Mientras toda España se encuentra sumida en plena oleada del Covid, la quinta ya, el gobierno ha aprobado hoy el anteproyecto de ley de Memoria Democrática. Una segunda parte de lo que en su día fue la ley de Memoria Histórica, aprobada por el gobierno de Zapatero en 2007 y que fue el origen de la reapertura del debate sobre la guerra civil y el régimen de Franco. Pues bien, lo aprobado hoy no es más que la consumación de lo que el gobierno del PSOE aprobó hace catorce años, teniendo como objetivo principal el reforzamiento de los principios totalitarios y sectarios que ya recogía la ley de Memoria Histórica.
Entre las principales características de la ley de Memoria Democrática se pueden encontrar joyas como las siguientes: La catalogación de delito hacia aquellas personas que enaltezcan el franquismo o a los protagonistas del régimen anterior (Lo cual va en contra de la libertad de expresión que estipula la constitución española), la exhumación de víctimas de la dictadura, cuyo número superan ya los 300 casos (Aunque se cree que esta cifra aumenta hasta más de 25.000 casos), la anulación de cualquier tipo de sentencia dictada por los tribunales durante el franquismo así como la retirada de cualquier título nobiliario concedido durante esta época, el renombre del Valle de los Caídos como cementerio civil así como la expulsión de la congregación benedictina que allí reside, la posible demolición de la cruz de dicho monumento, la exhumación del cadaver del líder de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, la ilegalización de la fundación Francisco Franco y de otras asociaciones y/o fundaciones que defiendan el régimen franquista, la retirada de los símbolos relacionados con el franquismo, el adoctrinamiento de la "Memoria democrática" en las aulas y la declaración de los días 31 de octubre como "Día de las víctimas de la guerra civil y el franquismo" y el 4 de mayo como "Día de los exiliados".
Para empezar me llama la atención el hecho de que ahora se hable de exhumar a Primo de Rivera para llevarlo a un lugar más discreto. ¿No habíamos quedado en que Primo de Rivera también es víctima de la guerra civil? ¿Por qué exhumarlo y cambiarlo de lugar ahora? Se ve que también molesta y que con el tiempo no se conformarán con esto, sino que lo sacarán del Valle de los Caídos como a Franco hace dos años. Por no hablar de los miles de casos de víctimas tanto de la guerra civil como de la dictadura que ahora van a ser exhumadas. ¿Es que nadie de este maldito gobierno va a dejar descansar a los muertos en paz? Se ve que a esta gentuza le gusta sacar a los muertos del lugar donde están. Y eso por no hablar del enorme gasto económico que va a tener todo este despropósito. Por no hablar del enorme peligro que supone para un país en teoría democrático que su gobierno restringa la libertad de expresión al perseguir y multar a los ciudadanos que tengan una buena opinión del franquismo. ¿Qué ocurre? ¿Es que nadie puede pensar bien de la gestión que durante 40 años realizó el régimen anterior? ¿Acaso hay que pensar sí o sí que la II República fue el paraíso mientras que la dictadura franquista fue el infierno personificado? A partir de ahora habrá que morderse la lengua y no hablar antes de que te pongan una multa de entre 200 y 150.000 euros. Por cierto, una medida que aparte de ir contra la libertad de expresión que otorga la constitución es más bien una medida que recuerda a regímenes dictatoriales como los que el propio gobierno afirma que era el propio franquismo.
Y no contestos con todo esto tenemos el adoctrinamiento que como en todo buen sistema totalitario va a llevar a cabo el gobierno para inculcar, distorsionar y manipular a los más jóvenes sobre la historia de España, siempre por supuesto en favor de la izquierda y del PSOE. Un PSOE que si ha señalado un día para las víctimas del franquismo no sé a qué esperan para señalar otro día que conmemore a las víctimas que ellos mismos persiguieron, encarcelaron y asesinaron tanto durante la II República como durante la guerra civil. Supongo que para el gobierno esos muertos son de segunda o tercera categoría y sí se merecían la muerte, a diferencia de las víctimas del bando nacional. Esto es lo que ocurre cuando el bando perdedor de una guerra civil intenta a través de las leyes y la manipulación histórica ganar ese mismo conflicto que perdieron ochenta años atrás. Por otra parte cabe preguntarse, ¿Si hay que acabar con todo el legado del franquismo por qué no se deroga la paga extraordinaria del mes de julio? Hay que recordar que esta paga la creo Franco y está vinculada con su alzamiento del 18 de julio de 1936. Se ve que no hay cojones para derogar según qué cosas, ya que ello conllevaría a la supresión de las pagas de los funcionarios, pensionistas y sobre todo, de los altos cargos de la administración. Se ve que Franco era muy malo para muchas cosas pero muy bueno para otras. Por eso hay cuestiones que es mejor dejarlas como están según algunos. Eso sí, para demoler una cruz que a excepción de los totalitarios que perdieron la guerra no estorba a nadie y que supone un símbolo de reconciliación y de paz, bien que están dispuestos desde el gobierno a estudiar la posibilidad de llevar a cabo ese escenario.
En resumen, con esta aberración que es obra de la hasta hace poco vicepresidenta Carmen Calvo se pretende de nuevo reabrir las viejas heridas de hace ochenta años y alimentar el odio de esas "Dos Españas" que a la izquierda tanto le interesa mantener con vida para beneficio propio. Esa izquierda que fue la verdadera promotora y artífice de la guerra civil y del declive totalitarista de la II República para convertir a España en una colonia socialista de la Unión Soviética. Esa izquierda liderada por el PSOE y la UGT que llevaron a cabo un golpe de estado en España, costando la vida a más de 2.000 personas mientras en Cataluña se proclamaba el "Estado catalán" por parte de ERC y el entonces presidente de la generalitat, Lluís Companys. Esa izquierda que se dedicaba a perseguir y a asesinar a todos aquellos que no comulgasen con su ideología. Esa izquierda que asesinaban a curas y monjas mientras incendiaban iglesias y conventos. Esa izquierda que amañaban elecciones para poder perpetuarse en el poder mientras perseguían y extinguian a sus adversarios políticos. Esa izquierda cuyo PSOE asesinó al líder de la oposición, José Calvo Sotelo, dando por por empezada la guerra civil. Esa izquierda capitaneada por el PSOE que aprovechó el estallido de la guerra civil para robar el dinero del Banco de España con el objetivo de llevárselo a la Unión Soviética. Esa izquierda que actuó como verdugo durante aquellos horribles años y que ahora proclama a los cuatro vientos su victimismo durante ese mismo tiempo. Esa izquierda y ese Partido Socialista Obrero Español cuyo pasado solo es homologable al del Partido Nacional Socialista Obrero Alemán. Esa izquierda y ese PSOE que deberían de estar ilegalizados tras haber pedido perdón por todos los crímenes que cometieron y de los que no se arrepienten.
Esta es la verdadera historia de la izquierda española y del PSOE. Ese partido que solo tiene como objetivo destruir a España y que tan bien lo están consiguiendo de la mano del actual presidente del gobierno, Pedro Sánchez. Un tipo que se puede catalogar a día de hoy como el Largo Caballero del siglo XXI, ese asesino que llegó a la presidencia del gobierno en 1936 y que tenía como objetivo sovietizar España al precio que fuese. Por cierto, es cuanto menos curioso que Sánchez y sus correligionarios ilegalicen entre otras la fundación Francisco Franco mientras la Fundación Francisco Largo Caballero sigue estando plenamente vigente. Supongo que será porque Sánchez admira a ese siniestro personaje como hace poco declaró en público. Un personaje que junto con Juan Negrín fueron los responsables directos de llevar a España a una carnicería de la que ahora culpan a la derecha y al bando nacional.
Con esto el PSOE no solo quiere mantener viva la llama de la discordia, sino que pretende ganar una guerra que ellos mismos perdieron hace ochenta y dos años. Creen que podrán borrar para siempre en la historia el nombre de Francisco Franco o José Antonio Primo de Rivera, dos líderes a los que no le llegan ni a la suela de los zapatos los criminales que hoy pretenden hacer olvidar la gran huella que ambos dejaron en la historia de España, y lo dice uno cuyos familiares lucharon en ambos bandos en la guerra civil. Ahora que venga el Frente Popular 2.0 a cerrar este blog por enaltecimiento del franquismo y/o de la guerra civil. Para mí será un placer que me cierren el blog por hacer uso de la libertad de expresión que me otorga la constitución española. Por otra parte me resulta curioso cómo un gobierno de criminales e irresponsables utilizan un asunto tan delicado como la guerra civil para tapar sus nefastas gestiones. Es como si en Estados Unidos los demócratas aprobasen en un momento determinado una ley sobre la guerra civil de 1861 con el fin de tapar los errores que pudiese realizar Joe Biden. Absurdo, ¿Verdad? Pues esto es a lo que hemos llegado en nuestro país.
En definitiva, otro día negro en la historia de España. Se ve que el gobierno no ha tenido suficiente con la sentencia del Tribunal Constitucional en la que asegura que Sánchez vulneró los derechos fundamentales de los españoles en el primer estado de alarma aprobado en marzo del año pasado, que ahora pretende también vulnerar el derecho a la libertad de expresión con esta ley sectaria, vengativa y totalitaria. Una ley que Pablo Casado ya ha dicho que va a derogar si llega al gobierno, ambos acontecimientos que dudo que se vayan a producir. La oposición se cree que estamos ante un gobierno que respeta la legalidad, y nada más lejos de la realidad. Este desgobierno está dispuesto a respetar la legalidad siempre que ésta los respalde, pero si la legalidad no le es favorable irán en contra de ella. Esto que acabo de escribir no lo afirmo yo solo, sino también el propio Pablo Iglesias Posse, fundador del PSOE, en 1910. Esto nos hace una idea de cuál es el concepto de democracia y de libertad que tienen estos sujetos, los cuales nos están despojando de nuestros derechos de forma incesante y sin despeinarse. Según dio a entender Sánchez el otro día, las elecciones generales serán en enero de 2024. La cuestión aquí es ¿Habrá una España en libertad que pueda votar dentro de dos años y medio? A este paso creo que no.