viernes, 18 de julio de 2025

La Inteligencia Artificial: ¿Un peligro para la humanidad?


Nunca creí que fuese a escribir de este tema en el blog, pero hace unos días vi un video donde aparecía un presentador en un plató de televisión, rodeado del público que se encontraba como espectador del mismo. Hasta ahí, ningún problema, si no fuera por el hecho de que el mismo presentador asegura en el propio video que el mismo es fruto de la Inteligencia Artificial. Es decir, no existe tal presentador, ni existen las cerca de cincuenta personas que uno ve en el video, ni tampoco el plató de televisión. Todo es fruto de la Inteligencia Artificial. 

Una Inteligencia Artificial cuyo progreso avanza de forma inexorable y la cual nos está haciendo la vida más cómoda en muchos sentidos, ya que nos sirve tanto para sacarnos de duda sobre un tema concreto, ayudarnos en alguna tarea laboral, crear videos (como el que he hecho mención) o incluso servirnos de aprendizaje en diferentes materias. Hasta ahí, la Inteligencia Artificial cumple su propósito. El problema viene cuando dicho programa alcanza, como está ocurriendo ya, un nivel de hiperrealismo que llega a asustar al ser humano.

Mientras veía el video en cuestión, me preguntaba lo siguiente ¿Hemos llegado ya a un punto donde estamos confundiendo realidad con virtualidad? Personalmente creo que sí. Tras ver el video, me dio por mirar los comentarios de los usuarios y algunos decían lo que, efectivamente, es ya una realidad: la IA es el futuro, y dentro de ese futuro es probable que sectores como la televisión tengan como contenido programas desarrollados únicamente por IA. 

Uno llega a asustarse cuando piensa en esto, ya que hemos entrado en un terreno de deshumanización donde no solo las máquinas están sustituyendo al ser humano en muchos sectores claves de la sociedad cuyo cometido era antes desarrollado por el hombre, sino que esas máquinas están ya prácticamente absorbiendo cualquier terreno antes impensable y con una precisión que supera ya lo imaginable. Pero no solo es eso, sino el factor de la hiperrealidad con la que la IA trabaja. 

Si uno ve videos hiperrealistas, cómicos y absurdos en Internet, uno puede llegar a diferenciar entre lo que es un video real y un video virtual, pero el hecho de que este video, así como otros que ya circulan por las redes, estén realizados de una forma tan precisa y real, hacen que uno ni siquiera sepa diferenciar entre lo real y lo virtual. Esto me lleva a plantearme que más pronto que tarde, el ser humano va a entrar en una especie de histeria colectiva donde ya nadie sabrá lo que es real y lo que no lo es.

Llegará el día en el que probablemente las televisiones emitan imágenes realizadas por IA haciéndolas pasar como imágenes reales, sin que uno pueda distinguir o no su veracidad. Y lo mismo ocurre con las clonaciones de las voces, donde la IA puede llegar a clonar tu propia voz y ponerte posteriormente en una situación delicada si alguien utiliza tu voz para realizar determinados actos que puedan traerle consecuencias legales a la víctima de esa estafa. 

Esto ya está ocurriendo, y de hecho el último caso que ha trascendido ha sucedido hace unos días con un Obispo Auxiliar de Sevilla, donde han clonado su voz para pedir dinero a una hermandad de la provincia. Como se puede ver, el tema es mucho más serio de lo que parece, y todo hace indicar que, como he comentado anteriormente, la histeria colectiva se apoderará de la sociedad más pronto que tarde, conforme la IA vaya aumentando sus capacidades informáticas. 

Pero la cuestión ya no es solo esa, sino el hecho de que muchos se comienzan a preguntar ya, como es mi caso, qué es real y qué no en el mundo que nos rodea. ¿Acaso el mundo en el que vivimos es real o es obra también de una IA mucho más avanzada de cualquier programa informático que haya elaborado el ser humano? ¿Lo que vemos, sentimos, tocamos, percibimos, oímos, etc, es real o es solo producto de una hiperrealidad que va más allá de nuestro conocimiento? Voy incluso aún más lejos, y sé que con esto entramos ya prácticamente en el terreno de la teoría de la conspiración absoluta: ¿Existimos realmente o somos producto de un informático avanzado que nos ha dado una vida que creemos real pero que en el fondo es virtual? ¿Qué o quiénes somos verdaderamente?

Preguntarse este tipo de cosas hace solo unos años podía parecer algo completamente absurdo, surrealista y sinsentido, pero en las circunstancias en las que vivimos, y teniendo en cuenta la capacidad de creación limitada a la que tiene acceso todavía el ser humano ¿Quién nos garantiza que nosotros no somos producto a su vez de una IA más avanzada y ajena a nosotros y que aquello que nos rodea no es más que una realidad virtual? ¿Acaso vivimos en Matrix y no lo sabemos? ¿Acaso la película protagonizada por Keanu Reeves en 1999 se adelantó a la actualidad y dio con la clave de lo que hoy muchos nos preguntamos en pleno 2025? 

Por supuesto, nadie sabrá nunca la respuesta a estas preguntas, ya que el ser humano está hecho para nacer, vivir (o malvivir/sobrevivir) y morir, sin posibilidad de descubrir nunca las respuestas profundas de nuestra existencia. Pero la IA a la misma vez nos está dando una pista de que si nosotros, simples mortales con unas capacidades limitadas, hemos conseguido todo esto en pocos años, ¿Qué no serán capaces de hacer civilizaciones ajenas a la nuestra, si es que éstas existen? ¿Acaso somos fruto de la creación de un informático avanzado que nos ha dado esta "vida virtual"? ¿Acaso ese informático es ese Dios o arquitecto del universo que nos rodea? ¿Un universo que pueda ser una puesta en escena en 3D y cuyo hecho ignoramos por completo?

Por supuesto, e insisto con ello, todo esto forma parte de la teoría de la conspiración más absoluta, pero ya hay científicos como Melvin Vopson que están estudiando esta posibilidad y que sugieren que, efectivamente, vivimos en esa realidad simulada que de confirmarse algún día supondría el fin de nuestra existencia y abriría más que nunca la pregunta que todos nos hacemos alguna vez ¿Cuál es el sentido de la vida? Una vida, en ese hipotético caso, virtual y no real. Si esto se confirmase, de nada serviría la famosa frase de Descartes "pienso, luego existo", ya que podríamos tener una capacidad virtual de pensamiento, pero nuestra existencia no sería real.

Sea como fuere, la realidad es que la IA nos está abriendo un sinfín de escenarios hasta hace unos años inconcebibles. Y si a todo esto le sumamos la hipótesis no menos grave y extendidas ya por muchos que creen en la posibilidad de que la propia IA cobre conciencia y/o vida propia en un futuro determinado, sometiendo a la humanidad a su voluntad, el panorama se vuelve aún mucho más oscuro y escalofriante. 

Es probable que el ser humano haya creado a largo plazo y sin saberlo a una bestia con la IA (una "bestIA" que algunos teóricos de la conspiración identifican con la mencionada en el Apocalipsis) y que su progreso informático provoque, tarde o temprano, la autodestrucción de la humanidad a través de esta inteligencia que fue diseñada, originalmente, para una buena causa. Veremos a ver cómo acaba esto. Lo cierto y verdad es que el futuro ya está aquí y lo que esté por venir, sea bueno o malo, es un escenario irreversible. 

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