Este año se cumplen veinte años del estreno de una de las películas que después de dos décadas sigue sin dejar indiferente a nadie y continua dando que hablar. Me refiero a la película dirigida por Mel Gibson "La Pasión de Cristo". Debo reconocer que esta Semana Santa tenía pensado escribir sobre este asunto, aunque finalmente no lo hice. De hecho, como ya he comentado en otras entradas, no me gusta escribir sobre películas, miniseries o series, ya que no creé en su momento este blog para hablar de cine, sino de la actualidad y otras cosas. Pero, al igual que he hecho en otras ocasiones, voy a hacer de nuevo una excepción para hablar no solo de una película que fue y sigue siendo controvertida veinte años después, sino también del trasfondo de todo lo que rodea a la película y a los hechos que se narran en ella.
Recuerdo que cuando fui al cine en el momento de su estreno tenía solamente doce años. Si la memoria no me falla fue concretamente el 3 de abril de 2004, Sábado de Pasión y a solo un día del comienzo de la Semana Santa de aquel año. Me guio por el hecho de que cuando llegue a casa hicieron mención en el telediario al reciente fallecimiento de un grande del cine que precisamente interpretó en otra gran superproducción sobre la vida de Jesucristo a Herodes el Grande: Peter Ustinov. Pues bien, al llegar al cine recuerdo que la sala estaba repleta de personas.
La expectación no era para menos. La polémica y la controversia que rodeaba a "La Pasión de Cristo" era extrema a nivel mundial. Era la primera vez que un prestigioso director y actor como Mel Gibson había rodado una película sobre la muerte de Cristo, pero no una película cualquiera, sino una película donde se reflejaba crudamente el sufrimiento que supuestamente padeció Jesucristo en sus últimas horas en la tierra hasta su muerte en la cruz.
La violencia que se mostraba en la película era pues uno de los factores más controvertidos que rodeaban a la misma. Pero aquí no quedaba la cosa. Otro de los factores determinantes era el supuesto antisemitismo que según muchos reflejaba la obra, lo cual le valió a Mel Gibson su veto en Hollywood (Ya sabemos quiénes controlan la mayor industria del cine), así como al actor que daba vida a Jesucristo: Jim Caviezel, el cual interpretó magistralmente el papel de Jesús. A día de hoy incluso, ese veto para ambos sigue vigente. Por otro lado también se produjeron altercados en los cines por parte de algunos grupos que acusaban a la película de antisemitismo.
Pero lo más relevante fueron los desmayos e incluso las muertes por paradas cardiorrespiratorias de algunos espectadores en las salas de cine, los cuales no pudieron superar en algunos casos las escenas de violencia que se ven en la película, sobre todo la escena de la flagelación en donde Cristo es azotado por los soldados romanos de Poncio Pilatos. También se produjeron sucesos completamente surrealistas, como el de un hombre que después de acudir al cine a ver la película decidió acudir a comisaría y entregarse tras confesar un delito que había cometido años atrás. Todo ello porque, según el individuo, no podía soportar seguir en libertad tras ver el sacrificio que Jesucristo había realizado por la humanidad al dar su vida por los pecados del mundo.
Estas noticias recuerdo que eran frecuentes en aquel momento, lo cual aumentó aún más si cabe la expectación a la hora de ir a verla. No es de extrañar en absoluto que las salas de cine estuviesen repletas, como yo mismo presencié cuando acudí aquella tarde a los cines del famoso centro comercial "Nervión Plaza" de Sevilla. Dicho esto, mi impresión tras ver la película era de que había visto una gran e impactante película. Pero también reconozco que no me dejó tan impactado como yo creía que me iba a dejar, lo cual es curioso, ya que la película es bastante dura, y más si tenemos en cuenta que en aquel momento en el que la vi contaba con doce años.
¿Es una buena película? Absolutamente. La atmósfera y el hecho de que la película estaba rodada en latín y arameo, así como la tensión constante (Y algún que otro susto) hacen que uno viva los hechos como si realmente estuviese allí presente en la Judea del siglo I, lo cual hace que sea una obra cinematográfica impresionante; ¿Es una película cruda y violenta? Sin lugar a dudas, sobre todo las escenas de la flagelación y las que siguen después hasta la muerte de Cristo; ¿Es una película antisemita? Yo, personalmente, no lo veo así. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que Mel Gibson, católico practicante, narra los hechos tal y como supuestamente sucedieron según los Evangelios.
Y los Evangelios narran, con independencia de las creencias religiosas de cada uno, que fueron los judíos y no los romanos quienes promovieron la muerte de Cristo. Según los Evangelios Canónicos, los judíos, y en este caso el Sanedrín, liderados por Caifás y Anás, llevaron a Cristo ante las autoridades romanas para exigirle a éstos la pena de muerte (En este caso la crucifixión) de Jesucristo, basándose en los supuestos delitos políticos-religiosos que, según ellos, había cometido.
Mientras que los judíos querían dar muerte a Cristo basándose en el hecho de que éste había alegado ser el hijo de Dios (Delito religioso desde el punto de vista judío), este hecho no les bastaba para que ellos pudiesen darle muerte por su cuenta; algo bastante incongruente por otra parte, ya que después de la muerte de Jesucristo el Sanedrín dio muerte directamente bajo lapidación a otros seguidores suyos por delitos supuestamente menores, como el propio San Esteban.
Pero volviendo a la cuestión que nos ocupa sobre el proceso a Jesús, al tratarse ésta de una acusación religiosa sin fundamento desde el punto de vista del Derecho Romano, es en ese instante cuando los miembros del Sanedrín alegan ante el Procurador Poncio Pilatos que Cristo también se hace llamar "Rey de los judíos", lo cual era ya en este caso un delito de sedición y una afrenta a Roma y también al emperador (Por aquel entonces gobernaba Tiberio).
Es entonces cuando Pilatos, que hasta ese momento se negaba a condenar a muerte a Cristo y era proclive a darle la libertad, se ve entre la espada y la pared cuando los judíos le sueltan la famosa frase que cambiaría el desenlace del juicio: "Si liberas a éste no eres amigo del César". Obviamente tras esta acusación, Pilatos se vio obligado a crucificar a Jesucristo ante el temor de que los judíos diesen parte de la situación a Tiberio y a Sejano (Conviene recordar también que en el año 30, Tiberio seguía siendo emperador pero estaba retirado en Capri, mientras que Sejano era quien realmente gobernaba Roma en un estado de persecución constante ante aquellos que le hiciesen sombra). Es de esperar que Pilatos decidiese ante este dilema condenar a su pesar a Cristo ante el temor de que liberándolo pudiese provocar una revuelta en Judea y una orden de destitución y posible ejecución contra él por parte de Roma. El resto de la historia ya sabemos cuál es.
Dicho esto, y después de este pequeño resumen bíblico, es de lógica pensar que la película no es antisemita, sino que narra los hechos tal y como sucedieron supuestamente. Los judíos fueron los promotores de la muerte de Cristo y los romanos sus ejecutores desde el punto de vista legal. Pese a esto, el veto de Hollywood hacia Mel Gibson, hacia Jim Caviezel y hacia la propia película estaba ya decidido. De hecho la película no fue nominada a ningún Óscar, ni siquiera le dieron cabida en Hollywood.
De hecho hoy en día ni siquiera está disponible en ninguna plataforma como Amazon Prime, HBO o Netflix, ni tampoco es fácil su compra en DVD. Un paralelismo similar al que sufre otra memorable película rodada igualmente en 2004 y que relata los últimos días de Hitler en el poder: "El Hundimiento". Películas pues que están en la lista negra hollywoodiense y que a día de hoy, después de dos décadas, están vetadas, lo cual corrobora quiénes están detrás de la mayor industria cinematográfica del mundo y los intereses que les mueven.
Hay otras cuestiones que también han pasado a la historia cuando se habla de esta película, como son las anécdotas y extraños sucesos vividos durante el rodaje, los cuales dieron que hablar en su momento y que veinte años después siguen comentándose. Me refiero a la tormenta repentina que se produjo durante la escena en la que Jesús está predicando durante el Sermón de la Montaña, lo cual provocó que supuestamente un rayo alcanzase a Jim Caviezel, dejándolo sorprendentemente ileso. Otro suceso extraño fue la aparición de dos seres vestidos de blanco que muchos integrantes del equipo vieron durante el rodaje, los cuales dieron consejos sobre cómo había que elaborar la película, desapareciendo acto seguido sin dejar rastro.
Por otro lado también está el testimonio del actor que interpretó a Barrabás, el cual se convirtió al Catolicismo tras el rodaje, ya que según él, en el instante en que cruza su mirada con la de Cristo tras ser liberado (El momento se refleja perfectamente en la película), dijo haber visto en la mirada de Jim Caviezel la mirada de Cristo. Yo personalmente no me creo nada de estas anécdotas. Creo que fueron simplemente una forma de atraer a más espectadores y darle un toque de misterio y enigma a la película, lo cual creo que no hacía falta en absoluto, ya que la película iba a ser sí o sí un éxito mundial, como finalmente ocurrió.
Dicho esto, y en lo que respecta a los momentos que la película muestra, hay escenas que son memorables, como el diálogo en el Huerto de Getsemaní entre Cristo y el Diablo, la escena de Jesús ante Caifás y Anás en el Sanedrín, las escenas de Cristo y la Virgen María (Sobre todo el encuentro en su camino al Calvario), la cruda escena de la flagelación, la presentación al pueblo después de las torturas y las burlas (La escena del Ecce Homo), el camino con la cruz hacia el Calvario, la crucifixión y la escena última de la resurrección.
Escenas que hacen de "La Pasión de Cristo" la segunda mejor película sobre Jesucristo. La primera sigue siendo, en mi opinión, la magistral y colosal miniserie rodada por Franco Zeffirelli: "Jesús de Nazaret". Una miniserie en la que un insuperable e impresionante Robert Powell dio vida como nadie a Jesucristo, hasta tal punto de que a día de hoy, casi cincuenta años después de su estreno en televisión, su memorable figura durante la obra es para muchos la viva imagen de Cristo. Jim Caviezel hace un trabajo magistral y brillante, pero no consigue llegar a la interpretación perfecta que Robert Powell hizo de Jesús en 1977.
Dicho esto, en pleno 2024 y cuando ya han pasado veinte años de su estreno, "La Pasión de Cristo" sigue siendo una de las mejores producciones cinematográficas que se han rodado sobre la figura de Jesucristo. Una producción cinematográfica que a día de hoy está practicamente vetada pero que retransmiten por televisión alguna que otra vez en Semana Santa y/o Navidad. Por otro lado se viene comentando desde hace tiempo, y el propio Mel Gibson lo ha confirmado ya, el próximo rodaje de una segunda parte en la que se tratará la resurrección de Cristo.
Una secuela que yo personalmente no le veo sentido, ya que con la impresionante escena final de la resurrección queda ya todo concluido y creo que, a menos que sea estrictamente necesario, no es imprescindible rodar una segunda parte de ninguna película. Primero porque la película original ya tiene un final cerrado y segundo porque ya han pasado veinte años desde su estreno y creo que no tiene sentido rodar una segunda parte dos décadas después del estreno de la primera.
Para finalizar debo añadir que quien no haya visto aún esta impresionante película, le recomiendo que lo haga. Ya he dicho en algunas de mis últimas entradas cuál es mi opinión actual acerca de la religión y de Dios, pero el hecho de que ya no esté apegado a ninguna fe no excusa que le dé a esta película el gran reconocimiento que se merece y lo mucho que logró transmitir y que aún sigue transmitiendo entre creyentes y no creyentes, lo cual va mucho más allá del factor espiritual. Solo por eso, y con independencia de las creencias religiosas de cada uno, merece la pena ver (Para aquellos que aún no la han visto) y volver a ver (Para los que sí la hemos visto ya) esta gran obra maestra del cine.