Lo ha vuelto a hacer. Mariano Rajoy nos volvió a sorprender ayer cuando anunció en una deplorable rueda de prensa en Moncloa su disposición a "intentar formar gobierno" que le había conferido previamente el rey Felipe VI. Acto seguido, el presidente del gobierno en funciones dejó entrever para sorpresa de todos que no estaba dispuesto a acudir a la sesión de investidura si no reúne los votos suficientes para ser investido. Una vez acabada la rueda de prensa de la sí pero no aceptación de investidura, la presidenta del congreso, Ana Pastor, cuya función era la de anunciar una fecha más o menos aproximada de la supuesta investidura de Rajoy, termina su rueda de prensa sin anunciar ni una sola fecha. Pastor anunciaba que esa decisión tenía que consultarla con el presidente del gobierno y su jefe personal, Mariano Rajoy, dejando así bien clara la inexistencia de la separación de poderes entre el poder ejecutivo y legislativo español.
Personalmente no sé muy bien cómo definir esta situación. Yo comprendo que cuando un partido político, y un líder político gana unas elecciones, ya bien sean locales, regionales o nacionales, intente formar legítimamente gobierno porque así lo ha querido la ciudadanía con sus votos. Ahora bien, no todo es admisible en un estado que en teoría es "democrático", porque una cosa es buscar apoyos para gobernar y otra muy distinta es la de jugar sucio, que es lo que está sucediendo en este caso. Un servidor ha leído hoy muchos comentarios acerca de la decisión del jefe del gobierno de medio aceptar su candidatura a presidir el gobierno, y tengo que reconocer que hay ciertas cosas con las que hay que andarse con muchísimo cuidado. Se ha llegado a escuchar la posibilidad tan grotesca como la de que Mariano Rajoy va a intentar retrasar lo máximo posible su investidura, e incluso que intente gobernar de manera interina durante estos años sin necesidad de pasar por el Congreso para presentar su programa de gobierno y así continuar en la Moncloa aunque sea con un gobierno en funciones.
Hemos entrado en una situación que reitera mi opinión antes citada de que no todo vale en "Democracia". Y no lo digo sólo por el rumor anteriormente citado, que también, sino por la decisión de este señor de tomarse a la torera un artículo de la Constitución española al dejar en el aire su disposición de presentarse ante el parlamento. Si el jefe del gobierno español se salta las leyes a su antojo personal, ¿Qué mensaje está trasladando a las instituciones catalanas y al resto de la sociedad?, ¿Que es legítimo saltarse las leyes siempre y cuando vayan en contra de los intereses particulares?, ¿Que la Constitución española y demás leyes que forman el ordenamiento jurídico español son papel mojado que pueden ser violados cuando deseen los poderes públicos?, ¿Que España es un país a la altura de un país tercermundista donde las leyes pueden perfectamente ser interpretadas de la forma que mejor convenga en el momento oportuno? Esto ya es un puto cachondeo, señores. ¿Qué temor van a infundir a aquellos que quieren la autodeterminación de una parte del Estado saltándose la carta magna si el propio gobierno también se la salta públicamente en beneficio propio? Por cierto, supongo que el interesado habrá tomado constancia previamente del lío en el que ha metido también al actual jefe del estado. Un mandato recibido por el rey que el candidato puede declinar en contra de lo expuesto en la Constitución no es algo que afecte sólo a la persona que intenta formar gobierno, también perjudica gravemente y pone en jaque a la propia jefatura del estado y al poder legislativo español. Insisto, creo que el personaje en cuestión habrá medido los pros y los contras de esta decisión, aunque si no las ha medido tampoco importan mucho a estas alturas de la película.
Volviendo al rumor de antes, independientemente de su veracidad, el simple hecho de su existencia dice muchísimo acerca del sistema político en este país. De confirmarse no estaríamos sólo ante un semigolpe de estado, sino también ante la confirmación del peligro que supone actualmente la clase dirigente de un país muy jodido que no está ni para bromas ni para aventuras peligrosas. De hecho, lo sucedido ayer confirma una situación que roza la ilegalidad por culpa de una serie de personas que están llevando al límite una situación muy, insisto, muy peligrosa. Para terminar reitero por tercera vez lo dicho en esta entrada; no todo vale para conservar el poder cuando has ganado, como algunos están haciendo ahora mismo, ni todo vale para alcanzar el poder si has perdido, como algunos han hecho hace poco. Aquí no estamos hablando ya de cuestiones políticas, ni siquiera partidistas. Aquí entra en juego la falta de escrúpulos de una serie de individuos a causa de sus ambiciones personales y las graves consecuencias que pueden derivarse en clave colectiva para todos nosotros de la toma de decisiones tan peligrosas como las que estamos viviendo por parte de estos sujetos con ansias insaciables de poder.
sábado, 30 de julio de 2016
jueves, 7 de julio de 2016
¿Quo Vadis, Mariano?
Casi dos semanas después de las elecciones generales del 26-J, todo sigue igual que antes. Mariano Rajoy sigue sin recibir apoyos para ser investido de nuevo como presidente, mientras que el PSOE se encuentra con el dilema de abstenerse en la investidura del candidato popular, o por el contrario, votar en contra y provocar unas terceras elecciones que serían fulminantes para el partido socialista. Sea cuál sea la decisión que tome el comité federal del PSOE, la legislatura que está apunto de comenzar tiene los días contados y a continuación voy a exponer los motivos por los que creo que así va a ocurrir.
Mariano Rajoy puede lograr salir investido como presidente del gobierno gracias a la abstención del PSOE, o al apoyo de C's, PNV, y CC. La cuestión a partir de entonces es: ¿Cuánto aguantará Rajoy?. Es verdad que el actual presidente en funciones es un tipo que sin lugar a dudas valdría para participar en el concurso de televisión "Supervivientes", posiblemente hasta fuese el ganador, ya que no creo que haya otra persona sobre la faz de la tierra que haya sobrevivido a más en la vida que el propio Mariano. Pero una cosa es la supervivencia política a la que ha llegado Rajoy hasta hace dos semanas, y otra muy distinta la lucha insistente que le espera a partir de ahora en relación a los pactos de todas y cada una de las leyes que deban aprobarse en el parlamento, los acuerdos a los que tenga que llegar con otros partidos para la aprobación de los sucesivos presupuestos generales del estado, el programa de reformas políticas, económicas y sociales que estará obligado a poner en marcha por parte de la presión insistente a la que será sometido día sí y día también por parte de los partidos de la oposición, los recortes que tendrá que llevar acabo el gobierno del PP en esta nueva hora de la crisis económica. Todo esto, así como la celebración del juicio del caso Gürtel, Bárcenas, Púnica, traerán de nuevo más de un quebradero de cabeza al gallego en esta próxima legislatura en la que su cabeza política va a estar expuesta a la guillotina durante los cuatro años que dure su mandato.
Ya lo dije hace unos días y lo reitero de nuevo: Mariano Rajoy no va a completar la legislatura que va a comenzar en España a partir del día 19 del presente mes. Las razones las acabo de exponer; Los partidos de la oposición, en especial el PSOE, no pueden permitirse abstenerse ante los recortes tan severos que les espera al gobierno del PP en estos años, no pueden tampoco permitirse abstenerse ante los PGE que redacten los populares de aquí al 2020, como tampoco pueden abstenerse sobre los proyectos de ley que el partido popular presente en la siguiente legislatura y que van en contra de los intereses de los partidos a los que he hecho referencia. Ante este panorama sólo queda una opción: Elecciones anticipadas para el próximo año ante la inestabilidad política y la difícil coyuntura que supone gobernar con tan sólo 137 diputados, o como muy tarde, para el año 2018. Lógicamente, si las elecciones se celebran para el año 2017, el gobierno podría prorrogar los presupuestos de 2016 hasta el año que viene. Si los comicios se celebran en 2018, es bastante probable que los presupuestos para ese año sean aprobados con el voto a favor de C's y de los nacionalistas vascos y canarios (Los cuales pondrán un alto precio encima de la mesa para dar a cambio sus votos en favor de los PGE). Lo mismo se puede decir de los recortes que el PP va a tener que aplicar en los próximos meses, y que cada vez hay más voces que apuntan a que tocarán esa materia tan sensible que nadie quiere ni oír hablar siquiera: Las pensiones. Ningún grupo parlamentario de la oposición se abstendrá, ni muchísimo menos votará a favor de más recortes sociales por mucho que Berlín y Bruselas así se lo exijan al gobierno español. Si por el contrario, algún partido votase a favor o se abstuviese por "sentido de estado" cuando llegue el momento de recortar más prestaciones sociales, o incluso las pensiones, se abrirá un nuevo frente social que nadie sabe qué consecuencias tendrá para nuestro país.
La corrupción también juega un papel trascendental aquí. Si en los próximos meses o años saliese a la luz algún otro escándalo de corrupción donde se viese envuelto en primera persona Mariano Rajoy, la petición unánime de elecciones anticipadas, o de dimisión hacia el actual presidente del gobierno en favor de otro miembro del PP será un hecho, sin descartar incluso la presentación de una moción de censura por parte del PSOE, Podemos y C's que lleve consigo el nombre de alguna persona independiente que provoque la decisión general de votar a ese candidato con el fin de sacar de una vez por todas al gallego de la Moncloa.
También existe la posibilidad de que la próxima legislatura sea igual de breve que esta última que hemos tenido, y que la falta de acuerdos para que haya nuevo gobierno provoque la repetición de unas terceras elecciones generales que algunos empiezan a dar por hechas. Los vascos ya han anunciado que votarán no a Rajoy en su investidura aunque los del PNV no dan por rotos todos los puentes, con lo que es bastante probable y así lo creo yo, que finalmente los del País Vasco se abstengan en favor del candidato popular con el fin de obtener a cambio importantes concesiones, incluso un acercamiento de presos etarras a Euskadi, Si finalmente hubiese elecciones generales de nuevo, se rumorea ya que cinco años después los españoles volveremos a votar un 20 de noviembre, o un 27 de noviembre como muy tarde. Por supuesto no hace falta decir que el candidato por parte de los conservadores volvería a ser Mariano Rajoy, el cuál podría conseguir un resultado mucho mejor que el obtenido hace casi dos semanas, a base de llevar a España a una situación de bloqueo político y económico por mera ambición personal. En cambio, el cartel de Podemos seguiría estando liderado por Pablo Iglesias, y el de Ciudadanos por Albert Rivera, mientras que por parte del PSOE, Pedro Sánchez no sería casi con toda seguridad el cabeza de lista de los socialistas, y que se lamenten éstos si consienten lo contrario.
Vivimos una situación anómala. Si la falta de acuerdo predomina una vez más en la vida política española, los ciudadanos volveremos a votar por tercera vez en unas elecciones generales en menos de un año. Mientras que si finalmente se llega a un acuerdo "in extremis", (Escenario que yo creo que es el que se va a producir) la gravedad de la situación actual y los acontecimientos que se produzcan a partir de la constitución del nuevo gobierno provocarán la caída del ejecutivo dentro de dos años. Personalmente no creo en la posibilidad de que la legislatura acabe en los plazos que marca la ley aunque sea con otro presidente al frente del gobierno. Ahora sí me atrevo a decir que la carrera política de Mariano Rajoy está llegando a su fin. Volverá a ganar las próximas elecciones si se repiten y conseguirá seguir gobernando después de muchas negociaciones, pero la situación que se va a desarrollar a partir de ahora provocarán su caída dentro de cuarenta y ocho meses como muy tarde, y ahí sí creo que anunciará su retirada en favor de otro candidato/a del PP debido a que ya habría conseguido su objetivo: No ser el primer presidente del gobierno que no repite legislatura y que deja su tarea a medio hacer. Es por ello por lo que creo que el fin de la carrera política de Rajoy está más cerca que lejos en estos instantes, aunque viniendo de Mariano cualquiera sabe por dónde nos puede salir. Para terminar sólo voy a dejar una reflexión: ¿Le vale al actual presidente del gobierno seguir en el cargo que actualmente ocupa otra legislatura más sabiendo que su permanencia va a acarrear más problemas que soluciones a la sociedad española?. Ante esta reflexión sólo nos cabe preguntar ¿Quo Vadis, Mariano?, ¿Hasta dónde vas a arrastrarnos a todos para colmar una ambición personal? Mariano ya nos ha contestado con sus actos. Parafraseando a Buzz Lightyear, Rajoy nos responde: "Hasta el infinito y más allá".
Mariano Rajoy puede lograr salir investido como presidente del gobierno gracias a la abstención del PSOE, o al apoyo de C's, PNV, y CC. La cuestión a partir de entonces es: ¿Cuánto aguantará Rajoy?. Es verdad que el actual presidente en funciones es un tipo que sin lugar a dudas valdría para participar en el concurso de televisión "Supervivientes", posiblemente hasta fuese el ganador, ya que no creo que haya otra persona sobre la faz de la tierra que haya sobrevivido a más en la vida que el propio Mariano. Pero una cosa es la supervivencia política a la que ha llegado Rajoy hasta hace dos semanas, y otra muy distinta la lucha insistente que le espera a partir de ahora en relación a los pactos de todas y cada una de las leyes que deban aprobarse en el parlamento, los acuerdos a los que tenga que llegar con otros partidos para la aprobación de los sucesivos presupuestos generales del estado, el programa de reformas políticas, económicas y sociales que estará obligado a poner en marcha por parte de la presión insistente a la que será sometido día sí y día también por parte de los partidos de la oposición, los recortes que tendrá que llevar acabo el gobierno del PP en esta nueva hora de la crisis económica. Todo esto, así como la celebración del juicio del caso Gürtel, Bárcenas, Púnica, traerán de nuevo más de un quebradero de cabeza al gallego en esta próxima legislatura en la que su cabeza política va a estar expuesta a la guillotina durante los cuatro años que dure su mandato.
Ya lo dije hace unos días y lo reitero de nuevo: Mariano Rajoy no va a completar la legislatura que va a comenzar en España a partir del día 19 del presente mes. Las razones las acabo de exponer; Los partidos de la oposición, en especial el PSOE, no pueden permitirse abstenerse ante los recortes tan severos que les espera al gobierno del PP en estos años, no pueden tampoco permitirse abstenerse ante los PGE que redacten los populares de aquí al 2020, como tampoco pueden abstenerse sobre los proyectos de ley que el partido popular presente en la siguiente legislatura y que van en contra de los intereses de los partidos a los que he hecho referencia. Ante este panorama sólo queda una opción: Elecciones anticipadas para el próximo año ante la inestabilidad política y la difícil coyuntura que supone gobernar con tan sólo 137 diputados, o como muy tarde, para el año 2018. Lógicamente, si las elecciones se celebran para el año 2017, el gobierno podría prorrogar los presupuestos de 2016 hasta el año que viene. Si los comicios se celebran en 2018, es bastante probable que los presupuestos para ese año sean aprobados con el voto a favor de C's y de los nacionalistas vascos y canarios (Los cuales pondrán un alto precio encima de la mesa para dar a cambio sus votos en favor de los PGE). Lo mismo se puede decir de los recortes que el PP va a tener que aplicar en los próximos meses, y que cada vez hay más voces que apuntan a que tocarán esa materia tan sensible que nadie quiere ni oír hablar siquiera: Las pensiones. Ningún grupo parlamentario de la oposición se abstendrá, ni muchísimo menos votará a favor de más recortes sociales por mucho que Berlín y Bruselas así se lo exijan al gobierno español. Si por el contrario, algún partido votase a favor o se abstuviese por "sentido de estado" cuando llegue el momento de recortar más prestaciones sociales, o incluso las pensiones, se abrirá un nuevo frente social que nadie sabe qué consecuencias tendrá para nuestro país.
La corrupción también juega un papel trascendental aquí. Si en los próximos meses o años saliese a la luz algún otro escándalo de corrupción donde se viese envuelto en primera persona Mariano Rajoy, la petición unánime de elecciones anticipadas, o de dimisión hacia el actual presidente del gobierno en favor de otro miembro del PP será un hecho, sin descartar incluso la presentación de una moción de censura por parte del PSOE, Podemos y C's que lleve consigo el nombre de alguna persona independiente que provoque la decisión general de votar a ese candidato con el fin de sacar de una vez por todas al gallego de la Moncloa.
También existe la posibilidad de que la próxima legislatura sea igual de breve que esta última que hemos tenido, y que la falta de acuerdos para que haya nuevo gobierno provoque la repetición de unas terceras elecciones generales que algunos empiezan a dar por hechas. Los vascos ya han anunciado que votarán no a Rajoy en su investidura aunque los del PNV no dan por rotos todos los puentes, con lo que es bastante probable y así lo creo yo, que finalmente los del País Vasco se abstengan en favor del candidato popular con el fin de obtener a cambio importantes concesiones, incluso un acercamiento de presos etarras a Euskadi, Si finalmente hubiese elecciones generales de nuevo, se rumorea ya que cinco años después los españoles volveremos a votar un 20 de noviembre, o un 27 de noviembre como muy tarde. Por supuesto no hace falta decir que el candidato por parte de los conservadores volvería a ser Mariano Rajoy, el cuál podría conseguir un resultado mucho mejor que el obtenido hace casi dos semanas, a base de llevar a España a una situación de bloqueo político y económico por mera ambición personal. En cambio, el cartel de Podemos seguiría estando liderado por Pablo Iglesias, y el de Ciudadanos por Albert Rivera, mientras que por parte del PSOE, Pedro Sánchez no sería casi con toda seguridad el cabeza de lista de los socialistas, y que se lamenten éstos si consienten lo contrario.
Vivimos una situación anómala. Si la falta de acuerdo predomina una vez más en la vida política española, los ciudadanos volveremos a votar por tercera vez en unas elecciones generales en menos de un año. Mientras que si finalmente se llega a un acuerdo "in extremis", (Escenario que yo creo que es el que se va a producir) la gravedad de la situación actual y los acontecimientos que se produzcan a partir de la constitución del nuevo gobierno provocarán la caída del ejecutivo dentro de dos años. Personalmente no creo en la posibilidad de que la legislatura acabe en los plazos que marca la ley aunque sea con otro presidente al frente del gobierno. Ahora sí me atrevo a decir que la carrera política de Mariano Rajoy está llegando a su fin. Volverá a ganar las próximas elecciones si se repiten y conseguirá seguir gobernando después de muchas negociaciones, pero la situación que se va a desarrollar a partir de ahora provocarán su caída dentro de cuarenta y ocho meses como muy tarde, y ahí sí creo que anunciará su retirada en favor de otro candidato/a del PP debido a que ya habría conseguido su objetivo: No ser el primer presidente del gobierno que no repite legislatura y que deja su tarea a medio hacer. Es por ello por lo que creo que el fin de la carrera política de Rajoy está más cerca que lejos en estos instantes, aunque viniendo de Mariano cualquiera sabe por dónde nos puede salir. Para terminar sólo voy a dejar una reflexión: ¿Le vale al actual presidente del gobierno seguir en el cargo que actualmente ocupa otra legislatura más sabiendo que su permanencia va a acarrear más problemas que soluciones a la sociedad española?. Ante esta reflexión sólo nos cabe preguntar ¿Quo Vadis, Mariano?, ¿Hasta dónde vas a arrastrarnos a todos para colmar una ambición personal? Mariano ya nos ha contestado con sus actos. Parafraseando a Buzz Lightyear, Rajoy nos responde: "Hasta el infinito y más allá".
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