lunes, 27 de junio de 2016

Hay Rajoy para rato

La noche electoral del 26 de junio de 2016 es equiparable en algunos términos a la del 13 de marzo del año 2000, en la que José María Aznar consiguió contra todo pronóstico la primera mayoría absoluta del centro-derecha español. Mariano Rajoy y el PP obtuvo ayer contra todo pronóstico un resultado bastante satisfactorio (137 diputados) que le permite continuar en la Moncloa durante otros cuatro años más con el apoyo de Ciudadanos y de los nacionalistas vascos y canarios, aunque esto último está por ver. Mi más sincera enhorabuena a Mariano Rajoy, el cuál ha demostrado ser un pésimo presidente del gobierno pero un gran estratega en términos políticos. Su decisión de esperar a que el tiempo lo resuelva todo le ha vuelto a dar resultado una vez más. Por supuesto nada de esto habría pasado sin la estimable ayuda de su fiel asesor, Pedro Arriola, el cuál ha llevado a cabo la división del voto de la izquierda, así como la desaparición lenta pero inexorable del PSOE, y la aparición de un partido que se ha convertido en sus mejor aliado a la hora de mantener a la formación conservadora en el gobierno; Podemos. 

Aunque Rajoy será finalmente presidente del gobierno tras este resultado, no estoy muy convencido de que el gallego consiga acabar su mandato en 2020. El PP ha ganado las elecciones, pero no podemos olvidar de que es una victoria relativa, por consiguiente no tiene asegurada una mayoría parlamentaria que le sustente en el poder los próximos cuatro años. Mi apuesta personal es que conseguirá el apoyo de C's con la abstención de algún diputado del PSOE, pero se verá avocado a convocar nuevas elecciones en 2018 debido a la situación que se pueda originar de aquí a dos años en España, sumado a los casos de corrupción del PP que sigan apareciendo en la prensa y que puedan afectarle a él personalmente. Una vez llegados a este punto sí considero altamente probable que convoque elecciones anticipadas y anuncie su retirada en favor de alguno de sus colaboradores más cercanos, ya que entonces habrá cumplido su deseo de tener casi toda su tarea terminada y habrá logrado estar un segundo mandato en el sillón presidencial. Eso sí, estamos hablando de Rajoy, y nuestro presidente siempre nos sorprende, quién sabe si es capaz de lograr acabar sus cuatro años de legislatura y anunciar de paso su candidatura para presentarse una vez más a la presidencia del gobierno.

Con respecto al futuro de la izquierda en España, tengo que señalar que el PP ha hecho un gran trabajo al dividir el voto izquierdista entre el PSOE y Podemos. Los resutados de anoche confirman que el PSOE sigue perdiendo escaños sin cesar (85 diputados), mientras que Podemos no ha logrado el tan ansiado "Sorpasso" y se ha quedado exactamente igual que en diciembre, con la excepción de los dos diputados obtenidos de IU, (71 diputados). Nos encontramos pues en una situación en la que el partido tradicional de centro-izquierda en España sigue desapareciendo poco a poco, mientras que el nuevo partido "antisistema" de izquierdas ha tocado techo electoralmente hablando. Con este escenario el PP tiene asegurada su permanencia en el poder durante varios años más gracias a la unificación de su electorado y la fragmentación del electorado de izquierdas. Un electorado que quizás ha castigado en parte a Podemos gracias a la chulería de su líder, Pablo Iglesias, y a su no rotundo a la hora de votar en favor de Pedro Sánchez el pasado mes de marzo y poner fin al gobierno de Rajoy. Lógicamente esta actitud se entiende si nos atenemos a la "pinza" que llevan unidos de la mano tanto el PP como Podemos, con el objetivo de derrotar definitivamente al PSOE con unas nuevas elecciones generales. A los conservadores esta estrategia les ha salido redonda, mientras que a los de la formación morada les ha supuesto un serio varapalo electoral con el que no contaban en absoluto, ya que ni han conseguido sobrepasar al PSOE en votos y escaños, ni tampoco pueden formar gobierno con los socialistas en virtud del resultado electoral obtenido anoche. Con este panorama, Pedro Sánchez está en todo su derecho de decir que la continuidad del actual presidente del gobierno se produjo gracias a Iglesias y a su egoista estrategia de alcanzar el poder cuanto antes. Sobre Pedro Sánchez tengo que añadir una cosa; el líder del PSOE debe de presentar su dimisión y echarse a un lado lo más pronto posible para que otro socialista recoja el testigo e intente hacer lo que buenamente pueda para que el PSOE vuelva a ser en España un partido de alternancia de gobierno. Si el PSOE se conforma con que Podemos no les sobrepase de momento y creen un resultado medio digno el obtenido en la noche de ayer, es que los de Ferraz van directos al suicidio político como hace 30 años fueron los de la extinguida UCD.

De Ciudadanos y Albert Rivera poco tengo que decir, salvo que aprovechen bien sus 32 diputados, ya que después de votar a favor de la investidura de Rajoy no habrá español que les vote en las siguientes elecciones generales. Se confirma que C's fue un producto de marketing originado desde el Ibex-35 y promocionado por los medios de comunicación, pero que la sociedad española no les ha seguido el juego a éstos y han preferido ir al voto útil antes que elegir a un partido bisagra que dentro de cuatro años no llegará a ser ni siquiera eso. En 2020, el granero de votos de Ciudadanos por parte de la izquierda volverá al PSOE, mientras que el de la derecha ya ha vuelto al PP como ayer se pudo comprobar.

Para finalizar sólo tengo que añadir que espero que estos cuatro años pasen lo más deprisa posible, ya que cuanto antes termine esta legislatura que todavía ni ha arrancado, antes veremos por fin a Mariano Rajoy fuera de la Moncloa, siempre y cuando no decida volver a presentarse para superar la década en la jefatura del gobierno y llegar a los doce años liderando el ejecutivo español. Como persona que se considera de centro-derecha y que en estas elecciones ha votado al PSOE, debo añadir que sólo la desaparición de la escena política de Mariano Rajoy y de Pedro Sánchez, junto con la salida de todas aquellas personas que como el mismo Rajoy han actuado en casos de corrupción por acción u omisión, y la llegada de nuevos líderes jóvenes y con nuevas ideas, es el primer paso para que los dos partidos de centro vuelvan a ser una referencia para sus votantes y para toda la sociedad española. Así lo deseo tanto para el PSOE como especialmente en mi caso para el PP, que espero y deseo que algún día vuelva a ser el partido con el que yo un día me sentí identificado, pero para eso hacen falta nuevas ideas y nuevos líderes, requisitos que en vista del resultado de anoche es imposible que se produzcan por el momento en la vida política española.