sábado, 26 de agosto de 2017

España; La autodestrucción de una nación

Al final de la película que rodase en 1964 Anthony Mann, "La caída del Imperio Romano", el narrador dice una frase que describe el porqué de la caída de la Antigua Roma; "Que sólo se puede destruir a una gran nación cuando ella misma se ha destruido interiormente". Una frase bastante interesante que analizándola en estos instantes, se puede aplicar 100% a la España del 2017. ¿Por qué digo esto? Muy sencillo. Lo ocurrido hoy en Barcelona, donde se ha producido una de las manifestaciones más bochornosas e impresentables de la historia reciente de España, nos demuestra que nuestro país no tiene salvación alguna. El simple hecho de que la "manifestación", por llamarla de alguna forma, no haya durado ni tan siquiera 1 hora nos confirma el fracaso de la misma. Nos hemos encontrado hoy con una manifestación que en teoría se convoca para respaldar a las víctimas y a sus familiares, así como para condenar el atentado del pasado jueves, y a la hora de la verdad se nos muestra como un respaldo mayoritario de la sociedad y de la clase política contra el Islam y sus integrantes. La manifestación de hoy era supuestamente para dejar a un lado las diferencias políticas por unas horas con el objetivo de hacer frente al terrorismo. Cuando la manifestación ha terminado parecía más bien la finalización de un acto masivo en favor de la independencia catalana. Me es indiferente que el rey Felipe VI y Mariano Rajoy se hayan llevado el abucheo del siglo esta tarde rodeado de musulmanes (Que no sé de dónde habían sacado tantos), esteladas y pancartas por todas partes. Todos los políticos allí presentes han sacado desde el pasado jueves tajada política del atentado islámico y no se merecían menos esta tarde. El problema radica en que ese abucheo se haya dirigido solamente hacia el jefe del estado y el jefe del gobierno de España y no también hacia la clase política catalana.

Que los catalanes hoy hayan casi estampado en la cara del rey y del presidente del gobierno pancartas donde se les acusa de vender armamento por parte de España hacia Arabia Saudí no es algo que deba llevarnos las manos a la cabeza, ya que parte de razón tienen, aunque también podrían hacer lo mismo con Bartomeu y el resto de directivos del Barça, ya que dirigen un club que está financiado ni más ni menos que por Unicef y Qatar. Supongo que este "pequeño detalle" se les habrá "olvidado" a los catalanes esta tarde. Lo que sí me lleva las manos a la cabeza es que los catalanes hoy no hayan abucheado generalmente a toda una clase política, española y catalana, que ha demostrado desde el primer momento su indiferencia con las víctimas de este cruel atentado y sí en cambio su preocupación por la seguridad de los musulmanes residentes en España y la propagación de lo que ellos llaman "Islamofobia". El problema no es sólo este, el problema es que parte de la sociedad catalana ha aprovechado la manifestación de hoy para salir a la calle con el objetivo de protestar contra el estado español, así como de hacerles llegar a los musulmanes el respaldo de los catalanes, puesto que según afirman éstos, "No todos los musulmanes son terroristas". En definitiva un lavado de cara masivo hacia aquellos que nos han declarado la guerra y ni una sola muestra de afecto hacia las verdaderas víctimas de esta masacre, los asesinados y sus familias. Por si esto no fuese poco, en otra manifestación celebrada hoy mismo en el municipio de Ripoll, una de las manifestantes a la que se le ha dado la oportunidad de dar un discurso ha sido ni más ni menos que una hermana de los terroristas que asesinaron y masacraron a las víctimas hace una semana. Dicho esto sólo me queda decir ¿Qué clase de locura es esta?, ¿Hacia dónde coño estamos llegando?. Me parece impresentable y repugnante que esta sociedad dedique más tiempo a lavar la cara de sus asesinos que a homenajear a las víctimas de los atentados que éstos perpetran. Lo ocurrido hoy en Barcelona demuestra la bajeza moral no sólo de una clase política interesada en sacar beneficio de todo esto, sino de una sociedad que defiende con uñas y dientes, y considera como amigos y aliados a una civilización, en este caso la musulmana, que está en guerra abierta contra occidente y ahora contra España desde el atentado sufrido hace una semana.

En lo que respecta al tema secesionista, era algo más que sabido que lo de hoy se iba a producir, aunque no imaginásemos que llegase a tanto. Los independentistas han hecho hoy más responsables del atentado al propio estado español que al mismísimo estado islámico. Algo asqueroso y deplorable que sería inimaginable de pensar en otra manifestación convocada en cualquier otro país europeo víctima de un atentado terrorista. Como ya he dicho antes, hay parte de razón cuando se acusa al rey o al gobierno de venta de armamento a países como Arabia Saudí, pero de ahí a acusar al propio estado la responsabilidad de este atentado es de ser muy miserable y muy hijo de puta por parte de aquellos que forman parte de algunos sectores de la política y la sociedad catalana, como del mismo modo digo que ha sido de miserable e hijos de puta la oportunidad que ha tenido el estado y el gobierno de utilizar este atentado como forma de combatir el independentismo catalán. No señores, si ustedes quieren parar el independentismo, que es lo que deben de hacer, tomen las medidas jurídicas y políticas oportunas, que las hay y muchas, para detener esta barbarie, pero no utilicen un atentado con 15 muertos para hacer propaganda unitaria ya que no tienen los cojones suficientes para defender nuestra nación por vías legales. Lo dicho, si alguien se merecía un abucheo en esta manifestación era de manera general toda la clase política española y catalana y no sólo el rey de España y el presidente del gobierno, pero en fin, este es el escenario dramático y deplorable que tenemos en España, y más concretamente en Cataluña en el año 2017 gracias a esa misma clase dirigente.

Después de lo de hoy sólo me queda pensar que por desgracia, una vez visto todo este impresentable escenario, quizás la independencia catalana sea lo mejor que nos pueda ocurrir como nación. Sí, me jode y me duele decir esto, pero en las gravísimas circunstancias en las que nos encontramos como país quizás sea mejor amputar la región afectada antes de que la gangrena se extienda por todo el país. El estado español, independientemente de que me resulte indiferente la protesta que se ha producido contra el rey y Rajoy, ha sido hoy humillado, boicoteado y abucheado de manera masiva en la manifestación de esta tarde en Barcelona, y esa es la verdadera y grave conclusión que se saca de todo lo ocurrido hace unas horas, lo que demuestra la debilidad absoluta del estado en estas excepcionales circunstancias en las que si se lo propusiesen algunos, hasta la región de Murcia o incluso la propia comunidad de Madrid podría revelarse contra el estado e iniciar su propio proceso de secesión por muy descabellada que nos parezca la idea. Cataluña ya no tiene solución, y puede que tampoco lo tenga el resto de España, pero desde Barcelona se confirma con lo de hoy que no solo el odio impera desde los sectores políticos hacia el resto del estado sino también desde el seno de la propia población catalana, por lo que quizás sea mejor dejar que el pájaro vuele solo y se estrelle antes que mantener incluso de manera absurda su permanencia en una comunidad de la cual reniega y desprecia. Es por ello por lo que en este caso es mejor ir enseñando la puerta de salida a aquellos que quieren largarse insistentemente y que utilizan hasta las desgracias humanas como excusa para conseguir sus objetivos. Puede que con la independencia catalana el resto de España abra los ojos de una puñetera vez y comprenda que este no es el camino que debemos seguir como nación, ni estos son los personajes que deben liderar ese camino, o puede que quizás ni en ese desolador escenario despierte nuestro país... Por esto creo que la frase final de la película que relata los reinados de Marco Aurelio y su hijo Cómodo nos muestra la realidad que vive hoy España. Los terroristas podrán destruir definitivamente y de una manera fácil nuestra nación ya que ella misma ha sido la que se ha ido destruyendo interiormente a lo largo de muchísimo tiempo.

viernes, 18 de agosto de 2017

A por ellos

Y ocurrió lo peor... después de varios atentados en Europa, nos ha tocado a nosotros, a España, ser de nuevo el objetivo del terrorismo yihadista 13 años después del 11-M. 13... el mismo número de personas que han sido salvajemente asesinadas por estos hijos de puta en la tarde de ayer cuando un furgón entró de lleno en Las Ramblas de Barcelona llevándose por delante toda vida humana que se encontrasen en su camino. ¿El resultado? 13 muertos y más de 100 heridos, aunque por desgracia es bastante probable de que el número de fallecidos ascienda con el paso de las horas debido a la gravedad de algunas víctimas. Unas víctimas que podrían haber sido muchísimas más cuando está madrugada la policía ha abatido a cinco terroristas en el municipio de Cambrils, en Tarragona, tras saberse que estos indeseables buscaban perpetrar otra carnicería en dicho municipio. Gracias a la grandiosa labor de las fuerzas y cuerpos de seguridad, la desgracia no ha sido aún mayor de la ya producida.

Una vez dicho esto, quiero decir varias cosas y no sé muy bien por donde empezar. Primero, la cuestión ahora es ¿Qué va a hacer ahora España tras está masacre perpetrada por el Estado Islámico? Porque desde luego con este atentado habrá que tomar medidas urgentes sí o sí. Unas medidas que para nada deben ser la restricción de más derechos y libertades contra la sociedad como algunos andan ya pregonando por ahí. No señores, lo dije hace un par de meses y lo digo ahora nuevamente; Estamos en guerra, y en guerra contra un terrorismo disfrazado de religión que está invadiendo imparablemente occidente mientras nosotros seguimos callados y asustados ante semejante escenario. Un escenario que como ya he dicho no debe ser para algunos la excusa perfecta para recortar las libertades de los que sufrimos este peligro, sino para ir directamente y con todos los medios contra todos aquellos que de una manera u otra defienden y amparan el terrorismo yihadista. Quizás para algunos este escenario sea una aberración, un insulto, un ataque contra los musulmanes. No señores, es una acción de legítima defensa contra todos aquellos que intentan destruir nuestras vidas, incluidas las de aquellos que critican tomar este tipo de medidas. Occidente debe dar una respuesta a estos perros y debe darla cuánto antes. Y cuando hablo de respuestas me refiero a respuestas coherentes, no a minutos de silencio y protestas pacíficas acompañadas de músicas y canciones.

Si en lo que a mí respecta me siento plenamente orgulloso de la actuación de la policía, también tengo que decir que me repugna la reacción de una parte de la sociedad ante el atentado de ayer. Lo digo porque a algunos les dieron por publicar en las redes sociales mensajes de apoyo con las imágenes de gatos mientras se pedía una y otra vez que no se publicasen fotos y/o vídeos de los escenarios donde se habían perpetrado los atentados y en donde aparecían los cadáveres de los asesinados (Algunos de ellos niños) y los cuerpos tendidos en el suelo de los heridos. Supuestamente los individuos que pedían que dichas imágenes no fuesen publicadas en los medios y en las redes sociales lo hacían con el pretexto de que dicha divulgación era una ofensa hacia las víctimas. Con esto pregunto yo ahora; ¿Acaso no es una ofensa hacia las víctimas colgar fotos de gatos como respuesta ante un atentado?, ¿Acaso no es preferible que se vea de primera mano lo que estos indeseables han provocado contra nuestra sociedad en vez de censurarlo para no dejar en mal lugar a la comunidad islámica? Hace un año se publicó por doquier las fotos durísimas e inhumanas de un niño refugiado proveniente de Siria ahogado en las costas de Turquía. ¿Acaso esas imágenes de ese niño sí deben ser publicadas para remover la conciencia de la gente pero no la de nuestros niños que son asesinados entre otros por esos mismos refugiados sirios? La actitud hipócrita de la sociedad con respecto a este asunto es de vergüenza absoluta.

En lo que respecta al ámbito político tengo que añadir que la vergüenza también pasa por aquí. Es de una completa irresponsabilidad que el rey Felipe VI, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera no hayan realizado ni una sola declaración pública hasta ahora. Sólo Mariano Rajoy tardó ayer ni más ni menos que 7 horas en hacer una declaración pública, algo insólito e impresentable ante un ataque terrorista. El jefe del Estado ni siquiera se ha limitado a hacer una declaración institucional, y el resto de líderes políticos sólo han lanzado algún que otro mensaje de apoyo a las víctimas por las redes sociales. También es de una completa insensatez que el ministro del interior, Juan Ignacio Zoido, no haya realizado ni una sola declaración como ministro y responsable de la seguridad en todo el estado español. Sí, ya sé que las competencias en seguridad están cedidas en Cataluña a la generalitat, pero eso no excusa de que quién dirige las fuerzas y cuerpos de seguridad esté detrás de las cámaras sin dar la cara. Del mismo modo tengo que decir que me parece aberrante que las autoridades catalanas se dirigiesen en casi todo momento en catalán y no en castellano, y ni siquiera mencionasen al resto de España en sus declaraciones. Toda una falta de respeto no ya sólo a la sociedad española en su conjunto sino a los medios de comunicación extranjeros. Otra falta de respeto absoluto la encuentro en la utilización que algunos, tanto por parte del gobierno como de la generalitat, están llevando a cabo sobre este asunto para utilizarlo como arma propagandística del proceso independentista catalán. Ya está bien de utilizar a los muertos como arma política. Aún así ya advierto de que está desgracia seguirá siendo utilizada por unos y por otros para hacer propaganda en favor de sus intereses independentistas y/o unionistas. Por increíble que parezca, se ve que este atentado les ha venido de perlas en estos momentos a más de uno que tienen sus despachos en Madrid y Barcelona. Lo más despreciable que se puede uno imaginar por parte del ser humano lo encontramos en los políticos de esta sufrida y desdichada nación nuestra que se llama España.

En fin, yo por mi parte quiero darle mi más sentido pésame y apoyo a todas las familias de las víctimas, así como mi más sincera enhorabuena a las fuerzas y cuerpos de seguridad, que han demostrado estar a la altura de tan durísimas circunstancias. Podremos avergonzarnos de los políticos, de la actitud de una parte de la sociedad ante desgracias como las ocurridas ayer, pero de lo que sin lugar a dudas debemos de sentirnos orgullosos es de las fuerzas de seguridad y de todos aquellos que la integran, y por supuesto, sentirnos orgullosos de nuestra nación y de todo lo que ella representa, que es sin lugar a dudas todo lo contrario de lo que representan la banda de cabrones asesinos que una vez más han vuelto a atacar nuestro gran país. DEP las víctimas y hagamos frente desde occidente de una vez por todas a este peligro que ahora sí, ha llegado por desgracia y para quedarse en España si no actuamos ya firmemente y con determinación.

jueves, 10 de agosto de 2017

Cómo desgobernar gobernando

Cuando Mariano Rajoy perdió contra todo pronóstico las elecciones generales de 2004 frente a un desconocido Zapatero, nadie, ni quizás él mismo sabía (O puede que sí) que le había tocado la lotería al pasar a liderar a un PP proveniente de la mayoría absoluta que consiguió en el año 2000 Aznar, a liderar un PP en la oposición tras el vuelco electoral más impresionante que ha conocido la historia de España. Y digo que al actual presidente del gobierno le tocó la lotería por una simple razón; El periodo que le tocó gobernar a Zapatero (Que en teoría era el que le tenía que haber tocado gobernar a Rajoy) fue un periodo relativamente tranquilo en lo que respecta al funcionamiento del bipartidismo y a la alternancia política entre los dos partidos tradicionales. Cuando en 2011 Zapatero se marcha tras dejar hundida y endeudada España, Rajoy gana las últimas elecciones en las que tanto el PP como el PSOE se mantienen como protagonistas en el escenario político español. En 2015 con la aparición de Podemos y Ciudadanos, ese tranquilo escenario de gobierno alternativo entre PSOE y PP se fulmina de un plumazo. Con el nuevo escenario el PSOE se hunde definitivamente, Podemos se convierte en el nuevo partido del "progresismo" apadrinado y bendecido por la derecha con el objetivo de dividir a la izquierda e impedir de nuevo su ascenso al poder, mientras que Ciudadanos se convierte en el partido monigote necesario para mantener en el gobierno a la derecha. Sólo el PP se convierte, dentro de la desgracia que supone la caída del bipartidismo, en el mayor beneficiario de tal escenario. Una derecha unida que se mantiene en el poder gracias a otra formación de centro-derecha que a su vez le quita algunos votos, frente a una izquierda desunida, hundida, perdida en sus principios e incapaz de formar gobierno.

A la pregunta, ¿Por qué cuento esto cuando ya lo he hablado otras veces por aquí? Pues por la sencilla razón de haber escuchado antes de ayer al presidente del gobierno decir sin venir a cuento, "Que se encuentra en forma para ganar las próximas elecciones". Una afirmación que confirma lo que yo he expuesto por aquí más de una vez; hay Rajoy para rato. Pero la cuestión no es esa, la cuestión está en que tal y como comenté el otro día sobre la posible independencia catalana y la gestión de este asunto por parte del gobierno así como sus responsabilidades sobre ello frente a la justicia, nos encontramos con un tipo que mantiene firme su idea de seguir gobernando sí o sí mientras desgobierna durante el tiempo que le toca estar al mando del país, algo que es ilógico e incomprensible en un líder político. ¿Por qué tenemos que aguantar los españoles a este tipo como mínimo hasta el año 2024? Un tipo que no ha estado ni muchísimo menos a la altura que le exige el país en un asunto tan grave como es, independientemente de que sea un montaje o no, el de la secesión catalana. ¿Con qué cara se presenta este tío en medio de todo este "jolgorio" nacional para decir que se encuentra con ganas de continuar si ni siquiera gobierna cuando la situación así lo exige? Por lo que a mí respecta, yo encantado con que un dirigente político, ya sea de derechas o de izquierdas, se presente cuantas veces quiera a unas elecciones generales, autonómicas y/o locales siempre y cuando la ciudadanía esté satisfecha con su gestión y quiera mantenerlo en su cargo, pero lo que me toca las narices es escuchar a un tipo que representa la inactividad política y la dejadez absoluta decir que quiere seguir en su cargo hasta Dios sabe cuándo.

No, señores. Ya dije aquí la otra noche que si en caso de ser cierto el proceso catalán y consumarse el proyecto independentista, el gobierno de España no podría seguir en sus funciones bajo ningún concepto, ya que habrían sido culpables de no cumplir la ley y la constitución ante el independentismo catalán. Si después de una hipotética independencia catalana, el gobierno, y en especial su presidente, se niega a dimitir y decide presentarse de nuevo en el año 2020, España será lo más parecido a aquel país al que muchos siguen su destino de forma apasionada, me refiero por supuesto a Venezuela. Es inconcebible que en un país del sur de Europa, donde hay una crisis política, constitucional y territorial que amenaza llevarse por delante al país, el jefe del gobierno sólo piense en la próxima cita con las urnas y en su mantenimiento en el poder, y lo que es peor, mientras se mantiene inmóvil ante los acontecimientos que España sufre. Ya hay rumores sobre la comisión que el Congreso de los Diputados piensa llevar a cabo para discutir la reforma constitucional. Una reforma constitucional en la que el PSOE, como es sabido, quiere catalogar a nuestro país como "Una nación de naciones", algo desproporcionado e inimaginable aunque no sorprendente viniendo del PSOE. Pero lo peor por desgracia no es eso, lo peor es que Rajoy ya ha anunciado su intención de no hablar de ninguna reforma constitucional hasta después del referéndum independentista del 1 de octubre, reconociendo con ello que la cita de los catalanes con las urnas es imparable. Nos encontramos entonces con una inamovilidad por parte del gobierno en asuntos supuestamente de emergencia nacional, como pueden ser la secesión catalana y la reforma de la constitución, la cual visto lo visto, no creo que se ponga en marcha ni antes ni después del 1-O.

Con lo que después de esto sólo nos cabe preguntar; ¿Entonces qué? Entonces nada. Si los catalanes se independizan, el gobierno dirá que no reconoce a Cataluña como estado y que el gobierno ha hecho todo lo que estaba en su mano, mientras que con el asunto de la constitución dirán que no es el momento. En resumen, desgobierno absoluto mientras el jefe del ejecutivo se fuma sus habituales puros cubanos como ya hizo cuando la prima de riesgo alcanzó su mayor subida en verano de 2012. Lo peor de todo no es esto, que ya de por sí es bastante desgracia, sino el hecho de que el mismo tipo que se cruza de brazos ante un escenario de crisis nacional como la actual decida que lo mejor es seguir casi otra década más al frente de un país que no gestiona. Por este motivo he comenzado mi entrada hablando de la lotería que le tocó a Rajoy en 2004. Hace 13 años, la situación política española hubiese llevado a Rajoy a permanecer el mismo tiempo que Zapatero en la Moncloa, siendo sustituido por los socialistas casi con toda seguridad tras la crisis económica que se llevó a tantos gobiernos mundiales por delante. En ese escenario, Rajoy hubiese permanecido como máximo ocho años al frente del gobierno, pero ironías de la vida los papeles se intercambiaron y fueron los socialistas los que permanecieron al frente del gobierno de España durante la última etapa de estabilidad del bipartidismo. Con la llegada del cuatripartidismo durante el mandato de Rajoy, el gallego ha visto el cielo abierto al ver que una hipotética permanencia suya muy extensa en el tiempo en la Moncloa es posible gracias a la fragmentación del voto que no existía de haber ganado en 2004. Por ello, cuando Rajoy perdió aquellas elecciones que cambiaron la historia de España, ganó la lotería al ver que gracias a la irresponsabilidad de Zapatero podría llegar a gobernar algún día en un escenario mucho más complicado, dividido y tenso que el ya existente tras el atentado del 11-M.

Si finalmente Rajoy consigue mantenerse en el poder durante ochos años o incluso más, habrá superado el presidencialismo que marcó la etapa de Felipe González tras su estancia de catorce años en el gobierno. Al igual que González creó en el PSOE lo que se conocía y se conoce como el "Felipismo", Rajoy ha creado en el PP algo que ni el propio Aznar hizo cuando estuvo al frente de Moncloa y de Génova en su momento; el liderazgo personalista. En el caso de Rajoy es lo que todos conocemos como el "Marianismo". Sin buscárselo ni imaginarselo en su vida, Rajoy se ha convertido pues en una estampa desde el punto de vista del líderazgo personalista, de lo que fue en su día González. La diferencia por supuesto radica no sólo en el carisma, sino en el proyecto y la propia acción política. Mientras González tuvo un proyecto para España (Aunque en mi caso no comparta ese proyecto), Rajoy no ha tenido jamás ningún proyecto desde que llegó al ejecutivo en 2011. Cuando Felipe González llegó a la Moncloa en 1982, lo hizo cargado de unas ansias infinitas por el poder y por gobernar (Y no precisamente para mejorar el bienestar de la gente), además de una acción política que lo marcó durante toda su estancia en el poder. Rajoy por el contrario ha sido la personificación de la inacción política durante estos casi seis años de gobierno. A González lo echó del poder la corrupción y la campaña de acoso y derribo orquestada por la prensa. Rajoy de momento se mantiene firme en el poder pese a la corrupción y a las campañas de ciertos sectores de la prensa. En este sentido, Rajoy es un fiel discípulo y alumno de su mentor y paisano, Manuel Fraga, el cual se mantuvo firmemente durante quince años como presidente de la Xunta de Galicia hasta que la izquierda le arrebató la presidencia en 2005. Rajoy es muy probable que siga su camino y no deje la presidencia del gobierno hasta que un supuesto frente de izquierdas le arrebate la Moncloa, pero para que eso no ocurra ya tiene él asegurado su cuatripartidismo, para que la división de los votos haga posible su permanencia en el poder, y es que Rajoy se ha tomado al pie de la letra el refrán de "Divide y vencerás", y la verdad es que le va muy bien. Tan bien que su partido, hasta hace pocos meses dividido también, se encuentra ahora unido y callado sin plantearse siquiera la sucesión de su líder, bloqueando así Mariano Rajoy una alternativa futura incluso dentro del propio PP (Algo normal viniendo de un tipo que provocó el año pasado otra crisis constitucional en su empeño de seguir en la presidencia del gobierno sí o sí). Se puede decir entonces que España se encuentra condenada a ser desgobernada por un tipo cuya filosofía para gobernar es la de dejar en manos del tiempo que éste lo resuelva todo. Con esto tenemos como resultado a un gobernante que reniega de gobernar pero que desea fervientemente seguir gobernando en el peor momento posible que ha sufrido España desde la Guerra Civil. Lo que viene siendo un Perro del Hortelano, que ni come ni deja comer, o dicho en otras palabras, ni gobierna ni deja gobernar. Es por ello por lo que teniendo a la inacción y a la irresponsabilidad en el gobierno, a los mediocres, traidores e impresentables en la oposición y a los secesionistas avanzando de manera imparable hacia la independencia, tenemos ya dada por adelantada la respuesta de cuál va a ser el desenlace de todo esto.

domingo, 6 de agosto de 2017

¿Hacia un estado fallido?

A finales de mayo publiqué la última entrada sobre el asunto catalán y en mi última entrada hablé un poco por encima de ello. Ya es sabido lo que pienso de este asunto. Hasta el año pasado pensé que la cosa iba en serio y que la secesión podía producirse, pero tras diez meses de gobierno en funciones y una inactividad total por parte del gobierno catalán durante ese periodo, cambié por completo de opinión y llegué a la conclusión de que todo esto es un puro montaje entre gobierno español y generalitat catalana para desviar la atención de la corrupción y otros temas relevantes. Pues bien, dicho esto tengo que decir que hay gente que sigue pensando que el asunto va en serio y que estamos ante una verdadera rebelión por parte de Cataluña hacia el estado español. Aunque sigo pensando lo que ya he expuesto, voy a volver a pensar por un momento, como hasta hace un año, de que es cierto, que la independencia se puede producir y que estamos a dos meses de una cita crucial con la historia de España, la del referéndum catalán del 1 de octubre. Es por lo que quiero decir un par de cosas sobre este polémico asunto, siempre y cuando fuese un proceso que acabe como muchos creen, es decir, en un choque de trenes. Insisto, lo que voy a decir es poniéndonos en la tesitura de que el enfrentamiento va en serio.

Si finalmente Puigdemont, Junqueras y compañía acaban celebrando el referéndum del 1 de octubre, o realizan un simulacro como ya realizó en 2014 Artur Mas con el referéndum del 9 de noviembre, y lo que es más importante; si finalmente se produce a las pocas horas, días, semanas o meses la declaración unilateral de independencia, tenemos que vernos todos obligados a reflexionar sobre varias cosas; ¿Para qué sirve el Estado de Derecho?, ¿Para qué sirven las leyes, las normas jurídicas y la constitución?, ¿Por qué obedecemos unas leyes que unos pocos se pueden saltar a la palestra mientras que el resto de los mortales no? La independencia catalana supondría ante todo que España es un estado fallido, ya que la constitución (Que es oficialmente la ley suprema del estado) no sería más que papel mojado donde cada uno puede interpretarla a su gusto y llegado el caso, optar por obedecerla o desobedecerla. Lo mismo sucedería con el resto de leyes y normas que componen nuestro ordenamiento jurídico, ya que si éstas confirman que la autodeterminación de una región de España es ilegal pero las autoridades independentistas se la saltan igualmente para alcanzar su objetivo, estamos ante un sistema en el que las instituciones políticas (Ojo porque esto es importante) son las primeras en no reconocer las leyes, saltárselas y acudir a la ilegalidad si es preciso, Ante esto cabe suponer, si los catalanes finalmente alcanzan la secesión de manera ilegal (Reconociendo con ello la nulidad de nuestras leyes), ¿Quiénes nos dice a nosotros que cualquier otra institución, organismo e incluso personas individuales no actúen del mismo modo en otros aspectos siguiendo el ejemplo catalán). Mucho cuidado con esto porque ya no es la supervivencia del país lo que está en juego, sino la obediencia de colectivos e individuos bajo la ley.

Por otra parte quiero decir que en caso de consumarse la secesión cabe preguntarse; ¿Después de esto, qué?, porque creo y espero que después de consumarse un acto de rebelión contra el estado, las principales autoridades políticas deben de dar no uno, sino cien mil pasos atrás. ¿Acaso el gobierno actual de España planea seguir con sus funciones como si nada después de una eventual autodeterminación que supondría el fin de esta España tal y como la conocemos?, ¿Acaso se va a seguir manteniendo la monarquía como forma de estado después de que se confirme que la corona no garantiza ni la unidad de España ni la igualdad entre españoles?, ¿Acaso seguiríamos bajo un sistema político y judicial que habría demostrado claramente su fracaso?, e incluso voy aún más lejos; ¿Acaso no debería llevarse ante esa más que cuestionada Justicia a aquellas personalidades políticas que hubiesen contribuido a alcanzar dicha situación? Porque de lo que es seguro es que no por acción, pero sí por omisión, el gobierno actual de España y muy en especial su presidente tendrían responsabilidades en ello, ¿O es que acaso no juró el gobierno actual (como todos los anteriores) en guardar y hacer guardar la constitución y las leyes? Si la independencia se consuma estaríamos pues ante una rebelión civil realizada por un gobierno regional con la complicidad y omisión del gobierno de la nación, algo que parece lo suficientemente grave como para tomar medidas drásticas en el asunto por parte de la justicia (Sí, esa misma justicia que vuelvo a insistir en que quedaría completamente en entredicho) si la secesión se produce finalmente.

Desde luego que de producirse esta grave situación, la teoría de Mariano Rajoy de que "El tiempo lo resuelve todo" se le volvería completamente en su contra. Un Mariano Rajoy que desde un tiempo a esta parte lo veo personalmente no ya como un presidente del gobierno, sino como una especie de "Regente del reino", una especie de presidente de un gobierno de concentración, o una especie de "Lord Protector" donde todo el establishment se cobija bajo su manto con la esperanza de que con su teoría y su experiencia acabe con lo que algunos llaman "Un golpe de estado en toda regla". Y en parte es normal que el sistema "bendiga" de este modo al actual jefe del gobierno. En un escenario nacional donde la monarquía, con el joven y novato rey Felipe VI (Sí, ese que siempre se ha dicho que es el mejor preparado de toda la historia de nuestro país) carece de la experiencia y del liderazgo suficiente como para hacer frente al secesionismo o a cualquier otra crisis, donde los partidos de la oposición continúan inmersos en sus peleas internas mientras se "olvidan" de controlar al ejecutivo, donde la justicia no es reconocida por algunos y está bajo el poder e influencia del gobierno, es "normal" que los poderes fácticos otorguen su confianza y con ello el poder absoluto del país a un registrador de la propiedad sexagenario que aún estando inmerso en procesos judiciales es el único que dice tener un plan trazado para acabar con el proyecto orquestado desde Barcelona (Aunque ese plan nadie sabe cuál es en realidad, e incluso si existe o no).

En fin, como ya he dicho al empezar, todo esto no es más que pura conjetura ya que yo personalmente creo que la consulta no se celebrará, y que las instituciones catalanas continuarán con sus protestas de cara a la galería mientras continúa bajando el apoyo a la independencia como ya se está viendo en más de una encuesta, y aunque yo soy bastante escéptico con ellas, tengo que reconocer que en este caso sí me las creo, ya que la sociedad catalana cada vez está abriendo más los ojos y comprendiendo que todo esto no es más que un teatro orquestado por dos gobiernos cuyos partidos están llenos de corrupción y de mierda hasta el cuello, y que necesitan una cortina de humo (Al igual que Venezuela, como ya expuse aquí la otra noche) para que no se hable de lo realmente importante. El asunto catalán se solucionará en cuanto desde Madrid se le diga a la Generalitat de Cataluña que acepta un nuevo sistema fiscal para dicha región. Sólo a partir de entonces, las aguas volverán a su cauce y los independentistas volverán a aceptar la integridad de su tierra en el conjunto del estado español. Y es que como dijo Quevedo; "Poderoso caballero es don dinero...". Aún así habrá que esperar para ver qué ocurre finalmente, pero creo que el escenario abierto actualmente sólo se cerrará cuando aparezca la palabra "Fiscalidad", porque si por el contrario se confirmase el hipotético escenario que acabo de describir, entonces es cuando ya podemos ir pidiéndole a Dios que nos coja confesados...

jueves, 3 de agosto de 2017

¿Por qué no os calláis?

Con todos mis respetos a los venezolanos y a su país pero, qué hartura de Venezuela. No se escucha otra cosa más que Venezuela y Maduro en los medios españoles. Señores periodistas, señores políticos (Españoles); ¿Qué me importa a mí la situación que se esté viviendo en Venezuela?, ¿Acaso no tiene España suficientes problemas y graves como para preocuparnos primero de los asuntos que nos conciernen? Si Nicolás Maduro es un dictador y un golpista (Que lo es, sin duda) es responsabilidad de los venezolanos y en todo caso de Naciones Unidas el hacer algo al respecto sobre la situación que se vive en Caracas, pero en lo que respecta a los españoles dejad de darnos de una puñetera vez la lata porque a mí personalmente ya me está empezando a cansar y mucho.

¿Por qué se preocupan la prensa y los políticos españoles por la situación venezolana, es por Podemos y Pablo Iglesias? Para empezar, Venezuela ha financiado a los podemitas, hasta ahí estamos de acuerdo, pero, ¿Acaso no fue el propio PP y el Gobierno de Mariano Rajoy los que desde Moncloa dieron órdenes directas a la Sexta y a Mediapro a través del fallecido José Manuel Lara para promocionar al máximo a la formación morada con el objetivo de dividir y fragmentar el voto de la izquierda en España?, ¿Acaso no ha sido el Partido Popular de Rajoy el que mayor rédito político ha conseguido sacando a la luz a Iglesias y compañía?. ¿Desde cuándo importa en Madrid la situación en Caracas?, porque hasta poco antes de la aparición de Podemos, los sucesivos gobiernos de España han recibido con los brazos abiertos al por entonces presidente venezolano Hugo Chávez cuando éste venía de visita a nuestro país. ¿Por qué no se plantó cara a Venezuela cuando el famoso "Por qué no te callas" del Rey Juan Carlos a Chávez en 2007?, supongo que sería porque nuestro país recibía por entonces importaciones de petroleo desde Venezuela y era conveniente mantener la boca cerrada. Ahí entonces era mejor decir que el régimen chavista era un aliado sólido y firme de nuestro país... cómo cambian las tornas.

Ahora, diez años después, Venezuela se ha convertido de la noche a la mañana en el asunto más importante para España. Ni la corrupción generalizada, ni la secesión en Cataluña (La cual no me canso de decir que es un puro montaje entre Gobierno y Generalitat para desviar la atención), ni la grave crisis constitucional que padece nuestro sistema político es un problema para algunos. Parece que es más urgente para los políticos y periodistas de nuestro país los golpes de estado que comete un presidente venezolano a hablar sobre la declaración judicial del presidente nuestro por un caso de corrupción que le afecta a él mismo. Por si fuera poco, Felipe González, Aznar y Zapatero andan inmiscuyendose en la crisis venezolana. Es gracioso que un tipo como Felipe González acuse (Con razón) de golpista a Maduro. Lo dice un tipo que ya tiene experiencia en ello, ya que estuvo involucrado en el golpe de Estado del 23-F. Por otro lado, vergüenza debería de darle a un tipejo como ZP, que después de hundir a nuestro país se dedique a intentar solucionar los problemas ajenos de otros países. Más le vale que se vuelva a su cueva de la que nunca debió salir. Y por si fuera poco, sale Aznar pidiendo que España encabece una respuesta contra Venezuela. ¿Acaso quiere Jose Mari que volvamos a meternos en una guerra para solucionar problemas que no nos incumben cómo ya hizo él en su momento? De momento los medios ya se están encargando de pasear por los platós de televisión al padre de Leopoldo López con el objetivo de que cale en la sociedad española un odio profundo hacia el régimen totalitarista venezolano. Con actuaciones así no es de extrañar que desde Francia, periódicos como "Le Monde" ridiculicen a España por su gran interés en todo este asunto.

Para finalizar suplico, ruego, imploro (Nótese la ironía) a nuestros políticos y periodistas que por favor, dejen de dar por culo con el tema venezolano y preocupense un poco más de que el presidente catalán puede saltarse dentro de dos meses la ley y la constitucion separando su región del resto de España, lo que podría dar lugar a un enfrentamiento civil entre los mossos de escuadra contra la policía y la Guardia Civil. Pero bueno, eso es secundario. Si se viola la constitucion en nuestro país no pasa nada, se habla de la situación de un país que hace 200 años dejó de ser colonia nuestra y asunto arreglado. Si Rajoy se pasa una hora y media chuleando y vacilando en una declaración judicial a jueces, abogados y a toda la sociedad española con la complicidad del presidente del tribunal, no pasa nada. Se habla de lo que hace Maduro en Venezuela y a otra cosa, mariposa. En fin, creo que a los últimos que les conviene que Maduro caiga son a unos pocos que tienen poder e influencia aquí, ya que si el régimen chavista cae no habrá cortina de humo que valga para tapar los problemas que padecemos los españoles. Lo que confirma que la situación venezolana es un chollo para muchos, ya que no sólo se mete miedo contra Podemos utilizando a los chavistas, sino que se utiliza una crisis constitucional de un país ajeno al nuestro para tapar a la vez la grave crisis constitucional y los problemas internos de nuestra nación. Por mi parte pueden estar tranquilos, no soy nada sospechoso de ser de izquierdas y no tengo intención alguna de votar ni a socialistas ni a comunistas ni a nadie a los que según ellos se autodenominan como "progresistas". Lo único que quiero y deseo es que se deje de hablar de un tema que a la mayoría de los españoles nos importa entre poco y nada, y que se hable aunque sea un poco de la grave crisis política que padecemos aquí y que no es para nada insignificante.

miércoles, 2 de agosto de 2017

El Trono de Hierro

Siempre me ha dado coraje el hecho de escuchar en los políticos la frase "Las reglas del juego democrático", ya que se daba a entender por parte de éstos que la política no es más que un juego, un tablero de ajedrez donde hay que saber muy bien cómo mover las piezas y ganar la partida. Con la puesta en escena de una serie que ha todos nos ha conquistado, la frase anteriormente citada confirma rotundamente esta teoría; la política es un juego de ajedrez, y un juego donde el más maquiavelo es el que tiene todas las papeletas para ganar. De eso trata la que para mí es la mejor serie que relata la Ciencia Política. Hablo por supuesto de Juego de Tronos.

Hay quienes dicen que esta serie no es más que pura fantasía donde sólo aparecen dragones y muertos vivientes. Nada más lejos de la realidad. He visto series políticas en las que los presidentes y sus gobiernos eran personas honradas y ejemplares cuyo único propósito es el bienestar y el progreso de su nación. Eso sí que es pura fantasía además de ciencia ficción. Juego de Tronos por el contrario es una serie que tiene una parte de fantasía, es cierto, pero la mayor parte de ésta se basa en el realismo cotidiano que todos observamos día sí y día también. Juego de Tronos es la respuesta a todos los interrogantes sobre el poder y la autoridad: ¿Qué es el poder?, ¿Cómo funciona? Y sobre todo, ¿Cómo ganarlo? Los personajes de la novela que creó en 1996 George R. R. Martin están perfectamente situados en su posición de juego político y reúnen cada uno un perfil psicológico que responde al comportamiento del ser humano a la hora de relacionarse con el poder y conquistarlo.

El mejor ejemplo de lo que sucede en la política si quieres ir de legal lo encontramos en Ned Stark, cuya gestión como Mano del Rey (Una especie de presidente del gobierno) tras ser nombrado por su viejo amigo y compañero de guerras, el rey Robert Baratheon, lo lleva irremediablemente a su caída. Esta es sólo una de las lecciones que Juego de Tronos nos enseña; si ejerces el poder con honorabilidad, tu cabeza será la primera en caer... otro ejemplo, en este caso sobre la mano de hierro que se ejerce en la política lo tenemos en Tywin Lannister; un tipo odiado por muchos y temido por otros debido a su dureza y a su principio inquebrantable de anteponer el buen nombre de su familia y la estabilidad de los Siete Reinos por encima de todo. La hija de Tywin, Cersei Lannister es la prueba de cómo a través del maquiavelismo y la venganza no sólo se obtiene el poder sino que se conserva aún en los peores momentos. Juego de Tronos es eso, la lucha incesante hacia el poder cuyo camino está lleno de traiciones, asesinatos, torturas, estrategias, conspiraciones, intrigas...

En la serie no falta la revolución y el populismo. El papel que juega Daenerys Targaryen, hija del "Rey loco", es una prueba de cómo a través de la demagogia se intenta alcanzar el poder. Daenerys es una muchacha que reúne muchos títulos a lo largo de su camino por ocupar el Trono de Hierro; "Khaleesi, la que no arde, rompedora de cadenas, madre de dragones..." pero a la hora de gobernar su pueblo es una auténtica inútil, lo que demuestra que por muchos aliados y por muchos títulos que se obtenga no quiere decir con esto que su capacidad para gobernar sea positiva. Hacer una revolución para recuperar el poder no quiere decir que una vez que se haya obtenido ese poder el gobernante actúe de manera justa. Es por ello por lo que creo y espero que Daenerys Targaryen no es la persona que acabará ocupando el Trono de Hierro, puesto que aún estando capacitada para hacer una revolución, no lo está en cambio para gobernar, como ya se está viendo.

A diferencia de Daenerys hay otros personajes que sí saben desenvolverse dentro del poder, como son Tyrion Lannister, (Hermano de Cersei e hijo de Tywin), Petyr Baelish, más conocido como "Meñique", y Varys, conocido por el apodo de "La Araña". Tanto Baelish como Varys fueron en su momento miembros del Consejo Privado (Una especie de Consejo de ministros dirigido por el monarca o por la Mano del Rey) pero han sabido adaptarse a las circunstancias de forma que ahora se enfrentan contra aquellos a los que en su día sirvieron desde los más altos cargos. Baelish y Varys son la prueba de que en política hay que saber manejarse muy bien y mover de una forma ágil las piezas del tablero para seguir jugando con el fin de ganar la partida a sus adversarios. Tyrion por el contrario representa la infravaloración en la serie y en la política. Su padre y su hermana lo odian y lo desprecian por ser enano, sin embargo Tyrion es el único con la inteligencia suficiente de poder vislumbrar las consecuencias tanto positivas como negativas de las decisiones que toman sus familiares. Por estas razones y por otras más personales se convierte contra todo pronóstico en el más importante aliado de la principal casa enemiga de los Lannister; los Targaryen. Este hecho se produce cuando Daenerys lo nombra Mano de la Reina. Tyrion es con ello la prueba de que no se debe infravalorar a nadie por las apariencias, no sólo en la política sino en la vida, ya que la inteligencia y la estrategia se puede encontrar en cualquiera, incluso en aquél a quién siempre has despreciado, humillado e infravalorado.

También el hermano de Tyrion y Cersei, Jaime Lannister, es un fiel reflejo de cómo detrás de un tipo que está marcado por el deshonor y la traición, hay una razón de peso por la que actúa de manera desleal contra el llamado "Rey loco" al asesinarlo. Cuando Jaime explica en una conversación privada con la guerrera Brienne de Thar sus motivos para actuar de ese modo, uno comprende que hasta el que en ese momento consideras un villano tiene razones más que justificadas para llevar a cabo una acción de ese calibre aunque ello suponga el rechazo de un pueblo que nunca sabrá cuánto debe de agradecerle a quien en los Siete Reinos se le llama de manera despectiva e injusta "El Matarreyes". Jaime y Cersei además de ser hermanos son amantes, fruto de esta relación tienen tres hijos de los cuales dos serán Reyes de los Siete Reinos: Joffrey y Tommen. El primero gobernará de manera tiránica mientras que el hermano menor será un simple monigote a manos de su madre, su esposa, su abuelo Tywin, y por último del líder de una secta religiosa muy influyente. Es en este aspecto en el que la serie trata de una manera muy inteligente la relación de poder entre la política y la religión y las causas de esta portentosa y peligrosa fusión.

Por último quiero centrarme en el personaje que muchos consideran debería ser el futuro ocupante del Trono de Hierro; Jon Nieve. Al igual que con su tío Ned Stark, con Jon también se nos da una lección de cuál es el precio a pagar cuando la honorabilidad, la lealtad y la defensa de tus principios chocan con aquellos que defienden que tus nobles acciones suponen una traición para la institución que tú representas. Es el precio que tiene que pagar Jon cuando en una alianza con sus hasta entonces principales enemigos, los salvajes, éstos cruzan el muro para luchar junto a los Guardianes de la Noche contra los Caminantes Blancos. El precio que paga Jon Nieve es alto, aunque posteriormente y gracias a la intervención de la sacerdotisa Melisandre, Jon consigue salvarse, pudiendo actuar posteriormente contra aquellos que él mismo confiaba y que le habían traicionado. Una vez que abandona su puesto en la Guardia de la Noche, Jon es nombrado tras una serie de sucesos y contra todo pronóstico Rey en el Norte. Este hecho además de la confirmación de que es un Targaryen confirma la teoría apoyada por muchos de que él es el auténtico y futuro Rey de los Siete Reinos. Al igual que su tío, Jon también es víctima de su propia honorabilidad, aunque éste tiene aún una última oportunidad que puede llevarle a ocupar el Trono de Hierro en Desembarco del Rey, algo que personalmente me choca bastante, ya que Jon es un tipo leal a sus principios, e independientemente de cuál sea su final, en Juego de Tronos hay una lección segura; Aquél que es honrado no ocupará el poder, y si lo ocupa será por poco tiempo.

Para terminar debo decir que si algo ha demostrado Juego de Tronos es que el poder corrompe, y por obtenerlo y mantenerlo, el ser humano es capaz de realizar la mayor de las barbaries posibles. La misma Cersei se lo dice a Ned Stark poco antes de la muerte del rey Robert y la posterior caída del propio Ned; "En Juego de Tronos o ganas o mueres", más claro, imposible. Juego de Tronos es Ciencia Política pura y dura, y durante siete temporadas lleva enseñándonos los entresijos de la política y el poder. Un poder que al igual que en el mundo cotidiano resulta demasiado apetitoso y conlleva a convertirse en un juguete por el que todos los adultos se pelean por obtener. Esa pelea es la que los políticos denominan "Las reglas del juego democrático", y que supone a fin de cuentas el juego sucio y mezquino de la política, o lo que es lo mismo, el juego de tronos...