Qué curioso es el ser humano y qué hipócrita es al mismo tiempo. Me
resulta sorprendente cómo la gente viene estos días con la famosa y mítica
frase de estas fechas "En Navidad hay que ser solidario". Veamos, en
lo que a mí respecta me parece muy bien que cada uno haga lo que estime
oportuno y conveniente, y si a las personas les da por ser solidarias y
bondadosas creo que es una buena noticia porque es señal de que el mundo no
está tan perdido como se esperaba (Aunque esto último poco importa ya a estas
alturas de la película). Pero una cosa es predicar con la solidaridad y otra es
hacer el hipócrita todos los años. Señores, ¿Por qué hay que ser solidario y/o
buena persona en estas fechas y no en los once meses restantes del año?, ¿O es
que acaso la solidaridad es algo que se realiza sólo durante un mes para calmar
la conciencia humana y luego nos olvidamos de los demás porque cada uno vuelve
a sus rutinas diarias y no hay tiempo y/o ganas para pensar en el prójimo? De
eso precisamente quiero hablar esta noche; De la hipocresía que destila en
general el ser humano en estas entrañables fechas.
Resulta curioso que el sentido social y de la solidaridad se active de
manera automática en nuestro cerebro sólo durante unas cuatro semanas y luego
actuemos como si la pobreza, la escasez, el hambre, la falta de trabajo y todos
los problemas habidos y por haber no existiesen. ¿Qué hacemos a lo largo del
año? Cuando vemos a un pobre solemos decir "Pobrecito, qué mal lo debe de
estar pasando" (Por no hablar de aquellos que exclaman; “Deberían de
quitar a los mendigos de la calle, que dan muy mala imagen). Ahí acaba nuestra
solidaridad. En cuanto dejamos a esa persona a nuestras espaldas ya nos
olvidamos de ella y de su situación. En cambio, si estamos en fechas navideñas
uno tiene "El detalle" de darle 1 o 2 euros a ese mendigo después de
decir "Pobrecillo, vamos a darle algo que estamos en Navidad". ¿Por
qué ahora sí y antes no?, ¿Para quedar bien ante tu conciencia y cumplir con tu
parte de solidaridad, quedando de paso bien socialmente al llevar a cabo esa
actividad de manera pública? (Algo muy propio en muchos Católicos, que olvidan
que Jesús dijo “Cuando des limosna, no dejes que tu mano izquierda sepa lo que
hace la derecha”), ¿Porque nos meten los medios en la cabeza que en estas
fechas debemos de ser mejores personas?, ¿Porque estas fechas nos hace sentir
más sensibles?, ¿Porque queremos que los Reyes Magos nos traigan muchas cosas y
siempre es bueno dejarte ver cómo realizas algún que otro gesto humano para que
vean que te has portado muy bien?
Hasta aquí en lo que respecta a la solidaridad. En lo concerniente al
comportamiento general de la sociedad en estos días, la conducta no se vuelve
menos hipócrita. Por mi parte debo confesar que yo como Cristiano amo la
Navidad, puesto que conmemoramos (Por mucho que les joda a algunos) el
nacimiento de Jesucristo, así como la despedida del año saliente y la llegada
del entrante. Pero que ame la Navidad no me exime de considerarla en parte una
festividad que se ha convertido con el paso del tiempo en una fiesta hipócrita.
En estas fechas todos somos buenas personas y nos queremos a rabiar, todos
somos solidarios, todos nos reconciliamos y perdonamos los errores cometidos
por los demás el resto del año. Sin embargo, cuando pasan estas fechas y los
Reyes Magos y Papá Noel se han ido por fin con los camellos y los renos a tomar
por culo a cogerse sus vacaciones al Caribe, todo vuelve a la normalidad, es
decir, volvemos a distanciarnos de nuestras familias, de nuestros amigos y de
nuestros conocidos. El perdón que se había concedido en Nochebuena o Nochevieja
pasa a ser un "Perdono pero no olvido", los "Te quiero" que
se pronuncian supuestamente con el corazón en esos días pasan a convertirse
después en un "Qué sí, que te quiero, pero no te lo voy a estar diciendo
todos los días". Los reencuentros pasan de un "A partir de ahora,
unidos para siempre" a decir "Bueno, ya si eso nos pegamos un toque y
nos llamamos cuando tengamos tiempo".
Ese es el "Espíritu navideño" que el ser humano destila
durante unos días, que no deja de ser en realidad "Un rito anual lleno de
falsedad que hay que cumplir de cara a la galería". Con lo cual la única
conclusión a la que puedo llegar después de analizar esto es que el ser humano
es un ser hipócrita, falso y despreciable, el cual pasa de ser insolidario,
rencoroso y distante, a ser la persona más bella del mundo durante unos días.
Una vez concluida la función, la especie humana respira aliviada, consciente de
que ya ha pasado “El coñazo de poner buenas caras y felicitar a todo el
personal” y vuelve a su comportamiento natural durante los once meses
restantes. ¿Por qué se hace esto?, ¿Es por lo que nos inculcan en los medios,
como ya he mencionado antes? Siendo así, la especie humana además de actuar muy
bien es manipulable, además de no tener la capacidad racional suficiente como
para pensar por sí misma en un cambio de actitud al no ser que desde instancias
superiores (En este caso, los medios) les diga que deben de actuar y
comportarse de ese modo. En definitiva, vivimos en un mundo donde la solidaridad
y el espíritu bondadoso existe sólo, y de manera hipócrita, durante unas cuatro
semanas a lo largo del año. El resto del tiempo, volvemos a putear a todo aquel
que nos encontramos por nuestro camino. En cambio, eso sí, el espíritu del
consumismo, la gran protagonista por desgracia en estas fechas (Y promovida
también por los medios), es el único elemento por el que el ser humano ni
renuncia, ni cambia, ni deja la oportunidad de escapar en todo el año, ni por
supuesto en Navidad. Así que, señoras y señores, aprovechen estos días en los
que "El buen espíritu" inunda nuestras calles, porque cuando pasen
estos días todos volveremos a quitarnos la máscara. Esa máscara que muy bien
describe de forma metafórica Stanley Kubrick en su enigmática película navideña
"Eyes Wide Shut" y que demuestra que la raza humana es en realidad
una especie falsa.
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