sábado, 12 de octubre de 2024

Funeral Nacional


Hoy, 12 de octubre, se conmemora como cada año el día de nuestra Fiesta Nacional. Sin embargo con todo lo que llevamos arrastrado desde hace años y sobre todo con lo ocurrido en esta misma semana, poco o nada hay que celebrar en un país en constante decadencia. Y es que este mismo martes, 8 de octubre, se votó en el Congreso de los Diputados una reforma de la Ley sobre Antecedentes Penales en las que, entre otras cosas, se reducía la pena a presos de ETA que están en las cárceles. Teóricamente era una reforma exigida por la UE para que España se ajustase al marco legislativo europeo sobre esta materia, pero todos sabemos que no es más que otra de las cesiones que Pedro Sánchez ha concedido a sus amigos de Bildu para que éstos le aprueben los Presupuestos Generales del Estado a finales de año.

¿Cuál es entonces la sorpresa? Básicamente que todos los grupos parlamentarios (Y cuando digo "todos" son "todos", sin excepción) han votado a favor de esta reforma que permitirá a los asesinos de ETA salir antes de tiempo de prisión, incluidos el PP y VOX. ¿Por qué esta sorprendente votación a favor de sacar a los etarras de prisión antes de tiempo? Supuestamente porque los juristas de estos dos grupos parlamentarios no se han percatado de este "error", según ellos. Obviamente no han sido pocos los que se han echado las manos a la cabeza tras ver cómo los de Feijóo y Abascal votaban junto con Sánchez a favor de reducir las penas de cárcel a más de cuarenta etarras y no se han creído las explicaciones dadas. 

Por supuesto no ha habido ni una sola dimisión por esta irresponsable votación, ni por parte del PP ni por parte de VOX. Bueno, sí, ha habido una dimisión: la de Rocío Monasterio (La presidenta de VOX en Madrid) tras exigir ella a su vez dimisiones por la polémica votación del pasado martes. Una dimisión que parece haber sido forzada por el propio Abascal tras haber puesto la mujer de Iván Espinosa de los Monteros (Aquí todo queda en casa) el grito en el cielo por la controvertida votación. Más allá de esto no ha habido ni una sola dimisión directa que esté relacionada con tan aberrante aprobación. 

Todo ello (La votación y la posterior falta de depuraciones políticas) nos muestra nuevamente que el problema ya no es el partido que desde hace seis años está en el gobierno (Como algunos quieren hacer creer), sino que estamos ante un problema que afecta de lleno a todo el régimen político y al sistema partitocrático nacido en 1978 con la actual Constitución española. ¿Acaso son tan incompetentes los juristas, no ya de un solo partido, sino de dos, de pasar por alto un factor clave como era el adelanto de la salida de prisión de los terroristas de sus respectivas cárceles? ¿Quién puede ser tan sumamente paleto como para creerse semejante excusa barata e ilógica que han dado desde el PP y desde VOX? 

Obviamente hay paletos de sobra en España para creerse tan insultante excusa, ya que por desgracia eso es lo que nos sobra en este país en descomposición que hoy celebra su Fiesta Nacional cual violinistas en mitad del hundimiento del Titanic. Sin embargo otros ya estamos curados de espanto y creemos que esto se debe a un plan oculto en el que todos los partidos políticos, incluidos el PP y VOX, secundan mientras se erigen como los únicos representantes de las víctimas del terrorismo. 

¿Qué han hecho pues desde estos dos partidos a la hora de asumir responsabilidades? Simplemente pedir disculpas y acto seguido, por parte de los populares, llevar al día siguiente al Congreso a la hermana de Miguel Ángel Blanco y actual senadora del PP, Marimar Blanco, para ovacionarla y pedir a Sánchez que retirase la reforma que todos ellos habían aprobado el día anterior. Un circo esperpéntico con el objetivo de lavar la imagen de los populares con la complicidad de la hermana de la víctima tras la irresponsabilidad cometida. Y todo ello con esta hipócrita petición de por medio. Una petición a la que obviamente Sánchez se ha reído en la cara de todos, como es propio en él. 

Dicho esto debo decir que me parece insultante e inmoral el juego al que se presta Marimar Blanco a la hora de salir en defensa del PP y sacar rédito partidista cuando los suyos han cometido una irresponsabilidad criminal al votar a favor de una reforma que beneficia a aquellos que asesinaron hace casi treinta años al propio Miguel Ángel Blanco. Debo decir también que desde hace años está visto y comprobado que algunos sujetos, como la propia Marimar, no son más que cómplices en toda esta decadencia y farsa que estamos viviendo a cambio de tener de por vida una poltrona con cargo al erario público. Es así de crudo y así de vomitivo. 

Por parte de VOX ya se sabe que son parte del sistema, como todos los partidos que tienen representación pública. Pero al menos podían haber sido algo más discretos votando en contra de este despropósito. Pero parece ser que los intereses ocultos predominan por encima de las diferencias, por muy patéticas e hipócritas que resulten a estas alturas esas diferencias por parte de cualquier partido político. Si algo se puede sacar claro una vez más de todo esto es que todos los partidos (Habidos y por haber) son exactamente lo mismo: parte del problema cuyo origen está en el sistema político corrupto que tenemos desde hace casi cincuenta años y en la decadente sociedad en la que vivimos que es cómplice de toda esta corrupción, ya sea de forma activa o pasiva.

En lo que se refiere al PSOE obviamente no tengo nada que comentar. Ya se sabe desde los años de la clandestinidad franquista que los socialistas son tan etarras como los propios etarras. Y es que los socialistas (Y en esto incluyo tanto a políticos como a militantes de base) ven en los terroristas vascos a unos aliados y camaradas que fueron capaces de hacer lo que ellos no hicieron durante el franquismo: asesinar a sangre fría tanto a civiles inocentes como a políticos y militares adeptos al régimen de Franco. Ese ha sido y es realmente el concepto que los socialistas tienen del terrorismo etarra, sobre todo desde la llegada de Zapatero y posteriormente de Sánchez al frente del liderazgo del PSOE. Un concepto que cada vez disimulan menos a la hora de referirse a sus actuales socios de gobierno. 

Pero aquí no acaba la historia en los sucesos abominables que se han vivido a lo largo de esta semana. Este pasado jueves, 10 de octubre, la UCO (Unidad Central Operativa) ha publicado un informe en el que se confirma que el denominado Caso Koldo es realmente un caso que salpica a todo el PSOE en su conjunto, empezando por el propio Pedro Sánchez y terminando por el más insignificante cargo público perteneciente al PSOE, incluyendo a la actual presidenta del Congreso, Francina Armengol, que también aparece en los informes manteniendo contactos con los implicados en la trama. 

Pedro Sánchez era, a tenor de este informe, conocedor, partícipe y jefe de la trama de corrupción que desde hace meses señalan al ex ministro de Transportes, José Luis Ábalos, lo cual determina que realmente el centro de operaciones de la trama no era el Ministerio que actualmente dirige el orangután Óscar Puente, sino la propia Moncloa. El propio informe lo corrobora cuando en las conversaciones que se han hecho públicas, Aldama se refiere a Sánchez como "El número 1".

Entre los informes que la UCO ha publicado están las pruebas que demuestran que Aldama (Uno de los principales testaferros de la trama y contacto principal en los negocios oscuros de Begoña Gómez) movió sus hilos para que Sánchez rescatase la empresa Air Europa en 2020, la misma empresa vinculada con los negocios oscuros de la mujer de Sánchez: Begoña Gómez. De hecho se ha publicado hace unas horas que el mismo día que Sánchez dio el visto bueno al rescate, la propia Begoña se reunió con uno de los principales consejeros delegados vinculados a Air Europa: Javier Hidalgo. Creo que no hace falta decir nada más para llegar a cualquier conclusión sobre este turbio asunto.

Por otro lado, con este informe también se ha confirmado, entre otras muchas cosas, que Sánchez dio su autorización a Ábalos para que la actual vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, viajase a España en 2020, cuando ya la UE había vetado su entrada en suelo europeo desde 2018. Una versión que Sánchez ha negado hoy con una excusa que contradice lo que él mismo dijo en el Senado en el año 2020 a la hora de referirse a esta visita en la cual está también implicada la trama Koldo. Y es que a su vez se ha hecho igualmente público en el informe que Aldama realizó un contrato con la propia Delcy Rodríguez para comprar 104 barras de oro venezolano por un valor de 62 millones y medio de euros. 

Todo esto es solo una parte de la inmensa información que ha salido antes de ayer a la luz por parte de la UCO y que muchos aseguran que es solo la punta del iceberg, así como el principio del fin del gobierno de Sánchez. De hecho ya han salido tanto Feijóo como Abascal exigiendo la dimisión inmediata del presidente del gobierno. Todo ello mientras algunos aseguran que en el PSOE están acojonados por todo lo que ha salido, y sobre todo, por todo lo que aún está por salir, que no es poco. 

Personalmente debo decir que no me creo que esto sea, ni muchísimo menos, el fin de Pedro Sánchez. Ya se ha demostrado en muchas otras ocasiones que este sujeto ha salido indemne en circunstancias en las que se le daba por acabado políticamente. Un tipo sin escrúpulos y con una sed insaciable de poder como Pedro Sánchez no es nadie fuera de la política, y especialmente fuera de la presidencia del gobierno. Sabe que su posición en el gobierno es lo único que le permite seguir influenciando dentro del Poder Judicial, sobre todo en estos momentos en los que tanto él como su mujer y su hermano están bajo la lupa; por ello mucho se tendrían que torcer las cosas para que Sánchez acabase fuera del gobierno a corto/medio plazo. Ni siquiera creo que una moción de censura tuviese éxito, ya que si en un momento dado Junts decidiese retirarle el apoyo a Sánchez, éste puede hacer lo que no hizo Rajoy cuando se produjo la moción de censura de 2018: dimitir y ganar tiempo. 

Algunos creen que Sánchez está en estos momentos en la misma situación en la que se encontraba Adolfo Suárez en 1980: arrinconado y debilitado antes de su caída un año después. Es verdad que tanto Suárez como Sánchez son ejemplos de resistencia política, así como de chaqueterismo político, y que su situación puede parecer similar; pero creo que el desenlace no será el mismo, por mucha mierda que salga sobre Sánchez y todo el PSOE en general. ¿Por qué? Porque Sánchez, a diferencia de Suárez con la UCD, tiene al PSOE comiendo de sus dos manos y ejerciendo un liderazgo férreo e indiscutible dentro de su partido. 

Si a esto le sumamos que todos sus socios (Los etarras de Bildu, el PNV, los independentistas de ERC, los podemitas, los de Sumar y demás morralla izquierdista) están encantados con el PSOE, poco o nada hay que rascar aquí. Todo lo que podría suceder es que Puigdemont, en un arrebato de ira, decidiese retirarle el apoyo a Sánchez de forma imprevista. Y si este escenario se produjese ya se las buscaría Sánchez para ganar tiempo y recuperar el apoyo de Junts, como antes he hecho mención con respecto a un hipotético escenario de una moción de censura. 

¿Sánchez es pues un corrupto? Sí ¿Lo es su mujer? También ¿Lo es el PSOE en su conjunto? Por supuesto, además de un partido criminal y mafioso. El informe de la UCO así lo demuestra, pero aunque no hubiese salido a la luz, son demasiadas las pruebas que ya han ido saliendo en los medios a lo largo de este año sobre la implicación, o cuando menos, el conocimiento de Sánchez en la trama Koldo, así como la participación de su mujer en los negocios de tráfico de influencias que se han ido publicando en estos meses. ¿Es esto motivo suficiente para expulsar a esta gentuza del poder? Indudablemente. A Sánchez lo han pillado con el carrito del helado como hace treinta años fue pillado Felipe González, lo cual es motivo no solo de que cayesen y pagasen por sus delitos, sino de ilegalizar al partido que les han sustentado durante todo este tiempo.

Pero el problema ya no es solo Sánchez y su séquito (El cual creo que seguirá muchos años más gobernando, para nuestra desgracia), sino la oposición y todo el sistema en su conjunto. ¿De qué sirve echar a Sánchez si éste es sustituido por Feijóo? El mismo que hace tres días votó a favor de sacar de las cárceles a los etarras y el mismo que se ha confesado en más una ocasión (Y muy orgullosamente, todo hay que decirlo) como ex-votante socialista. 

Ya he dicho que no veo en absoluto, a pesar de todo lo que está saliendo y de lo que está por salir, a Sánchez fuera de la Moncloa, pero si así fuese ¿De qué sirve sacar pues del poder a un socialista para poner a otro? Si Feijóo llegase un día a gobernar, cosa que dudo, mantendrá las mismas políticas que el PSOE ha implantado en estos años, lo cual supone solo un cambio de caras pero el mantenimiento de las mismas políticas; la alternativa real a esta situación agónica no existe por parte de ningún partido político. 

Y es que si una cosa está corroborada, y más después del bochornoso espectáculo de las votaciones, es que todos los partidos siguen las mismas líneas generales. Da igual que partido sea. Todos seguirán las líneas generales que les marquen los intereses ocultos que les unen, aunque aparentamente se presenten como la alternativa. El problema es pues el sistema partitocrático que tenemos, la Constitución que se aprobó en 1978 y la sociedad enferma que tenemos. Y frente a eso nada podemos hacer. Caerá Sánchez (Allá por el 2050), caerá Feijóo (Si es que entra) y caerá cualquier gobierno que venga después de esto, pero el sistema siempre estará ahí pase lo que pase, y con ello también los Borbones. 

Esos mismos Borbones que ahora vuelven a estar en primera plana, como ya comenté en mi última entrada sobre la relación y posterior chantaje entre Juan Carlos I y Bárbara Rey. Un culebrón que sigue dando que hablar en los medios mientras España está enferma de corrupción por parte de los dirigentes actuales y de todas sus instituciones. Pero como ya dije en mi última entrada, a algunos les convienen que un asunto de hace treinta años vuelva a salir a la luz mientras se intenta tapar la gravedad de lo que está ocurriendo en la actualidad. 

Por todo lo que he expuesto anteriormente sobre la situación actual que estamos padeciendo, hoy, día de la Fiesta Nacional, no hay por desgracia nada que celebrar ni, afortunadamente, nada por lo que pedir perdón (Esto último que lo recojan los que viven al otro lado del Océano Atlántico). En una nación que lleva años en constante e imparable decadencia y en una sociedad que es cómplice de todos los males que nos aquejan, una Fiesta Nacional solo tiene sentido en una nación que está orgullosa de su pasado (Sobre todo ahora que algunos indígenas echan pestes sobre aquellos que les dieron todo lo que son ahora), hace frente a su presente y confía en su futuro; y eso desgraciadamente no es algo que sucede en nuestro país. 

Dicho esto quiero dejar bien claro que defiendo y estoy completamente a favor de cualquier celebración de la Fiesta Nacional en cualquier país, y sobre todo de nuestro 12 de octubre. De hecho yo he sido siempre el primero en festejar cada año el día de la Hispanidad y en felicitar a todos los españoles de bien; pero las circunstancias actuales que está atravesando España y las que están por venir no son para nada propicias para la celebración de una Fiesta Nacional cuando el país se está descomponiendo por momentos por culpa de los políticos y las instituciones que imperan en nuestro país. 

La situación pues no invita para nada a festejar en estos momentos nuestro orgullo nacional cuando la decadencia de nuestro país es más latente que nunca. Y lo que es peor, tampoco parece que lo vaya a ser en un futuro que se atisba más oscuro de lo que ya estamos viviendo. Los días en los que la situación de nuestra nación invitaba a la celebración orgullosa de nuestra Fiesta Nacional y a la conmemoración del día de la Hispanidad parecen ser ya, desgraciadamente y a tenor de lo que estamos viendo y lo que queda por venir, recuerdos nostálgicos y felices de un pasado que por desgracia no volverá jamás. Ojalá la situación actual fuese completamente distinta para seguir celebrando con alegría nuestro día de la Hispanidad, pero lamentablemente no es así. 

Dentro de unas horas volverán, aquellos que acuden todos los años al Paseo de la Castellana en Madrid, a abuchear (Y con todos los motivos del mundo) a Sánchez, a aplaudir como borregos a Felipe VI y a la familia real (A pesar de toda la corrupción y escándalos que envuelven a la Corona, eje central del régimen de 1978) y a gritar vivas en favor de una nación que está en las últimas y a la que nadie defiende, ni siquiera aquellos que dentro de unas horas desfilarán delante del palco de autoridades. España está pues perdida, y de esta coyuntura no nos salva nadie. Así pues, a tenor de las circunstancias actuales, hoy no hay nada que celebrar, ya que estamos asistiendo al hundimiento de un barco a un ritmo vertiginoso mientras nadie es consciente de que todos estamos en ese mismo barco, y que todos nos hundimos con él. 

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