viernes, 25 de octubre de 2019

Los muertos de Sánchez

Si por algo será recordado Pedro Sánchez el día que deje la presidencia del gobierno será por sus muertos. Sí, los muertos que ha ido desenterrando tanto de forma literal como de forma figurada en este año y medio que lleva ocupando la jefatura del gobierno español. Hace poco más de doce horas, Pedro Sánchez ha conseguido su objetivo y se ha producido finalmente la exhumación del cadáver de Francisco Franco en el Valle de los Caídos. Una exhumación que supone para el gobierno del PSOE una victoria retardada de la guerra civil después de 80 años desde la finalización de ésta, pero que no es más que una venganza ridícula, ya que si algo han hecho esas bestias depravadas que se hacen llamar socialistas es cumplir la última voluntad de Franco, el cual siempre pidió ser enterrado en el cementerio de El Pardo junto a su mujer, Carmen Polo. Deseo que finalmente se ha concedido cuarenta y cuatro años después de su fallecimiento gracias a las ansias infinitas de Pedro Sánchez y el PSOE por remover las heridas de la guerra civil y provocar de nuevo un enfrentamiento social entre españoles. Enfrentamiento social que en realidad no han conseguido este jueves, ya que si algo buscaban los socialistas en el día de hoy era una concentración masiva entre los defensores de Franco y los defensores de la II República al paso del coche fúnebre de Franco para provocar un disturbio y lo que surgiera a las puertas del cementerio de Mingorrubio.

Y es que tengo que decirlo: Hay que ser muy, muy, pero que muy hijo de puta para hacer lo que ha hecho ese ser miserable llamado Pedro Sánchez a la hora de anunciar la fecha de la exhumación del que fuera, por mucho que les joda a algunos, jefe del estado español entre 1939 y 1975. Hay que ser muy mala persona y una víbora con ansias sedientas de sangre, de odio y de venganza para anunciar a los cuatro vientos no solo el día, sino la hora en la que se produciría la exhumación de Franco cuando se había reiterado hasta la saciedad que la profanación (Ya que eso es en realidad lo que se ha producido hoy) del cadáver del general gallego se producirían en la más estricta intimidad. Eso sí, para el gobierno español "La más estricta intimidad" significa hacer un Gran Hermano en vivo y en directo desde Televisión Española y retransmitir minuto a minuto y con un gran despliegue de medios todo el proceso de la exhumación de los restos mortales de aquel que en su día fue el general más joven de Europa.

Y es que una cosa es más clara que el agua que me estoy tomando en estos instantes mientras escribo esta entrada, y es que la campaña electoral ha comenzado en la mañana/mediodía de hoy con la imagen histórica de los restos de Franco saliendo del Valle de los Caídos y partiendo de este lugar en el que ha reposado más de cuarenta años en el helicóptero que el gobierno ha dispuesto para su traslado. Estamos pues, y con la excepción de la recta final de la campaña de las elecciones generales de 2004 tras el 11-M, ante la campaña electoral más sucia, vomitiva y miserable que va a vivir el sistema político español desde 1977. Va a ser la primera vez que un presidente del gobierno y candidato a la reelección a la presidencia de una nación salga ante los suyos en los mítines y ante todos los ciudadanos en el debate a cinco del día 4 de noviembre con el pretexto de haber sido él y solo él quien ha profanado una tumba e interrumpido el descanso eterno de un ser humano y convertir este acto sacrílego como un trofeo por el que exigirá encima una recompensa, en este caso el voto de la gente para salir reelegido. Ya de hecho este mediodía y tras ser enterrado Franco en el cementerio de Mingorrubio, el presidente en funciones ha salido en una rueda de prensa desde Moncloa en plena franja horaria de los informativos celebrando cuan héroe exultante su victoria... una victoria contra un muerto.

Pues bien, ya tenemos desde hace unas horas a Franco descansando en el cementerio de El Pardo. ¿Y ahora qué?, ¿Se ha acabado el paro?, ¿Se ha acabado el independentismo en Cataluña?, ¿Se ha acabado la desigualdad social?, ¿Se ha acabado la crisis constitucional que vive España? Por supuesto que no, pero eso qué más da. Lo importante era sacar al difunto de su nicho y pasearlo de nuevo para saciar un poco la sed de venganza de esa izquierda proterrorista y criminal, representada por esos jóvenes repletos de odio y simpatizantes del terrorismo etarra y del independentismo catalán, vasco, gallego, andaluz, etc. Una izquierda que cree que ha vencido la guerra por el mero hecho de sacar de un sitio y meter en otro a un cadáver embalsamado, pero que indudablemente no se va a saciar con esto. Desgraciadamente es bastante probable que se produzcan actos vandálicos en el panteón de la familia Franco, e incluso, y Dios quiera que me equivoque en esto, que se produzca un asalto a la cripta y se robe el cadáver del propio Franco para colgarlo de un puente, descuartizarlo y/o incendiarlo. Insisto, estamos ante una juventud, y no tan juventud repleta de odio y venganza, la cual no se va a conformar con el hecho de que aquel a quienes ellos consideran un genocida sin mirarse ellos el ombligo descanse junto a su esposa en el lugar que él verdaderamente quería desde un principio. No, ahora la izquierda irá a por más. De momento ya se habla de exhumar también a José Antonio Primo de Rivera (El cual fue toda una víctima de la guerra civil) para cambiarlo de lugar dentro de la propia basílica del Valle de los Caídos. E incluso se habla también de la opción de demoler la cruz que preside la basílica, ya que según afirman los rojos "Es más un símbolo del Nacional-catolicismo que del Cristianismo". La idea ya la han lanzado, ahora queda hacerla realidad según ellos. 

Sinceramente, con sucesos como los de hoy se puede confirmar que España no tiene salvación ninguna. Un país que se encuentra en una situación política, social y económica como la actual no puede permitirse el hecho de estar constantemente mirando al pasado. ¿Cuántas veces oímos la palabra "Guerra civil" en la televisión al cabo del día?, ¿Cuántas veces oímos el nombre de "Franco" en los medios de comunicación en un solo día? Jamás, insisto, jamás la guerra civil y la dictadura habían estado tan presentes en el día a día de un país como en estos graves instantes. De hecho la cobertura de los medios de comunicación, y en especial de Televisión Española, dando cobertura a la exhumación como si se tratase del propio funeral de Franco en el año 1975 nos da una idea del gran interés que tiene el gobierno y los medios de comunicación de hablar sin cesar de un tema que se suponía que estaba más muerto y enterrado que el propio Franco, cosa que se ha demostrado que no es así. Al levantar hoy el cadáver de Franco se ha levantado de nuevo el cadáver de la guerra y de la división vivida en España en 1939, así que mucho cuidado con lo que ocurra a partir de ahora, ya que el responsable de que se hayan reabierto definitivamente las heridas de la guerra es única y exclusivamente el presidente del gobierno, Pedro Sánchez. No, señores. Un país no puede seguir mirando constantemente al pasado. Yo personalmente no viví el entierro de Franco en 1975, pero sí he vivido la exhumación de hoy, y debo decir que aparte de que no comparto en absoluto la idea de desenterrar a ningún ser humano por venganza, menos aún me gusta el hecho de tener que estar viviendo constantemente en el pasado mientras nos estamos jugando en el presente nuestro futuro. Personalmente debo decir que un momento que me ha impactado de los que se han vivido hoy ha sido aquel en el que el helicóptero que trasladaba los restos de Franco aterrizaban cerca de el cementerio de El Pardo mientras los defensores del caudillo gritaban a viva voz "Franco, Franco, Franco". Por un momento llegué a pensar que estaba viviendo en 1975 y no en 2019. Por un momento he llegado a creer que estaba presenciando el auténtico funeral de 1975 del que fuera Generalísimo de los Ejércitos y no de una exhumación de los restos de este hombre cuarenta años después. No, así no se puede seguir. Yo soy el primero que si de mí dependiera y pudiese viajar al pasado viajaría con los ojos cerrados cincuenta años atrás, y viviría en primera persona esa España conservadora y tradicional que por desgracia ya se ha perdido junto con sus nobles valores. Pero una cosa es volver voluntariamiente al pasado, y otra muy distinta es que te impongan vivir en el por el mero hecho de alimentar el odio y el rencor entre los ciudadanos. 

Debo decir que hacía años que no sentía tanto asco por una persona como la que siento por Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Mira que Zapatero (Principal responsable y promotor del odio y la división entre españoles con esa mentira sistemática llamada Memoria Histórica) me daba asco, pues Rajoy consiguió no sé si superarlo pero sí igualar ese asco. Pero sin lugar a dudas este ser que ahora gobierna España y que se regocija con las desgracias colectivas con el fin de obtener un beneficio personal es lo más asqueroso que he podido ver, no ya en política sino en la vida. Espero y deseo que todo el daño que está causando a tantas personas lo pague de forma severa, primero en las urnas y después en la cárcel. No se puede gobernar a base de imponer el odio entre los ciudadanos si no tienes un verdadero plan para cambiar a mejor tu país y el nivel de vida de sus ciudadanos. Y no se puede gobernar a base de querer borrar la historia de tu país. Francisco Franco Bahamonde es, quieran los rojos o no, Historia de España, y lo fue porque gracias a él, nuestra nación consiguió convertirse en uno de los diez países más industrializados de occidente durante su mandato. Las condiciones y los derechos laborales en España mejoraron notablemente durante el Franquismo. Nuestro país rozaba el pleno empleo y los españoles gozaban de una sanidad, educación y políticas sociales como nunca antes habían disfrutado. Y con todo ello, Franco creó aquello que la izquierda sigue sin perdonarle que crease y que cuarenta años después sigue, a duras penas y a pesar del empeño de los diferentes gobiernos en destruirla indemne: La clase media. 

¿Cometió errores? Sí. ¿Asesinó a personas? No más que la izquierda española, liderada en el PSOE por aquel a quien durante la II República era denominado el "Lenin español" y que encabezó en 1934 un golpe de estado que provocó más de 2.000 muertos en toda España: Francisco Largo Caballero, un auténtico criminal que deja a Sánchez y a Zapatero a la altura de unos meros aprendices del mal. Por no hablar del saqueador del Banco de España, el cual robó más de 500 toneladas de oro para llevárselas a Moscú tras estallar la guerra: El socialista Juan Negrín. Por cierto, si de justicia social y memoria histórica hablamos, ahora es el turno de que el PSOE devuelva todo lo robado en el banco de España por Negrín. Seguramente con todo lo que devolviesen, España podría salir intacta de la crisis económica en la que estamos a punto de sumergirnos. Por ello, si de derechos laborales hablamos, habrá que echar la mirada a ese a quien han desenterrado hoy. Si de políticas sociales hablamos, se debe volver la vista a quien desde hoy sus restos reposan en el cementerio de El Pardo. Y si de prosperidad económica, respeto internacional y defensa de nuestra soberanía hablamos, hay que mirar a quien hoy ha sido exhumado por aquel que debiera tomar nota de cómo ser, con sus luces y sus sombras un gobernante respetado. Al cual por muchos libros que censuren y muchas leyendas que falsifiquen, nunca podrán borrar de la Historia, cuyo legado siempre seguirá vivo gracias a su obra, la obra de Francisco Franco Bahamonde. 

miércoles, 23 de octubre de 2019

La Semana Trágica del Siglo XXI

Esta semana pasada, Cataluña ha vivido la que se puede considerar como su Semana Trágica del Siglo XXI. Una semana en las que las ciudades de Barcelona, Gerona, Tarragona, Lérida y otras partes de Cataluña han ardido mientras se producían unos graves disturbios que han dejado como resultado cientos de policías heridos, en especial tres que en estos momentos se están debatiendo entre la vida y la muerte, además de una chica, supuestamente ajena a las protestas, que se encuentra también en estado de gravedad, y un ciudadano francés muerto de un infarto por los sucesos acaecidos en el aeropuerto de El Prat.

Sucesos todos ellos que tienen como principales responsables a dos personas: La primera el presidente de la generalitat catalana, Quim Torra, el cual ha sido el principal impulsor de los graves sucesos producidos en estos días, ya que él y solo él es el jefe superior del grupo terrorista del CDR, principal organización responsable de que Barcelona y otras ciudades catalanas hayan sido estos días un campo de batalla abierto en donde la policía española se ha visto desamparada, humillada y ultrajada por el gobierno de España como no se había visto desde hacía dos años, concretamente desde octubre de 2017. Por otro lado el segundo responsable de todo esto es el actual presidente del gobierno, Pedro Sánchez. Un tipo que espero y deseo fervientemente que se le presente tras la apertura de las cortes una moción de responsabilidad criminal en el congreso de los diputados, ya que estamos ante un auténtico criminal que ha dejado a su suerte la vida y la seguridad de miles de policías, dejando como resultado más de un centenar de agentes heridos, algunos de ellos hospitalizados mientras luchan todavía por sus vidas.

Finalmente se ha confirmado la teoría que hace unos meses escribió de manera sutil Pedro J Ramírez, cuando afirmó que la estrategia de Moncloa era la de ir a las urnas (A las del 28-A) en un escenario al límite, en el que Sánchez apostaría por tensar todo lo posible la situación catalana hasta el límite de producirse una desgracia que llevase emparejada la aplicación del 155. Como se puede ver, ese escenario no se dio en abril, sino ahora, y el 155 ni está ni se le espera, pero la situación ha llegado a tal punto en el que Sánchez puede aplicar la ley en el momento que mejor le interese a él con el pretexto de presentarse ante la nación española como aquél que evitó la secesión catalana y la violencia en las calles. Por supuesto esa aplicación la llevaría en todo caso en el momento más cercano a las elecciones generales, es decir, o bien la semana que viene, o bien la misma semana de las elecciones.

Aunque actualmente parezca que Sánchez ha perdido gran parte de su apoyo como consecuencia de la crisis catalana, todo esta imagen de debilidad e incluso de compadreo con el independentismo pueden irse al traste cuando aplique la ley, ya que si algo tienen los españoles es memoria de pez, por lo que en el momento de ir a las urnas dentro de dos semanas pesará más la imagen que proyecte Sánchez si aplica finalmente el 155, que la que estamos presenciando a día de hoy.

Personalmente tengo mis dudas sobre si este criminal aplicará finalmente la ley, ya que como ha publicado el periódico "El Mundo" en el día de ayer, Torra ha trasladado a los presos que tramitará la salida de éstos de la cárcel tras el 10-N, lo cual no deja de ser curioso, ya que demuestra nuevamente que toda esta escalada de violencia que se ha producido no es más que un teatro guionizado entre el presidente del gobierno y el presidente de la generalitat con unos objetivos que por lo menos yo desconozco, pero que desde luego no son buenos ni para Cataluña ni para el resto de España. Se ha hablado incluso de la posibilidad de que Sánchez acabase aplicando la suspensión de las elecciones generales, con el objetivo de celebrarlas cuando la situación se haya calmado. Si este escenario se produjese estaríamos ante un golpe de estado por parte del gobierno de España, y no lo digo yo, sino Pedro Almodovar, el cual acusó a Aznar de querer suspender las elecciones tras el 11-M hace quince años. La diferencia entre el 11-M y la situación actual es que los atentados de Atocha no fueron permitidos por el gobierno de entonces como sí lo permite actualmente el ejecutivo con la situación catalana, pero aquí ya sabemos que pase lo que pase y haga lo que haga la izquierda, siempre se le perdonará todo. Solo hay que echar un vistazo a la historia criminal de su partido para corroborarlo.

¿Qué debería de haber hecho el gobierno de Sánchez al respecto esta semana pasada? Lógicamente haber redoblado los efectivos policiales y haber dado la orden correspondiente a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado para que actuasen sin limitación alguna a la hora de establecer el orden en las calles, además de sacar de sus cuarteles a la Guardia Civil, la cual se ha visto humillada por el gobierno al no recibir orden alguna de éste para que saliesen siquiera a las calles. En lugar de eso, el miserable ministro del interior, Grande Marlaska, fue visto en un bar de copas en Chueca junto con su novio y unos amigos más mientras Barcelona yacía en llamas, lo cual debería de ser motivo más que suficiente para que el ministro del interior estuviese en estos momentos cesado y mordiendo las almohadas en su puñetera casa. Pero como es lógico en este gobierno, el peor y más miserable y traidor que ha tenido España en su historia en el último siglo, el ministro continúa en su puesto mientras el presidente acudió ayer a Barcelona a ver a los policías heridos en los hospitales mientras se hacía selfies con los médicos y se rodeaba de guardaespaldas cargados de subfusiles y de maletas antibalas, lo cual dista mucho de los comentarios de Marlaska hace unos días, cuando afirmó que se podía viajar a Barcelona, ya que allí no estaba pasando nada grave. Mientras el presidente del gobierno deja desamparados a los agentes de la policía frente a los radicales y terroristas, él en cambio viaja de forma descarada rodeado de altas medidas de seguridad. Otra prueba más del desprecio y la soberbia de este ser despreciable para con las fuerzas de seguridad y los ciudadanos.

Sinceramente tengo que decir lo que ya dije en su día hace dos años: Muchos deberían de dar gracias a Dios por vivir en el año 2019 y no en 1939, ya que si esto ocurriese los cuerpos de muchos estarían ahora mismo en un lugar que no serían sus despachos. No se puede consentir que el gobierno de España mantenga ni un minuto más como presidente de la generalitat catalana a alguien que es el jefe de un comando terrorista que ha incendiado Cataluña, el cual ha herido gravemente a miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado. Un presidente que es el jefe de un cuerpo de seguridad como son los mossos de esquadra, los cuales han vuelto a demostrar una vez más su tibieza a la hora de detener los disturbios. Sin embargo Torra continúa ahí, gobernando Cataluña mientras amenaza de nuevo a España y exige ver de forma inmediata a Sánchez y al rey para llegar a un acuerdo. Y todo esto ocurre mientras tras activarse de nuevo la euroorden para detener a Puigdemont, el ex presidente catalán ha vuelto a ser puesto en libertad por la justicia belga, lo cual confirma que la imagen de España está ya prácticamente hundida y pisoteada en el plano internacional.

Como ya he dicho anteriormente, creo que toda la desgracia que ha ocurrido en esta semana, la cual creo que ha sido nuevamente histórica, no es más que un teatro guionizado por estos dos criminales, los cuales deberían de estar cesados de sus cargos, detenidos y puestos en prisión provisional. ¿El objetivo de este teatro? No lo sé, pero de aquí a unas semanas comenzaremos a ver los resultados de los sucesos ocurridos esta semana. Lo cierto y verdad es que en estos momentos hay cuatro personas graves y hospitalizadas y un ciudadano francés muerto por los disturbios, todo ello mientras el gobierno se niega en redondo a aplicar de momento, no ya el 155 sino la ley de seguridad ciudadana o el estado de excepción, ya que como ha afirmado Marlaska, "Lo único que sucede en Cataluña es un problema de orden público". Quizás dentro de unos días el gobierno del PSOE apruebe alguna medida, pero solo si es beneficiosa para sus intereses electorales y no para España, lo cual da una idea del peligrosísimo precedente que están creando estos miserables a la hora de potenciar una crisis como la vivida esta semana pasada con el solo fin de buscar tajada electoral. Si el gobierno de Sánchez pensase aunque solo fuese por un instante en España hubiese aplicado ya el 155, habría cesado al gobierno de Torra y haber procedido a la detención de éste y de todo su gobierno, a la vez que hubiese ordenado la intervención del ejército en Cataluña para controlar la situación. Pero como ya he dicho, eso solo podría ocurrir con un gobierno que verdaderamente pensase en España, y no que desee fervientemente su destrucción, como es el objetivo del actual gobierno del PSOE.

Ignoro si de aquí a las elecciones generales se agudizará la crisis que ha estallado como consecuencia de la nefasta y humillante sentencia del procés, o por el contrario la calma seguirá yendo a más conforme pasen los días, lo que sí es verdad es que la gravedad de los sucesos ocurridos, así como la exhumación de Franco que se producirá mañana serán los temas esenciales en la campaña electoral. Y lo que sí es verdad también es que tras anunciar Torra esta semana pasada su intención de convocar un nuevo referéndum para el año que viene se puede confirmar que lo que esta pandilla de golpistas buscan no es la independencia de Cataluña ni muchísimo menos, sino un objetivo que va encaminado ya sea para obtener el régimen fiscal que tanto ansían, o para obtener la destrucción del sistema político de 1978. Torra ha tenido en esta semana una ocasión para él perfecta si hubiese querido declarar la independencia. No lo ha hecho. En cambio plantea volver a la situación de 2017 con una nueva consulta para decidir la independencia, ignorando con ello el 1-O y la declaración de independencia del 27-O de hace dos años. En definitiva: Marear la perdiz dentro de este juego maquiavélico que se traen entre manos él y Sánchez y que solo ellos conocen las reglas de ese juego. Un juego muy peligroso que puede salirnos muy caro a los españoles. Por otra parte, mi apoyo y solidaridad con los policías heridos, a los cuales espero y deseo que se recuperen cuanto antes y que no sufran secuelas físicas de este infierno que han vivido. A Sánchez y Torra decirles únicamente que espero y deseo que paguen sus actos en las urnas y en la cárcel cuanto antes, y que les pese en la conciencia, si es que la tienen, que creo que no, todo el daño que han ocasionado a tantas personas en estos días. Algún día, hijos de puta, la historia os pondrá en el lugar que os corresponde a ambos, que no es otro que en el de los criminales.

miércoles, 16 de octubre de 2019

Sánchez dicta sentencia

Hace cerca de dos años, cuando cursaba Ciencias Políticas, mi por entonces profesor de Derecho Constitucional decía que a pesar de la corrupción y de la degeneración del sistema político en España, le tranquilizaba el hecho de que aun existiese en nuestro país independencia judicial, ya que eso garantizaba la existencia de un Estado de Derecho y la separación de poderes en nuestra nación. Hoy, cuando han transcurrido casi cuarenta y ocho horas de la sentencia del Tribunal Supremo sobre el procés catalán, puedo confirmar que definitivamente, en España ha desaparecido el Estado de Derecho.

En estos momentos, cuando son las dos y media de la madrugada del 16 de octubre del 2019, Barcelona y el resto de Cataluña arden en llamas a estas horas de la noche. ¿El motivo? la publicación de esa misma sentencia que ha acabado definitivamente con el Estado de Derecho en España. Una sentencia que avergüenza a cualquier español y que supone una humillación histórica y sin precedentes hacia una nación con más de 500 años de historia y hacia los más de 40 millones de personas que la habitan. ¿En qué nación de la tierra se condena con penas de poco más de diez años a una docena de personas acusadas de perpetrar un golpe de estado contra un país entero?. ¿En qué nación del mundo se condena a una serie de personas acusadas de proclamar la independencia de una región de dicho estado bajo el delito de sedición y no por el de rebelión?. ¿En qué país de este sufrido planeta que Dios nos ha dado se condena a una serie de personas que se han rebelado contra la legalidad vigente y se les permite a éstos acogerse a beneficios penitenciarios en pocas semanas de la publicación de dicha sentencia? Todas estas preguntas que me formulo en estos instantes tienen una sola respuesta: España.

La sentencia dictada ayer por el Tribunal Supremo, la cual condenaba por sedición y no por rebelión, ya que el propio Tribunal considera que no hubo tal delito, a los golpistas Junqueras (13 años de prisión), Forcadell (11 años de prisión), Turull (12 años de prisión), Romeva (12 años de prisión), Forn (10 años de prisión), Rull (10 años de prisión), Bassa (12 años de prisión), Sánchez (9 años de prisión), y Cuixart (9 años de prisión) supone toda una derrota sin precedentes del sistema judicial español, el cual se ha rendido completamente a los pies del presidente del gobierno, Pedro Sánchez, principal impulsor y verdadero artífice de esta vomitiva sentencia, la cual corrobora que en España el hecho de dar un golpe de estado sale más barato que el de matar o robar, que ya es decir. Solo en la sentencia del 23-F, los autores oficiales del golpe (Alfonso Armada, Jaime Milans del Bosch y Antonio Tejero) fueron condenados a 30 años de cárcel, aparte de su expulsión del Ejército y la Guardia Civil, mientras que en la famosa sentencia del caso Gürtel, Francisco Correa fue condenado a más de 50 años de prisión y Luis Bárcenas a más de 30 años de cárcel. La primera sentencia por un golpe de estado, la segunda por un caso de corrupción. Con una sentencia como la que hemos conocido ayer, ¿Quién no siente en estos momentos la tentación de dar un golpe de estado y saltarse la legalidad vigente sabiendo que va a salir indemne?

Cuando el pasado sábado 12, día de la Hispanidad, se conoció la filtración por la que se adelantaba que los detenidos iban a ser condenados por el delito de sedición y no por el de rebelión se supo por dónde iban a ir los tiros. Yo personalmente no le dí demasiada importancia a la filtración ya que pensaba, ingenuo de mí, que la sentencia finalmente pudiese ser otra bien diferente y que finalmente los detenidos sí serían condenados por el delito de rebelión. Finalmente no ha sido así y los golpistas han conseguido ser condenados con unos delitos y unas penas infinitamente inferiores a los hechos que perpetraron y que merecían cumplir. La Abogacía del Estado se ha salido así con la suya a la hora de lograr condenar a los rebeldes (Sí, digo rebeldes porque es lo que son, por mucho que el Tribunal Supremo dictamine lo contrario) solo por el delito de sedición. De esta forma ha ganado así el escenario deseado por el gobierno de Sánchez, el cual siempre ha querido una condena en la que el delito de rebelión quedase exento para los golpistas, lo cual supone otro favor y un nuevo guiño por parte del gobierno del PSOE a los independentistas con el fin de obtener el apoyo de éstos en una nueva investidura de Pedro Sánchez.

Pero aquí no queda la cosa. Según establece la sentencia, los condenados podrán solicitar el acceso al tercer grado incluso antes de que cumplan la mitad de la condena, rechazando así la petición de la Fiscalía, la cual era partidaria de negarle este privilegio a los independentistas. Así pues, a partir de enero del año que viene, la generalitat catalana podrá otorgarle todos cuantos beneficios penitenciarios quiera a los condenados (Hay que recordar que el gobierno catalán es quien tiene competencias en materia penitenciaria, ya que éstas fueron cedidas desde el estado hacia el entonces gobierno de Pujol). De esta forma todos salen ganando, ya que Sánchez se lava las manos a la hora de activar el botón rojo del indulto, a la vez que Torra asume la función de otorgar el tercer grado en unos meses y de esta forma llevar a efecto un indulto de facto hacia los condenados. Así Sánchez queda como un hombre de estado ante los suyos, mientras que Torra se convierte en el "Héroe que salva a los presos políticos de su sufrimiento en prisión". En resumen, nos encontramos ante una sentencia de una gravedad inmensa, ya que supone no una sentencia contra el independentismo catalán sino una sentencia de muerte para España, la cual contempla desde ayer cómo los condenados avisan desde la cárcel que "Lo harán de nuevo", lo que confirma la jactancia con la que los rebeldes se han tomado esta sentencia de mierda.

Dicho esto debo felicitar a Pedro Sánchez, el cual ha conseguido doblegar a España frente a una banda de golpistas al presionar ante el Tribunal Supremo la rebaja de la sentencia, interfiriendo con ello en el mayor proceso judicial vivido en España desde el 23-F. Gracias a él, los golpistas están en estos momentos más fuertes que nunca, y los españoles más débiles que nunca. Su traición merecería cuanto menos que en tres semanas los españoles le otorgasen la más horrenda de las derrotas electorales jamás sufridas. En lugar de ello, el 10-N saldrá reelegido y quién sabe si con mayor ventaja de la que ahora pronostican las encuestas. Ya lo dije hace unos meses y vuelvo a decirlo, a Sánchez le conviene que la situación vaya a peor, y si es con muertos encima de la mesa, mejor que mejor. Estamos ante un ser vil y sin escrúpulos, sediento de poder y de odio, el cual es capaz de todo con tal de seguir en el poder. Si en estos momentos en los cuales Cataluña está ardiendo como consecuencia de la respuesta independentista a la sentencia se llegase al escenario de encontrarnos con un solo muerto en las calles, Sánchez tendría la ocasión perfecta de coronarse como garante de la estabilidad y salvador de España, aplicando un 155 más duro que el que en su día aplicó Mariano Rajoy y tomando las riendas de la situación con el aval del PP y C's. De esta forma tendría asegurada su reelección duplicando sus escaños. Este es el verdadero escenario que desea Sánchez que ocurra. Un "Cuanto peor, mejor" es lo que desde el gobierno se espera para que el PSOE arrase en las urnas dentro de unos días. Un escenario que ya buscaron los socialistas cuando en 2004 aprovecharon el mayor atentado terrorista de la historia de España y de Europa para conseguir tres días después una de sus mayores victorias electorales con el gran y principal responsable de esta situación: José Luis Rodríguez Zapatero, ese gran maestro de la maldad y del rencor del cual se ha servido Sánchez para continuar su labor de una forma bastante notable. Gracias a esa maldad y a ese rencor, Sánchez ha perpetrado una de las mayores traiciones a España al dictar en la sombra esta sentencia, la cual avala el golpe de estado perpetrado por los independentistas hace justo dos años.

Ahora voy a la reacción que se está viviendo desde ayer por parte de los independentistas. Una reacción que dicho sea de paso, a mí me produce risa, ya que las condenas son tan absurdas que el mero hecho de que los radicales salgan a las calles a manifestarse en favor de sus líderes provoca una sensación entremezclada de risa, pena y vergüenza. ¿Por qué se manifiestan estos desgraciados?, ¿Por el hecho de que sus líderes han sido condenados de forma irrisoria por unos hechos que atentan contra la integridad territorial de España y la soberanía nacional?, ¿Por el hecho de que de aquí a un par de meses estarán ya en las calles maquinando la forma de dar un nuevo golpe de estado?, ¿Por qué se manifiestan los independentistas? Si alguien se tendría que estar manifestando de forma masiva y sin descanso después de esto es el pueblo español en su conjunto al ver cómo se pisotea su soberanía y se ultraja su honor. Nadie más que el pueblo español es quien legítimamente debe manifestarse, ya que somos nosotros los que verdaderamente hemos salido perdiendo con esta sentencia. Lo que hagan una serie de encapuchados, sedientos de odio y guiados por su caudillo golpista es lo de menos, ya que ellos iban a salir a la calle con independencia de cuál hubiese sido el resultado de la sentencia.

¿Qué creo que va a ocurrir a partir de ahora? Nada que no haya ocurrido ya. En estos momentos Cataluña está ardiendo literalmente y los independentistas controlan las calles, algo que ya ha ocurrido otras veces. No creo que vaya a ver más episodios de violencia después de esta noche y mañana. De hecho hay que decir que ayer los independentistas tomaron el aeropuerto de El Prat, cortaron las vías ferroviarias y las carreteras para posteriormente desconvocar dichas concentraciones, lo cual da una idea de la seriedad y la determinación que estos tipejos tienen a la hora de luchar por su independencia. No, señores. Si hubo un momento en el que verdaderamente pudo ocurrir una tragedia y se vivieron momentos de enorme tensión fue durante el mes de octubre del 2017. En aquel entonces sí pudo ocurrir cualquier desgracia y cualquier escenario estaba abierto. Si en aquel entonces que era cuando verdaderamente los catalanes tenían a mano la independencia, ¿Qué va a ocurrir ahora cuando la sentencia les ha sido más favorable de lo esperado al bloque separatista? la respuesta es sencilla: Nada. Reconozco que cuando aparecieron las noticias relacionadas sobre el material de explosivos incautado al CDR pensé y así lo dije en mi última entrada que la situación podía ser gravísima tras la sentencia. Hoy, visto el resultado de esa sentencia, no creo que ocurra nada que no haya ocurrido ya antes. Eso sí, no ocurrirá nada grave para desgracia del propio Pedro Sánchez, el cual espera como agua de mayo que la situación reviente en cualquier momento para tomar las medidas necesarias, como ya ha advertido esta noche.

Quizás me equivoque, no lo sé, pero visto lo ocurrido en estos años no creo que la situación vaya a más. Dentro de unos días la cosa volverá a su normalidad. Torra continuará en el gobierno catalán mientras recibe órdenes de Puigdemont para seguir perpetrando su segundo golpe de estado dentro de un tiempo. Un Puigdemont del que estoy plenamente convencido que no va a ser entregado a España, por mucho que Marchena haya activado de nuevo la euroorden para su detención. Veo a Puigdemont lo suficientemente tranquilo como para creer que vaya a ser entregado por las autoridades belgas a España, la cual ya se encuentra lo suficientemente dañada, hundida y humillada como para exigir a los países de nuestro entorno que nos devuelvan a este miserable. No, España ya no tiene fuerza ni peso para exigir nada, y menos tras esta impresentable sentencia, la cual ha sido un varapalo para todos aquellos españoles de bien que creíamos que finalmente se haría justicia aunque solo fuese por una vez. Una sentencia que se ha dictado bajo la presión del presidente Sánchez, el cual será sin lugar a dudas el más beneficiado de todo lo que ocurra, con independencia del resultado. Un Sánchez que ha sido el principal impulsor de esta sentencia, pero que a vista de la reacción tanto del PP como de C's demuestra una vez más que la postura de los tres partidos principales con respecto a Cataluña es la misma, lo cual demuestra que tanto los populares como los naranjitos-veletas aprueban y comparten igual que Sánchez esta sentencia, la cual reitero no ha condenado de muerte al separatismo sino a España. Los separatistas se ven ahora más seguros que nunca, ya que saben que ahora sí pueden ir a por su segundo y definitivo golpe de estado, sabiendo que poca o ninguna repercusión penal tendrán sus actos. Los españoles por nuestra parte, nos vemos una vez más desamparados y atónitos mientras vemos cómo tanto el sistema político como el judicial colaboran tanto de forma activa como pasiva en el proceso imparable de desintegración de nuestra nación.