No he querido escribir en estos días ya que creía que lo ocurrido podría ser todo un farol, pero en vista de que la situación parece, y recalco lo de parece, que va en serio, no me queda más remedio que escribir sobre ello definitivamente. Me refiero por supuesto a la noticia de la semana, del mes y del año, que no es otra que el preacuerdo para un gobierno de coalición de izquierdas firmado por el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de Podemos, Pablo Iglesias. Un preacuerdo que ha pillado a toda España bajo la resaca de las elecciones celebradas hace hoy una semana. Y es que no habían transcurrido ni 48 horas desde el recuento electoral cuando los españoles nos enterábamos inesperadamente del cierre de un preacuerdo (Que en realidad es un acuerdo en toda regla) entre PSOE y Podemos para formar un gobierno "Progresista".
Curiosamente, cuando todavía no se habían retirado las urnas de los colegios electorales, el personal ya estaba cerrando un pacto que estaba ya más que acordado antes del 10-N. Y es que no nos podemos engañar, lo ocurrido este martes ha sido todo un insulto y un desprecio a la sociedad española, la cual fuimos a votar el pasado domingo mientras en los despachos se acordaban los últimos detalles del pacto que PSOE y Podemos estaban configurando. Insisto, todo un insulto al pueblo español. Un insulto que nos ha costado 150 millones de euros por el simple hecho de que al señor presidente del gobierno en funciones se le metió en sus cojones la idea de ir a unas nuevas elecciones por mero capricho personal cuyo fin no era otro que el de doblar o triplicar los resultados obtenidos en las elecciones generales del 28-A, donde el PSOE obtuvo 123 diputados.
Pues bien, el jefe del gobierno no solo no ha obtenido ni un solo diputado más, sino que ha perdido tres escaños, así como más de un millón de votantes con respecto a las elecciones de abril. Ante esta situación humillante y vergonzosa, ¿Qué mejor que anunciar a las pocas horas un acuerdo de gobierno para airear el mal resultado electoral? Por cierto, un resultado electoral en el que aquí nadie, salvo Albert Rivera, ha asumido responsabilidades por la pérdida tanto de votos como de escaños. ¿Acaso ha anunciado el presidente del gobierno su dimisión tanto al frente del ejecutivo como al frente del PSOE por sus malos resultados electorales?, ¿Acaso ha asumido su responsabilidad Pablo Iglesias por haber perdido siete escaños y más de medio millón de votantes? Por supuesto que no, ya que sabe que los suyos tragarán cualquier milonga que les suelte y ello le permita seguir junto a su parienta seguir mamando de la teta hasta que salden la hipoteca del palacete de Galapagar. Por ello, estos dos desgraciados han optado por descolgar el teléfono mientras los españoles votábamos y acordar el reparto de sillones de ese nuevo gobierno que este martes de forma orgullosa anunciaron Sánchez e Iglesias.
Un Sánchez al que por cierto habrá que preguntarle, ya que todavía no se ha tenido la suerte y el privilegio de preguntarle a nuestro querido presidente si seguirá teniendo problemas a la hora de conciliar el sueño, ya que hace justo dos meses fue el propio presidente del gobierno el que afirmó que un gobierno presidido por él y compuesto en parte con ministros podemitas "No le dejaría dormir tranquilo". ¿Qué ha cambiado desde entonces para que ahora Sánchez sí pueda dormir tranquilo en su famoso colchón de la Moncloa? Absolutamente nada, a excepción de los resultados electorales. Nuestro querido Pedro pensó que acudiendo a las urnas nuevamente se le repetiría la jugada que en su día hizo Mariano Rajoy en 2016, saliendo reforzado electoralmente. En el caso de Sánchez no ha sido así, por lo que el fracaso electoral, unido al devenir de las circunstancias en el pasado mes de octubre con los disturbios en Barcelona y la exhumación de Franco han provocado que el PSOE haya obtenido este desastroso resultado y por ende la aceptación de formar gobierno con los podemitas.
Un gobierno que por supuesto será el más extremista y peligroso que haya conocido España desde el Frente Popular de 1936, ya que ese y no otro es el objetivo de estos dos hijos de perra: Formar un gobierno que apueste por desmantelar lo poco que queda de nuestra sociedad en el terreno económico, social, cultural, ideológico y moral. Un gobierno totalitario que tendrá el respaldo no solo de Podemos, sino también de los golpistas de ERC, los criminales del PNV y los etarras de Bildu. Un frente antiEspaña perfecto para destruir de forma definitiva nuestra nación mientras estos cerdos se dedican a repartirse los restos que quede de ella. Pero no solo eso, ya que el camino que está tomando toda esta locura se ha puesto ya en marcha con la quema de Iglesias. Sin ir más lejos, en Tauste (Zaragoza) han incendiado una Ermita y la imagen religiosa de un Cristo Nazareno. Este peligroso escenario es el que estos criminales están fomentando, así como el de reabrir las heridas de la guerra. Ya de hecho el presidente Sánchez anunció en el debate a a cinco de hace unos días que reformarán el Código Penal para castigar cualquier enaltecimiento del franquismo, lo cual supone comenzar una persecución contra toda aquella España que haga cualquier mención en contra de la versión única y oficial que el estado ha impuesto desde la llegada de Zapatero: la versión de la Memoria Histórica. Este perfil, propio del fascismo y nacional-socialismo de Mussolini y Hitler es aquel por el que se caracterizará el gobierno totalitario de Sánchez e Iglesias. Un gobierno del que según ha dicho el propio presidente, no se conocerá su composición íntegra hasta que su investidura se haya consumado. Pero sí se ha adelantado que Iglesias será vicepresidente del gobierno, lo cual me lleva a preguntarme: ¿Qué vicepresidencia ocupará Iglesias en ese gobierno? Porque si su vicepresidencia es la primera, en caso de que Sánchez se vea forzado a dimitir o le ocurra algo, nuestro querido Pablo habrá conseguido su ansiado sueño de alcanzar aunque sea en funciones la presidencia del gobierno, y en los tiempos que vivimos, un gobierno en funciones puede ser un gobierno bastante duradero, lo cual le dará tiempo más que suficiente a Iglesias y Montero para trasladarse de Galapagar a la Moncloa y transformar a España en la nueva Venezuela.
Aun así, algo me dice que ese gobierno totalitario finalmente no verá la luz, y me explico porqué: Al igual que muchos tengo la teoría de que este preacuerdo no es más que una forma de presionar al PP de Casado y a los restos que han quedado de C's con Arrimadas a la cabeza para abstenerse y dejar el camino libre a Sánchez para así desvincularse de ese acuerdo con Iglesias y seguir gobernando solo y libre de ataduras. Por ello recalcaba al principio que parecía que la cosa iba en serio, ya que de un tipo sin escrúpulos, sinvergüenza y mala persona como Pedro Sánchez puede producirse cualquier escenario en el que el actual jefe del gobierno se mantenga en la Moncloa. Nunca creí que pudiese existir un tipo con tantas ansias de poder como Pedro Sánchez, capaz de cualquier cosa con tal de mantenerse en el poder. Hay que decir que es una suerte que la época de los GAL no hubiese ocurrido con Sánchez al frente del gobierno, ya que de haber coincidido ese periodo con la presidencia actual de Sánchez, los españoles y no los terroristas etarra serían quienes tuviesen que temer por sus vidas. Del mismo modo que afortunadamente este cerdo no fue el candidato a la presidencia del gobierno en el año 2004, ya que con los atentados del 11-M, este tipejo hubiese intentado de cualquier forma posible sacar rédito electoral por los asesinatos, ya que ese y no otro sería el comportamiento que adoptaría un tipo sediento de odio, de venganza y de poder como es Pedro Sánchez.
En resumen: Nos esperan tiempos más oscuros y terribles que los que ya hemos conocido, y bastante llevamos ya vivido en todos estos años. Con Sánchez al frente del gobierno e Iglesias en la vicepresidencia, España reventará de tal forma que los disturbios vividos en Cataluña se trasladarán de forma imparable hacia el resto del país, dando lugar a enfrentamientos sociales entre españoles mientras la izquierda incendia las calles y la crisis económica y el paro van en aumento. De todos modos, como dice el refrán "No hay mal que por bien no venga". Si España ha votado de nuevo en favor de la izquierda, izquierda va a tener y de la "Buena"... los españoles van a conocer esta vez, ochenta años después de la guerra cuan bondadosa y moderada es la izquierda española. Esa izquierda que provocó la guerra civil en 1936 para instaurar el comunismo en España y que ochenta años después van camino de repetir la misma jugada.
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