miércoles, 4 de junio de 2014

Juancarlismo, punto final

Como diría Laura Pausini, se fué, sí, nuestro "campechano" y comisionista rey Juan Carlos I anunció ayer a la nación española en un mensaje emitido por radio y televisión que abdicaba y le pasaba el marronazo de la situación actual a nuestro "preparado" príncipe que desde ahora será rebautizado por los medios de descomunicación como "Campechano júnior", en la prensa se habla de que dentro de dos semanas, Felipe de Borbón será proclamado nuevo rey de España y se dará paso a una "nueva era" que él liderará. El rey Juan Carlos deja una España con una economía estancada, la corrupción generalizada en todas las instituciones del Estado, incluida la suya, una Justicia corrompida y servil al poder político, un país cada vez más dividido y al borde de su extinción y una población con 6 millones de parados sumida en la pobreza y en la desesperanza, este es el legado que deja Juan Carlos I a su hijo después de 40 años de reinado. En lo que a mí respecta, siempre he sido una persona que no pensaba que unas circunstancias así fuesen a precipitarse en tan poco tiempo, después del anuncio de ayer, no se lo que va a pasar en España, solo se que estamos viviendo unos acontecimientos históricos y que esta puede ser la última vez que España decida su futuro como nación si la sociedad permanece unida frente al poder político y exige incansablemente un referéndum donde se pueda votar la forma de Estado que queremos para nuestro país, si no llegamos a conseguirlo, entonces sí habremos perdido nuestra última ocasión de poder decidir nuestro futuro como pueblo. Los españoles no podemos consentir que se nos vuelva a engañar con una "Segunda transición" y una nueva etapa liderada por Felipe VI, no señores, eso caló hace 40 años con su padre y la situación que imperaba por entonces, hoy en día, la población española no es la misma que la de 1975/1978, los españoles son conscientes de que la transición no fue más que un pacto entre el rey y los líderes políticos de la época para repartirse el pastel de ese nuevo régimen que nació con la Constitución de 1978 y que hoy está más que muerto y ayer, con el anuncio de la abdicación del rey se confirmó oficialmente. En estas circunstancias históricas, en nuestras manos está, ahora más que nunca, el futuro de nuestro país, de nosotros depende luchar por nuestro porvenir por última vez o dejarlo en manos, esta vez para siempre, de la casta política que durante 40 años nos ha robado con el beneplácito de Juan Carlos I y ahora están a la espera de comenzar la segunda parte de este saqueo con la autorización de Felipe VI.