miércoles, 20 de junio de 2018

PSOE; Un mal que dura más de 100 años

Hay un conocido refrán que dice "No hay mal que 100 años dure". Supongo que el autor de esta frase no pensó en esa organización política española que desde hace 139 años lleva ocasionando el mayor daño posible a la sociedad que dicen representar. Me refiero a ese engendro monstruoso creado en forma de partido político llamado "Partido Socialista Obrero Español". Ese partido que fundó en mayo de 1879 Pablo Iglesias. Sí, ese mismo que en 1910 amenazó de muerte al entonces presidente del gobierno, Antonio Maura, el cual sufriría un atentado que casi le cuesta la vida pocos días después. Ese partido que fue cómplice en los sucesos que tuvieron lugar en Barcelona durante la "Semana Trágica" en 1910. Ese partido que en la actualidad critica abiertamente la dictadura de Miguel Primo de Rivera pero que olvida que fue el propio PSOE quien apoyó y participó en el gobierno que durante casi siete años presidiría el padre del fundador de Falange Española. Ese partido que tras la caída de Primo de Rivera consideró que la despótica monarquía de Alfonso XIII ya no le resultaba útil, por lo que firmó junto con el resto de fuerzas republicanas el Pacto de San Sebastián en 1930. Ese partido que durante la II República permitió e incluso impulsó la quema de Iglesias, la violación de monjas y el destrozo de imágenes religiosas. Ese partido que en 1934 impulsó un golpe de estado tras la victoria de la CEDA en las elecciones generales de ese mismo año, provocando más de 2.000 muertos. Ese partido que estuvo detrás del asesinato de José Calvo Sotelo, gota que colma el vaso y provoca el golpe de estado militar y la Guerra Civil. Ese partido que recién estallada la guerra saqueó y robó más de 500 toneladas de oro del Banco de España para huir con el botín a Moscú. Ese partido que actualmente es muy valiente contra todo aquello que representa el franquismo pero que en su momento no movió ni un sólo dedo para oponerse al régimen surgido tras la Guerra Civil y que ahora tan fervientemente desean suprimir de la historia de España.

Ese es el Partido Socialista Obrero Español. Un partido que no dudó en mover toda clase de hilos con tal de sacar del gobierno entre 1980 y 1981 al veleta de Adolfo Suárez y a la agónica UCD, incluso colaborando activamente en el golpe de estado del 23-F, donde el PSOE de Felipe González tenía un papel clave en el gobierno si el golpe hubiese triunfado. Un partido que tras su llegada al gobierno en 1982 no dudó en llevar a cabo medidas neoliberales así como reformas laborales que impulsaban el empleo precario mientras empeoraban las condiciones de vida de los trabajadores. Un partido que no dudó en apoyar el SÍ activo a la OTAN tras negarse rotundamente en 1982 a su entrada en dicho organismo. Un partido que los jueces probaron en los años 90 que se había financiado ilegalmente. Un partido que institucionalizó la corrupción sistemática en todos los organismos del estado. Un partido que nombró a un director general de la Guardia Civil que acabaría huyendo con más de 500 millones de pesetas robados. Un partido que designó a un gobernador del Banco de España que posteriormente se demostraría que defraudaba a Hacienda. Un partido que llevó a cabo el terrorismo de estado con la creación del GAL, en el que Felipe González era el famoso "Señor X" y por el que el ministro del interior acabó en la cárcel. Un partido que tras saquear los fondos reservados del Estado dejó el gobierno de España en 1996 con el sistema de pensiones al borde de la quiebra.

Todo esto es historia del PSOE. El mismo partido que una vez en la oposición eligió a un incompetente llamado José Luis Rodríguez Zapatero como líder y aprovechó una tragedia medioambiental de tal envergadura como fue el caso del "Prestige" para sacar ventaja electoral de dicho accidente. El mismo partido que sacó a España a la calle para manifestarse contra la guerra de Irak tras mandar ellos soldados de reserva que ejercían el Servicio Militar Obligatorio para llevarlos a Bagdad en la guerra del Golfo en 1990. El mismo partido que no dudo en sacar tajada electoral del mayor atentado terrorista sufrido en España y en Europa hasta la fecha para llegar al gobierno (11-M). El mismo partido que una vez llegado al gobierno tras el mayor vuelco electoral de la historia de España enchufó a aquellos que corroboraron la versión extendida dentro del PSOE sobre la autoría islámica del 11-M. El mismo partido que tras retirar de manera humillante las tropas de Irak, mantuvo e incrementó las tropas en Afganistan y Líbano. El mismo partido que negoció con la banda terrorista ETA, llegando a alcanzar acuerdos que hoy en día todavía desconocemos. El mismo partido que llevó a cabo la reforma inconstitucional del estatuto de Cataluña, el cual ha sido el origen que ha llevado a esta región a un proceso secesionista y a una declaración de independencia fallida en octubre del año pasado. El mismo partido que tras formar parte activa en su empeño por llevar a España hacia la Guerra Civil, aprobó en 2007 una ley de memoria histórica que sólo ha servido para remover las viejas heridas y los rencores del pasado. El mismo partido que negó la mayor crisis económica mundial desde la Gran Depresión de 1929. El mismo partido que en su negativa a tomar medidas para paliar esa crisis económica permitió que más de cinco millones de personas se fuesen al paro en sólo tres años. El mismo partido que al empezar a tomar medidas decidió emprenderlas contra los más débiles con tal de salvar sus chiringuitos y sus reinos de Taífas (CCAA). El mismo partido que en 2011 dejó España al borde de la quiebra del sistema financiero, el cual finalmente sería rescatado por la Troika en junio de 2012.

Pero todavía no ha acabado la historia. Ahora el PSOE vuelve al poder tras casi siete años en la oposición, y el nuevo presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ya ha demostrado que puede dejar al mismísimo Zapatero como un estadista. En sólo tres semanas de gobierno socialista, el nuevo presidente ya ha anunciado la decisión de exhumar los restos de Franco del Valle de los Caídos, así como de convertir España en el campo de refugiados de occidente. Toda una declaración de intenciones que nos demuestra por dónde van a ir los tiros en esta nueva etapa en la historia de España. Tras formar parte activa en los acontecimientos que desembocaron en la Guerra Civil, saquear España en los años 90 y destruirla económicamente hace siete años, el PSOE vuelve por tercera vez en cuarenta años al gobierno de España para destruir definitivamente a esa nación que desprecia y que por acabar con ella es capaz de pactar hasta con sus enemigos, como así se ha podido demostrar en la reciente moción de censura que les ha devuelto al poder. Hay un refrán que dice "A la tercera va la vencida", y es bastante probable que en esta ocasión, el PSOE consiga finalmente su ansiado sueño de terminar con una nación cuyos dirigentes siquiera mencionan por su nombre. El objetivo del Partido Socialista Obrero Español ha sido siempre el de traicionar y destruir España a la mínima ocasión que se presente. La historia así lo corrobora. Quizás tras acabar ahora sí de forma definitiva con España, el PSOE acabe extinguiéndose de una maldita vez. Con ello, puede que tras la desaparición de nuestro país desaparezca para siempre el partido que más daño ha causado a nuestra nación en toda su historia. Quizás el final de España vaya unido al final de ese partido que tanto ha hecho durante 139 años por destruir a este pueblo. Un partido que ni es partido, ni es socialista, ni es obrero, ni muchísimo menos es español.

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