Resulta curioso cómo los historiadores hablan pestes, y con razón, de los reinados de los Césares en el Imperio Romano y las consecuencias nefastas que tuvieron para el mundo las decisiones que éstos tomaron durante sus mandatos. Sin embargo es más curioso todavía cómo los historiadores (Y la prensa en este periodo histórico) no hacen un análisis serio de las consecuencias tan negativas que han tenido para el mundo los mandatos de los nuevos Césares del nuevo Imperio Romano; Los presidentes de los Estados Unidos de América. ¿Quién va a negar que los EEUU no son más que la versión actual de la Antigua Roma donde sus mandatarios tienen el mismo poder absoluto que los emperadores romanos sobre el resto del mundo?, ¿Quién va a negar el peso tan potente que ha tenido en la historia los EEUU y la influencia que éstos ejercen sobre toda la civilización humana? Entonces llegados a este punto conviene recordar esas decisiones que estos nuevos "Emperadores" han tomado y que han afectado indudablemente a todo el planeta.
Podría empezar hablando del actual mandatario, Donald Trump y sus bombardeos sobre Siria, pero el hecho de que este personaje sí ha sido ya lo suficientemente criticado por su comportamiento, sumado al poco tiempo que éste lleva todavía en la Casa Blanca me permite hacer una excepción con él y dejar para dentro de unos años un análisis profundo sobre su paso por la presidencia. Comencemos pues por ese "Gran presidente que cambió el mundo gracias a su carisma", me refiero por supuesto a ese hombre perfecto que cautivó al mundo tras obtener la presidencia estadounidense en 2008. Al máximo referente de los progresistas y premio nobel de la paz en 2009, Barack Hussein Obama; Ese tipo tan simpático, pacífico, humano y cercano que después de su llegada a la Casa Blanca en 2009, tuvo el detalle de poner fin a la guerra de Irak para posteriormente legarle a Oriente todo un campo de batalla repleto de carnicería gracias a sus bombardeos. Y a la humanidad un legado tan "Entrañable" como es el de la creación de un ejército de terroristas islámicos radicales que todos conocemos con el nombre de "Estado Islámico", los cuales fueron financiados por este señor y su secretaria de estado, Hillary Clinton (Sí, esa "Señora" que se jactaba riéndose de defender en sus tiempos de abogada a un violador de una niña de 12 años sabiendo que éste lo era), y que ahora tienen al mundo, y en especial al continente europeo, en vilo debido a los innumerables atentados que estos asesinos están perpetrando continuamente.
Continuamos con su predecesor en el cargo, George W. Bush. Un tipo bastante peculiar, el cual se pasó toda su vida entregado al alcohol y que decidió a sus 50 años darle un giro de 180 grados a su vida. Tras convertirse en gobernador de Texas, alcanza la presidencia de EEUU en 2001 tras un recuento de votos en el 2000 del que hoy en día se sigue dudando de su veracidad. Una vez en el poder aprovecha el mayor atentado perpetrado en la historia de EEUU y de occidente donde murieron cerca de 3.000 personas (El 11-S), para bombardear hasta el final de su mandato en 2009 gran parte de Oriente Medio y obtener todo el petroleo de dicho territorio. Todo esto mientras el propio Bush ordenaba la salida de EEUU de la familia del autor de los atentados del 11-S, Osama Bin-Laden, para protegerlos, ¿Curioso, verdad?. Pues eso no es todo; El motivo por el que Bush anuncia su decisión de invadir Irak y derrocar al dictador iraquí, Saddam Hussein, no fue otro que el de la existencia en dicho país de unas armas químicas que posteriormente el propio Bush (Una vez que ya se había comprobado que el origen de la invasión no fue otro que el petroleo) reconoció que nunca existieron. Cabe añadir que nuestro amigo George tenía también la intención de invadir Siria e Irán, pero finalmente sus consejeros le convencieron para desistir de esa idea y no meterse en más líos. Aun así, el mayor legado que Bush deja al mundo no son sólo las guerras en Irak y Afganistán, sino el estallido de la crisis económica tras el crack de Lehman Brothers en 2008. Una crisis económica de la que aún quedan rescoldos y que pueden ser a su vez la antesala de una nueva y mayor crisis económica cada vez más cercana.
Seguimos con el maridito de la cofundadora del Estado Islámico, Bill Clinton. Un tipo que toda su vida estuvo envuelto en escándalos sexuales y que en 1993 llega a convertirse en el nuevo César del imperialismo estadounidense. El cenit de su presidencia se produce en 1998 cuando a raíz del escándalo que supuso en aquel año la relación del mandatario con una becaria llamada Monica Lewinsky y la posterior humillación mundial a la que tuvo que ser sometido tanto Clinton al aceptar la relación como Hillary al quedar retratada mundialmente como una cornuda, la solución que se le ocurrió al líder más poderoso del mundo con el fin de desviar la atención sobre su escándalo sexual y el proceso de destitución que se estaba llevando a cabo contra él debido a dicho escándalo fue la de bombardear incesantemente Irak durante cuatro días seguidos en la famosa "Operación zorro del desierto" llevada a cabo en diciembre de 1998. Pero ahí no queda la cosa, ya en septiembre de 1996 Clinton había bombardeado Irak para conseguir la reelección presidencial, y en 1999 lidera junto con la OTAN los bombardeos durante tres meses consecutivos sobre Yugoslavia en la guerra de Kosovo. ¿Qué mejor que matar a miles de inocentes para tapar los cuernos que le pones a tu mujerzuela, verdad Bill? Quizás de ahí le vino la aficción a Hillary de matar gente, creando y financiando grupos terroristas...
Prosigamos con el anterior emperador que tuvo el imperio; George H. W. Bush, padre del presidente George W. Bush. George Bush, el cual ya había sido vicepresidente con Ronald Reagan, director de la CIA con Gerald Ford, e incluso alguno que otro lo señala como partícipe del asesinato de John F. Kennedy, llega a la Casa Blanca en 1989. Sólo un año después de su llegada al poder, Bush invade Panamá y destituye al dictador Manuel Noriega y decide bombardear Irak en la famosa "Operación tormenta del desierto" debido a la invasión de Kuwait por parte de Sadam Hussein. La guerra del Golfo, cuya invasión fue retransmitida en directo para todo el mundo, duró poco más de un año y finalizó con la victoria norteamericana sobre Hussein. Personalmente tengo que añadir que nunca he entendido el por qué Bush nunca quiso despojar del poder a Sadam en 1991. Si Bush tenía todo a su favor y el dictador iraquí era tan peligroso era para la paz mundial, ¿Por qué no expulsarlo del poder? Supongo que los petroleros como Bush verán las cosas de otro modo. Cabe añadir también que en mitad del conflicto bélico en el Golfo, Bush anuncia en el Congreso estadounidense la puesta en marcha de un "Nuevo Orden Mundial" con EEUU a la cabeza. Este proyecto lo anunció "Casualmente" George Bush el 11 de septiembre de 1990, justo once años antes de los atentados del 11-S. ¿Sorprendente, verdad?. Pero volviendo a los iraquies, para no dejar a éstos con mal sabor de boca tras la guerra del Golfo, y por si les había servido de poco, tras perder George Bush la reelección presidencial frente a Bill Clinton en noviembre de 1992, el todavía presidente decide despedirse de los iraquies "Regalándoles" un bombardeo en enero de 1993. Sólo unos meses después, concretamente en junio, Clinton volvería a bombardear Irak tras conocerse que Saddam había organizado un complot para asesinar a George Bush ese mismo año. Finalmente sería Bush hijo quien en 2003 acabaría con Saddam Hussein, el cual sería ejecutado en diciembre de 2006.
Antes de George H. W. Bush, el "Hombre más poderoso del mundo" fue un actor que muchos consideraban un mediocre. Durante ocho años, Ronald Reagan gobernó EEUU y asistió al final de la Guerra Fría entre su país y la URSS. Líder indiscutible del neoliberalismo, también se permitió el "Homenaje" de bombardear algún que otro país. El más destacado fue el de Libia en 1986 como respuesta a un atentado perpetrado en una discoteca de Berlín donde murieron militares estadounidenses y que muchos señalaron como autor al dictador libio, Muamar el Gadafi. Cabe añadir que 25 años después de este atentado y su posterior bombardeo, sería finalmente Obama el que tendría el "Privilegio" de derrocar a Gadafi en la guerra de Libia, el cual sería asesinado en octubre de 2011. Reagan también sería recordado mundialmente por ser el aliado y amigo temporal del mismísimo Saddam Hussein en la guerra de Iran-Irak en los años 80, y por ser el líder que acabó con el comunismo a través de aquella célebre frase pronunciada en Berlín delante de la puerta de Brandeburgo; "Señor Gorvachov, derribe este muro". Esta frase supuso el principio del fin de la Guerra Fría, la cual finalizaría con la caída del muro de Berlín en noviembre de 1989 y finalmente con la caída de la URSS en diciembre de 1991, ambos acontecimientos producidos ya con Bush padre en la presidencia estadounidense.
En lo que respecta a su predecesor en la Casa Blanca, Jimmy Carter, las cosas no variaron mucho. El que fuera en 2002 premio nobel de la paz fue el que impulsó en 1978 la "Operación Ciclón", que suponía ni más ni menos que el reclutamiento y entrenamiento de radicales islamistas para combatir en la guerra de Afganistán contra el gobierno afgano y el ejército de la URSS. Esta operación daría paso para la creación de lo que luego todo el mundo conocería como el grupo terrorista "Al Qaeda". Sólo un año más tarde, Carter anunciaría lo que se conoce como la "Doctrina Carter", donde el mandatario estadounidense anunció cualquier uso, incluido el de la fuerza, con tal de proteger sus intereses en el Golfo Pérsico. Finalmente y tras la humillación que supuso para Jimmy Carter la crisis de los rehenes en Irán, éste perdería la reelección presidencial frente a Ronald Reagan en 1980.
Del anterior inquilino en Washington, Gerald Ford, no hay mucho de que hablar, básicamente por el poco tiempo que estuvo en la presidencia. Sólo cabe mencionar que con Ford se produce el fin definitivo de la guerra de Vietnam y el indulto del entonces mandatario a su antecesor en el cargo, Richard Nixon. En lo que respecta a España cabe decir que Ford siguió muy de cerca la situación que atravesó nuestro país en los últimos meses del Franquismo y los primeros meses del Juancarlismo, ya que Ford quería evitar a toda costa la extensión del comunismo hasta España tras la muerte de Franco. Cabe decir que la operación diseñada por el gobierno norteamericano en lo concerniente al futuro de nuestro país salió muy bien a este respecto en beneficio de los estadounidenses.
Antes de Gerald Ford, el paso por el Despacho Oval fue el de uno de los mandatarios más controvertidos en la historia; Richard Nixon, el cual fue vicepresidente con Eisenhower, y enemigo político y personal de John F. Kennedy, al cual le guardaba rencor debido a su humillante derrota frente a él en las elecciones presidenciales de 1960 (Siempre se rumoreó que el propio Nixon también participó en el complot que acabó con la vida de Kennedy como venganza por este hecho). Nixon llega a la presidencia en 1969 con una división racial sin precedentes en EEUU y con el país hecho hundido por la devastadora guerra de Vietnam. Ante esta gravísima situación, Nixon se presenta ante el mundo como el presidente que pondría fin a la guerra que Lyndon B. Johnson había metido a su país y que amenazaba con llevar a EEUU hacia el abismo. A diferencia de acabar con la guerra, una vez en el poder, Nixon intensifica los bombardeos sobre Vietnam y sólo en 1973 anuncia una retirada definitiva de EEUU en Vietnam (Una de las derrotas más humillantes hasta la fecha de EEUU en una guerra). En contraposición a esto, Nixon restableció las relaciones con la China comunista de Mao y redujo ligeramente las tensiones con la Rusia soviética de Brézhnev. En lo que respecta a España fue uno de los mandatarios estadounidenses que más de cerca siguió los acontecimientos en España y el desenlace de los últimos años del Franquismo, hasta el punto de que algunos señalan a Nixon y a su secretario de estado, Henry Kissinger, como los verdaderos promotores del asesinato de Luis Carrero Blanco en 1973, ya que el almirante franquista suponía un "Estorbo" para los planes de EEUU con respecto a España después de la muerte de Franco. Como dato curioso cabe añadir que hace unos años salió a la luz unos documentos que demuestran la intención de Nixon de lanzar un ataque nuclear contra Corea del Norte. Un ataque que finalmente no se llevó a cabo. Ya en 1974 y tras destaparse el famoso caso "Watergate", Nixon fue acusado de obstruir a la justicia, lo cual llevó al congreso a empezar un proceso de destitución contra el presidente. Antes de verse destituido por el congreso, Nixon presentó su dimisión en agosto de 1974, siendo hasta la fecha el único líder norteamericano en hacerlo.
El "César del imperio" anterior a Richard Nixon fue el texano Lyndon B. Johnson, vicepresidente de John F. Kennedy y según muchos, el verdadero promotor del asesinato de éste en noviembre de 1963. Siempre se ha dicho "Si quieres encontrar al culpable de un crimen, busca a su principal beneficiario", y es verdad que tras el asesinato de Kennedy, Johnson fue el principal beneficiario de este crimen. Las relaciones entre Kennedy y Johnson eran nefastas, e incluso algunos ya daban por hecho que el presidente no quería contar de nuevo con su vicepresidente para un segundo mandato. El asesinato de Dallas da un vuelco de 180 grados a la situación y conduce "De imprevisto" a Johnson hasta la Casa Blanca. Tras la aprobación en 1964 de la ley de Derechos Civiles que prohibía la discriminación racial, la división en EEUU con respecto a este asunto se acrecienta. A medida que la cuestión racial va abriendo una brecha social cada vez más relevante, la decisión de Johnson de entrar en la guerra de Vietnam supone el principio del fin de su presidencia. El falso ataque en el golfo de Tonkín por parte de Vietnam a EEUU, fue la excusa perfecta para que Lyndon B. Johnson actuase contra Vietnam. ¿Qué mejor pretexto que llevar a cabo un falso ataque para justificar una guerra, verdad? Aunque bueno, esto no es algo nuevo para EEUU... La llegada de los soldados en féretros provenientes de la guerra sería la imagen diaria del mandato de Johnson. Entre la presidencia de Johnson y la de Nixon se acabaron enviando a la muerte a más de 60.000 soldados estadounidenses. Finalmente, y tras el convulso año de 1968 donde mueren asesinados el hermano menor del presidente Kennedy, Robert F. Kennedy, y el líder del Movimiento por los Derechos Civiles, Martin Luther King, EEUU cada vez más fracturada por la cuestión racial, y las protestas diarias y masivas contra la guerra se intensifican, Johnson decide tirar la toalla y renuncia a presentarse de nuevo a la presidencia.
Y llegamos al que sin lugar a dudas ha sido uno de los líderes más sobrevalorados de la historia; John F. Kennedy. Un tipo pijo, adinerado y mujeriego, el cual es a raíz de su asesinato el símbolo del progresismo mundial. Con la llegada de Kennedy a la Casa Blanca se produce la polémica invasión de Bahía de Cochinos en abril de 1961. Una invasión que tenía como objetivo el de derrocar el comunismo de Fidel Castro en Cuba. Finalmente, la invasión acaba siendo un fracaso absoluto y Kennedy desiste de la idea de un nuevo intento para derrocar a Castro, algo que sin duda le acarreará graves consecuencias cuando los exiliados cubanos anticomunistas ven en esta decisión una traición en toda regla por parte del presidente americano. Posteriormente a este hecho se produce en octubre de 1962 el punto culmen de la Guerra Fría; El estallido de la crisis de los misiles. Un conflicto entre EEUU y la URSS que estalla cuando los americanos descubren que los soviéticos están almacenando misiles en Cuba capaces de llegar a Estados Unidos. Este hecho provoca una crisis sin precedentes que coloca al mundo al borde de la Tercera Guerra Mundial. Un escenario que finalmente no se produce gracias a un acuerdo de última hora entre los americanos y los rusos. Por su parte, la débil respuesta de Kennedy a los soviéticos en la crisis de los misiles le acarreará más enemigos en su lista. Finalmente, en noviembre de 1963, Kennedy es asesinado en Dallas. Cincuenta y cinco años después de su muerte, las hipótesis sobre los conspiradores que urdieron su asesinato siguen siendo un misterio. De lo que no cabe duda por lo menos para mí es que Lee Harvey Oswald no fue el asesino de Kennedy, y si lo fue no actuó solo. A la vista está que el "presunto asesino" fue asesinado también sólo dos días después que Kennedy. Quizás con Oswald muerto se evitaba que éste "Tirase de la manta" e inculpara a personas muy importantes en el magnicidio presidencial. De lo que no hay duda tampoco es que Kennedy no fue ni muchísimo menos ese santo que ahora nos quieren hacer creer. Podemos decir que su asesinato fue en parte su "Salvación" frente a la historia. Ya que hasta el momento de su muerte era considerado un líder mujeriego, cuya fama llegó a su punto máximo en el periodo de su presidencia en el que se le relacionó, tanto a él como a su hermano menor, Robert F. Kennedy, con la actriz Marilyn Monroe. Una relación de tres con más sombras que luces y en las que muchos ven a los hermanos Kennedy como los responsables de la extraña muerte de la actriz en agosto de 1962, pero eso ya es otra historia...
El "Líder del mundo libre" anterior a Kennedy fue el general y héroe de la Segunda Guerra Mundial, Dwight D. Eisenhower, el cual llegó al "Despacho más poderoso del mundo" en enero de 1953. De Eisenhower se puede mencionar su apoyo al golpe de estado producido en Guatemala en 1954 que provocó la destitución del presidente Jacobo Árbenz, la implantación de la "Doctrina Eisenhower", en la que se daba carta blanca a EEUU para intervenir militarmente y atacar con armas nucleares en cualquier lugar donde el comunismo fuese una amenaza. Puso fin a la guerra de Corea (Lo cual provocó la división territorial entre Corea del Norte y Corea del Sur) y amenazó a China en 1955 con usar contra ellos armas nucleares. En 1956 rechazó entrar en la guerra del Sinaí y ese mismo año apoyó, aunque de manera prudente, la revolución anticomunista en Hungría. En lo que respecta a España cabe decir que nuestro país consiguió salir del aislamiento internacional debido a la intervención de Eisenhower. En 1953 se produciría los "Pactos de Madrid", en donde EEUU se comprometía a darle apoyo económico y militar a España a cambio de que en nuestro país se instalasen bases militares (Bases aéreas de Morón de la Frontera, Zaragoza, Torrejón de Ardoz, y la base naval de Rota). Este interés de Eisenhower sobre España se debió al objetivo de éste por controlar el Estrecho de Gibraltar, la península ibérica y las Islas Canarias ante la posibilidad de que el comunismo se extendiese hasta nuestro país. Finalmente, tras ocho años en "El puesto más importante del mundo", Eisenhower cedió la presidencia de EEUU a Kennedy en 1961 no sin antes hacer un enigmático discurso de despedida en el que hacía alusión a la creciente influencia del "Complejo industrial-militar de EEUU".
Antes de Eisenhower, la presidencia fue ejercida por un tipo bastante peculiar, el cual es casualmente considerado como uno de los líderes que hizo posible la caída de las Potencias del Eje en la Segunda Guerra Mundial (Alemania, Italia y Japón). Para mí sin embargo, no fue más que un asesino despreciable cuyas decisiones provocaron la muerte de cientos de miles de personas inocentes. Me refiero, por supuesto, a Henry S. Truman, el cual se convirtió en el nuevo líder del mundo capitalista tras la muerte de Franklin D. Roosevelt en abril de 1945. Una vez que Alemania e Italia aceptaron la derrota de la Segunda Guerra Mundial en 1945, sólo quedaba por delante el Imperio de Japón para dar por finalizada la guerra. El problema viene cuando en agosto de 1945, Japón seguía sin aceptar la derrota y continuaba luchando contra los "Aliados". Ante este escenario, ¿Qué se le ocurrió a Truman para hacer entrar en razón a los japoneses? Pues la salida más fácil; Un ataque nuclear. En agosto de 1945, el presidente de EEUU, Harry S. Truman da la orden de atacar con bombas nucleares las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. El resultado de esta decisión del presidente estadounidense fue la escalofriante cifra de cerca de 200.500 personas inocentes muertas como consecuencia de los ataques. Posteriormente a este ataque, otras muchas personas de las zonas afectadas murieron víctimas de enfermedades como el cáncer o la leucemia, a raíz de la radiación de las explosiones. Tras este ataque, Japón anunció la rendición ese mismo mes, poniéndose fin a la Segunda Guerra Mundial. Tras esto, EEUU creó lo que hoy en día se conoce como el "Plan Marshall". Un plan que tenía como objetivo el de reconstruir y ayudar económicamente a los países de Europa Occidental que habían sufrido las consecuencias de la guerra. Truman, por su parte, siguió haciendo de las suyas, y en 1950 llevó a cabo la entrada de EEUU en la guerra de Corea. Por otro lado, Truman reconoció el estado de Israel en 1947 y relajó las relaciones con España al retirarle su veto en la ONU en 1950. Finalmente, nuestro país ingresaría en este organismo en 1955, ya con Eisenhower en la presidencia. Truman llevó también a efecto la incorporación de la vigesimosegunda enmienda en la Constitución estadounidense, la cual impedía a un gobernante americano la posibilidad de acceder a un tercer mandato. Esta medida a su vez no afectaba al propio Truman, que decide en 1952 retirarse y no volver a presentarse para un tercer mandato.
Y llegamos al presidente que en contraposición a los demás, más tiempo ha ocupado el Despacho Oval. Doce años, para ser exactos. Me refiero al mujeriego Franklin D. Roosevelt, el cual podría haber cumplido los dieciseis años en la Casa Blanca si no fuera por su repentina muerte en abril de 1945. Postrado en una silla de ruedas a raíz de una enfermedad en los años 20, Roosevelt ocuparía la presidencia estadounidense el mismo tiempo que Hitler ejercería el poder en Alemania; Entre enero de 1933 y abril de 1945. Una vez en el poder, Roosevelt lleva a cabo una política económica llamada "New Deal", la cual estaba destinada a combatir los gravísimos efectos económicos que había dejado el Crack del 29 y que finalmente resultaron ser un fracaso en términos económicos pero un éxito en términos sociales. Mientras esto se producía, Roosevelt ya se preparaba y preparaba a EEUU para una guerra contra Alemania, Italia y Japón. Aunque la Segunda Guerra Mundial estalla en 1939, Roosevelt prefiere mantenerse al margen... por el momento. Finalmente, en diciembre de 1941 se produce el ataque de la Armada Imperial Japonesa contra la base naval estadounidense en Pearl Harbor, donde mueren cerca de 70 personas. A día de hoy, muchos dudan de que Roosevelt no tuviera conocimiento previo de estos ataques. Por lo que la versión más extendida a día de hoy es que el propio Roosevelt conocía y permitió el ataque contra sus soldados para tener un pretexto claro con el que ir a la guerra. ¿Os suena, verdad?. Tras entrar en la guerra, Roosevelt reclutó a más de 120.000 japoneses, a los cuales envió a campos de concentración ubicados en California, Arkansas, Arizona, etc. Sí, aunque no lo crean, Roosevelt también envió a campos de concentración a cientos de miles de personas, aunque sobre este asunto muchos dirán que es mejor no hablar... También apoyó y aprobó la incursión aérea de Doolittle sobre Tokio en 1942, en donde murieron 50 personas, y antes de morir apoyó y aprobó el Proyecto Manhattan, que tenía como objetivo conseguir que EEUU fuese el primer país en obtener la bomba atómica. Finalmente, Roosevelt no la vería terminada, como tampoco vería el final de la Segunda Guerra Mundial, ya que moriría a las puertas del final de dicho conflicto bélico.
Con esto he intentado hacer un análisis de las decisiones que los "Emperadores del nuevo Imperio" han llevado a cabo entre el siglo XX y lo que llevamos de siglo XXI. Como se puede apreciar, los mandatos de los presidentes estadounidenses no dejan indiferente a nadie, como tampoco dejan indiferente a nadie los reinados de los emperadores romanos. Quizás a algunos les recuerden las actitudes de algún presidente norteamericano con la del emperador Tiberio y sus perversiones sexuales. Quizás a algunos les recuerden las acciones indiscriminadas de algún mandatario americano con las locuras del emperador Calígula. Quizás a algunos les recuerden las decisiones tomadas por algún gobernante estadounidense con las llevada a cabo por Claudio. Quizás a algunos les recuerden el respeto que imponían algunos presidentes como en sus tiempos lo podía imponer Augusto. Quizás a algunos les recuerden los actos violentos que muchos ocupantes de la Casa Blanca han llevado a efecto con las decisiones inhumanas que tomó en su momento Nerón. Quizás a algunos les recuerden las invasiones de países realizadas en los últimos tiempos por los presidentes de la nación más poderosa del mundo con las conquistas que realizó en su momento Julio César (Aunque este último no fue emperador). Quizás a algunos les recuerden la filosofía de algunos ocupantes del Despacho Oval con las que defendía el emperador Marco Aurelio. Quizás a algunos les recuerden las barbaries delirantes llevadas a cabo por los gobernantes de Washington con las que en su momento Cómodo emprendió bajo su reinado. De lo que no hay duda es de que tanto los gobiernos de Roma como los gobiernos de EEUU, ejercieron y ejercen una influencia incontestable e incuestionable en todo el planeta. En un mundo donde el capitalismo es el sistema económico que predomina sobre toda la humanidad, EEUU es el país que ejerce ese liderazgo no sólo económico, sino también político, militar y social sobre el resto del mundo. Siempre he dicho que para mí, la época más trascendental de la historia es el periodo del Imperio Romano, ya que en este tiempo se produjeron los sucesos más determinantes en la historia del ser humano (La llegada de Jesucristo, la creación del Cristianismo, la creación del Derecho Romano, la creación del mayor Imperio conocido en el mundo hasta la fecha, la creación de una cultura y de una lengua que deriva en todo lo que somos ahora, etc). Aún así, eso no excusa que vivamos en unos tiempos igual de interesantes; EEUU es el país que domina el mundo actualmente, lo queramos o no. Para algunos representa todo lo mejor y para otros, todo lo peor. Su sistema político, su poder absoluto, su autoridad despótica, su arrogancia, su corrupción y sus dirigentes están a la misma altura que en su día lo estuvieron los Césares romanos, para bien y para mal. Su cultura, su lengua y su industria es actualmente todo un ejemplo a seguir en el mundo (Esto no lo digo yo, lo dicen los medios). Su fuerza militar, política, económica y social está al mismo nivel del que en su día lo estuvo el Imperio Romano (Esto tampoco lo digo yo, lo dicen los historiadores). Y sin ser un imperio oficialmente, es de facto uno de los mayores imperios colosales que ha conocido la tierra. Pero como todos los imperios, tienen un auge y una caída. El de Roma se produjo después de siglos de dominación mundial. EEUU también tendrá el suyo llegado el momento. Algunos dicen incluso que su caída ya hace tiempo que comenzó. No lo sé. Pero sí sé que independientemente de la opinión que nos pueda merecer Estados Unidos de manera particular, es indudable que su legado es uno de los mayores que ha dado a la historia de la humanidad, tanto para lo bueno como para lo malo, y de esto último es de lo que debemos de tomar nota para la posteridad.