domingo, 29 de diciembre de 2019

Una década histórica

Cuando estamos a menos de 72 horas para que se ponga fin a la que en mi opinión ha sido la década más tensa e histórica que ha vivido España desde los años 70, creo que es justo por mi parte que escriba esta entrada, la última de esta década que ha provocado un cambio total en España desde el 1 de enero de 2010. Nuestro país ha vivido todo tipo de situaciones extremas e históricas en estos diez años: Reformas constitucionales, estados de alarma, rescate de nuestro sistema financiero, miembros de la familia real sentados en el banquillo, corrupción generalizada, cambios de jefes de estado, cambios de gobierno, crisis política, golpes de estado en forma de declaraciones de independencia, protestas, movilizaciones y agitaciones en las calles, crisis constitucionales, el fin del bipartidismo en España y la aparición del multipartidismo, los recortes sociales, el fin de ETA, la exhumación de Franco, atentados terroristas, el triunfo de España en el Mundial y la Eurocopa, etc.

Pero no solo en España ha habido cambios importantes. También en el mundo se han vivido cambios de gran calado: La victoria de Trump en 2016, la abdicación del papa Benedicto XVI y la elección del actual papa Francisco, el fin de los Castro en Cuba, la Primavera Árabe, el Estado Islámico, la guerra de Libia, la muerte de Chavez y la llegada de Maduro, la caída de Evo Morales, el Brexit, la crisis económica, la muerte de Bin Laden, la presidencia de Obama, etc.

Sí, mucho ha cambiado el mundo en esta década. Un mundo que se encuentra en estos momentos en uno de sus periodos más turbulentos y cuya humanidad se encuentra amenazada por la agenda global que desde ciertos sectores se nos está imponiendo a marchas forzadas. Una agenda global que tiene como objetivo la destrucción de nuestra sociedad, de nuestra religión, de nuestra cultura, de nuestros valores, y de nuestra historia. Una agenda en la que las naciones, las familias y el propio individuo pierde cada vez más fuerza en favor del Estado. O lo que es lo mismo, de aquello que el ex presidente estadounidense George Herbert Walker Bush denominó como "El Nuevo Orden Mundial". Pero no es de eso de lo que quiero hablar aquí esta noche, sino de lo que ha ocurrido en el mundo, pero en especial en España en estos ya diez históricos años.

Siempre he dicho que las décadas pares eran aquellas en las que había grandes acontecimientos a nivel global, mientras que las décadas impares eran aquellas en las que había grandes acontecimientos a nivel nacional. Y debo decir que a excepción de la década del año 2000, donde el mundo y España vivieron grandes acontecimientos que cambiaron el curso de su historia, mi teoría se ha cumplido nuevamente. Esta década será conocida como la década más convulsa e histórica que ha atravesado España desde la década de 1970, con los últimos años del Franquismo y el inicio de la transición. Mi década, la de los años 1990, fue una década en la que también hubo cierta tensión, pero esa tensión podemos decir que iba dirigida más para buscar el cambio político encarnado en José María Aznar, y para desbancar de una vez por todas a la persona que en aquellos convulsos años 90 simbolizaba el poder máximo en España: Felipe González. Pero a diferencia de los añorados años 90, lo que los españoles hemos vivido en esta década ha sido toda una serie de acontecimientos que ha provocado la caída de todas las personalidades físicas que ostentaban el poder en nuestro país a inicios de esta década que ahora termina.

Cuando comenzamos esta década de 2010, España se encontraba gobernada (O desgobernada, mejor dicho) por el PSOE del infame Rodríguez Zapatero, principal responsable de gran parte de los males que ahora acechan a España. En la jefatura del estado se encontraba desde 1975 el rey Juan Carlos. España presidía por cuarta vez la presidencia europea, esta vez con Zapatero al frente. Nuestro país vivía una situación límite, en donde el paro llegaba ya a los cuatro millones para posteriormente llegar a los cinco. El sistema financiero español estaba al borde de la quiebra. La Selección Española de Fútbol ocupaba las portadas de todos los periódicos tras marcar Iniesta el gol que le dio a nuestro país la victoria en el mundial por primera vez en su historia. Los primeros recortes sociales comenzaban su andadura por España, Cataluña daba el pistoletazo de salida al procés independentista tras el fallo que recortaba el estatuto catalán de 2006, y el gobierno de Zapatero declaraba por primera vez el Estado de Alarma como consecuencia de la huelga de controladores aéreos.

Cuando terminamos esta década y yo escribo en estos momentos estas líneas, España se encuentra nuevamente gobernada desde hace un año y medio por el PSOE, ahora en manos de un psicópata narcisista llamado Pedro Sánchez. El jefe del estado es desde junio de 2014 Felipe VI, ya que Juan Carlos I se vio obligado a abdicar tras la irrupción de Podemos y los desastrosos resultados electorales del bipartidismo en las elecciones europeas de aquel año y las investigaciones sobre el caso Noos afectaban cada vez más al ya ex-monarca, lo cual provocó que un grupo determinado de personalidades convenciese a contrarreloj a Juan Carlos para que cediese el testigo de una vez por todas al por entonces príncipe de Asturias, Felipe de Borbón. Durante siete años ha gobernado el Partido Popular de Mariano Rajoy, el cual se ha visto las caras con el peor periodo conocido en España desde la Guerra Civil y al cual la corrupción provocó su salida del gobierno en junio del 2018 a través de la primera moción de censura que triunfa en España y tras un periodo de fuerte desgaste por parte de los populares. Cataluña se encuentra inmersa en todo un proceso independentista que llevó hace cinco años al entonces presidente de la generalitat, Artur Mas a convocar una consulta independentista. Posteriormente hace dos años las instituciones catalanas dieron un fallido golpe de estado contra la constitución al declarar de forma unilateral la independencia el 27 de octubre de 2017 tras convocar previamente un referéndum ilegal el 1 de octubre de ese mismo año que dañó y aún sigue dañando severamente la imagen de España en el mundo. La corrupción ha ocupado las portadas diarias de los principales periódicos. El PP, el PSOE, la monarquía, los sindicatos, la patronal, la banca, el sistema judicial, etc, se han visto afectados por todo tipo de escándalos de corrupción. Francisco Franco ya no descansa en el Valle de los Caídos. Desde el 24 de octubre de 2019, los restos del que fuera jefe del estado español durante cuarenta años reposan por orden y exhumación del gobierno de Sánchez en el panteón familiar de los Franco en el cementerio de El Pardo. Las heridas de la Guerra Civil se encuentran ahora más abiertas que nunca gracias a los movimientos del gobierno de Sánchez para desviar la atención de sus graves políticas. En octubre de 2017, tras la declaración de independencia, el gobierno de Rajoy aplicó junto con el apoyo del PSOE y de Ciudadanos el artículo 155 por primera vez en cuarenta años desde la instauración del sistema constitucional de 1978. Un 155 light que sirvió solo para cesar al gobierno rebelde de Carles Puigdemont y convocar inmediatamente unas elecciones anticipadas en Cataluña para diciembre de ese mismo año, las cuales dieron de nuevo la victoria a los independentistas, para humillación del gobierno y de España.

Cuando escribo estas líneas en esta madrugada ya del 29 de diciembre de 2019, España ha vivido cuatro elecciones generales en cuatro años. En 2016 Mariano Rajoy gobernó durante casi un año en funciones hasta que logró ser investido nuevamente como presidente del gobierno tras producirse en el PSOE un tsunami político que enterró y posteriormente resucitó al entonces líder de la oposición, Pedro Sánchez. En estos momentos, España se encuentra desde abril de este año con un gobierno en funciones, esta vez presidido por Sánchez, el cual está a punto de ser investido nuevamente como presidente del gobierno para la primera o segunda semana de este año próximo con el apoyo de los independentistas, etarras y la extrema izquierda, lo que provocará seguramente la ruptura final de España como nación en esta década que está a punto de nacer. Desde hace cinco años, España ha vivido cómo el sistema bipartidista se derrumbaba en favor de un cuatripartidismo, representado por un lado por el partido político de extrema izquierda, Podemos, y por el otro por un partido de centro-liberal de origen catalán llamado Ciudadanos. Desde este año, ese cuatripartidismo se ha convertido en un multipartidismo al agregarse un partido conservador a nivel nacional llamado VOX. A su vez, tras la salida del PP del gobierno hace un año y medio, Rajoy dimitió como presidente del partido y abandonó la política, siendo sustituido desde julio del 2018 por el actual líder de la oposición, Pablo Casado.

Cuando escribo esta entrada han pasado ya más de siete años desde que España solicitase en julio de 2012 a la Troika el rescate de nuestro sistema financiero, tras nacionalizar el gobierno de Rajoy la famosa entidad bancaria denominada Bankia, lo cual dio origen a la quiebra de nuestro sistema financiero. También ocurrió el año anterior la famosa reforma expres de la constitución. En agosto de 2011 y con la famosa prima de riesgo en máximos históricos, Zapatero propuso al congreso reformar el artículo 135 de nuestra carta magna, en donde se establecía que el pago de la deuda pública gozaba de prioridad absoluta frente a cualquier otro gasto del estado. Reforma que contó con el apoyo de Rajoy, el cual estaba ya a solo cuatro meses de alcanzar el Palacio de la Moncloa. Previamente, en mayo de ese año se produjo el estallido social en España al nacer la organización denominada "15-M", la cual exigía un cambio completo en el sistema político, social y económico en nuestra nación. España comenzó a partir de entonces a salir a las calles en protesta por los recortes sociales como consecuencia de la crisis económica o la corrupción generalizada. También en octubre de 2011, la organización terrorista ETA anunció en un comunicado su decisión de abandonar de forma definitiva la violencia. Siete años después, en mayo de 2018, ETA se disolvió completamente. Aun así, esta desaparición de ETA no ha salido gratis para desgracia de los españoles, ya que tanto el gobierno de Zapatero como el de Rajoy se comprometieron a dar a cambio a ETA su espacio político en las instituciones. A su vez en agosto de 2017, el terrorismo internacional volvió a atentar contra España trece años después del 11-M. En Barcelona y Cambrils el terrorismo yihadista realizó atropellos masivos que provocaron el asesinato de 16 personas. Por otra parte, en el año 2012, la Selección Española de Fútbol volvía a ganar cuatro años después la Eurocopa, provocando un breve paréntesis de alegría en el pueblo español, el cual ya estaba bastante sufrido por la crisis económica en aquel entonces. A su vez en el año 2013 se produjo la imputación de Iñaki Urdangarín y la infanta Cristina por el caso Noos. Posteriormente en 2017, la Audiencia Provincial de Baleares condenó a Urdangarín a solo seis años de cárcel, mientras que la infanta quedó absuelta. Una prueba más de que, a diferencia de lo que afirmó en su mensaje de Navidad de 2011 el rey Juan Carlos, la justicia no es igual para todos. Eso sí, quién iba a decir que finalmente sería IU (Iñaki Urdangarín) quien acabase con el reinado de Juan Carlos I...

A nivel internacional las cosas tampoco han sido fáciles. En junio de 2016, los británicos votaron mayoritariamente a favor de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, lo cual provocó la dimisión inminente de David Cameron como primer ministro británico, y su sustitución por Theresa May, la cual ha sido desalojada de Downing Street por su propio partido en favor del carismático Boris Johnson, el cual tiene ya preparado el escenario para abandonar definitivamente la UE el próximo 31 de enero del 2020. También en Estados Unidos hubo cambios. Contra todo pronóstico, el multimillonario y polémico empresario, Donald Trump vencía a la favorita del establishment mundial: la ex primera dama, Hillary Clinton en las elecciones presidenciales de noviembre de 2016. Un Trump que ahora se juega la reelección para el año que viene, lo cual le coincidirá con el impeachmeant (Proceso de destitución) que los demócratas han presentado contra él hace unos días.

Incluso en el Vaticano se ha producido un relevo papal inaudito desde hace 600 años. Tras los continuos casos de corrupción que afectaban a la Iglesia, y en especial a la Curia Vaticana, Benedicto XVI anunció, en una decisión que todavía no se conoce sus verdaderos motivos, su abdicación y su posterior retirada de la vida pública en febrero de 2013. Un mes después, el cónclave eligió al arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, como nuevo papa, adoptando el nombre de Francisco. Con la elección de este papa (El cual es uno de los referentes mundiales del progresismo y los defensores de esa propaganda del NWO que algunos llaman "Agenda 2030") se producía por primera vez la llegada a la plaza de San Pedro de un obispo de Roma procedente de América.

También ha destacado en esta década la presidencia de Obama. Un tipo el cual se ha pasado el 80% de su presidencia haciéndose selfies y promocionando sus cualidades y su vida personal cual producto de marketing se tratase. Cabe destacar entre los "logros" de su presidencia el asesinato del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden en mayo de 2011. Y digo "logros" entre comillas puesto que nadie sabe con certeza qué ocurrió finalmente con el cadáver del líder de la organización terrorista y si finalmente fue asesinado o no, ya que ocho años después de su muerte, aun no existe ninguna prueba gráfica sobre dicho acontecimiento. Por no hablar del verdadero legado que ha dejado Obama y su querida ex secretaria de estado, Hillary Clinton, que no han sido otros que la creación y financiación del Estado Islámico, el cual ha bañado España y Europa (Sobre todo Francia) de sangre gracias al papel jugado por estos dos referentes del progresismo. El mismo papel que desempeñaron en la Primavera Árabe en 2011, donde EEUU tuvo gran protagonismo en los sucesos que acaecieron en este tiempo, donde se produjo la caída de Mubarak en Egipto, o la liquidación de Gadafi en Libia, en este último caso con una intervención militar de por medio en la que el gobierno de España con Zapatero al frente jugó un papel destacado... y todo ello sin grandes manifestaciones en las calles con el lema del "No a la guerra". Esta son una de las muchas ventajas de ser progres, que puedes ir a una guerra sin que te llamen "Asesino" o "Invasor". Por último destacar también los acontecimientos ocurridos en Cuba, donde en 2016 falleció el que fuera durante casi cincuenta años dictador en la Habana, Fidel Castro. Dos años después se produjo la retirada de su hermano, Raul Castro de la presidencia de Cuba, dando paso al actual presidente, Miguel Díaz-Canel y poniendo punto y final al fin del gobierno de la familia Castro sobre la isla cubana tras casi sesenta años de poder absoluto. Y para terminar hacer una pequeña mención a lo ocurrido en esta década en Venezuela, donde el que fuera desde 1999 presidente de esta nación, Hugo Chavez, falleció como consecuencia de una larga enfermedad en 2013. Con su fallecimiento se produjo la llegada del que desde hacía un mes atrás ya era el máximo dirigente venezolano, el hasta entonces vicepresidente Nicolás Maduro. Cabe añadir que el mandato de Maduro ha tenido graves repercusiones en España, sobre todo desde que se rumorease que la financiación de Podemos provenía de fondos venezolanos, y de sectores cercanos a Maduro. No ha sido fácil las relaciones entre la Venezuela de Maduro y la España de Rajoy y la de Sánchez, sobre todo desde que en febrero de este año el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, reconociese al presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y autoproclamado presidente del país, Juan Guaidó. Una autoproclamación que ha provocado que el Chavismo viva sus momentos más duros desde su llegada al poder hace veinte años, y que amenaza seriamente con la posibilidad de que se produzca más pronto que tarde una intervención militar dirigida por EEUU y en la que España tendría que jugar un papel destacado como miembro de la OTAN para desalojar definitivamente a Maduro, y con ello al Chavismo de Venezuela.

Esta es por mi parte mis reflexiones de esta década que para mí no tiene otro calificativo que histórica. Mucho han cambiado las cosas en estos diez años, y mucho he cambiado yo también personalmente durante esta década. Algunas cosas han cambiado en mi vida, otras no. Aunque en lo personal no haya sido para mí una gran década, en lo político y en lo histórico debo reconocer que han sido unos años apasionantes y tensos, donde todo ha ocurrido en esta España nuestra, como diría nuestra gran Cecilia. No hemos vivido, y lo reitero una vez más, una década así desde la de 1970, lo cual la hace más irrepetible aún. Dejamos atrás pues una década que se estudiará con profundidad por los historiadores. Muchas interrogantes quedan todavía por aclarar en muchas de las cuestiones que han ocurrido en estos diez años, y muchos otros episodios que han ocurrido y que ahora desconocemos saldrán a la luz con el paso del tiempo. Dejando atrás a una década irrepetible ahora nos queda responder a la gran pregunta que nos hacemos todos en estos días: ¿Qué nos deparará la década de los 20? Personalmente creo que para España será bastante tensa y puede que incluso más histórica que la que estamos dejando atrás. Muchas cuestiones nos esperan en la década de 2020: El gobierno de Sánchez con Podemos, la independencia catalana, el estado federal, la reforma de la constitución, la monarquía, VOX... son tantas las cuestiones que hay en estos momentos encima de la mesa que el simple hecho de pensar en ellas ya da vértigo. Lo que sin lugar a dudas es seguro es que esta será la década definitiva para España. En estos diez años se decidirá si nuestra nación es liquidada definitivamente por la izquierda, o logra sobrevivir una vez más al Frente Popular que se nos avecina en unos días. Todo se decidirá en esta década que viene. Y lo mismo se puede decir del resto del mundo, y más en estos momentos en los que se vuelve a hablar más fuerte que nunca de una tercera guerra mundial. En el siglo XX, a la década del mismo nombre se le llamó "Los maravillosos años veinte". ¿Se repetirá la historia con los años 20 del siglo XXI? Dentro de poco lo sabremos...

lunes, 2 de diciembre de 2019

Hacia el totalitarismo progre

Hace unos días leí una noticia bastante curiosa a la vez que absurda. Resulta que Sergio Dalma, uno de nuestros mejores cantantes y compositores nacionales, concedió una entrevista en RNE donde afirmaba que él mismo se pedía perdón todos los días por haber compuesto la mítica canción de los años 90 "Esa chica es mía", ya que el cantante considera que la letra que compuso de dicha canción es machista.

Claro, uno que es de los 90 y aunque haya sido de muy pequeño pero ha escuchado este tipo de canciones y ahora se encuentra a sus compositores afirmar de forma vergonzosa que sus canciones son machistas y que piden perdón a las mujeres, a los hombres, a la sociedad en su conjunto, a los animales, a los extraterrestres, a las plantas y a todo tipo de vida humana existente en el universo y/o multiversos, pues como que te deja un poco avergonzado y asqueado de la situación tan surrealista a la vez que totalitaria a la que estamos llegando.

Y es que nada se puede hacer ya que no suponga una afrenta contra "Lo políticamente correcto", o "La dictadura progre". De hecho hace poco he visto en el programa Sálvame (Sí, aquí todos vemos en algún momento programas de mierda como Sálvame, no seamos hipócritas y reconozcámoslo) cómo una tipa presenta una sesión del mismo en el que se dedica a denunciar las expresiones machistas que los colaboradores realizan a lo largo del programa. De hecho, en un momento determinado tuve que quitar la voz porque si seguía escuchando determinada basura explotaría. Pues bien, no contento con eso veo en un momento en el que tengo la voz apagada del televisor cómo aparece un escrito proveniente de la sesión de la tipa en cuestión en la que se denuncia que el patriarcado está a favor de la monarquía, y que por eso hay que censurar y eliminar de nuestras vidas expresiones como "Princesa de la casa", "El príncipe azul", etc, y modificarlo por un lenguaje feminista en el cual se inculque que las mujeres son libres, independientes y que no son princesas ni están sometidas a nadie, además de ser las responsables de sus decisiones.

Y claro, cuando uno vio esta bazofia en la televisión no hice más que encenderme como una vela y decir "¿Pero qué mierda es esta?". ¿Acaso las mujeres no son ya seres libres e independientes? Por qué coño nos inculcan que no es así, cuando las mujeres en occidente disfrutan de una libertad y unos derechos superiores en muchos casos a los de los hombres". Ya podrían las tipejas como la presentadora de esa sesión, que por cierto, parece la hermana secreta de Carmen Calvo, preocuparse por las vejaciones, el maltrato y la violación de los derechos de las mujeres en países musulmanes. Oh, perdón, se me olvidaba que esas son sus costumbres y que hay que respetarlas. Solo el hombre blanco, hetero y occidental es el peor ser existente sobre la faz de la tierra. ¿El resto? Unos santos, oiga.

Pero ya no solo de la cuestión feminista es de lo que no se puede decir absolutamente nada en contra en esta sociedad totalitaria, sectaria y radical que estamos viviendo. El simple hecho de afirmar públicamente que los inmigrantes representan la mayor parte de porcentaje de sujetos que delincan en España supone todo un insulto a dichas personas, además de una acusación pública de racismo por parte del progre de turno que esté cerca tuya escuchando tales afirmaciones. El hecho de que la mayoría de los miembros de las mamadas, perdón, manadas sean de origen extranjero provoca que no se haga pública la nacionalidad ni los datos personales de los sujetos pertenecientes a esas bandas, todo lo contrario de lo que ocurre cuando los miembros de esas manadas son españoles. En esta caso se hace público hasta el DNI de sus componentes, lo cual demuestra la bajeza moral a la que ha llegado no solo nuestro país sino también occidente con respecto a la agenda global progre que se está implantando a marchas forzadas en los países de nuestro entorno.

Otra cuestión importante es el hecho que anunció hace unos días el presidente del gobierno en funciones, Pedro Sánchez, al afirmar que si sigue gobernando reformará el Código Penal para sancionar a todas aquellas personas que hablen bien de Francisco Franco o del régimen que éste lideró en España durante 1939 y 1975. Es decir, si dentro de unos meses Pedro Sánchez sigue gobernando perseguirá a todos aquellos españoles que hablen bien de un individuo el cual lleva muerto hace 44 años y que ha exhumado hace varias semanas, coartando y limitando una vez más un derecho que la constitución española reconoce y garantiza como es el de la libertad de expresión. Pero a Sánchez qué más le dá, ¿Verdad? Mientras nadie ose meterse con sus amigos etarras e independentistas, ni con sus predecesores en el PSOE como Largo Caballero, Indalecio Prieto o Juan Negrín, ni del papel de la izquierda en la II República y la Guerra Civil y acepte la Memoria Histórica que la izquierda criminal ha impuesto cualquiera puede hablar de lo que desee...

Para terminar voy a contar una anécdota que viví hace unos días y que me resultó bastante interesante desde el punto de vista comparativo en lo que respecta al nivel de libertad que vivimos en estos momentos en los que estamos a solo un mes de acabar esta década tan apasionante como histórica, quizás la más apasionante e histórica desde la década de los 70. Hace unos días me reencontré por Internet, concretamente por Youtube, con una famosa canción que se hizo bastante famosa a finales de los 90, la cual cantaba un tipo que se hizo popularmente famoso por entonces llamado de forma artística "El Chivi". Debo decir que esa canción la escuché yo de niño a finales de los 90, principios de la década del 2000, y he de reconocer que, siendo yo por entonces un niño, lloré de la risa cuando la escuché por primera vez. La famosa canción se llama "Radical" y en ella el cantante, que por lo visto fue también su compositor, habla sobre sus peculiares modos de vida, los cuales dista mucho de los de una persona corriente. Pues bien, mientras la escuchaba después de casi veinte años me quedé atónito ante lo que estaba oyendo; Una canción de este tipo y con esta letra es prácticamente imposible que pueda ser proyectada por una emisora de radio o un programa de televisión, e incluso es completamente posible que no pueda ser ni siquiera puesta a la venta en el mercado, además de denunciar al cantante y a la productora que lo contrató.

Es tal el nivel de censura y de totalitarismo al que estamos llegando que cualquier absurdez que hasta hace poco nos resultaba simpática, inofensiva o incluso pasaba completamente desapercibida, hoy es perseguida de forma atroz por el estado y por las hordas fascistas progres, las cuales no tienen otro objetivo que el de destruir por completo nuestro sistema social, cultural, moral y religioso. Este y no otro es el verdadero fin de esta locura a la que estamos asistiendo atónitos mientras la izquierda, con el apoyo cómplice de la derecha cobarde, traidora y acomplejada está imponiendo de forma imparable sin que nosotros hagamos absolutamente nada: Una restricción de nuestras libertades y nuestros métodos de vida.

Voy a finalizar con una reflexión que creo que dá para pensar: Hace ahora justo cuarenta años, es decir, en 1979, las libertades en España comenzaban su andadura aunque todavía existía cierta censura a la hora de hablar sobre según qué cuestiones, ya que estábamos a solo cuatro años desde la muerte de Franco, con lo cual la censura proveniente del Régimen anterior seguía activa aunque la constitución española que garantizaba entre otras cosas la libertad de expresión llevase ya un año aprobada. Veinte años después, es decir, en 1999, España se encuentra en su momento cumbre dentro de lo que respecta las libertades individuales y colectivas en nuestra sociedad. Existe plena libertad para hablar de todo y de todos sin restricción de algún tipo, salvo casos, como es lógico, de especial gravedad. Veinte años después, es decir, nuestro año actual: 2019. Las libertades en España están restringidas en pos de la defensa del feminismo, de los colectivos LGTBI, de la inmigración, de los colectivos proabortistas, ecologistas, animalistas, progresistas, etc. Nada se puede decir sin que alguien te llame la atención antes de acabar la frase que estás pronunciando. En cualquier momento alguien puede interrumpirte para decir que tu comentario es ofensivo además de inaceptable, para posteriormente catalogarte como homófobo, xenófobo, racista, franquista, fascista, etc. Las libertades tanto individuales como sociales se ven cada vez más restringidas en favor de una postura y un discurso "Políticamente correcto".

Con ello cabe preguntarse, si una sociedad como en este caso la española decía en 1979 "Esto no se puede hacer y/o decir", y cuarenta años después, en 2019 se dice "Esto no se puede hacer y/o decir", ¿Se puede confirmar que estamos igual o incluso peor que hace cuarenta años? Personalmente creo que sí, ya que la situación en España es, salvando las distancias, exactamente igual en la década de 1970 como en la década de 2010 en términos de una limitación progresiva de nuestro sistema de libertades. Solo la situación de 1999 fue la correcta a la hora de definir nuestro sistema de libertades como un sistema pleno, o en su defecto, casi pleno. Pero tras la prospera década de libertad de 1990 se produce la llegada del 11-M y con ello la de Zapatero en 2004, lo cual provoca que las leyes totalitarias, radicales y sectarias que hoy en día prevalecen en España comenzasen su andadura, y con ello el recorte de nuestros derechos y libertades. Unos derechos y unas libertades que jamás recuperaremos, ya que estamos asistiendo no ya a una agenda nacional que nos está conduciendo de forma imparable a la sociedad Orwelliana de 1984, sino a una agenda global en la que el Nuevo Orden Mundial se está abriendo paso de forma acelerada e inminente para controlar nuestras vidas como si de un Gran Hermano global se tratase, con el fin de controlar nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestros movimientos, nuestros actos, nuestras opiniones y nuestra vida en general. 

miércoles, 20 de noviembre de 2019

Hay que ir a unas terceras elecciones

Hace justo un año y medio escribí una entrada titulada "La legislatura salta por los aires". Dicha entrada la escribí cuando se publicó la sentencia del caso Gürtel, y en ella exigí que había que poner de una vez punto y final a la presidencia de Rajoy, aunque fuese a través de una moción de censura con Pedro Sánchez como mal menor hasta que se convocasen unas elecciones anticipadas (Menudo mal menor, por otra parte). Pues bien, hoy le ha tocado el turno a ese partido que dice "No avergonzarse nunca de su historia" y que asegura que tiene "Las manos límpias", definiéndose a sí mismo como "El partido de la regeneración". De la regeneración de la corrupción, claro está. Me estoy refiriendo a ese partido que ha sido desde 1879 el enemigo principal de España: El Partido Socialista Obrero Español.

Y es que hoy la Audiencia de Sevilla ha publicado por fin la sentencia del caso de los ERE del PSOE. Un caso de corrupción que perfectamente se puede calificar como el más grave ocurrido en cuarenta años desde la aprobación de la constitución española en 1978. Un caso de corrupción que está catalogado como el mayor de todos los conocidos dentro de los países de la Unión Europea. Un caso de corrupción en el que durante más de una década, la Junta de Andalucía, dirigida entonces por los socialistas Manuel Chaves y José Antonio Griñán, abrió y mantuvo un sistema paralelo y fraudulento de subvenciones destinadas legalmente para empresas en periodos de crisis. Ese sistema paralelo, que escapaba de cualquier control fiscal, fue destinado a empresas ajenas y a organizaciones sin ningún tipo de actividad empresarial ni laboral durante más de diez años, con la aprobación de los altos cargos de la Junta de Andalucía, que hasta este año ha estado presidido ininterrumpidamente por el Partido Socialista Obrero Español.

Pues bien, hoy la Audiencia de Sevilla ha confirmado estos hechos gravísimos, los cuales ascienden a más de 600 millones de euros (2.000 millones de euros en total si añadimos el caso de los cursos de formación, pertenecientes también al PSOE andaluz), y ha condenado a seis años de cárcel al ex-presidente del PSOE y ex-presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, por delito de malversación, y a quince años de inhabilitación por delito de prevaricación. Por otra parte, el también ex-presidente del PSOE y ex-presidente de la Junta de Andalucía durante casi veinte años, Manuel Chaves, ha sido condenado a nueve años de inhabilitación por delito de prevaricación. Por otro lado, la ex-ministra de fomento en el gobierno de Zapatero, y ex-consejera de hacienda en el gobierno de Chaves, Magdalena Álvarez, ha sido condenada a diez años de inhabilitación por delito de prevaricación. El que fuera presidente de la Junta de Andalucía en funciones tras la dimisión de Chaves en 2009 y consejero de presidencia durante más de doce años, Gaspar Zarrías, ha sido condenado a diez años de inhabilitación por delito de prevaricación. El que fuera consejero de empleo en el gobierno de Chaves, José Antonio Viera, ha sido condenado a ocho años de cárcel e inhabilitación por delito de malversación, así como a diez años de inhabilitación por delito de prevaricación. El director general de la Junta, Francisco Javier Guerrero (El mismo que se hizo público que se gastaba el dinero desviado de los ERE en putas y cocaína) ha sido condenado a ocho años de cárcel e inhabilitación por delito de malversación, y a diez años de inhabilitación por prevaricación.

Como se puede ver, toda una red mafiosa y clientelar la organizada por el PSOE, que ha estado pulando por estas tierras a lo largo de cuarenta años y que actualmente ocupa el gobierno de España desde hace año y medio con motivo de una moción de censura que este mismo partido presentó contra el gobierno del PP tras la sentencia por corrupción del caso Gürtel. Una sentencia que según los propios socialistas presentaron por "Dignidad" y para "Limpiar y regenerar las instituciones". Como se puede comprobar, ya hemos visto qué tipo de limpieza y regeneración han realizado estos chorizos durante todo este periodo. Pero por si no fuera poca la vergüenza que debería de sentir en estos momentos el partido en el gobierno, esta tarde ha salido ni más ni menos que el ministro de fomento y secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos para señalar que la grave sentencia de hoy "No es un caso del PSOE, sino de antiguos responsables públicos de la Junta de Andalucía". Tócate los cojones, María Manuela. Ya se sabía que la cara de estos hijos de puta era bastante dura, pero no sabía que lo fuesen de hormigón. La gravedad de lo ocurrido hoy, que por otra parte cabe decir que no es más que otra humillación a la ciudadanía, ya que la sentencia es un insulto, puesto que la mayoría de los acusados han sido inhabilitados y no encarcelados, debería haber supuesto que hoy el presidente del gobierno en funciones y líder del PSOE, Pedro Sánchez, así como la líder del PSOE en Andalucía y ex-presidenta hasta este año de la Junta, Susana Díaz, hubiesen presentado de forma inmediata su dimisión. Unas dimisiones que por supuesto ni están ni se les esperan, aparte de que ningún líder político las ha exigido, lo cual me parece vomitivo y repugnante.

¿Cuánto tiempo tardó el entonces líder de la oposición, Pedro Sánchez, en exigir la dimisión inmediata del entonces presidente del gobierno, Mariano Rajoy? Antes de que la sentencia se terminase de leer ya estaban desde la calle Ferraz exigiendo el fin del gobierno del PP. Un fin de gobierno que yo también defendí, como ahora defiendo enérgicamente el fin del gobierno de Pedro Sánchez. Un Pedro Sánchez al que ahora hay que decirle que si él sigue siendo presidente del gobierno, el coste para nuestra democracia y para la institución que quieres representar es enorme. Porque el presidente del gobierno debe ser una persona decente, y tú no lo EREs. ¿Recuerdas estas palabras, señor Sánchez? No son mías, son tuyas. Se las dijiste a Rajoy en el famoso y polémico debate de televisión de hace cuatro años. Si tuvieras los cojones que debe tener un hombre que se viste por los pies, habrías anunciado hoy mismo tu dimisión tanto al frente del gobierno, como al frente del PSOE. Y no lo has hecho por la sencilla razón de que eres un sinvergüenza, un psicópata y un hijo de puta, capaz de llevarse a España y a los 47 millones de habitantes que poblamos esta nación por delante antes que renunciar al cargo por el que tanto has peleado por llegar.

Pero no solo eso. Lo peor de todo esto es que los españoles hemos conocido esta sentencia una semana y un día después de celebrarse las elecciones generales, ya que el gobierno del PSOE presionó al sistema judicial para retrasar el fallo hasta después de los comicios, con el fin de que la sentencia no interfiriese en los españoles a la hora de votar. Un motivo más que suficiente para que los líderes políticos exigiesen la dimisión del presidente del gobierno y su renuncia a formar nuevo gobierno, cosa que como he dicho antes, no ha ocurrido. De hecho la reacción de Pablo Iglesias tras la publicación del fallo ha sido la de echar balones fuera y culpar al bipartidismo, no al PSOE, sino al bipartidismo de los graves casos de corrupción que ha sufrido España en estos años. Por ello, ha añadido el dirigente podemita, la solución es que entren ellos en el gobierno junto al PSOE de Sánchez para eliminar dicha corrupción. Menudo impresentable eres, Pablito Iglesias. ¿Dónde está tu discurso de hace cinco años de "La casta" y "PPSOE"?. ¿Acaso el PSOE ya no es casta y Sánchez ya no es ese vil ex-consejero de Caja Madrid que aprobó las tarjetas black de Miguel Blesa?, ¿Acaso no es ya Sánchez ese diputado sin principios que votó a favor de la reforma del 135 de la constitución en 2011? En fin, qué se puede esperar de alguien que se enorgullece de llevar el nombre y apellido de un criminal marxista que alentaba atentar y asesinar a todos los contrarios a sus ideas. Si a Rajoy había que echarlo, y muy merecidamente, por los 300 millones de euros de la Gürtel, a Sánchez podemos perdonarle los 2.000 millones de euros de los ERE y de los cursos de formación, ¿Verdad, Pablo? Todo sea con tal de alcanzar la vicepresidencia, ya que el palacete de Galapagar no se paga solo. Y la sed de poder, unida a la falta de escrúpulos tanto tuya como de Sánchez no tiene límites.

Llegados a este punto, ¿Qué habría que hacer? En mi opinión, que el rey se decante por no convocar la ronda de consultas hasta pasado, valga la redundancia, Reyes del año que viene. ¿Por qué hasta Reyes? Pues porque es necesario que por una puñetera vez el rey asuma su responsabilidad constitucional y afronte el grave escenario que estamos viviendo. De aquí a dos meses el rey debería consultar más allá de los principales líderes políticos a personajes relevantes y de gran talla de la cultura, la educación, la medicina, o incluso si me apuran hasta de los deportes que reunan si no el apoyo mayoritario, sí el apoyo de la mitad de la cámara para ser investido presidente del gobierno, aunque dicha investidura resultase fallida. Una vez aquí, y tal y como establece el punto 5 del artículo 99 de la constitución, esperar a que se consuma el periodo de dos meses para la formación del gobierno. Una vez llegados a este punto, el rey debería renunciar a convocar una nueva ronda de consultas y firmar el decreto de nuevas elecciones generales. De esta forma los españoles irían esta vez a las urnas con el conocimiento de la sentencia que se ha publicado hoy y votarían en consecuencia con el escenario que se encuentren entonces. ¿Es posible que los españoles, como masoquistas que son, vuelvan a votar al PSOE? Estoy convencido de que sí, pero de esta forma la gente acudirían de nuevo a votar sin maniobras ni juegos sucios por parte del partido en el gobierno. Una vez transcurrido el recuento electoral, que gane quien tenga que ganar y que gobierne quien tenga que gobernar, pero en estas circunstancias el PSOE no puede seguir gobernando ni Pedro Sánchez está capacitado para seguir gobernando. Lo lógico en este caso sería o bien la dimisión del presidente del gobierno, o bien la convocatoria de unas elecciones generales, o bien la presentación inmediata de una moción de censura. Pero como estamos en un escenario postelectoral, la única forma para que Sánchez y el PSOE asuman su responsabilidad es a través de la intervención de Felipe VI, para que con utilización de sus escasas funciones constitucionales, los españoles podamos ir de nuevo a las urnas.

Debo añadir que, al igual que con la sentencia del Proces, el fallo de hoy corrobora nuevamente el fracaso del sistema político y judicial en su conjunto. En ningún país teóricamente democrático se puede permitir que políticos de primer nivel no sean condenados a prisión por malversación, y que solo los actores secundarios o terciarios sean quienes vayan a parar entre rejas. Por cierto, unas penas de cárcel que son la mitad de la mitad de las que en su día se ejecutaron contra Bárcenas, Correa, etc, siendo los ERE un caso de corrupción que duplica en cantidad económica el dinero malversado en el caso Gürtel, pero como ya he dicho este mediodía por Twitter, en España la "Justicia" penaliza más robar con la diestra que con la zurda. Por este y otros muchos motivos, la sentencia de hoy no ha tenido ni la repercusión mediática, ni las consecuencias políticas que en su día se produjeron con la sentencia de la Gürtel, lo cual no quita que los ERE del PSOE sea un caso de corrupción más grave que el de la Gürtel del PP, por mucho que los "Periodistas" lacayos serviles al PSOE se nieguen a aceptarlo.

Decir por último que no hay que ser muy listo para darse cuenta de las consecuencias políticas que va a tener esta grave sentencia: Cero. De momento ni el presidente del gobierno ha comparecido ni la líder del PSOE andaluz, ex-presidenta de la Junta, ahijada política y sucesora de Griñán, Susana Díaz, ha anunciado su dimisión al frente del PSOE de Andalucía, lo cual es todo un indicador de que no se va a depurar ninguna responsabilidad ni en Madrid ni aquí en Sevilla, ni por supuesto habrá concentraciones frente a las sedes del PSOE ni se devolverá el dinero robado. Esto es España y esto es el PSOE, un partido criminal y asesino que después de 140 años de historia continúa sobreviviendo y protegiéndose de las altas traiciones de sus líderes al país y de la corrupción de esta formación a la nación. De hecho, con esta sentencia, sumadas a las del caso Filesa en los 90 se corrobora una vez más que el PSOE es el partido más corrupto de España, por mucho que la Sexta intente ocultarlo hablando de Franco día sí y día también. Tras lo ocurrido hoy, Pedro Sánchez no puede seguir al frente de España, ni el PSOE dirigiendo el gobierno de la nación, ni Susana Díaz seguir liderando el PSOE de Andalucía tras hacerse pública la sentencia del que insisto, es el mayor caso de corrupción de la historia reciente de España y de la Unión Europea. A partir de mañana (Ya hoy debiera haber ocurrido) deberían de depurarse responsabilidades de arriba a abajo, pero no se hará, porque hablamos del PSOE y hablamos de España, ese país que algunos claman de forma orgullosa e ignorante cada vez que este maldito partido gana las elecciones "Es socialista".

domingo, 17 de noviembre de 2019

Camino del Frente Popular

No he querido escribir en estos días ya que creía que lo ocurrido podría ser todo un farol, pero en vista de que la situación parece, y recalco lo de parece, que va en serio, no me queda más remedio que escribir sobre ello definitivamente. Me refiero por supuesto a la noticia de la semana, del mes y del año, que no es otra que el preacuerdo para un gobierno de coalición de izquierdas firmado por el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de Podemos, Pablo Iglesias. Un preacuerdo que ha pillado a toda España bajo la resaca de las elecciones celebradas hace hoy una semana. Y es que no habían transcurrido ni 48 horas desde el recuento electoral cuando los españoles nos enterábamos inesperadamente del cierre de un preacuerdo (Que en realidad es un acuerdo en toda regla) entre PSOE y Podemos para formar un gobierno "Progresista".

Curiosamente, cuando todavía no se habían retirado las urnas de los colegios electorales, el personal ya estaba cerrando un pacto que estaba ya más que acordado antes del 10-N. Y es que no nos podemos engañar, lo ocurrido este martes ha sido todo un insulto y un desprecio a la sociedad española, la cual fuimos a votar el pasado domingo mientras en los despachos se acordaban los últimos detalles del pacto que PSOE y Podemos estaban configurando. Insisto, todo un insulto al pueblo español. Un insulto que nos ha costado 150 millones de euros por el simple hecho de que al señor presidente del gobierno en funciones se le metió en sus cojones la idea de ir a unas nuevas elecciones por mero capricho personal cuyo fin no era otro que el de doblar o triplicar los resultados obtenidos en las elecciones generales del 28-A, donde el PSOE obtuvo 123 diputados.

Pues bien, el jefe del gobierno no solo no ha obtenido ni un solo diputado más, sino que ha perdido tres escaños, así como más de un millón de votantes con respecto a las elecciones de abril. Ante esta situación humillante y vergonzosa, ¿Qué mejor que anunciar a las pocas horas un acuerdo de gobierno para airear el mal resultado electoral? Por cierto, un resultado electoral en el que aquí nadie, salvo Albert Rivera, ha asumido responsabilidades por la pérdida tanto de votos como de escaños. ¿Acaso ha anunciado el presidente del gobierno su dimisión tanto al frente del ejecutivo como al frente del PSOE por sus malos resultados electorales?, ¿Acaso ha asumido su responsabilidad Pablo Iglesias por haber perdido siete escaños y más de medio millón de votantes? Por supuesto que no, ya que sabe que los suyos tragarán cualquier milonga que les suelte y ello le permita seguir junto a su parienta seguir mamando de la teta hasta que salden la hipoteca del palacete de Galapagar. Por ello, estos dos desgraciados han optado por descolgar el teléfono mientras los españoles votábamos y acordar el reparto de sillones de ese nuevo gobierno que este martes de forma orgullosa anunciaron Sánchez e Iglesias.

Un Sánchez al que por cierto habrá que preguntarle, ya que todavía no se ha tenido la suerte y el privilegio de preguntarle a nuestro querido presidente si seguirá teniendo problemas a la hora de conciliar el sueño, ya que hace justo dos meses fue el propio presidente del gobierno el que afirmó que un gobierno presidido por él y compuesto en parte con ministros podemitas "No le dejaría dormir tranquilo". ¿Qué ha cambiado desde entonces para que ahora Sánchez sí pueda dormir tranquilo en su famoso colchón de la Moncloa? Absolutamente nada, a excepción de los resultados electorales. Nuestro querido Pedro pensó que acudiendo a las urnas nuevamente se le repetiría la jugada que en su día hizo Mariano Rajoy en 2016, saliendo reforzado electoralmente. En el caso de Sánchez no ha sido así, por lo que el fracaso electoral, unido al devenir de las circunstancias en el pasado mes de octubre con los disturbios en Barcelona y la exhumación de Franco han provocado que el PSOE haya obtenido este desastroso resultado y por ende la aceptación de formar gobierno con los podemitas.

Un gobierno que por supuesto será el más extremista y peligroso que haya conocido España desde el Frente Popular de 1936, ya que ese y no otro es el objetivo de estos dos hijos de perra: Formar un gobierno que apueste por desmantelar lo poco que queda de nuestra sociedad en el terreno económico, social, cultural, ideológico y moral. Un gobierno totalitario que tendrá el respaldo no solo de Podemos, sino también de los golpistas de ERC, los criminales del PNV y los etarras de Bildu. Un frente antiEspaña perfecto para destruir de forma definitiva nuestra nación mientras estos cerdos se dedican a repartirse los restos que quede de ella. Pero no solo eso, ya que el camino que está tomando toda esta locura se ha puesto ya en marcha con la quema de Iglesias. Sin ir más lejos, en Tauste (Zaragoza) han incendiado una Ermita y la imagen religiosa de un Cristo Nazareno. Este peligroso escenario es el que estos criminales están fomentando, así como el de reabrir las heridas de la guerra. Ya de hecho el presidente Sánchez anunció en el debate a a cinco de hace unos días que reformarán el Código Penal para castigar cualquier enaltecimiento del franquismo, lo cual supone comenzar una persecución contra toda aquella España que haga cualquier mención en contra de la versión única y oficial que el estado ha impuesto desde la llegada de Zapatero: la versión de la Memoria Histórica. Este perfil, propio del fascismo y nacional-socialismo de Mussolini y Hitler es aquel por el que se caracterizará el gobierno totalitario de Sánchez e Iglesias. Un gobierno del que según ha dicho el propio presidente, no se conocerá su composición íntegra hasta que su investidura se haya consumado. Pero sí se ha adelantado que Iglesias será vicepresidente del gobierno, lo cual me lleva a preguntarme: ¿Qué vicepresidencia ocupará Iglesias en ese gobierno? Porque si su vicepresidencia es la primera, en caso de que Sánchez se vea forzado a dimitir o le ocurra algo, nuestro querido Pablo habrá conseguido su ansiado sueño de alcanzar aunque sea en funciones la presidencia del gobierno, y en los tiempos que vivimos, un gobierno en funciones puede ser un gobierno bastante duradero, lo cual le dará tiempo más que suficiente a Iglesias y Montero para trasladarse de Galapagar a la Moncloa y transformar a España en la nueva Venezuela.

Aun así, algo me dice que ese gobierno totalitario finalmente no verá la luz, y me explico porqué: Al igual que muchos tengo la teoría de que este preacuerdo no es más que una forma de presionar al PP de Casado y a los restos que han quedado de C's con Arrimadas a la cabeza para abstenerse y dejar el camino libre a Sánchez para así desvincularse de ese acuerdo con Iglesias y seguir gobernando solo y libre de ataduras. Por ello recalcaba al principio que parecía que la cosa iba en serio, ya que de un tipo sin escrúpulos, sinvergüenza y mala persona como Pedro Sánchez puede producirse cualquier escenario en el que el actual jefe del gobierno se mantenga en la Moncloa. Nunca creí que pudiese existir un tipo con tantas ansias de poder como Pedro Sánchez, capaz de cualquier cosa con tal de mantenerse en el poder. Hay que decir que es una suerte que la época de los GAL no hubiese ocurrido con Sánchez al frente del gobierno, ya que de haber coincidido ese periodo con la presidencia actual de Sánchez, los españoles y no los terroristas etarra serían quienes tuviesen que temer por sus vidas. Del mismo modo que afortunadamente este cerdo no fue el candidato a la presidencia del gobierno en el año 2004, ya que con los atentados del 11-M, este tipejo hubiese intentado de cualquier forma posible sacar rédito electoral por los asesinatos, ya que ese y no otro sería el comportamiento que adoptaría un tipo sediento de odio, de venganza y de poder como es Pedro Sánchez.

En resumen: Nos esperan tiempos más oscuros y terribles que los que ya hemos conocido, y bastante llevamos ya vivido en todos estos años. Con Sánchez al frente del gobierno e Iglesias en la vicepresidencia, España reventará de tal forma que los disturbios vividos en Cataluña se trasladarán de forma imparable hacia el resto del país, dando lugar a enfrentamientos sociales entre españoles mientras la izquierda incendia las calles y la crisis económica y el paro van en aumento. De todos modos, como dice el refrán "No hay mal que por bien no venga". Si España ha votado de nuevo en favor de la izquierda, izquierda va a tener y de la "Buena"... los españoles van a conocer esta vez, ochenta años después de la guerra cuan bondadosa y moderada es la izquierda española. Esa izquierda que provocó la guerra civil en 1936 para instaurar el comunismo en España y que ochenta años después van camino de repetir la misma jugada.

lunes, 11 de noviembre de 2019

10-N; Hacia la gran coalición

El 10 de noviembre de 2019 se catalogará en el futuro como el día del "Tiro de Froilán", es decir, el tiro que el propio nieto del rey Juan Carlos I y sobrino de Felipe VI, Felipe Juan Froilán de Todos los Santos se disparó contra sí mismo en su propio pie. Algo parecido a ello es lo que ha hecho en esta noche el presidente del gobierno en funciones, Pedro Sánchez. Un Sánchez que ha hecho el mayor de los ridículos al ganar las elecciones generales de esta noche pero perdiendo a su vez más de un millón de votos y tres diputados de los conseguidos en las elecciones del 28-A.

Y es que a estas horas de la noche, cuando son ya cerca de la una de la madrugada y se ha terminado ya el escrutinio electoral, el PSOE ha vuelto a ganar pero esta vez con una cifra ridícula de 120 diputados, mientras que el PP de Pablo Casado ha obtenido 88 diputados, veintidos más que en abril. Por su parte, Santiago Abascal ha sido el gran triunfador de la noche, al pasar de 24 diputados a 52. Todo un éxito arrollador para la formación conservadora de VOX, a la cual desde aquí felicito personalmente por su gran resultado. Eso sí, desde aquí le advierto a Abascal y compañía que se preparen, ya que los medios de descomunicación mirarán a partir de ahora no ya con lupa sino con telescopio todos y cada uno de sus movimientos para destruirlos, algo que los líderes de VOX deben ser conscientes para evitar darle al enemigo esa victoria.

Por otro lado, los podemitas de Pablo Iglesias se han tenido que conformar con solo 35 diputados. Eso sí, nada de autocrítica ni dimisión de Pablo Iglesias, sino una exigencia reiterada a Sánchez para llegar cuanto antes a un gobierno de coalición entre el PSOE y Podemos con el objetivo, según ellos, de "Frenar el avance de la extrema-derecha". Se ve que para estos sinvergüenzas no conocen otra cosa que la exterminación del adversario político, además de la búsqueda insaciable de poder para apaciguar sus odios internos.

Pero si ha habido un claro perdedor en la noche de hoy es sin duda Albert Rivera, el cual acaba de simular lo ocurrido con la debacle electoral de su referente centrista, la UCD de Adolfo Suárez. Si en 1982 el partido que lideró el primer presidente de la democracia pasó de 168 diputados a 12, el partido de su autoproclamado sucesor ha pasado esta noche de 57 diputados a 10, lo cual ha provocado que Rivera salga ante los medios para anunciar, no su dimisión, sino la convocatoria de un congreso extraordinario. Aun así la salida de Rivera del liderazgo de Ciudadanos parece ya inminente, y con ello la llegada de Inés Arrimadas como nueva lideresa de la formación veleta-naranja. Los bandazos de Rivera y las reuniones de Arrimadas con el Club Bildelberg han provocado este tsunami en la formación liberal, la cual pone punto y final a la carrera política del que hace solo un año estaba destinado a ser el próximo presidente del gobierno si no hubiese sido por su torpeza a la hora de gestionar la salida de Rajoy y la llegada de Sánchez hace un año y medio.

En resumen: Todo un despropósito provocado por Sánchez, el cual en su desmedida ambición personal ilimitada pretendía alcanzar un resultado aun mayor que el obtenido en abril, provocando el efecto contrario. En estos momentos, el presidente en funciones tiene solo tres opciones, y creo que una de ellas es completamente imposible de llevarse a cabo: La primera es la puesta en marcha de una negociación con el PP de Casado, con el fin de obtener de éste una abstención para su futura investidura, la cual estoy convencido que se llevará a cabo entre enero y febrero del año que viene. Debo decir que personalmente creo que esta es la opción más probable de todas las que en estos momentos se están poniendo encima de la mesa, ya que en cierta forma Casado está agradecido e incluso en deuda con Sánchez por haber decidido acudir a unas nuevas elecciones, ya que de esta forma Casado ha conseguido dentro de su fracaso mejorar sus resultados electorales. De esta forma el líder del PP podría devolverle el favor al actual presidente del gobierno de haberle permitido recuperar parte de los escaños perdidos en abril, y con ello alcanzar aunque sea de facto un gobierno de coalición entre los dos grandes partidos, algo que los medios de descomunicación están ya exigiendo para poner fin al bloqueo.

La segunda opción es la posibilidad de un acuerdo entre Sánchez e Iglesias, en el cual el actual presidente del gobierno designase como vicepresidente en un gobierno de coalición de izquierdas al propio Iglesias y quién sabe si de ministra a Irene Montero, Echenique, e incluso al propio Errejón, si éste decide unirse finalmente a la fiesta progre y exigir también su pedazo de pastel en ese "Gobierno progresista". ¿Cuál es el problema aquí? Pues que sencillamente volvemos al casillero de salida del 28-A; Sánchez quiere gobernar solo y desea seguir manteniendo el poder solo para él y nadie más. El hecho de compartir el poder con Iglesias supondría una lucha de enfrentamiento por el poder entre ambos. La cuestión está también en que las cosas han cambiado a partir de esta noche. Sánchez ha perdido apoyos, del mismo modo que los ha perdido Iglesias, por lo que si el actual jefe del gobierno decide hacer oidos sordos y no aceptar la oferta de Iglesias pero tampoco negociar con Casado, estaríamos en un escenario que abriría las puertas a unas nuevas elecciones en las que Sánchez tendría más que perder que de ganar.

Y finalmente la tercera opción, que es ni más ni menos la que acabo de mencionar: Una repetición electoral dentro de medio año. Un escenario que yo personalmente descarto por completo, ya que bastante quebraderos de cabeza ha supuesto para algunos el hecho de repetir las elecciones, como para ir de nuevo a unas terceras en las que se pondría definitivamente en cuestión la supervivencia misma del sistema y la efectividad de sus instituciones a la hora de solucionar los conflictos (En especial la jefatura del estado), por lo que el escenario electoral lo veo directamente descartado tanto esta noche como a lo largo de los próximos meses debido a las presiones que pueden llevar a cabo ciertos poderes fácticos.

De hecho en algunos lugares se habla de la posibilidad de designar como presidente del gobierno en un hipotético gobierno de coalición a una personalidad destacada y con experiencia para liderar España en los próximos años. Esa persona es, según destacan algunos, el propio Felipe González. Una posibilidad que en mi opinión no merece veracidad ninguna, ya que el tiempo de González acabó hace mucho tiempo y no es la persona indicada para gobernar España en estos graves momentos. Tanto la generación de González como la de Aznar, Rajoy y Zapatero acabó el año pasado tras la moción de censura, y el país entró desde entonces en una nueva etapa con una nueva generación en la que personas de la generación de González, Aznar, Rajoy y Zapatero no tienen ya cabida para liderar los problemas que acontecen a nuestra sociedad en este periodo histórico.

Volviendo a Sánchez hay que decir que si tuviese la más mínima vergüenza presentaría mañana mismo su dimisión como presidente del gobierno y como líder del PSOE, ya que su principal apuesta era la de salir reforzado en estas elecciones, y lo único que ha conseguido ha sido salir más debilitado de lo que ya estaba. Creía que a él también le resultaría exitosa la operación realizada por Rajoy en 2016 cuando éste fue de nuevo a las elecciones tras el fracaso de la XI legislatura surgida tras las elecciones de diciembre de 2015. No ha sido así. Sánchez no solo no se mantiene igual sino que ha perdido votos y escaños, y lo peor y lo más cínico de todo es que este desgraciado ha salido victorioso hace solo un par de horas en la calle Ferraz como si hubiese ganado las elecciones por mayoría absoluta, lo cual demuestra una vez más la cara tan dura que tiene este miserable y la forma tan descarada que tiene de tomarle el pelo a la ciudadanía. Está visto y comprobado que será extraordinariamente dificil sacar a Pedro Sánchez de la Moncloa, ya que estamos sin duda alguna ante el tipo con más sed de poder, venganza y odio que ha ocupado la presidencia del gobierno en el último siglo en España, y que está dispuesto a todo con tal de permanecer en el poder.

Por ello, ante este escenario que hoy se ha abierto, ¿Cuál creo yo que va a ser el desenlace? Ya lo he dicho: Un gobierno de coalición, ya sea de forma oficial o no oficial en la que el PP de Casado le preste su apoyo a Sánchez, definiendo esos acuerdos como "Pactos de Estado". Unos pactos que permitirán mantener con vida al bipartidismo y quién sabe si la apertura para poner en marcha un proceso de ilegalización contra VOX o cualquier partido que suponga una amenaza para los intereses del PSOE y del PP. De momento tanto Sánchez como Casado ya han anunciado su disposición a "Asumir sus responsabilidades", lo cual nos da una idea de por dónde pueden ir los tiros a partir de ahora y que poco a poco iremos conociendo. De momento tenemos un parlamento aun más ingobernable que el surgido en las pasadas elecciones de abril, y todo ello se lo debemos a nuestro querido presidente, aunque siendo justo, también es de recibo agradecerle que gracias a él VOX ha pasado a ocupar el lugar que verdaderamente le correspondía dentro del congreso y que injustamente no obtuvo en las elecciones del 28-A.

En definitiva, a esta hora, cuando son las tres menos diez de la madrugada del 11 de noviembre de 2019, podemos decir ya que hoy se celebra la onomástica de San Martín. A Pedro Sánchez le ha llegado con un día de adelanto, pero le ha llegado igualmente. Seguramente su San Martín no sea tan severo como para echarlo del gobierno, pero sí para gobernar a partir de ahora en coalición en unas condiciones extremadamente difíciles y en unas circunstancias terroríficas para España, en la que tendrá que hacer frente a la inminente crisis económica que se cierne sobre nosotros. España ya ha decidido, y ha decidido al igual que en abril su exterminio, y Pedro Sánchez es sin duda alguna la persona indicada para exterminar esta gran nación en los próximos y oscuros años que se avecinan para España.

viernes, 25 de octubre de 2019

Los muertos de Sánchez

Si por algo será recordado Pedro Sánchez el día que deje la presidencia del gobierno será por sus muertos. Sí, los muertos que ha ido desenterrando tanto de forma literal como de forma figurada en este año y medio que lleva ocupando la jefatura del gobierno español. Hace poco más de doce horas, Pedro Sánchez ha conseguido su objetivo y se ha producido finalmente la exhumación del cadáver de Francisco Franco en el Valle de los Caídos. Una exhumación que supone para el gobierno del PSOE una victoria retardada de la guerra civil después de 80 años desde la finalización de ésta, pero que no es más que una venganza ridícula, ya que si algo han hecho esas bestias depravadas que se hacen llamar socialistas es cumplir la última voluntad de Franco, el cual siempre pidió ser enterrado en el cementerio de El Pardo junto a su mujer, Carmen Polo. Deseo que finalmente se ha concedido cuarenta y cuatro años después de su fallecimiento gracias a las ansias infinitas de Pedro Sánchez y el PSOE por remover las heridas de la guerra civil y provocar de nuevo un enfrentamiento social entre españoles. Enfrentamiento social que en realidad no han conseguido este jueves, ya que si algo buscaban los socialistas en el día de hoy era una concentración masiva entre los defensores de Franco y los defensores de la II República al paso del coche fúnebre de Franco para provocar un disturbio y lo que surgiera a las puertas del cementerio de Mingorrubio.

Y es que tengo que decirlo: Hay que ser muy, muy, pero que muy hijo de puta para hacer lo que ha hecho ese ser miserable llamado Pedro Sánchez a la hora de anunciar la fecha de la exhumación del que fuera, por mucho que les joda a algunos, jefe del estado español entre 1939 y 1975. Hay que ser muy mala persona y una víbora con ansias sedientas de sangre, de odio y de venganza para anunciar a los cuatro vientos no solo el día, sino la hora en la que se produciría la exhumación de Franco cuando se había reiterado hasta la saciedad que la profanación (Ya que eso es en realidad lo que se ha producido hoy) del cadáver del general gallego se producirían en la más estricta intimidad. Eso sí, para el gobierno español "La más estricta intimidad" significa hacer un Gran Hermano en vivo y en directo desde Televisión Española y retransmitir minuto a minuto y con un gran despliegue de medios todo el proceso de la exhumación de los restos mortales de aquel que en su día fue el general más joven de Europa.

Y es que una cosa es más clara que el agua que me estoy tomando en estos instantes mientras escribo esta entrada, y es que la campaña electoral ha comenzado en la mañana/mediodía de hoy con la imagen histórica de los restos de Franco saliendo del Valle de los Caídos y partiendo de este lugar en el que ha reposado más de cuarenta años en el helicóptero que el gobierno ha dispuesto para su traslado. Estamos pues, y con la excepción de la recta final de la campaña de las elecciones generales de 2004 tras el 11-M, ante la campaña electoral más sucia, vomitiva y miserable que va a vivir el sistema político español desde 1977. Va a ser la primera vez que un presidente del gobierno y candidato a la reelección a la presidencia de una nación salga ante los suyos en los mítines y ante todos los ciudadanos en el debate a cinco del día 4 de noviembre con el pretexto de haber sido él y solo él quien ha profanado una tumba e interrumpido el descanso eterno de un ser humano y convertir este acto sacrílego como un trofeo por el que exigirá encima una recompensa, en este caso el voto de la gente para salir reelegido. Ya de hecho este mediodía y tras ser enterrado Franco en el cementerio de Mingorrubio, el presidente en funciones ha salido en una rueda de prensa desde Moncloa en plena franja horaria de los informativos celebrando cuan héroe exultante su victoria... una victoria contra un muerto.

Pues bien, ya tenemos desde hace unas horas a Franco descansando en el cementerio de El Pardo. ¿Y ahora qué?, ¿Se ha acabado el paro?, ¿Se ha acabado el independentismo en Cataluña?, ¿Se ha acabado la desigualdad social?, ¿Se ha acabado la crisis constitucional que vive España? Por supuesto que no, pero eso qué más da. Lo importante era sacar al difunto de su nicho y pasearlo de nuevo para saciar un poco la sed de venganza de esa izquierda proterrorista y criminal, representada por esos jóvenes repletos de odio y simpatizantes del terrorismo etarra y del independentismo catalán, vasco, gallego, andaluz, etc. Una izquierda que cree que ha vencido la guerra por el mero hecho de sacar de un sitio y meter en otro a un cadáver embalsamado, pero que indudablemente no se va a saciar con esto. Desgraciadamente es bastante probable que se produzcan actos vandálicos en el panteón de la familia Franco, e incluso, y Dios quiera que me equivoque en esto, que se produzca un asalto a la cripta y se robe el cadáver del propio Franco para colgarlo de un puente, descuartizarlo y/o incendiarlo. Insisto, estamos ante una juventud, y no tan juventud repleta de odio y venganza, la cual no se va a conformar con el hecho de que aquel a quienes ellos consideran un genocida sin mirarse ellos el ombligo descanse junto a su esposa en el lugar que él verdaderamente quería desde un principio. No, ahora la izquierda irá a por más. De momento ya se habla de exhumar también a José Antonio Primo de Rivera (El cual fue toda una víctima de la guerra civil) para cambiarlo de lugar dentro de la propia basílica del Valle de los Caídos. E incluso se habla también de la opción de demoler la cruz que preside la basílica, ya que según afirman los rojos "Es más un símbolo del Nacional-catolicismo que del Cristianismo". La idea ya la han lanzado, ahora queda hacerla realidad según ellos. 

Sinceramente, con sucesos como los de hoy se puede confirmar que España no tiene salvación ninguna. Un país que se encuentra en una situación política, social y económica como la actual no puede permitirse el hecho de estar constantemente mirando al pasado. ¿Cuántas veces oímos la palabra "Guerra civil" en la televisión al cabo del día?, ¿Cuántas veces oímos el nombre de "Franco" en los medios de comunicación en un solo día? Jamás, insisto, jamás la guerra civil y la dictadura habían estado tan presentes en el día a día de un país como en estos graves instantes. De hecho la cobertura de los medios de comunicación, y en especial de Televisión Española, dando cobertura a la exhumación como si se tratase del propio funeral de Franco en el año 1975 nos da una idea del gran interés que tiene el gobierno y los medios de comunicación de hablar sin cesar de un tema que se suponía que estaba más muerto y enterrado que el propio Franco, cosa que se ha demostrado que no es así. Al levantar hoy el cadáver de Franco se ha levantado de nuevo el cadáver de la guerra y de la división vivida en España en 1939, así que mucho cuidado con lo que ocurra a partir de ahora, ya que el responsable de que se hayan reabierto definitivamente las heridas de la guerra es única y exclusivamente el presidente del gobierno, Pedro Sánchez. No, señores. Un país no puede seguir mirando constantemente al pasado. Yo personalmente no viví el entierro de Franco en 1975, pero sí he vivido la exhumación de hoy, y debo decir que aparte de que no comparto en absoluto la idea de desenterrar a ningún ser humano por venganza, menos aún me gusta el hecho de tener que estar viviendo constantemente en el pasado mientras nos estamos jugando en el presente nuestro futuro. Personalmente debo decir que un momento que me ha impactado de los que se han vivido hoy ha sido aquel en el que el helicóptero que trasladaba los restos de Franco aterrizaban cerca de el cementerio de El Pardo mientras los defensores del caudillo gritaban a viva voz "Franco, Franco, Franco". Por un momento llegué a pensar que estaba viviendo en 1975 y no en 2019. Por un momento he llegado a creer que estaba presenciando el auténtico funeral de 1975 del que fuera Generalísimo de los Ejércitos y no de una exhumación de los restos de este hombre cuarenta años después. No, así no se puede seguir. Yo soy el primero que si de mí dependiera y pudiese viajar al pasado viajaría con los ojos cerrados cincuenta años atrás, y viviría en primera persona esa España conservadora y tradicional que por desgracia ya se ha perdido junto con sus nobles valores. Pero una cosa es volver voluntariamiente al pasado, y otra muy distinta es que te impongan vivir en el por el mero hecho de alimentar el odio y el rencor entre los ciudadanos. 

Debo decir que hacía años que no sentía tanto asco por una persona como la que siento por Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Mira que Zapatero (Principal responsable y promotor del odio y la división entre españoles con esa mentira sistemática llamada Memoria Histórica) me daba asco, pues Rajoy consiguió no sé si superarlo pero sí igualar ese asco. Pero sin lugar a dudas este ser que ahora gobierna España y que se regocija con las desgracias colectivas con el fin de obtener un beneficio personal es lo más asqueroso que he podido ver, no ya en política sino en la vida. Espero y deseo que todo el daño que está causando a tantas personas lo pague de forma severa, primero en las urnas y después en la cárcel. No se puede gobernar a base de imponer el odio entre los ciudadanos si no tienes un verdadero plan para cambiar a mejor tu país y el nivel de vida de sus ciudadanos. Y no se puede gobernar a base de querer borrar la historia de tu país. Francisco Franco Bahamonde es, quieran los rojos o no, Historia de España, y lo fue porque gracias a él, nuestra nación consiguió convertirse en uno de los diez países más industrializados de occidente durante su mandato. Las condiciones y los derechos laborales en España mejoraron notablemente durante el Franquismo. Nuestro país rozaba el pleno empleo y los españoles gozaban de una sanidad, educación y políticas sociales como nunca antes habían disfrutado. Y con todo ello, Franco creó aquello que la izquierda sigue sin perdonarle que crease y que cuarenta años después sigue, a duras penas y a pesar del empeño de los diferentes gobiernos en destruirla indemne: La clase media. 

¿Cometió errores? Sí. ¿Asesinó a personas? No más que la izquierda española, liderada en el PSOE por aquel a quien durante la II República era denominado el "Lenin español" y que encabezó en 1934 un golpe de estado que provocó más de 2.000 muertos en toda España: Francisco Largo Caballero, un auténtico criminal que deja a Sánchez y a Zapatero a la altura de unos meros aprendices del mal. Por no hablar del saqueador del Banco de España, el cual robó más de 500 toneladas de oro para llevárselas a Moscú tras estallar la guerra: El socialista Juan Negrín. Por cierto, si de justicia social y memoria histórica hablamos, ahora es el turno de que el PSOE devuelva todo lo robado en el banco de España por Negrín. Seguramente con todo lo que devolviesen, España podría salir intacta de la crisis económica en la que estamos a punto de sumergirnos. Por ello, si de derechos laborales hablamos, habrá que echar la mirada a ese a quien han desenterrado hoy. Si de políticas sociales hablamos, se debe volver la vista a quien desde hoy sus restos reposan en el cementerio de El Pardo. Y si de prosperidad económica, respeto internacional y defensa de nuestra soberanía hablamos, hay que mirar a quien hoy ha sido exhumado por aquel que debiera tomar nota de cómo ser, con sus luces y sus sombras un gobernante respetado. Al cual por muchos libros que censuren y muchas leyendas que falsifiquen, nunca podrán borrar de la Historia, cuyo legado siempre seguirá vivo gracias a su obra, la obra de Francisco Franco Bahamonde. 

miércoles, 23 de octubre de 2019

La Semana Trágica del Siglo XXI

Esta semana pasada, Cataluña ha vivido la que se puede considerar como su Semana Trágica del Siglo XXI. Una semana en las que las ciudades de Barcelona, Gerona, Tarragona, Lérida y otras partes de Cataluña han ardido mientras se producían unos graves disturbios que han dejado como resultado cientos de policías heridos, en especial tres que en estos momentos se están debatiendo entre la vida y la muerte, además de una chica, supuestamente ajena a las protestas, que se encuentra también en estado de gravedad, y un ciudadano francés muerto de un infarto por los sucesos acaecidos en el aeropuerto de El Prat.

Sucesos todos ellos que tienen como principales responsables a dos personas: La primera el presidente de la generalitat catalana, Quim Torra, el cual ha sido el principal impulsor de los graves sucesos producidos en estos días, ya que él y solo él es el jefe superior del grupo terrorista del CDR, principal organización responsable de que Barcelona y otras ciudades catalanas hayan sido estos días un campo de batalla abierto en donde la policía española se ha visto desamparada, humillada y ultrajada por el gobierno de España como no se había visto desde hacía dos años, concretamente desde octubre de 2017. Por otro lado el segundo responsable de todo esto es el actual presidente del gobierno, Pedro Sánchez. Un tipo que espero y deseo fervientemente que se le presente tras la apertura de las cortes una moción de responsabilidad criminal en el congreso de los diputados, ya que estamos ante un auténtico criminal que ha dejado a su suerte la vida y la seguridad de miles de policías, dejando como resultado más de un centenar de agentes heridos, algunos de ellos hospitalizados mientras luchan todavía por sus vidas.

Finalmente se ha confirmado la teoría que hace unos meses escribió de manera sutil Pedro J Ramírez, cuando afirmó que la estrategia de Moncloa era la de ir a las urnas (A las del 28-A) en un escenario al límite, en el que Sánchez apostaría por tensar todo lo posible la situación catalana hasta el límite de producirse una desgracia que llevase emparejada la aplicación del 155. Como se puede ver, ese escenario no se dio en abril, sino ahora, y el 155 ni está ni se le espera, pero la situación ha llegado a tal punto en el que Sánchez puede aplicar la ley en el momento que mejor le interese a él con el pretexto de presentarse ante la nación española como aquél que evitó la secesión catalana y la violencia en las calles. Por supuesto esa aplicación la llevaría en todo caso en el momento más cercano a las elecciones generales, es decir, o bien la semana que viene, o bien la misma semana de las elecciones.

Aunque actualmente parezca que Sánchez ha perdido gran parte de su apoyo como consecuencia de la crisis catalana, todo esta imagen de debilidad e incluso de compadreo con el independentismo pueden irse al traste cuando aplique la ley, ya que si algo tienen los españoles es memoria de pez, por lo que en el momento de ir a las urnas dentro de dos semanas pesará más la imagen que proyecte Sánchez si aplica finalmente el 155, que la que estamos presenciando a día de hoy.

Personalmente tengo mis dudas sobre si este criminal aplicará finalmente la ley, ya que como ha publicado el periódico "El Mundo" en el día de ayer, Torra ha trasladado a los presos que tramitará la salida de éstos de la cárcel tras el 10-N, lo cual no deja de ser curioso, ya que demuestra nuevamente que toda esta escalada de violencia que se ha producido no es más que un teatro guionizado entre el presidente del gobierno y el presidente de la generalitat con unos objetivos que por lo menos yo desconozco, pero que desde luego no son buenos ni para Cataluña ni para el resto de España. Se ha hablado incluso de la posibilidad de que Sánchez acabase aplicando la suspensión de las elecciones generales, con el objetivo de celebrarlas cuando la situación se haya calmado. Si este escenario se produjese estaríamos ante un golpe de estado por parte del gobierno de España, y no lo digo yo, sino Pedro Almodovar, el cual acusó a Aznar de querer suspender las elecciones tras el 11-M hace quince años. La diferencia entre el 11-M y la situación actual es que los atentados de Atocha no fueron permitidos por el gobierno de entonces como sí lo permite actualmente el ejecutivo con la situación catalana, pero aquí ya sabemos que pase lo que pase y haga lo que haga la izquierda, siempre se le perdonará todo. Solo hay que echar un vistazo a la historia criminal de su partido para corroborarlo.

¿Qué debería de haber hecho el gobierno de Sánchez al respecto esta semana pasada? Lógicamente haber redoblado los efectivos policiales y haber dado la orden correspondiente a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado para que actuasen sin limitación alguna a la hora de establecer el orden en las calles, además de sacar de sus cuarteles a la Guardia Civil, la cual se ha visto humillada por el gobierno al no recibir orden alguna de éste para que saliesen siquiera a las calles. En lugar de eso, el miserable ministro del interior, Grande Marlaska, fue visto en un bar de copas en Chueca junto con su novio y unos amigos más mientras Barcelona yacía en llamas, lo cual debería de ser motivo más que suficiente para que el ministro del interior estuviese en estos momentos cesado y mordiendo las almohadas en su puñetera casa. Pero como es lógico en este gobierno, el peor y más miserable y traidor que ha tenido España en su historia en el último siglo, el ministro continúa en su puesto mientras el presidente acudió ayer a Barcelona a ver a los policías heridos en los hospitales mientras se hacía selfies con los médicos y se rodeaba de guardaespaldas cargados de subfusiles y de maletas antibalas, lo cual dista mucho de los comentarios de Marlaska hace unos días, cuando afirmó que se podía viajar a Barcelona, ya que allí no estaba pasando nada grave. Mientras el presidente del gobierno deja desamparados a los agentes de la policía frente a los radicales y terroristas, él en cambio viaja de forma descarada rodeado de altas medidas de seguridad. Otra prueba más del desprecio y la soberbia de este ser despreciable para con las fuerzas de seguridad y los ciudadanos.

Sinceramente tengo que decir lo que ya dije en su día hace dos años: Muchos deberían de dar gracias a Dios por vivir en el año 2019 y no en 1939, ya que si esto ocurriese los cuerpos de muchos estarían ahora mismo en un lugar que no serían sus despachos. No se puede consentir que el gobierno de España mantenga ni un minuto más como presidente de la generalitat catalana a alguien que es el jefe de un comando terrorista que ha incendiado Cataluña, el cual ha herido gravemente a miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado. Un presidente que es el jefe de un cuerpo de seguridad como son los mossos de esquadra, los cuales han vuelto a demostrar una vez más su tibieza a la hora de detener los disturbios. Sin embargo Torra continúa ahí, gobernando Cataluña mientras amenaza de nuevo a España y exige ver de forma inmediata a Sánchez y al rey para llegar a un acuerdo. Y todo esto ocurre mientras tras activarse de nuevo la euroorden para detener a Puigdemont, el ex presidente catalán ha vuelto a ser puesto en libertad por la justicia belga, lo cual confirma que la imagen de España está ya prácticamente hundida y pisoteada en el plano internacional.

Como ya he dicho anteriormente, creo que toda la desgracia que ha ocurrido en esta semana, la cual creo que ha sido nuevamente histórica, no es más que un teatro guionizado por estos dos criminales, los cuales deberían de estar cesados de sus cargos, detenidos y puestos en prisión provisional. ¿El objetivo de este teatro? No lo sé, pero de aquí a unas semanas comenzaremos a ver los resultados de los sucesos ocurridos esta semana. Lo cierto y verdad es que en estos momentos hay cuatro personas graves y hospitalizadas y un ciudadano francés muerto por los disturbios, todo ello mientras el gobierno se niega en redondo a aplicar de momento, no ya el 155 sino la ley de seguridad ciudadana o el estado de excepción, ya que como ha afirmado Marlaska, "Lo único que sucede en Cataluña es un problema de orden público". Quizás dentro de unos días el gobierno del PSOE apruebe alguna medida, pero solo si es beneficiosa para sus intereses electorales y no para España, lo cual da una idea del peligrosísimo precedente que están creando estos miserables a la hora de potenciar una crisis como la vivida esta semana pasada con el solo fin de buscar tajada electoral. Si el gobierno de Sánchez pensase aunque solo fuese por un instante en España hubiese aplicado ya el 155, habría cesado al gobierno de Torra y haber procedido a la detención de éste y de todo su gobierno, a la vez que hubiese ordenado la intervención del ejército en Cataluña para controlar la situación. Pero como ya he dicho, eso solo podría ocurrir con un gobierno que verdaderamente pensase en España, y no que desee fervientemente su destrucción, como es el objetivo del actual gobierno del PSOE.

Ignoro si de aquí a las elecciones generales se agudizará la crisis que ha estallado como consecuencia de la nefasta y humillante sentencia del procés, o por el contrario la calma seguirá yendo a más conforme pasen los días, lo que sí es verdad es que la gravedad de los sucesos ocurridos, así como la exhumación de Franco que se producirá mañana serán los temas esenciales en la campaña electoral. Y lo que sí es verdad también es que tras anunciar Torra esta semana pasada su intención de convocar un nuevo referéndum para el año que viene se puede confirmar que lo que esta pandilla de golpistas buscan no es la independencia de Cataluña ni muchísimo menos, sino un objetivo que va encaminado ya sea para obtener el régimen fiscal que tanto ansían, o para obtener la destrucción del sistema político de 1978. Torra ha tenido en esta semana una ocasión para él perfecta si hubiese querido declarar la independencia. No lo ha hecho. En cambio plantea volver a la situación de 2017 con una nueva consulta para decidir la independencia, ignorando con ello el 1-O y la declaración de independencia del 27-O de hace dos años. En definitiva: Marear la perdiz dentro de este juego maquiavélico que se traen entre manos él y Sánchez y que solo ellos conocen las reglas de ese juego. Un juego muy peligroso que puede salirnos muy caro a los españoles. Por otra parte, mi apoyo y solidaridad con los policías heridos, a los cuales espero y deseo que se recuperen cuanto antes y que no sufran secuelas físicas de este infierno que han vivido. A Sánchez y Torra decirles únicamente que espero y deseo que paguen sus actos en las urnas y en la cárcel cuanto antes, y que les pese en la conciencia, si es que la tienen, que creo que no, todo el daño que han ocasionado a tantas personas en estos días. Algún día, hijos de puta, la historia os pondrá en el lugar que os corresponde a ambos, que no es otro que en el de los criminales.

miércoles, 16 de octubre de 2019

Sánchez dicta sentencia

Hace cerca de dos años, cuando cursaba Ciencias Políticas, mi por entonces profesor de Derecho Constitucional decía que a pesar de la corrupción y de la degeneración del sistema político en España, le tranquilizaba el hecho de que aun existiese en nuestro país independencia judicial, ya que eso garantizaba la existencia de un Estado de Derecho y la separación de poderes en nuestra nación. Hoy, cuando han transcurrido casi cuarenta y ocho horas de la sentencia del Tribunal Supremo sobre el procés catalán, puedo confirmar que definitivamente, en España ha desaparecido el Estado de Derecho.

En estos momentos, cuando son las dos y media de la madrugada del 16 de octubre del 2019, Barcelona y el resto de Cataluña arden en llamas a estas horas de la noche. ¿El motivo? la publicación de esa misma sentencia que ha acabado definitivamente con el Estado de Derecho en España. Una sentencia que avergüenza a cualquier español y que supone una humillación histórica y sin precedentes hacia una nación con más de 500 años de historia y hacia los más de 40 millones de personas que la habitan. ¿En qué nación de la tierra se condena con penas de poco más de diez años a una docena de personas acusadas de perpetrar un golpe de estado contra un país entero?. ¿En qué nación del mundo se condena a una serie de personas acusadas de proclamar la independencia de una región de dicho estado bajo el delito de sedición y no por el de rebelión?. ¿En qué país de este sufrido planeta que Dios nos ha dado se condena a una serie de personas que se han rebelado contra la legalidad vigente y se les permite a éstos acogerse a beneficios penitenciarios en pocas semanas de la publicación de dicha sentencia? Todas estas preguntas que me formulo en estos instantes tienen una sola respuesta: España.

La sentencia dictada ayer por el Tribunal Supremo, la cual condenaba por sedición y no por rebelión, ya que el propio Tribunal considera que no hubo tal delito, a los golpistas Junqueras (13 años de prisión), Forcadell (11 años de prisión), Turull (12 años de prisión), Romeva (12 años de prisión), Forn (10 años de prisión), Rull (10 años de prisión), Bassa (12 años de prisión), Sánchez (9 años de prisión), y Cuixart (9 años de prisión) supone toda una derrota sin precedentes del sistema judicial español, el cual se ha rendido completamente a los pies del presidente del gobierno, Pedro Sánchez, principal impulsor y verdadero artífice de esta vomitiva sentencia, la cual corrobora que en España el hecho de dar un golpe de estado sale más barato que el de matar o robar, que ya es decir. Solo en la sentencia del 23-F, los autores oficiales del golpe (Alfonso Armada, Jaime Milans del Bosch y Antonio Tejero) fueron condenados a 30 años de cárcel, aparte de su expulsión del Ejército y la Guardia Civil, mientras que en la famosa sentencia del caso Gürtel, Francisco Correa fue condenado a más de 50 años de prisión y Luis Bárcenas a más de 30 años de cárcel. La primera sentencia por un golpe de estado, la segunda por un caso de corrupción. Con una sentencia como la que hemos conocido ayer, ¿Quién no siente en estos momentos la tentación de dar un golpe de estado y saltarse la legalidad vigente sabiendo que va a salir indemne?

Cuando el pasado sábado 12, día de la Hispanidad, se conoció la filtración por la que se adelantaba que los detenidos iban a ser condenados por el delito de sedición y no por el de rebelión se supo por dónde iban a ir los tiros. Yo personalmente no le dí demasiada importancia a la filtración ya que pensaba, ingenuo de mí, que la sentencia finalmente pudiese ser otra bien diferente y que finalmente los detenidos sí serían condenados por el delito de rebelión. Finalmente no ha sido así y los golpistas han conseguido ser condenados con unos delitos y unas penas infinitamente inferiores a los hechos que perpetraron y que merecían cumplir. La Abogacía del Estado se ha salido así con la suya a la hora de lograr condenar a los rebeldes (Sí, digo rebeldes porque es lo que son, por mucho que el Tribunal Supremo dictamine lo contrario) solo por el delito de sedición. De esta forma ha ganado así el escenario deseado por el gobierno de Sánchez, el cual siempre ha querido una condena en la que el delito de rebelión quedase exento para los golpistas, lo cual supone otro favor y un nuevo guiño por parte del gobierno del PSOE a los independentistas con el fin de obtener el apoyo de éstos en una nueva investidura de Pedro Sánchez.

Pero aquí no queda la cosa. Según establece la sentencia, los condenados podrán solicitar el acceso al tercer grado incluso antes de que cumplan la mitad de la condena, rechazando así la petición de la Fiscalía, la cual era partidaria de negarle este privilegio a los independentistas. Así pues, a partir de enero del año que viene, la generalitat catalana podrá otorgarle todos cuantos beneficios penitenciarios quiera a los condenados (Hay que recordar que el gobierno catalán es quien tiene competencias en materia penitenciaria, ya que éstas fueron cedidas desde el estado hacia el entonces gobierno de Pujol). De esta forma todos salen ganando, ya que Sánchez se lava las manos a la hora de activar el botón rojo del indulto, a la vez que Torra asume la función de otorgar el tercer grado en unos meses y de esta forma llevar a efecto un indulto de facto hacia los condenados. Así Sánchez queda como un hombre de estado ante los suyos, mientras que Torra se convierte en el "Héroe que salva a los presos políticos de su sufrimiento en prisión". En resumen, nos encontramos ante una sentencia de una gravedad inmensa, ya que supone no una sentencia contra el independentismo catalán sino una sentencia de muerte para España, la cual contempla desde ayer cómo los condenados avisan desde la cárcel que "Lo harán de nuevo", lo que confirma la jactancia con la que los rebeldes se han tomado esta sentencia de mierda.

Dicho esto debo felicitar a Pedro Sánchez, el cual ha conseguido doblegar a España frente a una banda de golpistas al presionar ante el Tribunal Supremo la rebaja de la sentencia, interfiriendo con ello en el mayor proceso judicial vivido en España desde el 23-F. Gracias a él, los golpistas están en estos momentos más fuertes que nunca, y los españoles más débiles que nunca. Su traición merecería cuanto menos que en tres semanas los españoles le otorgasen la más horrenda de las derrotas electorales jamás sufridas. En lugar de ello, el 10-N saldrá reelegido y quién sabe si con mayor ventaja de la que ahora pronostican las encuestas. Ya lo dije hace unos meses y vuelvo a decirlo, a Sánchez le conviene que la situación vaya a peor, y si es con muertos encima de la mesa, mejor que mejor. Estamos ante un ser vil y sin escrúpulos, sediento de poder y de odio, el cual es capaz de todo con tal de seguir en el poder. Si en estos momentos en los cuales Cataluña está ardiendo como consecuencia de la respuesta independentista a la sentencia se llegase al escenario de encontrarnos con un solo muerto en las calles, Sánchez tendría la ocasión perfecta de coronarse como garante de la estabilidad y salvador de España, aplicando un 155 más duro que el que en su día aplicó Mariano Rajoy y tomando las riendas de la situación con el aval del PP y C's. De esta forma tendría asegurada su reelección duplicando sus escaños. Este es el verdadero escenario que desea Sánchez que ocurra. Un "Cuanto peor, mejor" es lo que desde el gobierno se espera para que el PSOE arrase en las urnas dentro de unos días. Un escenario que ya buscaron los socialistas cuando en 2004 aprovecharon el mayor atentado terrorista de la historia de España y de Europa para conseguir tres días después una de sus mayores victorias electorales con el gran y principal responsable de esta situación: José Luis Rodríguez Zapatero, ese gran maestro de la maldad y del rencor del cual se ha servido Sánchez para continuar su labor de una forma bastante notable. Gracias a esa maldad y a ese rencor, Sánchez ha perpetrado una de las mayores traiciones a España al dictar en la sombra esta sentencia, la cual avala el golpe de estado perpetrado por los independentistas hace justo dos años.

Ahora voy a la reacción que se está viviendo desde ayer por parte de los independentistas. Una reacción que dicho sea de paso, a mí me produce risa, ya que las condenas son tan absurdas que el mero hecho de que los radicales salgan a las calles a manifestarse en favor de sus líderes provoca una sensación entremezclada de risa, pena y vergüenza. ¿Por qué se manifiestan estos desgraciados?, ¿Por el hecho de que sus líderes han sido condenados de forma irrisoria por unos hechos que atentan contra la integridad territorial de España y la soberanía nacional?, ¿Por el hecho de que de aquí a un par de meses estarán ya en las calles maquinando la forma de dar un nuevo golpe de estado?, ¿Por qué se manifiestan los independentistas? Si alguien se tendría que estar manifestando de forma masiva y sin descanso después de esto es el pueblo español en su conjunto al ver cómo se pisotea su soberanía y se ultraja su honor. Nadie más que el pueblo español es quien legítimamente debe manifestarse, ya que somos nosotros los que verdaderamente hemos salido perdiendo con esta sentencia. Lo que hagan una serie de encapuchados, sedientos de odio y guiados por su caudillo golpista es lo de menos, ya que ellos iban a salir a la calle con independencia de cuál hubiese sido el resultado de la sentencia.

¿Qué creo que va a ocurrir a partir de ahora? Nada que no haya ocurrido ya. En estos momentos Cataluña está ardiendo literalmente y los independentistas controlan las calles, algo que ya ha ocurrido otras veces. No creo que vaya a ver más episodios de violencia después de esta noche y mañana. De hecho hay que decir que ayer los independentistas tomaron el aeropuerto de El Prat, cortaron las vías ferroviarias y las carreteras para posteriormente desconvocar dichas concentraciones, lo cual da una idea de la seriedad y la determinación que estos tipejos tienen a la hora de luchar por su independencia. No, señores. Si hubo un momento en el que verdaderamente pudo ocurrir una tragedia y se vivieron momentos de enorme tensión fue durante el mes de octubre del 2017. En aquel entonces sí pudo ocurrir cualquier desgracia y cualquier escenario estaba abierto. Si en aquel entonces que era cuando verdaderamente los catalanes tenían a mano la independencia, ¿Qué va a ocurrir ahora cuando la sentencia les ha sido más favorable de lo esperado al bloque separatista? la respuesta es sencilla: Nada. Reconozco que cuando aparecieron las noticias relacionadas sobre el material de explosivos incautado al CDR pensé y así lo dije en mi última entrada que la situación podía ser gravísima tras la sentencia. Hoy, visto el resultado de esa sentencia, no creo que ocurra nada que no haya ocurrido ya antes. Eso sí, no ocurrirá nada grave para desgracia del propio Pedro Sánchez, el cual espera como agua de mayo que la situación reviente en cualquier momento para tomar las medidas necesarias, como ya ha advertido esta noche.

Quizás me equivoque, no lo sé, pero visto lo ocurrido en estos años no creo que la situación vaya a más. Dentro de unos días la cosa volverá a su normalidad. Torra continuará en el gobierno catalán mientras recibe órdenes de Puigdemont para seguir perpetrando su segundo golpe de estado dentro de un tiempo. Un Puigdemont del que estoy plenamente convencido que no va a ser entregado a España, por mucho que Marchena haya activado de nuevo la euroorden para su detención. Veo a Puigdemont lo suficientemente tranquilo como para creer que vaya a ser entregado por las autoridades belgas a España, la cual ya se encuentra lo suficientemente dañada, hundida y humillada como para exigir a los países de nuestro entorno que nos devuelvan a este miserable. No, España ya no tiene fuerza ni peso para exigir nada, y menos tras esta impresentable sentencia, la cual ha sido un varapalo para todos aquellos españoles de bien que creíamos que finalmente se haría justicia aunque solo fuese por una vez. Una sentencia que se ha dictado bajo la presión del presidente Sánchez, el cual será sin lugar a dudas el más beneficiado de todo lo que ocurra, con independencia del resultado. Un Sánchez que ha sido el principal impulsor de esta sentencia, pero que a vista de la reacción tanto del PP como de C's demuestra una vez más que la postura de los tres partidos principales con respecto a Cataluña es la misma, lo cual demuestra que tanto los populares como los naranjitos-veletas aprueban y comparten igual que Sánchez esta sentencia, la cual reitero no ha condenado de muerte al separatismo sino a España. Los separatistas se ven ahora más seguros que nunca, ya que saben que ahora sí pueden ir a por su segundo y definitivo golpe de estado, sabiendo que poca o ninguna repercusión penal tendrán sus actos. Los españoles por nuestra parte, nos vemos una vez más desamparados y atónitos mientras vemos cómo tanto el sistema político como el judicial colaboran tanto de forma activa como pasiva en el proceso imparable de desintegración de nuestra nación.