domingo, 29 de enero de 2017

El pecado de ser conservador

Ante el aluvión de críticas que se están produciendo por todo el mundo debido a las decisiones que está tomando el nuevo presidente de EEUU, Donald Trump, en su primera semana de mandato (Cosa que por otro lado, ya se sabía de antemano que iba a ocurrir), me ha dado por escribir hoy aquí sobre el gran pecado del siglo XXI. Sí, un pecado en toda regla con sus seis letras y que todos aquellos que estamos contaminados de ese pecado somos tachados a los ojos de la sociedad actual como unos "Inhumanos, sinvergüenzas, fascistas, racistas, homófobos, xenófobos, machistas, etc". Me refiero por supuesto al grandísimo pecado de ser conservador hoy en día. Si hace 50/60 años, la mentalidad que imperaba en la sociedad de entonces era la de una sociedad marcada claramente por su carácter conservador/tradicionalista, la del año 2017 se puede decir que es oficialmente la sociedad del progresismo. Una sociedad que por contra de lo que se piensa, no es la sociedad de la libertad y el pluralismo, sino la de una sociedad con un pensamiento dictatorial que se extiende ya por todo el mundo. Y es que como dijo alguien en su día "Los fascistas del futuro se llamarán así mismos antifascistas". Esta frase, que se le atribuye de manera errónea al ex primer ministro británico, Winston Churchill, es toda una realidad actual y una predicción de entonces del inminente mundo que se avecinaba después de la finalización de la II Guerra Mundial.

Si hoy en día eres una persona con valores conservadores/tradicionales, una persona creyente, una persona que cree en una sociedad donde impere la "Ley y el orden", una persona que crea que en su país deben de entrar las personas justas y necesarias procedentes de otros países, una persona que crea en su país y se enorgullezca de ello, una persona que cree que este mundo se nos está yendo de las manos por tanto libertinaje... eres la personificación de todo aquello que la sociedad, o mejor dicho, el sistema que dirige esa sociedad, no quiere que seas. Así pues, como hoy en día no se puede matar a una persona por sus ideas (Gracias a Dios), la mejor forma para combatir esa "plaga" según muchos es la de arrinconar a esa parte de la población que piensa de esa manera determinada y tacharlos con los adjetivos que anteriormente he citado para que no vuelvan a hacer declaraciones ya sea en público o en privado de sus ideas personales. Vivimos pues en una sociedad de "Pensamiento único", es decir, una sociedad en la que se admiten todo tipo de ideas, pensamientos, opiniones, etc. Pero que deben de seguir una corriente ideológica concreta (En este caso, el progresismo). Si esas ideas son contrarias al pensamiento único que se ha ido propagando desde los medios de comunicación desde hace ya medio siglo hasta nuestros días, amigo, te aconsejo que te vayas buscando una cueva para pasar tus días el resto de tu vida porque en la sociedad actual no tienes cabida. En pleno año 2017 hay dos opciones muy concretas: O eres progresista y te conviertes en uno más de aquellos que aceptan la degeneración del mundo actual, o eres un "fascista ultraconservador católico" que merece como mínimo la pena de muerte. 

Siempre he dicho desde aquí que soy una persona conservadora, y a medida que veo la evolución de la humanidad, más me reafirmo en ello. La cuestión es ¿Acaso hago daño a alguien por pensar así? Soy una persona que cree que los países deben de tener una seguridad en sus fronteras muy estrictas y controlar muy fuertemente su inmigración, ¿Acaso esto es un pecado?, soy una persona que cree en la "Ley y el orden" como forma de mantener la tranquilidad en nuestras calles contra aquellos que intentan desestabilizarla, ¿Acaso esto es un pecado?. Soy una persona que apoya y defiende el matrimonio entre personas del mismo sexo pero rechaza la adopción de hijos por parte de éstos, ya que esto supondrá más problemas que beneficios para esos hijos el día en que estén integrados en la sociedad el día de mañana, ¿Acaso esto es un pecado?. Soy una persona que cree que no se debería permitir que un crío de cinco años pueda cambiarse de sexo ya que no posee todavía el conocimiento necesario para poder tomar una decisión de esa índole, ¿Acaso esto es un pecado?, soy una persona que cree que todo el mundo tiene derecho a prestaciones sociales, sanidad, educación, etc, en un país, pero teniendo preferencia los habitantes de dicho país antes que los que vienen de otro lugar, ya que son los primeros los que con su trabajo y sus impuestos mantienen dicho sistema de bienestar. Soy una persona que cree que se le está dando una relevancia gigantesca en menoscabo de la mayoría social a ciertos colectivos de la población que no se corresponden con la realidad, ¿Acaso esto es un pecado?. Soy una persona que me enorgullezco de mi país aunque no del sistema político que padecemos, y que cree conjuntamente tanto en la justicia social como en un nacionalismo que cada vez es más necesario en este sistema globalizado, ¿Acaso esto es un pecado?. Soy una persona creyente que no considera justo que se intente borrar nuestras raíces cristianas y nuestra fe de nuestras instituciones y de nuestra vida social persiguiendo y extorsionando a los católicos, ¿Acaso esto es un pecado? Soy una persona que cree en la igualdad entre hombres y mujeres, y no de la superioridad de un sexo con respecto a otro como vienen defendiendo las feminazis actuales, ¿Acaso esto es un pecado? Soy una persona que cree que el aborto debería de estar prohibido excepto cuando está en peligro la vida de la madre o su embarazo haya sido fruto de una violación. ¿Acaso esto es un pecado?. Por desgracia la respuesta a todo esto es un sí como una catedral.

Muchos dicen que la sociedad se está modernizando y que se está volviendo cada vez más tolerante. Será entonces que los que no pensamos así somos unos intolerantes y unos anticuados que vivimos en el siglo XV y que por ende deberíamos estar criando malvas, ya que el tiempo que nos ha tocado vivir no se corresponde con nuestros pensamientos. Yo me pregunto; ¿Hasta cuándo durará esto?, ¿Hasta cuándo esta sociedad puede aguantar con este ritmo de vida en el que todo vale y todo es chupiguay?. Una sociedad que no tiene valores es una sociedad perdida, y eso es a lo que nos estamos encaminando imparablemente. Cuando uno ve a críos de 15 años y escucha los pensamientos de éstos con su edad, no hago más que preguntarme: ¿Y esto es el futuro?, ¿Esto es lo que nos espera? Yo por suerte o por desgracia sólo tengo 24 años. Me queda pues por ver el desarrollo del futuro en manos de jóvenes de mi generación y de las generaciones venideras. Esas generaciones en las que uno sabe ya de antemano que no traen nada bueno y que nos llevarán aún más al borde del abismo. Por ello, ante el pecado de ser conservador y querer una forma de vida que te puede llevar a ser como mínimo excluido de la sociedad sólo queda una conclusión: Esta es la sociedad con la que el sistema te obliga a convivir, estés o no de acuerdo. No hay alternativa posible a esta forma de pensamiento ni a este modo de vida. Si el progresismo lleva destruyendo en este tiempo todo aquello que ha representado hasta ahora lo contrario a su autoritario planteamiento, ¿Qué no habrá hecho de aquí a un siglo? Con este desolador panorama uno llega a la conclusión de que con estas ideas y las generaciones presentes y futuras defendiéndolas cada vez con más extremidad, la degradación final de la raza humana y por ende su posterior desaparición, está más cerca que nunca.

domingo, 22 de enero de 2017

Bárbara y el rey

Esta semana ha salido en "OK Diario", el diario digital que dirige Eduardo Inda, la noticia ya conocida por todos desde hace más de veinte años pero confirmada ahora: La relación sentimental que tuvieron durante 16 años el rey Juan Carlos y la ex vedette Bárbara Rey, así como las grabaciones audiovisuales y posterior chantaje económico que ésta le hizo al rey para no sacar a la luz dicho contenido. Chantaje económico que dio sus frutos cuando el CESID le pagó a Bárbara Rey 500 millones de pesetas a cambio de la entrega de ese material. Un material que la ex vedette se encargó previamente de copiar y depositar en un banco en Suiza para que saliese a la luz en un momento determinado por si el día de mañana ella o sus hijos tuviesen algún "accidente", tal y como la propia Bárbara afirmó en su día ante la prensa cuando denunció amenazas de muerte contra su persona tras un robo sufrido en su casa; "A mí me matarán, pero la gente va a saber quién me ha matado".

Hasta aquí todo es conocido por todo el mundo. Esta semana el diario digital anteriormente citado sacó en exclusiva después de veinte años este escándalo y desde entonces no han cesado los debates en los medios sobre el mismo. Anoche, sin ir más lejos, el programa "Sálvame Deluxe" hizo un especial sobre este turbio asunto y hablaron largo y tendido sobre ello. Yo no soy una persona entusiasta de estos formatos, pero anoche la ocasión bien merecía echarle un vistazo. Mejor que no lo hubiese visto. Desde el minuto uno, el programa de Telecinco se dedicó a hablar en exclusiva de los lugares donde el ex jefe del estado y la ex vedette quedaban para mantener relaciones sexuales, así como el período de duración de dicha relación y otras cuestiones menores. Llega el momento en el que se habla de las grabaciones que la ex mujer de Ángel Cristo realizó al rey para según ella "protegerse". Pues bien, he aquí que desde ese instante, el programa comienza a despotricar salvajemente contra Rey pero no contra el rey. Los colaboradores del programa acusaron a Bárbara de ser "Una persona fría, calculadora, chantajista, manipuladora...". Claro, yo cuando vi este panorama no pude menos que ponerme un pelín de mala leche cuando observo que los tertulianos del programa "excusan" al rey de toda culpa mientras cargan contra Bárbara Rey de todo el escándalo, así como de traicionar la confianza del rey a la hora de grabarlo y chantajearlo. Veamos, tenemos aquí a una ex vedette y actriz que después de casi 20 años de relación con el por entonces jefe del estado, (Relación que por cierto comenzó gracias al ex presidente del gobierno, Adolfo Suárez, que fue el que los presentó) decide grabar todas sus conversaciones, así como grabar un vídeo con él en el dormitorio y fotografiarlo a través de su hijo mientras ellos se encuentran en el jardín de la casa donde mantenían los encuentros. Una vez que el rey Juan Carlos decide cortar la relación con ella, ésta le amenaza con sacarlo todo a la luz si no recibe a cambio una compensación económica considerable. Una vez producido este hecho, se comienza a pagar mensualmente unas cantidades razonables a la susodicha hasta que ésta sufre un robo en su casa, denunciando ella a personas cercanas al rey por este suceso, entre los que se encontraban el administrador privado del rey, y según la propia Bárbara, el principal instigador de dicho robo, Manuel Prado y Colón de Carvajal. Tras esto decide contarlo todo públicamente en un programa de televisión al que por supuesto, Zarzuela al enterarse de la noticia, veta de manera fulminante la presencia de Rey en dicho medio y le ofrecen un cheque de 500 millones de pesetas provenientes de los fondos de reservas del estado, a cambio de entregar todo el material existente y mantener el pico cerrado para el resto de su vida. Como ya he dicho anteriormente, Rey acepta pero copiando con antelación todo el material y guardándolo en un banco de un paraíso fiscal.

Cuando uno ve toda esta historia uno piensa; "A ver, ella es una sinvergüenza por metérsela doblada al rey por grabarle y hacerle un posterior chantaje. Hasta ahí, vale. Pero más sinvergüenza es él, que acepta el chantaje y decide pagarle una cantidad desorbitada con el dinero del estado a una ex amante suya". A mí personalmente me da exactamente igual con las mujeres que se acueste el ya ex rey de España. Lo que me toca y mucho los cojones es saber que con el dinero de los fondos reservados del estado se pagan los silencios de sus amantes. Eso es lo que es verdaderamente escandaloso, y es eso lo que deberían de haber denunciado anoche en el programa "Sálvame Deluxe". Pero claro, es mejor decir que esta señora es una sinvergüenza, mientras que su ex real amante es un inofensivo hombre que ha caído en una trampa orquestada por ella con el fin de poner en jaque a la corona y al estado. No señores, esa no es la cuestión. La cuestión es que en esas grabaciones hay material muy, muy, muy delicado, que afecta al reinado de Juan Carlos y a la clase política de España. Se ha hablado que en las famosas cintas hay audios en los que el rey habla abiertamente de su implicación en el 23-F, de sus relaciones con los políticos, de cuestiones personales de los miembros de la familia real que pondrían a la Corona entre la espada y la pared, y de otras muchas cuestiones concernientes a altos secretos de estado. Y lo grave de todo este asunto es que la prensa, como siempre ha hecho con los Borbones, les perdonen sus pecados echándole el muerto al de enfrente. Yo creo que ya está bien de tomar a los ciudadanos por gilipollas. Estamos ante un escándalo de estado, conocido de sobra porque era "vox populi" desde hacía mucho tiempo, pero corroborado ahora por la misma prensa que lo ha ocultado durante estas dos décadas. Lo cual no deja de tener su gravedad. En un país republicano este escándalo le hubiese costado la presidencia de la República a cualquier político que ejerciese la jefatura del estado de su país, además de crear una crisis política de diez pares de narices. Aquí sin embargo, tapamos el escándalo y cuando sale a la luz al cabo de 20 años, le echamos la culpa a la que chantajea pero exculpamos a aquél que es chantajeado. Lógicamente si alguien no tiene nada que ocultar, no tiene ningún problema en que esas cintas salgan a la luz. El problema está en que Juan Carlos I tiene mucho que ocultar.

Otra cuestión grave de todo estos es que seguramente haya más ex amantes del rey emérito que hayan recibido pagos por parte del estado para callar sobre sus relaciones, y quién sabe si también con alguna que otra paternidad extramatrimonial de nuestro querido y campechano Juan Carlos. No fue el caso de una conocida actriz rusa con la que el rey Juan Carlos tuvo un romance en los años 70. La actriz Sandra Mozarovsky tuvo la "desgracia" de "caer accidentalmente" desde su azotea cuando estaba regando unas plantas que no existían, tras conocerse que estaba embarazada de un personaje que la joven actriz nunca quiso revelar su identidad. Caso muy diferente es el de la última pareja de nuestro semental rey, Corinna. La cual se llevó junto con su real novio unas sumas considerables de dinero cuando éste realizaba "negocios de estado" en el extranjero, así como el palacete que el rey le mandó construir a su novia en el Pardo junto con el correspondiente dispositivo de seguridad pagado por el estado. Durante 40 años han sido también "vox populi" las otras mujeres que han pasado por la cama de nuestro querido Juan Sumer, que era el nombre que utilizaba nuestro monarca cuando mantenía los encuentros con Barbara Rey. Desde Paloma San Basilio hasta Nadiuska, pasando por Sara Montiel, Raffaela Carra, Marta Gayá... Esta última fue la responsable indirecta de una crisis política en el año 1992, cuando el rey firmó un decreto mientras estaba en el extranjero con ella. El problema vino cuando en un decreto publicado en el BOE aparecía que el rey firmó ese decreto en la capital de España cuando estaba en Suiza con su amante. Eso, unido a las declaraciones de Felipe González en las que afirmó ante la prensa que no sabía dónde estaba el rey, así como la publicación posterior de la noticia concerniente al paradero del rey que publicó el diario "El Mundo", provocó un huracán político que le costó la cabeza al entonces jefe de la casa real, Sabino Fernández Campo. Una dimisión en la que siempre se habló de la mano negra del por entonces presidente de Banesto y amigo íntimo del rey, Mario Conde (El cuál fue también amigo personal de Barbara Rey y cómplice en el posterior chantaje de ésta a Juan Carlos I). Más que nada porque fue un íntimo amigo de Conde el que sustituiría a Sabino al frente de la casa real; Fernando Almansa. En resumen, son muchas las mujeres que han estado en la vida de Juan Carlos I y que han provocado crisis políticas durante sus relaciones con el que ha sido durante cuarenta años jefe del estado español, y que no sabemos a cuánto ha podido ascender el dinero que le ha podido costar al estado estas relaciones. Un dinero que dicho sea de paso, perfectamente podría haber costeado Juan Carlos de su bolsillo, ya que su fortuna personal está estimada en cerca de 2.000 millones de euros (Algunos hablan de que este dinero lo habría conseguido gracias a las comisiones millonarias que se ha llevado durante sus cuarenta años de reinado). Por lo que para él los 500 millones de pesetas que le exigió Barbara Rey no serían nada desproporcionado debido a la alta fortuna que nuestro ex monarca posee.

Por último tengo que añadir que esto que está ocurriendo no es casual. Entiendo que esta noticia hubiese aparecido durante el período 2012-2014 como forma de presión para provocar la abdicación del rey, pero en el año 2017, tres años después de su abdicación y subida al trono de su hijo (que ya ha demostrado ser incluso más inútil que su padre. La propia crisis política y constitucional del año pasado lo corrobora) es cuanto menos dudoso que salga a la luz todo este embrollo. ¿A quién beneficia? Lógicamente a la corona por supuesto que no, ni mucho menos al ex rey Juan Carlos, por mucho que la prensa intente taparle a él y a la Monarquía. ¿Saldrá a la luz las cintas algún día? Yo creo que no. ¿Servirá esto para desprestigiar aún más a la corona? Seguramente. El problema está en que el establishment tiene protegida a la Monarquía pase lo que pase. Esto por supuesto no va a ser el detonante para que llegue a España la III República, pero sí puede ser un paso más hacia el sentimiento de hartazgo y rechazo que cada vez más ciudadanos sienten hacia los Borbones. Reitero que en un país republicano, e incluso en alguno que otro monárquico, este escándalo unido a otros muchos, hubiesen provocado la dimisión inmediata del jefe del estado. Se puede llegar a decir, por muy absurdo que parezca, que es algo parecido a lo que sucedió con el ex presidente de EEUU, Richard Nixon y su escándalo de las escuchas del Watergate. A Nixon este escándalo le costó la dimisión en 1974. A Juan Carlos de Borbón no sólo no le costó el cargo en su momento sino que se mantuvo en el hasta que el sistema decidió apartarlo. Como ya he escrito, el establishment tiene protegido a la Monarquía y no le interesa para nada la caída de los Borbones y la llegada de una III República democrática y auténtica en España, y mucho menos en estos momentos. Aún así, de igual manera que se dice que los caminos del Señor son inescrutables, se puede decir también que los caminos del sistema son inescrutables, y que torres más altas han caído. Por lo tanto reitero la pregunta ¿A quién beneficia todo esto?, y añado otra, ¿Quién está detrás de que todo esto salga ahora a la luz? Puede que algún día sepamos las respuestas a ambas preguntas.

martes, 17 de enero de 2017

Adios Obama; Hola Trump

Aunque ya escribí sobre ello largo y tendido el pasado noviembre, el hecho de haber visto esta noche dos documentales consecutivos de manera casual sobre Barack Obama y Donald Trump, me he visto en la necesidad de escribir de nuevo sobre el tema a tan sólo 72 horas de la despedida de Obama de la presidencia de EEUU y la consecuente llegada a la misma de Trump. Eso sí, a diferencia de noviembre, esta vez mi crítica será mucho más breve.

Durante todo este tiempo pensaba que Barack Obama era un tipo muy respetuoso con las normas democráticas de su propio país (La de otros países ya se ha visto que no), pero cuál es mi sorpresa cuando observo que el aún presidente norteamericano lleva desde las últimas semanas apelando al miedo en la sociedad americana al añadir que la democracia estadounidense se encuentra en peligro. Claro, uno ve estas cosas y se echa a reír. Que esta afirmación la haga una persona que ha intervenido en países como Libia, Egipto, Siria, etc, es un poco irónico. ¿Acaso está más segura la democracia de su país con él en la presidencia?, ¿O con un Bush o un Clinton?. Se me olvidaba que Estados Unidos, y con ello el mundo, sólo están protegidos cuando ocupa la Casa Blanca alguien bendecido por el establishment y Wall Street... lo que tiene que hacer el presidente Obama es respetar al legítimo ganador de las pasadas elecciones y pasarle el testigo a Trump el próximo viernes de una forma educada. Si la candidata que él apoyaba no va a sucederle en el Despacho Oval a partir del día 20 de enero quizás debería plantearse qué ha hecho mal en estos ocho años de mandato y no provocar una tensión sin precedentes desde la Guerra Fría en las relaciones con Rusia, culpando a estos de intromisión en las elecciones presidenciales.

Debo añadir también, aunque esto no es nuevo, la forma en la que desde todos los medios de descomunicación se están haciendo eco de la despedida de Obama y la llegada de Trump. Mientras a uno lo despiden con melancolía como si fuese el salvador del mundo, a otros lo reciben como si fuese el demonio personificado. Supongo que la prensa se habrá olvidado en esta despedida de todas las guerras que Obama deja en estos ocho años de presidencia así como la herencia que deja en todo el mundo con el grupo terrorista que él financió durante su mandato; el Estado Islámico. Pero bueno, la prensa ha hablado y ha dictado sentencia: Obama es bueno aunque deje un legado nefasto, y Trump es malo aunque todavía no haya tomado posesión de la presidencia. Otra prueba más de cómo los medios del sistema pueden manipular la mente humana y convertir lo malo en bueno y viceversa.

Por último quiero añadir que para las personas que no nos dejamos manipular por el Sistema debemos de esperar a ver cuáles son los pasos que Trump dará en la presidencia a partir del viernes. Si su mandato resulta ser un desastre yo seré el primero en criticarlo, y si resulta beneficioso para EEUU y el resto del mundo lo aplaudiré, pero insisto; hay que esperar. Cuando Obama resultó elegido presidente en 2008 y tomó posesión del cargo en enero de 2009, yo tenía dieciséis años y tengo que añadir que me simpatizaba y deseaba que ganase, aunque había algo en mí que no me terminaba de convencer e intuía que podíamos estar ante un gran fraude. Todo el mundo estaba esperanzado en ese joven senador demócrata de 47 años. Yo no puedo decir que me sintiese esperanzado pero sí expectante ante lo que pudiese hacer el primer presidente afroamericano. Personalmente tengo que añadir también que jamás olvidaré las espeluznantes imágenes de unas mujeres en televisión rezándole a una foto de Obama cuan Dios en la tierra recién elegido presidente. Fueron unas imágenes que me impactaron en su momento y que hoy en día me siguen impactando. Era la prueba definitiva de la fuerza del Sistema: la gente arrodillada ante aquél político que el establishment bautizó como el Mesías del siglo XXI. Después de todo este tiempo y ya con veinticuatro años puedo confirmar que mis sospechas se confirmaron; Obama fue un gran fraude mundial pero un espléndido marketing del establishment. Hoy se puede decir finalmente que su legado deja más sombras que luces. Tras estos ocho años decepcionantes de Obama llega el momento de Trump. Ahora le toca a él quitarse la máscara y demostrarnos a todos si es un cambio auténtico, o si es simplemente otro fraude más. ¿La respuesta? A partir del 20 de enero.

miércoles, 11 de enero de 2017

España; Estado unipartidista

Si hay algo aburrido y previsible desde hace tres meses es la política nacional de nuestro país, a la vista esta que llevo una temporada sin escribir sobre ella. Aún así me resulta bastante curiosa la situación actual y las fábulas que se están perpetrando desde ciertas instancias de las altas esferas del poder. Por ejemplo, llevamos varios días escuchando la posibilidad de que el ex presidente del gobierno, José María Aznar, abandone definitivamente el PP tras su dimisión como presidente de honor de dicho partido y anuncie públicamente su intención de liderar una nueva formación política a la derecha del Partido Popular. Pues bien, esos rumores que obedecen más a los deseos de una parte determinada de la prensa liberal conservadora que a una realidad, se han esfumado de un plumazo cuando el ex presidente ha negado rotundamente tal posibilidad. A mí personalmente no me sorprende en absoluto esta noticia,; Aznar es un tipo que desde que abandonó hace trece años la presidencia del gobierno y la del PP, se ha dedicado a tirar la piedra para posteriormente esconder la mano. Hace casi cuatro años ocurrió algo parecido después de la famosa entrevista que Aznar dio en Antena 3 donde daba a entender que iba a volver de manera inminente a la política para echar a Rajoy debido al incumplimiento reiterado de su programa electoral y a las bases ideológicas del partido que él un día presidió. Todo quedó en nada y el político madrileño volvió a reírse del personal una vez más mientras desde determinados medios de descomunicación se montaban sus propias películas con el más que probable regreso del ex presidente a la política. Seamos serios; Aznar no tiene la más mínima intención de volver a la actualidad nacional. En la campaña de las elecciones europeas de 1994, en un arrebato por ganarse a la gente, anunció su intención de no presentarse a unas terceras elecciones generales si llegase a los ocho años de mandato en la Moncloa. Posteriormente se habló de que se arrepintió de su inesperada promesa pero era ya demasiado tarde para dar marcha atrás y decidió seguir adelante. En 2003 nombra contra todo pronóstico a Mariano Rajoy como su sucesor y abandona un año después el gobierno y la presidencia de su partido tras la inesperada derrota del PP en las elecciones generales de marzo de 2004. Desde entonces y a raíz de la "traición" que ha supuesto para él la renuncia de Rajoy a su legado y el desprecio a su mentor político, lleva años tirándole pullitas al actual presidente del gobierno y a su forma de gobierno en estos cinco años, pero siempre sin dar el paso definitivo de anunciar su vuelta a la arena política para descabalgar al que en su momento fue su delfín, bien sea volviendo a competir por la presidencia de su partido, bien sea abandonando este definitivamente para fundar posteriormente otro. Hace tres años escribí una entrada titulada "La vuelta de Aznar" donde escribí sobre la responsabilidad que tenía para con España y su partido José María Aznar. En dicho artículo afirmé que el ex presidente debía echar tanto de la presidencia del gobierno como de la del PP a un Mariano Rajoy que incesantemente incumplía sus promesas y sus principios con aquellos que en el año 2011 le habíamos votado. Han pasado ya tres años de aquél artículo y muchas cosas han cambiado. Aznar ya no tiene credibilidad ninguna para hablar contra la política que está llevando a cabo su sucesor. Lo único que debe hacer ya es callarse y pedir perdón a los españoles por nombrar a dedo a un personaje cuyo mandato nos está cayendo a los españoles cuan siete plagas de Egipto.

Ahora voy a lo importante; la cuestión del porqué la prensa está hablando estos días acerca de una vuelta ya más que descartada de Aznar se debe única y exclusivamente al interés que tiene la prensa en echar a Mariano Rajoy de la Moncloa. ¿Los motivos? Muy sencillos. Hace unos días ha salido a la palestra otro rumor que cada vez coge más fuerza y que yo, que no soy un analista político profesional, ya vaticiné en octubre pasado. La opción cada vez más probable de que Rajoy anuncie en 2020 su intención de presentarse por tercera vez consecutiva a la presidencia del gobierno de España. ¿Qué tiene esto que ver con la especulación de la vuelta de Aznar a la política? Absolutamente todo. España se encuentra inmersa ahora mismo en la misma situación que hace 20 años nos encontramos con un señor paisano mío llamado Felipe González. Es decir, una situación en la cuál el jefe del gobierno de un país no tiene la más mínima intención de abandonar el cargo que ostenta y decide perpetuarse en el mismo "sine die". Es por ello por lo que hay que recurrir a todo tipo de cuchicheos y conspiraciones que contribuyan a desestabilizar no ya al partido que está en el gobierno sino a la persona que ocupa la jefatura del ejecutivo. Es por esto por lo que la especulación sobre la vuelta de Aznar se ha hecho presente de nuevo en el panorama político; una vuelta de cualquier persona de renombre del antiguo PP, capaz de crear un nuevo partido situado a la derecha del actual partido en el gobierno, dividiría el voto conservador-liberal en dos e imposibilitaría una posible permanencia del político gallego en la Moncloa. Esto quiere decir simplemente que la "Operación ciudadanos" no ha dado los frutos que se esperaban por parte del establishment para convertir a este partido catalán en alternativa por el centro derecha al PP, y por lo tanto hay que crear una nueva formación política más a la derecha que contribuya a desestabilizar los planes de Rajoy. Estos son en mi opinión los motivos por los cuáles la prensa anda buscando la forma para desgastar al actual presidente del gobierno, del mismo modo que llevaron a cabo el proceso de desgaste tanto hacia Felipe González, como hacia Adolfo Suárez. El problema radica en que en estos instantes la situación es idéntica a la de los años 90, pero hay un matiz importante que la difiere al mismo tiempo: en los años 90 había un sistema bipartidista. Había una alternativa de gobierno al del PSOE de Felipe González. Esa alternativa era el PP de Aznar, y la prensa echó el resto para sacar del gobierno a un González que iba camino directo de los veinte años consecutivos en el gobierno de España. González ponía siempre como excusa que "nunca encontraba el momento oportuno para irse", mientras que Rajoy anuncia que debe seguir, puesto que su tarea "aún no está acabada". Esa misma excusa expondrá en 2020 para continuar en el palacio de la Moncloa, e incluso puede excusarse en la idea de que él es lo que necesita España, como ya dijo hace unos meses cuando desencadenó una crisis constitucional debido a su empeño en no abandonar el sillón presidencial. Decía anteriormente que España, a diferencia de los años 90, no tiene una alternativa a Rajoy, y expondré brevemente los motivos. El Partido Socialista Obrero Español es un partido que se encuentra al borde de la disolución. No existe un liderazgo claro en el partido y la gestora que aún lo controla mantiene de facto el pacto de coalición con el Partido Popular con el fin de no verse abocados los socialistas a unas nuevas elecciones que los dejarían con la mitad de escaños que ocupan actualmente. En Podemos la situación no es mejor; los Pablistas y los Errejonistas mantienen una guerra civil en el partido que tiene a la formación morada dividida en dos grandes bloques. En C's la situación no puede ser más deplorable; mientras Rajoy rompe día sí y día también los acuerdos que llegaron con los de Albert Rivera, éstos por su parte sólo se dedican a agachar la cabeza y a aceptar sin más los incumplimientos. Es por ello por lo que liquidado Pedro Sánchez, arrinconado Pablo Iglesias, y despreciado Rivera, la alternativa en España ni está ni se le espera. No exagero cuando digo que estamos ante la situación más peligrosa que ha vivido el régimen del 78 desde hace cuarenta años. España es ahora mismo un país cuyo sistema de gobierno es de facto un sistema unipartidista. Nuestro país no tiene nada que envidiarle a países como Venezuela o Cuba, donde la alternancia política brilla por su ausencia. Si algo nos ha demostrado Mariano Rajoy es que se puede convertir un país en un sistema unipartidista sin necesidad de ilegalizar partidos políticos contrarios, y sin tener que dar golpes de estado para conseguir dicho objetivo, y esto es verdaderamente gravísimo en un estado que se hace llamar a sí mismo "democrático".

Hace unos días, Pedro J. Ramírez publicó un artículo donde afirmaba que del Felipismo habíamos pasado al Marianismo, pero que Felipe González, independientemente de que gustase más o menos, sí tenía algo de lo que carece Rajoy: un proyecto de país. Y es cierto. Mientras Felipe González, el cuál no es santo de mi devoción, tenía una idea clara de qué es lo que había que hacer con España, aunque esa idea no es precisamente la que yo comparto, Rajoy, en cambio, no tiene ningún proyecto político para con el país, más allá del de mantenerse en la poltrona el tiempo que él vea oportuno y conveniente. Nos encontramos pues en una situación de sistema unipartidista en la que el partido del gobierno, el cuál está imputado por financiacion irregular, no tiene otro objetivo que el de mantenerse al precio que sea en el poder mientras la oposición se acuchilla entre ella y los problemas del país persisten. Pero lo peor de todo no es la situación actual, que ya bastante grave de por sí, lo peor es que nos encontramos ante una situación que va para largo y en la que no existe alternativa alguna al partido actual ni al personaje que lo lidera. Como tampoco hay alternativa a los mediocres lideres politicos que se encuentran en la oposición y que con su bochornosa actitud permiten la grave situación actual de unipartidismo de facto. En octubre del año pasado afirmé que Rajoy podría presentarse en 2020 o incluso en 2024. A día de hoy mantengo esa teoría, e incluso me atrevo a afirmar que en mi opinión Rajoy buscará la reelección en 2028. Sí, puede parecer surrealista, pero recordemos que Rajoy fue delfín de Manuel Fraga mucho antes que de José María Aznar, y Fraga salió de la presidencia de la Xunta de Galicia a los 83 años, y aún así se volvió a presentar y ganó, pero el pacto del PSOE gallego con los nacionalistas hizo que Fraga tuviese que abandonar en 2005 la presidencia de Galicia por la puerta de atrás. Es por ello por lo que no sería de extrañar que Mariano Rajoy fuese candidato con 73 años a la Moncloa y se retirase, si es que se retira, en 2032 tras veinte años en el cargo. El mes que viene se celebrará el congreso nacional del PP en Madrid, donde Rajoy será reelegido de nuevo presidente del PP. Los estatutos del Partido Popular recogen que aquél que es elegido presidente del partido, es automaticamente también candidato a la presidencia del gobierno. Con esto queda ya confirmado que la presidencia del de Pontevedra superará los ocho años. La cuestión ahora es ¿Irá a por los dieciséis años, e incluso a por los veinte para confirmar definitivamente el caudillaje de facto al que está sometido España? De momento Rajoy ya ha convertido el PP en algo parecido al partido comunista de Cuba, la cuestión es si llegará a convertir España en la nueva Cuba gracias a su sistema unipartidista.

En 1998, el ex director del ABC confirmó en una entrevista a la revista tiempo la existencia de la teoría de la conspiración por parte de la prensa para desalojar del gobierno a Felipe González para salvaguardar la democracia en España aunque para ello se rozase la estabilidad del estado. Si para esa situación, que era mucho menos grave que la actual, utilizaron mecanismos poco democráticos para echar del poder al entonces presidente socialista, ¿Qué harán en esta situación en la que se encuentra en grave peligro la escasa o casi nula democracia que tenemos así como la alternancia política en nuestro país? No lo sé, pero sólo los rumores de la creación de un nuevo partido de derechas y la inexistente vuelta de Aznar pueden darnos ya una pista. Lo que sí es seguro es que Mariano Rajoy no es Felipe González, y que hagan lo que hagan desde los medios de descomunicación para acabar políticamente con el pontevedrés, si es que finalmente lo hacen, éste lo aguantará de largo y resistirá todo lo que pueda y más, ya que él es la personificación de "O yo o el caos", y aunque parezca mentira, tiene razón, después de él viene la nada. Por eso resistirá y ganará, como hasta ahora. Personalmente tengo que añadir que sin ser de izquierdas tengo que reconocer que la última oportunidad de alternativa, por muy patetica que esta fuese, sucedió el 20 de diciembre, y concretamente en la fallida investidura de marzo del año pasado de Pedro Sánchez. Todos sabemos cómo acabó aquella investidura. La pinza de Podemos con el PP hizo imposible ese cambio. Con ella desapareció cualquier atisbo de posibilidad de alternancia política en España, seguramente durante varias décadas. Después vino el 26-J y la división del electorado centrista e izquierdista, así como la unificación del voto derechista hizo lo demás. Para finalizar tengo que añadir que en septiembre, cuando Rajoy perdió el debate de investidura, escribí un artículo con el título "Cuenta atrás para no se sabe qué". Hoy puedo confirmar hacia dónde nos llevaba ese camino; hacia el unipartidismo propio de una dictadura bananera.