Cuando todo parecía indicar que España no podía ser más humillada por Pedro Sánchez, viene éste y se supera a sí mismo una vez más. La carta remitida al rey de Marruecos en la que reconoce que la única solución al conflicto del Sáhara Occidental es la constitución de ésta como provincia marroquí supone toda una traición a la postura que ha venido manteniendo España con su ex provincia después de que en noviembre de 1975 el gobierno de Arias Navarro, auspiciado por el entonces príncipe Juan Carlos firmase los impresentables Acuerdos de Madrid, en los que nuestro país entregaba cobardemente el Sáhara español a Marruecos y Mauritania, aunque posteriormente esta última se retiró del territorio, dejándolo completamente en manos marroquíes.
Desde que se produjo tal traición, España ha venido defendiendo la libre autodeterminación del Sáhara, el cual sigue controlado por Marruecos y se niega a dar una solución que conlleve darle la voz a los saharauis para que decidan su futuro. Pero he aquí que tras la llegada de Zapatero en 2004 se produjo un giro en el cual el gobierno de España apoyaba la anexión del Sáhara como territorio marroquí. Un giro que siguió siendo apoyado por Rajoy y que ahora ha culminado por todo lo alto con el acuerdo reflejado a través de la carta de Pedro Sánchez al rey de Marruecos.
Una carta con la que se ha abierto de nuevo el melón de la soberanía de Ceuta y Melilla, además de las Islas Canarias, ya que con este acuerdo Marruecos se compromete a no reclamar dichos territorios a cambio de que España respalde la solución al Sáhara con la que se ha comprometido por carta Sánchez. Pero claro, en medio de una guerra en Europa y con la situación interna tan inestable que estamos viviendo ¿Quién se cree que Marruecos no vaya a rechazar reclamar su soberanía sobre Ceuta, Melilla y Canarias? Hay quienes dicen que detrás de este acuerdo está la mano de EEUU, lo cual no discuto, pero que Washington haya interferido en esto no quita que la amenaza marroquí siga presente y que tras conseguir el sí de España a la entrega del Sáhara, Mohamed VI no vaya a por nuestras dos ciudades autónomas o a por las Islas Canarias.
Para rematar la historia, todo esto ha provocado un conflicto diplomático con Argelia, la cual se queja de no haber sido informada del acuerdo entre España y Marruecos, además de haber acusado a Pedro Sánchez de traicionar a los saharauis con el acuerdo sellado entre España y nuestro país vecino. En resumen, todo un escándalo diplomático que ha saltado por los aires con la traición de Sánchez a la causa saharaui, lo cual supone a su vez toda una traición histórica a la posición que nuestros sucesivos gobiernos, hasta Zapatero, han venido tomando con respecto al Sáhara después de que saliésemos cagando leches de dicho territorio tras los acontecimientos que desencadenaron en la Marcha Verde en 1975, dejando tirados a su suerte a nuestros compatriotas. Una traición que se ha vuelto a repetir cuarenta y siete años después.
En resumen, todo un caos en el que Sánchez y su ministro de Asuntos Exteriores son los únicos que saben hasta dónde han llegado los acuerdos que han alcanzado con Marruecos y que a su vez han ocultado al sector podemita del gobierno, a las Cortes Generales y a la oposición en su conjunto (No se sabe si el rey Felipe VI era conocedor o no de esto). Como se puede apreciar, todo un éxito la política exterior de este desgobierno que se deshace a pedazos por momentos y que se dedica poco a poco a devolverle los favores prestados por Marruecos en su tiempo...
De momento, tras el revuelo que se ha formado tanto nacional como internacionalmente, ya que la ONU ha rechazado el acuerdo adoptado entre España y Marruecos sobre el Sáhara, Sánchez va a comparecer en el Congreso el día 30 para explicar su posición sobre este asunto. Todo esto mientras vivimos una crisis energética de dimensiones catastróficas, una huelga de transportes que cada día amenaza más con convertirse en una huelga general indefinida y una guerra en Europa. Con este panorama algunos avisan ya de lo que podría suceder en un futuro a no muy largo plazo: Una guerra contra Marruecos por el control de nuestros territorios, lo cual no sería descabellado viendo el escenario tanto a nivel nacional como internacional. Y mientras esto sucede, Sánchez y el PSOE vuelven a entregarse a nuestro enemigo del sur una vez más y a traicionar a España de nuevo, con lo cual podemos decir que "No hay nada nuevo bajo el sol".
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