Estos días he estado viendo de nuevo la impresionante superproducción de "Jesús de Nazaret" que Franco Zefirelli rodó en 1977 y que tan grandiosamente interpretó el magnífico actor británico, Robert Powell. Tras ver esta gran obra que yo considero la mejor que se ha hecho hasta la fecha sobre la vida de Jesucristo, me reitero aún más en mi teoría de que Jesús de Nazaret es la divinidad más conocida en toda la historia del ser humano, y a la vez el extraterrestre más desconocido hasta la fecha por toda la humanidad. Sí, han leído bien; extraterrestre. ¿Los motivos? Muy sencillos; En mi opinión, Cristo fue un ser que vino a la tierra proveniente de otro lugar del universo para intentar guiar a la humanidad por el buen camino. ¿Acaso la anunciación de María, la estrella de Belén, la Transfiguración de Jesús ante los apóstoles acompañado de Moisés y Elías, la nube que cubre a Cristo cuando asciende a los cielos, el posterior mensaje de los Ángeles anunciando la vuelta de Jesús algún día a la tierra del mismo modo que acababa de partir, además de otros pasajes bastantes significativos de los Evangelios hay que tomárselos al pie de la letra? Si uno lee detenidamente la Biblia, y/o ve una película sobre ella se da uno perfectamente cuenta de que todo lo que ahí se refiere es ni más ni menos que la historia de la creación de la humanidad contada desde un punto de vista religioso, ¿O acaso no podemos denominar "Dios" a quienes hoy en día podríamos decir "extraterrestres"?, ¿Acaso no es verdad que Dios existe en forma física como muestra un pasaje del Éxodo donde Moisés consigue verle la espalda a Dios, quedando impactado éste cuando la ve? Siempre se ha querido diferenciar entre religión y ciencia y enfrentar a una contra la otra, pero si uno lo observa desde un punto de vista frío, se llega a la conclusión de que la una es la otra pero desde puntos de vistas diferentes. ¿Por qué no podemos denominar la destrucción de Sodoma y Gomorra hoy en día como lo que perfectamente podría ser una destrucción nuclear por parte de una civilización avanzada?, ¿Por qué no podemos decir que el carro de fuego que transportó al profeta Elías al cielo, la gran ballena que se tragó a Jonás, o la columna de nube y fuego en la que Dios iba guiando a Moisés y al pueblo hebreo por el desierto son lo que en la actualidad denominamos OVNIS?. ¿Acaso hay un interés oculto entre la Iglesia y la ciencia para separar ambas cuestiones que repito, son más que evidentes que son una sola cosa que han sido separadas por el ser humano?. ¿Por qué no ponemos encima de la mesa la posibilidad de que ese Dios que nos creó según el Génesis puede ser un ser extraterrestre que dio inicio a la vida en este planeta con un fin que perfectamente puede ser un experimento como lo son los ratones para nosotros?, ¿Por que no reconoce el Vaticano la posibilidad de la existencia de seres alienígenas si el propio Jesús dice ante Pilatos que su "Reino no es de este mundo", dando a entender que existen otros mundos aparte del nuestro?, ¿O acaso no se refiere a ello Jesucristo cuando afirma que "En la casa de su Padre hay muchas moradas e iría allí a prepararnos un lugar"?, ¿Cómo iría Jesús a lo que todos conocemos como "Cielo" a prepararnos un lugar donde vivir allí si no fuese en realidad otro planeta dentro del Universo que en la Biblia se conoce como "El Reino de los Cielos" y/o "El Reino de Dios"?. El simple hecho de que el cielo como tal no existe, puesto que lo que vemos de día es la capa de ozono y por la noche el Universo, ya es una prueba de que la Biblia hace referencia a un lugar determinado del Universo que se especifica como Reino. Ese mismo Reino donde sería trasladado el profeta Elías en el famoso carro ya mencionado o que tan detalladamente Henoc (El bisabuelo de Noé) describe en un viaje que éste realiza hacia el cielo donde consigue ver a Dios en persona.
Como dato curioso tengo que añadir que esta teoría que aquí estoy exponiendo la llevo manteniendo desde hace unos seis o siete años más o menos. Pues bien, en el año 2012, en una charla que mantuve con personas pertenecientes a testigos de Jehová, les expuse esta teoría. Las personas allí presentes no daban crédito a lo que estaban oyendo salir de mi boca, y negaron tal posibilidad de manera rotunda. No así, sí reconocieron la posibilidad de la existencia de otras civilizaciones de vida inteligente fuera de este planeta, pero todas ellas bajo la creación del mismo Dios que a nosotros nos creó en su momento. Cuando un poco después en esa misma conversación les pregunté directamente a estas personas sobre si su Fe seguirían intactas si se demostrase finalmente que Dios y por lo tanto también Jesucristo son seres de luz pertenecientes a una raza superior a la nuestra, éstos se mantuvieron callados sin lanzar en ningún momento una respuesta afirmativa. Yo personalmente no quise insistir en la respuesta, puesto que como dice el refrán "El que calla, otorga", y en ese silencio encontré la respuesta de esas personas. No seguirían creyendo en la existencia de Dios si dicha existencia fuese distinta a la expuesta en las Sagradas Escrituras. Como anécdota, hace unos meses me encontré de nuevo con una de las personas pertenecientes a Testigos de Jehová allí presente en la conversación de hace cuatro años. Cuál fue mi sorpresa cuando al hablar con esta persona en plena calle del tema religioso, me recordó sin venir a cuento la "barbaridad" que dije en su momento cuando les expuse mi teoría que hoy estoy tratando en este artículo. Cuando vi que esta señora recordaba muy bien mi tesis, supuse que a ella (No sé si a las otras dos personas también) la dejó cuanto menos reflexiva. Ante estos casos siempre me hago una pregunta ¿Por qué las personas creyentes son en su mayoría tan conservadoras? y cuidado porque esto lo dice una persona que es muy conservadora, como bien se puede apreciar en los artículos que vengo escribiendo desde hace tres años hasta la fecha. Insisto, me sorprende el conservadurismo de las personas creyentes independientemente de su religión. Aunque este artículo no tenga nada que ver con política como siempre escribo, tengo que añadir que si por un momento dejásemos al Jesús divino (O extraterrestre, según como quieran llamarlo) a un lado, y nos centrásemos en el Jesús humano, podemos ver sin lugar a dudas de que Jesucristo era una persona que hoy en día podría considerarse como un comunista revolucionario. Sólo hay que leer la famosa frase del propio Jesús en la que dice taxativamente que es "Más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, a que un rico entre en el Reino de Dios", o la respuesta que le dio a un rico que le dijo qué podía hacer a cambio de seguirlo, a lo que Jesús le respondió "Vende todo lo que tengas y dáselo a los pobres". Por no hablar de la expulsión de los mercaderes en el Templo por parte del mismísimo Jesús al grito de "Habéis convertido la casa de mi Padre en una cueva de ladrones", algo que digamos no es muy conservador, sino todo lo contrario, es lo que hoy en día se puede considerar muy progresista y revolucionario. Por cierto, no creo que a Jesús le haga mucha gracia desde donde esté ver a otro tipo de mercaderes vestido de sotanas comercializando por todo el mundo en su nombre dentro de la Iglesia que Él mismo fundó en su momento con otros objetivos completamente distintos a los actuales. Analizándolo bien es bastante curioso como aquellos que se llaman a sí mismo "progres" son los primeros en rechazar a Cristo, mientras aquellos que son de mente bastante conservadora y de posiciones económicas altas son los primeros que acuden a misa todos los días. Ironías de la vida. Se ve que aquellos que dicen creer más en Cristo se les olvida la frase que Él dijo en su momento; "Buscad la verdad que ella os hará libres".
Volviendo al tema que nos ocupa. Sé perfectamente que si así fuese, el reconocimiento de la Iglesia a Jesús como un ser de vida inteligente fuera de nuestro planeta jamás se produciría por muchas evidencias que se constatasen. Existen muchos motivos, no sólo económicos sino también, aunque parezca increíble, bélicos. El estallido de una Guerra Santa podría ser inminente si se confirmase este hecho. Del mismo modo que dicho conflicto bélico a nivel global sería una realidad si se demostrase definitivamente la posibilidad de que Jesucristo y María Magdalena se casaron y tuvieron descendencia. Sólo así se entiende el porqué el Vaticano no reconoció determinados Evangelios, entre ellos el de la propia Magdalena, y sólo aceptaron la versión oficial de los cuatro reconocidos. Si los Evangelios Apócrifos, que nos ofrecen una versión distinta de la vida de Jesús, hubiesen salido a la luz, la historia de la humanidad no sería en estos instantes la que hoy conocemos. Es por ello por lo que la Iglesia actual en sí es una de las mayores empresas existentes en el mundo y que más ingresos generan, por lo que su caída no podría consentirse bajo ningún concepto, ya que estarían en juego demasiados intereses. En el aspecto económico sólo hay que analizar el negocio que supone para muchos la veneración de imágenes en España, y concretamente aquí en Sevilla, donde la Semana Santa es para ignorancia de muchos un gran pecado donde se veneran imágenes esculpidas (Incumpliendo así los mandamientos de Dios) a la par que se hace un gran negocio con dicha festividad, y lo dice una persona que le encanta la Semana Santa y siempre va a verla todos los años. Eso sí, desde el punto de vista artístico y tradicional, puesto que desde el punto de vista religioso lo dejé de ver hace ya mucho tiempo.
Termino diciendo que he sido desde siempre, y lo sigo siendo, creyente. Mi fe en Dios y en Jesucristo sigue intacta por mucho que desde mi punto de vista personal haya cambiado mi forma de ver su existencia. Si para algunas personas, el hecho de que una civilización más avanzada que la nuestra (En este caso, lo que nosotros llamamos el Reino de Dios) nos crease en un momento determinado, no excusa bajo ningún concepto que nuestras creencias tengan que acabar. Al contrario, se reafirmaría nuestra fe desde un punto de vista, no sólo religioso, sino también científico. Reitero que soy una persona conservadora, pero creo que en esta cuestión tenemos que ser un poco más abiertos de mente. El simple hecho de que muchas personas se aferren a lo que diga un libro que ha sido modificado por las instituciones eclesiásticas desde hace más de 2.000 años, es lo peor que le puede ocurrir a un creyente. Ya que éste sólo acepta a Dios y a Cristo desde el punto de vista que nos ofrecen esas escrituras, demostrando con esto que su fe no es tan verdadera como ellos creen, y cerrándose pues a la posibilidad de creer en unas entidades divinas o cósmicas de una forma distinta a la que siempre hemos conocido. Si la sociedad católica es capaz de rezarle a hombres y mujeres que sin ningún motivo aparente han sido declarados por la Iglesia como santos, dejando a un lado con ello al mismísimo Dios e incumpliendo otro de sus mandamientos, puede perfectamente seguir rezándole a ese Dios aunque su existencia no sea como nosotros siempre nos la hemos imaginado. No le den la espalda a Dios ni a Cristo, y menos en estos momentos en los que de manera imparable el mundo se acerca cada vez más al borde del abismo, y puede que a sus últimos tiempos.