Y es que tengo que decirlo: Hay que ser muy, muy, pero que muy hijo de puta para hacer lo que ha hecho ese ser miserable llamado Pedro Sánchez a la hora de anunciar la fecha de la exhumación del que fuera, por mucho que les joda a algunos, jefe del estado español entre 1939 y 1975. Hay que ser muy mala persona y una víbora con ansias sedientas de sangre, de odio y de venganza para anunciar a los cuatro vientos no solo el día, sino la hora en la que se produciría la exhumación de Franco cuando se había reiterado hasta la saciedad que la profanación (Ya que eso es en realidad lo que se ha producido hoy) del cadáver del general gallego se producirían en la más estricta intimidad. Eso sí, para el gobierno español "La más estricta intimidad" significa hacer un Gran Hermano en vivo y en directo desde Televisión Española y retransmitir minuto a minuto y con un gran despliegue de medios todo el proceso de la exhumación de los restos mortales de aquel que en su día fue el general más joven de Europa.
Y es que una cosa es más clara que el agua que me estoy tomando en estos instantes mientras escribo esta entrada, y es que la campaña electoral ha comenzado en la mañana/mediodía de hoy con la imagen histórica de los restos de Franco saliendo del Valle de los Caídos y partiendo de este lugar en el que ha reposado más de cuarenta años en el helicóptero que el gobierno ha dispuesto para su traslado. Estamos pues, y con la excepción de la recta final de la campaña de las elecciones generales de 2004 tras el 11-M, ante la campaña electoral más sucia, vomitiva y miserable que va a vivir el sistema político español desde 1977. Va a ser la primera vez que un presidente del gobierno y candidato a la reelección a la presidencia de una nación salga ante los suyos en los mítines y ante todos los ciudadanos en el debate a cinco del día 4 de noviembre con el pretexto de haber sido él y solo él quien ha profanado una tumba e interrumpido el descanso eterno de un ser humano y convertir este acto sacrílego como un trofeo por el que exigirá encima una recompensa, en este caso el voto de la gente para salir reelegido. Ya de hecho este mediodía y tras ser enterrado Franco en el cementerio de Mingorrubio, el presidente en funciones ha salido en una rueda de prensa desde Moncloa en plena franja horaria de los informativos celebrando cuan héroe exultante su victoria... una victoria contra un muerto.
Pues bien, ya tenemos desde hace unas horas a Franco descansando en el cementerio de El Pardo. ¿Y ahora qué?, ¿Se ha acabado el paro?, ¿Se ha acabado el independentismo en Cataluña?, ¿Se ha acabado la desigualdad social?, ¿Se ha acabado la crisis constitucional que vive España? Por supuesto que no, pero eso qué más da. Lo importante era sacar al difunto de su nicho y pasearlo de nuevo para saciar un poco la sed de venganza de esa izquierda proterrorista y criminal, representada por esos jóvenes repletos de odio y simpatizantes del terrorismo etarra y del independentismo catalán, vasco, gallego, andaluz, etc. Una izquierda que cree que ha vencido la guerra por el mero hecho de sacar de un sitio y meter en otro a un cadáver embalsamado, pero que indudablemente no se va a saciar con esto. Desgraciadamente es bastante probable que se produzcan actos vandálicos en el panteón de la familia Franco, e incluso, y Dios quiera que me equivoque en esto, que se produzca un asalto a la cripta y se robe el cadáver del propio Franco para colgarlo de un puente, descuartizarlo y/o incendiarlo. Insisto, estamos ante una juventud, y no tan juventud repleta de odio y venganza, la cual no se va a conformar con el hecho de que aquel a quienes ellos consideran un genocida sin mirarse ellos el ombligo descanse junto a su esposa en el lugar que él verdaderamente quería desde un principio. No, ahora la izquierda irá a por más. De momento ya se habla de exhumar también a José Antonio Primo de Rivera (El cual fue toda una víctima de la guerra civil) para cambiarlo de lugar dentro de la propia basílica del Valle de los Caídos. E incluso se habla también de la opción de demoler la cruz que preside la basílica, ya que según afirman los rojos "Es más un símbolo del Nacional-catolicismo que del Cristianismo". La idea ya la han lanzado, ahora queda hacerla realidad según ellos.
Sinceramente, con sucesos como los de hoy se puede confirmar que España no tiene salvación ninguna. Un país que se encuentra en una situación política, social y económica como la actual no puede permitirse el hecho de estar constantemente mirando al pasado. ¿Cuántas veces oímos la palabra "Guerra civil" en la televisión al cabo del día?, ¿Cuántas veces oímos el nombre de "Franco" en los medios de comunicación en un solo día? Jamás, insisto, jamás la guerra civil y la dictadura habían estado tan presentes en el día a día de un país como en estos graves instantes. De hecho la cobertura de los medios de comunicación, y en especial de Televisión Española, dando cobertura a la exhumación como si se tratase del propio funeral de Franco en el año 1975 nos da una idea del gran interés que tiene el gobierno y los medios de comunicación de hablar sin cesar de un tema que se suponía que estaba más muerto y enterrado que el propio Franco, cosa que se ha demostrado que no es así. Al levantar hoy el cadáver de Franco se ha levantado de nuevo el cadáver de la guerra y de la división vivida en España en 1939, así que mucho cuidado con lo que ocurra a partir de ahora, ya que el responsable de que se hayan reabierto definitivamente las heridas de la guerra es única y exclusivamente el presidente del gobierno, Pedro Sánchez. No, señores. Un país no puede seguir mirando constantemente al pasado. Yo personalmente no viví el entierro de Franco en 1975, pero sí he vivido la exhumación de hoy, y debo decir que aparte de que no comparto en absoluto la idea de desenterrar a ningún ser humano por venganza, menos aún me gusta el hecho de tener que estar viviendo constantemente en el pasado mientras nos estamos jugando en el presente nuestro futuro. Personalmente debo decir que un momento que me ha impactado de los que se han vivido hoy ha sido aquel en el que el helicóptero que trasladaba los restos de Franco aterrizaban cerca de el cementerio de El Pardo mientras los defensores del caudillo gritaban a viva voz "Franco, Franco, Franco". Por un momento llegué a pensar que estaba viviendo en 1975 y no en 2019. Por un momento he llegado a creer que estaba presenciando el auténtico funeral de 1975 del que fuera Generalísimo de los Ejércitos y no de una exhumación de los restos de este hombre cuarenta años después. No, así no se puede seguir. Yo soy el primero que si de mí dependiera y pudiese viajar al pasado viajaría con los ojos cerrados cincuenta años atrás, y viviría en primera persona esa España conservadora y tradicional que por desgracia ya se ha perdido junto con sus nobles valores. Pero una cosa es volver voluntariamiente al pasado, y otra muy distinta es que te impongan vivir en el por el mero hecho de alimentar el odio y el rencor entre los ciudadanos.
Debo decir que hacía años que no sentía tanto asco por una persona como la que siento por Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Mira que Zapatero (Principal responsable y promotor del odio y la división entre españoles con esa mentira sistemática llamada Memoria Histórica) me daba asco, pues Rajoy consiguió no sé si superarlo pero sí igualar ese asco. Pero sin lugar a dudas este ser que ahora gobierna España y que se regocija con las desgracias colectivas con el fin de obtener un beneficio personal es lo más asqueroso que he podido ver, no ya en política sino en la vida. Espero y deseo que todo el daño que está causando a tantas personas lo pague de forma severa, primero en las urnas y después en la cárcel. No se puede gobernar a base de imponer el odio entre los ciudadanos si no tienes un verdadero plan para cambiar a mejor tu país y el nivel de vida de sus ciudadanos. Y no se puede gobernar a base de querer borrar la historia de tu país. Francisco Franco Bahamonde es, quieran los rojos o no, Historia de España, y lo fue porque gracias a él, nuestra nación consiguió convertirse en uno de los diez países más industrializados de occidente durante su mandato. Las condiciones y los derechos laborales en España mejoraron notablemente durante el Franquismo. Nuestro país rozaba el pleno empleo y los españoles gozaban de una sanidad, educación y políticas sociales como nunca antes habían disfrutado. Y con todo ello, Franco creó aquello que la izquierda sigue sin perdonarle que crease y que cuarenta años después sigue, a duras penas y a pesar del empeño de los diferentes gobiernos en destruirla indemne: La clase media.
¿Cometió errores? Sí. ¿Asesinó a personas? No más que la izquierda española, liderada en el PSOE por aquel a quien durante la II República era denominado el "Lenin español" y que encabezó en 1934 un golpe de estado que provocó más de 2.000 muertos en toda España: Francisco Largo Caballero, un auténtico criminal que deja a Sánchez y a Zapatero a la altura de unos meros aprendices del mal. Por no hablar del saqueador del Banco de España, el cual robó más de 500 toneladas de oro para llevárselas a Moscú tras estallar la guerra: El socialista Juan Negrín. Por cierto, si de justicia social y memoria histórica hablamos, ahora es el turno de que el PSOE devuelva todo lo robado en el banco de España por Negrín. Seguramente con todo lo que devolviesen, España podría salir intacta de la crisis económica en la que estamos a punto de sumergirnos. Por ello, si de derechos laborales hablamos, habrá que echar la mirada a ese a quien han desenterrado hoy. Si de políticas sociales hablamos, se debe volver la vista a quien desde hoy sus restos reposan en el cementerio de El Pardo. Y si de prosperidad económica, respeto internacional y defensa de nuestra soberanía hablamos, hay que mirar a quien hoy ha sido exhumado por aquel que debiera tomar nota de cómo ser, con sus luces y sus sombras un gobernante respetado. Al cual por muchos libros que censuren y muchas leyendas que falsifiquen, nunca podrán borrar de la Historia, cuyo legado siempre seguirá vivo gracias a su obra, la obra de Francisco Franco Bahamonde.