No tenía pensado hablar sobre este tema porque ya comenté sobre ello en enero de 2017, pero dado que el asunto ha vuelto a salir con fuerza hace unos días (Y todo parece indicar que va a ir a más), voy a comentar una cuestión que después de treinta años ha vuelto a ponerse en primera plana y que es desde hace días comidilla en los platós de los asuntos del corazón, y en los últimos días también en medios de comunicación más "serios" (Si es que en España se puede utilizar este término para los prostituidos medios de comunicación). Me refiero al escándalo de la relación y posterior chantaje entre el rey Juan Carlos I y Bárbara Rey.
Creo que no hace falta explicar lo que ha ocurrido en estos días, aunque haré un breve resumen: Ángel Cristo Jr, hijo de Bárbara Rey y su ex marido Ángel Cristo, ha publicado en una revista holandesa fotos privadas entre su madre y el rey en casa de ella. Según Cristo, esas fotos y muchas otras más las realizó él, así como un dispositivo de grabación telefónica para grabar las conversaciones entre su madre y el rey, así como cámaras de vídeos donde se verían tanto a Bárbara Rey como al propio Juan Carlos en casa de ésta durante las veces que el monarca visitaba a la vedette, incluyendo escenas de ellos manteniendo relaciones sexuales en la cama de ella.
Ese fue el inicio de esta historia que ha vuelto a resurgir hace unos días con las publicaciones de esas fotos, pero que aquí no acaba. Hace escasos días que están saliendo también a la luz parte de esas grabaciones telefónicas por parte de algunos medios, e incluso se habla ya abiertamente de que no solo es el inicio de muchas más grabaciones que van a salir a la luz, sino que incluso la traca final será la publicación de los vídeos de Juan Carlos y Bárbara manteniendo relaciones sexuales.
Este es el resumen de la historia. Una historia que supuestamente ha vuelto a salir a la luz porque Ángel Cristo Jr, el cual mantiene actualmente una mala relación con su madre por cuestiones familiares, ha decidido sacar a la luz los trapos sucios de ésta a través del material con el que la vedette chantajeó en su día al rey a cambio de que el Estado le pagase un total de 600 millones de pesetas en aquellos años.
Unos 600 millones que salieron de los fondos reservados del Estado y que finalmente no sirvieron para ocultar nada, ya que en estos momentos Ángel Cristo Jr se está beneficiando económicamente con la publicación de estas fotos, mientras que la propia Bárbara Rey, en conversaciones informales y en los últimos años confirmado por ella públicamente, ha estado durante años contándole a todo el mundo con todo lujo de detalles su relación con el rey mientras cobraba los importes mensuales procedentes de los fondos públicos.
Dicho esto, ¿Cuál es mi opinión? Creo que esto no tiene nada que ver en ningún caso con una cuestión de mala relación familiar en la que Cristo quiere sacar a la luz los trapos sucios de su madre porque, según él, ella le hizo mucho daño en los años en los que ésta obligó a su hijo a fotografiar y grabar aquellos encuentros que le han traumatizado (Según la versión de Cristo). Creo que esto es principalmente una cuestión donde algunos han utilizado de peón a Cristo para que éste venda el material que aún tiene en su poder con el objetivo de sacar a la luz una historia que todo el mundo ya sabía desde hacía años.
¿Acaso no sabemos ya los españoles que Juan Carlos I y Bárbara Rey mantuvieron una relación sexual/sentimental durante casi veinte años? ¿Acaso no sabemos ya que Bárbara Rey grabó y chantajeó al rey para que el Estado le pagase los famosos 600 millones de pesetas y que la vedette cobró finalmente ese dinero? ¿Entonces a cuento de qué viene volver a sacar a la palestra un asunto que ya se rumoreaba en todo el país pero que no se ha confirmado hasta hace unos años?
Como acabo de decir, Ángel Cristo es en mi opinión un peón de unos sujetos que están detras de que esta historia vuelva a resurgir después de tres décadas. ¿Cuál es el verdadero objetivo de esos sujetos al sacar a la luz nuevamente este tema? No tengo ni la más remota idea, pero sí tengo algunas teorías. Casualmente hace un mes salió a la luz que Juan Carlos I ha creado en Abu Dabi una fundación para, a través de ella, transferir a sus hijas, las infantas Elena y Cristina, el dinero que el ex monarca tiene en el extranjero, y que sería la herencia que le correspondería a ellos. Y cuando digo "a ellos" incluyo igualmente al rey Felipe VI, el cual renunció en un comunicado público realizado en 2020 al dinero que su padre tenía guardado en paraísos fiscales cuando éste se descubrió.
Un comunicado que no tiene valor jurídico ninguno, ya que el Código Civil establece que los herederos solo pueden renunciar a la herencia de sus padres una vez que éstos han fallecido, no antes. De esta forma, y teniendo en cuenta que Juan Carlos sigue vivo y que aquel comunicado de hace cuatro años era solo eso, un comunicado, el cual ni siquiera estaba rubricado con la firma de un notario, esa renuncia es papel mojado. De modo que Felipe VI cobrará en su momento, al igual que sus hermanas, la herencia de su padre cuando éste falte; aunque eso, obviamente, no lo dirán jamás en los medios para proteger a la Monarquía.
¿A dónde voy con esta historia? Pues al hecho de que tras haberse hecho público que Juan Carlos sigue moviendo su dinero negro aunque resida en Abu Dabi, esto no ha hecho sino volver a poner en cierta forma el foco en la corrupción de Juan Carlos, afectando con ello a la institución monárquica que los medios se dedican a blanquear día sí y día también. Según mi teoría, no sería descartable que algunos, incluso próximos a la institución monárquica y a Felipe VI, hayan decidido poner en marcha esta operación, la cual tendría como objetivo hundir definitivamente la imagen de un Juan Carlos I que sigue perjudicando a la Monarquía al seguir manejando su dinero negro con total descaro, implicando con ello a sus hijas y de paso a su hijo, aunque su nombre no figure en la fundación ni los medios hayan querido hacer hincapié en ello. De esta forma hundirían definitivamente la imagen de Juan Carlos en pos de salvar la imagen de Felipe VI, Leonor y toda la institución monárquica.
Esto es solo, obviamente, una teoría mía. Cualquier cosa puede haber detrás de todo esto, aunque por supuesto no es para nada casual que el caso de Bárbara Rey vuelva a salir ahora, publicándose sus fotos con el rey, y en los últimos días publicando también las grabaciones del monarca con ella. Por cierto, grabaciones algunas que no son tan inéditas como algunos medios están haciendo creer.
La grabación que se ha publicado hoy en la que Juan Carlos le confiesa a Bárbara en 1994, en plena fuga de Luis Roldán, que la Guardia Civil le había asegurado que era mejor encontrar al ex director de la Benemérita muerto que vivo (Por lo que pudiera contar si era detenido), ya se publicó hace unos años en los medios y éste que está escribiendo esta entrada la escuchó, aunque no recuerdo exáctamente en qué medio la escuché.
Por cierto, y siguiendo con las grabaciones. ¿No sería más justo que esas grabaciones se publiquen de forma íntegra y no solo en pinceladas que duran solo unos minutos? ¿Por qué no se publica todo, con independencia de que en esas conversaciones salga mal parado quien sea? Por la sencilla razón de que esto está siendo dirigido de forma controlada por algunos con la intención de mostrar solo un 5% de lo que realmente hay (Me atrevería a decir incluso que me paso al decir que llega al 5%) y no el 100% de las grabaciones. ¿Por qué? Pues porque como acabo de añadir, seguramente saldrían muy mal parados personas que no conviene que salgan mal paradas, y en esto incluyo a políticos, banqueros e incluso a la propia familia real y al rey actual.
De esta forma es mejor soltar solo un trocito de las grabaciones para que el populacho se lleve las manos a la cabeza y crea que se ha soltado una bomba nuclear cuando solo se ha lanzado un petardo. Pero insisto, esas grabaciones deberían ser publicadas al 100% si tanto interés hay por parte de algunos en volver a levantar este asunto del cual ya no se acordaban ni sus protagonistas (No digamos ya la sociedad). Esas grabaciones tienen un marcado interés histórico y es de recibo que se publiquen íntegramente para conocer todas las confesiones de Estado que el rey le hizo a Bárbara Rey en su momento. Pero como es óbvio, eso no lo sabremos jamás. Solo sabremos lo que el sistema quiere que sepamos y cuándo.
Aun así, y dejando a un lado la teoría que he expuesto antes, vuelvo a preguntarme lo mismo que ya me pregunté en enero de 2017, cuando se confirmó el rumor de la relación entre Juan Carlos I y Bárbara Rey, y escribí entonces la primera entrada sobre este asunto: ¿A quién beneficia realmente todo esto? Porque es óbvio que aquí hay un perjudicado (Si es que en esta historia se puede utilizar este término con alguien); en primer lugar sería el propio Juan Carlos I (Aunque lo más seguro es que a estas alturas a él mismo se la traerá al pairo completamente toda esta historia), y en segundo lugar la propia Bárbara Rey, que queda (Según la versión de Ángel Cristo Jr) como una mujer sin escrúpulos que no duda en utilizar a su propio hijo, por entonces menor de edad, e inmiscuirlo en todo este asunto con el fin de obtener su material para realizar su posterior chantaje al rey.
Yo personalmente no me creo la versión de Cristo, ya que a éste le han servido en bandeja una oportunidad para ganar dinero y de paso quedar como una víctima, pero siempre siguiendo el discurso que algunos le han dictado que diga en los platós de televisión en los que está saliendo para contar su historia. No dudo que haya parte de verdad en su versión de los hechos, pero que fue él quien realizó las fotografías y quien preparó el sistema de grabaciones, no me lo creo ni aunque me paguen como a Bárbara Rey 600 millones de las antiguas pesetas (De hecho se dice que quien verdaderamente realizó las ya famosas fotos que han salido a la luz fue el hermano de la propia Bárbara Rey y no su hijo).
Está claro que Ángel Cristo es un peón dirigido por otros, que son los que están diciéndole cómo vender la historia y de qué forma. ¿O acaso alguien cree que Cristo contaría todo esto sin tener a sus espaldas una buena protección y unas directrices claras por parte de algunos para que narre una versión en la que queda como la víctima moral de toda esta historia? Una versión que obviamente ha comprado en su totalidad la prensa y la televisión, siguiendo el guión marcado por aquellos que han orquestado toda esta operación.
Pero volviendo a la pregunta anterior: ¿A quién beneficia todo esto? Puede beneficiar a muchos. En primer lugar, como he añadido antes, al propio Felipe VI y a su hija, que quedarían después del lavado de imagen de los medios como "seres inmaculados e incorruptibles", a diferencia de Juan Carlos I, el cual quedaría como el "apestado" en toda esta historia, por mucho que publique (Como se ha anunciado) dentro de unos meses sus propias memorias para lavar su imagen. Eso sí, la herencia la acabarán disfrutando igualmente sus hijas y por supuesto también su hijo, Felipe VI, aunque eso, claro está, ya se encargará la prensa de ocultarlo hasta que el actual jefe del Estado sea un obstáculo para el sistema y decidan ir a por él dentro de veinte años como fueron hace diez contra su padre, cuando éste ya era un problema para los intereses del Régimen del 78 y su supervivencia.
Puede beneficiar (Y beneficia de hecho) al propio Pedro Sánchez y a Begoña Gómez, cuyas corruptelas por parte de la esposa del presidente del gobierno están ahora en un segundo plano gracias a la reapertura de este escándalo que a nadie nos importa ya pero que a algunos sí les conviene que se reavive a toda costa. De hecho, ¿Quién está hablando de que ahora mismo Pedro Sánchez está más cogido que nunca por parte de Puigdemont? ¿Quién está hablando ahora mismo de que España se encamina probablemente a un nuevo año sin presupuestos generales del Estado como consecuencia del bloqueo político y legislativo que hay en estos momentos?
Un bloqueo que existe gracias a la ambición insaciable de un Pedro Sánchez que prefiere mantener bloqueado el país con tal de permanecer en el poder. Y todo ello mientras el cerco judicial sobre su mujer se aproxima cada vez más. Pero eso en estos momentos no es motivo de interés nacional. Lo verdaderamente importante es hablar de un escándalo de hace treinta años que podría haberse llevado por delante el sistema en su momento, pero que ahora solo sirve como excusa para tapar los escándalos actuales. Un escándalo que a nadie le importa ya ni a nadie le pilla por sorpresa, pero que por motivos que desconocemos vuelve a estar en el centro del debate mientras el país y todas sus instituciones se pudren a pasos agigantados cada día más.
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