sábado, 17 de septiembre de 2022

Salvar al rey


Acabo de terminar de ver el polémico documental que ha producido HBO titulado "Salvar al rey". Debo confesar que es un documental especialmente duro con el rey Juan Carlos I, no así con la monarquía en general. Y es que el propio título del documental lo dice: "Salvar al rey", y eso es lo que intenta hacer HBO al emitir este documental: Salvar al rey Felipe VI de las tropelías que ha realizado su padre a lo largo de sus cuarenta años de reinado. Y es que los propios periodistas lo confirman en la producción: Hay que matar políticamente a Juan Carlos I para salvar a la monarquía y a Felipe VI. Más claro que el agua.

En esta producción se habla de muchas cuestiones. Se habla de los polémicos años 90, donde la figura del rey y de la monarquía en general estuvieron a punto de irse al traste en la última legislatura de Felipe González. Se habla de las relaciones de Juan Carlos con Manuel Prado y Colón de Carvajal, de Mario Conde, de Javier de la Rosa, etc. Se habla también de cómo el rey traicionó a su padre, don Juan de Borbón, para hacerse con la jefatura del Estado una vez muerto Franco, y se habla por supuesto de las relaciones sentimentales que ha mantenido el monarca con personajes como Marta Gayá, Bárbara Rey, o Corinna. Y se habla también de su exilio, el cual creo personalmente que va para largo, tal y como aparece reflejado en el documental, ya que de ello depende la supervivencia o no de la monarquía española. 

En resumen, se habla de muchas cosas. Del papel de Juan Carlos I en el 23-F. También de las grabaciones que Bárbara Rey le realizó a Juan Carlos en los 90 y en las que el ex jefe del Estado habla sin tapujos de cómo la gente seguía por aquel entonces votando al PSOE de Felipe González, del poco carisma que destilaba José María Aznar, al cual se refería según los periodistas que son entrevistados en el documental como "El enano", al cual imitaba y se reía de él en público, delante de empresarios y/o periodistas. Algo impropio de un monarca constitucional. En definitiva, se hablan de cuestiones que todo el mundo conoce ya, aunque en esta producción se hace más hincapié en algunas que en otras. 

Lo que más me llama la atención del documental es lo que ya he dicho al comenzar la entrada y que los propios periodistas afirman abiertamente: La única forma de preservar la corona es convirtiendo a Juan Carlos en el mal personificado mientras se alaba de forma constante la persona de Felipe VI, el cual es según los medios de comunicación la ejemplaridad perfecta de un monarca constitucional, tanto en el terreno político como en el personal. Y es que hay una cuestión que se aborda en el final del documental que me llama poderosamente la atención, y es que por primera vez se habla de forma abierta que la decisión de Juan Carlos I de abdicar en junio de 2014 no fue una decisión voluntaria (Algo que creo que ya sabíamos todos), sino que fue una operación orquestada desde dentro de la propia familia real, en la que intervinieron personalmente los entonces príncipes de Asturias, con la complicidad del gobierno de Mariano Rajoy y del PSOE de Rubalcaba, y con la complicidad también del CNI.

Claro, cuando uno ve esto no le queda más remedio que preguntarse: ¿En qué se diferencia pues Felipe VI de su padre? Ambos traicionaron a su progenitor con el fin de alcanzar el trono a toda costa. Juan Carlos saltándose la línea sucesoria, y Felipe a través de un "Golpe de Estado" orquestado desde el propio Estado con el fin de acabar con Juan Carlos y sus corruptelas. Se defiende en el documental esta operación porque según atestiguan algunos "La corrupción y los desmanes de Juan Carlos I eran ya insalvables para el propio rey", y por ello había que cortar de inmediato todo aquello sirviendo de forma metafórica su cabeza en una bandeja y entregársela a su hijo. Un hijo al que por cierto me pregunto ¿Cuando pasen veinte años se hablará en otro documental sobre los desmanes ahora censurados del actual rey? ¿Para allanar el camino al trono de la princesa Leonor se hará lo mismo que ahora se está haciendo con su padre en detrimento de su abuelo? Preguntas todas estas que solo el tiempo lo dirá. Aún así me pregunto igualmente ¿Por qué en vez de realizar operaciones para salvar al jefe del Estado de turno no se pregunta abiertamente a los españoles sobre qué modelo de sistema político prefieren? Creo que ya es hora de dejar atrás las operaciones y golpes de Estados perpetrados desde las propias entrañas del sistema para encumbrar a un nuevo monarca en detrimento de otro. 

Hace poco más de una semana falleció la reina Isabel II, a la que desde aquí le rendí homenaje y a la que considero que ha sido toda una reina ejemplar en sus setenta años de reinado. Cualquiera que me lea dirá ¿Por qué entonces alabas a la monarquía británica y criticas a la vez a la española? Por una sencilla cuestión: Ya quisieran los Borbones tener la mitad de dignidad y de ejemplaridad que la casa real Windsor. ¿Acaso alguien se imagina a un monarca británico ejerciendo el papel de comisionista que ha ejercido Juan Carlos I? Por supuesto que no, gracias a Dios. ¿Acaso alguien se imagina en Reino Unido todo un reinado marcado de escándalos, amantes y corrupción como el de nuestro anterior jefe del Estado? Pues claro que no. ¿Acaso alguien contempla en Gran Bretaña un escenario de reyes participando en golpes de Estado para destituir a un gobierno democráticamente elegido o participando activamente en ellos para destronar a su padre? En efecto, no. ¿Y esto por qué? Porque Reino Unido tiene, a diferencia de España, una monarquía verdaderamente constitucional que sabe cuál es su papel y hasta donde llegan sus poderes. Algo que no ocurre por desgracia en nuestro país, donde nos vamos enterando de los escándalos y la corrupción que rodea a la casa real española a través de los medios de comunicación solamente cuando a éstos les conviene que se sepa algo. Es el caso de este documental, en el que se remata la figura de un rey que ya se había autodestruido él mismo, con el fin de salvar la persona de su hijo. Por ello, y a pesar de lo que afirma el documental, la operación "Salvar al rey" sigue estando activa en nuestro país, solo que ha cambiado la persona, pero no la operación en sí. El ejemplo mismo es este polémico documental, el cual creo que con el tiempo acabará volviéndose en contra de la propia monarquía a la que quiere salvar. 

sábado, 10 de septiembre de 2022

Adiós, Majestad


Hace poco más de 48 horas se ha producido uno de los sucesos más trascendentales de lo que llevamos de siglo XXI. Me refiero, como no podía ser menos, al fallecimiento de la reina Isabel II de Reino Unido. La monarca británica ha fallecido el pasado día 8 en su residencia de verano en Balmoral a la edad de 96 años, y lo ha hecho dos días después de tomar juramento a su decimoquinta primera ministra, Liz Truss, la cual ha accedido a la jefatura del gobierno tras la dimisión de Boris Johnson el pasado mes de julio. 

Muere pues la mujer más poderosa del mundo tras cumplirse el pasado mes de febrero 70 años de su llegada al trono y tras celebrar el Jubileo de Platino el pasado mes de junio. Un Jubileo que ha supuesto sin nadie saberlo la despedida por todo lo alto a una mujer que ha reinado durante más de siete décadas una quincena de países y ha sido testigo de la transformación del mundo a lo largo de estos 70 años. Isabel II llegó al trono en 1952 tras el fallecimiento de su padre, el rey Jorge VI, y recogió el testigo liderando un país que se encontraba inmerso en pleno escenario postbélico tras la Segunda Guerra Mundial, poniéndose al frente de un Imperio el cual ella ha visto cómo se desmoronaba en las siguientes décadas.

Recuerdo que hace ahora cinco años escribí una entrada elogiando el papel de Isabel II e hice un repaso de sus por entonces 65 años en el trono. Escribí sobre la comparación entre ella y la reina Victoria y dije por entonces que el paralelismo entre ellas tampoco era muy alto. De hecho, ahora que la reina Isabel ha fallecido no he podido dejar de comparar el legado que dejó su tatarabuela al que deja la reciente fallecida monarca. Y es que tras el fallecimiento de Victoria en enero de 1901 ésta dejó un legado envidiable: Un extenso Imperio, una economía en su máximo apogeo, una industria imparable, un país  convertido en por entonces la primera potencia mundial, etc. El legado que deja Isabel II es por el contrario más pobre, pero no por ella, sino por la irresponsabilidad absoluta de sus políticos, los cuales han convertido Reino Unido en un país dividido y han destrozado el Imperio Británico que legó Victoria hace más de un siglo. 

El legado de Isabel II es pues el de un Imperio extinguido, un país que ha perdido influencia política en el resto del mundo y que se encuentra en estos momentos a punto de disolverse, una economía bajo mínimos, una sociedad que ha perdido sus valores, su tradición, su cultura y sus señas de identidad, una nación dividida que sigue sin encontrar su sitio tras el Brexit, etc. Reitero que este pobre legado no es responsabilidad de la reina, sino de sus políticos, los cuales no han estado a la altura de las circunstancias y han gestionado de un modo pésimo los destinos del Reino Unido y de sus colonias, desde Winston Churchill hasta Liz Truss.

Aún así Isabel II es una mujer que ha hecho historia por todo lo alto. Ha sido la gobernante que más tiempo ha reinado sobre Reino Unido, ha sido una monarca ejemplar en todos los sentidos, la cual ha antepuesto el deber por encima de cualquier otra cosa desde el día de su ascenso al trono hasta el día de su muerte, ha sabido modernizar la institución que ella misma representaba, ha sabido llevar con honor y dignidad el nombre de Gran Bretaña, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y el resto de países de la Commonwealth por todo el mundo, y ha gestionado de forma magistral su papel de monarca constitucional en todos sus reinos, guiándose siempre por la moderación y la prudencia. Sí, la figura de Isabel II es la de una figura irrepetible en la historia. No habrá monarca ni jefe de Estado que pueda igualarla ni mucho menos superarla en el futuro. 

Acaba pues aquí la Era Isabelina, la cual ha visto la transformación del mundo desde 1952 hasta el año 2022 y ha sido testigo de los principales hechos acaecidos en el siglo XX y lo que llevamos del XXI. Comienza ahora el tiempo de Carlos de Inglaterra, el cual hereda la Corona a sus casi 74 años. Un reinado que veremos a ver por dónde se encamina a lo largo de estos tiempos, pero que estoy seguro que no va a dejar indiferente a nadie. Carlos no alcanzará jamás la grandeza de su madre, pero puede convertirse en un monarca que dé mucho que hablar a partir de ahora. Hoy ha sido proclamado nuevo rey con el nombre de Carlos III y dentro de unos meses se producirá su coronación. Se abre pues una nueva era en Reino Unido y en el mundo que ya veremos cómo acaba. De momento Carlos no lo tiene fácil con la situación interna que vive Gran Bretaña en estos momentos. Quizás si su hijo Guillermo hubiese heredado hoy el trono las circunstancias podrían ser bien distintas, pero la realidad es la que es. De momento solo queda esperar y ver cómo evolucionan los acontecimientos. Para finalizar solo quiero decir, Dios salve a la Reina Isabel II, Descanse en Paz. Larga vida al nuevo rey, Carlos III.