viernes, 26 de enero de 2018

Felicidad, qué bonito nombre tienes

Hay una canción de la mexicana Julieta Venegas muy conocida por todos y que tiene ya algunos años. Es la famosa canción de "Limón y sal". En ella hay una frase que resume muy bien la opinión que yo tengo acerca de la felicidad. La frase dice así; "Tengo que confesarte ahora, nunca creí en la felicidad. A veces algo se le parece, pero es pura casualidad". Fíjense si estoy de acuerdo con esta frase que hasta la tengo de estado en mi perfil de Whatssap. Y es que al igual que Julieta Venegas, yo no creo tampoco en la felicidad, aunque exista en algún momento de mi vida que crea que ese periodo por el que estoy pasando se asemeja mucho a ese estado de ánimo. Pero ante todo cabe preguntarse, ¿Qué es la felicidad? Según la Real Academia Española, la felicidad es; 1º "El estado de grata satisfacción espiritual y física". 2º "Es la persona, situación, objeto o conjunto de ellos que contribuyen a hacer feliz". 3º "Es la ausencia de inconvenientes o tropiezos". Este es el significado que nos explica la RAE, aunque por supuesto se puede considerar que la felicidad es algo abstracto que algunos comprenden desde la emoción hasta los sentimientos. Podemos decir pues que la felicidad es algo muy difícil de explicar, y que todavía se discute sobre si es un fenómeno temporal o permanente en nuestras vidas, e incluso si existe o no. Por lo que a mí respecta, si una persona me preguntase, ¿Y tú qué crees que es la felicidad? Yo respondería que no puedo decir lo que es, ya que no creo en la existencia de la felicidad, sino en los buenos periodos de la vida, los cuales son limitados, al igual que los malos. Aunque muchas veces los buenos parece que transcurren mucho más rápidos que los malos, pero eso ya es otra historia...

Es por ello por lo que cuando escucho a una persona decir "Soy feliz", yo personalmente me alegro por esa persona cuando pronuncia esta frase, porque es señal de que las cosas le están yendo bien en la vida en ese instante, pero interiormente reflexiono y me pregunto "¿Qué considerará esta persona por 'Felicidad'?", e incluso voy más lejos y me pregunto "¿Esta persona considera que va a ser feliz, como él o ella dice, toda su vida?". Ya he dicho anteriormente que se puede discutir sobre la existencia o no de la felicidad, y sobre la duración de ésta en caso de que exista. Por ello, partiendo de la base de que la felicidad es algo que existe, podemos llegar a la conclusión de que ese fenómeno es temporal. ¿Por qué? Pues porque nadie durante toda su existencia puede tener un escenario constante de buenas noticias, buenos momentos, alegrías, estabilidad económica y sentimental, así como buena salud. Una persona puede tener momentos concretos en su vida donde todos estos factores irrumpan de manera espontánea y perduren durante una buena temporada, pero llegará el momento en que todos estos factores se disipen con la misma rapidez con la que ha venido. La vida se puede considerar al fin y al cabo que es eso; Un periodo concreto en el que durante un tiempo podrás tener momentos de alegría, pero que luego se ensombrecen con las fatalidades que te tiene deparado el destino cuando menos te lo esperas. 

Algunos dirán al leer esto; "Este tío es un pesimista", lo cual es cierto. Pero no porque no crea en la felicidad o porque crea que la vida es una noria donde lo mismo uno está en lo más alto y en pocos instantes en lo más bajo, sino porque la vida misma y la experiencia de los hechos que vives es lo que hace a uno llegar a creer en esta tesis. En lo que a mí respecta se puede decir que si Dios quiere, todavía me queda mucho por aprender, puesto que sólo cuento con 25 años y quizás sea algo bastante atrevido por mi parte el hablar a mi corta edad del término "Experiencia", pero por lo poco que he vivido hasta ahora puedo corroborar que esta tesis que defiendo es tan real como la vida misma. Por lo tanto si alguien me preguntase ahora mismo; "¿Entonces tú te consideras feliz o no?", yo respondería que estoy bien, o que estoy atravesando una racha tranquila y satisfactoria, pero jamás me atrevería a decir "Soy feliz", puesto que como ya he dicho, yo no creo en la felicidad, e incluso independientemente de que no crea en ella, es un término que me produce cierto miedo. Como ya he dicho, muchas personas utilizan este término para definir sus emociones en un momento concreto, pero no es menos cierto que a muchas personas dejan de sonreírle esa "Felicidad" al poco tiempo que presumen de ella. Por ello creo que, para evitar cambios bruscos es mejor añadir un "Estoy bien", o simplemente un "No me puedo quejar", pero nunca presumas de felicidad, puesto que la vida es irónica y puede arrebatarte todo aquello que crees que no podrá desprenderse de ti jamás.

Por ello cuando por alguna circunstancia uno atraviesa una buena racha, incluso sin creer en la felicidad puede pensar por un momento que ésta existe, pero luego la vida te demuestra, como bien dice la canción, que es pura casualidad. Si algo nos enseña la vida es que no vivimos en un cuento de hadas donde el príncipe y la princesa "Viven felices para siempre y comen perdices". Nada de eso. Quizás el problema sea que en nuestra edad adulta vamos buscando esa felicidad que vemos en las películas de dibujos animados cuando somos niños, y no seamos conscientes de que quizás sólo estamos ante un espejismo. Una falsa ilusión en la que la vida se nos antoja maravillosa y radiante, sin problemas ni preocupaciones. Esa es la belleza de esa ilusión, pero sólo es eso, una ilusión, donde ese bonito nombre llamado "Felicidad" viene acompañado de una serie de sueños en una vida que soñamos perfecta y la creemos posible de alcanzar algún día. Pero luego te despiertas y te encuentras que como dijo Calderón de la Barca; "¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción. Y el mayor bien es pequeño: Que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son".  

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