domingo, 31 de julio de 2022

Esperando a Feijóo


En poco más de año y medio se celebrarán en España las próximas elecciones generales, cuyas encuestas dan como ganador al actual líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. Estamos pues ante un año y medio que será desolador para España como consecuencia de la crisis económica, energética, política y social que están ya encima nuestra. Pero ante esta situación cabe pensar ¿Qué podemos esperar de Feijóo si llega al gobierno? Si hay algo que ha quedado claro es que España no puede repetir la experiencia del año 2011 con Mariano Rajoy, en donde la mayoría absoluta obtenida en noviembre de ese año se fue diluyendo a medida que avanzaba la primera legislatura del gallego al frente del gobierno. 

Si Feijóo llega al gobierno en enero de 2024 (Sigo pensando que las elecciones serán en esa fecha y no antes) la situación producida en 2011 no puede ni debe repetirse, ya que los problemas que tiene España en estos momentos son incluso peores que los que legó José Luis Rodríguez Zapatero, y por ello necesitan de una mayoría amplia de la derecha española para llevar a cabo las reformas a nivel político, social y económico que nuestro país necesita. No podemos esperar de nuevo a un jefe del gobierno que desista de sus funciones y deje pasar el tiempo para que éste arregle los problemas. Feijóo, si es que llega a gobernar, deberá actuar y deberá hacerlo desde el minuto uno que pise la Moncloa. 

Ya he dicho y lo vuelvo a decir en esta entrada que no creo que Feijóo sea ni muchísimo menos la solución que necesita España, pero ante el escenario que estamos viviendo de un supuesto fin de ciclo y la posibilidad real de un cambio de gobierno, hay que prepararse para dicho escenario y exigir al que en teoría va a ser el próximo presidente del gobierno los tan esperados y necesarios cambios que España necesita. Y más cuando en poco menos de treinta años, el PP deberá hacer frente a su tercera crisis económica, la cual requerirá de las reformas y cambios que durante tanto tiempo se han aplazado y que deben realizarse ahora o nunca.

Unos cambios que el PP, si llega a hacerlos, no podrá realizar en solitario, ya que a diferencia de 2011 la derecha está fragmentada en dos partes: PP y VOX. Solo con el apoyo de los de Santiago Abascal podrá Feijóo llegar a la Moncloa. Si por el contrario se niega a llegar a ningún tipo de acuerdo con éstos podrá darse el caso de que el PP gane las próximas elecciones pero los populares no puedan gobernar, lo cual daría lugar a que se abriese el debate sobre el liderazgo de Feijóo. Personalmente ya he dicho que no veo al actual líder popular como jefe del ejecutivo, pero de momento y según las encuestas, todo parece indicar lo contrario, aunque como he advertido antes, puede ocurrir que la derecha gane pero no gobierne. 

Y puede darse este caso perfectamente, ya que en 2016 la izquierda tuvo opciones de gobernar y no lo llegó a hacer por las diferencias entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en aquel entonces. Aún así en 2024 la situación será tan delicada y la izquierda habrá dejado un paisaje tan devastador que un acuerdo entre Feijóo y Abascal sería no solo deseable sino necesario para España. Además, Feijóo no puede ni debe dormirse en los laureles si consigue llegar al gobierno, por ello es necesario un socio activo que exija de forma continua que Feijóo ejecute los compromisos adquiridos. A diferencia del segundo mandato de Rajoy, donde éste tomaba el pelo a Albert Rivera cuando y como le venía en gana con respecto a los acuerdos firmados.

Larga tarea la aguarda a Feijóo si finalmente consigue llegar a la presidencia. Deberá demostrar que es el político preparado y serio por el que tanto apuestan los populares. Aún queda mucho para las elecciones generales, pero algunos ya se atreven a vislumbrar un cambio en la política española de aquí a medio plazo. Yo personalmente no soy tan optimista, ya que de todo puede ocurrir de aquí a un año y medio. Es verdad que hay un cambio de tendencia en las encuestas, pero en esta España de Sánchez cualquier cosa es posible, incluso que la derecha gane y la izquierda continúe gobernando, o que directamente los socialistas manipulen los resultados electorales. Mientras tanto solo queda esperar a que esta pesadilla acabe lo antes posible y rezar para que lo que esté por venir no sea peor que lo que dejamos atrás. En manos de Feijóo está ser el hombre que saque a España del abismo, o convertirse en la mayor decepción de la derecha española.

sábado, 30 de julio de 2022

Camino al indulto


Se dice que cada pueblo tiene el gobierno que se merece, y España desde luego no es una excepción a esta cita. Lo digo por los graves acontecimientos que hemos vivido estos días con respecto al adelanto de la sentencia del Tribunal Supremo sobre los ERE, en los que se reitera la condena de cárcel para el ex presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, y la inhabilitación del otro ex presidente andaluz, Manuel Chaves, además de otros ex altos cargos del gobierno andaluz. Un adelanto de esta sentencia, la cual se conocerá en su integridad en septiembre, y sobre la que el abogado de Griñán ya ha anunciado que éste solicitará el indulto al gobierno de Sánchez para evitar su entrar en prisión. De momento por lo que respecta a Chaves no sabemos cuál será su reacción cuando llegue el momento, aunque no sería de extrañar ni muchísimo menos que también solicite el indulto.

Estamos pues ante un grave caso de corrupción como son los ERE de Andalucía en donde el PSOE andaluz se ha llevado calentito cerca de 700 millones de euros gracias a la red clientelar que los socialistas habían creado y mantenido. Pero por si esto no fuese poco, la gota que colma el vaso han sido las reacciones de los miembros del PSOE a la sentencia del TS, alegando que el sistema de ayudas creado por el entonces gobierno de Manuel Chaves sirvió para "Evitar la quiebra y el despido de cientos de trabajadores", como indicó el otro día el actual secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas. Pero por si todo esto no fuese suficiente, también hubo reacción a la sentencia por parte de Moncloa, en donde el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, alegó que pese a la sentencia "Los condenados no habían sido ni acusados ni condenados por haberse llevado ningún céntimo", y que en este caso "Pagaban justos por pecadores". 

Unas declaraciones que en otro país medianamente serio supondría la dimisión inmediata del presidente del gobierno o la presentación de una moción de censura contra éste, ya que con sus declaraciones, el propio Sánchez estaba cuestionando el funcionamiento de la justicia y los propios fallos judiciales. Algo bochornoso viniendo de un presidente del gobierno que llegó a la Moncloa gracias a otra sentencia bastante cuestionada en su momento, pero que para él era suficiente como para plantar una moción de censura y presentarse como alternativa limpia a un gobierno corrupto y acabado como era el de Mariano Rajoy. 

Pero para más INRI, el propio Sánchez en esa declaración no descartó la posibilidad del indulto a Griñán (Y puede que a Chaves también), lo cual empeora aún más la situación y nos lleva a un escenario en donde el gobierno indulte a un compañero suyo y ex presidente de su partido con el fin de evitar la cárcel. Un escenario que si fuese protagonizado por el PP en el gobierno supondría la salida masiva a la calle de los correligionarios de la izquierda y un estallido social en contra de esta medida. Una medida que la derecha debería de aprovechar para catalogar a este gobierno como una pandilla de amigotes y camaradas de corruptos. En lugar de eso, el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, ha insistido en que no hará uso del caso de los ERE para atacar al gobierno.

En lo que a mí respecta estoy convencido que el indulto se producirá, ya que algunas voces hablan de un "Indulto humanitario" debido a la avanzada de edad de Griñán para que éste pise la cárcel a sus 76 años. Una buena forma de maquillar toda una operación para salvarle el pellejo a un ex presidente del PSOE condenado por corrupción, la cual acabará calando en una población que dentro de poco tiempo llegará a lamentarse por los condenados, e incluso pedirán perdón a éstos. Así de surrealista y de miserable es la situación política en esta España gobernada por Pedro Sánchez, el cual estoy seguro que habrá recibido más de una presión por parte de sus compañeros de partido y del propio Griñán para que ejecute el indulto, ya que no debemos olvidar que tanto Griñán como Chaves han sido ex presidentes del PSOE, lo cual nos lleva a pensar que éstos saben todo sobre todos dentro de su partido y habrán amenazado con "Irse de la lengua" si llegan a caer. 

En definitiva estamos ante otro caso más de degradación de la vida pública española que espero y deseo traigan horrendas consecuencias tanto políticas como electorales para el PSOE. Un PSOE que reacciona a la sentencia de uno de los mayores casos de corrupción tanto de España como de Europa alegando que lo que hacían era con objetivos sociales. Vamos, que a diferencia de la derecha, la izquierda roba pero pensando en el pobre, como Robin Hood. Cualquier persona decente se echaría las manos a la cabeza con declaraciones como esta, pero desgraciadamente los españoles se tragarán esta impresentable explicación y se creerá todo lo que salga desde la calle Ferraz. Insisto en que tras las declaraciones de Sánchez, esto debería de llevar consigo la presentación de una moción de censura o la dimisión inmediata del presidente del gobierno, pero desgraciadamente no ocurrirá ni lo uno ni lo otro. Por supuesto no hablemos ya de elecciones anticipadas, puesto que ante este panorama la derecha está encantada con ver cómo el gobierno se desangra poco a poco hasta la próxima convocatoria electoral. El problema está en que cuando llegue la cita con las urnas el gobierno estará ya completamente desangrado, pero con éste también España.