sábado, 20 de junio de 2015

Monarquía ¿Popular?

Hoy se ha cumplido un año de la llegada de Felipe VI (O Felipe Uve Palito) al trono español después de la espantada de su Augusto padre, Juan Carlos I. Mientras iba desarrollándose la jornada de hoy estaba yo mismo "riéndome" por la situación que vive nuestro todavía país, y llegué a la conclusión de que la "democracia" española es bastante curiosa. Mientras en los medios de descomunicación se redactaban artículos y publicaban encuestas a favor de Felipe de Borbón y su "querida" esposa, en las redes sociales, especialmente Twitter, se creaban "Hashtags" en contra de la Monarquía borbónica que representa Felipe VI. Yo mismo escribí en Twitter denunciando la injuria a la que está siendo sometida el pueblo español, el cual no puede mostrar su rechazo a su jefe del estado de otro modo que no sea por una red social, ya que la sociedad española sigue privada de la opción 100% democrática de mostrar su rechazo a una institución corrupta y antidemocrática como es la Monarquía en un referéndum que llevamos esperando desde hace 40 años.

Desde el diario "El País" hasta el diario "El Mundo" se hablan maravillas de nuestro amado monarca y su consorte; La transparencia, la regeneración que ha supuesto para España su llegada, lo trabajador que es nuestro joven rey y lo ejemplar que es nuestra simpática reina, lo queridos que son por el pueblo, la manera tan inteligente en la que están devolviendo la confianza de los españoles en la Monarquía, etc... Pues bien, yo no he querido ser menos y también deseo hacer un pequeño homenaje a la figura de nuestro glorioso, bondadoso y querido rey, Felipe Uve Palito.

Desde el pasado 19 de junio de 2014, fecha en la que comenzó el reinado de nuestro implacable monarca, España no ha podido caer más bajo; La situación política española es cada vez peor, la permanencia de Cataluña en España se da ya por perdida aunque algunos no quieren reconocerlo en público, la desigualdad social sigue creciendo, la crisis económica sigue sin ver el final por mucho que Mariano diga que ya hemos salido de ella, los casos de corrupción se multiplican día sí y día también, y la corona sigue cayendo en picado por mucho que los diarios de tirada nacional digan lo contrario con sus encuestas amañadas.

Felipe VI no tiene muchas funciones para desempeñar según la constitución, pero la "ley de leyes" sí que reconoce que la corona es el símbolo de la unidad de España y la garantía de su cohesión territorial. Este apartado no lo ha cumplido bajo ningún concepto Felipe VI ante el espectáculo bochornoso y abominable que supuso ese acto tan despreciable hacia los 47 millones de españoles como fue la consulta del 9-N. Ni Felipe VI se puso al frente para paralizar este golpe contra la nación española (Prefirió convertirse en chofer del presidente de la Generalitat y el ministro de industria en una posterior visita del rey a Cataluña), ni el gobierno de España movió un dedo para llevar a Artur Mas ante los tribunales, aunque este ya es otro tema. Con ello quedó demostrado que Felipe de Borbón es un inútil y un irresponsable (Al igual que su señor padre) que no es capaz siquiera de cumplir las escasísimas funciones que le otorga la constitución. Luego que no se extrañe si vuelve a recibir una monumental pitada como la recibida hace pocas semanas en el Camp Nou por parte de catalanes y vascos en la final de la copa del rey ante la sonrisa de su ex-copiloto de coche, Artur Mas.

En lo concerniente a la corrupción cabe preguntarse; ¿Qué confianza destila este señor?, un señor cuyo padre es conocido por todos como un comisionista junto con su amante, un señor cuya hermana y cuñado se van a sentar en el banquillo dentro de tres meses por casos de corrupción, un señor cuyo padre, abuela y tía de su señora esposa van a estar dentro de poco también enfrente de un banquillo por alzamiento de bienes, ¿Qué confianza pueden tener los españoles en este hombre? NINGUNA.
Felipe está tan marcado por la corrupción como lo está su padre, Juan Carlos, y no representa bajo ningún concepto las señas de regeneración y anticorrupción que nos intenta vender el Sistema a través de la prensa con sus artículos de cuentos de hadas y sus encuestas falsificadas. Todavía no conozco yo a ninguna persona que hable bien de la Monarquía ni del jefe del estado actual ni del anterior, lo que me lleva a preguntarme; O yo vivo en otro país, o la prensa nacional miente de un modo impresentable tomándonos a los ciudadanos como auténticos gilipollas. Creo que es más bien esto último. La Monarquía en España es sinónimo de corrupción y esta ya tan pringada como todos los partidos políticos que sustentan junto con la corona, el Régimen del 78.

La prensa española en su afán por chuparle el culo y algún que otro miembro del real cuerpo humano al rey de turno son capaces de hacer el mayor de los ridículos que se puede imaginar cualquier ciudadano de a pie. Señores "periodistas", dejen ya de intentar defender lo indefendible, la Monarquía española puede durar años mientras no se convoque un referéndum, pero a la vista de todos está más que finiquitada. Nadie cree ya en los Borbones como símbolo de pureza frente a la corrupción, ni nadie cree ya en su utilidad ante la gravísima situación histórica que está viviendo España en estos instantes. Está claro que la cuestión ahora está en hacer leña del árbol caído (Juan Carlos I) mientras se sube a los altares a los miembros de la familia real actual (Felipe y Letizia), pero los españoles aunque no sea un pueblo muy interesado en las cuestiones publicas sí se han dado cuenta por fin de la calaña que son todos los miembros de esta familia y sus allegados. Dejen ya de tomar a los ciudadanos por incultos y dedíquense a sacar los trapos sucios de esta gentuza que bastante mierda tienen todavía oculta bajo el mantel.

Sinceramente no sé si yo algún día lograré ver una República en España, por supuesto no una que sea sucesora de la II ni de la I, sino una República que lleve consigo una autentica separación de poderes, elección directa del jefe del estado y de todos los representantes políticos, unido a un fuerte modelo territorial que mantenga unida a la España que quede en el momento de proclamarse ese nuevo modelo de estado. Una España que no será ya, desgraciadamente, la España que conocemos hoy, ni geográficamente, ni socialmente, pero de eso no tendrá culpa alguna esa hipotética III República española, sino la Monarquía Parlamentaria que hoy padecemos encabezada primero por Juan Carlos de Borbón y posteriormente por su hijo, Felipe de Borbón, con la colaboración directa de toda esa calaña de sinvergüenzas que llevan viviendo de lo público desde hace 40 años y que se hacen llamar así mismos "políticos".


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