sábado, 23 de diciembre de 2023

Cuernos de Estado


Hace unas semanas salió a la luz en Twitter (Me gusta seguir llamándolo así aunque Elon Musk ahora lo llame "X") unos tweet de Jaime del Burgo, ex cuñado de Letizia Ortíz, el cual estaba casado con su hermana Telma. Pues bien, en dichos tweet Jaime del Burgo aseguraba haber mantenido relaciones sentimentales con la actual reina consorte de España, la primera vez entre 2002 y 2004 y la segunda entre 2010 y 2014. 

Del Burgo aseguraba también que Letizia y él viajaron a menudo al extranjero durante ese segundo periodo y que incluso hablaron de la posibilidad de que ella se divorciase del entonces príncipe Felipe, la posibilidad de mudarse a Estados Unidos (Concretamente a Florida) y la posibilidad de tener ambos un hijo por vientre subrogado. Todo esto acompañado de una foto que supuestamente la envió Letizia dedicándosela a él y que salió publicada en otro de sus tweets junto a sus declaraciones. 

Que Letizia Ortiz y Jaime del Burgo hayan mantenido una relación sentimental es algo que a mí me da exáctamente igual, ya que cada uno puede hacer con su vida lo que le de la gana. La cuestión radica en que la segunda vez que retomaron esa relación fue durante el periodo 2010-2014, es decir durante los años en los que Letizia ya estaba casada con el actual rey de España y en los que ya había sido madre de sus dos hijas. De hecho el propio del Burgo habla que también conversaron sobre el futuro de las hijas de los por entonces príncipes de Asturias durante el tiempo en que ambos estaban juntos, y que de hecho buscaron asesoramiento jurídico sobre este tema.

La cuestión puede ser puro marujeo si no fuese por el hecho de que del Burgo ha retirado sus tweet no sin antes escribir otro en el que recriminaba al rey el hecho de haber propuesto a Pedro Sánchez como presidente del gobierno, sabiendo ya el rey con los apoyos que iba a ser investido Sánchez. Del Burgo recriminaba a su vez al rey el hecho de no haber defendido a España en estos momentos de tensión en el que nos encontramos e insinuaba finalmente que detrás de la innación del rey se encuentra la propia Letizia, la cual sería a su vez cómplice de la línea política que Sánchez está realizando a través de las directrices de Puigdemont, Junqueras, Otegui, etc. 

Dicho esto quiero comentar un par de cosas porque creo que aquí se está hablando más de la cuenta. Que esta señora y este señor hayan mantenido una, dos, tres o veinte relaciones sentimentales consecutivas es algo que, como he dicho antes, me trae sin cuidado. Eso sí, reconozco que me lo creo. De hecho cuando del Burgo publicó esos tweet y los leí debo confesar que no me pareció tan surrealista la historia como el hecho de que el propio del Burgo lo publicase de esa forma por una red social. Ya se hablaba desde hacía tiempo de supuestas infidelidades de Letizia Ortiz a Felipe VI, y a la inversa. E incluso se hablaba desde hacía tiempo de que la relación de Letizia con su por entonces cuñado era una relación que iba más allá de lo puramente familiar. De hecho hace tiempo escuché algo sobre ello, aunque no recordaba bien la cronología de los hechos. 

Ahora viene lo gordo. Me es indiferente que este señor quiera decir ahora, por los motivos que sean, que ha mantenido una relación con Letizia Ortíz. Lo que me llama la atención es el hecho de que detrás de todo esto hay un móvil político. Del Burgo achaca la inacción del rey como consecuencia de que detrás de todo esto se encuentra Letizia, que a su vez está compinchada con Pedro Sánchez para llevar a cabo la desestabilización del país. Vamos a ver ¿En qué mundo vive este señor? Cualquiera que escuchase esta historia y cambiase los nombres juraría, yo el primero, que estamos en la España de 1800, en la Corte de Carlos IV, donde el entonces rey era una marioneta en manos de la reina consorte, María Luisa de Parma y del por entonces primer ministro, Manuel de Godoy, quienes eran los que verdaderamente gobernaban España.

En el reinado de Carlos IV, España no era una Monarquía Constitucional (No digamos ya Parlamentaria) y ni siquiera existía la Constitución de 1812. Hasta entonces el rey era quien ostentaba todo el poder y España vivía en una Monarquía Absolutista. Nada que ver con la España del año 2023, en la que nuestro país y sobre todo el sistema que tenemos será todo lo que queramos decir, pero desde luego no es una Monarquía en la que el Jefe del Estado tiene el poder decisorio sobre las cuestiones que afectan a la nación. 

Por ello las afirmaciones de del Burgo alegando a que Letizia es quien verdaderamente decide las cuestiones de Estado junto a Pedro Sánchez están fuera de toda lógica, ya que aquí quien manda es el presidente del gobierno, nadie más. Ni siquiera el Parlamento, ya que España es un sistema partitocrático en el que, como ya he dicho en otras ocasiones, el jefe del gobierno es quien verdaderamente controla los tres poderes del Estado. 

El rey es una figura simbólica cuya única función es la de ejercer de notario y firmar todo aquello que el gobierno le ponga por delante, incluso su propia abdicación si fuese preciso. La Constitución española de 1978 dejó sin poder alguno al monarca cuando ésta se estaba elaborando, por lo que si ya el rey titular, es decir, el jefe del Estado no tiene ningún poder ¿Qué poder puede tener la reina consorte? Es como si aquí viene el príncipe Harry y dice que quienes verdaderamente gobiernan Reino Unido son Camila Parker Bowles y el primer ministro, Rishi Sunak. Suena a algo propio de la Edad Media y Moderna, aparte de sonar surrealista. 

Que Felipe VI pudo en octubre no designar candidato a Pedro Sánchez y de esa forma haber disimulado hasta que a finales de noviembre hubiese expirado el plazo para la formación del nuevo gobierno y convocar así elecciones generales, pues es algo que podría haber hecho, sí. En la Constitución no se menciona un escenario en el que el rey esté obligado a designar sí o sí un candidato a la presidencia del gobierno. Pero de ahí a decir que el monarca lo hizo porque estaba siendo presionado por Letizia, pues como que suena a algo más propio de Juego de Tronos que de The Crown. 

Hay quienes dicen que detrás de todo esto se encuentra parte de la derecha española para presionar a Felipe VI con el objetivo de que no firme la ley de amnistía cuando ésta se presente en el despacho del monarca. Hay quienes dicen incluso que detrás de todo esto está el propio rey Juan Carlos, que desde Abu Dabi está presionando a su hijo para que éste actúe. En definitiva, sea quienes sean los que están detrás de todo esto demuestran que son unos gilipollas de mucho cuidado. 

Aunque soy republicano, siempre he dicho que el rey no puede ni va a negarse a firmar nada. Eso acarrearía una crisis constitucional de tres pares de cojones cuyas consecuencias no sabemos hasta dónde podrían llegar. Felipe VI está pues atado de pies y manos y no va a jugarse el trono para salvar a un país que practicamente le trae sin cuidado. Él, como todo rey, quiere que sus hijos, nietos, etc le sucedan en la jefatura del Estado sin que las consecuencias de lo que ocurra en el país y de las acciones que tome el gobierno de turno afecten de modo alguno a la institución que él representa.

Por otro lado, y volviendo a Letizia, debo añadir, si Letizia es cómplice de Pedro Sánchez y éste teóricamente quiere acabar con la Monarquía ¿Acaso está Letizia queriendo arruinar el futuro de su propia hija? No tiene sentido ninguno. Que Letizia es más de izquierdas que La Pasionaria no es un secreto. Eso ya lo sabemos todos. Pero de ahí a estar involucrada en una conspiración con el presidente del gobierno para acabar con la Monarquía e instaurar la III República española es algo propio de una película de Berlanga. 

Quien se crea eso no tiene ni dos dedos de luces, ya que por esa regla de tres la primera que saldría mal parada sería ella misma que perdería su condición de reina consorte. Podemos estar de acuerdo en que Letizia es un caballo de Troya en la Zarzuela, pero de ahí a querer hacerse ella misma el harakiri y acabar con su propio chiringuito y el de sus hijas, pues como que no suena muy real, valga la redundancia. 

También debo decir, volviendo a la complicidad entre Pedro Sánchez y Letizia Ortiz, de que algunos hablan incluso de que entre ambos hay algo más que una complicidad política. Vuelvo a lo de antes. No estamos en la Corte de Carlos IV. No me imagino yo una relación más allá de lo profesional entre Sánchez y Letizia, ya que esto afectaría a las relaciones entre Zarzuela y Moncloa, y no creo que ni Sánchez ni Letizia sean tan tontos como para meterse en esos fregados. 

Bastante tiene ya Felipe VI en quedar ante la opinión pública como un cornudo al cual el amante de su mujer (Y a su vez ex concuñado) le reprocha públicamente su inacción constitucional, como para encima tener ahora su consorte de amante a quien actualmente reside en la Moncloa. Si así fuese ¿Quién sería el Fernando VII de esta historia reeditada para llevar a cabo una nueva conjura de El Escorial? ¿Leonor, Sofía, Froilán desde Abu Dabi? Creo que aquí el personal está demasiado nervioso por todo lo que está ocurriendo (Y que está por venir) y está empezando a desvariar a la hora de soltar todo tipo de rumores. 

Unos rumores que teóricamente no se corresponden con lo que otros están afirmando por ahí, que afirman que detrás de todas estas publicaciones está la Moncloa y Pedro Sánchez, con el objetivo de desprestigiar aun más a la Monarquía y presionar de alguna forma al rey para que éste firme la ley de amnistía cuando el gobierno la haya aprobado nuevamente en el Congreso tras ser seguramente rechazada de forma previa por el Senado. Ya dije aquí y lo vuelvo a decir que la columna vertebral del sistema de 1978 es la Corona. 

Si la Corona se va al traste, el sistema cae con ella. Y ni al PSOE, ni al PP, ni a Pedro Sánchez ni a Alberto Núñez Feijóo les conviene hacer caer la Monarquía, ya que ésta es la que no sólo garantiza la supervivencia del régimen del 78 sino que garantiza a su vez la posibilidad de que el jefe del Estado, en este caso el rey, pueda sancionar todo aquello que el gobierno de turno le ponga encima de la mesa, ya que saben que constitucionalmente no tiene prerrogativa alguna para negarse a firmar. 

Y eso lo sabe Pedro Sánchez, Letizia Ortiz, Jaime del Burgo, Felipe VI e incluso Juan Carlos I, por mucho que ahora eche en cara a su hijo no actuar, cuando él tampoco lo hizo durante su reinado porque sabía perfectamente cuál era su nulo papel a la hora de intervenir en política. Otra cosa son su capacidad de influenciar en los negocios y acuerdos comerciales, pero eso ya es otra historia que ya todos conocemos de sobra. 

También debo añadir que me parece, cuanto menos curiosa la forma en la que los medios de comunicación están tratando esta delicada situación aquí en España. No hay periódico, ni televisión, ni radio ni siquiera una revista que hable de este asunto, lo cual deja mucho que pensar a la hora de hablar sobre las cuestiones que afectan a la Monarquía española. Por el contrario, en todos los países de Europa e incluso en la India se está hablando de este escándalo que aquí permanece enmudecido. Lo cual resulta llamativo, ya que hace solo un mes se hablaba a todas horas en la prensa española del romance extramatrimonial del príncipe Federico de Dinamarca con Genoveva Casanova. 

Ahora que los escándalos se trasladan a la Casa Real española y que algunos hablan que tiene un origen político como consecuencia de todo lo que estamos viviendo a nivel nacional, todo el personal calla alegando algunos "Que es una cuestión privada". Con esto queda demostrado que aquello que algunos gritaban hace una década sobre el hecho de que se había puesto fin a la autocensura que la prensa se imponía a sí misma sobre la Casa Real era pura mentira. 

La prensa española creyó hace una década de que lo mejor para la Monarquía y por ende para el sistema de 1978 era el de finiquitar al rey Juan Carlos. De ahí que la prensa desde entonces haya abierto las puertas para lincharlo sin piedad. Pero una cosa es el rey emérito y otra cosa son los reyes actuales. Ahí ya la cosa cambia, ya que no se puede volver a desprestigiar a la Monarquía por parte de la prensa con todo lo que ella se desprestigia ya sola. Ya habrá momento dentro de veinte o treinte años para finiquitar a Felipe VI en favor de Leonor, como ya se hizo hace diez años con Juan Carlos en favor de su hijo. Ahora toca disimular y mirar hacia otro lado, que no está el horno para bollos.

Y ya por último decir que algunos hablan sobre la posibilidad de que detrás de todo esto hay un plan orquestado por algunos para acabar con Letizia y de esa forma conseguir que Felipe se divorcie de ella y mejorar la imagen de la institución. Que haya una campaña en contra de ella no lo discuto, pero que Felipe se vaya a divorciar no lo creo en absoluto. Daría de nuevo otro escándalo a la Casa Real y como ya he dicho, no está el horno para bollos y lo que menos le conviene a la Monarquía es abrir otra tormenta con un divorcio de por medio. Un divorcio que ya veríamos dónde acabaría, ya que no creo que Letizia se quedase de brazos cruzados si finalmente debe abandonar la Zarzuela forzosamente y como consecuencia de una conspiración contra ella. 

De momento Jaime del Burgo ha hablado en un polémico libro que ha publicado Jaime Peñafiel hace un mes y que ha sido el origen de todo esto. Un libro que por cierto está siendo éxito de ventas por mucho que desde los medios se esté intentando silenciar todo lo relacionado con este asunto. Luego ha venido sus publicaciones en Twitter como forma de concretar y añadir ciertas cosas más a lo ya expuesto en el libro de Peñafiel, y por último está la amenaza del propio del Burgo con hablar más e incluso con sacar él también su propio libro. Una amenaza que veremos a ver si finalmente llega a cumplirla del Burgo. 

Por cierto, cabe decir que del Burgo es hijo del que fuera presidente de la Diputación Foral de Navarra, Jaime Ignacio del Burgo, miembro del PP y descendiende de una familia de larga tradición carlista. Por ello sería curioso que un descendiente de carlistas acabe desestabilizando más aún la débil Monarquía española. Mientras tanto todo el personal monárquico espera como agua de mayo las palabras de Felipe VI para su mensaje de Nochebuena, creyendo ingénuamente éstos que el monarca detendrá este día 24 a las nueve de la noche el plan orquestado por Sánchez, Puigdemont, Junqueras, Otegui (Y según del Burgo, Letizia también) y de paso darle palabras de esperanza para este 2024 que se avecina turbio. Siendo así, que esperen ya sentados. 

miércoles, 20 de diciembre de 2023

Cincuenta años del asesinato de Carrero Blanco


Hoy, 20 de diciembre de 2023, se cumple medio siglo de uno de los acontecimientos que sin duda marcó la historia reciente de España. Me refiero, obviamente, al atentado terrorista que acabó con la vida del penúltimo presidente del gobierno del franquismo, el almirante Luis Carrero Blanco, el 20 de diciembre de 1973. Un asesinato que marcó un antes y un después en el régimen de Francisco Franco y que muchos consideran que fue el inicio de la Transición española. 

No hay duda de que el asesinato de Carrero (El último producido hasta la fecha contra un presidente del gobierno en ejercicio), cuyo autoría reivindicó ETA ese mismo día, fue un duro golpe para el franquismo. Pero hay quienes medio siglo después creen, y con razón, que ETA no fue la única autora de este magnicidio, y que éste no pudo llevarse a cabo jamás sin la colaboración de miembros del propio régimen. ¿La razón? Nadie la sabe. Pero es un hecho de que el propio Carrero tenía aliados y enemigos tanto dentro del régimen como fuera. Muchos veían en el almirante Carrero Blanco al delfín de Franco y en su heredero natural tras la muerte del caudillo. Esa teoría se corroboró en junio de 1973 cuando Franco renuncia a la jefatura del gobierno y nombra a Carrero presidente del gobierno (Hasta entonces había sido vicepresidente). 

Esto parece que provocó algún nerviosismo por parte de algunos, que veían que el nombramiento de Carrero y su confirmación después de una futura muerte de Franco obstaculizaría la operación para llevar a España de la dictadura a la democracia, la cual se daba por aceptada y respaldada por el sector aperturista del régimen. Pero con la permanencia de Carrero al frente del gobierno, el futuro rey Juan Carlos es posible que no habría podido poner en marcha la reforma para desmontar el aparato franquista y montar el suyo propio. 

Es poco antes del nombramiento de Carrero cuando aparece el enigmático personaje de "La gabardina blanca", el cual le facilitó a ETA (Que por aquel entonces tenía planeado secuestrar al todavía vicepresidente del gobierno) las instrucciones y los pasos a dar para matar a Carrero y toda la información necesaria sobre los lugares y la rutina que seguía la mano derecha de Franco para facilitarles a los terroristas lo que se ha conocido como "Operación Ogro". ¿Quién sino alguien perteneciente al propio régimen tendría en su poder la información necesaria para suministrarla a los terroristas y así ejecutar la operación para matar a Carrero?

Por parte de ETA, se sabe que los terroristas tenían planeado originalmente secuestrar a Luis Carrero Blanco cuando éste era todavía vicepresidente del gobierno de Francisco Franco y llevarlo a un piso en Alcorcón. El plan era secuestrar al almirante para exigir a Franco, a cambio de su liberación, la liberación de los presos etarras en aquel momento. Un plan que seguramente habría acabado igualmente con el asesinato de Carrero, ya que es muy improbable de que Franco hubiese accedido a negociar con el terrorismo etarra, aunque esto supusiera que la banda terrorista acabase finalmente con la vida de su vicepresidente, al que tanto apreciaba y confiaba. 

Es entonces cuando aparece el anteriormente mencionado personaje de "La gabardina blanca" que facilita a los etarras la información precisa para matar a Carrero, a lo cual se suma el nombramiento en junio de 1973 de Carrero como presidente del gobierno y con ello el aumento de sus medidas de seguridad. Es entonces cuando los etarras apuestan directamente por el asesinato y no por el secuestro. Los terroristas alquilan el bajo de un edificio de la calle Claudio Coello (Por donde Carrero pasaba con su coche todas las mañanas) para excavar un túnel desde el propio piso hasta el centro de la calle y de esta forma colocar el explosivo para asesinar al nuevo jefe del gobierno. 

La cuestión radica en que casualmente a doscientos metros de ese bloque se encontraba (Y sigue encontrándose a día de hoy) ubicada la embajada de Estados Unidos en España, la cual contaba con toda serie de detonadores sospechosos para mantener asegurada la sede norteamericana. ¿Cómo es posible que durante todos los meses que los etarras excavaron el túnel no se detonase nada por parte de los estadounidenses? Un respuesta que con toda seguridad nunca sabremos. Como nunca sabremos cómo es posible que los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado nunca se percataran de la movilización activa de un comando de ETA en pleno Madrid. 

Se sabe, por otro lado, que Estados Unidos era bastante hostil con respecto a Carrero, ya que el nuevo presidente quería llevar a cabo la famosa Operación Islero, la cual permitiría a España desarrollar su propio armamento nuclear. Esto, por supuesto, no les gustó para nada a los americanos, los cuales tampoco eran bien vistos por parte del propio Carrero. Éste era conocido por su oposición frontal al comunismo y a los soviéticos, pero también al capitalismo y a los estadounidenses. También es conocida la oposición de Carrero Blanco para que Estados Unidos aumentase sus bases militares en España, a lo que se sumaba la oposición del almirante con respecto a la idea de iniciar un futuro proceso de reforma hacia la democracia, así como a la idea de un futuro ingreso de España en la OTAN y/o en la Comunidad Europea. 

Por si fuera poco, en la vispera del asesinato de Carrero tiene lugar la visita del entonces secretario de Estado norteamericano, el recientemente fallecido Henry Kissinger. En el día 19 de diciembre es conocida la reunión que el propio Kissinger mantuvo con Carrero en Madrid, de la cual se dice que fue larga, dura y tensa y de la que se dice que tuvo un desenlace devastador. Tras la entrevista Kissinger abandona precipitadamente España y viaja a Francia. Al día siguiente y tras montarse en su coche después de escuchar misa en una Iglesia de los Jesuitas en la calle Serrano, el vehículo del presidente del gobierno (En el que iban el propio Carrero, su chófer y un escolta) salió volando por los aires, cayendo en el patio lateral de la propia Iglesia tras hacer explosión la bomba que ETA había instalado en la calle Claudio Coello, lugar del magnicidio. Las tres víctimas fallecieron en el acto.

Con este atentado se produce el golpe más mortal que el régimen de Franco recibe en sus cuarenta años de periodo. ETA, con la colaboración de gente perteneciente al propio régimen y con el más que probable conocimiento de los norteamericanos y de sus servicios de inteligencia (La CIA), consiguen eliminar a uno de sus principales obstáculos a la hora de desmantelar el sistema franquista una vez muerto Franco. Tras el asesinato de Carrero Blanco, Franco designa presionado por su entorno más cercano, a Carlos Arias Navarro como nuevo presidente del gobierno, lo cual no deja de ser irónico, ya que el principal responsable de la seguridad de Carrero era el propio Arias, que en el momento del atentado era ministro de Gobernación (Ministro del Interior en la actualidad).

Para finalizar cabe preguntarse ¿Qué habría ocurrido de no haber sido asesinado Carrero?Personalmente no creo que la situación hubiese sido tan diferente a como realmente ocurrió todo tras el atentado que acabó con su vida. Carrero Blanco era un monárquico convencido y jamás se habrá opuesto a los planes de Juan Carlos I una vez que éste hubiese accedido al trono. Hay que recordar que el propio Carrero fue uno de los principales apoyos del entonces príncipe Juan Carlos para que Franco lo designase a él como su sucesor a título de rey, por lo que es difícil imaginar que el propio Carrero no estuviese al tanto de las intenciones de Juan Carlos una vez que éste fuese proclamado rey de España.
 
Por no hablar de que fueron los propios servicios de inteligencia españoles (El SECED, por aquel entonces) los que vigilaban y protegían al que posteriormente sería secretario general del PSOE y futuro president del gobierno, Felipe González. Unos servicios secretos que estaban liderados por el propio Carrero, lo cual nos da una idea de hasta donde estaba en cierta forma implicado el asesinado presidente en el futuro e inminente proceso de transición que se produjo tras su asesinato y la muerte de Franco dos años después. 

Por parte del comando etarra que asesinó a Carrero cabe decir que todos fueron beneficiados por la amnistía que Adolfo Suárez aprobó en 1977. De esta forma quedaba borrada cualquier responsabilidad por parte de los asesinos en el magnicidio. Como si ese atentado nunca se hubiese producido. Se puede decir pues que casi todos los asesinos de Carrero salieron impunes del atentado que probablemente cambió la historia de España tal día como hoy hace medio siglo. Y digo casi todos porque uno de ellos sí pagó por sus crímenes. En concreto el etarra Argala, que fue casualmente el único que vio cara a cara al personaje de "La gabardina blanca" que les suministró la información necesaria para eliminar a Carrero. 

Argala fue asesinado por el Batallón Vasco Español el 21 de diciembre de 1978, justo cinco años después de la muerte de Carrero y sólo un año después de salir beneficiado por la amnistía del presidente Suárez. Es bastante curioso que el único terrorista que vio en persona al personaje anónimo y enigmático de "La gabardina blanca" (El cual después de cincuenta años sigue sin ser identificado) fuese el único en ser eliminado. ¿Quizás para que no hablase en el futuro sobre quién fue el emisor que le proporcionó la información? Todo es posible, aunque muchas veces hay que ponerse en lo peor para acertar.

Lo que está claro es que tanto dentro como fuera de España y del propio régimen franquista, Carrero Blanco tenía sus aliados y sus enemigos. De hecho hay que recordar aquella famosa frase que Franco pronunció en su discurso de fin de año de 1973 a la hora de referirse al asesinato del que fuera su protegido, su delfín y su mano derecha: "No hay mal que por bien no venga". Una enigmática frase que nadie sabe quién la incluyó en el discurso de Franco y por qué el caudillo la pronunció. Con esto queda claro también que los enemigos de Carrero Blanco eran muchos y poderosos. 

Con su eliminación, la salud de Franco se deterioró más progresivamente y con él la salud del régimen, que agonizaba a la vez que lo hacía el propio Franco. ¿Es posible que con Carrero hubiese sobrevivido el régimen? En absoluto. Quizás habría logrado prorrogarlo un poco más y con ello retrasar el proceso de la Transición, pero ésta se iba a producir sí o sí con independencia de que Carrero estuviese a favor o en contra. 

Buena prueba de ello fue el desenlace que tuvo el propio Arias Navarro, el cual fue obligado a dimitir en 1976 por el rey Juan Carlos en favor de Adolfo Suárez al no ser proclive para dar inicio al proceso de reforma. Quizás ese habría sido el destino de Carrero de no haber sido asesinado aquel 20 de diciembre de 1973; o quizás, como he dicho antes, habría aceptado sin más los planes de Juan Carlos y se habría marchado sin rechistar. Nunca lo sabremos. Lo que sí está claro es que este asesinato fue, como fueron el asesinato perpetrado contra el también presidente del gobierno, el general Juan Prim, el 30 de diciembre de 1870, el golpe de Estado del 23-F de 1981 o la masacre terrorista del 11-M de 2004, un acontecimiento que cambió la historia de España y que seguramente nunca sabremos lo que realmente hubo detrás de él.