Para empezar, feliz Navidad y próspero Año Nuevo 2014 a quienes lean esta entrada, hoy no voy a hablar de política, hoy toca reflexionar y voy a ser lo más breve posible.
Termína este año 2013 y con ello otro año más de vida que se consume ante nosotros, sí, la vida pasa aunque no lo parezca, poco a poco, sin prisas pero sin pausas, pero se va perdiendo en ese horizonte nostálgico y nebuloso que llamamos pasado. Un servidor se despide de este año con más experiencia y con más lecciones aprendidas que las que poseía el pasado 1 de enero, la vida también es eso, aprendizaje y lección tras lección hasta que comprendemos que el periodo que parte desde nuestro nacimiento hasta nuestra muerte no es más que una escuela permanente, donde no existen vacaciones, ni recreos, ni fiestas de fin de curso, en esta escuela, la vida misma es la maestra, nosotros somos los alumnos, y el diploma es la experiencia vivida. En este año, me he decepcionado, me he ilusionado, me he reído, me he entristecido, he vivido buenos momentos y malos momentos, he conocido buenas personas y otras que no lo son tanto, pero esa es la vida al fin y al cabo, una serie de fenómenos que se van desarrollando en tu periodo de existencia en el cual recoges los mejores y peores momentos al final de ella. Termino como empecé, deseando de nuevo un feliz 2014, en el cual la vida nos siga trayendo como hasta ahora, buenos momentos y buenas personas, y dándole las gracias a Dios por haberme dado otro año más de vida.
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