En menos de una semana comienza la sesión de investidura como candidato a presidente del gobierno de Pedro Sánchez, y precisamente en esa última letra que contiene el apellido del actual candidato a la presidencia del gobierno quiero referirme hoy. Por si alguien no se ha percatado, todos los presidentes del gobierno que han sido elegidos en España desde 1977 hasta 2016 han llevado la Z en sus dos apellidos (A excepción de Calvo Sotelo y Rajoy), e incluso podemos retroceder hasta 1931 para darnos cuenta de que los dos presidentes de la II República contenían en uno de sus dos apellidos la letra Z, como es el caso de Niceto Alcalá-Zamora y Torres, y Manuel Azaña Díaz, este último con Z en sus dos apellidos. Después llegó la Guerra Civil y la dictadura de Francisco Franco, al que no podemos añadir en la lista ya que no contiene la letra en cuestión y además no fue elegido por la población, como tampoco se pueden incluir en esta lista a los ex-presidentes Luis Carrero Blanco y Carlos Arias Navarro por los mismos motivos. Muerto Franco y llegado Juan Carlos I, éste fuerza la retirada de Arias Navarro y nombra en 1976 a Adolfo Suárez González como presidente del gobierno para pilotar la transición española. Éste no es elegido por la ciudadanía hasta el año siguiente cuando gana en las primeras elecciones generales celebradas en España desde 1936. Aquí llega la segunda parte de esta historia.
Hace unos años leí por internet esta coincidencia histórica que estoy escribiendo esta noche aquí con un añadido muy significativo; cada Z en el primer apellido equivale al doble de elecciones que va a ganar la persona que contiene dicha letra en él. Adolfo Suárez tenía una Z en ella, lo que equivale a dos elecciones que tendría que ganar. El político castellanoleonés ganó las elecciones generales en 1977 y 1979, con lo cuál, la "profecía" se había cumplido en este caso. En 1981 Suárez dimite y nombra a Leopoldo Calvo Sotelo como sucesor en la presidencia del gobierno y de la UCD, el sobrino del político fusilado en julio de 1936 no llevaba la letra Z en ninguno de sus ilustres apellidos, pero tampoco había sido elegido en unas elecciones sino por el dedo de su antecesor en el cargo (E incluso estuvo a punto de no ser presidente debido a la intentona del 23-F en mitad de su investidura), lo cuál hace una excepción en este curioso caso. En 1982 Calvo Sotelo convoca elecciones para octubre de ese mismo año, donde el PSOE de Felipe González Marquez logra una histórica mayoría absoluta. El político sevillano, que tenía la suerte de tener dos Z en su primer apellido, lo que equivalía a cuatro por las reglas anteriormente citadas, ganó cuatro elecciones generales; 1982, 1986, 1989, y 1993, con lo que se cumplía nuevamente este proceso enigmático.
En 1996, Aznar gana frente a González sus primeras elecciones generales. El político madrileño tenía una Z en su primer apellido, lo que equivalía dos elecciones ganadas, así fue, en marzo del 2000 obtiene su segunda victoria frente al candidato del PSOE, Joaquín Almunia. Esta fue la última vez que Aznar se presentó a unas elecciones generales, la Z seguía gobernando España 25 años después. En agosto del 2003, Aznar designa a Mariano Rajoy Brey, sin Z en ninguno de sus apellidos, como su sucesor al frente del PP y candidato a la presidencia del gobierno en las elecciones que tendría lugar el año siguiente, frente a él se presentaba por el PSOE el nuevo líder desde la dimisión de Almunia, José Luis Rodríguez Zapatero. En marzo de 2004 todas las encuestas daban por unanimidad la victoria del PP de Rajoy frente al PSOE de Zapatero, pero los atentados del jueves 11 de marzo y la posterior gestión del todavía presidente del gobierno Aznar sobre el mismo provocan un vuelco histórico e irrepetible en la historia de España que provoca la vuelta del PSOE al gobierno con la llegada de un joven Rodríguez Zapatero que curiosamente contiene la Z en sus dos apellidos. Este es el caso más escalofriante hasta la fecha sobre este extraño proceso. Al contener una Z en su apellido, Zapatero vuelve a ganar sus segundas y últimas elecciones generales en marzo de 2008, nunca más se volverá a presentar como candidato a presidente. En 2011, Zapatero designa a Alfredo Pérez Rubalcaba, con una Z en su primer apellido pero no en el segundo, como candidato a la presidencia del gobierno, por el PP vuelve a presentarse por tercera vez Mariano Rajoy como candidato a la Moncloa. Aquí es donde sí entra mi teoría personal. Al no haber Z en los dos apellidos de los candidatos, el "juego" exige que se pase de la Z, última letra del abecedario, a la penúltima, la Y. Mariano Rajoy Brey contiene la Y griega en sus dos apellidos. Gracias a esta peculiar excepción, Rajoy consigue ganar sus primeras elecciones generales al pasar el designio de España de la letra Z a su antecesora en el abecedario, la Y que Rajoy tiene una sóla vez en su primer apellido. Siguiendo con las reglas de este impresionante acertijo, Rajoy debía ganar unas segundas elecciones al tener una Y en su apellido que equivale a dos elecciones a ganar. El político gallego vuelve a vencer en las elecciones generales del pasado 20 de diciembre aunque hasta la fecha de hoy no ha conseguido formar gobierno.
En este punto nos encontramos ante la última parte de este caso. El candidato a la presidencia del gobierno por el PSOE en las anteriores elecciones generales era Pedro Sánchez Pérez-Castejón, que como se puede comprobar contiene las Z en sus dos apellidos, pero ¿Por qué no ganó Sánchez estas últimas elecciones si tenía la Z que a Rajoy le faltaba? Muy sencillo, Rajoy debía ganar sus "últimas" elecciones generales gracias al juego de la numerología. Si nos guiamos por estas reglas, Mariano Rajoy Brey no volverá a ganar unas elecciones generales en España independientemente de que consiga gobernar o no en la presente legislatura. Por contra, el candidato socialista, Pedro Sánchez ha intentado por todos los medios la posibilidad de convertirse en presidente debido a la falta de apoyos de Rajoy, ya sea con los votos de Podemos, de Ciudadanos, o del propio PP. Por circunstancias que todos conocemos y que yo ya he expuesto aquí anteriormente, Mariano Rajoy renuncia a la investidura y Pedro Sánchez consigue ser nombrado por el rey candidato a la presidencia del gobierno. Ayer mismo, el político socialista consiguió el apoyo de Ciudadanos para ser investido presidente. Unos apoyos que le son insuficientes a Sánchez, ya que necesita la abstención de Podemos o del PP para ser designado presidente, circunstancia altamente improbable. Es bastante posible que Pedro Sánchez no sea investido jefe del gobierno en un corto plazo, aunque la opción de unas nuevas elecciones generales para el próximo 26 de junio debido a la imposibilidad de formar gobierno va ganando peso por días. Dentro de una semana sabremos si la Z vuelve a gobernar España proporcionandole la suerte que ahora mismo le falta a Pedro Sánchez, o si por el contrario seguirá gobernando la Y de Rajoy, o en ultima instancia volvemos a las urnas en junio con unos candidatos que pueden que sean los mismos que ahora, o pueden que no. La pregunta de fondo es; ¿Seguirá este extraño acertijo decidiendo el futuro de España, o se le pondrá fin definitivamente en este apasionante año de cambios 2016 donde todas las hipótesis están abiertas?
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