jueves, 15 de agosto de 2019

¿Hacia un gobierno de Casado?

Hace unas tres semanas que se produjo la investidura fallida del actual presidente del gobierno en funciones Pedro Sánchez, y tras su celebración escribí una entrada en la que afirmé que creo que el desenlace de todo esto tendría como resultado un pacto a última hora entre el PSOE y Podemos, ya que pensaba que unas nuevas elecciones el 10 de noviembre podrían perjudicar a los socialistas y en cambio beneficiarían al Partido Popular de Pablo Casado. Pues bien, creo personalmente que el final va a ser el mismo que dije en su momento: un pacto entre socialistas y podemitas que supondrían la redición del Frente Popular de 1936. Pero he aquí que empiezo seriamente a no descartar nada según los acontecimientos que estoy viendo en los últimos días.

Me explico; Hoy hemos visto cómo Alemania se ha situado de nuevo al borde de la recesión, mientras en Europa y en el mundo se acrecientan los rumores de una nueva crisis económica inminente. Por supuesto, España no está exenta de esta nueva crisis que se nos viene encima, lo cual es motivo para que los españoles nos vayamos mentalizando en lo que nos espera y en apretarnos aun más si cabe el cinturón después de una década en la que todavía no hemos salido de la crisis económica anterior que tan duramente hemos pagado la sociedad española. A todo esto se añade una noticia política publicada hoy y que no ha tenido mucha relevancia pero que a mí me ha sorprendido bastante: El hecho de que el PP haya registrado una marca electoral con el nombre de "España Suma". Dicha marca tendría como objetivo por parte de los populares el hecho de acudir a futuras convocatorias electorales de la mano de Ciudadanos, tanto a nivel regional como a nivel nacional. Ojo, porque aquí puede estar la clave de todo. Estamos hablando ni más ni menos que de la posibilidad de una fusión temporal entre el segundo y el tercer partido con mayor representación parlamentaria. ¿Qué quiere esto decir? Pues que las elecciones del 10-N son una realidad, y que Casado y Rivera van a ir juntos a esos posibles comicios que se celebrarán dentro de tres meses. ¿Y qué consecuencias podría tener dicha fusión? Pues la consecuencia de que con el voto agrupado de los partidos situados en el bloque de la derecha (Aunque por mi parte ya he dicho por activa y por pasiva que no considero a Ciudadanos un partido de derechas), ésta podría obtener un resultado muchísimo más beneficioso que el obtenido en las elecciones del 28 de abril, donde la suma de escaños de PP, C's y VOX no llega ni a los 150 diputados. Con un escenario en el cual la derecha iría unida a las elecciones, las posibilidades de, quizás no ganar, pero sí gobernar, se acrecientan.

Personalmente creo que esta decisión es buena en parte para el PP, ya que creo que han aprendido la lección del 28 de abril y han llegado a la conclusión de que la única forma de echar a Sánchez de la Moncloa es a través de la unificación del voto de la derecha, lo cual personalmente creo que es muy bueno para España. Pero a su vez creo que tiene sus inconvenientes. El primero, el hecho de que si se hace pública esta marca, gran parte de los votantes progres de C's dejarán de votarlos para decantarse por el PSOE, lo cual sería lo comido por lo servido para Ciudadanos, es decir, ganar votantes por la derecha pero perderlos por la izquierda, y eso en un partido tan poco fiable como es Ciudadanos no me termina de convencer a la hora de que decidan apostar por esta vía. La segunda, por el hecho de que si Casado lograse (Que no lo creo) un resultado suficientemente estable como para poder formar gobierno, lo haría en coalición con Rivera. Y con esto vuelvo a lo que acabo de decir ahora mismo; Albert Rivera tiene la misma fiabilidad que Pedro Sánchez, es decir, ninguna. ¿De verdad piensa Casado formar el que podría ser el primer gobierno de coalición en España con el veleta oficial del Reino? Mucho se lo tiene que pensar Casado en ese aspecto.

Y ahora voy hacia el que todavía es presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez. ¿Qué papel juega Sánchez en todo esto? Del actual jefe del gobierno podemos decir que es un falso, un traidor a España, un sinvergüenza, una mala persona, un miserable, y no digo más porque se me van las teclas solas a la hora de definir a este ser impresentable. Pero de lo que no hay duda es que Sánchez no tiene ni un pelo de tonto. ¿Por qué iba a aceptar sin más la idea de unas elecciones generales en las que posiblemente y a la vista de la noticia que acabo de comentar la derecha española podría ir unida a estos comicios y ganar en escaños? Recordemos que Pedro Sánchez ha removido cielo y tierra para llegar a la Moncloa. ¿Por qué aceptar ahora unas nuevas elecciones en la que es posible que pierda el poder y no alcanzar ahora un acuerdo con los podemitas para mantener el gobierno? Pues creo que por la razón que he dado al principio de esta entrada: La crisis económica que se avecina.

El PSOE ya se comió hace once años la mayor crisis económica producida a nivel mundial desde la Gran Depresión. Una crisis económica que gestionó de forma pésima el miserable de José Luis Rodríguez Zapatero. Las consecuencias de la gestión de este impresentable tanto para España como para el PSOE las sabemos de sobra. Una España en quiebra, en la que en 2012 el gobierno de Mariano Rajoy tuvo que pedir el rescate del sistema financiero de nuestro país. A su vez, un PSOE hundido electoralmente y que amenazaba con llevarse al partido de Pablo Iglesias a la extinción... desgraciadamente dicha extinción no se produjo finalmente. Pues bien, no hay que ser muy listo para percatarse de que ante la llegada inminente de una nueva crisis económica, el PSOE no quiera comerse de nuevo el marrón de estar en el gobierno cuando nuestra nación entre de nuevo en recesión dentro de nada, de hecho es incluso posible de que España entre en recesión antes de las elecciones de noviembre, osease, todavía con el PSOE en el gobierno. Los datos del paro del mes de julio no han sido nada buenos, y todo hace pensar que una vez acabe el verano, el desempleo comenzará a subir de forma imparable. En resumen, un escenario bastante oscuro el que se acerca, aun más si cabe, sobre España.

Ante este panorama, es bastante probable de que Sánchez haya decidido tirar por la calle de en medio, es decir, ir de nuevo a unas elecciones generales que permita a la derecha volver al gobierno y que sea el PP junto con C's y VOX (Que serán los que apoyen dicho gobierno) los que se abracen con la nueva crisis económica, la cual será la que a permitirá dentro de unos años que el PSOE vuelva al gobierno cuando pase la tempestad. Hay que añadir que ante este escenario cabe preguntase, ¿Entonces, para qué coño el PSOE ha buscado incesantemente volver al gobierno?, ¿Para estar un año, o como mucho dos? Nada más lejos de la realidad. Si finalmente esto es lo que el PSOE tiene pensado hacer, la idea de su regreso al gobierno hace un año no fue por otro motivo que el de aprovecharse de la mini-época de bonanza (Si es que se puede utilizar este término) de estos tres o cuatro años para llevar a cabo una dislocada política de gasto público, lo cual se traduciría en una nueva vuelta de los votantes desencantados con el PSOE en esta década. Además de ello, con ello buscaban recuperar su estatus de partido de gobierno y atrincherar hasta eliminar definitivamente a Pablo Iglesias y compañía. Ahora, con el PSOE en 123 diputados, digamos que los sociatas han recuperado parte de su apoyo perdido en estos años de oposición, con lo que ahora toca de nuevo pasar a retaguardia y esperar a que una vez pasada la tempestad que está por venir, volver al gobierno. Una estrategia que de ser cierta sería una estrategia redonda para los sociatas, ya que si el PSOE lograse mantenerse en el gobierno y se comiese la crisis económica, el hundimiento del PSOE en favor de Podemos estaría servido.

Y ahora la cuestión es; ¿Qué pasa con Pedro Sánchez? Creo sinceramente que de ocurrir lo que estoy comentando, Sánchez estaría encantado de dejar la política nacional a cambio de un cargo internacional. Hay que tener en cuenta que Sánchez ya ha conseguido lo que él ansiaba; ser presidente del gobierno. Es verdad que de ser así no estaría en el poder el tiempo que él buscaba, que no era otro que el de permanecer hasta 2030 como mínimo, pero a cambio obtendrá aquello que siempre estuvo buscando desde que accediese a la secretaría general del PSOE en 2014; ser ex-presidente del gobierno, así como el estatus y la remuneración económica que ello conlleva, algo que en realidad nunca estuvo para él, ya que Sánchez nunca debió ser presidente del gobierno. La Moncloa no estaba para él. De hecho en 2016 se demostró, cuando Iglesias frustró su primer intento de llegar a la jefatura del gobierno, pero la corrupción del PP, el escenario posterior al golpe de estado en Cataluña en 2018 y la moción de censura hizo el resto para llevarlo, esta vez sí al ejecutivo. De confirmarse esta especulación, ya que en realidad todo esto no es más que pura especulación personal, Sánchez se irá por un lado frustrado por no haber tenido una presidencia más extensa, pero a su vez encantado consigo mismo por haber conseguido aquello por lo que él llevó a España a una crisis política en 2016 y que una vez obtenido puso a la nación española bajo la soga de sus verdugos a cambio de mantener sí o sí: El poder.

Ahora vuelvo a donde empecé, es decir al bloque de la derecha, en concreto al PP. De confirmarse esto, el PP podría alcanzar, siempre y cuando los resultados electorales lo permitan (Que eso es un punto esencial y al que en realidad no he hecho mención en toda la entrada) el gobierno de España. En lo que a mí respecta, si hace un año afirmé que era necesaria y urgente la salida de Rajoy del gobierno, ahora digo que es necesaria y urgente la salida del que sin duda ha sido el peor presidente del gobierno que España ha padecido en el último siglo, Pedro Sánchez. Personalmente apoyo activamente un gobierno alternativo al de Sánchez (Excepto uno encabezado por Iglesias, por supuesto), pero también añado que tengo mis reticencias a la hora de apoyar cualquier gobierno. Me explico; Hace un año que el PP dejó el gobierno, pero la cuestión de la corrupción todavía sigue muy presente a pesar de la llegada de aire fresco con la llegada de Casado y compañía, y esto es algo que los medios progres van a tener en cuenta a la hora de echar mierda sobre los populares continuamente. Y es que ya sabemos que la corrupción en la izquierda se olvida, pero la de la derecha es permanente aunque ya se hayan derivado responsabilidades políticas, por lo que de nuevo tendríamos casi con toda seguridad a los medios hablando de forma incesante sobre la corrupción del PP en plena tormenta de crisis económica y de nuevos recortes del gasto público que habrá de realizar, lo cual no sé si será el mejor escenario para España.

Otro escenario que me chirría bastante es el hecho de que por tercera vez en la historia de España, el PP tendría que hacer frente frente a una nueva crisis económica, lo cual me parece una tomadura de pelo para los populares, aunque no sería descartable que dicha vuelta al gobierno estuviese pactada incluso con los propios socialistas para fortalecer una vez más el bipartidismo en España. Personalmente creo que sería un fallo garrafal de Casado si aceptase formar gobierno en estas circunstancias. Una nueva crisis económica capitaneada por el PP sería sin lugar a dudas no solo la desaparición definitiva del PP en el escenario político, sino la desaparición completa de la derecha española. ¿O acaso alguien se cree que la derecha aguantaría una nueva crisis tras haber hecho Rajoy una pésima gestión de esta última? Hay que recordar que la no-gestión de Rajoy provocó que el PP perdiese en 2015 más de sesenta diputados. ¿Cuántos perdería en unas futuras elecciones si Casado puede formar gobierno en noviembre y lidera la crisis económica? El PP se hundiría sí o sí, pero C's, si llegase a formar parte de ese gobierno de coalición, tampoco se quedaría atrás y también perderían un apoyo bastante considerable. E incluso VOX me atrevería a decir que perdería en este escenario al apoyar aunque fuese desde fuera este hipotético gobierno. En resumen, un escenario nada bueno para el bloque de la derecha y un escenario muy beneficioso para la izquierda a largo plazo. Lo único que no me atrevo a aventurar es el papel que jugaría Podemos ante la nueva crisis que se avecina y ante este hipotético escenario, aunque creo que podrían salir bien parados y sacarle tajada al asunto como ya hicieron durante la presidencia de Rajoy.

Yo personalmente apostaría por un gobierno de VOX, pero como es lógico, una cosa son los deseos de uno y otra la realidad. De modo que ante la falta de alternativa apoyaría ese supuesto gobierno de Casado siempre y cuando los números den, ya que es posible que la participación de la izquierda vuelva a ser alta en noviembre y Sánchez sume una mayoría relativa pero suficiente que le permita gobernar con los apoyos puntuales de Podemos y/o Ciudadanos. De momento vamos a ver cómo evolucionan los acontecimientos. Yo insisto en que el desenlace de todo esto se producirá el 23 de septiembre con un gobierno del PSOE con el apoyo de Podemos, aunque éstos no lleguen a formar parte del ejecutivo. Aun así habrá que estar alerta de lo que ocurre en este mes y de cómo acabará todo esto, ya que por lo que se ve, nada está escrito... ¿O quizás sí?.

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