo y ahora estamos en ese algo", y lo dijo en el décimo aniversario del comunicado en el que la banda terrorista vasca anunció su intención de abandonar las armas definitivamente. Era el 20 de octubre de 2011 y ese mismo día había sido asesinado Gadafi. Yo me disponía a ir para clase cuando leí por internet que se esperaba un anuncio inminente de ETA para ese mismo día. Intuyendo que se trataría del abandono definitivo de las armas, se lo comuniqué a mi madre y me fui. Al volver a casa todos las cadenas de televisión hablaban de lo mismo y mi madre me confirmó lo que yo le había anunciado: ETA dejaba para siempre las armas. El comunicado se emitió poco después de yo salir para clase, sobre las siete de la tarde de aquel ya lejano 20 de octubre de hace diez años.

Nada de lo que ocurrió aquella tarde me sorprendió. Se hablaba desde hacía tiempo de la posibilidad de que ETA anunciase su intención de dejar de matar antes de la celebración de las elecciones generales de 2011, y yo que soy bastante mal pensado supuse que esto ocurriría para darle un empujón al PSOE y a su líder, Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro del Interior y vicepresidente del gobierno hasta pocos meses antes del comunicado.

Cuando escuché la noticia supuse que estábamos presenciando una noticia tan histórica como falsa, puesto que aquella misma tarde salieron el entonces presidente del gobierno saliente, José Luis Rodríguez Zapatero, el inminente vencedor de las elecciones, Mariano Rajoy, y el candidato socialista para anunciar que "La democracia había triunfado y el terrorismo había sido derrotado". Nada más lejos de la realidad. ETA triunfó aquella tarde mientras la democracia española cayó rendida ante la banda terrorista después de cuarenta años de masacres, asesinatos, secuestros, extorsiones, etc. No, ETA no había sido derrotada, sino todo lo contrario. Desde la llegada de Zapatero a la Moncloa en 2004 se creó y desarrolló una hoja de ruta que consistía en llevar a cabo el fin del terrorismo etarra con unas concesiones a cambio bastante apetitosas. De esta forma todos saldrían ganando: Desde los partidos políticos se anunciaría una derrota sin condiciones y desde el mundo etarra y abertzale se reconocería esa derrota para dar paso a una nueva etapa.

¿Y qué era esa nueva etapa? Lo que llevamos viendo desde 2011, e incluso antes (Desde la primera negociación de Zapatero con ETA en 2006), la legalización de la izquierda abertzale y los partidos proetarras, su entrada en las instituciones y organismos tanto locales y regionales vascos, como en el ámbito nacional, así como el acercamiento de presos y posterior salida de las cárceles de los terroristas encarcelados. En definitiva la humillación de la España constitucional frente al terrorismo vasco.

Una humillación que como se ha podido ver en las actas que se publicaron hace un par de años, así como las que se publicaron hace unos días en el periódico "El Mundo" confirman que todo el aparato del Estado estaba detrás de esta negociación, amparándola y apoyándola. No era solo una locura que se había desatado en el PSOE de Zapatero para poner fin al terror a cambio de lo que exigiesen los terroristas, sino una operación respaldada también por el PP de Rajoy para llegar al objetivo que finalmente se consiguió el 20 de octubre de 2011 y que se corroboró el 2 de mayo de 2018 con la disolución de ETA, poco antes de la salida del PP del gobierno.

De hecho la otra noche pude ver cómo desde TVE entrevistaban a los ex-presidentes del gobierno, Zapatero y Rajoy, los cuales reafirmaban una y otra vez que lo vivido el 20 de octubre de hace una década fue una derrota sin concesiones a los terroristas. Todo lo contrario de lo que llevamos viendo desde entonces. Desde el anuncio de ETA en octubre de 2011, al PP de Mariano Rajoy le tocó liderar la etapa que llevase hasta la disolución de la banda terrorista, hecho que como acabo de añadir ocurrió poco antes de la salida de Rajoy de la Moncloa. Para conseguir este segundo objetivo, el gobierno del PP siguió la hoja de ruta que en teoría planificó el PSOE de Zapatero y que los populares tanto criticaron en público durante aquellos años de negociación y bajada de pantalones de los socialistas frente a los asesinos.

Pues bien, la hoja de ruta siguió durante los siete años posteriores de gobierno de Rajoy sin cambiar ni una sola coma. De esta forma se conseguiría que en 2018 ETA se disolviese con el PP aún en el gobierno, mientras el comunicado del abandono de las armas se producía poco antes de la salida del PSOE de la Moncloa en 2011. Un triunfo sin paliativos del bipartidismo en el que las víctimas y los verdugos acabarían situándose en la misma balanza por mucho que se repitiese desde Madrid que solo había un bando ganador: El constitucional. Pero eso no es lo que ha venido ocurriendo desde entonces, ya que las víctimas del terrorismo han tenido que soportar toda clase de humillaciones y ver cómo se situaba junto a ellos en la misma posición de víctimas a los terroristas y a sus familiares. De hecho los homenajes a los asesinos ha sido algo cotidiano en el País Vasco durante todos estos años, para vergüenza de las víctimas del terrorismo y de todos los españoles, frente a la inacción de los políticos desde Madrid. Todo ello mientras los partidos proetarras con Bildu al frente ganaban posiciones y cargos públicos tanto en el territorio vasco como en el resto de España.

Un escenario que se ha venido recrudeciendo desde hace tres años con la vuelta del PSOE al gobierno de la mano de Pedro Sánchez. Un aprendiz y alumno aventajado de Zapatero, el cual se ha convertido en el tercer y puede que último presidente en culminar el proyecto iniciado tras los atentados del 11-M que dieron la victoria contra todo pronóstico al entonces líder del PSOE y con ello el inicio de la negociación con los etarras. Sánchez ha pisado el acelerador y está dispuesto a culminar el proyecto iniciado hace casi veinte años con el fin de mantener a salvo su puesto en la Moncloa a largo plazo. Por ello no sorprende, o al menos a mí no, que Sánchez haya negado en público que vaya a sacar de las cárceles a los doscientos etarras que están en prisión a cambio de que Bildu apoye los presupuestos generales del Estado y con ello la permanencia de Sánchez en la Moncloa.

Pero todos sabemos que Sánchez es cualquier cosa menos una persona de palabra, lo cual refuerza la idea que desde el País Vasco le ha lanzado el líder etarra, Arnaldo Otegi a Sánchez al advertirle que Bildu solo apoyará los presupuestos a cambio de la salida de los terroristas de prisión. De hecho ya hay convocada una manifestación por parte del entorno etarra para presionar al gobierno de Sánchez y conseguir la liberación de los asesinos. Una manifestación apoyada por el independentismo catalán, así como por Podemos y el resto de la izquierda.

De esta forma no es de extrañar que tras hacer el paripé de cara a la galería, Sánchez acepte lo que ya tenía pactado y acuerde con Bildu la liberación de los etarras encarcelados. Si no ¿De qué otra forma se interpretaría el hecho de que Sánchez haya cedido al gobierno vasco las competencias en materia penitenciaria? Todo está hablado y escrito, como así lo están las actas que demostraron que Zapatero en primer lugar y Rajoy posteriormente traicionaron a las víctimas y a España en su conjunto con la cesión a los asesinos y criminales. Ese es el verdadero legado de lo que ocurrió el 20 de octubre de 2011. Un legado que hemos pagado caro los españoles durante esta década y que aún nos queda por seguir pagando.

jueves, 16 de septiembre de 2021

Adiós, Merkel


Con independencia de quien gane y/o forme gobierno tras las elecciones del próximo día 26, Alemania y Europa ponen fin a una era: La era de Ángela Merkel. Tras 16 años ejerciendo como jefa del gobierno alemán, la canciller pone fin a su etapa como máxima mandataria no solo en su país sino también en todo el continente europeo, la cual ha gobernado de facto la Unión Europea desde que tomase las riendas del gobierno alemán en noviembre de 2005. Se puede decir pues que la figura de Merkel no deja indiferente a nadie. Querida y odiada a partes iguales, la canciller alemana ha estado en el centro de la polémica durante los años más duros de la crisis económica, aquella en la que algunos bautizaron a la canciller como "La dama de hierro del siglo XXI".

Y es que no es para menos, ya que Merkel fue una de las principales promotoras de que los países del sur de Europa, entre ellos España, solicitase cuanto antes el rescate ante los organismos europeos. Una forma de poder capitanear desde Berlín las políticas que se ejercían desde Lisboa, Atenas, Madrid, Roma... por no hablar de los cambios de gobierno que se produjeron durante la peor parte de la crisis, en la que Merkel jugó un papel destacado al destituirse a Silvio Berlusconi como primer ministro italiano, o a Yorgos Papandreu como jefe del gobierno en Grecia. Todos ellos cesados en favor de tecnócratas como Mario Monti en Roma o Lukas Papadimos en Atenas.

Podemos decir pues que Merkel ha sido la líder de facto de Europa, no solo de Alemania. Una Europa que ha padecido los recortes económicos y sociales que desde Berlín imponía la canciller para seguir prestando dinero a los países caídos en desgracia durante la crisis. Una forma bastante peculiar de tomar la soberanía de otros países sin disparar una sola bala, ya que esa era la idea original que tuvo su predecesor, Helmut Kohl cuando decidió pasar de la Europa económica a la Europa política tras la reunificación alemana. En este sentido, Merkel ha sabido jugar muy bien sus cartas y ha conseguido desde su despacho convertirse en "Emperatriz de Europa" y regir los destinos de todos los países del continente mientras éstos padecían las consecuencias de la crisis económica. Para más remate ha nombrado antes de su despedida a su ex ministra, Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea, una última prueba de su extenso poder dentro de la UE. 

Por mi parte puedo decir que no seré yo quien eche de menos a Merkel después de 16 largos años gobernando Alemania y Europa. Ha conseguido pasar a la historia no solo por igualar en años de gobierno a su tutor político, Helmut Kohl, sino que ha ido creando una imagen de liderazgo como pocos casos se han dado en Europa en las últimas décadas. Pero también deja un país y un continente asolados por los atentados perpetrados por el Estado Islámico y por la crisis de los refugiados que ella tanto ha apoyado y que tan caro le ha costado electoralmente a su partido. Un partido que en nada se diferencia ya del SPD (Partido Socialdemócrata de Alemania) ideológicamente hablando. Merkel ha entregado el CDU (Unión Demócrata Cristiana de Alemania) por completo a la izquierda y nada hace presagiar que su sucesor en el partido vaya a cambiar de política. Merkel deja pues una Alemania muy fuerte, sobre todo política y económicamente, pero deja a su vez una Europa más débil que nunca. Tras casi 20 años gobernando, nada hace pensar que Merkel haya mejorado los graves problemas que persiguen desde hace años a Europa. Ahora le toca dejar en manos de su sucesor una Alemania y una Europa cada vez más fragmentadas entre sí. Por todo esto y por mucho más, adiós, Merkel, no te echaremos de menos.

martes, 14 de septiembre de 2021

El síndrome de la Moncloa


Desde 1977, fecha en la que la sede de la presidencia del gobierno se trasladó desde el Paseo de la Castellana al Palacio de la Moncloa, se ha venido hablando del famoso síndrome que padecen todos los inquilinos presidenciales que pasan por allí. Desde Adolfo Suárez hasta Pedro Sánchez, pasando por Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe Gónzalez, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. Todos han acabado enfermando de dicho síndrome tarde o temprano. Un sindrome que se ha caracterizado por el hecho de que el presidente en ejercicio acaba viviendo completamente solo y ajeno a lo que ocurre en la calle y se encierra en el palacio presidencial creyendo que su verdad es la única y verdadera, además de no escuchar lo que les aconseja su grupo de asesores, volviéndose un ser que se cree Dios en la tierra. 

En mayor o menor medida este síndrome les ha afectado a todos los jefes de gobierno que han habitado en la Moncloa, pero quizás sea el actual presidente del gobierno, Pedro Sánchez, el que más ha demostrado en estos tres años de gestión este síndrome a través de su constante arrogancia y narcisismo. Una arrogancia que insulta ya a cualquier ciudadano, el cual ve cómo el jefe del ejecutivo se vanagloria de sí mismo en todas las ocasiones que se le presentan. En estos días se ha demostrado dicha arrogancia y lejanía de la ciudadanía cuando en medio de la constante subida de la luz que estamos padeciendo, Sánchez solo aprovecha para sacar músculo de su gestión, echando balones fuera sobre la responsabilidad de su gobierno en dicha subida (Cosa que él le criticó en su momento a Mariano Rajoy por las mismas razones en 2015) y prometiendo falsamente que los españoles pagarán de luz a finales de este año lo mismo que en el año 2018. 

También en estos días en los que se está hablando y mucho de la renovación del Consejo General del Poder Judicial y sobre todo de una falsa agresión homófoba hacia un homosexual, el presidente del gobierno ha aprovechado para apuntarse al carro y echar la responsabilidad tanto del bloqueo para renovar el CGPJ como de la falsa agresión a los partidos políticos de la oposición. Un acto que solo puede definirse de dictatorial y fascista, ya que cuando un jefe del gobierno aprovecha una crisis política, en este caso la falta de acuerdo para renovar el CGPJ, y en especial un suceso como es una falsa agresión homófoba para cargar dicha culpa sobre los partidos políticos ajenos al suyo es señal de que esa persona o bien está bastante afectada por este síndrome monclovita, o directamente es un enfermo peligroso que carece de escrúpulos a la hora de condenar a inocentes con tal de obtener él y su partido rédito político. 

Otro caso bastante curioso es la noticia que hace unos días apuntaba el periódico ABC, el cual titulaba que según el Tribunal Constitucional, el segundo estado de alarma decretado por Pedro Sánchez era, al igual que el primero, inconstitucional. Claro, uno lee esto y piensa "A todos los presidentes se les ha subido el cargo a la cabeza y han hecho cosas reprobables", pero una cosa es eso y otra lo que este tipo ha venido ejerciendo desde que asumió la presidencia del gobierno en junio de 2018. Un presidente puede cometer errores, como sin duda los cometió Suárez, González, Aznar, Zapatero o Rajoy, pero de ahí a restringir los derechos y libertades fundamentales que la constitución española otorga a sus ciudadanos va un trecho bastante considerable. Pues bien, este tipo ni se ha inmutado a la hora de hacerse públicas estas noticias. Como si de Dios Padre se tratase, Sánchez cree estar por encima del bien y del mal, y para él que las noticias que le perjudican nada pueden afectarle, ya que al final él saldrá bien parado de todas ellas. 

Pues bien, conviene recordarle al señor presidente del gobierno que según establece el artículo 55.2 de la constitución española "La utilización injustificada o abusiva de las facultades reconocidas en dicha ley orgánica producirá responsabilidad penal, como violación de los derechos y libertades reconocidos por las leyes", de modo que más le valdría a Sánchez sentirse preocupado, ya que ha abusado del poder que le otorga la constitución y la ley orgánica 4/1981 de modo flagrante. Pero eso a Sánchez le vuelve a dar exactamente igual. Sabe que la oposición no hará nada que le lleve a sentarse ante el Tribunal Supremo y por lo tanto podrá seguir violando el ordenamiento jurídico como si de un juego de niños se tratase. 

Este es el escenario que vivimos gracias al presidente que más está sufriendo el famoso síndrome de la Moncloa. Un síndrome que mezclado con la poca o ninguna vergüenza del sujeto en cuestión nos está llevando mucho más allá del abismo y nos sitúa en una situación de verdadero peligro nacional. Si los síntomas del síndrome de la Moncloa se vislumbraban casi siempre en el segundo mandato de los presidentes, con Sánchez ese síndrome comenzó a padecerlo desde el minuto 1 que pisó la sede de la presidencia del gobierno. Por último cabe destacar que la mayoría de las veces el síndrome de la Moncloa se ha llevado por delante no solo al presidente de turno sino también al país. Con Suárez su final vino asociado con el 23-F, el de González con la corrupción generalizada, el de Aznar con Irak y el 11-M, el de Zapatero con la quiebra del país, y el de Rajoy con la fallida independencia catalana. ¿Hasta dónde nos llevará el síndrome de la Moncloa de Sánchez? Solo el tiempo lo dirá, aunque conociendo al personaje ya nos podemos ir situando en el peor de los escenarios.

sábado, 11 de septiembre de 2021

11-S: 20 años después


Hace 20 años, tal día como hoy, yo era un niño de 9 años que solo quería ver una cosa: La película "La caída del Imperio Romano" de Anthony Mann. Como por ironías de la vida, ese niño que ese día pasaba de todo quería ver sin saberlo la película que mejor reflejaba lo que estaba ocurriendo en aquella horrenda e histórica jornada: La caída del Imperio del siglo XX y XXI. Y es que en aquellos momentos todo el mundo estaba pegado a la televisión viendo cómo unos terroristas se estrellaban contra las torres del World Trade Center de Nueva York. Estados Unidos estaba siendo atacada y nadie sabía lo que estaba pasando. 

Recuerdo que ese día estaba en el ordenador de mi habitación cuando de repente mi familia avisaba de lo que estaba ocurriendo. Teníamos puesto Antena 3 y Matías Prats presentaba los informativos del mediodía. Al asomarme al salón de mi casa vi lo que es sin duda la imagen del siglo XXI: Una incesante y enorme humareda salía de uno de los dos edificios que conformaban las famosas "Torres gemelas" debido al impacto de un avión sobre ella. Mi primera impresión era que algo gordo estaba ocurriendo, pero no era consciente de la verdadera gravedad que estábamos viviendo. No terminaba de salir de mi asombro cuando de repente se vio por televisión cómo un segundo avión se estrellaba contra la segunda torre. Hasta entonces se pensaba que o bien podía ser un accidente aéreo, o bien podía ser un ataque terrorista. Cuando todos escuchamos a Matías Prats decir "La otra torre, Ricardo, la otra torre". A partir de ahí todos sabíamos que lo que estábamos presenciando en vivo y en directo era uno de los mayores ataques terroristas que ha conocido la historia de la humanidad. 

El resto del día recuerdo que lo viví con cierta indiferencia. Sabía que estaba sucediendo un acontecimiento importante, pero yo solo quería ver la gran película que en su día interpretó Alec Guinness, Christopher Plummer, Sophia Loren y Stephen Boyd. Finalmente ya bien entrada la tarde pude ver la película que narraba cómo con el reinado del emperador Cómodo y tras su muerte, el inicio del declive del Imperio Romano era ya una realidad, lo mismo que en esos instantes estaba ocurriendo en EEUU. Aún viendo la película recuerdo cómo fui a ver el momento en el que las torres gemelas se derrumbaban ante la atenta mirada de todo el mundo. Del mismo modo la sede del Pentágono también fue atacada en directo con el impacto de otro avión, y un cuarto avión se estrelló cerca de un pequeño pueblo de Pensilvania que en teoría tenía como objetivo la Casa Blanca o el Capitolio. 

Ya por la noche recuerdo estar con mi familia mientras veía los informativos, los cuales no habían cesado su emisión en directo desde el mediodía. En aquel momento todo el mundo esperaba la respuesta del entonces presidente de EEUU, George W. Bush sobre el atentado, el cual se atribuyó de forma inmediata a la organización terrorista de Al Qaeda y a su líder, Osama Bin Laden. Finalmente la cifra de fallecidos aquel día fue de cerca de 3.000 personas y más de 25.000 heridos. El peor atentado terrorista cometido en occidente hasta la fecha. 

A partir de aquella noche cambió la historia de la humanidad, y durante aquella noche y los días posteriores todo era un caos en el que nadie sabía qué iba a suceder. El reputado periodista español, Jesús Hermida, hablaba del comienzo de la Tercera Guerra Mundial, mientras que otros hablaban de la posibilidad de una guerra nuclear contra no se sabía qué objetivo, puesto que los terroristas andaban dispersos por todo el mundo, no solo en Oriente Medio. 

Es entonces cuando se comenzó a utilizar la expresión "Guerra contra el terrorismo" la cual sigue perdurando hasta nuestros días, y más en estas semanas en las que Estados Unidos ha vuelto a ser protagonista como consecuencia de su desastrosa salida de Afganistán orquestada por el presidente estadounidense Joe Biden después de 20 años en guerra en aquel país. Una guerra que comenzó justo un mes después de los atentados y que ha supuesto el mayor fracaso bélico de EEUU desde la guerra de Vietnam. 

Dicho esto cabe pensar que como ya he escrito antes y he mantenido en otras entradas, el mundo cambió a partir de aquel terrorífico día y supuso el inicio del Tercer Milenio y el siglo XXI. 20 años después el mundo es un lugar mucho más peligroso y temible que el existente hasta antes del 11-S. La guerra contra el terrorismo perdura aunque en 2011 EEUU acabase presuntamente (Y digo presuntamente porque nunca se enseñaron fotos de su cadáver) con la vida del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden. La vuelta de los talibanes en Afganistán y la situación de peligro permanente en la que se encuentra occidente y el caos reinante que predomina en oriente hace presagiar que el Nuevo Orden Mundial que vino ese 11 de septiembre de 2001 a la tierra llegó para quedarse, lo cual me lleva a pensar que vendrán por desgracia muchos más días de terror y de peligro en este mundo que ya se nos ha ido de las manos.

martes, 24 de agosto de 2021

Afganistán: Todo para nada

No me faltaba razón cuando dije en enero de este año que el presidente Joe Biden sería el Mijaíl Gorbachov de los EEUU. Y es que solo han bastado siete meses de mandato de éste para corroborar mi teoría. Me refiero por supuesto a la retirada y posterior derrota de los Estados Unidos en la guerra de Afganistán frente a los extremistas talibanes después de 20 años de combate. Una derrota que ha revolucionado el mundo, sobre todo el mundo occidental, y ha hecho saltar las alarmas después de que los talibanes hayan conquistado en poco tiempo las principales ciudades afganas y por último la capital de este país: Kabul. 

Y es que la derrota en Afganistán supone no solo un duro golpe para los Estados Unidos, sino el principio de su fin como primera potencia mundial en favor de China, la cual también ha salido beneficiada del final de una guerra que ha durado dos décadas y que ha supuesto no solo la derrota de Estados Unidos sino también la de todos los países que combatían en Afganistán bajo mandato de la ONU, entre ellos España. Es pues una guerra que hemos perdido todos los que en ella participábamos y que ahora todos padeceremos las consecuencias de dicha derrota tras las conquistas de los talibanes.
Unas conquistas que se han producido ante los ojos de todo el mundo, los cuales veían atónitos cómo los talibanes afganos han arrasado el país ante la mirada aturdida del todopoderoso ejército norteamericano, los cuales estaban ya en retirada después de que Biden anunciara en abril de este año la retirada absoluta e inmediata de las fuerzas armadas estadounidenses establecidas en territorio afgano desde octubre de 2001. 

Biden quería con esto realizar un acto simbólico ante el vigésimo aniversario de los atentados de las torres gemelas en Nueva York el 11 de septiembre de 2001, y vaya si lo ha conseguido. Lo sucedido hace cerca de diez días supone la mayor humillación para Estados Unidos desde la derrota en la guerra de Vietnam en 1975. Una derrota que para colmo el presidente Biden responsabilizó al ex presidente Donald Trump, al gobierno de Afganistán y a su ejército, al considerar este que "EEUU no puede seguir luchando en una guerra que los afganos no quieren". Claro, cuando uno escuchó esta declaración el día 16 de agosto (Un día después de que los terroristas talibanes tomaran Kabul) lo primero que hice fue cagarme en los muertos y en la madre de este anciano senil. 

¿Qué quiere decir con esto el presidente de los Estados Unidos?, ¿Que todo lo ocurrido desde octubre de 2001 hasta la fecha ha sido en balde?, ¿Que todos los soldados muertos, tanto estadounidenses como españoles así como de otros países, no ha servido para nada?, ¿Con qué cara acude este hombre para rendir cuentas ante un soldado herido en combate o los padres de un soldado muerto en Afganistán?, ¿Acaso se puede ser más hijo de puta que este malnacido? Lo dicho por Biden es de tal gravedad que debería de presentar su dimisión inmediata y retirarse tras realizar una de las peores gestiones militares hechas por un presidente de los Estados Unidos. ¿Si tan absurdo era participar en esta guerra por qué se ha seguido luchando en ella cuando ya no había motivos (Si alguna vez los hubo) para seguir combatiendo en dicho territorio? Cuántas muertes se habrían evitado y cuántas vidas se habrían salvado con una retirada a tiempo, así como cuántas imágenes de ataúdes con soldados muertos volviendo a sus países habríamos evitado ver. Por no hablar de los más de 100.000 millones de dólares que los sucesivos gobiernos de EEUU se han gastado en esta miserable guerra. Con esto se demuestra 20 años después que la gestión que por entonces el gobierno de Bush realizó tras el 11-S no fue más que una farsa, ya que el terrorismo oriental está más vivo que nunca y la captura de Bin Laden en tierras afganas no tuvo sentido puesto que el entonces líder de Al Qaeda se encontraba en Pakistán y no en Afganistán. 

Lo ocurrido en estas dos semanas es de tal gravedad que aun no somos conscientes de las consecuencias que esto va a tener tanto para Estados Unidos como para Europa. De momento la única respuesta que desde América y desde Europa se está realizando es la de ni más ni menos que reconocer al futuro gobierno afgano de los talibanes y acoger a todos los refugiados afganos que quieren librarse de vivir bajo el yugo de la tiranía de los talibanes. Por cierto una acogida de refugiados que demuestra nuevamente cómo Europa vuelve a ser el centro de la gilipollez mundial por excelencia. ¿Acaso tenemos nosotros la obligación de acoger a todos los afganos en nuestro territorio?, ¿No tienen acaso los países del entorno obligación alguna ante este descalabro?, ¿No la tienen también todos los países del mundo? Parece ser que en Europa nos hemos convertido en "Las hermanitas de la caridad" de nuestro tiempo, y España es el país que lidera ese colectivo. ¿Acaso nadie piensa que entre tantos inocentes podemos estar metiendo en nuestras fronteras a los enemigos de la civilización de occidente? Qué más dá, lo importante aquí es salir en las fotos y anunciar ante los medios que la guerra no ha sido en balde y que todos los afganos deben ser acogidos cuanto antes. Cuánta traición hacia tantas personas cometida por unos cuantos miserables. 

Para acabar me gustaría hablar de ese personaje que es más hijo de puta y malnacido que el propio Biden, lo cual es bastante difícil vista las circunstancias pero no imposible. Me refiero al presidente del gobierno, Pedro Sánchez. Un tipejo que no ha salido hasta hace un par de días para dar la cara y hablar sobre la terrible crisis internacional que ha estallado con este conflicto. ¿Qué menos que el presidente del gobierno hable aunque sea como respeto por los más de 100 soldados españoles que murieron en una guerra que ni nos iba ni nos venía? Se ve que este ser no tiene vergüenza ni respeto ni aun con los muertos, aunque eso ya se ha visto en otras ocasiones. Lo único que este perro ha realizado es seguir de vacaciones y mirar para otro lado mientras el resto de líderes mundiales interrumpían sus vacaciones por el desenlace de la guerra. Eso sí, cuando ha salido solo ha sido para anunciar, como ya he dicho antes, que la guerra no ha sido en balde y que los afganos que vengan a España tienen los brazos abiertos para ser acogidos. Para escuchar semejante declaraciones mejor que hubiese seguido en la playa este ser inhumano y despreciable. 

Por último y visto lo que está sucediendo, y lo que por desgracia me temo que está por venir, que no es nada bueno solo me queda recordar a todos aquellos soldados con independencia de su país que fueron asesinados en esta guerra y por las que dieron sus vidas creyendo que estaban sirviendo a una causa que por desgracia los líderes mundiales han confirmado que no existía. DEP todos ellos. Y por último me gustaría recordar las palabras de una persona que está en las antípodas de mi pensamiento político pero con el que coincido plenamente con la frase que en su día pronunció tras el asesinato de su hijo en la guerra de Irak. Me estoy refiriendo a Julio Anguita, el cual dijo "Malditas sean las guerras y malditos los canallas que las hacen".

miércoles, 21 de julio de 2021

Desmemoria antidemocrática

Mientras toda España se encuentra sumida en plena oleada del Covid, la quinta ya, el gobierno ha aprobado hoy el anteproyecto de ley de Memoria Democrática. Una segunda parte de lo que en su día fue la ley de Memoria Histórica, aprobada por el gobierno de Zapatero en 2007 y que fue el origen de la reapertura del debate sobre la guerra civil y el régimen de Franco. Pues bien, lo aprobado hoy no es más que la consumación de lo que el gobierno del PSOE aprobó hace catorce años, teniendo como objetivo principal el reforzamiento de los principios totalitarios y sectarios que ya recogía la ley de Memoria Histórica. 

Entre las principales características de la ley de Memoria Democrática se pueden encontrar joyas como las siguientes: La catalogación de delito hacia aquellas personas que enaltezcan el franquismo o a los protagonistas del régimen anterior (Lo cual va en contra de la libertad de expresión que estipula la constitución española), la exhumación de víctimas de la dictadura, cuyo número superan ya los 300 casos (Aunque se cree que esta cifra aumenta hasta más de 25.000 casos), la anulación de cualquier tipo de sentencia dictada por los tribunales durante el franquismo así como la retirada de cualquier título nobiliario concedido durante esta época, el renombre del Valle de los Caídos como cementerio civil así como la expulsión de la congregación benedictina que allí reside, la posible demolición de la cruz de dicho monumento, la exhumación del cadaver del líder de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, la ilegalización de la fundación Francisco Franco y de otras asociaciones y/o fundaciones que defiendan el régimen franquista, la retirada de los símbolos relacionados con el franquismo, el adoctrinamiento de la "Memoria democrática" en las aulas y la declaración de los días 31 de octubre como "Día de las víctimas de la guerra civil y el franquismo" y el 4 de mayo como "Día de los exiliados". 

Para empezar me llama la atención el hecho de que ahora se hable de exhumar a Primo de Rivera para llevarlo a un lugar más discreto. ¿No habíamos quedado en que Primo de Rivera también es víctima de la guerra civil? ¿Por qué exhumarlo y cambiarlo de lugar ahora? Se ve que también molesta y que con el tiempo no se conformarán con esto, sino que lo sacarán del Valle de los Caídos como a Franco hace dos años. Por no hablar de los miles de casos de víctimas tanto de la guerra civil como de la dictadura que ahora van a ser exhumadas. ¿Es que nadie de este maldito gobierno va a dejar descansar a los muertos en paz? Se ve que a esta gentuza le gusta sacar a los muertos del lugar donde están. Y eso por no hablar del enorme gasto económico que va a tener todo este despropósito. Por no hablar del enorme peligro que supone para un país en teoría democrático que su gobierno restringa la libertad de expresión al perseguir y multar a los ciudadanos que tengan una buena opinión del franquismo. ¿Qué ocurre? ¿Es que nadie puede pensar bien de la gestión que durante 40 años realizó el régimen anterior? ¿Acaso hay que pensar sí o sí que la II República fue el paraíso mientras que la dictadura franquista fue el infierno personificado? A partir de ahora habrá que morderse la lengua y no hablar antes de que te pongan una multa de entre 200 y 150.000 euros. Por cierto, una medida que aparte de ir contra la libertad de expresión que otorga la constitución es más bien una medida que recuerda a regímenes dictatoriales como los que el propio gobierno afirma que era el propio franquismo. 

Y no contestos con todo esto tenemos el adoctrinamiento que como en todo buen sistema totalitario va a llevar a cabo el gobierno para inculcar, distorsionar y manipular a los más jóvenes sobre la historia de España, siempre por supuesto en favor de la izquierda y del PSOE. Un PSOE que si ha señalado un día para las víctimas del franquismo no sé a qué esperan para señalar otro día que conmemore a las víctimas que ellos mismos persiguieron, encarcelaron y asesinaron tanto durante la II República como durante la guerra civil. Supongo que para el gobierno esos muertos son de segunda o tercera categoría y sí se merecían la muerte, a diferencia de las víctimas del bando nacional. Esto es lo que ocurre cuando el bando perdedor de una guerra civil intenta a través de las leyes y la manipulación histórica ganar ese mismo conflicto que perdieron ochenta años atrás. Por otra parte cabe preguntarse, ¿Si hay que acabar con todo el legado del franquismo por qué no se deroga la paga extraordinaria del mes de julio? Hay que recordar que esta paga la creo Franco y está vinculada con su alzamiento del 18 de julio de 1936. Se ve que no hay cojones para derogar según qué cosas, ya que ello conllevaría a la supresión de las pagas de los funcionarios, pensionistas y sobre todo, de los altos cargos de la administración. Se ve que Franco era muy malo para muchas cosas pero muy bueno para otras. Por eso hay cuestiones que es mejor dejarlas como están según algunos. Eso sí, para demoler una cruz que a excepción de los totalitarios que perdieron la guerra no estorba a nadie y que supone un símbolo de reconciliación y de paz, bien que están dispuestos desde el gobierno a estudiar la posibilidad de llevar a cabo ese escenario. 

En resumen, con esta aberración que es obra de la hasta hace poco vicepresidenta Carmen Calvo se pretende de nuevo reabrir las viejas heridas de hace ochenta años y alimentar el odio de esas "Dos Españas" que a la izquierda tanto le interesa mantener con vida para beneficio propio. Esa izquierda que fue la verdadera promotora y artífice de la guerra civil y del declive totalitarista de la II República para convertir a España en una colonia socialista de la Unión Soviética. Esa izquierda liderada por el PSOE y la UGT que llevaron a cabo un golpe de estado en España, costando la vida a más de 2.000 personas mientras en Cataluña se proclamaba el "Estado catalán" por parte de ERC y el entonces presidente de la generalitat, Lluís Companys. Esa izquierda que se dedicaba a perseguir y a asesinar a todos aquellos que no comulgasen con su ideología. Esa izquierda que asesinaban a curas y monjas mientras incendiaban iglesias y conventos. Esa izquierda que amañaban elecciones para poder perpetuarse en el poder mientras perseguían y extinguian a sus adversarios políticos. Esa izquierda cuyo PSOE asesinó al líder de la oposición, José Calvo Sotelo, dando por por empezada la guerra civil. Esa izquierda capitaneada por el PSOE que aprovechó el estallido de la guerra civil para robar el dinero del Banco de España con el objetivo de llevárselo a la Unión Soviética. Esa izquierda que actuó como verdugo durante aquellos horribles años y que ahora proclama a los cuatro vientos su victimismo durante ese mismo tiempo. Esa izquierda y ese Partido Socialista Obrero Español cuyo pasado solo es homologable al del Partido Nacional Socialista Obrero Alemán. Esa izquierda y ese PSOE que deberían de estar ilegalizados tras haber pedido perdón por todos los crímenes que cometieron y de los que no se arrepienten. 

Esta es la verdadera historia de la izquierda española y del PSOE. Ese partido que solo tiene como objetivo destruir a España y que tan bien lo están consiguiendo de la mano del actual presidente del gobierno, Pedro Sánchez. Un tipo que se puede catalogar a día de hoy como el Largo Caballero del siglo XXI, ese asesino que llegó a la presidencia del gobierno en 1936 y que tenía como objetivo sovietizar España al precio que fuese. Por cierto, es cuanto menos curioso que Sánchez y sus correligionarios ilegalicen entre otras la fundación Francisco Franco mientras la Fundación Francisco Largo Caballero sigue estando plenamente vigente. Supongo que será porque Sánchez admira a ese siniestro personaje como hace poco declaró en público. Un personaje que junto con Juan Negrín fueron los responsables directos de llevar a España a una carnicería de la que ahora culpan a la derecha y al bando nacional. 

Con esto el PSOE no solo quiere mantener viva la llama de la discordia, sino que pretende ganar una guerra que ellos mismos perdieron hace ochenta y dos años. Creen que podrán borrar para siempre en la historia el nombre de Francisco Franco o José Antonio Primo de Rivera, dos líderes a los que no le llegan ni a la suela de los zapatos los criminales que hoy pretenden hacer olvidar la gran huella que ambos dejaron en la historia de España, y lo dice uno cuyos familiares lucharon en ambos bandos en la guerra civil. Ahora que venga el Frente Popular 2.0 a cerrar este blog por enaltecimiento del franquismo y/o de la guerra civil. Para mí será un placer que me cierren el blog por hacer uso de la libertad de expresión que me otorga la constitución española. Por otra parte me resulta curioso cómo un gobierno de criminales e irresponsables utilizan un asunto tan delicado como la guerra civil para tapar sus nefastas gestiones. Es como si en Estados Unidos los demócratas aprobasen en un momento determinado una ley sobre la guerra civil de 1861 con el fin de tapar los errores que pudiese realizar Joe Biden. Absurdo, ¿Verdad? Pues esto es a lo que hemos llegado en nuestro país. 

En definitiva, otro día negro en la historia de España. Se ve que el gobierno no ha tenido suficiente con la sentencia del Tribunal Constitucional en la que asegura que Sánchez vulneró los derechos fundamentales de los españoles en el primer estado de alarma aprobado en marzo del año pasado, que ahora pretende también vulnerar el derecho a la libertad de expresión con esta ley sectaria, vengativa y totalitaria. Una ley que Pablo Casado ya ha dicho que va a derogar si llega al gobierno, ambos acontecimientos que dudo que se vayan a producir. La oposición se cree que estamos ante un gobierno que respeta la legalidad, y nada más lejos de la realidad. Este desgobierno está dispuesto a respetar la legalidad siempre que ésta los respalde, pero si la legalidad no le es favorable irán en contra de ella. Esto que acabo de escribir no lo afirmo yo solo, sino también el propio Pablo Iglesias Posse, fundador del PSOE, en 1910. Esto nos hace una idea de cuál es el concepto de democracia y de libertad que tienen estos sujetos, los cuales nos están despojando de nuestros derechos de forma incesante y sin despeinarse. Según dio a entender Sánchez el otro día, las elecciones generales serán en enero de 2024. La cuestión aquí es ¿Habrá una España en libertad que pueda votar dentro de dos años y medio? A este paso creo que no. 

jueves, 15 de julio de 2021

El problema es el presidente

Si tuviese que comparar a Pedro Sánchez con un personaje de ficción, éste sería sin lugar a dudas Francis Urquhart, el protagonista de House of Cards (La buena y original, la británica), ya que a la hora de visualizar la serie parece que estás viendo al actual presidente del gobierno de España: Un tipo frío, sectario, calculador, manipulador, con ansias de poder y sin escrúpulos. Y es que lo ocurrido esta semana puede ser considerado como un hecho que únicamente podría ocurrir con Urquhart. Me refiero a la crisis de gobierno que se ha llevado por delante a casi medio gobierno, incluyendo a la ya ex-vicepresidenta Carmen Calvo, José Luis Ábalos, Isabel Celaá e Iván Redondo entre otros. 

La decisión de Sánchez de prescindir de todos aquellos que hace cuatro años le auparon de nuevo a la secretaría general del PSOE demuestra la falta de escrúpulos que tiene este repugnante ser. Un tipo que no ha dudado ni un solo momento en deshacerse de sus más estrechos colaboradores y ministros con el simple objetivo de prolongar su estancia en la Moncloa y sacrificar a sus peones con la excusa de que hay que regenerar el gobierno al encontrarnos ya en la segunda fase de la legislatura. Una segunda fase que promete venir cargada y no precisamente para bien, ya que solo hay que ver que esta crisis de gobierno ha sido la mayor desde la llegada del sistema constitucional de 1978 a España, lo cual quiere decir que aparte de lavar su imagen, Sánchez es consciente de que algo gordo se avecina, y no precisamente para bien. 

Y es que el jefe del ejecutivo sigue sin enterarse que el problema no son solo sus ministros, que también, sino él mismo. El principal problema que tiene España es ese ser repugnante llamado Pedro Sánchez, líder del PSOE y presidente del gobierno español. Un tipo que nos ha llevado a una situación extrema de la que solo podríamos salir en parte si este psicópata presentase su dimisión inmediata y diese por terminada su periodo en el poder. Un periodo este que se recordará como uno de los más negros de la historia reciente de España. Y es que no hace muchas horas hemos conocido que el Tribunal Constitucional ha fallado contra el recurso presentado por VOX contra el primer estado de alarma decretado por Sánchez en marzo del año pasado, llegando a la conclusión de que dicha medida fue inconstitucional.

No hay que ser un catedrático en Derecho Constitucional para saber que el confinamiento domiciliario llevado a cabo por Sánchez en 2020 era ilegal, ya que una medida de tan gran alcance solo podía ser ejercida dentro de un estado de excepción o de sitio, y jamás bajo un estado de alarma. Por cierto, cabe recordar que los estados de alarma deben renovarse cada quince días, y el segundo estado de alarma presentado por el gobierno ha durado medio año sin necesidad de prorrogación alguna por parte de las Cortes. Si el Tribunal Constitucional ha considerado que el gobierno ha vulnerado los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos (Lo que en otro país llevaría consigo la dimisión inmediata de todo el gobierno y la convocatoria de elecciones generales anticipadas) habrá que ver cuál es el dictamen que emitirá cuando se pronuncien sobre el segundo estado de alarma al que antes me he referido. 

Pero volviendo a la crisis de gobierno resulta sorprendente cómo Sánchez ha tirado por la borda a sus más estrechos colaboradores, entre ellos al todopoderoso Iván Redondo, jefe del gabinete de la presidencia del gobierno y considerado por todos como el "Rasputín" del gobierno Sánchez. Redondo, el cual es el hombre por el que Sánchez es hoy en día presidente y al cual se lo debe todo desde que accedió nuevamente al liderazgo del PSOE en 2017, ha caído de forma abrupta junto con todos los demás colaboradores que ayudaron a Sánchez a recuperar su silla en Ferraz y a ocupar la Moncloa en 2018. Todo esto no hace sino reafirmar la tesis de que nuestro querido Pedro no se casa con nadie a la hora de alcanzar o prolongar su estancia en el poder. Por mi parte solo puedo decirle a los ministros y colaboradores "Parados" un profundo "Joderos". Han creado un monstruo a la par que ellos pero éste se ha hecho grande y ahora a decapitado políticamente a todos aquellos que en su día lo auparon en el poder. Solo espero que en un futuro más próximo que tardío podamos verlos a todos, incluyendo a Sánchez, sentados en el banquillo por la gestión tan nefasta, criminal y traicionera que han realizado desde el gobierno.

Un gobierno al cual le cuesta un poco mencionar la palabra "Dictadura" a la hora de referirse a Cuba y a la crisis política y social que se está viviendo en la Habana en estos momentos. Del mismo modo que para hablar de Franco se les caen a todos la boca de pronunciar infinidad de veces el término "Dictador", no lo hacen así a la hora de hablar de los hermanos Castro, de Díaz-Canel, o del régimen totalitario de izquierdas que padece desde hace sesenta años Cuba. Lo mismo ocurre con Venezuela y Maduro cuando se le pregunta a este desgobierno sobre la situación en Caracas. Pero claro, ¿Cómo vamos a pedirles que utilicen estos términos nuestro gobierno? Si estos términos son los que se les puede clasificar a ellos perfectamente, ya que no hay otra forma de denominar a nuestro gobierno que con los calificativos que ellos mismos esquivan a la hora de pronunciarse sobre sus camaradas hispanoamericanos. Y esto será así por mucho que Sánchez cambie de ministros e intente lavar la imagen de su gobierno cesando a todos los ministros que ya no le son útiles, creyendo o haciendo creer éste que el problema son sus ministros, cuando el problema es él, el presidente.

sábado, 10 de julio de 2021

La historia se repite

En febrero de 1933 se produjo en Alemania el incendio del Reichtag (Parlamento alemán). Justo un mes antes se había producido la llegada al poder del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, liderados por el austríaco Adolf Hitler. El incendio de la cámara, el cual no se ha sabido hasta la fecha quién fue su verdadero verdugo, aunque se determinó en su momento que el comunismo alemán fue el verdadero responsable, supuso que el recién elegido canciller de Alemania llevase a cabo al día siguiente una serie de restricciones de los derechos fundamentales de los alemanes a través de un decreto que firmaría el por entonces presidente alemán, Paul Von Hindenburg. El ya mencionado decreto tuvo como principales objetivos la suspensión de la libertad de expresión, la libertad de asociación, la libertad de prensa, la libertad de reunión y el secreto de las comunicaciones, así como la autorización para que el gobierno pudiese registrar domicilios y confiscar los bienes privados, entre otras cuestiones. 

Este decreto que supuso la antesala para que Hitler declarase la ley habilitante un mes después y que tuvo como desenlace la instauración definitiva del nacionalsocialismo tras la muerte de Hindenburg un año después, fue el primer paso realizado por el gobierno nazi para poder instaurar su poder absoluto y restringir de este modo los derechos fundamentales de los ciudadanos. Pues bien, ochenta y ocho años después nos encontramos en España con una situación bastante parecida, donde el actual presidente del gobierno y líder del Partido Socialista Obrero Español, Pedro Sánchez, está ultimando un anteproyecto de ley de reforma de la seguridad nacional. Un anteproyecto en donde algunos detalles del mismo han salido a la luz a través de los principales periódicos nacionales. Entre los objetivos que se marca el gobierno a través de esta reforma figuran la autorización del gobierno de poder movilizar a toda la población española mayor de edad cuando se produzca en España una "Situación de crisis", la obligación de los medios de comunicación de colaborar con el gobierno, la posibilidad de requisar todo tipo de bienes tanto públicos como privados, así como la suspensión de cualquier tipo de actividad.

Por si esto fuera poco se ha sabido también que dicho anteproyecto tiene igualmente como objetivo el de reforzar el poder del presidente del gobierno, Pedro Sánchez, así como el del jefe de gabinete de la presidencia del gobierno, Ivan Redondo. Con esta futuro proyecto de ley se acuerda que sea el propio presidente del gobierno el que decida cómo y cuándo se declara en España el estado de Seguridad Nacional, sin necesidad de que tenga que recurrir a las Cortes para su aprobación como hasta ahora ha hecho. De la misma manera declara que la ley de transparencia podrá ser suspendida cuando el gobierno lo estime oportuno, así como la posibilidad de nacionalizar empresas y suspender los movimientos de capitales en el exterior. 

No hay duda de que Pedro Sánchez está decidido a cruzar la línea roja y convertir España en un estado dictatorial con él como jefe supremo. Lo que se está viviendo recuerda a lo que a principios de 1933 ocurrió en Berlín, donde Hitler aprovechó un ataque radical contra el parlamento para suspender los derechos de los ciudadanos. De momento en España no se tiene constancia de que vaya a ocurrir un suceso dramático de proporciones gigantescas que "Excuse" la aprobación de esta norma por el consejo de ministros y posteriormente por las Cortes Generales. De lo que se tiene constancia absoluta es de la tiranía y el peligro que supone para este país esa persona cargada de odio y resentimiento como es Pedro Sánchez Pérez-Castejón, un tipo cuyo único propósito es el de llevar a España hacia un estado totalitario en donde los derechos fundamentales queden suspendidos y el gobierno tenga el control absoluto de la situación. Un cambio de régimen desde dentro de la propia ley en el que el todavía jefe del estado y rey de España, Felipe VI, es un mero espectador que observa cómo el sistema político que él lidera y el futuro del país se van al traste mientras el jefe del gobierno se dedica a desmontar toda la estructura política, social y económica del país para crear una España a su manera. Sánchez al igual que Hitler va a por todas en su esquizofrénica y totalitaria idea de adueñarse del poder. 

Y es que no es ninguna casualidad que lo ocurrido en Alemania hace noventa años fuese obra del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán y lo que está ocurriendo en España lo sea gracias al Partido Socialista Obrero Español. Dos partidos políticos que se pueden considerar como lo peor que les ha ocurrido a sus respectivos países. En Alemania el nazismo está prohibido, mientras que en España el socialismo totalitario por el que siempre se ha caracterizado el PSOE sigue siendo todo un ejemplo a seguir. Por lo que respecta a sus líderes ya sabemos cómo acabó Hitler tras doce años de totalitarismo nazi. La cuestión ahora es ¿Cuál será el final de Sánchez tras consumir toda su vomitiva obra?, ¿La permanencia permanente en el poder?, ¿La salida del gobierno por la puerta de atrás?, ¿El enjuiciamiento por traición hacia su país?, ¿La cárcel? Muchas preguntas sin respuestas en esta España cuyo futuro se vislumbra más negro que nunca gracias a un dictador sin escrúpulos cuya sed de poder es insaciable y por la que todos pagaremos un alto precio. 

jueves, 8 de julio de 2021

No lo llames referéndum, llámalo consulta

Dos semanas después de los indultos que Pedro Sánchez ofreció a los golpistas catalanes, la situación sigue estando bastante movidita en España. Tras la comparecencia de Sánchez en Moncloa el pasado 22 de junio en donde anunciaba con todos los honores el indulto a los independentistas, ahora viene la segunda parte de la historia, que no es otra que la creación de dos mesas para el diálogo en donde el gobierno y la generalitat hablarán en una mesa de las cuestiones legales que desde dentro de la propia ley se pueden resolver, mientras que por el otro habrá una mesa en donde se discutirá de los asuntos que "Solo pueden ser solucionados fuera de la ley". Sí, por mucho que a algunos les sorprenda (A mí desde luego no) el gobierno del PSOE está dispuesto a todo con tal de permanecer en el poder hasta finales de 2023/principios de 2024, y esto incluye burlar el ordenamiento jurídico español para ofrecerles a los independentistas una "Consulta" en la que se pregunte solo a los catalanes sobre su postura concerniente el autogobierno. 

Un referéndum que Pedro Sánchez anunció el pasado día 30 de junio en el congreso que no se llegaría a producir jamás. Fue entonces cuando tras reírme de la falsa promesa realizada por este repulsivo ser pensé "No lo llames referéndum, llámalo consulta". Y es que no pasó más de 24 horas cuando desde el propio gobierno se hablaba ya de la posibilidad de realizar no un referéndum, sino una consulta. Un doble lenguaje con el que Sánchez quiere burlar la constitución y la soberanía nacional, ya que no hay ninguna solución legal que permita realizar un referéndum en Cataluña para decidir sobre su independencia o permanencia en España. Es por esto por lo que el gobierno realizará lo que ya supuse y escribí en mi última entrada: El ofrecimiento de un nuevo estatuto que reconozca a los cuatro vientos la existencia de la nación catalana así como un aumento del autogobierno en dicha comunidad autónoma. Con esta farsa, Sánchez llevará como consulta a Cataluña la aprobación o no de este estatuto, mientras que los independentistas lo disfrazarán de "Referéndum pactado sobre la independencia", aunque en este escenario no se hable de la independencia sino de la propia reforma del estatuto catalán. 

De esta forma en la cual Sánchez y los independentistas tomarán como gilipollas a todos los catalanes y al resto de españoles, ambas partes quedarán satisfechas por el hecho de haber logrado al fin el ansiado referéndum en el que los catalanes previsiblemente voten SÍ a la reforma del estatuto y con ello al reconocimiento de Cataluña como nación dentro de España, burlando a su vez la constitución y el ordenamiento jurídico nacional. Una burla más como la que Sánchez realizó hace dos semanas con los indultos y como tiene pensado de actuar la generalitat (Con el beneplácito del gobierno) utilizando el dinero público para pagar las multas que los líderes independentistas recibieron por los sucesos que éstos provocaron durante el proceso soberanista. Y es que no hay que olvidar que todo lo que realice este gobierno y sus cómplices será de espaldas a la ciudadanía y burlando la ley, ya que dentro de la legalidad vigente la única forma de poner fin a esta farsa sería reformando la constitución por la vía del artículo 168, lo cual llevaría a la convocatoria de unas elecciones generales constituyentes que Sánchez no quiere ni oír, ya que dichos comicios llevarían consigo la derrota de la izquierda y su posible salida del gobierno. 

Pero he aquí que no solo tenemos a los catalanes, sino que a esta fiesta también se han unido inesperaderadamente (O quizás no tan inesperadamente) los vascos, los cuales ya le han dado a Sánchez un plazo de dos años para que reconozca al País Vasco y a Cataluña como naciones. Todo un ultimátum el que le ha lanzado el PNV a Sánchez. Un Sánchez que está acabado políticamente y cuyos aliados saben perfectamente que deben de exprimir al máximo antes de su salida del poder en 2024, pues son conscientes de que nunca volverán a tener a un jefe del gobierno español tan dispuesto a sacrificar el país que preside por unos meses más para saborear el poder y sus privilegios. Es por ello por lo que no sería de extrañar que los acontecimientos se empiecen a acelerar a partir de septiembre de este año. Los Presupuestos Generales del Estado deben de aprobarse en otoño y Sánchez necesita como agua de mayo el apoyo de los independentistas para aprobar sus presupuestos y no verse obligado y humillado a prorrogar una vez más los presupuestos durante su presidencia. 

Sin embargo no hay que olvidar que hablamos de Pedro Sánchez. Para él la palabra "humillación" no existe, ya que carece de cualquier catadura moral y vergüenza para sentir dicha sensación a la hora de realizar algo. La misma de la que carecen sus aliados. Solo hay que ver cómo han reaccionado los condenados-indultados tras salir de la cárcel. Con una soberbia extrema y orgullosos de los actos por los que fueron detenidos, enjuiciados y condenados. La misma soberbia con la que nos obsequió en el congreso ni más ni menos que Gabriel Rufián, el cual se burló de Sánchez en el parlamento cuando éste prometió que jamás se celebraría un referéndum en Cataluña. "Denos tiempo" dijo Rufián jactándose de que el todavía presidente del gobierno aceptará cualquier cosa para conservar el poder, ya sea de forma legal o ilegal. Tenemos pues a un personaje peligroso y psicópata al frente del gobierno de la nación, el cual vendería a su madre por obtener un pedazo de poder o por mantenerlo. Ese es y no otro Pedro Sánchez, un tipo sin escrúpulos que sin embargo se presenta con toda solemnidad ante la sociedad como el Adolfo Suárez del siglo XXI en estos momentos en los que él cree que estamos viviendo la II Transición.

Ante la gravedad de todo esto uno se pregunta ¿Dónde coño está la oposición? El debate sobre los indultos demostró que si el gobierno está hundido, la oposición lo está aún más, ya que no había más que ver cómo se tiraban los trastos a la cabeza Pablo Casado y Santiago Abascal, el cual invitaba a Casado a presentar una moción de censura para denunciar la actuación del gobierno del PSOE. Una invitación que Casado rechazó absolutamente y por la que Abascal no está dispuesto a volver a pasar después de presentar la suya propia en octubre de 2020. Personalmente creo que en estas graves circunstancias hay que dejar a un lado los intereses personales y partidistas y presentar de forma constante mociones de censura hasta que el actual gobierno caiga o en su defecto agote completamente la legislatura. 

El candidato a la presidencia del gobierno en dicha moción no debe ser Pablo Casado, (Al cual sigo sin ver en la Moncloa, personalmente) sino una persona independiente que cuente con el respeto de los partidos de la oposición y que tenga como único punto de su programa la convocatoria de elecciones generales lo antes posible. Y no solo esto, sino que la oposición está no ya en el derecho sino en la obligación de presentar cuanto antes y de forma continua una moción de responsabilidad criminal al presidente del gobierno, como así establece el artículo 102 de la constitución y del que ya he hecho otras veces referencia. Pero por desgracia nada de esto ocurrirá. 

El PP cree que estamos en 2011 y que esto no es más que la segunda parte de la caída del alumno aventajado de Zapatero, y nada más lejos de la realidad. El PP, VOX, Casado y Abascal deben tener en cuenta que esto no es un escenario más en el sistema constitucional de 1978, sino que estamos ante un momento trascendental en el que aquí nos estamos jugando algo mucho más importante que en otras ocasiones. Si la derecha no ve la importancia del momento que estamos viviendo y no lucha por mantenerse unida, Sánchez y los enemigos de España habrán ganado y la derecha habrá perdido una oportunidad histórica. Y lo peor es que esa victoria de Sánchez y sus aliados ya la tienen éstos en la palma de sus manos.

martes, 15 de junio de 2021

No es un indulto, es un insulto

Dentro de unos días se producirá la aprobación por el consejo de ministros del Real Decreto que indultará a los independentistas catalanes encarcelados por el golpe de estado producido en octubre de 2017. Una fecha que sin lugar a dudas va a marcar un antes y un después en la política española, ya que como estamos viendo en estos días, la sociedad española está mostrando su rechazo absoluto a este despropósito, el cual no tiene otro objetivo que el de alargar la legislatura hasta el año 2023-2024 y darle con ello oxígeno a Pedro Sánchez para aguantar en la Moncloa hasta el final de su mandato. 

Un mandato que está ya sentenciado, al igual que le ocurrió a Zapatero en mayo de 2010 con los recortes sociales o a Rajoy en mayo de 2018 con la sentencia de la Gürtel. La presidencia de Sánchez ha llegado a su fin, pero eso no quita que el aún presidente del gobierno pueda seguir haciendo daño al país que preside liberando a sus enemigos y abriendo una mesa de negociación con éstos para diseñar el futuro de Cataluña. Una mesa de diálogo en la que ni los propios personajes que integrarán esa mesa saben aún de qué van a hablar, ya que cualquier propuesta que vaya encaminada hacia la celebración de un referéndum llevaría consigo la reforma de la constitución por la vía del artículo 168, es decir, habría que convocar de inmediato unas elecciones generales que Sánchez rechaza de cualquier forma. He aquí uno de los escollos que se van a encontrar estos miserables cuando se sienten e intenten llegar a un acuerdo del que solo España va a salir perdiendo. 

Otra cosa es que el gobierno intente llevar a cabo una chapuza jurídica en la que intente reformar por la vía del artículo 167 aspectos de la constitución que solo pueden ser modificadas a través del artículo 168. Algo miserable pero que estaría completamente a la altura del gobierno criminal que padecemos desde hace ya tres largos años. Otra cuestión sería la que en mi opinión puede ocurrir, que no es otra que la propuesta de un nuevo referéndum para votar no ya la independencia de Cataluña, sino un nuevo estatuto que reconozca de forma plena a Cataluña como una nación dentro de España y le otorgue a su vez un estatus superior al resto de las regiones españolas tanto en el plano político, judicial, social y económico. En definitivas cuentas, sería volver a la situación de 2006, en donde el entonces presidente de la generalitat, Pascual Maragall, aprobó un estatuto completamente nacionalista que luego sería suavizado por Artur Mas y Zapatero para que la situación no estallase por aquel entonces, cosa que acabó ocurriendo en 2010 con la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el estatuto. 

Pero volviendo al tema que nos ocupa, la cuestión principal es la posición en la que quedará España cuando Sánchez apruebe el indulto a los golpistas dentro de unos días. El domingo se celebró en Madrid una manifestación masiva en la que cientos de miles de personas exigieron al gobierno que no indultasen a los condenados por el proces catalán. Poco antes de la manifestación la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, realizó unas declaraciones bastante interesantes sobre el lugar en el que quedaría la figura del rey Felipe VI si éste se ve en la obligación de firmar el Real Decreto que llevaría consigo el indulto a los golpistas catalanes. En mi opinión la posición en la que quedase el rey me es indiferente, pero no dejo de reconocer que sería bastante patética, ya que si alguien salió en su momento de forma más o menos firme ese fue Felipe de Borbón en el famoso discurso del 3 de octubre de 2017. Sería una humillación al rey, pero lo que es más importante, sería una humillación para España, la cual vería atónita cómo un gobierno enemigo de la nación que dirige concede la libertad a aquellos que se saltan la constitución y el ordenamiento jurídico español. 

Otra cuestión que me llama bastante la atención es cómo hace ya un par de semanas se pronunció el propio Pedro Sánchez sobre los indultos afirmando que hay que apostar por la "Concordia" frente a la "Venganza". ¿Desde cuándo aplicar justicia contra unos criminales es cometer venganza? Para cualquier persona normal es vomitivo, asqueroso y despreciable oír a un presidente del gobierno salir en defensa de unos criminales que han atentado contra la ley y despacharse a gusto contra la justicia española que lo único que ha realizado es cumplir con su deber. ¿Qué mensaje se traslada con esto a la sociedad española y en especial a los delincuentes y criminales? ¿Que aplicar justicia es un acto inmoral y vengativo? La capacidad de este peligroso sujeto a la hora de superarse en sus actos y palabras es impresionante. Ni el peor enemigo externo de España a lo largo de su historia ha ido tan lejos como lo está haciendo este hijo de puta, el cual solo está preocupado por terminar la legislatura y seguir disfrutando de los privilegios presidenciales aunque esto suponga llevarse por delante al propio país.

Uno de los problemas de Pedro Sánchez es que se cree Adolfo Suárez, que el año 2021 es el año 1977 y que la bajada de pantalones a la que va a someter al estado en pocos días es el inicio de un periodo de diálogo y concordia semejante a la situación de reconciliación vivida durante la transición. Él cree que aparte de prolongar su estancia en la Moncloa, esta medida va a ser vista como una decisión histórica a la altura de la legalización del Partido Comunista, la restitución de Tarradellas como presidente de la generalitat catalana o la vuelta de los exiliados de la guerra civil. De momento ya se sabe que una vez liberado, Junqueras formará parte de esa mesa de negociación. Una mesa de negociación en la que algunos están pidiendo también la presencia de Puigdemont para que se le conceda a éste (Y al resto de fugados) la posibilidad de volver a España sin posibilidad alguna de ser juzgado ni condenado. Una humillación más que no hay que descartar por parte del gobierno de Perro, perdón, Pedro Sánchez.

De momento ya sabemos lo que nos espera de aquí a unos días. La culminación de la traición de Sánchez está ultimándose, y con ello la humillación al Estado de Derecho español. Mientras esto ocurre el gobierno se dedica a insultar a los españoles que se oponen a esta horrenda decisión calificándolos de "Fachas", "Resentidos", "Fascistas", "Ultraderechistas", "Violentos". Sí, por mucho que nos resulte irónico el gobierno que más ha hecho junto con el de Zapatero por reabrir las viejas heridas de la guerra civil es el que ahora utiliza todos estos adjetivos para atacar a los españoles que solamente piden una cosa: Justicia. Probablemente una vez tomada la decisión se convoquen manifestaciones y protestas sociales como la que se vivió en Madrid el domingo. Sin embargo, nos encontramos en la misma tesitura que hace quince años vivimos con Zapatero y su mal llamado "Proceso de paz" frente a la ETA, lo cual no fue más que otra bajada de pantalones del entonces gobierno socialista y del estado frente a los terroristas. Al igual que con Sánchez, cientos de miles de españoles salieron a las calles para exigir al ejecutivo que no negociase con terroristas, pero al igual que le está ocurriendo ahora a Sánchez, a Zapatero le entró por un oído y le salió por el otro las protestas de aquel entonces, consumiéndose finalmente el "Proceso de paz" con la legalización y entrada de los terroristas vascos en las instituciones.

Estamos asistiendo pues a una nueva jugada maquiavélica de Pedro Sánchez de la que cree que podrá salir airoso una vez más, pero la situación ha dado un vuelco en España desde la victoria de Ayuso el pasado 4 de mayo. Sánchez es ya, como se suele decir, un "Pato cojo", un presidente en las últimas que difícilmente pueda llegar a terminar la legislatura, y aunque así fuese es indiferente. La situación ya es insostenible y tras la gestión criminal del Covid y la pésima forma de llevar la crisis contra Marruecos, es bastante probable que Sánchez no sobreviva políticamente a la humillación tanto nacional como internacional a la que nos va a someter con la concesión de los indultos y la creación de la mesa de diálogo. ¿Cuánto tiempo puede durar Sánchez tras esto? ¿Medio año? ¿Un año? Por muy bien que intenten adornar la píldora del indulto, Sánchez y el PSOE están de capa caída en las encuestas, y esto solo acelerará la caída tanto del todavía presidente del gobierno como de su partido. Será la tercera vez en menos de treinta años que el PSOE deje una España en crisis, pero nunca la ha dejado como lo hará Perro Sánchez: En medio de una crisis sanitaria, económica, social, territorial y política. Se habla ya de una inminente crisis de gobierno tras la aprobación de los indultos, pero el problema no está en los ministros (Que también), sino en el propio presidente. Es bastante probable que el principio del fin de Sánchez haya comenzado, aunque él todavía no sea consciente de ello. Y es que lo que está ultimando Sánchez no es un indulto, sino un insulto a España y a todos los españoles. Un insulto que aunque no lo crea le va a salir bastante caro y le va a costar el cargo más pronto que tarde. 

jueves, 6 de mayo de 2021

Ayuso arrasa e Iglesias se va

Han pasado ya 24 horas del resultado de unas elecciones que sin duda han dado un vuelco en el panorama político español. Me refiero por supuesto a las elecciones madrileñas del 4 de mayo, las cuales han dado un triunfo absoluto a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y ha supuesto el punto y final a la carrera política de Pablo Iglesias.

Un triunfo el de la joven presidenta madrileña más que merecido, ya que si ha habido alguien acosado por la izquierda política y mediática en estos dos años esa ha sido Isabel Díaz Ayuso, la cual ha sabido crearse su propio perfil político y diseñado una forma de hacer política desde la Comunidad de Madrid que ha convencido a una mayoría aplastante de madrileños que han sabido darle su reconocimiento electoral en la noche de ayer. 

Una noche la de ayer que supone un punto y aparte en la política española y que ha puesto fin a una campaña electoral que personalmente considero que ha sido la campaña más agresiva y violenta desde las elecciones generales de 1977. Con una izquierda cada vez más extremista y totalitaria, la cual ha hecho uso hasta de las balas y las amenazas de muerte para atacar al bloque de la derecha, la campaña se ha visto salpicada por toda clase de escándalos. Una campaña en la que aun siendo estas unas elecciones regionales han sido de facto un ensayo de lo que puede estar por venir a nivel nacional si las cosas siguen como están. 

Y es que desde que el ya retirado Pablo Iglesias decidiese dejar sus cargos en el gobierno para medirse electoralmente frente a Ayuso se sabía ya que aquí estaba en juego algo más que la comunidad madrileña. Estaba en juego la gestión que por una parte había realizado Ayuso al frente de Madrid y por otro lado la gestión criminal y miserable que han realizado Pedro Sánchez y Pablo Iglesias desde la Moncloa. De hecho tras el anuncio de la candidatura de Iglesias, Ayuso advirtió que en estas elecciones se disputaba entre optar por la libertad o por el totalitarismo agresivo que representaba Iglesias, el cual ha hecho su campaña más violenta, sucia y barriobajera desde que diese el salto a la política.

Pues bien, con el resultado de anoche se abre un nuevo periodo dentro de la política española. La derecha, representada por el PP y VOX ha arrasado en Madrid mientras que la izquierda se ha hundido. El PSOE es desde anoche la tercera fuerza política madrileña, por detras de Más Madrid, la cual ha conseguido hacerse con el liderazgo de la oposición, y Ciudadanos ha perdido toda representatividad en la asamblea regional. La cuestión una vez visto los resultados es ¿Y ahora qué?

Una de las consecuencias de la victoria de Ayuso ha sido la derrota sin paliativos del presidente del gobierno, el cual se había tomado estos comicios como algo personal al verse frustrado su intento de obtener los gobiernos de Murcia, Madrid y Castilla y León a través de las mociones de censura pactadas con C's. Es por esto por lo que Sánchez se ha llevado al terreno personal estas elecciones y ha salido perdiendo estrepitosamente. Lo lógico hubiese sido que después de la derrota de Ángel Gabilondo, si alguien debía salir de la ejecutiva federal del PSOE para dar explicaciones, ese era Pedro Sánchez, pero como buen cobarde que es decidió que debía de comparecer ante los medios un inexpresivo Abalos para adelantarse a los medios y decir que estos resultados no debían extrapolarse a nivel nacional. 

Pero por si todo esto no fuese poco, hoy ha salido la vicepresidenta del gobierno, Carmen Calvo Poyato para comparar a los ganadores de estas elecciones con los nazis y sus exterminios en los campos de concentración. Claro, uno escucha estas cosas y lo primero que sueltas es un "Menuda hija de la gran puta", pero luego te vas deprimiendo cuando recaes en que semejante tipeja es profesora de Derecho Constitucional en la Universidad de Córdoba. Con la presencia de semejantes individuos en las instituciones educativas uno comprende porqué el sistema educativo lleva ya treinta años yéndose a la mierda. Que estas afirmaciones se las permita realizar una vicepresidenta del gobierno nos hace una idea del peligro en que nos encontramos al estar gobernados por semejante pandilla de fascistas y psicópatas. 

Una pandilla a la que hay que hacer frente cuanto antes y que con los resultados de anoche sobre la mesa la oposición debería de exigir cuanto antes la convocatoria de unas elecciones anticipadas. Pero lo más que ha exigido el líder de la oposición, Pablo Casado, ha sido la convocatoria del debate sobre el estado de la nación. Desde luego está visto y comprobado que este chaval no sabe ni por dónde le da el sol. Solo hay que ver cómo ayer se intentó apropiar de una victoria que solo y exclusivamente le corresponde a Ayuso, la cual los tiene mejor puestos que él y sabe mejor que éste qué proyecto le conviene a España y con qué socios. Personalmente si por mí fuera apostaría desde ya por Isabel Díaz Ayuso como candidata del PP a las próximas elecciones generales, algo que por desgracia creo que no veremos. Aún así, Ayuso se ha coronado anoche como Isabel III de España al obtener el respaldo mayoritario de los madrileños y también el de millones de españoles que ven en ella un proyecto de gobierno del que carece el actual líder del PP.

Por otra parte quiero comentar la retirada del que hasta hace poco era el vicepresidente del gobierno, Pablo Iglesias. Un tipo que ha pasado de codirigir el gobierno de España a irse al paro en menos de dos meses. Eso sí, un paro que nos costará a los españoles 5.000 euros mensuales durante los próximos catorce meses, ya que el líder podemita no ha renunciado a la pensión que le corresponde como exvicepresidente del gobierno. Se ve que al marqués de Galapagar se le ha pegado aquello de lo que en su día denominaba como "Los lujos de la Casta" y de los que ahora también él quiere aprovecharse. Y es que las cosas como son, Pablo es al igual que Sánchez un totalitario criminal, pero no es gilipollas. Sabe vivir bien y sabe cómo hacerlo mientras le toma continuamente el pelo a los fascistas de sus votantes. 

La retirada de Iglesias de la política es el desenlace de una carrera que empezó allá por 2014 con el famoso lema de "La casta del PPSOE" y que tuvo su culmen el año pasado al convertirse en la mano derecha de Sánchez en el gobierno. Todo una meteórica carrera de alguien tan falto de vergüenza como de principios, moralidad y respeto. Aquí acaba la carrera de Iglesias, aquí acaba la hipocresía de aquél profesor de Vallecas que un día se creyó el regenerador de la vida política española y que ha acabado convertido en el marqués de Galapagar. Nadie te echaremos de menos, Pablito. Tanta paz lleves como descanso dejas. Aún así no sería de extrañar que este sujeto volviese en un futuro a la política, ya que es de eso y no de otra cosa de lo que sabe vivir. De momento se habla de su futuro próximo como presentador de un programa de televisión, pero me extraña que semejante sujeto vaya a vivir de esto el resto de su miserable vida. 

Ahora, tras la caída de Iglesias solo cabe esperar la caída de Sánchez, la cual se ve algo más complicada teniendo en cuenta que el jefe del gobierno tiene hasta 2023 el sillón de la Moncloa asegurado gracias al apoyo de los propios podemitas, etarras e independentistas. Los resultados de anoche pueden ser un punto y seguido en la presidencia de Sánchez, pero no será por desgracia el punto y final de su criminal presidencia. Tras esto Sánchez hará como hizo ayer tras votar en medio de abucheos, hacer oídos sordos y aguantar todo lo que le echen hasta que lleguen las próximas elecciones generales. ¿Qué sucederá hasta entonces? Más división, más crispación y más totalitarismo en esta España que no aguanta más y que sin embargo le queda todavía por delante dos años de Sanchismo como mínimo. Lo que venga después de las próximas elecciones generales es toda una incógnita, o quizás no...

miércoles, 24 de marzo de 2021

Tribunal Sálvame

Pocas veces he hablado de estos temas por aquí, pero la situación que se ha desencadenado tras la emisión del dichoso documental de Rocío Carrasco alegando los malos tratos que recibió de su por entonces marido Antonio David Flores hacen que esta noche escriba sobre un asunto que creo que se está pasando ya de la raya. Y por Dios que nadie diga aquello de "Eso no lo veo yo", puesto que todos en algún momento hemos visto aunque sean durante cinco minutos programas como Sálvame y similares, aunque haya sido por aburrimiento.

Dicho esto soy una persona a la que en realidad le importa tres cojones la vida de los famosos y el cotilleo, pero la otra noche me dediqué a ver el famoso documental que "Rociíto" (Como así la conocemos en toda España) realizó para Telecinco y que consta de un total de seis episodios de los que el pasado domingo vimos los dos primeros. Pues bien, aquí la hija de la gran Rocío Jurado habló como todos sabemos ya de los malos tratos que sufrió hace 25 años por su ex-marido y padre de sus dos hijos, el ex-guardia civil Antonio David Flores. Hasta aquí todo "Normal", puesto que dicha historia se sabía desde hacía más de dos décadas aunque la protagonista no ha hablado en televisión hasta ahora ni echado mierda en público sobre su ex-pareja.

El problema viene cuando termina el documental y los colaboradores de Telecinco, liderados por el futurible ministro de cultura, Jorge Javier Vázquez, comienzan a despotricar contra Flores acusándolo de maltratador y mala persona a la vez que obvian no ya la presunción de inocencia, sino la propia inocencia del susodicho, ya que Carrasco denunció en varias ocasiones a su ex-marido, saliendo éste inocente de todos los pleitos que la hija de Rocío Jurado planteó contra él en los tribunales. 

Entre los colaboradores que se encontraban en el plató despotricando sobre Flores estaba la mismísima Ana Pardo de Vera, reconocida podemita ultraizquierdista y feminista que estuvo a punto de ser nombrada presidenta de RTVE cuando en verano de 2018 llegó Pedro Sánchez a la Moncloa. Aquí nuestra querida amiga estuvo a punto de culpar a la derecha española de ser la responsable de los malos tratos de Flores hacia Carrasco. En un momento determinado llegó a decir que "La justicia española está dominada por el heteropatriarcado", y que "Una mujer juez debe de creer sin más lo que otra mujer denuncie acerca de la violencia de género". 

Claro, cuando uno escuchó esto me acorde en voz alta de la madre de nuestra querida Ana así como de todos sus antepasados, y es que no es para menos. España estaba visualizando en vivo y en directo un juicio paralelo al que ya había sido sometido Antonio David Flores (El cual debo decir que tampoco creo que sea un santo, al igual que ella) en su día. Por si esto fuera poco, Jorge Javier Vázquez comenzó a leer en directo los tweets que desde las redes sociales estaban realizando Irene Montero (Ministra de desigualdad y cónyuge del todavía vicepresidente del gobierno, Pablo Iglesias), u otros políticos de izquierda, los cuales le daban la razón absoluta a Rocío Carrasco mientras daban por hecho los malos tratos de Antonio David hacia ella. También durante la emisión del programa apareció como colaborador otro sujeto cuyo nombre no recuerdo pero al cual he visto varias veces en tertulias políticas de la Sexta Noche. Dicho individuo secundó las palabras de Ana Pardo y despotricó abiertamente sobre el sistema judicial español y sus componentes, añadiendo que "Los jueces españoles son todos machistas". Unas declaraciones que me tocaron bastante los cojones y que hizo que pasase de escuchar todo lo que posteriormente se habló en el plató de Mediaset.

Pero para más INRI, al día siguiente me encuentro con que la propia Irene Montero estaba en directo conectando con Sálvame desde su despacho del ministerio hablando sobre el feminismo, la violencia de género y apoyando al 100% el relato que la noche anterior había realizado Rociíto, la cual ya se ha convertido en toda una referente del movimiento feminazi y de la izquierda española como en su día lo fue la famosa Juana Rivas. Todo esto mientras se comunicaba en directo desde el programa Sálvame que habían despedido a Antonio David Flores de su puesto de colaborador en dicho programa. Otro ataque inmisericorde contra la inocencia de este tipo, ya que insisto, éste ya ha sido absuelto de las denuncias de maltrato que Rocío planteó contra él en su momento. 

Pues bien, parece que sin habernos percatado nadie de ello la justicia española se ha reformado en las últimas 72 horas sin modificar la Constitución ni las leyes judiciales pertinentes. El Tribunal Supremo ha pasado de ser un tribunal inferior en la escala jerárquica judicial en favor del nuevo tribunal superior de España: El Tribunal Sálvame. Con todos sus cojones hemos visto cómo una cadena de televisión, la cual está acusada de encubrir una violación a una chavala en uno de sus realitys, se erige como el tribunal superior en España, así como en la voz del pueblo. Todo esto mientras los políticos llamaban a Mediaset posicionándose en favor de Rocío Carrasco y echando por tierra todos los fallos judiciales que la Justicia española ha realizado sobre este asunto. De hecho la propia hija de Rocío y Antonio David, Rocío Flores Carrasco ha comunicado a través de las redes sociales que intentó por todos los medios ponerse en contacto en directo con el programa para hablar públicamente pero que los propios realizadores del programa no consideraron conveniente que la hija de la ex-pareja hablase en directo. 

Como se puede apreciar, lo vivido en los últimos días es otra prueba más de cómo en España el Estado de Derecho ha desaparecido completamente, así como la presunción de inocencia y el derecho de defensa que la Constitución española reconoce. Los medios de comunicación tienen ya la última palabra y son éstos y nadie más que éstos los que tienen la autoridad "Moral" de calificar como víctima o verdugo a cuantas personas deseen en sus programas de televisión. Las sentencias judiciales son ya papel mojado y si hay personas que pierden en un pleito judicial tienen la oportunidad de recurrir al Tribunal Sálvame para que éstos les den la razón, ya que los auténticos jueces de hoy son los desgraciados que presentan y colaboran en este tipo de programas. Esta es la España que vivimos a día de hoy. Una España en la que los medios de comunicación son los verdaderos jueces y tienen la capacidad de perdonar o joderle la vida a cualquier persona. Ha ocurrido con personas anónimas y ahora ha ocurrido con un personaje del mundo de la prensa rosa, abriendo una nueva etapa demigrante en la televisión española. Esta es la España que gobierna la izquierda de este país. Un país en donde 17 años después de la llegada de Zapatero al gobierno y la aprobación de su ley contra la violencia de género se ha demostrado cómo se atenta constantemente los derechos fundamentales recogidos en nuestro ordenamiento jurídico. Continuemos consumando este proyecto totalitarista en nuestro país, que vamos por "Buen" camino...