miércoles, 31 de mayo de 2017

La historia interminable

Volvemos a las andadas con el proceso de (no) independencia de Cataluña. Después de más de un año en el que la cosa ha quedado aparcada debido a la situación política en la que se ha encontrado España durante el pasado año, Puigdemont y Junqueras vuelven a la carga con su papel dentro de este teatro orquestado en 2012 por Artur Mas y el gobierno de Rajoy. Los dirigentes de la Generalitat catalana se preparan, ahora sí, para la convocatoria de un referéndum para la independencia en octubre de este año, y si el Estado decide suspender ese referéndum, el gobierno catalán proclamará directamente la independencia este mismo verano.

A partir de aquí me hago yo una serie de preguntas; ¿Por qué con un gobierno en funciones en España el año pasado no se atrevió entonces a convocar este referéndum desde Barcelona?, ¿Por qué incluso no se atrevieron directamente a declarar la independencia cuando en Madrid se hablaba de la continuidad o no de Rajoy? Pues por una razón muy sencilla; Todo esto es una obra teatral digna de Shakespeare. Cataluña no busca en ningún caso la ruptura con España porque eso supondría una serie de desventajas que los catalanes pagarían de una forma bastante cara a lo largo de los próximos años. Aquí lo que está en juego es el pacto fiscal que desde Barcelona se ha venido pidiendo insistentemente desde hace unos años. ¿Qué mejor manera de presionar al gobierno español? Pues presionando día sí y día también con una convocatoria que nunca llega, o que mejor dicho, que sí llegó pero de la cual se hacen oídos sordos por ambas partes. 

El 9 de noviembre de 2014, Cataluña celebró un referéndum ilegal amparado por el gobierno español donde salió mayoritariamente la opción secesionista. Claro, una vez celebrada la consulta había que seguir con la pantomima y Artur Mas defendía un referéndum, esta vez de verdad, para consultar a los catalanes. Como desde Madrid se hacían los estrechos, Mas convoca elecciones plebiscitarias el 27 de septiembre de 2015. El resultado de esas elecciones es la victoria de los partidos independentistas (Osea, un sí a la independencia de manera de facta), pero claro, los resultados no son mayoritarios en favor de la desaparecida Convergencia y ERC, por lo que después de dos "referéndums" consecutivos, un cambio de presidente catalán de por medio y una sociedad que harta ya de este espectáculo vuelve a mostrarse partidaria de seguir dentro del estado español según todas las encuestas, los rupturistas continúan pidiendo una consulta legal que les permita a los catalanes "hablar de forma clara".

Como se puede ver estamos ante una tomadura de pelo de las que hacen historia. Yo personalmente he escrito aquí durante todos estos años mi preocupación por la deriva independentista en Cataluña. Hasta que llegado el año pasado y vista la actitud de los políticos catalanes ante el panorama que se vivía en el resto del país (Una situación de crisis constitucional en la que la independencia catalana hubiese puesto la guinda en el pastel), supe que todo esto no es más que una farsa que cuenta con la colaboración de Madrid, con un propósito el cual yo desconozco. Como muestra de ello sólo hay que observar que hace unos días, después de que el gobierno catalogase, después de más de cinco años, el proceso como "Un golpe de estado", invito a Puigdemont a explicar su proyecto anticonstitucional en el Congreso de los diputados. Otro ejemplo es el aplazamiento del anuncio que ayer se iba a producir acerca del día y la pregunta para el referéndum debido a la llamada que se ha producido entre Rajoy y Pedro Sánchez, donde el líder socialista ha dado su apoyo al presidente del gobierno en este asunto. Todo un ejercicio de valentía y de confianza en este proceso por parte de Puigdemont y Junqueras...

Para terminar tengo que añadir que aquí no se va a producir referéndum ninguno, ni se va a producir una declaración unilateral de independencia, y ni muchísimo menos se va a aplicar el artículo 155 de la Constitución. Cuando estemos en octubre veremos cómo los catalanes seguirán exigiendo su ansiado referéndum mientras el gobierno hace alusión a la ley y a la Constitución para negarse a ello, es decir, lo mismo que llevamos viendo desde hace cinco años. Por otra parte tengo que añadir que aunque esto sea una farsa absoluta, no quita que en el futuro Cataluña se independice de España. Eso es seguro que va a ocurrir, al igual que también se independizará el País Vasco y otras regiones de nuestro país, pero eso será más adelante. De momento podemos decir que España va a seguir "mal unida" durante unos años más, por lo que este proceso de (no) independencia tendrá su fin en el momento en el que el gobierno español acepte el pacto fiscal que piden desde Barcelona. No hará falta reformar la Constitución para declarar a España una "Nación de naciones" ni para remarcar la "Plurinacionalidad" de nuestro país (Cosa que es una completa y absoluta gilipollez). En el momento en el que haya un acuerdo económico, todo esto será historia, y la independencia de Cataluña, el País Vasco y el resto de CCAA tendrá que esperar por lo menos hasta el año 2050.

martes, 30 de mayo de 2017

Kennedy; ¿Héroe o villano?

Hoy se han cumplido 100 años del nacimiento de John Fitzgerald Kennedy, el trigésimo quinto presidente de EEUU que fue asesinado a la vista de todo el mundo aquel 22 de noviembre de 1963. Quien espere que desde aquí voy a realizar mi particular homenaje al asesinado presidente está muy equivocado. Desde todos los medios de descomunicación se hace hincapié en que Jack Kennedy fue un presidente que cambió el mundo y la historia durante sus casi tres años al frente de la primera potencia mundial. Es por ello por lo que coincidiendo con su siglo de nacimiento, esta noche me voy a centrar en la vida y obra de uno de los personajes más relevantes y quizás más sobrevalorados del siglo XX.

Personalmente tengo que añadir que no considero a Kennedy un mal presidente, aunque tampoco lo considero bueno. Si tengo que catalogar a Kennedy lo hago de la siguiente manera: Un tipo pijo, presumido y mujeriego que consiguió llegar a lo más alto aprovechando las circunstancias en las que estaban inmersos tanto EEUU como el resto del mundo en el año 1960, y cuya muerte lo elevó ante los altares convirtiéndose injustamente de un presidente pasable a un símbolo mundial. Hay que recordar que en las elecciones presidenciales de 1960 era el entonces vicepresidente de Eisenhower y candidato republicano Richard Nixon quien según todas las encuestas sería el nuevo inquilino de la Casa Blanca. Como todo el mundo sabe, el famoso debate preelectoral televisado entre Kennedy y Nixon provocó un giro radical en la campaña que terminó con la victoria contra todo pronóstico del senador Kennedy, convirtiéndose en el segundo presidente más joven que hasta entonces había tenido EEUU (Sólo superado por Theodore Roosevelt). Debo añadir que esta derrota por parte de Nixon provocó un odio y un rencor personal de éste hacia su rival y hacia todo el clan Kennedy que le acompañaría durante su presidencia en los años setenta y en general durante toda su vida.

Se dice que las políticas tan radicales que llevó a cabo Kennedy fueron las desencadenantes para su asesinato en Dallas en noviembre del 63. Personalmente creo que esta tesis es absurda, aunque no toda ella. El asesinato de Dallas se produce a mi entender por dos cuestiones fundamentales en el mandato del joven presidente; La fallida invasión de Bahía de Cochinos en 1961, así como la crisis de los misiles de Cuba en octubre de 1962. El intento fallido de la invasión de Cuba por parte de los exiliados cubanos con el apoyo de EEUU será el desencadenante para que desde la Habana pusieran los ojos sobre el presidente estadounidense y vieran en él un peligro para los intereses cubanos. Posteriormente se produce la crisis de los misiles de la Unión Soviética ubicados en Cuba. Este hecho provoca el casi estallido de una Tercera Guerra Mundial entre las dos superpotencias mundiales. Finalmente un acuerdo de última hora entre EEUU y la URSS provoca que el estallido inminente de la guerra se detenga. ¿Por qué este hecho es a mi entender el desencadenante del asesinato de Kennedy? Muy sencillo, el acuerdo entre EEUU y la URSS para evitar la guerra consistía en que Rusia retirase todo su armamento nuclear de Cuba a cambio de que Washington se comprometiese a retirar el suyo en Turquia y no intentase intervenir nuevamente en la Habana. Un acuerdo que aunque evitó in extremis una guerra que hubiese supuesto la extinción de la raza humana, provocó en cambio toda una indignación en los altos mandos de las Fuerzas Armadas estadounidenses y otros organismos gubernamentales, ya que para los americanos este acuerdo era una humillación hacia la primera potencia mundial y una rendición absoluta ante el Kremlin. Se puede llegar a la conclusión de que el asesinato del primer presidente católico estadounidense un año después fue la consecuencia de estos dos hechos que marcaron su mandato. No quiero decir con esto que fuesen los propios cubanos o el ejército estadounidense en complot con otros organismos los que orquestaron el magnicidio de Kennedy y la inminente llegada al poder de Lyndon Johnson (El cual también se vio beneficiado por el asesinato al asumir la presidencia, paralizando con ello algunos escándalos que le afectaban y por los que podía ser juzgado), pero sí que algunas de sus actuaciones que mostraban signos de debilidad pudieron ser en parte la causa de su asesinato.

Aún así tengo que añadir que bajo ningún concepto considero a John Fitzgerald Kennedy como un "Revolucionario", ni un "Antisistema", ni un "Presidente del cambio" como muchos se empeñan en afirmar, en especial desde ciertos sectores de la izquierda. Nuestro protagonista fue como ya he dicho antes un oportunista de clase alta que contra todo pronóstico consiguió el liderazgo de la primera potencia mundial pero no quiso o no supo ser lo suficientemente ágil como para contentar al establishment estadounidense del que tanto él como su familia formaban parte. Para finalizar tengo que decir también que me llama poderosamente la atención en todo esto la forma en la que se intenta esconder y/o ocultar su posible implicación en la muerte de su ex amante y posteriormente amante de su hermano Robert; la actriz Marilyn Monroe. Un suceso oscuro de la historia de Hollywood que pudo guardar más relación con cuestiones políticas que con cuestiones de problemas de salud de la propia actriz. En resumen, podemos llegar a la conclusión de que Jack Kennedy y su familia no eran unos santos que se preocupaban por el bienestar y los derechos civiles de la población, sino más bien por los suyos propios. Pero como bien dice el gran Anthony Hopkins en la impresionante película sobre Richard Nixon, "La historia te tratará depende de quién la escriba", y en este caso (Y en contraposición a lo que le ocurrió al propio Nixón), los historiadores se han posicionado a favor de Kennedy de manera rotunda. Por ello, después de un siglo de su nacimiento y transcurridos ya más de 50 años de su asesinato, todavía no sabemos exactamente qué se escondía realmente tras aquél tipo que ha sido independientemente de sus actos, uno de los presidentes estadounidenses más relevantes de la historia, no ya por su polémico y misterioso asesinato que cambió el curso de la historia, sino por el periodo tan relevante para la humanidad en el que le tocó gobernar la nación más poderosa del mundo.

lunes, 22 de mayo de 2017

Pedro Sánchez; El renacimiento del Ave-Fénix español

Pedro Sánchez ha vuelto, y ha vuelto por la puerta grande. Al igual que el Ave Fenix renace de sus cenizas, el político madrileño ha renacido de las suyas propias tras el golpe del aparato liderado por Felipe González y Susana Díaz el pasado 1 de octubre. Ahora, siete meses después de aquello, Sánchez le ha devuelto la pelota a todos sus detractores y ha vuelto con el apoyo masivo de la militancia socialista a la secretaría general del PSOE. Un PSOE que ya no será el mismo desde esta noche, y que experimentará a partir de mañana un cambio cuyas consecuencias son poco positivas.

Independientemente de quién ganase esta noche, el partido socialista se iba a partir por la mitad después de conocerse los resultados de las primarias. Si Susana Díaz hubiese sido la ganadora, en estos instantes la indignación estaría del lado del sector más izquierdista liderado por Sánchez. Como ha surgido contra todo pronóstico el resultado inverso, ahora la indignación está del lado más conservador del partido. Es por ello por lo que creo que a partir de ahora se van a producir una serie de dimisiones que tendrá como desenlace la creación de un nuevo partido socialdemócrata por parte de aquellos que defienden un modelo más tradicional dentro de la socialdemocracia española. Del mismo modo estoy plenamente convencido de que si Díaz hubiese ganado hoy, algunos del sector más progresista estarían hablando ahora de la posibilidad de formar un nuevo partido a la izquierda del PSOE, capaz de disputarle el espacio de la izquierda española a Podemos.

Aunque yo daba por descontada la victoria de Susana Díaz en el día de hoy, la victoria de Pedro Sánchez es lógica en muchos sentidos. La militancia socialista no ha perdonado en absoluto lo ocurrido el pasado 1 de octubre, donde se produjo un auténtico golpe de estado perpetrado por Felipe González y Susana Díaz con el objetivo de desbancar a Sánchez del liderazgo socialista y otorgarle el poder nuevamente a Rajoy después de casi un año de gobierno en funciones y dos elecciones generales consecutivas. La propia Díaz es un personaje que no cuaja en absoluto dentro del electorado del PSOE, que ven más en ella a una candidata infiltrada de la derecha en el PSOE que a una socialista auténtica que quiere cambiar el partido y España. Tampoco ha ayudado mucho la arrogancia de Susana ni su torpeza a la hora de llevar esta campaña, la cual ha sido más promocionada desde los medios conservadores que desde los supuestamente izquierdistas. En resumen, podemos decir que todos aquellos factores que jugaron en octubre en favor de los "golpistas", se han vuelto en contra de todos estos siete meses después. Esa es la explicación más breve de la victoria de Pedro Sánchez esta noche.

Por supuesto esto no quiere decir que Susana Díaz vaya a tirar la toalla después de lo ocurrido hoy. La sevillana se mantendrá durante unos meses al margen para volver a la primera línea dentro de un año más o menos con el objetivo de desbancar por completo a Sánchez y erigirse de una vez por todas con el liderazgo socialista, o por el contrario se unirá a una serie de personajes relevantes e históricos dentro del PSOE con el objetivo de fundar un partido socialista liderado por ella. De lo que no cabe duda alguna es de que la guerra dentro del PSOE no ha hecho más que comenzar, y los vítores de los seguidores de Sánchez al grito de "Susanista el que no bote", o las propias palabras de Díaz anunciando que se pone a disposición del partido, que no a disposición del nuevo secretario general, nos da una idea de por dónde van a ir los tiros a partir de ahora en la calle Ferraz. O Pedro Sánchez actúa con astucia a partir de mañana eliminando a todos aquellos oponentes dentro del partido, o con toda probabilidad volverá a ser víctima de una conspiración que le obligue a abandonar para siempre la secretaría general del partido. Pedro ha tenido muchísima suerte esta vez, y ha conseguido recuperar gracias a la militancia lo que la élite le quitó hace más de medio año, pero eso no quiere decir que el madrileño pueda desde ya cantar victoria, todo lo contrario. A partir de ahora tendrá que hacer limpieza general y eliminar a todos sus enemigos que esperan ya su segunda y definitiva caída dentro de un tiempo.

Eso en lo concerniente al partido. En lo que respecta al estado no va a producirse ningún cambio real. La moción de censura de Pablo Iglesias contra Rajoy no va a contar con el apoyo del PSOE, y por supuesto Sánchez no va a tener la torpeza de presentarle una moción de censura en cuanto vuelva a ocupar el liderazgo de la oposición. Rajoy tiene todas las cartas a su favor y sabe que mientras la oposición continúe enfrentada, su cargo en la Moncloa está más que asegurado. Me reafirmo cuando digo que el gallego seguirá muchos años al frente del gobierno, y que sólo se irá como al igual que Fraga, exista una oposición unida capaz de echarlo de la presidencia del gobierno. Con esto quiero decir que Pedro Sánchez ha vuelto al liderazgo del PSOE pero con toda seguridad no será nunca presidente del gobierno. Realizará su labor de oposición e intentará desbancar a Rajoy, pero no lo conseguirá. Primero porque lidera un partido que después de lo ocurrido hoy, la fragmentación está asegurada, y segundo porque no dispone de unos apoyos seguros que le permitan echar al PP del ejecutivo.

Personalmente tengo que añadir que no comparto las ideas de Pedro Sánchez, pero al igual que lo dije en octubre, lo digo ahora nuevamente; Es un tipo que me cae bien, y que ha sabido plantarle cara a más de uno a lo largo de todo estos meses, lo cual es suficiente para que tenga mis respetos. Me alegra que haya recuperado el cargo que tan injustamente le fue arrebatado pero no creo que por desgracia su buena fortuna le dure mucho tiempo. Después de lo de hoy hemos retrocedido no ya al 1 de octubre sino al 30 de septiembre, donde la palabra "inestabilidad" era la protagonista en todos los medios. A partir de mañana esa palabra volverá a sonar en muchos lugares y encontrarán de nuevo a Pedro Sánchez como el principal responsable. Con lo que las espadas volverán a desenvainar tanto a nivel interno del PSOE como a nivel externo entre PSOE, PP, Podemos, Ciudadanos y el resto del aparato del estado, teniendo todos estos un mismo objetivo: Desbancar definitivamente a Pedro Sánchez. La guerra está servida y con el regreso en volandas del líder socialista, lo que suceda a partir de ahora va a ser de todo menos aburrido en España.

miércoles, 17 de mayo de 2017

Arriba y abajo

No acostumbro a escribir sobre películas y series, pero creo sinceramente que esta ocasión bien merece una entrada. Anoche terminé de ver la impresionante serie británica de los años 70; "Arriba y abajo". Una serie en la que se relata la vida de una familia aristócrata de la Inglaterra de primeros del siglo XX, así como la vida de los criados de dicha familia, que viven en la casa inferior de sus señores. Los aristócratas son la familia Bellamy, que está compuesta por el honrado político del partido conservador inglés, Richard Bellamy, su esposa, la aristócrata Marjorie Bellamy, y los dos hijos de éstos, James Bellamy y Elizabeth Bellamy. En la casa de abajo se encuentra la servidumbre, compuesta por el mayordomo, Angus Hudson, conocido por todos como el señor Hudson, la cocinera, Katie Bridge, más conocida como la señora Bridge, la joven doncella, Rose Buck, y otros sirvientes. A lo largo de la serie se vive la historia del Reino Unido desde el año 1903 hasta el año 1930, donde se narran sucesos como la Primera Guerra Mundial, el crack de 1929, el hundimiento del Titanic, etc. Todo ello durante los reinados de Eduardo VII y Jorge V de Inglaterra. Tengo que añadir que la serie me ha resultado impactante, no sólo por lo bien que se narran los sucesos históricos a través de señores y criados a lo largo de sus cinco temporadas, sino también por la comparación que se hace entre un mundo y otro; los nobles, que viven en la casa de arriba, y los criados, que viven en la casa de abajo. Todos ellos componen esta irrepetible, famosa y reconocida serie británica, magnífica en casi todos los aspectos. Aún así tengo que reconocer que veo algunos factores en ella que me chocan y que me gustaría detallar en esta entrada. Advierto para los que aún no la hayan visto que contiene spoiler.

Ante todo tengo que añadir que nos encontramos ante una serie puramente conservadora, es por ello por lo que no se cuenta de manera rigurosa las condiciones de vida de la servidumbre inglesa de principios del siglo XX. Es en este punto y en la personalidad de los principales protagonistas de la serie en lo que quiero hacer un análisis profundo. Siendo, como ya he dicho, una serie conservadora, los productores no hacen una crítica profunda sobre las durísimas e inhumanas condiciones de trabajo en la que vivían las personas del servicio doméstico de los burgueses y que ya en los años 70 se había denunciado por parte de personas que habían trabajado en su momento a las órdenes de sus patronos. En "Arriba y abajo" nos encontramos ante una casa donde habitan personas de diferentes estatus social pero en el fondo son como una gran familia donde los ricos se preocupan por el bienestar de sus sirvientes y a la inversa. Algo que no era lo más común entre las casas burguesas y sus sirvientes, aunque con esto no quiero decir que no se diese el caso en algún hogar. Podemos decir que la actitud de los señores con respecto a sus súbditos se basa en la frase de origen francés y que luego fue extendida a otros países como Reino Unido; "Noblesse oblige" (Nobleza obliga), que hace referencia a que aquellas personas que poseen un estatus social privilegiado, deben tener una cierta responsabilidad social acorde con su posición y estar "obligados" a ser compasivos con sus inferiores. En este caso se puede confirmar que los Bellamy acatan esta frase de manera profunda no sólo con sus criados sino también con aquellas personas de origen humilde ajenas a la casa, aunque no siempre resulta de este modo. Los productores de la serie consideran pues a la clase burguesa como seres honrados y respetables a pesar de sus defectos, los cuales también son mostrados en la serie aunque de manera más o menos "simpática", o en su defecto se intenta restar lo máximo posible los errores que cometen la clase alta. Un ejemplo de ello se puede encontrar en uno de los últimos capítulos de la serie, donde Georgina, la sobrina política y prima política de Richard Bellamy y James Bellamy, entra en estado de embriaguez en plena madrugada junto con sus amigos aristócratas en la habitación del matrimonio formado por la doncella, Daisy, y el chofer de lord Bellay, Edward, y toma el coche de su tío sin el conocimiento y la aprobación de éste. Tras este hecho, Georgina, mientras conduce y se divierte a la vez con sus amigos, atropella a un trabajador que iba a cruzar la carretera por la que conducía la sobrina del político conservador. La víctima fallece y sin embargo desde la familia Bellamy no se produce una muestra de compasión hacía el fallecido y su familia, sino que intentan por todos los medios que Georgina salga limpia de este asunto cuando se celebra el juicio, quedando finalmente absuelta ya que se llega a la conclusión de que el accidente no fue provocado, lo cual es cierto, pero el hecho de no mostrar un mínimo de condolencia demuestra a su vez la poca consideración que se tiene en la serie sobre aquellos que están posicionados en un estatus inferior a los de la aristocracia.

Otro suceso que me llama también la atención es el que se produce en el penúltimo capítulo, donde Rose, la doncella, decide invertir todos el dinero que su prometido Gregory le dejó en herencia cuando murió luchando en la Primera Guerra Mundial. Rose habla entonces con James Bellamy, el cual acaba de regresar de EEUU tras enriquecerse con las inversiones en bolsa, y éste decide ayudarla a invertir en unas acciones. Este hecho se produce en octubre de 1929, justo antes del estallido de la bolsa de Nueva York, con lo que Rose pierde todos sus ahorros y James pierde todo lo ganado hasta entonces. Es entonces cuando Richard Bellamy, una vez enterado de lo ocurrido con Rose, mantiene una fuerte discusión con su hijo James en el que le reprocha la actitud tomada con su criada además de echarle en cara sus continuos fracasos en la vida. Este hecho provoca que James decida tirarlo todo por la borda y decida suicidarse. Un desenlace así que tiene como origen el reproche de un padre hacia su hijo con respecto al favor personal que éste le ha hecho a una criada de la casa, es algo poco creíble, ya que en la vida real nadie en la familia de los señores hubiesen dado la más mínima importancia a la pérdida íntegra de los ahorros de su doncella, y la respuesta de James a Rose hubiese sido de la siguiente manera más o menos: "Mira chica, esto es especulación. Algunas veces se gana y otras se pierde, como me ha ocurrido a mí. Si has perdido todos tus ahorros, habértelo pensado antes de consultarme". Tenemos que recordar que estamos hablando de octubre de 1929, y en aquella época muchos miembros de la aristocracia se permitían el lujo de hablarles de esa forma despectiva a sus sirvientes, con lo que por muy dura que sea la respuesta, es lo que más probablemente hubiese ocurrido si este hecho hubiese sucedido en la vida real. Dicho esto debo añadir que este suceso y muchos más son los que me hacen reafirmar mi posición sobre el "encubrimiento" que se hace desde la serie sobre el trato que desde la clase alta se daba hacia los criados. Algo bastante "lógico" si volvemos a tener en cuenta el conservadurismo de las personas que la dirigen, y que por consiguiente defienden el modelo de vida que se refleja en la serie.

Una vez analizado el primer punto quiero centrarme en el segundo; la personalidad de los protagonistas. Tengo que reconocer que de todos los personajes, el que más me llama la atención es el mayordomo de la familia, el señor Hudson. Un hombre firme, honrado y de principios que defiende de manera intachable el modelo de sociedad en el que vive. También la cocinera, la señora Bridge así como Rose defienden de un modo u otro el estatus social predominante en la Inglaterra de entonces. Tanto Hudson como Bridge son dos personas que debido a su edad defienden la idea de que sólo deben de llegar a ocupar puesto de poder político, financiero, cultural... aquellas personas pertenecientes a la noble cuna, mientras que las personas de su rango sólo deben callar y obedecer ante las órdenes que reciben desde arriba. También Rose, aún siendo más joven que Hudson y Bridge, defiende un modelo en el que los sirvientes deben de estar a disposición de sus señores y obedecer todo cuanto ellos les ordenan. En este sentido se puede decir que la serie transmite a través de la personalidad de sus protagonistas un mensaje bastante claro; hay que ser conservadores y aceptar de buena gana el puesto en el que te ha tocado vivir dentro de la sociedad. Por no hablar del trato que se les da en la serie a la clase obrera. Un hecho bastante curioso es el que se produce durante la huelga general en mayo de 1926. Los sindicatos y los trabajadores del país deciden echarse a la calle para exigir al entonces gobierno conservador de Stanley Baldwin (Del cual Richard Bellamy es subsecretario de Exteriores) una mejora de las condiciones de vida de la clase trabajadora. Desde el servicio de los Bellamy se muestran completamente contrarios a la convocatoria de la huelga y muestran todo su apoyo al gobierno conservador y a sus señores. El señor Hudson cataloga a los huelgistas como "Una pandilla de rojos" y muestra su total rechazo a los métodos que la clase proletaria utiliza para conseguir sus objetivos, llegando incluso a encararse con el tío de Rubgy, una de las sirvientas, que aprovecha su estancia en Londres para visitar a su sobrina, ya que él es uno de los trabajadores que participan en la huelga. Debo añadir con esto que es verdaderamente sorprendente cómo un trabajador (Puesto que el cargo de mayordomo no es más que el de un trabajador al frente de la casa de sus señores) defiende incluso de una manera más activa que sus propios amos la necesidad de ser inflexibles contra aquellos con los que comparte su misma posición social. Así como me parece bastante interesante el hecho de que rechace cualquier atisbo de ideas socialistas. No quiero decir con esto que haya que ser socialista ni muchísimo menos, ya que éste que escribe esta entrada es una persona perteneciente a la clase media y trabajadora y sin embargo se considera conservador. Pero el que escribe lo hace en pleno año 2017, donde ya en el siglo XXI el socialismo no representa en absoluto los intereses de la clase obrera, ni el ser conservador implica necesariamente el defender las posturas de la clase rica, aristocrática y burguesa. En cambio, en aquella época el socialismo aparentemente sí luchaba o al menos lo intentaba por la defensa de unas condiciones de vida mucho más dignas hacia los trabajadores, mientras que los conservadores eran los únicos representantes de la clase alta. Es por ello por lo que me sorprende el hecho de que el señor Hudson vea en los socialistas y en los trabajadores una especie de insubordinados y revolucionarios que no saben cuál es el papel que les corresponde a la clase proletaria dentro del sistema burgués y capitalista. Como un dato curioso cabe destacar que en este episodio se puede ver perfectamente como tras desconvocarse la huelga, el tío de Rugby y otro trabajador acuden a Eaton Place (La residencia de los Bellamy y sus criados) y tras recibir el reproche del señor Hudson advirtiéndoles que han fracasado, éstos salen de la casa mientras ven a la población inglesa como festejan alegremente el fin de la huelga, ante las caras de fracaso de los dos trabajadores, que van alejándose de la cámara entre la euforia y el júbilo del pueblo británico, dejando constancia con ello que la sociedad anglosajona ha triunfado en esta batalla, mientras que los trabajadores han fracasado. Dejando así a entrever que los "malos" de esta película eran los obreros y los "buenos" eran la clase alta y la sociedad británica que no participó en la huelga.

Otras situaciones en las que se ve claramente el marcado carácter conservador de los sirvientes es una escena que se produce en uno de los primeros capítulos, donde la señora Bridge y Rose discuten sobre los partidos políticos. En ese instante Rose declara que ella está a favor de los liberales, ya que según ella son los que más defienden a los trabajadores, mientras que Bridge afirma que ella es conservadora y se siente orgullosa de ello. Un momento bastante interesante se produce cuando Hazel, la ex secretaria de Richard y posteriormente esposa de James, baja a la casa de los sirvientes de madrugada para hacerle de comer personalmente a James, que se encuentra convaleciente tras ser herido en Francia durante la Primera Guerra Mundial. En ese momento la señora Bridge se encuentra desvelada y ayuda a Hazel a hacer la comida, momento en el que la esposa de James aprovecha para darle las gracias a Bridge por todo lo que han hecho los sirvientes por sus señores durante todo el periodo de la Guerra, y lamentándose por no haberlo hecho antes, a lo que Bridge le contesta "Como debe ser, señora. A nosotros no se nos tiene que dar las gracias porque es nuestra obligación". Una respuesta sorprendente que demuestra el poco amor propio que los sirvientes se tenían hacia sí mismos. Otro momento a destacar se produce cuando James decide dedicarse a la política presentándose por el partido conservador en un distrito obrero. Finalmente y tras intentar convencer insistentemente a los proletarios que viven en aquella zona de que los conservadores también pueden hacer algo por la clase trabajadora, James se lleva un batacazo electoral cuando los votantes deciden dar su confianza de forma mayoritaria al partido laborista. Todo ello ante la incomprensión de la servidumbre del por qué los obreros no han votado al partido que representa a las clases altas. También se produce otra escena bastante interesante donde Gregory, el prometido de Rose, acude a Eaton Place y discute con el señor Hudson sobre política, ya que Gregory es australiano y defiende un modelo socialista en el que Rose no sería ya allí una doncella sino una mujer libre e igual que el resto, mientras que Hudson le reprende por sus ideas defendiendo que todos deben saber cuál es el lugar que deben ocupar socialmente y no salirse de el. Otra escena demuestra el momento en el que James almuerza en su propia casa con Hazel, una joven que más tarde será su esposa, poniendo en una situación complicada a Hudson ya que Hazel es una persona no perteneciente a la nobleza y por lo tanto no puede cenar con el hijo de los señores en el salón de su casa. Ante la insistencia de James, Hudson accede muy a su pesar ya que los señores no se encontraban en la casa, pero decide comentárselo a éstos en cuanto regresan. Es entonces cuando Richard reprende a James su actitud y le exige que pida perdón a Hudson por situarlo entre la espada y la pared en ese momento, a lo que lady Marjorie, la esposa de Richard y madre de James, advierte a su marido que su hijo no va a pedir disculpa alguna a un criado por mucha razón que éste tenga. Finalmente y a espaldas de su madre, James le pide disculpas a Hudson, y éste acepta encantado. También se puede observar como en una escena Elizabeth Bellamy, la hija de Richard Bellamy, se siente frustrada por su matrimonio y le reprende a Rose que no puede consolarla ya que ella no sabe siquiera lo que es el amor ni sentirse amada, lo que provoca que ésta comience a llorar desconsoladamente cuando vuelve a bajar a la casa donde habitan los criados pero disculpando a su vez a la señorita Elizabeth ya que "Ha dicho la verdad". Todo un sentimiento de lealtad inquebrantable y de servilismo absoluto en el que a pesar de todo lo malo que puedan hacer, los señores son para sus criados unas personas ejemplares y admirables. Dudo bastante que los sirvientes de los lores y ladys de la Inglaterra victoriana y eduardiana fuesen tan comprensivos con sus dueños, pero eso es lo más impactante de la personalidad de los distintos protagonistas de la serie y por lo que creo que era de analizar en esta entrada.

Aún así debo añadir que con sus "defectos" es una de las mejores series que he visto en mi vida, y que con razón está considerada como una de las mejores obras televisivas que se han realizado a lo largo de la historia. No relata por supuesto la dureza de la nobleza con la servidumbre que Mario Camus relató tan magistralmente en nuestro "Arriba y abajo" nacional; "Los santos inocentes", pero nos da para reflexionar y aprender de nuestra historia más reciente desde los dos puntos antagónicos en los que se centra la serie. Cuando ayer terminé de ver el último capítulo de esta irrepetible serie no he parado de pensar en cuáles serían las opiniones de los protagonistas acerca de la situación actual en Inglaterra y Europa. ¿Qué pensarían Richard y James Bellamy de la situación política en la que se encuentra Reino Unido y Europa en estos instantes?, ¿Estarían padre e hijo a favor o en contra del Brexit?, ¿Apoyarían al gobierno del ex primer ministro conservador David Cameron al convocar el referéndum?, ¿Estarían de acuerdo con la postura que está tomando actualmente la primera ministra conservadora Theresa May?, ¿Qué opinaría el señor Hudson y la señora Bridge acerca de la posible independencia de Escocia e Irlanda del Norte si finalmente Reino Unido sale de la UE?, ¿Apoyaría Hudson la independencia de su querida tierra de Escocia con respecto a Inglaterra o por el contrario sería fiel a su país como lo fue durante la Primera Guerra Mundial?, ¿Qué opinaría ahora Rose de la crisis económica, social y política que vivimos actualmente y de las condiciones en las que viven ahora la clase trabajadora?, ¿Serían ahora todos más de izquierdas o de derechas vista las circunstancias?. Muchas preguntas y ninguna respuesta... o quizás sí. Quizás haya habido en el mundo realmente un James Bellamy, un Richard Bellamy, un señor Hudson, una señora Bridge, o una joven doncella como Rose que quizás piensen del mismo modo que todos nuestros protagonistas y ahora nos despejasen todas estas dudas y muchas más. Sí, estoy seguro que de algún modo u otro pudieron existir todos ellos, aunque no viviesen en el número 165 de Eaton Place, ni compartiesen los mismos nombres y responsabilidades, ni tuviesen la misma nacionalidad, pero sus ideas y principios sí estoy convencido que pudieron existir. Por mi parte la recomiendo totalmente, y estoy convencido de que toda aquella persona que la vea, aparte de sacar sus propias conclusiones como yo he hecho, compartirá conmigo la grandeza de una serie en la que la historia y las diferencias sociales se fusionan en un solo factor, enseñándonos los errores del pasado y la manera de no repetirlos, y dejándonos a nuestro criterio si el pasado, comparado con el presente que padecemos y el futuro que se nos avecina, fue un tiempo mejor o peor.