miércoles, 23 de noviembre de 2022

Un etarra sin pistola


Hace poco escuché a alguien decir que Pedro Sánchez era un "Etarra sin pistola", y creo que es la descripción más exacta que se ha podido hacer de este personaje desde que pisó la Moncloa hace ya cuatro largos años. Y es que la definición le viene al pelo al sujeto en cuestión, ya que hoy mismo se ha anunciado que para conseguir la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado el próximo jueves, Sánchez ha pactado con Bildu la expulsión de Navarra de la Guardia Civil de tráfico. Una cesión más del presidente del gobierno ante los etarras con el fin de mantener a salvo su cargo un año más y asegurarse así su permanencia en el poder hasta el final de la legislatura. 

Una legislatura que nos va a salir muy cara a los españoles, quizás demasiado. Estamos hablando ni más ni menos de la expulsión de aquellos que sufrieron en primera fila las barbaries del terrorismo etarra y que ahora contemplan atónitos cómo el gobierno de la nación se pone del lado de los verdugos y acepta echarlos del lugar en el que durante tantos años se jugaron la vida. Este es Pedro Sánchez, un tipo que dijo y redijo en cientos de ocasiones que jamás pactaría con los terroristas para llegar y/o mantenerse en el gobierno y que ahora se echa en brazos de éstos sin pudor alguno con el objetivo de perpetuarse en el poder. 

Este anuncio se produce hoy, cuando se ha llevado a cabo un nuevo cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en el Senado. Un enfrentamiento que vuelve a demostrar una vez más la falta de carisma de Feijóo y la poca o nula capacidad de éste para dar la batalla contra el peor gobierno que existe en España desde hace siglos. El líder de la oposición se niega a enfrentarse al gobierno y solo ha hecho hincapié en que él y el todavía presidente del gobierno se volverán a ver las caras cuando "Se produzca mi sesión de investidura". Es decir, el propio Feijóo se ve ya en la Moncloa sin necesidad de que las encuestas le indiquen si tiene posibilidades de sumar mayoría absoluta o no con VOX. 

Él ya se ve como futuro presidente del gobierno porque sabe que lo que tiene enfrente no es un gobierno, sino el caos. Por ello, en vez de anunciar hoy una moción de censura que hubiera dejado KO a Sánchez, a afirmado que la moción de censura se hará votando el próximo 28 de mayo (Fecha en la que tendrá lugar las elecciones municipales y autonómicas en España). Una afirmación que vuelve a dejar en entredicho a Feijóo, el cual sigue sin dar la talla ante un Pedro Sánchez que sigue resistiendo los debates aun encontrándose éste en los peores momentos de su mandato. 

En mi opinión, la solución a todo esto pasa por la sustitución urgente de Alberto Núñez Feijóo en favor de la actual presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que es la única líder política capaz de plantarle cara a Sánchez y a su banda, como así definió en su día Albert Rivera a los socios del jefe del gobierno. Pero por desgracia esto no ocurrirá, con lo cual tendremos en las próximas elecciones generales como candidato del PP a un Feijóo débil, el cual si llega al gobierno (Que está por ver) será todo gracias al demérito del ejecutivo y no por mérito propio, lo cual dice mucho de Feijóo sobre su falta de empuje a la hora de intentar poner fin al peor gobierno en estos cuarenta y cuatro años de régimen constitucional. Veamos cómo finaliza la partida, aunque no sería de extrañar que para sorpresa de todos, incluido del propio Feijóo, veamos seguir gobernando al PSOE después de las próximas elecciones generales tras una reedición del pacto con Podemos, ERC y Bildu. 

De momento para el próximo jueves está asegurado el apoyo de todos éstos a los Presupuestos Generales del Estado de Pedro Sánchez. El mismo día que se aprobará también la reforma del delito de sedición, lo que dará vía libre a los independentistas para volver a organizar un nuevo referéndum y con ello la posibilidad de proclamar nuevamente la independencia con el conocimiento de que esta vez el Estado de Derecho tendrá las manos atadas a la hora de procesarlos y condenarlos. Un camino que igualmente podría realizar Bildu si finalmente Otegi consigue ser el candidato a las elecciones del País Vasco en 2024 y logra formar gobierno con el Partido Socialista de Euskadi.

Como se puede apreciar, Sánchez tiene todas las cartas consigo, ya que exijan lo que exijan sus socios, éste les otorgará todo lo que ellos quieran con tal de permanecer en el poder. Nos espera pues un año de aquí a las elecciones bastante tenso, ya que tanto los independentistas como los etarras saben que no van a tener otra oportunidad como esta de obtener todo lo que exigen con tanta facilidad. Veremos de aquí hasta el final de la legislatura concesiones que nos llevarán a todos las manos a la cabeza, pero ante la cual el gobierno hará oídos sordos frente a quienes le pidan elecciones anticipadas. Estamos asistiendo pues ante el desmoronamiento del sistema político de 1978 de la mano del propio gobierno de España, lo cual añade más gravedad si cabe a la situación en la que nos encontramos.

Ya he dicho y lo he reiterado en muchas ocasiones que ante la imposibilidad de ir a unas elecciones anticipadas, la obligación y el deber de la oposición en estos graves momentos que estamos viviendo es el de presentar una moción de censura, aunque ésta no prospere. Pero ya sabemos que aquí la oposición va cada uno por su lado, lo cual beneficia al propio PSOE y al propio Sánchez, que ven cómo tanto el PP como VOX se tiran de los pelos mientras ellos y sus socios deshacen a su gusto el Estado de Derecho. Esta es en definitiva la situación en la que nos encontramos. Con una psicópata sediento de poder en el gobierno, el cual es mantenido por los enemigos de la nación, que ven cómo poco a poco van consiguiendo sus objetivos. De esta forma, y si todo sigue así de aquí a las próximas elecciones generales, tendremos PSOE y Pedro Sánchez hasta el 2028 como mínimo, o quizás hasta que el propio Sánchez decida retirarse. El problema es que cuando esto suceda ya no habrá España que gobernar ni mucho menos que salvar.

martes, 22 de noviembre de 2022

Una chapuza de ley y de gobierno


En los últimos cuatro años los españoles llevamos vivido lo nunca visto, pero lo que se está viviendo desde hace una semana supera todos los límites. Y no me refiero ya al asunto de la reforma de sedición, que de eso ya hablé hace unos días. Me refiero a la entrada en vigor de la monstruosa ley del "Sólo sí es sí", elaborada por el gobierno de Pedro Sánchez y en concreto por el ministerio de Desigualdad de Irene Montero. Una ley que debido a la rebaja en el límite de la pena mínima como consecuencia de la desaparición en el Código Penal del delito de abusos sexuales ha provocado ya la excarcelación de cinco agresores sexuales, la reducción de penas de otros doce, y un sinfín de revisiones de penas que ya se están estudiando. Todo esto ocurre ante la incompetencia absoluta del gobierno y en concreto de la ministra responsable de la elaboración de la ley: Irene Montero.

Una ministra que ya desoyó en su momento las advertencias de instituciones y organismos judiciales sobre las consecuencias en materia de Derecho Penal que traería consigo la aprobación y entrada en vigor de dicha norma, y que ahora busca responsables en el ministerio con tal de no salir ella perjudicada ante los graves hechos que su ley está provocando. De hecho cuando se produjeron las primeras quejas en el sector de la judicatura ante las graves consecuencias que estaba teniendo la entrada en vigor de la ley en cuestión, la propia Irene Montero respondió a los jueces indicando que eran unos machistas y que "Debían formarse" en perspectiva de género para interpretar bien las leyes. Unas declaraciones que ha secundado la secretaria de Estado del ministerio, tachando a los miembros del Poder Judicial de falta de preparación.

Claro, uno escucha estas cosas y lo mínimo que uno suelta por la boca es un "Menudas hijas de puta". Y no es para menos, ya que manda cojones que una ex-cajera de un supermercado (Con todos mis respetos hacia quienes ejercen tan honesta profesión), la cual carece de un mínimo de formación jurídica y solo está en el cargo que ostenta gracias  al hecho de haberse acostado con el que fuera su jefe de partido, tenga los santos ovarios de tildar de machistas, fachas, además de otros descalificativos a todos los componentes del Poder Judicial en España por el mero hecho de levantar éstos la voz ante la absoluta negligencia e incompetencia de la ministra a la hora de legislar. 

Una incompetencia que nos va a salir muy cara a los españoles, los cuales ven impasibles cómo violadores, pederastas y agresores sexuales en general se ven beneficiados por la estúpida ley que ha elaborado una estúpida ministra, la cual ha sido aprobada por un gobierno compuesto por criminales y psicópatas, el cual es liderado por el mayor sinvergüenza que ha pisado jamás la Moncloa: Pedro Sánchez. Un Sánchez que no ha querido verse salpicado por el escándalo que esta ley ha provocado pero que sin embargo ha salido en defensa de la propia Montero y ha descartado por completo su cese como ministra. Lo cual demuestra que la responsabilidad de las graves consecuencias de esta ley no hay que buscarlas ya en el ministerio de Desigualdad, sino en la propia Presidencia del Gobierno, ya que es primero Sánchez y luego el Consejo de Ministros en su conjunto quienes han dado el visto bueno a esta ley y han aprobado su tramitación. 

En otro país de nuestro entorno, lo ocurrido en estos días llevaría consigo como mínimo el cese inmediato de la ministra y la posterior retirada de dicha ley por parte del gobierno. Pero por desgracia nada de esto va a ocurrir, ya que el cese de Montero supondría poner en riesgo la supervivencia del gobierno de coalición, y con ello el fin anticipado de la legislatura, algo por lo que Sánchez no está dispuesto a pasar bajo ninguna de las circunstancias. En algunos medios se habla ya de la posibilidad de que el gobierno reforme la ley, algo a lo que se niegan tajantemente desde Podemos, ya que éstos ven el problema en los jueces a la hora de interpretar las leyes y no de ellos a la hora de redactar las normas. ¿Cómo van a salir pues de este atolladero esta pandilla de criminales? No lo sé. De momento parece que Sánchez va a esperar a que se pronuncie el Tribunal Supremo antes de tomar ninguna decisión, y se prevé que el Alto Tribunal no lo hará hasta el mes de diciembre, lo cual nos lleva al escenario de que las excarcelaciones y reducciones de penas contra los agresores sexuales seguirán incrementándose en todo este tiempo. 

Lo que está claro es que con independencia de lo que ocurra, el daño que este gobierno ha provocado es mayúsculo, y lo peor es que se congratula de lo que han logrado. Todo esto demuestra que para este ejecutivo no hay líneas rojas, y que todo vale con tal de mantenerse en el poder, aunque esto suponga crear una crisis institucional entre los tres poderes del Estado (En este caso el Ejecutivo contra el Judicial). Y demuestra también que hay que saber muy bien a quién nombrar y a quién no como responsable de un departamento ministerial. No se puede consentir que cualquier analfabeto que no se ha leído en su puñetera vida un libro, ni tiene el más mínimo conocimiento de Derecho ni de ninguna otra ciencia pueda alcanzar altas cuotas de poder, ni mucho menos legislar cuando no se tiene ni idea de lo que significa esa palabra. Pero claro, hay que tener en cuenta que el principal responsable de estas responsabilidades (Que es Pedro Sánchez y no Irene Montero) es un tipo sin escrúpulos, el cual está dispuesto a todo con tal de perpetuarse en el poder, aunque sea a precio de sacar de las cárceles a violadores, asesinos etarras y/o golpistas contra la Constitución. Esta es la verdadera conclusión que se puede sacar de este gobierno. Un gobierno de criminales que legisla en favor de éstos y en contra de los españoles de bien.

martes, 15 de noviembre de 2022

Un poco de Memoria Democrática


Hace justo dos semanas se produjo la exhumación en la Basílica de la Macarena de los restos de Gonzalo Queipo de Llano, de su mujer, Genoveva Martí, y del general Francisco Bohórquez Vecina. Dicha exhumación se produjo tras entrar en vigor en octubre de este año la llamada Ley de Memoria Democrática, aprobada por el gobierno de Pedro Sánchez y sucesora de la ya famosa Ley de Memoria Histórica, aprobada en 2007 por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. 

Cabe decir que hay que tener bastante mala leche para exhumar los cadáveres de tres difuntos precisamente el día de los difuntos, ya que fue esa misma noche cuando se produjo la exhumación de los fallecidos. Una exhumación que por supuesto no ha quedado exenta de polémica, ya que por lo visto, el hermano mayor de la Macarena, José Antonio Fernández Cabrero, es un destacado afiliado al PSOE (Dato que yo desconocía, sinceramente), y se ha mostrado orgulloso del hecho de exhumar los restos humanos de los tres fallecidos. Una exhumación que por lo visto le ha costado a la hermandad un total de 600 euros. Pues bien, aún con el gasto que esto ha generado, la decisión de exhumar a Queipo de Llano ha caído muy positivamente en la hermandad, la cual espera que con esto quede zanjado el tema para siempre. 

Pero he aquí que los cofrades, entre los que me encuentro, nos hemos topado con los rojos. Con los nietos de aquellos que perdieron la Guerra Civil hace ya más de ochenta años y que ahora, con leyes como éstas, pretenden ganar a posteriori dicha contienda bélica. Parece ser que la Asociación por la Memoria Democrática exige ahora, tras la exhumación de Queipo de Llano y de su mujer, que el Ayuntamiento de Sevilla obligue a las hermandades de San Gonzalo y de Santa Genoveva cambiar sus nombres, ya que según indica la asociación antes mencionada, dichas cofradías llevan sus nombres en honor de Gonzalo Queipo de Llano y de su mujer, Genoveva Martí. Un dato que es incorrecto, ya que la hermandad de San Gonzalo puso este nombre a la corporación por San Gonzalo de Amarante. El origen del por qué Santa Genoveva tiene este título lo desconozco. Pero bueno, con independencia de eso ¿Qué más da? Las hermandades llevan casualmente el nombre de estos señores y hay que quitárselos sí o sí, como así exigen los rojos. Supongo que no habrán pensado en que el propio Queipo de Llano fue quien contribuyó a la creación de la Basílica de la Macarena, lo cual podría darle a estos tipos la idea de expropiar el templo donde se venera a María Santísima de la Esperanza Macarena. En fin, no demos más ideas a las cabezas huecas.

Por si todo esto fuese poco, la asociación antes mencionada exige también que se cambien los nombres de los titulares de la hermandad de la Paz: Nuestro Padre Jesús de la Victoria, y María Santísima de la Paz. Según indican nuestros queridos amigos progres, los nombres tanto del Señor como de la Virgen se deben a "La victoria de los fascistas en la Guerra Civil y la posterior paz que el régimen de Franco instauró". Sinceramente, cuando leí esta noticia no salía de mi asombro. ¿Acaso hay algo más bonito que la paz y que la Virgen lleve su nombre? ¿Acaso es un insulto que el Señor lleve, con independencia del motivo, el nombre de la victoria? Parece ser que para estos tipos sí es un insulto. De hecho, tanto con la cuestión de San Gonzalo y Santa Genoveva, así como de la hermandad de la Paz, la asociación exige que se cambie por nombres asociados a las víctimas del bando nacional. 

En este caso supongo que San Gonzalo podría pasar a llamarse "San Santiago", en honor a aquél que aprobó el asesinato masivo de más de 2.500 personas. Me estoy refiriendo, por supuesto al ex secretario general del Partido Comunista de España: Santiago Carrillo. Santa Genoveva podría pasar a llamarse "Santa Dolores", en honor a Dolores Ibárruri, la Pasionaria, la cual fue una señora bastante pacífica y comprometida con los Derechos Humanos (Nótese la ironía). Dicha mujer es dueña de frases tan comprometidas con la paz como las siguientes: "Si en época normal hay un adagio que dice que es preferible absolver a cien culpables a castigar a un inocente, cuando está en peligro la vida de un pueblo, es preferible condenar a cien inocentes antes que el culpable pueda ser absuelto." o esta otra "Media España debe liquidar a la otra media." Como se puede apreciar, toda una pacifista la señora Pasionaria. Pero bueno, ¿Quién no ha soltado alguna vez alguna fracesilla sacada de contexto? La izquierda siempre pronuncia discursos buenos aunque éstos estén cargados de odio. La derecha no. 

Pero la cuestión no solo afecta ya al mundo cofrade con la entrada en vigor de la Ley de Memoria Democrática, sino que algunos están pidiendo ya el cierre de la cadena progre por excelencia, la Cadena Ser, por el hecho de haberse creado ésta durante el régimen de Franco. Supongo que por esa regla de tres habrá que cerrar también RTVE, ya que ésta se inició en 1956, en plena dictadura franquista. Pero claro, si cierran RTVE a ver con qué se autopromociona el gobierno de Pedro Sánchez de aquí en adelante. También, aparte de las exhumaciones hace ya tres años de Francisco Franco, y ahora del general Queipo de Llano, los progres han puesto sus miradas en el Alcázar de Toledo, donde están enterrados en una cripta los restos del coronel José Moscardó y los del teniente general Jaime Milans del Bosch. Fuera aparte de esto, la izquierda también exige que se exhumen los restos del líder de Falange Española, José Antonio Primo de Rivera. Una exhumación en la que los familiares del propio Primo de Rivera ya han solicitado de motu propio que se realice antes de que el gobierno haga de la exhumación de José Antonio lo mismo que con la exhumación en 2019 de Franco, es decir, un espectáculo televisado en directo para todo el país. 

Por no hablar de la extinción de los títulos nobiliarios que se han producido con la entrada en vigor de la Ley de Memoria Democrática. Títulos nobiliarios que se crearon durante la dictadura de Franco y que ahora han quedado extinguidos con la aprobación de dicha ley por parte del gobierno del PSOE y Podemos. O también la decisión de renombrar el Valle de los Caídos como "Valle de Cuelgamuros", así como la intención del ejecutivo de hacer de dicho monumento un panteón laico, lo cual llevaría consigo, entre otras cosas, la destrucción de la gran Cruz que preside la abadía. 

Debo decir que a excepción de Zapatero, nadie hizo tanto por dividir y provocar un conflicto social en España como Pedro Sánchez en los últimos cincuenta años. Un tipo sediento de sed de poder y de odio, al cual le importa tres cojones la paz social si a base de enfrentamiento y división puede lograr retener el gobierno y permanecer en él muchos años, como ya dijo hace unos días en un mitin de su partido. Un partido que lo he dicho ya en varias ocasiones y lo vuelvo a decir, es el partido que más sangre ha derramado en España en estos casi 150 años y el cual merece y debería ser ilegalizado si verdaderamente hubiera una Ley de Memoria Democrática real y justa para todas las víctimas de la Guerra Civil. 

Un partido el cual su líder fundador, Pablo Iglesias, no dudaba en amenazar de muerte a sus adversarios políticos en el Congreso de los Diputados, como fue el caso del ex presidente del gobierno, Antonio Maura, el cual sufrió un atentado del que pudo salir con vida pocos días después de la amenaza de Iglesias. Un partido que fue parte activa durante los graves sucesos que se produjeron en Barcelona durante la llamada "Semana Trágica" en 1909, los cuales dieron como resultado más de un centenar de muertos en la capital catalana. Un partido que desea exhumar a José Antonio Primo de Rivera (El cual es una víctima de la Guerra Civil, quieran ellos o no) pero que en 1923 aceptó gustoso apadrinar el golpe de estado de su padre, Miguel Primo de Rivera. Un partido que en 1930 participó activamente en los llamados "Pactos de San Sebastián", los cuales tenían como objetivo derrocar a la monarquía de Alfonso XIII, objetivo que lograron al año siguiente con las elecciones municipales de abril de 1931. Un partido que en 1934 dio otro golpe de estado, esta vez contra la II República, al no aceptar los socialistas los resultados electorales de las elecciones generales de 1933 en las que ganó la CEDA. Este golpe de estado que es conocido como la "Revolución de Asturias" provocó un estallido social en España que se saldó con más de 2.000 muertos y la declaración fallida de independencia en Cataluña por parte del entonces presidente de la Generalitat, Lluis Companys. Por cierto, debo decir que este golpe de estado lo paralizó un tipo llamado Francisco Franco. Qué curioso, el malvado Franco salvando a la República de lo que ahora el gobierno denomina como "Desórdenes públicos agravados". Ironías de la vida. 

Un partido que a manos de criminales como los ex secretarios generales del PSOE y ex presidentes del gobierno, Francisco Largo Caballero e Indalecio Prieto asesinó, extorsionó, violó y torturó a miles de personas que no comulgaban con su ideología durante los turbulentos años de la II República, la cual tenían como objetivo destruirla para dar paso a un sistema socialista y a España en una colonia de la Unión Soviética. Un partido que junto al Partido Comunista de España llevaron a cabo la matanza de Paracuellos. Un partido que recién iniciada la Guerra Civil asaltó y robó más de 500 toneladas de oro (El 72,6% de las reservas de oro) del Banco de España para enviarlas a Moscú y que los socialistas nunca devolvieron. Un partido cuyos militantes asesinaron al diputado conservador, José Calvo Sotelo, lo cual provocó la sublevación del ejército español y con ello la Guerra Civil. Un partido que durante los cuarenta años de dictadura franquista no se atrevió a mover un solo hilo desde el exilio, pero que una vez muerto Franco se autoerige como el defensor de la democracia y de la libertad. Esa misma democracia y libertad que ellos se cargaron durante la década de 1930 del siglo XX. Esa misma dictadura que ahora muy gallardemente combaten para vencerla de forma póstuma y borrarla de la Historia, pero que olvidan que fue ese mismo régimen bajo las órdenes de Franco y Carrero Blanco el que protegió y amparó a los mismos líderes que salieron elegidos del Congreso de Suresnes en 1974, entre ellos el propio Felipe González. Un partido que hizo lo posible y lo imposible para sacar a Adolfo Suárez de la Moncloa, incluso colaborando en la Operación Armada, la cual fue la antesala del golpe de estado del 23-F. Un partido que en la década de 1990  y tras más de diez años en el poder, había sembrado la corrupción en todas las instituciones del Estado, y tenía montado todo un dispositivo de espionaje en el que nadie estaba libre de ser escuchado. Un partido que utilizó en 2004 un atentado terrorista donde murieron cerca de 200 personas para sacar rédito electoral a dicha desgracia. Un objetivo que lograron al ganar las elecciones generales de marzo de 2004 contra todo pronóstico y que supuso el inicio del desmantelamiento del régimen constitucional de 1978. Un partido que negoció con la banda terrorista ETA su desaparición a cambio de que el Estado cediese a las exigencias de los terroristas y que hoy son sus más estrechos socios en el gobierno. Un partido que ya con Zapatero en el gobierno redactó un estatuto que vulneraba la Constitución al reconocer a Cataluña como nación y que ha sido el origen de la grave situación en la que nos encontramos ahora mismo, la cual puede llevarse por delante tanto la unidad territorial como el sistema constitucional de 1978. Y un partido que actualmente está sustentado por los enemigos de España, y que pretende remover las viejas heridas de una Guerra Civil que ellos mismos provocaron mientras intentan blanquear los asesinatos de la banda terrorista que los apoya políticamente a día de hoy y que con la Ley de Memoria Democrática convierte a los asesinos de ETA en víctimas del franquismo al extender esta denominación hasta los primeros asesinatos en manos de los GAL en 1983.

Esta es la otra cara de esa Memoria Democrática que nos quieren imponer desde el gobierno de Sánchez, que no es otra que la de convertir a los verdugos en víctimas. Unos verdugos a los que sí se les permiten hacerles todo tipo de homenajes y de placas, mientras que por otro lado intentan borrar de la Historia todo lo relacionado con el otro bando que cambatió en la Guerra Civil. Lo hemos visto hace unos días cuando desde Correos han emitido sellos homenajeando el centenario de la creación del Partido Comunista de España, un partido que junto con el PSOE tiene las manos manchadas de sangre y que representa la ideología que mayor número de muertos ha ocasionado a lo largo de la historia: Más de 100 millones de asesinados. Gracias a Dios, esta emisión de sellos se ha podido paralizar gracias a la intervención de una jueza, la cual ha defendido que la emisión de estos sellos "Va en contra del deber de neutralidad de las administraciones públicas, de la Ley de Memoria Democrática y de la Resolución del Parlamento Europeo que condena la exaltación del comunismo." Como se puede apreciar, tanto el gobierno como Correos hacen un homenaje que va en contra tanto de la Legislación española, como de la Legislación europea, y que demuestra la inmoralidad de Pedro Sánchez y compañía a la hora de blanquear y homenajear a un partido que representa lo más sanguinario de la historia. Un desprecio a los Derechos Humanos y a todas aquellas víctimas del comunismo que ellos tanto tratan de blanquear. Pero eso le da igual a este gobierno de criminales en su empeño por querer limpiar la imagen de los suyos a la vez que intenta eliminar cualquier atisbo relacionado con el bando nacional. Ya desde el gobierno se ha comunicado la intención de borrar a Franco de la historia de la Legión, algo difícil de hacer puesto que Franco fue uno de los personajes más relevantes en la Legión junto con Millán-Astray. Aún así, para estos psicópatas no hay nada que pueda detener sus malignas intenciones, por lo que no es de extrañar que de aquí a unos años no aparezca el nombre de Franco por ningún lado en los libros de Historia. De esta forma la izquierda pretende derrotar una vez muerto a aquél a quien no pudieron derrotar en vida, e instaurar ahora lo que no pudieron hacer en 1936. Ya de hecho la propia presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso ha dicho que el objetivo de Sánchez es el de instaurar en España una "República Federal Laica", lo cual se suma a otra advertencia que la propia Ayuso realizó hace unos días cuando dijo que el gobierno estaba preparando un golpe contra el rey para acabar con la monarquía y llevar a la oposición a la cárcel. 

Se dice que el pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla, y aquí en España se ha olvidado totalmente la historia del Partido Socialista Obrero Español. Un partido que siempre ha estado en contra de la propia España y que se ha posicionado en favor de los enemigos de ésta. Como ejemplo no hace falta remontarse muy atrás. Como ya escribí en la última entrada, esta semana el gobierno ha llevado al Congreso de los Diputados la proposición de ley para eliminar el delito de sedición y con ello dar carta blanca a los catalanes para que así puedan nuevamente dar otro golpe de estado. Pero por si esto fuera poco, ya se habla también de la posibilidad de reformar el delito de malversación, lo cual implicaría que el Estado debería devolver a los independentistas todas las multas y fianzas que éstos hayan pagado en estos años. Además de esto, dicha reforma libraría al ex presidente de la Junta de Andalucía y del PSOE, José Antonio Griñán, de pisar la cárcel por la condena del caso de los ERE, el mayor escándalo de corrupción ocurrido en España. Como se puede apreciar, el PSOE no pierde oportunidad en amparar y proteger tanto a los suyos como a los enemigos de la nación. Una prueba más de que la izquierda ha sido, es y será siempre enemiga de España, y que no parará hasta verla hecha cenizas. Esta es la verdadera Memoria Democrática que la izquierda no quiere que se sepa. Una Memoria Democrática en la que no hubo buenos y malos, sino dos bandos que se enfrentaron a sangre fría para matarse unos contra otros, aunque una parte se sublevase por la provocación de la otra parte que actualmente ejerce su papel de víctima, olvidándose que en su día fue el verdugo.

sábado, 12 de noviembre de 2022

Camino al desastre


Hoy el PSOE de Pedro Sánchez junto con Podemos han presentado en el Congreso una proposición de ley en la que se reforma el Código Penal, eliminando con ello el delito de sedición, el cual se llamará a partir de ahora "Delito de desórdenes públicos agravados". Una propuesta que se realiza tras haber cedido el propio Sánchez ante las exigencias de ERC a cambio de que los catalanes le aprueben en las Cortes los Presupuestos Generales del Estado. Esta acción lleva consigo la reducción de las penas por delitos como los realizados en el procés catalán de quince a cinco años de prisión, mientras que la inhabilitación pasaría de los quince años actuales a seis con el cambio en el Código Penal. 

Esto supondría que por ejemplo Oriol Junqueras vería la posibilidad de poder presentarse con todas las garantías para las elecciones del próximo año, o que Carles Puigdemont pudiese volver a España sin el peligro para éste de ingresar de inmediato en prisión y ser condenado por el delito de sedición que el gobierno del Frente Popular quiere abolir ahora. Por no hablar de que la clase política catalana vería abierta la posibilidad de convocar un nuevo referéndum y/o de declarar de forma directa la independencia con el conocimiento de que no serían juzgados por el delito de sedición. 

En definitiva, una humillación más a España perpetrada esta vez no por la clase política catalana, sino por el propio gobierno de la nación, el cual demuestra una vez más la falta de escrúpulos para negociar y poner encima de la mesa la venta de la soberanía nacional a cambio de ganar tiempo y permanecer una temporada más en el poder. Algo que a mí personalmente no me ha sorprendido, ya que después de lo vivido el verano del año pasado en el cual se produjo el indulto a los golpistas catalanes, cualquier cosa era ya posible. Por ello no es de extrañar que de aquí a los próximos meses, e incluso una vez pasada las elecciones generales de 2023/2024 veamos más acciones como las vividas hoy e incluso peores. 

Pedro Sánchez ya ha demostrado hace tiempo que cualquier precio para él es razonable con tal de permanecer en la presidencia del gobierno, aunque sea a merced de los enemigos de España. Estamos pues ante un tipo sin escrúpulos y sin dignidad. Un personaje peligroso para la nación al cual hay que destituirlo de forma inmediata, a la misma vez que se debería de iniciar los trámites para la ilegalización del Partido Socialista Obrero Español. Un partido que vuelve a demostrar una vez más que es una formación que antepone su propio interés partidista al de los intereses generales. 

Decía Alberto Núñez Feijóo, el actual presidente del Partido Popular, que con este PSOE está visto y comprobado que no se puede negociar nada, y criticaba que la actuación de la formación de izquierdas no corresponde con la "Tradición democrática" del PSOE. ¿A qué tradición democrática se refiere Feijóo? Que yo sepa, desde su fundación en 1879 por Pablo Iglesias, este partido ha sido la formación que más daño ha ocasionado a la sociedad española y a sus instituciones. Tanto durante el periodo de la Restauración, como durante la II República, la Guerra Civil, y ahora durante el periodo constitucional nacido en 1978. Reitero nuevamente que la ilegalización de este partido, así como la destitución y posterior imputación por alta traición del actual presidente del gobierno es una necesidad más que urgente para España. 

Desde diversos sectores se ha hablado, y esto lo ha dicho en rueda de prensa la propia Inés Arrimadas, de la posibilidad de que el PP presente una moción de censura contra el actual gobierno ante la gravedad de los acontecimientos, algo que los populares ni confirman ni desmienten. De hecho el propio Feijóo ha hablado esta tarde en rueda de prensa en calidad de presidente del gobierno inminente, afirmando que hará todo lo posible cuando esté en el gobierno para deshacer esta tropelía orquestada por el gobierno. Aún así, el presidente popular no ha dicho absolutamente nada sobre la posibilidad de presentar de inmediato una moción de censura contra el gobierno del PSOE. 

En mi opinión, esto que hoy hemos vivido era más que previsible que ocurriese. No entiendo por qué el personal se ha echado las manos a la cabeza ante este nuevo despropósito del gobierno. Parece que después de cuatro años algunos no saben aún en manos de quien estamos. Pero volviendo a la moción de censura debo decir que ésta no solo es necesaria sino obligatoria de presentarla. Sé perfectamente que los números no dan para destituir a Pedro Sánchez e investir a su vez a un nuevo presidente del gobierno, pero la oposición debe demostrar que existe una alternativa posible a este desgobierno y sus socios independentistas y terroristas que nos llevan de forma imparable al abismo. Una buena opción sería, en mi opinión, la de presentar a un candidato independiente a la presidencia del gobierno, el cual sería apoyado por el Partido Popular, VOX y Ciudadanos. De esta forma Feijóo no se vería quemado en la moción de censura, la cual tendría como objetivo único el de convocar de forma inmediata elecciones generales para elegir a un nuevo gobierno que recomponga los gravísimos destrozos ocasionados por Sánchez y compañía. 

Aún así, desgraciadamente, la moción no saldría adelante, lo cual nos llevaría a la continuidad de este gobierno y a la aprobación de la reforma del Código Penal. Una aprobación que podría llevarnos nuevamente al escenario de octubre de 2017, pero esta vez con la certeza por parte de los catalanes de que van a salir indemnes de este nuevo golpe de estado, sea cual sea su desenlace. Cabe decir que España no aguantaría nuevamente unos acontecimientos como los vividos hace ahora cinco años, lo cual nos llevaría, esta vez sí, a la independencia catalana y con ello al fin del régimen constitucional de 1978 y a un posible conflicto social. ¿Es esto lo que busca Sánchez? Todo parece indicar que sí, lo cual nos lleva a palabras mayores, puesto que estaríamos hablando de un golpe perpetrado por el propio gobierno para abolir el sistema político nacido hace ya cuarenta y cuatro años. Ante este escenario cabría la posibilidad de que la oposición presente una moción de responsabilidad criminal contra el presidente del gobierno acusándolo de alta traición al Estado, como así establece el artículo 102 de la Constitución. Eso sí, con los números en la mano todo indicaría que al igual que la moción de censura, dicha propuesta tampoco saldría adelante.

¿Qué hacemos pues ante este grave escenario? Esperar solamente. El gobierno está teóricamente en minoría pero tiene tras de sí una mayoría suficiente en el parlamento con los votos de los partidos nacionalistas, independentistas y etarras para aguantar a base de concesiones hasta el final de la legislatura. Y lo más peligroso de todo es que por mucho que ahora nos extrañemos, Pedro Sánchez puede ganar las próximas elecciones generales, lo cual nos llevaría a cuatro años más de concesiones, esta vez hasta el año 2028.  ¿Aguantará España tanto tiempo? Por supuesto que no, pero Pedro Sánchez sí. Ahí está el origen y el problema de todo. Por ello, ante una oposición incapaz de poner fin a este gobierno, una Justicia secuestrada por el ejecutivo, un rey imposibilitado para cesarlo y una sociedad capaz de votar nuevamente a la izquierda ¿Cómo podemos parar esta locura? De ninguna forma. Pedro Sánchez tiene todas las cartas a su favor, y él lo sabe.