jueves, 26 de septiembre de 2019

Esto no va a acabar bien

Como se suele decir, "Éramos pocos y parió la abuela", o "Si las cosas pueden ir a peor, irán a peor". Por si no teníamos ya bastante con la nueva precampaña electoral que ha comenzado ayer con la disolución de las cortes, se abre ahora un nuevo frente cuyas consecuencias no sabemos todavía cuáles van a ser y de qué proporciones. Me refiero por supuesto a la detención por parte de la Guardia Civil de cerca de una decena de miembros pertenecientes al CDR (Comité de Defensa por la República), la organización extremista e independentista catalana, la cual estaba preparando un atentado terrorista en un cuartel de la propia Guardia Civil en Barcelona para octubre. Una noticia de una gravedad inmensa, ya que se confirma con esto el hecho que algunos veníamos intuyendo desde hacía tiempo: La posibilidad de que España esté a las puertas de verse abocada a padecer un nuevo grupo terrorista. Un terrorismo que esta vez no viene desde el País Vasco, sino desde Cataluña, aunque el brazo político de ETA (Bildu) seguramente habrá sido determinante para la creación de esta bestia. Una bestia que no habría podido crearse tampoco sin la estimable ayuda del gobierno de Sánchez. ¿O acaso se ha olvidado ya de que hace unos meses, el presidente Sánchez aprobó concederle a la generalitat catalana armamento de guerra con el objetivo de que los catalanes aprobasen los fallidos presupuestos para este año? Nada ocurre por casualidad, y en este caso, el papel jugado por Sánchez a la hora de conceder armamento bélico al gobierno catalán y la confirmación de la deriva terrorista del CDR (Los cuales son el ejército radical del fascista Torra) tampoco es una casualidad.

El presidente del gobierno ha jugado un papel clave en este proceso y no puede salir indemne de el. Ya dije hace unos meses, cuando se confirmó la venta del armamento a los catalanes por parte del gobierno, que los sucesos de violencia que ocurriese a partir de entonces en Cataluña serían corresponsabilidad directa del actual jefe del gobierno por permitir semejante traición sin precedentes a España y a la ciudadanía española. Hoy me reitero en ello, y espero que Sánchez pague muy duramente en las urnas y en la justicia esta terrible traición, la cual ha comenzado ya a surtir sus efectos con los planes del CDR por atentar en Barcelona. Ojalá la situación no vaya a más y España no se vea abocada a padecer por segunda vez en su historia la barbarie terrorista. Ya se ha pagado y se sigue pagando un precio bastante alto por el no-fin de ETA, la cual se encuentra en estos momentos cogobernando en Navarra con el PSOE y gobernando los ayuntamientos e instituciones en el País Vasco gracias a las famosas negociaciones miserables que ese ser perverso llamado José Luis Rodríguez Zapatero acordó con la banda terrorista hace ya poco más de diez años. Ahora tenemos a otro ser igual de perverso en la presidencia del gobierno, el cual por seguir en el poder es capaz de todo, incluso de armar a los enemigos de España para que atenten contra los ciudadanos. Todo es aceptable para Sánchez con tal de seguir gobernando. Ese Sánchez el cual Pedro J. Ramírez catalogó el año pasado como el "Aznar de la izquierda", ya que según él, Rajoy representaba lo mismo que Felipe González en los 90: La corrupción, mientras que Sánchez representaba tras alcanzar la Moncloa lo mismo que Aznar cuando llegó al gobierno en 1996: La regeneración democrática. Pues bien, se puede confirmar que Sánchez no sólo no representa ninguna regeneración democrática, sino que es la personificación de la peor y más peligrosa clase política que ha gobernado España desde hace un siglo.

Un claro ejemplo de la nula moralidad que poseen estos hijos de puta es la noticia que mañana publica "El Mundo", donde se señala que el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, abroncó a la Guardia Civil tras la detención de los miembros terroristas del CDR. Se ve que la prioridad máxima del ministro del Interior es aumentar los asesinatos y el terrorismo en España en lugar de acabar con ellos. En fin, una prioridad bastante anómala en el principal responsable en velar por la seguridad de los ciudadanos, pero eso en el gobierno de Sánchez no importa. Todo es anómalo y perjudicial en este insulto a la ciudadanía que llevamos padeciendo desde hace un año y que se hace llamar "Gobierno progresista". Un gobierno que sin lugar a dudas es ya el peor gobierno que ha tenido España desde su fundación por los Reyes Católicos. Y mira que nuestra nación se ha caracterizado por tener a traidores y miserables gobernándola, sin ir más lejos el ex-presidente del gobierno, Mariano Rajoy, el cual también es corresponsable de la deriva terrorista que estamos padeciendo al no hacer absolutamente nada (Aparte de fumarse un puro) mientras la situación en Cataluña se ha ido agravando en estos años. Ahora ya todo es inútil. Entre la traición de unos y la colaboración de otros, España se encuentra cada vez más arrinconada y agonizante tras ser apuñalada reiteradas veces por los sucesivos gobiernos que llevamos padeciendo en estos cuarenta años, sobre todo con los tres últimos (Zapatero, Rajoy y Sánchez).

Pero aquí no acaba la historia. Si no teníamos ya poco con encontrarnos ante el nacimiento de un nuevo grupo terrorista, ayer nos encontramos con la noticia que todo el mundo llevaba tiempo esperando. Una noticia por la que los españoles llevábamos años sin poder dormir y que pensábamos las 24 horas del día en que en algún momento se hiciese realidad, ya que era lo que más nos importaba por encima de todo: Franco por fin saldrá del Valle de los Caídos, según dictaminó ayer el Tribunal Supremo. Sí, señores. Esto es lo que según el gobierno de traidores que tenemos es lo que verdaderamente cuenta e importa en estos gravísimos momentos. Nada de terrorismo, nada de crisis económica inminente, nada de nada, como diría nuestra querida Cecilia. Lo importante es una vez más Francisco Franco Bahamonde. Ese señor que lleva fallecido cuarenta y cuatro años pero que para los fascistas de la izquierda es lo verdaderamente urgente. Buena prueba de ello son las declaraciones de la vicepresidenta Carmen Calvo, afirmando ayer que por fin los españoles se podrán despertar sabiendo que Franco no sigue enterrado en el Valle de los Caídos... asco y vergüenza es poco a la hora de definir semejantes palabras provenientes de este ser vomitivo repleto de odio. También el discurso de ayer de Sánchez en la ONU alegando que con la exhumación de Franco se cierra una etapa de la historia de España y también el círculo democrático en nuestro país es otra prueba de la realidad paralela en la que vive este peligroso psicópata, narcisista y ególatra, al cual hay que echar cuanto antes de la Moncloa por el bien del país y de la seguridad de los ciudadanos, la cual se encuentra en peligro mientras este sinvergüenza continúe cediendo armamento a aquellos que luego lo van a utilizar para realizar acciones terroristas. 

Por otra parte hay que decir algo que parece que los rojos, progres y demás fascistas han olvidado. La sentencia del Tribunal Supremo no supone que la salida de Franco del Valle de los Caídos se vaya a producir con efecto inmediato, ya que la familia del fallecido ya ha anunciado que recurrirán el fallo del Tribunal Supremo al Tribunal Constitucional e incluso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, lo cual equivale a que la exhumación se retrasará aún más, a menos que Sánchez desee hacer caso omiso al recurso de la familia y basándose en el fallo del Supremo decida desenterrar a Franco para ofrecérselo como trofeo a sus votantes estúpidos. Algo que por supuesto sería ilegal, pero que a Sánchez le da exactamente igual. De nada le importa que el procedimiento judicial siga su curso y debe respetarlo, de nada le importa que los monjes benedictinos se oponen a la exhumación del cadáver, el cual se encuentra en el recinto que es propiedad de ellos. Qué más le da a Sánchez todo eso, cuando lo único que le importa a él es sacar al difunto de la losa para provocar un aumento de la tensión social de aquí a las elecciones. ¿Se acuerdan de Zapatero?, aquello de "Nos conviene que haya tensión". Pues el alumno Sánchez ha seguido a rajatabla las directrices de su maestro, principal responsable de la situación actual que estamos viviendo con este asunto y con otros muchos. Ignoro si finalmente se sacará a Franco del Valle de los Caídos de aquí al 10-N, pero desde luego Sánchez ya ha conseguido el impacto y la división social que él quería sacar con este tema una vez más. De hecho, si consigue sacarlo antes de las elecciones y en medio de la reacción en Cataluña tras la sentencia del proces, puede crear la tormenta perfecta para que caigan aquí las siete plagas dentro de unas semanas. Así que más le valdría a este ser miserable que se hace llamar incesantemente "Presidente del gobierno" que se ande con cuidado con las decisiones que toma, porque puede que de mucho querer estirar la cuerda de la tensión, consiga romperla... a menos que sea eso lo que quiere, que viniendo de semejante cerdo es bastante posible. Pero bueno, por mucho que desentierren muertos e intenten crear una historia inventada, lo cierto es que estos fascistas perdieron la guerra, y eso no hay libros, ni películas manipuladas y subvencionadas de Amenabar, ni muertos desenterrados que lo hagan cambiar. Por cierto, tanto odian a Franco que finalmente están llevando a cabo sus últimas voluntades, que no eran otras que la de no estar enterrado en el Valle de los Caídos. Esto es lo que ocurre cuando aparte de totalitarios y profanadores son imbéciles. 

Por último destacar la que sin duda ha sido otra de las noticias de estos días, que no es otra que la confirmación por parte de un muchacho hasta ahora desconocido que ha anunciado su candidatura a las elecciones de noviembre. Un tipo llamado Íñigo Errejón, el cual va a liderar un partido de izquierdas que va a traer aire fresco a la política española. Ya era hora de que esto sucediese, ya que España está exenta de partidos de izquierdas y progresistas. Como se puede comprobar, aquí todo está minado por partidos "Fachas". Desde el PSOE hasta Podemos, pasando por C's y PP. Menos mal que la presentación de este muchacho, el cual es una incógnita porque no sabemos ni cuáles son sus ideas ni si cobraba o no becas durante su época de estudiante... En fin, dejando a un lado la ironía, que creo que es lo que mejor podemos hacer a estas alturas de la película, debo decir que la confirmación de este tipejo no es otra cosa que la alternancia auspiciada por el PSOE y por Sánchez para lograr el apoyo de Errejón tras las elecciones generales del 10-N.

La jugada del presidente del gobierno en funciones de ir de nuevo a las urnas puede salirle rana si la izquierda decide abstenerse o directamente no ir a votar. De este modo han comenzado a sacar a relucir la operación para que aquellos imbéciles que aún creen en la posibilidad de un "Gobierno de izquierdas" o "Gobierno de progreso" acudan a votar en masa a Errejón en detrimento de un Iglesias que cada vez está más solo y debilitado, el cual solo espera a que su parienta le de la estocada final para sustituirle al frente de Podemos tras los malos resultados que se llevará en noviembre. Podemos decir pues que Errejón será el muñeco de trapo que utilizarán para decirle a Sánchez "Sí bwana" a todo lo que el presidente en funciones le proponga al cofundador de Podemos. Sánchez sabe que Errejón tragará con todo lo que él le eche con tal de pillar una poltrona, quién sabe si en el gobierno, o quién sabe si a cambio de algún precio menor. Pedro Sánchez ha sabido desde siempre que Errejón no era Pablo Iglesias. Ya de hecho, el nuevo candidato ya discrepó seriamente con Iglesias cuando el líder podemita se negó a llevar a Sánchez a la Moncloa en 2016 en pos del sorpasso que finalmente no se produjo en las elecciones generales de junio, lo cual fue determinante para que en 2018 Iglesias accediese a llevar esta vez sí a Sánchez a la Moncloa a cambio de nada... hasta que llegaron las fallidas negociaciones postelectorales de este año donde se quiso cobrar lo que no se cobró el año pasado. Por estos motivos, a Sánchez le conviene un Errejón obediente que un Iglesias desafiante cada dos por tres. De siempre se dijo que Errejón acabaría dentro del PSOE, lo cual puede confirmarse si tal y como parece ser, el ex-podemita accede a investir nuevamente a Sánchez tras los comicios, lo que se podría traducir como la antesala a su entrada en el PSOE. 

Personalmente no creo que Sánchez consiga un resultado arrollador (Aunque de los españoles ya me espero cualquier cosa y no precisamente buena), lo cual le obligaría a pactar con el veleta oficial del Reino (Albert Rivera) y con Errejón, al cual ya están dibujando algunos como la "Cara amable y moderada de la izquierda", como si la izquierda tuviese un lado amable y moderado... en resumen, creo que conociendo a Riveleta y tras la humillación a Iglesias y el enaltecimiento de Errejón, el acuerdo de gobierno podría ser perfectamente entre PSOE, C's y el partido de Errejón, al cual no creo que ponga impedimento alguno Rivera, ya que como acabo de decir, ya se está definiendo a Errejón como un personaje moderado en comparación con Iglesias. De todas formas, si Riveleta pusiese obstáculos ya recibiría la llamada correspondiente de Soros, Macron o algunos de sus jefes de la Logia para corregirlo. Es lo que tiene dirigir un partido títere... Por cierto, volviendo a Errejón debo decir que es bastante curioso el lema de su partido, el cual no es otro que "Más País", lo cual no deja de tener su gracia. Errejón, el cual se presentó en mayo para la comunidad de Madrid con el lema "Más Madrid", ahora prefiere ignorar la palabra España en su nuevo lema a nivel nacional. Es lógico, para ellos decir España es casi como decir "El socialismo es un fracaso", osea, una palabra prohibida. que solo puede salir de un franquista. Es normal que para estos seres despreciables lo normal sea decir "País" antes que "España" por temor a que la inclusión del nombre de su nación suene demasiado facha y acaben por no votarles nadie. 

Y para terminar un pequeño aviso a aquellos imbéciles de la derecha que ya sueñan viendo a Casado en la Moncloa gracias a la irrupción de Errejón para el 10-N. El hecho de que el de la beca se presente a las elecciones y provoque que haya un partido más en la izquierda no es sinónimo de que ésta vaya a dividirse. Sánchez será todo lo que podamos decir de él, pero imbécil no es. Si ha promocionado la candidatura de Errejón es porque sabe que el electorado que le vote será casi con toda seguridad el de Podemos y no el del PSOE, salvo alguna que otra excepción, por lo cual lo único que puede producirse es que los votos cosechados por Iglesias vaya a parar a Errejón, lo cual le podría dar a Sánchez los números suficientes para pactar con él y Rivera. Que nadie se engañe, Rivera pactará con Sánchez en cuanto le sea posible. De esta forma se asegurará nuevamente ser el "Garante de la estabilidad" y venderá su discurso de que gracias a él no habrá unas terceras elecciones. E incluso llegado el caso, si la suma entre C's y Errejón con Sánchez no suma, ya comenzará Casado a recibir las presiones por parte de Feijoo y demás gentuza para que se abstenga y permita gobernar a Sánchez. Esto y no la victoria del bloque de la derecha es lo que verdaderamente va a pasar. La derecha no va a gobernar sencillamente porque aunque la izquierda aparenta ir dividida, los votos del PSOE son siempre mayores de lo que vaticinan las encuestas, lo cual le permitirá a Sánchez seguir traicionando y despellejando a España hasta el 2023 como mínimo. Otra cosa diferente sería que Casado y Rivera se uniesen como ya hablé hace poco como "España Suma", pero por algo Rivera ya ha anunciado por activa y por pasiva que Ciudadanos no va a ir en coalición con los populares. Según él, porque "Quiere sumar diputados, no imputados". Supongo que a Riveleta se le ha olvidado que con los escaños que él obtiene no gana diputados, sino transfugas.

En definitiva, tenemos ante nosotros un escenario aterrador en el que no se atisba nada bueno en el horizonte. Hace unos días comenté que no creía que la reacción a la sentencia del proces fuese a tener mucha repercusión, más allá de los cuatro tipejos que pudiesen dar la nota quemando contenedores o cortando el tráfico. Hoy, tras conocer estos días la noticia de la vía terrorista del CDR desconozco por completo lo que pueda ocurrir. Sabía que este escenario tarde o temprano se produciría, y lo sabía desde que Rajoy todavía estaba en la Moncloa. Ahora, una vez que se ha confirmado este nuevo y desgarrador escenario, sumado a lo que pueda ocurrir en octubre con la sentencia del proces y la posibilidad de que Franco sea exhumado para calentar la campaña y provocar una reacción que despierte el entusiasmo de la izquierda por ir a votar y resucitar el fantasma de "Las dos Españas" de aquí a las elecciones, creo que nos vamos a encontrar con un otoño bastante caliente en lo político, pero sobre todo, y esto es lo preocupante, en lo social. Personalmente creo que urge echar cuanto antes a Sánchez, el cual ya se ha confirmado definitivamente como un peligro para el país, pero la división de la derecha hará imposible que esto suceda, por lo cual creo que tras el 10-N nos vamos a encontrar con un Sánchez fortalecido, aunque suba pocos escaños, y decidido a seguir gobernando con quien sea y como sea, aunque eso suponga llevarse al país por delante. A eso está dispuesto y a eso nos va a conducir de forma imparable con tal de seguir en el poder.

miércoles, 18 de septiembre de 2019

A las urnas... otra vez

Pues no hizo falta siquiera llegar al día 23 para ver cuál era el desenlace de toda esta historia. Hoy, 17 de septiembre, el rey ha concluido su última ronda de consultas antes de la disolución de las cortes y ha emitido un comunicado anunciando que no designa a ningún líder político como candidato a la presidencia del gobierno, dando por hecho la convocatoria inminente de unas nuevas elecciones generales para el 10 de noviembre. Termina pues la primera parte de este nuevo bloqueo político que empezara el 28 de abril de este año, y comienza la cuenta atrás para la segunda parte de este bloqueo, el cual comenzará tras las elecciones del 10-N. Unas elecciones en las que pueden ocurrir de todo. Puede haber un idéntico resultado electoral al del 28-A, o puede haber un vuelco que aunque provoque una nueva victoria de Sánchez, el PSOE se mantenga o baje en votos y escaños, dando lugar a un bloqueo incluso peor que el que hemos asistido en estos meses.

Debo decir antes que nada, que personalmente apostaba por un acuerdo de última hora. Lo he dicho por aquí y lo he dicho por las redes sociales. No creía que España se viese abocada a unas cuartas elecciones generales en cuatro años. Pero me he confundido. Pedro Sánchez ha demostrado ser más ambicioso y más peligroso de lo que todos intuíamos ya. Su decisión de ir sí o sí a unas nuevas elecciones se ve que la tenía tomada desde hacía tiempo, yo me atrevería a pronosticar que desde la misma noche electoral del 28-A. Por lo que parece, Sánchez se creyó a rajatabla la descabellada idea de que el PSOE iba a rozar en las elecciones de abril la mayoría absoluta, o que en su defecto obtendría un resultado electoral bastante cómodo (150/160 diputados). No fue así. Como es natural, un partido que hace tres años cosechó el peor resultado electoral de su historia, no iba a obtener de buenas a primeras un resultado cercano a la mayoría absoluta. Pero por lo que se ve, en el surrealista mundo de Sánchez sí se creía que esa situación se podía producir. Una vez visto el resultado electoral, ¿Cuál ha sido la actuación desde entonces? Jugar al gato y al ratón con todo el mundo, en especial con Podemos y Pablo Iglesias, los cuales estaban y están sedientos por acariciar por fin la silla del poder. La última propuesta de esta semana de Iglesias en la que proponía a Sánchez un gobierno de coalición de izquierdas solo hasta la aprobación de los presupuestos generales del estado daban una idea de hasta dónde llegan las ganas de los podemitas por sentarse en el consejo de ministros.

Visto los acontecimientos surgidos en estos meses, debo decir que Sánchez nunca quiso en ningún momento ser investido de nuevo presidente del gobierno con sus 123 escaños actuales. Y es que el actual presidente del gobierno en funciones puede ser cualquier cosa menos tonto (Aunque en la mayoría de las ocasiones hace grandes esfuerzos por disimular lo contrario). Desde el primer momento sabía que una investidura obtenida con los apoyos de Podemos, Ciudadanos o incluso el PP no se traducían a su vez en un cheque en blanco para que pudiese gobernar a su libre albedrío durante estos cuatro años. Sabía que si Podemos votaba a favor de su investidura, los proyectos de ley, los presupuestos, etc tendrían que negociarse punto por punto no solo con ellos sino también con los independentistas y los proetarras, lo cual sería un calvario que podría provocarle a la mínima una nueva crisis política que desencadenase en un nuevo adelanto electoral. Y si a esto le sumamos la idea fija de Sánchez de no querer a Podemos dentro del gobierno por los problemas que podrían acarrearle, y el hecho de recibir en Moncloa encuestas diarias en las que se hablaba de la posibilidad de que unos nuevos comicios le otorgarían una mayoría más sólida, tenemos las excusas perfectas para que Sánchez se negase desde julio a volver a entablar negociaciones con ningún partido político.

Por ello la deplorable y vergonzosa rueda de prensa/mitin que Sánchez ha ofrecido esta noche desde la Moncloa contando una historia ante los españoles en la que se presentaba como una víctima de "La derecha y de la izquierda", quienes les han bloqueado todo intento de formar nuevo gobierno es tan falsa y vomitiva como el propio Sánchez. Todos sabemos que Sánchez ha tenido mil oportunidades para formar nuevo gobierno con el apoyo de Podemos, pero los ha rechazado por interés personal y partidista. Todos sabemos que Sánchez ha tenido oportunidad en estas cuarenta y ocho horas en pactar con Ciudadanos, pero los ha rechazado por el mismo motivo. Por cierto, hay que decir una vez más que la palabra de Albert Rivera vale menos que unas pilas en el Bazar de los chinos. Este impresentable se ha llevado durante todo el verano anunciando a bombo y platillo que no dejaría gobernar a aquél que lidera "La banda que quiere destruir España", y ahora tenemos al propio Rivera, presionado por Soros y por Valls, suplicando a Sánchez que le concediese una reunión urgente para poder investirlo presidente. Señor Rivera, ¿No decía usted que no iba a defraudar a sus votantes?, ¿Dónde me deja esa afirmación? Vaya, me olvidaba que hablaba del veleta oficial del Reino, el cual le sería indiferente que gobernase Sánchez, Iglesias, Casado, el propio Puigdemont o los proetarras. Qué más da, ¿Verdad, Riveleta? Mientras se saque algo a cambio, cualquiera es bienvenido para convertirse en tu socio. Ya lo hiciste hace poco, cuando votaste en Barcelona a favor de la independentista Colau, para según tú, impedir que gobernasen los independentistas. Pero no contento con esta explicación que insulta cualquier inteligencia, has ofrecido desesperadamente el apoyo de aquel que es en estos momentos el peor peligro para España: Pedro Sánchez. ¿Qué hacer entonces? Pues para evitar que Sánchez gobierne y acabe con España, lo investimos y le dejamos gobernar. Una explicación coherente, ¿Verdad? Si no fuera porque los militantes de todos los partidos en España tragan con todo lo que les echen, esta actuación sería para mandar a Alberto Carlos Rivera no solo al INEM sino también a París para que disfrute de unas ilimitadas vacaciones junto a su jefe Macron.

Por no hablar del bochornoso papel que ha jugado Casado en estas últimas horas al negarse pero no negarse a la vez a una abstención conjunta junto a Rivera para permitir gobernar a Sánchez. Resulta curioso que el líder de la oposición no defienda con más entusiasmo la posición de su partido y la de sus votantes. Cuando en el año 2016 España vivía la misma situación política pero a la inversa, el entonces líder de la oposición y hoy presidente del gobierno defendió con enorme entusiasmo el voto en contra hacia el entonces presidente del gobierno, Mariano Rajoy, con aquello del "No es no". Y era algo que yo defendí en su momento y que defendería ahora si Pablo Casado defendiese con la misma energía; El principal partido de la oposición no está para permitir que el otro principal partido gobierne. Lo veía lógico cuando lo defendió Sánchez y lo veo lógico si Casado lo defendiese igualmente ahora con firmeza. Sorprendentemente no lo hace. Ignoro los motivos, aunque me los imagino, ya que probablemente tenga que darle su apoyo a Sánchez tras las elecciones del 10-N como ya hiciera el PSOE con Rajoy hace tres años. Aun así no descarto que más de un votante popular tome nota sobre la actitud de Casado en este asunto a la hora de votar en noviembre.

Volviendo a Sánchez debo decir que la historia que cuente de aquí al 10-N no puede sostenerla siempre y cuando tenga enfrente a alguien con sentido común que le replique las miserias que vende. Sánchez venderá que al igual que le sucediese a Rajoy en 2016, el resto de formaciones políticas han bloqueado cualquier posibilidad de que él pueda formar nuevo gobierno. Nada más lejos de la realidad. En el año 2016, Rajoy (Al cual yo critiqué en su momento por aquí por esa decisión) rechazó la designación del rey para ser de nuevo candidato a la presidencia alegando que "Tenía el parlamento en su contra". Aquí sin embargo no ha habido un parlamento en contra del candidato y presidente en funciones, sino un desinterés absoluto por parte de éste a la hora de negociar la investidura con sus socios. Rajoy no buscó las elecciones generales de junio de 2016, sino que se las dieron regaladas Sánchez, Iglesias y Rivera al no salir adelante la fallida investidura de marzo de aquel año. Él se echó a un lado y dejó a la elección de la oposición echarle e investir a un nuevo presidente o no. Aquí tenemos a un presidente cuyos resultados electorales les parecieron insuficientes y buscó desde el primer momento lo que hoy ha ocurrido, que se ponga en marcha la cuenta atrás para una repetición electoral.

A partir de hoy tenemos siete semanas hasta las elecciones generales. De aquí a la jornada electoral pueden ocurrir muchas cosas. Tenemos por un lado la inminente sentencia del proces, aunque viendo cómo está el patio en Cataluña no creo que la reacción sea muy preocupante. Quizás algunos contenedores quemados y cortes de tráfico, pero nada más. Por otro tenemos los datos económicos, los cuales van a ir empeorando de aquí a noviembre como consecuencia de la inminente crisis económica que se avecina. Por otro tenemos la sentencia de los EREs, la cual puede resultar bastante inoportuna y pésima para los intereses del PSOE, que ya sabemos que son completamente distintos a los de España. Y para terminar tenemos el posible Brexit que se puede producir el 31 de octubre, lo cual puede tener repercusiones sobre España a diez días de las elecciones. En resumen, unos cuantos frentes que se le avecinan al gobierno de Sánchez y al PSOE de aquí al 10-N.

Por ello visto el panorama que se avecina creo que la decisión de Sánchez de ir de nuevo a las urnas responde a uno de los siguientes motivos: 1. Está dispuesto a todo con tal de conseguir un resultado electoral que le permita gobernar con comodidad y de paso humillar a la oposición aun sabiendo que puede quedarse igual o empeorar sus resultados electorales. 2. Maneja encuestas que reflejan unos resultados incluso mejores de los que se están hablando, y por eso tiene la seguridad absoluta de que por muchos frentes que se abran de aquí a noviembre, tiene su mayoría holgada asegurada. 3. Sabe que la crisis económica que se avecina va a arrasar con todo, y por ello prefiere ir a unas nuevas elecciones que, unido a una subida de la abstención y de los frentes que aparecerán le permitirán ganar las elecciones pero a su vez le harán perder el gobierno al obtener la derecha los escaños necesarios para formar gobierno. De esta forma, el PSOE quedaría salvado de la hecatombe electoral que le podría suceder si les pilla una nueva crisis económica en el gobierno por tercera vez en veinte años. Personalmente, y ya hablé de ello en una entrada, creo que los tiros van encaminados hacia esta tercera posibilidad, aunque de un personaje miserable e irresponsable como Sánchez cualquiera de las tres opciones pueden ser correctas.

Por otro lado, quien se lleva la peor parte de este fregado es el rey Felipe VI, el cual ve cómo tiene que convocar sus cuartas elecciones generales en cuatro años. Todo un historial que confirma el periodo inestable que lleva viviendo España desde que en 2014 y 2015 hicieran sus apariciones respectivas Podemos y Ciudadanos. Ya lo he dicho en otras entradas y me reitero en esta, el rey puede hacer mucho más de lo que en la práctica hace. La constitución le faculta para realizar determinadas funciones de enorme trascendencia política, otra cosa es que él no quiera hacer uso de ellas al no ser un jefe del estado elegido por los españoles, lo cual nos lleva a plantearnos de nuevo la utilidad o no de la monarquía en nuestro sistema político actual. Si Felipe VI hubiese querido, podría haber buscado una figura ajena al entramado político actual para designarlo candidato a la presidencia. Otra cuestión diferente es que esa candidatura hubiese salido o no adelante, pero por lo menos el rey podría afirmar que él ha buscado todas las salidas posibles para salir del bloqueo a pesar de la negativa de los políticos. Pero como siempre ocurre en España, tenemos el problema de la inviolabilidad del rey y de aquellos que defienden la neutralidad de su figura, lo cual hace más daño que bien al actual monarca y a la corona. En lo que a mí respecta, siempre he defendido y sigo defendiendo la instauración de una República en nuestra nación, pero ello no me impide reconocer que, aunque critique su papel como jefe del estado, en lo personal Felipe VI me caiga bien. Creo que es un tipo el cual le ha tocado reinar en un periodo bastante turbulento de la historia de España, y que las circunstancias le están viniendo grandes.

A quién parece que le va a ir mejor la repetición electoral es a Pablo Casado, el cual debe de estarle agradecido en secreto a Sánchez de que éste apueste por una repetición electoral que puede provocar no tanto un vuelco electoral que haga posible una llegada de Casado a la Moncloa, como un escenario en el que el electorado conservador vuelva a votar en masa al PP ante el estrepitoso fracaso que supuso para los populares la aparición de VOX, los cuales serán sin lugar a dudas los grandes perjudicados de esta nueva cita con las urnas. Lo mismo se puede decir de Podemos, los cuales pueden verse aún más hundidos de lo que ya están tras comprobar cómo aquél a quienes vitorearon tras salir adelante la moción de censura les lleva de manera directa a la hecatombe electoral. Y es que no se puede negar que aparte de totalitarios, los podemitas han sido bastante ingenuos en lo que respecta a la figura de Pedro Sánchez. Aclamaron su llegada al gobierno al grito vivo de "Sí se puede" en el congreso, como si aquel que iba a llegar a la Moncloa fuese el propio Iglesias y no el líder de uno de los dos partidos que según ellos simbolizaba "La casta". Aquello ya era cosa del pasado. Ahora creyeron que Sánchez era un aliado para sus intereses y ha resultado ser su principal enemigo número uno, el cual nunca les agradeció que fuesen ellos quienes le condujesen en volandas a la Moncloa el año pasado. Creían que ahora iban a obtener de Sánchez su recompensa y han obtenido una sonora humillación. Por ello, parafraseando a Andrea Fabra les digo a todos los podemitas "Qué se jodan". Sobre Ciudadanos sólo espero y deseo que la bajada de pantalones y calzoncillos de Rivera en estas últimas cuarenta y ocho horas las pague muy duramente en las urnas. Ya es hora de pararle los pies a Riveleta y no dejar que se pase más de la raya...

Por último decir que por mucho que algunos digan una y otra vez que una repetición electoral es un fracaso de la democracia y un insulto a ésta, no hay que hacer ni el más mínimo caso a estos "Demócratas" que luego repiten una y otra vez que los españoles estuvimos cuarenta años sin poder votar por culpa única y exclusiva de un señor llamado Francisco Franco. Si aquí ha fracasado alguien ha sido el actual presidente del gobierno por no querer llegar a un acuerdo con ninguna de las principales fuerzas políticas teniendo la oportunidad para hacerlo (Aunque para él esto no supone ningún fracaso, sino un paso más hacia una nueva victoria política y personal), y en su caso también la ley electoral por no haber sido reformada cuando las circunstancias lo exigían en su momento para impedir bloqueos como este o como el del año 2016. Yo personalmente no sé a quién votaré. De lo que no hay duda es que votaré a favor de aquél que mejor defienda y represente mis ideas y sea capaz de echar a aquellos que desde el gobierno están destruyendo nuestra nación y compadrean con los enemigos de España. Nos vemos en noviembre en las urnas...