miércoles, 9 de marzo de 2022

El exilio del rey


Después de que el gobierno a través de la Fiscalía General del Estado (Recuerden aquella frase de Pedro Sánchez diciendo aquello de "¿De quién depende la Fiscalía?") haya archivado hace unos días las investigaciones sobre el patrimonio del rey emérito, éste ha emitido un comunicado dirigido a su hijo, el rey Felipe VI, donde le confirma su deseo de quedarse a vivir de forma permanente en Emiratos Árabes, aunque afirma que viajará de forma frecuente a España, lo cual confirma el deseo del rey Juan Carlos I de continuar su exilio fuera de nuestro país de forma vitalicia.

Personalmente es una noticia a la que no he dedicado tiempo alguno en escribir, ya que aunque en agosto de 2020 se produjo la salida del país del rey emérito tras los continuos escándalos de corrupción que le salpicaban, nunca pensé que ese "Exilio voluntario" fuese a durar poco más de unos meses. Ahora que se confirma el deseo de Juan Carlos I de seguir viviendo hasta su muerte en Dubái, creo que la noticia merece ser comentada en esta entrada, puesto que estamos ante un nuevo caso de exilio permanente de un monarca perteneciente a la dinastía de los Borbones, el cuarto en poco más de doscientos años.

Y es que tras los exilios de Carlos IV, Isabel II y Alfonso XIII, los españoles nunca llegamos a pensar que tras cuarenta años de reinado, Juan Carlos I acabaría sus días exiliado en un país árabe, alejado de su país, de su familia, de sus amantes... y marcado por los múltiples casos de corrupción que le han venido salpicando en los últimos años. Unos escándalos que se han cerrado en falso y que por mucho que algunos lo intenten no consiguen lavar la imagen del rey emérito, la cual ha quedado manchada de forma permanente, y con ello ha echado por tierra la imagen heróica que algunos tenían todavía del rey por el papel que éste jugó durante los años cruciales de la Transición española. 

De ahora en adelante, cuando se recuerde la figura de Juan Carlos I, se le recordará por los sucesivos escándalos de corrupción que rodearon su reinado, y por ser un rey que acabó sus días en el exilio, y no por ser ese rey ejemplar y demócrata que muchos han descrito siempre. Ese rey al cual le debemos todos, según la prensa y los cortesanos, la llegada de la democracia y la consolidación de ésta en estos cuarenta años. Algo ilógico si tenemos en cuenta que con independencia de quien hubiese sido el sucesor de Franco en 1975, la democracia hubiese llegado de igual forma, ya hubiese sido con Juan Carlos I, con su padre Don Juan, con su primo Alfonso de Borbón, o con cualquier otro monarca en el trono. Eso por no hablar del papel que el rey Juan Carlos jugó en el 23-F, aunque eso ya es otra historia de la que ya se sabe casi todo y de la que yo personalmente ya he hablado en otras entradas. 

En lo que a mí respecta, si me preguntan mi opinión sobre los casi dos años que el rey Juan Carlos lleva exiliado en Emiratos Árabes respondería que es una decisión absurda que el ex-jefe del estado tomó en su momento, ya que éste creía que manteniéndose fuera de España, los escándalos que saliesen a la luz no repercutirían en su hijo ni en la monarquía, algo que en realidad ha ocurrido pero no gracias a la decisión del emérito, sino al silencio cómplice de los medios de comunicación, los cuales han realizado una operación cuyo objetivo era salvar a Felipe VI de los escándalos que afectasen a su padre. 

Podemos decir pues que quien ha salvado el pellejo al actual rey de España no ha sido su padre con la decisión de marcharse del país, sino de los propios medios, los cuales fueron los mismos que durante décadas taparon los escándalos de su padre, y que posteriormente decidieron hacerlos públicos para precipitar la caída de éste y la llegada al trono de su hijo entre 2012 y 2014. Algo que se volverá a repetir cuando al sistema no le convenga mantener más en el poder a Felipe VI y crean que ha llegado el momento de que reine la actual princesa de Asturias, Leonor de Borbón. 

Volviendo al tema que nos ocupa creo que lo más acertado para todos sería que el rey Juan Carlos volviese a España para dar las explicaciones pertinentes y volver a establecer su residencia aquí, ya que si en teoría no tiene nada que ocultar, ¿Para qué prolongar este sinsentido? De momento Pedro Sánchez ya ha pedido que el rey dé explicaciones. Por otro lado, el simple hecho de que el emérito decida quedarse en Dubái pero a la misma vez venir a España cuando le convenga no hará sino empeorar aún más las cosas para él, y quién sabe si para la Corona también, por mucho que la prensa quiera salvarle el pellejo a Felipe VI. Por ello esta decisión de volver a medias no hará sino darle motivos a los podemitas y compañía para poner el grito en el cielo y de paso exigir que se vuelva a abrir la cuestión sobre la jefatura del Estado. 

En definitiva, creo que fue una mala decisión en su momento por parte de Juan Carlos I la de huir de España (Cosa habitual en los Borbones cuando las cosas se les complican) hace dos años, y también me parece un error la tomada ahora de mantener su residencia en Dubái pero al mismo tiempo volver a España cuando le plazca. Creo que ni Juan Carlos I ni la Casa Real española están llevando este asunto de la forma más correcta, y creo que tarde o temprano les pasará factura todo este asunto. No sé en qué terminará todo este asunto, pero de momento tenemos a un ex-jefe del estado exiliado de por vida, mientras en Madrid se intenta hacer todo lo posible para que los actos del exiliado no perjudiquen al actual monarca. Un monarca que tal y como están evolucionando los acontecimientos no sería de extrañar que tarde o temprano siga los pasos de su padre y se convierta en el quinto Borbón en tener que coger las maletas para irse también al exilio. 

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