Se dice siempre que los españoles tenemos memoria de pez, y en cierta forma es verdad. Aunque yo soy el primero en criticar las acciones del gobierno de Mariano Rajoy, no podemos tampoco olvidar al personaje que nos ha traído hasta aquí y al que yo considero que es hasta la fecha el peor presidente del gobierno que ha tenido España (Aunque Mariano está a punto de arrebatarle ese honor). Sí, aunque muchos no quieran reconocerlo, gran parte de los males de este país se deben a ese personaje llamado José Luis Rodríguez Zapatero. Ese personaje que llegó contra todo pronóstico al gobierno en marzo de 2004 tras el mayor atentado de la historia del continente europeo, y que tanto él como su partido supieron sacarle tajada electoral a dicha desgracia. Ese personaje que es el primer responsable de la deriva independentista que llevamos soportando los españoles desde hace cinco años (Aunque como ya dije la otra noche, detrás sólo existen intereses económicos) gracias a su apoyo a un estatuto autonómico que era contrario a la Constitución. Ese personaje que llevó a cabo una negociación política con ETA que acabó con la legalización de los partidos proeterras y la institucionalización de los terroristas en el País Vasco, traicionando con ello a las víctimas del terrorismo y a la sociedad española. Ese personaje que es el autor de frases tan impresentables e insólitas como "El concepto de España es discutido y discutible", o "Apoyaré la reforma del estatuto de Cataluña que apruebe el parlamento de Cataluña". Ese personaje que aprobó la ley de Memoria Histórica, la cuál ha vuelto a reabrir (Aunque nunca se cerraron del todo) las heridas de la Guerra Civil. Ese personaje que aprobó la ley de "Violencia de Género", y que en realidad ha supuesto una discriminación de los hombres en favor de las mujeres. Ese personaje que incrementó el número de soldados españoles en Afganistán y Líbano para contentar a la administración Bush después de la enorme crisis diplomática surgida entre España y EEUU producida por el retiro de las tropas españolas en Irak. Ese personaje quien junto a Pedro Solbes mantuvo la política económica de Aznar y no hizo absolutamente nada para minimizar los efectos del estallido de la burbuja inmobiliaria. Ese personaje el que una vez estallada la burbuja inmobiliaria en España y con el mundo al borde de la crisis económica de 2008 negaba cualquier problema en la economía de nuestro país porque ello podía perjudicarle en las elecciones generales de 2008. Ese personaje el que aún cuando el paro no dejaba de subir hasta alcanzar los 5 millones, se negaba a tomar cualquier medida ya que no había ninguna crisis económica en España. Ese personaje que en 2009 aprobó una ley del aborto que permitía a las niñas de 16 años abortar sin conocimiento ni consentimiento de sus padres. Ese personaje que en mayo de 2010 empezó a recortar en políticas sociales y congeló las pensiones a los mayores mientras mantuvo intacto el gasto de las administraciones. Ese personaje que aprobó el retraso de la edad de la jubilación de los 65 a los 67 años. Ese personaje que aprobó la reforma de la constitución en 48 horas para contentar a Angela Merkel. Ese personaje que indultó a un banquero acusado de estafa como es Alfredo Sáenz. Ese personaje que dejó una deuda mayor para el país de la que había anunciado antes de abandonar el gobierno...
Podría decir mil cosas más acerca de este impresentable sujeto pero si lo hago no terminaría nunca esta entrada. Cualquiera que me lea sabe el desprecio que siento hacia Mariano Rajoy por la política que lleva ejerciendo desde que llegó al gobierno en diciembre de 2011, pero eso no quita ni muchísimo menos el desprecio en la misma medida que le tengo a este tipo. Todos los personajes que han ocupado la presidencia del gobierno desde 1977 hasta la fecha han sido unos impresentables, pero estos dos últimos que llevamos padeciendo la sociedad española desde hace 13 años, se llevan la palma. Zapatero, al igual que Rajoy, representa el cinismo y la catadura moral más baja de la sociedad. En un país civilizado y con una democracia plena, este "señor" debería haber sido juzgado por endeudar y arruinar el país que presidía. Aquí por el contrario se les nombra consejeros de estado y van dando lecciones de democracia por Venezuela. Sin la desgracia del 11-M, probablemente en el plano político actual Rajoy ya hubiese sido ex presidente del gobierno, la pregunta es ¿Hubiese llegado Zapatero a la presidencia de no haberse producido dicho atentado? La respuesta nunca la sabremos. Lo que sí es seguro es que Zapatero nunca debió ser presidente, ya que no tenía la preparación ni la capacidad suficiente para asumir dicha responsabilidad, pero los golpes del destino provocaron que un tipo desconocido cuatro años antes y sin experiencia de gobierno ni tan siquiera en términos locales, llegase a la Moncloa y se convirtiese en jefe del gobierno durante casi 8 años. Con respecto a esto último leí hace unos años una frase que pronunció en vísperas de las elecciones generales de 2004 un miembro destacado del PSOE cercano a Zapatero y conocedor ya del estallido de la burbuja inmobiliaria que se avecinaba: "Menos mal que José Luis va a perder estas elecciones porque no está preparado todavía para el cargo con la que se nos viene encima". El 11-M echó por tierra esta frase que demuestra la opinión que tenían de su propio líder los miembros del partido socialista.
Aún así, tengo que destacar sólo una cosa que sí hizo bien Zapatero y que siempre le he reconocido. La creación de la Ley de Dependencia. Esa ley supuso una gran ayuda para muchas personas con problemas de dependencia y creo que es justo tanto criticar todo lo malo que hizo, que fue mucho, como lo bueno que hizo, que por desgracia fue poco. Por último y volviendo a la noticia con la que empecé, estoy convencido de que puede ser con toda probabilidad una cortina de humo como la de hace unas semanas en las que se rumoreó con la posibilidad de que el ex presidente del gobierno, José María Aznar, volviese a la política con la creación de un nuevo partido político. Aún así no hay que dejar atrás este tipo de filtraciones, ya que en este país puede ocurrir cualquier cosa, y por desgracia siempre es para peor. Para finalizar tengo que añadir que creo firmemente que el PSOE es un partido que no tiene ninguna salvación, pero si tuviese una mínima oportunidad de salir adelante es sin lugar a dudas alejándose lo máximo posible tanto de aquél andaluz que hace 40 años era conocido en las reuniones clandestinas del partido con el sobrenombre de "Isidoro", como de aquél castellanoleonés que en su día se presentó como secretario general del partido emulando a Tony Blair con su corriente "Nueva Vía" y que hace ya 13 años para fortuna suya y para desgracia de los españoles se convirtió inesperadamente en presidente del gobierno de este país.
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