martes, 12 de mayo de 2020

Gobierno de concentración ya

Decía mi bisabuelo Cayetano que "No hay peor cosa en la vida que la política", lo cual sin dejar de ser cierto no excusa que ésta sea para mí apasionante y brillante. Buena prueba de ello son los sucesos ocurridos en la pasada semana, donde por cuarta vez ha comparecido el presidente del desgobierno, Pedro Sánchez, para solicitar, o mejor dicho amenazar a la oposición con prorrogar dos semanas más el actual estado de alarma, el cual no es sino un estado de excepción de facto. Con el comienzo en el día de ayer de la fase 1 de la desescalada (la cual incluye también a Sevilla), España, o mejor dicho, algo más del 50% de España comienza el proceso de vuelta a la normalidad anormal en la que nos encontrábamos antes del inicio de esta pandemia. Un proceso que en cualquier momento puede quedar paralizado y dar marcha atrás en caso de producirse un repunte en el número de infectados y de fallecidos. Pero no es del proceso de la desescalada de lo que quiero hablar esta noche, sino de la alarmante situación que nos encontramos en este estado de alarma, valga la redundancia.

La decisión de ese partido bisagra y veleta llamado Ciudadanos de votar a favor de la prórroga del estado de alarma supone un punto y seguido más en el proceso de extinción en el que se encuentra el partido de los "Naranjitos". Y es que mucho se está hablando de los motivos por los cuales el partido que preside Inés Arrimadas ha decidido una vez más contradecirse a sí mismo y votar a favor de la prórroga de un estado de alarma del que cada vez más expertos en Derecho Constitucional dudan de su legalidad.

Se ha hablado mucho en la última semana y se sigue hablando sobre los intereses ocultos que han llevado a que C's decida no ya solo prorrogar el estado de alarma sino salvarle el pellejo al gobierno del Frente Popular 2.0 liderado por Sánchez e Iglesias. Un gobierno marcado cada vez más por su totalitarismo y falta de voluntad democrática. ¿Por qué esta nueva vuelta de hoja por parte de los naranjitos? Se está hablando del más que posible pacto al que Sánchez y Arrimadas han llevado a cabo para salvarse ambos el pellejo de forma recíproca. Sánchez, como buen cínico y amoral que es está decidido a cuando menos aguantar hasta mitad de la legislatura y agarrarse en el sillón presidencial mientras le llueven las demandas contra él y su gobierno por su criminal gestión en esta crisis sanitaria del coronavirus. Arrimadas, por su parte, quiere salvarse el pellejo para llegar viva a las próximas elecciones generales (Si es que éstas llegan a celebrarse algún día) y convertirse en 2023 en la candidata a la presidencia del gobierno por C's. ¿Cómo lograrlo? Muy sencillo...

La recompensa que recibiría Arrimadas por parte del PSOE es ni más ni menos que el apoyo de los socialistas a los naranjitos en el Ayuntamiento y el de los naranjitos a los socialistas en la Comunidad de Madrid (liderados ahora por los populares Martínez-Almeida y Díaz Ayuso) a través de una moción de censura que desaloje a éstos del gobierno municipal y autonómico en favor de los candidatos de C's y PSOE respectivamente. Pero ahí no queda la cosa. Se habla también de la posibilidad de repetir esta jugada aquí en Andalucía, para desalojar después de un año y medio de gobierno al popular Juanma Moreno en favor del naranjito y actual vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín. En definitiva, toda una operación política para reconducir a C's a la primera línea y consolidar el liderazgo de Arrimadas en Ciudadanos. Mientras esto sucede, Sánchez mantiene la Moncloa y el BOE bajo su poder en una España que ya sobrepasa los 27.000 muertos oficiales, mientras que por otro lado se habla de unas cifras que superarían con creces los 30.000 a causa del coronavirus. Todas ellas víctimas de la gestión criminal de este gobierno de asesinos y miserables.

En definitiva, toda una operación política en plena crisis sanitaria, económica y social y con 30.000 muertos encima de la mesa. De confirmarse tal escenario, el PP estaría en la obligación tanto moral como política de presentar de forma inminente una moción de censura contra el gobierno de Perro Sánchez (Sí, han leído bien). Una moción de censura que en mi opinión debería de dejar fuera a Pablo Casado como candidato a la presidencia del gobierno. ¿Qué alternativa pues? Una que ya expuse aquí hace un año y que podría tener no sé si efectos pero si repercusión. La designación del popular Adolfo Suárez Illana como candidato de consenso que forme un gobierno de concentración liderado por el hijo del ex-presidente Suárez, ministros de los dos partidos tradicionales, e incluso ministros tecnócratas que tanta falta hacen en algunos ministerios como por ejemplo el de sanidad en estos graves momentos. Debo añadir que personalmente siempre he estado en contra de cualquier tipo de gobierno y/o apoyo entre los dos principales partidos (Solo hay que ver mis entradas de años anteriores), pero la grave situación que estamos padeciendo bien merece hacer una excepción.

Este gobierno tendría como objetivo paliar a corto plazo la durísima crisis que estamos padeciendo y la posterior convocatoria de elecciones generales para el año que viene. Esta vez con Pablo Casado como candidato nuevamente por el PP y sin Pedro Sánchez al frente del PSOE. El problema reside por supuesto en el PSOE, el cual está controlado plenamente por Sánchez y sus camaradas. Por ello la propuesta de Suárez Illana como candidato de consenso podría despertar interés en la llamada "Vieja guardia" del PSOE, que quizás aceptaría esta propuesta frente al actual escenario de caos en el cual se encuentra sumido el país bajo el gobierno actual del Frente Popular 2.0. Un gobierno el cual ya ha dejado a entrever la posibilidad de extender el estado de alarma hasta finales de junio como mínimo. Todo ello mientras el paro vuelve a subir descomunalmente y las previsiones económicas para España se disparan negativamente frente al caos en el que se encuentra sumido este desgobierno.

Un desgobierno en el que se encuentra España hoy que nos recuerda al de hace exactamente diez años. Tal día como hoy, 12 de mayo, se produjo en 2010 el fin de facto del gobierno socialista de Zapatero al anunciar éste el hasta entonces mayor recorte social conocido en España como consecuencia de la inminente crisis que amenazaba con llevar a España al rescate. Un rescate que en estos momentos se da por hecho en Bruselas, ya que las noticias que auguran que España solicitará a medio/largo plazo un rescate global de su economía van a más conforme pasan los días.

Por ello, por esta y por otras muchas razones es necesario cuanto antes poner fin al gobierno moribundo y totalitario de Sánchez e Iglesias, el cual ha dejado más que demostrado que se encuentra incapacitado de hacer frente a los graves escenarios que estamos padeciendo en estos momentos. Por desgracia sé que esta propuesta no se llevará a cabo, ya que faltan cojones y compromisos entre la clase política actual para echar en estos momentos a estos miserables del gobierno y defender a España y a su Estado de Derecho. ¿Qué nos espera pues? De momento, y gracias al apoyo de veletas como Arrimadas, seguiremos sufriendo las políticas totalitarias de este gobierno durante al menos unos meses más. En mi opinión estamos ante un gobierno acabado y ante un presidente arrasado por las circunstancias. Aun así creo que el daño que Pedro Sánchez puede hacer a España es todavía y por desgracia mayor del que ya ha provocado. Por eso creo que de producirse el final de Sánchez, éste se producirá entre 2021 y 2022. No creo que Sánchez acabe la legislatura, pero tampoco creo que deje el poder de una forma tan dócil, y mucho menos con Pablo Iglesias y Podemos co-liderando el ejecutivo. Por ello creo que de producirse, la caída de este gobierno será severa y se llevará a España con éste por delante. Mientras tanto solo nos queda esperar y contemplar como este gobierno cae arrasado por la crisis... y con él España y su sociedad.