Estamos sin lugar a dudas ante un personaje muy interesante y enigmático. Un tipo que nació en 1886 como rey (Su padre, el rey Alfonso XII había muerto meses antes) y desde el momento de su nacimiento llevó la corona de España sobre su cabeza. Por supuesto nuestro protagonista tuvo que esperar hasta el año 1902 para ser declarado mayor de edad a los 16 años y poder ejercer, ahora sí, como rey con todos sus poderes y facultades. Alfonso XIII comienza de manera efectiva su reinado justo tras el histórico Desastre del 98 en el que España pierde sus últimas colonias en América (Puerto Rico, Cuba, Filipinas...). Hereda pues de su madre, la reina regente María Cristina, una derrota bélica frente a EEUU sin precedentes y con el reciente asesinato de uno de los dos personajes clave de la Restauración de 1876; el presidente del gobierno conservador Antonio Canovas del Castillo. Con Canovas asesinado sólo queda la otra columna sobre la que se sustenta el régimen; el presidente del gobierno liberal Práxedes Mateo Sagasta. Cuando Alfonso XIII jura el cargo en mayo de 1902, Sagasta se encuentra en ese momento como presidente del gobierno. Finalmente, a finales de ese año, Sagasta dimite falleciendo sólo un mes después en 1903. A partir de entonces y sin los dos políticos que pactaron a la muerte de su padre la alternancia en el poder (Canovas y Sagasta), Alfonso XIII tiene que "buscarse la vida" y buscar a sus jefes de gobierno por su cuenta. No se puede decir que el hijo de Alfonso XII y María Cristina fuese un monarca absolutista ni muchísimo menos, pero sí fue un rey abiertamente intervencionista. Su intervencionismo es lo que provoca que sea recordado en mi opinión como uno de los reyes más deplorables y uno de los personajes más repugnantes de la historia de España.
Podemos llegar a la conclusión de que Alfonso XIII es nuestro Nicolás II en términos nacionales. Y aunque "El Africano" (Como así era conocido) no terminó pasado por las armas como su pariente ruso, sí que tiene el mérito junto con el zar Nicolás Romanov de ser el principal responsable de la caída de su propia monarquía. La pobreza y desigualdad que se vivía en España, así como la corrupción institucionalizada en España con los "Caciques rurales" como ejemplo personificado de la podredumbre del sistema político y electoral, y las reivindicaciones de la clase obrera provocan que tanto Alfonso XIII como sus designados presidentes del gobierno (El conde de Romanones, Antonio Maura, José Canalejas, Eduardo Dato...) no estuviesen a la altura de las circunstancias que la sociedad española demandaba incesantemente a principios del siglo XX. Sucesos históricos como los ocurridos en Cataluña en 1909 durante la "Semana Trágica" con cerca de 80 muertos debido a la represión del gobierno como respuesta a la negativa de los hijos de los obreros de ir a la guerra de Melilla, provocan que el recelo de la población contra el sistema monárquico y el rey no haga sino aumentar cada día. También durante este periodo se produce el auge tanto del nacionalismo catalán como del vasco. En el caso de Cataluña se llega incluso a crear la "Mancomunidad de Cataluña", siendo este el primero de los pasos por parte de la burguesía catalana a la hora de exigir sus reivindicaciones nacionalistas. Mientras tanto en el mundo estalla la Primera Guerra Mundial, declarándose España neutral en este conflicto global. Quizás esta sea una de las pocas decisiones coherentes que tomó Alfonso XIII durante su funesto y despreciable reinado. Tras la caída de los Romanov en Rusia en 1917, en España llega lo que es considerado el "Trienio Bolchevique", donde se producen una serie de revueltas sociales en Andalucía que no llegan a provocar definitivamente, para suspiro del rey, la caída de la monarquía borbónica.
Pero por si todo esto no era ya lo suficientemente grave, en 1911 estalla la guerra en Marruecos contra la República del Rif, produciéndose en 1921 el llamado "Desastre de Annual". Veintitrés años después de la derrota frente a EEUU en 1898 (Derrota que todavía España no había asimilado), nuestro desdichado país sufre otra derrota bélica de proporciones históricas que deja más de 13.000 soldados españoles muertos así como la toma de prisioneros de altos mandos del ejército. Es entonces cuando Alfonso XIII, al enterarse que la vida de los militares hechos prisioneros sólo podían ser salvadas mediante un acuerdo económico soltó la famosa frase "Qué cara cuesta la carne de gallina". Una frase que en mi opinión define perfectamente al personaje; Un tirano mimado y caprichoso desde niño y un pijo mujeriego que no le importaba absolutamente nada su pueblo, el cual despreciaba. Después del Desastre del Annual se produce el Expediente Picasso, en el que su investigador, el general Manuel Picasso (Curiosamente, familiar del pintor Pablo Picasso) llega a la conclusión de que entre los responsables del Desastre del Annual se encuentra entre otros el propio rey. "Casualmente", poco antes de que ese informe llegue al Congreso, el general Miguel Primo de Rivera da un golpe de estado desde Barcelona e instaura una dictadura militar con el visto bueno del propio Alfonso XIII, el cual fulmina automáticamente la constitución de 1876 al mostrar su apoyo entusiasta a una dictadura militar. Tras una serie de presidentes del gobierno destituidos al poco tiempo y otros asesinados por los anarquistas (Como fueron los casos de Canalejas y Eduardo Dato), Primo de Rivera asume el control total del país con España en el abismo tras toda una serie consecutivas de desgracias y ante la incompetencia absoluta del rey. Por mucho que se digan desde muchos sectores, Primo de Rivera, independientemente de que fue un dictador, llevó a cabo reformas importantes en sus seis años de gobierno, y gracias a él se puso fin a la guerra en Marruecos contra la República del Rin. Por otra parte no está de más recordar que incluso el PSOE apoyó fervientemente la dictadura del padre del fundador de la Falange.
Ya en 1930 y con Primo de Rivera enfermo y abandonado por todos aquellos que lo habían apoyado hasta entonces, presenta su dimisión ante el rey. Alfonso XIII con esto "Ve el cielo abierto" y acepta la dimisión de Primo de Rivera, el cual, al igual que Sagasta, muere un mes después de su dimisión. Por otro lado es curioso el paralelismo que existe entre el final de la relación entre el rey Alfonso XIII y Primo de Rivera con el final de la relación que el rey Juan Carlos tendría posteriormente con Adolfo Suárez. Abuelo y nieto utilizan a sus jefes de gobierno a su conveniencia, para dejarlos tirados una vez que ya no les hacen falta a los Borbones. Tras esto, y para quedar bien ante los partidos tradicionales y para salvar su real pellejo, Alfonso XIII intenta hacer borrón y cuenta nueva e intenta recuperar la legalidad constitucional previa al golpe nombrando al general Damaso Berenguer como nuevo presidente del gobierno. Mientras, los republicanos llevan a cabo el Pacto de San Sebastián en 1930 en el que acuerdan acabar con la monarquía. Tras un año de gobierno conocido como "La dictablanda", Damaso Berenguer presenta su dimisión en 1931 y Alfonso XIII designa al almirante Aznar como nuevo jefe del gobierno. Este sería el último gobierno de la monarquía. Aznar convoca entonces elecciones municipales para el 12 de abril de 1931 como primer paso para retomar el sistema constitucional, pero la sorpresa es mayúscula cuando en esas elecciones los partidos republicanos ganan mayoritariamente en las grandes capitales de provincia. A la mañana siguiente y tras ser preguntado por la prensa sobre si había crisis, Aznar lanza la famosa frase por la que pasará a la Historia "¿Qué mayor crisis que la de un país que se acuesta monárquico y se levanta republicano?". El pueblo español enseñaba por fin la puerta de salida a un rey mediocre y ponía fin a una monarquía completamente alejada de la sociedad española y sus problemas. Finalmente y tras ver que no tenía apoyos por parte ni de los políticos ni del ejercito, Alfonso XIII, que en ese momento está a punto de cumplir 45 años, pone punto y final a su reinado y sale de España por Cartagena camino al exilio el 14 de abril de 1931, fecha en la que es proclamada en España la II República y en Cataluña por su parte se proclama la República catalana (Familiar, ¿verdad?). Finalmente Alfonso XIII moriría en Roma diez años después a la edad de casi 55 años debido a una angina de pecho. Pero en esos diez años que transcurren entre la salida del trono del rey y su muerte, se produce de por medio la Guerra Civil, en la cual Alfonso XIII juega desde Roma un papel muy activo en favor del bando nacional y de Franco. Durante este periodo el ya ex rey se cataloga a sí mismo como "Falangista" y aporta económicamente su apoyo a la guerra con la esperanza de volver a ocupar el trono de España si Franco consigue acabar con el bando republicano. Finalmente y tras ganar la guerra, Franco, en una de sus mejores decisiones, decide no traer de vuelta al rey y restaurar de manera inmediata la monarquía en España debido según Franco "A los muchos errores que el rey había cometido durante su reinado". Alfonso XIII se toma esto como una traición y ve diluido definitivamente su sueño de volver a ejercer la jefatura del estado español.
Con esta entrada quiero poner mi aportación personal para que se sepa quién fue verdaderamente Alfonso XIII y cómo su tiránico reinado condujo a España a una Guerra Civil (Independientemente de que la II República y el golpe de estado del bando nacional también pusieron su parte, que no fue poca). Según la mayoría de historiadores, el rey más nefasto que ha dado la historia de España ha sido Fernando VII. Yo personalmente creo que ese "mérito" se lo lleva Alfonso XIII, el cual nunca estuvo ni capacitado ni preparado para reinar y cuyos errores fueron pieza clave en los acontecimientos de España durante su reinado, y también durante los años posteriores a su reinado. Los acontecimientos producidos en nuestro país desde el 14 de abril de 1931 son el legado que Alfonso XIII dejó a ese pueblo español que tan poco le importaba y tanto despreciaba. Su apoyo lejano a la Guerra Civil demuestra que no le importaba cuánta sangre española había de derramarse con tal de volver al Palacio Real de Madrid, deseo que como ya he dicho antes, no pudo ver cumplido gracias a Dios. Para terminar sólo espero que jamás nuestra nación vuelva a tener a un tipejo como éste en la jefatura del estado (Aunque su nieto Juan Carlos I ha hecho grandes esfuerzos por igualarlo y ser un "digno" heredero suyo) y que no pase mucho tiempo para que la Historia ponga en el lugar que se merece a este indigno y traidor rey de nuestra sufrida España, la cual todavía está pagando el legado de su irresponsable reinado.