Hace unos días leí una noticia bastante curiosa a la vez que absurda.
Resulta que Sergio Dalma, uno de nuestros mejores cantantes y compositores
nacionales, concedió una entrevista en RNE donde afirmaba que él mismo se pedía
perdón todos los días por haber compuesto la mítica canción de los años 90
"Esa chica es mía", ya que el cantante considera que la letra que
compuso de dicha canción es machista.
Claro, uno que es de los 90 y aunque haya sido de muy pequeño pero ha
escuchado este tipo de canciones y ahora se encuentra a sus compositores
afirmar de forma vergonzosa que sus canciones son machistas y que piden perdón
a las mujeres, a los hombres, a la sociedad en su conjunto, a los animales, a
los extraterrestres, a las plantas y a todo tipo de vida humana existente en el
universo y/o multiversos, pues como que te deja un poco avergonzado y asqueado
de la situación tan surrealista a la vez que totalitaria a la que estamos
llegando.
Y es que nada se puede hacer ya que no suponga una afrenta contra
"Lo políticamente correcto", o "La dictadura progre". De
hecho hace poco he visto en el programa Sálvame (Sí, aquí todos vemos en algún
momento programas de mierda como Sálvame, no seamos hipócritas y
reconozcámoslo) cómo una tipa presenta una sesión del mismo en el que se dedica
a denunciar las expresiones machistas que los colaboradores realizan a lo largo
del programa. De hecho, en un momento determinado tuve que quitar la voz porque
si seguía escuchando determinada basura explotaría. Pues bien, no contento con
eso veo en un momento en el que tengo la voz apagada del televisor cómo aparece
un escrito proveniente de la sesión de la tipa en cuestión en la que se
denuncia que el patriarcado está a favor de la monarquía, y que por eso hay que
censurar y eliminar de nuestras vidas expresiones como "Princesa de la
casa", "El príncipe azul", etc, y modificarlo por un lenguaje
feminista en el cual se inculque que las mujeres son libres, independientes y que
no son princesas ni están sometidas a nadie, además de ser las responsables de
sus decisiones.
Y claro, cuando uno vio esta bazofia en la televisión no hice más que
encenderme como una vela y decir "¿Pero qué mierda es esta?". ¿Acaso
las mujeres no son ya seres libres e independientes? Por qué coño nos inculcan
que no es así, cuando las mujeres en occidente disfrutan de una libertad y unos
derechos superiores en muchos casos a los de los hombres". Ya podrían las
tipejas como la presentadora de esa sesión, que por cierto, parece la hermana
secreta de Carmen Calvo, preocuparse por las vejaciones, el maltrato y la
violación de los derechos de las mujeres en países musulmanes. Oh, perdón, se
me olvidaba que esas son sus costumbres y que hay que respetarlas. Solo el
hombre blanco, hetero y occidental es el peor ser existente sobre la faz de la
tierra. ¿El resto? Unos santos, oiga.
Pero ya no solo de la cuestión feminista es de lo que no se puede decir
absolutamente nada en contra en esta sociedad totalitaria, sectaria y radical
que estamos viviendo. El simple hecho de afirmar públicamente que los
inmigrantes representan la mayor parte de porcentaje de sujetos que delincan en
España supone todo un insulto a dichas personas, además de una acusación
pública de racismo por parte del progre de turno que esté cerca tuya escuchando
tales afirmaciones. El hecho de que la mayoría de los miembros de las mamadas,
perdón, manadas sean de origen extranjero provoca que no se haga pública la
nacionalidad ni los datos personales de los sujetos pertenecientes a esas
bandas, todo lo contrario de lo que ocurre cuando los miembros de esas manadas
son españoles. En esta caso se hace público hasta el DNI de sus componentes, lo
cual demuestra la bajeza moral a la que ha llegado no solo nuestro país sino también
occidente con respecto a la agenda global progre que se está implantando a
marchas forzadas en los países de nuestro entorno.
Otra cuestión importante es el hecho que anunció hace unos días el
presidente del gobierno en funciones, Pedro Sánchez, al afirmar que si sigue
gobernando reformará el Código Penal para sancionar a todas aquellas personas
que hablen bien de Francisco Franco o del régimen que éste lideró en España
durante 1939 y 1975. Es decir, si dentro de unos meses Pedro Sánchez sigue gobernando
perseguirá a todos aquellos españoles que hablen bien de un individuo el cual
lleva muerto hace 44 años y que ha exhumado hace varias semanas, coartando y
limitando una vez más un derecho que la constitución española reconoce y
garantiza como es el de la libertad de expresión. Pero a Sánchez qué más le dá,
¿Verdad? Mientras nadie ose meterse con sus amigos etarras e independentistas,
ni con sus predecesores en el PSOE como Largo Caballero, Indalecio Prieto o
Juan Negrín, ni del papel de la izquierda en la II República y la Guerra Civil
y acepte la Memoria Histórica que la izquierda criminal ha impuesto cualquiera
puede hablar de lo que desee...
Para terminar voy a contar una anécdota que viví hace unos días y que me
resultó bastante interesante desde el punto de vista comparativo en lo que
respecta al nivel de libertad que vivimos en estos momentos en los que estamos
a solo un mes de acabar esta década tan apasionante como histórica, quizás la
más apasionante e histórica desde la década de los 70. Hace unos días me
reencontré por Internet, concretamente por Youtube, con una famosa canción que
se hizo bastante famosa a finales de los 90, la cual cantaba un tipo que se
hizo popularmente famoso por entonces llamado de forma artística "El
Chivi". Debo decir que esa canción la escuché yo de niño a finales de los
90, principios de la década del 2000, y he de reconocer que, siendo yo por
entonces un niño, lloré de la risa cuando la escuché por primera vez. La famosa
canción se llama "Radical" y en ella el cantante, que por lo visto
fue también su compositor, habla sobre sus peculiares modos de vida, los cuales
dista mucho de los de una persona corriente. Pues bien, mientras la escuchaba
después de casi veinte años me quedé atónito ante lo que estaba oyendo; Una canción
de este tipo y con esta letra es prácticamente imposible que pueda ser
proyectada por una emisora de radio o un programa de televisión, e incluso es
completamente posible que no pueda ser ni siquiera puesta a la venta en el
mercado, además de denunciar al cantante y a la productora que lo contrató.
Es tal el nivel de censura y de totalitarismo al que estamos llegando
que cualquier absurdez que hasta hace poco nos resultaba simpática, inofensiva
o incluso pasaba completamente desapercibida, hoy es perseguida de forma atroz
por el estado y por las hordas fascistas progres, las cuales no tienen otro
objetivo que el de destruir por completo nuestro sistema social, cultural,
moral y religioso. Este y no otro es el verdadero fin de esta locura a la que estamos
asistiendo atónitos mientras la izquierda, con el apoyo cómplice de la derecha
cobarde, traidora y acomplejada está imponiendo de forma imparable sin que
nosotros hagamos absolutamente nada: Una restricción de nuestras libertades y
nuestros métodos de vida.
Voy a finalizar con una reflexión que creo que dá para pensar: Hace
ahora justo cuarenta años, es decir, en 1979, las libertades en España
comenzaban su andadura aunque todavía existía cierta censura a la hora de
hablar sobre según qué cuestiones, ya que estábamos a solo cuatro años desde la
muerte de Franco, con lo cual la censura proveniente del Régimen anterior
seguía activa aunque la constitución española que garantizaba entre otras cosas
la libertad de expresión llevase ya un año aprobada. Veinte años después, es
decir, en 1999, España se encuentra en su momento cumbre dentro de lo que
respecta las libertades individuales y colectivas en nuestra sociedad. Existe
plena libertad para hablar de todo y de todos sin restricción de algún tipo,
salvo casos, como es lógico, de especial gravedad. Veinte años después, es
decir, nuestro año actual: 2019. Las libertades en España están restringidas en
pos de la defensa del feminismo, de los colectivos LGTBI, de la inmigración, de
los colectivos proabortistas, ecologistas, animalistas, progresistas, etc. Nada
se puede decir sin que alguien te llame la atención antes de acabar la frase
que estás pronunciando. En cualquier momento alguien puede interrumpirte para
decir que tu comentario es ofensivo además de inaceptable, para posteriormente
catalogarte como homófobo, xenófobo, racista, franquista, fascista, etc. Las
libertades tanto individuales como sociales se ven cada vez más restringidas en
favor de una postura y un discurso "Políticamente correcto".
Con ello cabe preguntarse, si una sociedad como en este caso la española
decía en 1979 "Esto no se puede hacer y/o decir", y cuarenta años
después, en 2019 se dice "Esto no se puede hacer y/o decir", ¿Se
puede confirmar que estamos igual o incluso peor que hace cuarenta años?
Personalmente creo que sí, ya que la situación en España es, salvando las
distancias, exactamente igual en la década de 1970 como en la década de 2010 en
términos de una limitación progresiva de nuestro sistema de libertades. Solo la
situación de 1999 fue la correcta a la hora de definir nuestro sistema de
libertades como un sistema pleno, o en su defecto, casi pleno. Pero tras la
prospera década de libertad de 1990 se produce la llegada del 11-M y con ello
la de Zapatero en 2004, lo cual provoca que las leyes totalitarias, radicales y
sectarias que hoy en día prevalecen en España comenzasen su andadura, y con
ello el recorte de nuestros derechos y libertades. Unos derechos y unas
libertades que jamás recuperaremos, ya que estamos asistiendo no ya a una
agenda nacional que nos está conduciendo de forma imparable a la sociedad
Orwelliana de 1984, sino a una agenda global en la que el Nuevo Orden Mundial
se está abriendo paso de forma acelerada e inminente para controlar nuestras
vidas como si de un Gran Hermano global se tratase, con el fin de controlar
nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestros movimientos, nuestros
actos, nuestras opiniones y nuestra vida en general.
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