Semana Santa

En unos días, los sevillanos volveremos a disfrutar de una de nuestras semanas más grandes. Dentro de nada, las calles volverán a perfumarse, como cada primavera, del dulce olor a incienso que se fusiona con el sevillano olor a azahar, en nuestra ciudad solo se escucharán marchas tan portentosas e indescriptibles como "Amarguras". "Virgen del Valle", "Soleá Dame la Mano", "La Madrugá", o "La Estrella Sublime", volverán a florecer sentimientos, nostalgias y promesas, volverán a escucharse esos cantes cargados de emoción que conocemos como "Saetas", volverán a oírse rezos y piropos en boca del público hispalense mientras la imagen pasa ante nuestros ojos, volverán a contemplarse las lágrimas en los ojos del pueblo sevillano mientras el paso "poquito a poco" se asoma al dintel de las puertas de su iglesia para dar comienzo a su estación de penitencia, se oirá la voz de un capataz al mando de su cuadrilla de costaleros mientras éstos ponen su otra "voz" al son de las pisadas de sus calzados, se escucharán el sonido de las bambalinas de un palio mientras recorre una calle estrecha y oscura que se alumbra solamente con la luz de las velas del paso de la Virgen y se oirán los aplausos de la gente mientras un paso de Cristo es mecido por sus hermanos costaleros al son de una marcha que están tocando tras Él. Sí señores, ya está aquí, otro año más, ya está de nuevo ante nosotros, la Semana Santa de Sevilla...