miércoles, 21 de julio de 2021

Desmemoria antidemocrática

Mientras toda España se encuentra sumida en plena oleada del Covid, la quinta ya, el gobierno ha aprobado hoy el anteproyecto de ley de Memoria Democrática. Una segunda parte de lo que en su día fue la ley de Memoria Histórica, aprobada por el gobierno de Zapatero en 2007 y que fue el origen de la reapertura del debate sobre la guerra civil y el régimen de Franco. Pues bien, lo aprobado hoy no es más que la consumación de lo que el gobierno del PSOE aprobó hace catorce años, teniendo como objetivo principal el reforzamiento de los principios totalitarios y sectarios que ya recogía la ley de Memoria Histórica. 

Entre las principales características de la ley de Memoria Democrática se pueden encontrar joyas como las siguientes: La catalogación de delito hacia aquellas personas que enaltezcan el franquismo o a los protagonistas del régimen anterior (Lo cual va en contra de la libertad de expresión que estipula la constitución española), la exhumación de víctimas de la dictadura, cuyo número superan ya los 300 casos (Aunque se cree que esta cifra aumenta hasta más de 25.000 casos), la anulación de cualquier tipo de sentencia dictada por los tribunales durante el franquismo así como la retirada de cualquier título nobiliario concedido durante esta época, el renombre del Valle de los Caídos como cementerio civil así como la expulsión de la congregación benedictina que allí reside, la posible demolición de la cruz de dicho monumento, la exhumación del cadaver del líder de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, la ilegalización de la fundación Francisco Franco y de otras asociaciones y/o fundaciones que defiendan el régimen franquista, la retirada de los símbolos relacionados con el franquismo, el adoctrinamiento de la "Memoria democrática" en las aulas y la declaración de los días 31 de octubre como "Día de las víctimas de la guerra civil y el franquismo" y el 4 de mayo como "Día de los exiliados". 

Para empezar me llama la atención el hecho de que ahora se hable de exhumar a Primo de Rivera para llevarlo a un lugar más discreto. ¿No habíamos quedado en que Primo de Rivera también es víctima de la guerra civil? ¿Por qué exhumarlo y cambiarlo de lugar ahora? Se ve que también molesta y que con el tiempo no se conformarán con esto, sino que lo sacarán del Valle de los Caídos como a Franco hace dos años. Por no hablar de los miles de casos de víctimas tanto de la guerra civil como de la dictadura que ahora van a ser exhumadas. ¿Es que nadie de este maldito gobierno va a dejar descansar a los muertos en paz? Se ve que a esta gentuza le gusta sacar a los muertos del lugar donde están. Y eso por no hablar del enorme gasto económico que va a tener todo este despropósito. Por no hablar del enorme peligro que supone para un país en teoría democrático que su gobierno restringa la libertad de expresión al perseguir y multar a los ciudadanos que tengan una buena opinión del franquismo. ¿Qué ocurre? ¿Es que nadie puede pensar bien de la gestión que durante 40 años realizó el régimen anterior? ¿Acaso hay que pensar sí o sí que la II República fue el paraíso mientras que la dictadura franquista fue el infierno personificado? A partir de ahora habrá que morderse la lengua y no hablar antes de que te pongan una multa de entre 200 y 150.000 euros. Por cierto, una medida que aparte de ir contra la libertad de expresión que otorga la constitución es más bien una medida que recuerda a regímenes dictatoriales como los que el propio gobierno afirma que era el propio franquismo. 

Y no contestos con todo esto tenemos el adoctrinamiento que como en todo buen sistema totalitario va a llevar a cabo el gobierno para inculcar, distorsionar y manipular a los más jóvenes sobre la historia de España, siempre por supuesto en favor de la izquierda y del PSOE. Un PSOE que si ha señalado un día para las víctimas del franquismo no sé a qué esperan para señalar otro día que conmemore a las víctimas que ellos mismos persiguieron, encarcelaron y asesinaron tanto durante la II República como durante la guerra civil. Supongo que para el gobierno esos muertos son de segunda o tercera categoría y sí se merecían la muerte, a diferencia de las víctimas del bando nacional. Esto es lo que ocurre cuando el bando perdedor de una guerra civil intenta a través de las leyes y la manipulación histórica ganar ese mismo conflicto que perdieron ochenta años atrás. Por otra parte cabe preguntarse, ¿Si hay que acabar con todo el legado del franquismo por qué no se deroga la paga extraordinaria del mes de julio? Hay que recordar que esta paga la creo Franco y está vinculada con su alzamiento del 18 de julio de 1936. Se ve que no hay cojones para derogar según qué cosas, ya que ello conllevaría a la supresión de las pagas de los funcionarios, pensionistas y sobre todo, de los altos cargos de la administración. Se ve que Franco era muy malo para muchas cosas pero muy bueno para otras. Por eso hay cuestiones que es mejor dejarlas como están según algunos. Eso sí, para demoler una cruz que a excepción de los totalitarios que perdieron la guerra no estorba a nadie y que supone un símbolo de reconciliación y de paz, bien que están dispuestos desde el gobierno a estudiar la posibilidad de llevar a cabo ese escenario. 

En resumen, con esta aberración que es obra de la hasta hace poco vicepresidenta Carmen Calvo se pretende de nuevo reabrir las viejas heridas de hace ochenta años y alimentar el odio de esas "Dos Españas" que a la izquierda tanto le interesa mantener con vida para beneficio propio. Esa izquierda que fue la verdadera promotora y artífice de la guerra civil y del declive totalitarista de la II República para convertir a España en una colonia socialista de la Unión Soviética. Esa izquierda liderada por el PSOE y la UGT que llevaron a cabo un golpe de estado en España, costando la vida a más de 2.000 personas mientras en Cataluña se proclamaba el "Estado catalán" por parte de ERC y el entonces presidente de la generalitat, Lluís Companys. Esa izquierda que se dedicaba a perseguir y a asesinar a todos aquellos que no comulgasen con su ideología. Esa izquierda que asesinaban a curas y monjas mientras incendiaban iglesias y conventos. Esa izquierda que amañaban elecciones para poder perpetuarse en el poder mientras perseguían y extinguian a sus adversarios políticos. Esa izquierda cuyo PSOE asesinó al líder de la oposición, José Calvo Sotelo, dando por por empezada la guerra civil. Esa izquierda capitaneada por el PSOE que aprovechó el estallido de la guerra civil para robar el dinero del Banco de España con el objetivo de llevárselo a la Unión Soviética. Esa izquierda que actuó como verdugo durante aquellos horribles años y que ahora proclama a los cuatro vientos su victimismo durante ese mismo tiempo. Esa izquierda y ese Partido Socialista Obrero Español cuyo pasado solo es homologable al del Partido Nacional Socialista Obrero Alemán. Esa izquierda y ese PSOE que deberían de estar ilegalizados tras haber pedido perdón por todos los crímenes que cometieron y de los que no se arrepienten. 

Esta es la verdadera historia de la izquierda española y del PSOE. Ese partido que solo tiene como objetivo destruir a España y que tan bien lo están consiguiendo de la mano del actual presidente del gobierno, Pedro Sánchez. Un tipo que se puede catalogar a día de hoy como el Largo Caballero del siglo XXI, ese asesino que llegó a la presidencia del gobierno en 1936 y que tenía como objetivo sovietizar España al precio que fuese. Por cierto, es cuanto menos curioso que Sánchez y sus correligionarios ilegalicen entre otras la fundación Francisco Franco mientras la Fundación Francisco Largo Caballero sigue estando plenamente vigente. Supongo que será porque Sánchez admira a ese siniestro personaje como hace poco declaró en público. Un personaje que junto con Juan Negrín fueron los responsables directos de llevar a España a una carnicería de la que ahora culpan a la derecha y al bando nacional. 

Con esto el PSOE no solo quiere mantener viva la llama de la discordia, sino que pretende ganar una guerra que ellos mismos perdieron hace ochenta y dos años. Creen que podrán borrar para siempre en la historia el nombre de Francisco Franco o José Antonio Primo de Rivera, dos líderes a los que no le llegan ni a la suela de los zapatos los criminales que hoy pretenden hacer olvidar la gran huella que ambos dejaron en la historia de España, y lo dice uno cuyos familiares lucharon en ambos bandos en la guerra civil. Ahora que venga el Frente Popular 2.0 a cerrar este blog por enaltecimiento del franquismo y/o de la guerra civil. Para mí será un placer que me cierren el blog por hacer uso de la libertad de expresión que me otorga la constitución española. Por otra parte me resulta curioso cómo un gobierno de criminales e irresponsables utilizan un asunto tan delicado como la guerra civil para tapar sus nefastas gestiones. Es como si en Estados Unidos los demócratas aprobasen en un momento determinado una ley sobre la guerra civil de 1861 con el fin de tapar los errores que pudiese realizar Joe Biden. Absurdo, ¿Verdad? Pues esto es a lo que hemos llegado en nuestro país. 

En definitiva, otro día negro en la historia de España. Se ve que el gobierno no ha tenido suficiente con la sentencia del Tribunal Constitucional en la que asegura que Sánchez vulneró los derechos fundamentales de los españoles en el primer estado de alarma aprobado en marzo del año pasado, que ahora pretende también vulnerar el derecho a la libertad de expresión con esta ley sectaria, vengativa y totalitaria. Una ley que Pablo Casado ya ha dicho que va a derogar si llega al gobierno, ambos acontecimientos que dudo que se vayan a producir. La oposición se cree que estamos ante un gobierno que respeta la legalidad, y nada más lejos de la realidad. Este desgobierno está dispuesto a respetar la legalidad siempre que ésta los respalde, pero si la legalidad no le es favorable irán en contra de ella. Esto que acabo de escribir no lo afirmo yo solo, sino también el propio Pablo Iglesias Posse, fundador del PSOE, en 1910. Esto nos hace una idea de cuál es el concepto de democracia y de libertad que tienen estos sujetos, los cuales nos están despojando de nuestros derechos de forma incesante y sin despeinarse. Según dio a entender Sánchez el otro día, las elecciones generales serán en enero de 2024. La cuestión aquí es ¿Habrá una España en libertad que pueda votar dentro de dos años y medio? A este paso creo que no. 

jueves, 15 de julio de 2021

El problema es el presidente

Si tuviese que comparar a Pedro Sánchez con un personaje de ficción, éste sería sin lugar a dudas Francis Urquhart, el protagonista de House of Cards (La buena y original, la británica), ya que a la hora de visualizar la serie parece que estás viendo al actual presidente del gobierno de España: Un tipo frío, sectario, calculador, manipulador, con ansias de poder y sin escrúpulos. Y es que lo ocurrido esta semana puede ser considerado como un hecho que únicamente podría ocurrir con Urquhart. Me refiero a la crisis de gobierno que se ha llevado por delante a casi medio gobierno, incluyendo a la ya ex-vicepresidenta Carmen Calvo, José Luis Ábalos, Isabel Celaá e Iván Redondo entre otros. 

La decisión de Sánchez de prescindir de todos aquellos que hace cuatro años le auparon de nuevo a la secretaría general del PSOE demuestra la falta de escrúpulos que tiene este repugnante ser. Un tipo que no ha dudado ni un solo momento en deshacerse de sus más estrechos colaboradores y ministros con el simple objetivo de prolongar su estancia en la Moncloa y sacrificar a sus peones con la excusa de que hay que regenerar el gobierno al encontrarnos ya en la segunda fase de la legislatura. Una segunda fase que promete venir cargada y no precisamente para bien, ya que solo hay que ver que esta crisis de gobierno ha sido la mayor desde la llegada del sistema constitucional de 1978 a España, lo cual quiere decir que aparte de lavar su imagen, Sánchez es consciente de que algo gordo se avecina, y no precisamente para bien. 

Y es que el jefe del ejecutivo sigue sin enterarse que el problema no son solo sus ministros, que también, sino él mismo. El principal problema que tiene España es ese ser repugnante llamado Pedro Sánchez, líder del PSOE y presidente del gobierno español. Un tipo que nos ha llevado a una situación extrema de la que solo podríamos salir en parte si este psicópata presentase su dimisión inmediata y diese por terminada su periodo en el poder. Un periodo este que se recordará como uno de los más negros de la historia reciente de España. Y es que no hace muchas horas hemos conocido que el Tribunal Constitucional ha fallado contra el recurso presentado por VOX contra el primer estado de alarma decretado por Sánchez en marzo del año pasado, llegando a la conclusión de que dicha medida fue inconstitucional.

No hay que ser un catedrático en Derecho Constitucional para saber que el confinamiento domiciliario llevado a cabo por Sánchez en 2020 era ilegal, ya que una medida de tan gran alcance solo podía ser ejercida dentro de un estado de excepción o de sitio, y jamás bajo un estado de alarma. Por cierto, cabe recordar que los estados de alarma deben renovarse cada quince días, y el segundo estado de alarma presentado por el gobierno ha durado medio año sin necesidad de prorrogación alguna por parte de las Cortes. Si el Tribunal Constitucional ha considerado que el gobierno ha vulnerado los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos (Lo que en otro país llevaría consigo la dimisión inmediata de todo el gobierno y la convocatoria de elecciones generales anticipadas) habrá que ver cuál es el dictamen que emitirá cuando se pronuncien sobre el segundo estado de alarma al que antes me he referido. 

Pero volviendo a la crisis de gobierno resulta sorprendente cómo Sánchez ha tirado por la borda a sus más estrechos colaboradores, entre ellos al todopoderoso Iván Redondo, jefe del gabinete de la presidencia del gobierno y considerado por todos como el "Rasputín" del gobierno Sánchez. Redondo, el cual es el hombre por el que Sánchez es hoy en día presidente y al cual se lo debe todo desde que accedió nuevamente al liderazgo del PSOE en 2017, ha caído de forma abrupta junto con todos los demás colaboradores que ayudaron a Sánchez a recuperar su silla en Ferraz y a ocupar la Moncloa en 2018. Todo esto no hace sino reafirmar la tesis de que nuestro querido Pedro no se casa con nadie a la hora de alcanzar o prolongar su estancia en el poder. Por mi parte solo puedo decirle a los ministros y colaboradores "Parados" un profundo "Joderos". Han creado un monstruo a la par que ellos pero éste se ha hecho grande y ahora a decapitado políticamente a todos aquellos que en su día lo auparon en el poder. Solo espero que en un futuro más próximo que tardío podamos verlos a todos, incluyendo a Sánchez, sentados en el banquillo por la gestión tan nefasta, criminal y traicionera que han realizado desde el gobierno.

Un gobierno al cual le cuesta un poco mencionar la palabra "Dictadura" a la hora de referirse a Cuba y a la crisis política y social que se está viviendo en la Habana en estos momentos. Del mismo modo que para hablar de Franco se les caen a todos la boca de pronunciar infinidad de veces el término "Dictador", no lo hacen así a la hora de hablar de los hermanos Castro, de Díaz-Canel, o del régimen totalitario de izquierdas que padece desde hace sesenta años Cuba. Lo mismo ocurre con Venezuela y Maduro cuando se le pregunta a este desgobierno sobre la situación en Caracas. Pero claro, ¿Cómo vamos a pedirles que utilicen estos términos nuestro gobierno? Si estos términos son los que se les puede clasificar a ellos perfectamente, ya que no hay otra forma de denominar a nuestro gobierno que con los calificativos que ellos mismos esquivan a la hora de pronunciarse sobre sus camaradas hispanoamericanos. Y esto será así por mucho que Sánchez cambie de ministros e intente lavar la imagen de su gobierno cesando a todos los ministros que ya no le son útiles, creyendo o haciendo creer éste que el problema son sus ministros, cuando el problema es él, el presidente.

sábado, 10 de julio de 2021

La historia se repite

En febrero de 1933 se produjo en Alemania el incendio del Reichtag (Parlamento alemán). Justo un mes antes se había producido la llegada al poder del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, liderados por el austríaco Adolf Hitler. El incendio de la cámara, el cual no se ha sabido hasta la fecha quién fue su verdadero verdugo, aunque se determinó en su momento que el comunismo alemán fue el verdadero responsable, supuso que el recién elegido canciller de Alemania llevase a cabo al día siguiente una serie de restricciones de los derechos fundamentales de los alemanes a través de un decreto que firmaría el por entonces presidente alemán, Paul Von Hindenburg. El ya mencionado decreto tuvo como principales objetivos la suspensión de la libertad de expresión, la libertad de asociación, la libertad de prensa, la libertad de reunión y el secreto de las comunicaciones, así como la autorización para que el gobierno pudiese registrar domicilios y confiscar los bienes privados, entre otras cuestiones. 

Este decreto que supuso la antesala para que Hitler declarase la ley habilitante un mes después y que tuvo como desenlace la instauración definitiva del nacionalsocialismo tras la muerte de Hindenburg un año después, fue el primer paso realizado por el gobierno nazi para poder instaurar su poder absoluto y restringir de este modo los derechos fundamentales de los ciudadanos. Pues bien, ochenta y ocho años después nos encontramos en España con una situación bastante parecida, donde el actual presidente del gobierno y líder del Partido Socialista Obrero Español, Pedro Sánchez, está ultimando un anteproyecto de ley de reforma de la seguridad nacional. Un anteproyecto en donde algunos detalles del mismo han salido a la luz a través de los principales periódicos nacionales. Entre los objetivos que se marca el gobierno a través de esta reforma figuran la autorización del gobierno de poder movilizar a toda la población española mayor de edad cuando se produzca en España una "Situación de crisis", la obligación de los medios de comunicación de colaborar con el gobierno, la posibilidad de requisar todo tipo de bienes tanto públicos como privados, así como la suspensión de cualquier tipo de actividad.

Por si esto fuera poco se ha sabido también que dicho anteproyecto tiene igualmente como objetivo el de reforzar el poder del presidente del gobierno, Pedro Sánchez, así como el del jefe de gabinete de la presidencia del gobierno, Ivan Redondo. Con esta futuro proyecto de ley se acuerda que sea el propio presidente del gobierno el que decida cómo y cuándo se declara en España el estado de Seguridad Nacional, sin necesidad de que tenga que recurrir a las Cortes para su aprobación como hasta ahora ha hecho. De la misma manera declara que la ley de transparencia podrá ser suspendida cuando el gobierno lo estime oportuno, así como la posibilidad de nacionalizar empresas y suspender los movimientos de capitales en el exterior. 

No hay duda de que Pedro Sánchez está decidido a cruzar la línea roja y convertir España en un estado dictatorial con él como jefe supremo. Lo que se está viviendo recuerda a lo que a principios de 1933 ocurrió en Berlín, donde Hitler aprovechó un ataque radical contra el parlamento para suspender los derechos de los ciudadanos. De momento en España no se tiene constancia de que vaya a ocurrir un suceso dramático de proporciones gigantescas que "Excuse" la aprobación de esta norma por el consejo de ministros y posteriormente por las Cortes Generales. De lo que se tiene constancia absoluta es de la tiranía y el peligro que supone para este país esa persona cargada de odio y resentimiento como es Pedro Sánchez Pérez-Castejón, un tipo cuyo único propósito es el de llevar a España hacia un estado totalitario en donde los derechos fundamentales queden suspendidos y el gobierno tenga el control absoluto de la situación. Un cambio de régimen desde dentro de la propia ley en el que el todavía jefe del estado y rey de España, Felipe VI, es un mero espectador que observa cómo el sistema político que él lidera y el futuro del país se van al traste mientras el jefe del gobierno se dedica a desmontar toda la estructura política, social y económica del país para crear una España a su manera. Sánchez al igual que Hitler va a por todas en su esquizofrénica y totalitaria idea de adueñarse del poder. 

Y es que no es ninguna casualidad que lo ocurrido en Alemania hace noventa años fuese obra del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán y lo que está ocurriendo en España lo sea gracias al Partido Socialista Obrero Español. Dos partidos políticos que se pueden considerar como lo peor que les ha ocurrido a sus respectivos países. En Alemania el nazismo está prohibido, mientras que en España el socialismo totalitario por el que siempre se ha caracterizado el PSOE sigue siendo todo un ejemplo a seguir. Por lo que respecta a sus líderes ya sabemos cómo acabó Hitler tras doce años de totalitarismo nazi. La cuestión ahora es ¿Cuál será el final de Sánchez tras consumir toda su vomitiva obra?, ¿La permanencia permanente en el poder?, ¿La salida del gobierno por la puerta de atrás?, ¿El enjuiciamiento por traición hacia su país?, ¿La cárcel? Muchas preguntas sin respuestas en esta España cuyo futuro se vislumbra más negro que nunca gracias a un dictador sin escrúpulos cuya sed de poder es insaciable y por la que todos pagaremos un alto precio. 

jueves, 8 de julio de 2021

No lo llames referéndum, llámalo consulta

Dos semanas después de los indultos que Pedro Sánchez ofreció a los golpistas catalanes, la situación sigue estando bastante movidita en España. Tras la comparecencia de Sánchez en Moncloa el pasado 22 de junio en donde anunciaba con todos los honores el indulto a los independentistas, ahora viene la segunda parte de la historia, que no es otra que la creación de dos mesas para el diálogo en donde el gobierno y la generalitat hablarán en una mesa de las cuestiones legales que desde dentro de la propia ley se pueden resolver, mientras que por el otro habrá una mesa en donde se discutirá de los asuntos que "Solo pueden ser solucionados fuera de la ley". Sí, por mucho que a algunos les sorprenda (A mí desde luego no) el gobierno del PSOE está dispuesto a todo con tal de permanecer en el poder hasta finales de 2023/principios de 2024, y esto incluye burlar el ordenamiento jurídico español para ofrecerles a los independentistas una "Consulta" en la que se pregunte solo a los catalanes sobre su postura concerniente el autogobierno. 

Un referéndum que Pedro Sánchez anunció el pasado día 30 de junio en el congreso que no se llegaría a producir jamás. Fue entonces cuando tras reírme de la falsa promesa realizada por este repulsivo ser pensé "No lo llames referéndum, llámalo consulta". Y es que no pasó más de 24 horas cuando desde el propio gobierno se hablaba ya de la posibilidad de realizar no un referéndum, sino una consulta. Un doble lenguaje con el que Sánchez quiere burlar la constitución y la soberanía nacional, ya que no hay ninguna solución legal que permita realizar un referéndum en Cataluña para decidir sobre su independencia o permanencia en España. Es por esto por lo que el gobierno realizará lo que ya supuse y escribí en mi última entrada: El ofrecimiento de un nuevo estatuto que reconozca a los cuatro vientos la existencia de la nación catalana así como un aumento del autogobierno en dicha comunidad autónoma. Con esta farsa, Sánchez llevará como consulta a Cataluña la aprobación o no de este estatuto, mientras que los independentistas lo disfrazarán de "Referéndum pactado sobre la independencia", aunque en este escenario no se hable de la independencia sino de la propia reforma del estatuto catalán. 

De esta forma en la cual Sánchez y los independentistas tomarán como gilipollas a todos los catalanes y al resto de españoles, ambas partes quedarán satisfechas por el hecho de haber logrado al fin el ansiado referéndum en el que los catalanes previsiblemente voten SÍ a la reforma del estatuto y con ello al reconocimiento de Cataluña como nación dentro de España, burlando a su vez la constitución y el ordenamiento jurídico nacional. Una burla más como la que Sánchez realizó hace dos semanas con los indultos y como tiene pensado de actuar la generalitat (Con el beneplácito del gobierno) utilizando el dinero público para pagar las multas que los líderes independentistas recibieron por los sucesos que éstos provocaron durante el proceso soberanista. Y es que no hay que olvidar que todo lo que realice este gobierno y sus cómplices será de espaldas a la ciudadanía y burlando la ley, ya que dentro de la legalidad vigente la única forma de poner fin a esta farsa sería reformando la constitución por la vía del artículo 168, lo cual llevaría a la convocatoria de unas elecciones generales constituyentes que Sánchez no quiere ni oír, ya que dichos comicios llevarían consigo la derrota de la izquierda y su posible salida del gobierno. 

Pero he aquí que no solo tenemos a los catalanes, sino que a esta fiesta también se han unido inesperaderadamente (O quizás no tan inesperadamente) los vascos, los cuales ya le han dado a Sánchez un plazo de dos años para que reconozca al País Vasco y a Cataluña como naciones. Todo un ultimátum el que le ha lanzado el PNV a Sánchez. Un Sánchez que está acabado políticamente y cuyos aliados saben perfectamente que deben de exprimir al máximo antes de su salida del poder en 2024, pues son conscientes de que nunca volverán a tener a un jefe del gobierno español tan dispuesto a sacrificar el país que preside por unos meses más para saborear el poder y sus privilegios. Es por ello por lo que no sería de extrañar que los acontecimientos se empiecen a acelerar a partir de septiembre de este año. Los Presupuestos Generales del Estado deben de aprobarse en otoño y Sánchez necesita como agua de mayo el apoyo de los independentistas para aprobar sus presupuestos y no verse obligado y humillado a prorrogar una vez más los presupuestos durante su presidencia. 

Sin embargo no hay que olvidar que hablamos de Pedro Sánchez. Para él la palabra "humillación" no existe, ya que carece de cualquier catadura moral y vergüenza para sentir dicha sensación a la hora de realizar algo. La misma de la que carecen sus aliados. Solo hay que ver cómo han reaccionado los condenados-indultados tras salir de la cárcel. Con una soberbia extrema y orgullosos de los actos por los que fueron detenidos, enjuiciados y condenados. La misma soberbia con la que nos obsequió en el congreso ni más ni menos que Gabriel Rufián, el cual se burló de Sánchez en el parlamento cuando éste prometió que jamás se celebraría un referéndum en Cataluña. "Denos tiempo" dijo Rufián jactándose de que el todavía presidente del gobierno aceptará cualquier cosa para conservar el poder, ya sea de forma legal o ilegal. Tenemos pues a un personaje peligroso y psicópata al frente del gobierno de la nación, el cual vendería a su madre por obtener un pedazo de poder o por mantenerlo. Ese es y no otro Pedro Sánchez, un tipo sin escrúpulos que sin embargo se presenta con toda solemnidad ante la sociedad como el Adolfo Suárez del siglo XXI en estos momentos en los que él cree que estamos viviendo la II Transición.

Ante la gravedad de todo esto uno se pregunta ¿Dónde coño está la oposición? El debate sobre los indultos demostró que si el gobierno está hundido, la oposición lo está aún más, ya que no había más que ver cómo se tiraban los trastos a la cabeza Pablo Casado y Santiago Abascal, el cual invitaba a Casado a presentar una moción de censura para denunciar la actuación del gobierno del PSOE. Una invitación que Casado rechazó absolutamente y por la que Abascal no está dispuesto a volver a pasar después de presentar la suya propia en octubre de 2020. Personalmente creo que en estas graves circunstancias hay que dejar a un lado los intereses personales y partidistas y presentar de forma constante mociones de censura hasta que el actual gobierno caiga o en su defecto agote completamente la legislatura. 

El candidato a la presidencia del gobierno en dicha moción no debe ser Pablo Casado, (Al cual sigo sin ver en la Moncloa, personalmente) sino una persona independiente que cuente con el respeto de los partidos de la oposición y que tenga como único punto de su programa la convocatoria de elecciones generales lo antes posible. Y no solo esto, sino que la oposición está no ya en el derecho sino en la obligación de presentar cuanto antes y de forma continua una moción de responsabilidad criminal al presidente del gobierno, como así establece el artículo 102 de la constitución y del que ya he hecho otras veces referencia. Pero por desgracia nada de esto ocurrirá. 

El PP cree que estamos en 2011 y que esto no es más que la segunda parte de la caída del alumno aventajado de Zapatero, y nada más lejos de la realidad. El PP, VOX, Casado y Abascal deben tener en cuenta que esto no es un escenario más en el sistema constitucional de 1978, sino que estamos ante un momento trascendental en el que aquí nos estamos jugando algo mucho más importante que en otras ocasiones. Si la derecha no ve la importancia del momento que estamos viviendo y no lucha por mantenerse unida, Sánchez y los enemigos de España habrán ganado y la derecha habrá perdido una oportunidad histórica. Y lo peor es que esa victoria de Sánchez y sus aliados ya la tienen éstos en la palma de sus manos.