Hace unas semanas salió a la luz en Twitter (Me gusta seguir llamándolo así aunque Elon Musk ahora lo llame "X") unos tweet de Jaime del Burgo, ex cuñado de Letizia Ortíz, el cual estaba casado con su hermana Telma. Pues bien, en dichos tweet Jaime del Burgo aseguraba haber mantenido relaciones sentimentales con la actual reina consorte de España, la primera vez entre 2002 y 2004 y la segunda entre 2010 y 2014.
Del Burgo aseguraba también que Letizia y él viajaron a menudo al extranjero durante ese segundo periodo y que incluso hablaron de la posibilidad de que ella se divorciase del entonces príncipe Felipe, la posibilidad de mudarse a Estados Unidos (Concretamente a Florida) y la posibilidad de tener ambos un hijo por vientre subrogado. Todo esto acompañado de una foto que supuestamente la envió Letizia dedicándosela a él y que salió publicada en otro de sus tweets junto a sus declaraciones.
Que Letizia Ortiz y Jaime del Burgo hayan mantenido una relación sentimental es algo que a mí me da exáctamente igual, ya que cada uno puede hacer con su vida lo que le de la gana. La cuestión radica en que la segunda vez que retomaron esa relación fue durante el periodo 2010-2014, es decir durante los años en los que Letizia ya estaba casada con el actual rey de España y en los que ya había sido madre de sus dos hijas. De hecho el propio del Burgo habla que también conversaron sobre el futuro de las hijas de los por entonces príncipes de Asturias durante el tiempo en que ambos estaban juntos, y que de hecho buscaron asesoramiento jurídico sobre este tema.
La cuestión puede ser puro marujeo si no fuese por el hecho de que del Burgo ha retirado sus tweet no sin antes escribir otro en el que recriminaba al rey el hecho de haber propuesto a Pedro Sánchez como presidente del gobierno, sabiendo ya el rey con los apoyos que iba a ser investido Sánchez. Del Burgo recriminaba a su vez al rey el hecho de no haber defendido a España en estos momentos de tensión en el que nos encontramos e insinuaba finalmente que detrás de la innación del rey se encuentra la propia Letizia, la cual sería a su vez cómplice de la línea política que Sánchez está realizando a través de las directrices de Puigdemont, Junqueras, Otegui, etc.
Dicho esto quiero comentar un par de cosas porque creo que aquí se está hablando más de la cuenta. Que esta señora y este señor hayan mantenido una, dos, tres o veinte relaciones sentimentales consecutivas es algo que, como he dicho antes, me trae sin cuidado. Eso sí, reconozco que me lo creo. De hecho cuando del Burgo publicó esos tweet y los leí debo confesar que no me pareció tan surrealista la historia como el hecho de que el propio del Burgo lo publicase de esa forma por una red social. Ya se hablaba desde hacía tiempo de supuestas infidelidades de Letizia Ortiz a Felipe VI, y a la inversa. E incluso se hablaba desde hacía tiempo de que la relación de Letizia con su por entonces cuñado era una relación que iba más allá de lo puramente familiar. De hecho hace tiempo escuché algo sobre ello, aunque no recordaba bien la cronología de los hechos.
Ahora viene lo gordo. Me es indiferente que este señor quiera decir ahora, por los motivos que sean, que ha mantenido una relación con Letizia Ortíz. Lo que me llama la atención es el hecho de que detrás de todo esto hay un móvil político. Del Burgo achaca la inacción del rey como consecuencia de que detrás de todo esto se encuentra Letizia, que a su vez está compinchada con Pedro Sánchez para llevar a cabo la desestabilización del país. Vamos a ver ¿En qué mundo vive este señor? Cualquiera que escuchase esta historia y cambiase los nombres juraría, yo el primero, que estamos en la España de 1800, en la Corte de Carlos IV, donde el entonces rey era una marioneta en manos de la reina consorte, María Luisa de Parma y del por entonces primer ministro, Manuel de Godoy, quienes eran los que verdaderamente gobernaban España.
En el reinado de Carlos IV, España no era una Monarquía Constitucional (No digamos ya Parlamentaria) y ni siquiera existía la Constitución de 1812. Hasta entonces el rey era quien ostentaba todo el poder y España vivía en una Monarquía Absolutista. Nada que ver con la España del año 2023, en la que nuestro país y sobre todo el sistema que tenemos será todo lo que queramos decir, pero desde luego no es una Monarquía en la que el Jefe del Estado tiene el poder decisorio sobre las cuestiones que afectan a la nación.
Por ello las afirmaciones de del Burgo alegando a que Letizia es quien verdaderamente decide las cuestiones de Estado junto a Pedro Sánchez están fuera de toda lógica, ya que aquí quien manda es el presidente del gobierno, nadie más. Ni siquiera el Parlamento, ya que España es un sistema partitocrático en el que, como ya he dicho en otras ocasiones, el jefe del gobierno es quien verdaderamente controla los tres poderes del Estado.
El rey es una figura simbólica cuya única función es la de ejercer de notario y firmar todo aquello que el gobierno le ponga por delante, incluso su propia abdicación si fuese preciso. La Constitución española de 1978 dejó sin poder alguno al monarca cuando ésta se estaba elaborando, por lo que si ya el rey titular, es decir, el jefe del Estado no tiene ningún poder ¿Qué poder puede tener la reina consorte? Es como si aquí viene el príncipe Harry y dice que quienes verdaderamente gobiernan Reino Unido son Camila Parker Bowles y el primer ministro, Rishi Sunak. Suena a algo propio de la Edad Media y Moderna, aparte de sonar surrealista.
Que Felipe VI pudo en octubre no designar candidato a Pedro Sánchez y de esa forma haber disimulado hasta que a finales de noviembre hubiese expirado el plazo para la formación del nuevo gobierno y convocar así elecciones generales, pues es algo que podría haber hecho, sí. En la Constitución no se menciona un escenario en el que el rey esté obligado a designar sí o sí un candidato a la presidencia del gobierno. Pero de ahí a decir que el monarca lo hizo porque estaba siendo presionado por Letizia, pues como que suena a algo más propio de Juego de Tronos que de The Crown.
Hay quienes dicen que detrás de todo esto se encuentra parte de la derecha española para presionar a Felipe VI con el objetivo de que no firme la ley de amnistía cuando ésta se presente en el despacho del monarca. Hay quienes dicen incluso que detrás de todo esto está el propio rey Juan Carlos, que desde Abu Dabi está presionando a su hijo para que éste actúe. En definitiva, sea quienes sean los que están detrás de todo esto demuestran que son unos gilipollas de mucho cuidado.
Aunque soy republicano, siempre he dicho que el rey no puede ni va a negarse a firmar nada. Eso acarrearía una crisis constitucional de tres pares de cojones cuyas consecuencias no sabemos hasta dónde podrían llegar. Felipe VI está pues atado de pies y manos y no va a jugarse el trono para salvar a un país que practicamente le trae sin cuidado. Él, como todo rey, quiere que sus hijos, nietos, etc le sucedan en la jefatura del Estado sin que las consecuencias de lo que ocurra en el país y de las acciones que tome el gobierno de turno afecten de modo alguno a la institución que él representa.
Por otro lado, y volviendo a Letizia, debo añadir, si Letizia es cómplice de Pedro Sánchez y éste teóricamente quiere acabar con la Monarquía ¿Acaso está Letizia queriendo arruinar el futuro de su propia hija? No tiene sentido ninguno. Que Letizia es más de izquierdas que La Pasionaria no es un secreto. Eso ya lo sabemos todos. Pero de ahí a estar involucrada en una conspiración con el presidente del gobierno para acabar con la Monarquía e instaurar la III República española es algo propio de una película de Berlanga.
Quien se crea eso no tiene ni dos dedos de luces, ya que por esa regla de tres la primera que saldría mal parada sería ella misma que perdería su condición de reina consorte. Podemos estar de acuerdo en que Letizia es un caballo de Troya en la Zarzuela, pero de ahí a querer hacerse ella misma el harakiri y acabar con su propio chiringuito y el de sus hijas, pues como que no suena muy real, valga la redundancia.
También debo decir, volviendo a la complicidad entre Pedro Sánchez y Letizia Ortiz, de que algunos hablan incluso de que entre ambos hay algo más que una complicidad política. Vuelvo a lo de antes. No estamos en la Corte de Carlos IV. No me imagino yo una relación más allá de lo profesional entre Sánchez y Letizia, ya que esto afectaría a las relaciones entre Zarzuela y Moncloa, y no creo que ni Sánchez ni Letizia sean tan tontos como para meterse en esos fregados.
Bastante tiene ya Felipe VI en quedar ante la opinión pública como un cornudo al cual el amante de su mujer (Y a su vez ex concuñado) le reprocha públicamente su inacción constitucional, como para encima tener ahora su consorte de amante a quien actualmente reside en la Moncloa. Si así fuese ¿Quién sería el Fernando VII de esta historia reeditada para llevar a cabo una nueva conjura de El Escorial? ¿Leonor, Sofía, Froilán desde Abu Dabi? Creo que aquí el personal está demasiado nervioso por todo lo que está ocurriendo (Y que está por venir) y está empezando a desvariar a la hora de soltar todo tipo de rumores.
Unos rumores que teóricamente no se corresponden con lo que otros están afirmando por ahí, que afirman que detrás de todas estas publicaciones está la Moncloa y Pedro Sánchez, con el objetivo de desprestigiar aun más a la Monarquía y presionar de alguna forma al rey para que éste firme la ley de amnistía cuando el gobierno la haya aprobado nuevamente en el Congreso tras ser seguramente rechazada de forma previa por el Senado. Ya dije aquí y lo vuelvo a decir que la columna vertebral del sistema de 1978 es la Corona.
Si la Corona se va al traste, el sistema cae con ella. Y ni al PSOE, ni al PP, ni a Pedro Sánchez ni a Alberto Núñez Feijóo les conviene hacer caer la Monarquía, ya que ésta es la que no sólo garantiza la supervivencia del régimen del 78 sino que garantiza a su vez la posibilidad de que el jefe del Estado, en este caso el rey, pueda sancionar todo aquello que el gobierno de turno le ponga encima de la mesa, ya que saben que constitucionalmente no tiene prerrogativa alguna para negarse a firmar.
Y eso lo sabe Pedro Sánchez, Letizia Ortiz, Jaime del Burgo, Felipe VI e incluso Juan Carlos I, por mucho que ahora eche en cara a su hijo no actuar, cuando él tampoco lo hizo durante su reinado porque sabía perfectamente cuál era su nulo papel a la hora de intervenir en política. Otra cosa son su capacidad de influenciar en los negocios y acuerdos comerciales, pero eso ya es otra historia que ya todos conocemos de sobra.
También debo añadir que me parece, cuanto menos curiosa la forma en la que los medios de comunicación están tratando esta delicada situación aquí en España. No hay periódico, ni televisión, ni radio ni siquiera una revista que hable de este asunto, lo cual deja mucho que pensar a la hora de hablar sobre las cuestiones que afectan a la Monarquía española. Por el contrario, en todos los países de Europa e incluso en la India se está hablando de este escándalo que aquí permanece enmudecido. Lo cual resulta llamativo, ya que hace solo un mes se hablaba a todas horas en la prensa española del romance extramatrimonial del príncipe Federico de Dinamarca con Genoveva Casanova.
Ahora que los escándalos se trasladan a la Casa Real española y que algunos hablan que tiene un origen político como consecuencia de todo lo que estamos viviendo a nivel nacional, todo el personal calla alegando algunos "Que es una cuestión privada". Con esto queda demostrado que aquello que algunos gritaban hace una década sobre el hecho de que se había puesto fin a la autocensura que la prensa se imponía a sí misma sobre la Casa Real era pura mentira.
La prensa española creyó hace una década de que lo mejor para la Monarquía y por ende para el sistema de 1978 era el de finiquitar al rey Juan Carlos. De ahí que la prensa desde entonces haya abierto las puertas para lincharlo sin piedad. Pero una cosa es el rey emérito y otra cosa son los reyes actuales. Ahí ya la cosa cambia, ya que no se puede volver a desprestigiar a la Monarquía por parte de la prensa con todo lo que ella se desprestigia ya sola. Ya habrá momento dentro de veinte o treinte años para finiquitar a Felipe VI en favor de Leonor, como ya se hizo hace diez años con Juan Carlos en favor de su hijo. Ahora toca disimular y mirar hacia otro lado, que no está el horno para bollos.
Y ya por último decir que algunos hablan sobre la posibilidad de que detrás de todo esto hay un plan orquestado por algunos para acabar con Letizia y de esa forma conseguir que Felipe se divorcie de ella y mejorar la imagen de la institución. Que haya una campaña en contra de ella no lo discuto, pero que Felipe se vaya a divorciar no lo creo en absoluto. Daría de nuevo otro escándalo a la Casa Real y como ya he dicho, no está el horno para bollos y lo que menos le conviene a la Monarquía es abrir otra tormenta con un divorcio de por medio. Un divorcio que ya veríamos dónde acabaría, ya que no creo que Letizia se quedase de brazos cruzados si finalmente debe abandonar la Zarzuela forzosamente y como consecuencia de una conspiración contra ella.
De momento Jaime del Burgo ha hablado en un polémico libro que ha publicado Jaime Peñafiel hace un mes y que ha sido el origen de todo esto. Un libro que por cierto está siendo éxito de ventas por mucho que desde los medios se esté intentando silenciar todo lo relacionado con este asunto. Luego ha venido sus publicaciones en Twitter como forma de concretar y añadir ciertas cosas más a lo ya expuesto en el libro de Peñafiel, y por último está la amenaza del propio del Burgo con hablar más e incluso con sacar él también su propio libro. Una amenaza que veremos a ver si finalmente llega a cumplirla del Burgo.
Por cierto, cabe decir que del Burgo es hijo del que fuera presidente de la Diputación Foral de Navarra, Jaime Ignacio del Burgo, miembro del PP y descendiende de una familia de larga tradición carlista. Por ello sería curioso que un descendiente de carlistas acabe desestabilizando más aún la débil Monarquía española. Mientras tanto todo el personal monárquico espera como agua de mayo las palabras de Felipe VI para su mensaje de Nochebuena, creyendo ingénuamente éstos que el monarca detendrá este día 24 a las nueve de la noche el plan orquestado por Sánchez, Puigdemont, Junqueras, Otegui (Y según del Burgo, Letizia también) y de paso darle palabras de esperanza para este 2024 que se avecina turbio. Siendo así, que esperen ya sentados.